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ENLOW
R2 VALERIA RIVERA
CAPITULO 1
Cara
Partes que componen una cara: la mandibula, el menton, los pomulos, la boca, y
el maxilar superior, una nariz y dos orbitas, frente y arcos supercialiares.
Estos pocos elementos apoyan a la variación tan notable en la forma facial. Esto
se debe a la distribución y proporciones relativas de las partes del tejido duro y
blando, así como variaciones mínimas en los contornos topográficos entre todas
ellas.
Forma de la cara
el complejo facial se une con la base del craneo, el piso craneal es el patron que
establece las cacracteristicas dimensionales, angulares y topograficas de la cara.
La nariz braquicefálica es más gruesa y suele ser recta o cóncava, muchas veces
se inclina hacia arriba para mostrar los orificios nasales externos en una vista
frontal.
Existe una tercera configuración nasal entre algunas personas dolicocéfalas con
nariz larga en quienes la parte nasal externa media es protrusiva en relación con
una porción superior que lo es menor grado, aquí la nariz tiene una figura
agraciada, encorvada hacia abajo en forma de S.
La naturaleza más protrusiva de la región nasal y los arcos superciliares en la
cabeza dolicomórfica otorga a los pómulos un aspecto mucho menos prominente,
y por tal motivo los ojos parecen ubicarse a mayor profundidad.
La cara braquicefálica se relaciona más con un perfil facial más recto o cóncavo y
un mentón de aspecto más pronunciado.
La porción facial media puede ser verticalmente larga en proporción, aún más que
entre leptoprosópicos dolicocéfalos. El carácter de diversos rasgos
leptoprosópicos aparece exagerado en la cabeza con forma dinárdica, casi como
la porción posterior del cráneo aplanada y braquicéfala, que empujará a la cara
aún más en sentido anterior que en la forma dolicocefálica.
El tamaño corporal general del varón tiende a ser mayor que el femenino.
Los pulmones masculinos son más grandes a fin de abastecer oxígeno a
los músculos y órganos corporales. Éste exige una vía respiratoria mayor
comenzando por la nariz y la nasofaringe.
La nariz del varón es mayor que la femenina, la nariz masculina tiende a ser
más saliente larga ancha y carnosa presenta orificios nasales más grandes
y ensanchados.
En el varón la región interorbitaria del puente nasal tiende hacer mucho
más elevada.
La nariz femenina es delgada y menos saliente.
La nariz del varón varía por lo general desde un perfil recto hasta convexo y
el de la mujer es de un perfil recto hasta un poco cóncavo.
La punta de la nariz masculina es con frecuencia más aguda y presenta
mayor tendencia hacía un giro descendente la femenina es un poco más
redonda y se dobla a menudo hacia arriba una variante de la nariz aguileña
romana también es más prevalente en hombres que en mujeres; es la nariz
griega clásica en la cual el perfil nasal desciende casi en línea recta a partir
de una frente protrusiva.
La porción superior y la inferior de toda la nariz en su parte externa son
protrusiva pero el paladar y el arco dental superior pueden limitar hasta
cierto grado la parte inferior.
El contorno nasal puede rotar para producir una configuración madrileña o
gira hacia una alineación recta pero más vertical
La frente del varón tiende a ser más inclinada, la femenina es más bulbosa
y vertical
La regiones supraorbitarias y glabelas de la frente del varón tienden hacer
bastante protrusiva es mucho menor en la frente femenina
El grado de protrusión de la frente y la nariz masculina y los ojos parecen
ubicarse a mayor profundidad, en la mujer se ven cerca de la porción
anterior por tal razón los pómulos también se ven mucho más prominentes
las protuberancias molares parecen más obvias que la nariz y la frente son
menos sobresalientes los pómulos elevados son un rasgo clásico de
femineidad
La región temporal a lo largo del lado frontal tiene hacer menor
protuberante en la mujer el grado mayor de separación entre las láminas
interna y externa del hueso frontal crea la porción supraorbitaria
protuberante y más inclinada de la frente masculina por una nariz más
grande
Rasgos faciales:
Que distinguen al dolicocéfalo del braquialcefalo:
La parte nasal de la cara es la que apoya buena parte de aspecto global de la cara
de una persona
Braquicefalia femenina los rasgos de una cara más plana y ancha nariz más
pequeña pómulos cuadrados y frente vertical tienden aumentar y resaltar las
mismas características dismórficas también relacionadas con con el sexo
Una mujer de cara estrecha puede presentar frente más inclinada mayor
protrusión supraorbitaria, puente nasal más alto, nariz más larga, contorno nasal
aguileño o alineado en sentido más vertical y un extremo nasal más puntiagudo y
girado hacia abajo.
En la mujer el desarrollo facial comienza hacerse mucho más lento a partir de los
13 años de edad en el varón los rasgos faciales dismórficos vinculados con el
sexo comienzan a manifestarse casi al momento de la pubertad este fenómeno de
maduración continúa activo durante la adolescencia y hasta iniciar la edad adulta.
El neuro cráneo que crece antes más rápido y en grado mucho mayor que el
complejo facial contiguo.
Cambios faciales:
Si una persona envejece sufre pérdida de peso corporal la resorción del tejido
adiposo subcutáneo motiva un excedente de piel que deriva en aflojamiento y en
la formación de arrugas y pliegues la pérdida de grasa exagera en el aspecto
avejentado.
El aspecto de un niño desnutrido con cara arrugada puede que con pliegues,
Segundo la distribución y el carácter de la matriz de colágeno cambian conforme
aumenta la edad se incrementa la solidez de las fibras y disminuye la elasticidad
de toda la piel y tercero se reduce la cantidad de fibroblastos así como la actividad
celular.
Una de las primeras líneas que aparecen en el pliegue naso labial, son las líneas
de sonrisa; se observan a cualquier edad cuándo la persona sonríe pero en mucha
gente se convierte en un rasgo fijo de la cara cerca del final de la tercera o en la
cuarta década de vida, se extiende desde la porción lateral de la década ala nasal
hacia abajo hasta las comisuras labiales.
El tejido graso subcutáneo tiende a atenuar las arrugas que de otro modo
serían mucho más prominentes
Semeja a la cara infantil con paquete adiposo vestibular
Las personas con piel más obscura, cara ancha, más redonda, no fumadora,
sobria, en particular aquella que se protege de la exposición solar excesiva, tiende
conservar un aspecto juvenil durante un periodo mayor.
En relación con la comisura bucal, hay que observar si la prominencia general del
"bozal" maxilar es un rasgo principal del perfil. Se observa el efecto de la forma
incisiva y canina dentoalveolar sobre los labios. Nótese si la anchura bior bitaria
transversa es mayor o menor que el ancho frontal, con los pómulos o la región
temporal en protrusión lateral por fuera del otro.
Los ojos parecen grandes en el niño pequeño; sin embargo, conforme continúa el
crecimiento facial, las regiones nasal y maxilar crecen con mayor rapidez y en
grado mucho mayor que la órbita y sus tejidos blandos. En consecuencia, los ojos
del adulto se notan más pequeños en proporción.
Las orejas del recién nacido y el niño parecen ubicarse en un nivel bajo; en el
adulto, son mucho más altas en relación con la cara. La cara aumenta de tamaño
en sentido inferior, por lo que la posición relativa de las orejas parece ascender. En
el recién nacido, el cuerpo mandibular se encuentra casi alineado con el meato
auditivo, más tarde, desciende tan pronto la porción facial media y la rama se
alargan en sentido vertical.
La frente del niño pequeño es vertical y bulbosa; la del adulto, mucho más
inclinada. La cara del niño se nota amplia, ya que el cerebro y la base del cráneo
se desarrollan antes y más rápido que el conjunto facial. El crecimiento facial
vertical compensa en grado notable la gran anchura, por lo que el adulto se
caracteriza por una proporción facial mucho más estrecha.
El puente nasal es muy bajo en el niño; este se eleva para tornarse bastante más
prominente en muchos adultos. Los ojos del recién nacido parecen encontrarse
muy separados, con un puente nasal amplio entre ambos. Con el crecimiento
continuo, los ojos se separan más, los ojos del adulto se notan por tanto mucho
más próximos entre sí.
Toda la región nasal del recién nacido es poco profunda en dirección vertical. La
altura del piso nasal se ubica cerca del reborde suborbitario. En el adulto, la
porción facial media se expande de manera notable, y el piso nasal desciende
muy por debajo del piso orbitario.
El extremo de los huesos nasales del recién nacido sobresale muy poco del
reborde orbitario inferior. La región entre la punta de la nariz y el borde inferior de
la es característicamente estrecha. En el adulto, esta zona se expande de manera
notable. La región nasal de la porción facial media del niño en crecimiento es un
pilar en la estructura de la cara. Si este pilar sufre malformación por cualquier
motivo, otras partes faciales varían durante el crecimiento, y se presentan
displasias parciales o maloclusiones.
Los modos protrusivos del crecimiento supraorbitario y nasal motivan que la frente
y la nariz adultas parezcan cada vez más prominentes en relación con los
rebordes orbitarios laterales y los pómulos que crecen en sentido retrusivo,
ampliando de tal manera la profundidad facial.
Tan pronto se expande toda la cara, los senos frontales, maxilares y etmoidales
aumentan de volumen.
La mandíbula del niño pequeño parece terminar en punta, ya que es amplia, corta
y con mayor morfología tipo V. En el adulto, toda la mandíbula se torna
"cuadrada". Con el desarrollo mentoniano, junto con el crecimiento masivo en las
áreas laterales de la eminencia trihédrica, la erupción de la dentición permanente,
el agrandamiento lateral de cada rama, la expansión de la musculatura
masticatoria y la divergencia de las regiones goniales, toda la porción facial inferior
adquiere configuración de U.
En el niño pequeño la región gonial se ubica bastante por dentro del hueso malar.
En el adulto, el ángulo posteroinferior de la mandíbula se extiende lateralmente
hacia afuera en dirección del hueso malar. La rama de la mandíbula adulta es más
larga en dirección vertical y también más recta. La elongación de la rama se
acopla con la expansión vertical de la región nasal y la erupción de los dientes
primarios y después de los permanentes.
La zona premaxilar protruye más allá de la mandíbula en el recién nacido y en
niños pequeños; se ubica alineada con el extremo óseo de la nariz, en el
desarrollo facial subsecuente, la nariz se torna mucho más prominente y la punta
de los huesos nasales llega a encontrarse muy por delante del hueso basal de la
zona premaxilar.
CAPITULO 2
Concepto 1
El crecimiento y desarrollo faciales son procesos morfogénicos encaminados hacia
un estado de equilibrio funcional y estructural entre todas las múltiples partes
regionale del tejido duro y blando en crecimiento y cambio.
Las imágenes del esqueleto craneofacial en radiografías cefálicas, son un recurso
primario para evaluar la morfogénesis de la cara.
Concepto 2
Los huesos crecen por agregación de tejido óseo nuevo
en un lado de la corteza ósea y mediante su eliminación
en el otro.
La superficie dirigida en el sentido del crecimiento
progresivo muestra deposición de hueso nuevo ( + ) ; el
área opuesta sufre resorción (—) . Este proceso
compuesto recibe el nombre de " deriva " . Crea un
movimiento directo de crecimiento de cualquier área
ósea determinada.
Concepto 3
Casi la mitad del área perióstica (externa) de todo un hueso presenta disposición
característica de campos de resorción; un aspecto peculiar de campos de depósito
cubre el resto. Si una región perióstica determinada presenta un campo de
resorción, el área interna contraria (endóstico) a esa misma región presenta un
campo de acumulación. A la inversa, si el campo perióstico es de depósito, el
endóstico en el lado contrario de la corteza a menudo es de resorción.
Concepto 4
El hueso elaborado por la membrana de recubrimiento ("hueso perióstico")
constituye casi la mitad de todo el tejido óseo cortical presente; el acumulado por
la de revestimiento ("hueso endóstico") conforma la otra.
Concepto 5.
Las membranas osteógenas y otros tejidos vecinos, y no la parte dura del hueso ,
controlan la función de los campos de crecimiento que cubren y revisten las
superficies de un hueso. Este no "crece por sí mismo"; la matriz de tejido blando
que rodea a cada hueso completo produce el crecimiento.
Concepto 7
La remodelación es una parte fundamental del crecimiento. U n hueso tiene que
remodelarse durante el crecimiento ya que sus partes regionales se desplazan.
La rama mandibular se desplaza de modo progresivo en dirección posterior,
mediante una mezcla de depósito y resorción. Ta n pronto lo lleva a cabo, la parte
anterior de la rama se remodela en una nueva adición para el cuerpo mandibular.
Esto genera una elongación del cuerpo por crecimiento. Este movimiento
progresivo secuencial de las partes conforme el hueso se agranda recibe el
nombre de reubicación.
Toda la rama se reubica en dirección posterior, y la parte posterior del cuerpo que
se alarga lo hace en una zona antes ocupada por la rama. Se presenta la
remodelación estructural de lo que era parte de la rama en lo que entonces se
convierte en una parte nueva del cuerpo. Como consecuencia, el cuerpo crece y
alcanza mayor longitud.
Concepto 8
Conforme el hueso aumenta de volumen, al mismo tiempo se aleja de otros
huesos en contacto directo con él. Esto forma el "espacio" dentro del cual se
realiza el agrandamiento óseo. Este fenómeno recibe el nombre de
desplazamiento primario. Es el movimiento físico de todo un hueso y se presenta
mientras éste crece y se remodela por resorción y depósito. Mientras el hueso
crece por acumulación superficial en una dirección determinada, al mismo tiempo
se desplaza en sentido opuesto.
Toda la región maxilar, in tolo, se desplaza hacia abajo y adelante lejos del cráneo,
por crecimiento expansivo de los tejidos blandos en la región facial media.
Después, esto activa el crecimiento de hueso nuevo en las diversas superficies de
contacto sutural entre el compuesto nasomaxilar y el piso craneal.
Concepto 9
El desplazamiento secundario es el movimiento de todo un hueso por el
agrandamiento independiente de otros, que pudieran encontrarse cerca o muy
distantes.
Concepto 10
El crecimiento facial es un fenómeno que exige interrelaciones morfogénicas
estrechas entre todas sus partes de tejido duro o blando que crecen, cambian y
funcionan. Ningún elemento es autosuficiente e independiente en cuanto al
desarrollo; éste es un principio fundamental y muy importante del crecimiento. El
proceso de crecimiento se encamina hacia un estado continuo de equilibrio
estructural y funcional compuesto; sin embargo, el plan evolutivo de la cabeza
humana es tal, que ciertos desequilibrios regionales son ineludibles y normales.
Parte 2
Campos de crecimiento
Remodelación ósea
La mayor parte de los huesos de la cara y cráneo (y tambien casi todos los demás
del cuerpo) aproximadamente el 50% del total del tejido oseo cortical es de origen
endostico y casi 50% perióstico.
El área interna en e mira en la dirección del crecimiento; por tanto, en este caso, el
hueso aumenta de tamaño en realidad mediante un modo endostico de
crecimiento; por tanto, en este caso, el hueso aumenta de tamaño en realidad
mediante un modo endostico de crecimiento, o sea por la adición continua de
hueso por dentro, en vez de exterior.
Los arcos cigomáticos derecho e izquierdo crecen hacia afuera y se alejan tan
pronto el resto de la cabeza se agranda entre ellos. Dichos arcos también
aumentan de tamaño para acomodar los músculos que se les insertan. (Nota: 50%
del tejido óseo tiene origen endóstico y el otro 5 0% es perióstico. El 5 0% de las
superficies
internas y externas es de resorción, y el resto de depósito).
¿Por qué conforme crecen los huesos sufren remodelación? El factor clave,
fundamental, es la reubicación. En el conjunto de rectángulos mostrados en la
figura 2-30, el negro se encuentra en el extremo derecho en a. Se ubica a nivel del
cóndilo en la fase de la mandíbula más pequeña para demostrar cómo dicha
ubicación se transloca " a través" de la rama para localizarse a la altura del
margen anterior en la tercera etapa. Conforme el "crecimiento" continúa; el
rectángulo se " r e u b i c a " de modo progresivo, y no por movimiento propio, sino
porque en uno de los lados se añaden nuevos rectángulos que se retiran del otro.
Esto modifica la posición relativa del rectángulo negro dentro del conjunto, aunque
dicha figura no se desplaza.
En la cara de un niño pequeño, los niveles del piso nasal y el arco superior se
localizan muy cerca del reborde suborbitario. Sin embargo, la arcada superior y el
paladar se desplazan hacia abajo. Este fenómeno comprende, en parte, una
dirección inferior de remodelación por el paladar duro y el arco superior óseo.
aquéllas dirigidas en sentido superior en el paladar. Esta combinación genera una
reubicación de todo el conjunto palatino y del arco superior hacia niveles
progresivamente inferiores; por lo que, al final, el arco se localiza muy por debajo
del reborde suborbitario. En consecuencia, la dimensión vertical de la cámara
nasal aumenta de manera notable.
Conforme crece la mandíbula, la rama se desplaza en dirección posterior
mediante combinaciones apropiadas de resorción y depósito. Tan pronto la rama
se reubica en sentido posterior, el cuerpo se alarga mediante una conversión de
remodelación a partir de lo que en alguna fase correspondió a la rama durante un
periodo anterior de crecimiento (fig. 2-33). Durante el crecimiento, desde la etapa
fetal hasta la edad adulta, la región " molar " en una mandíbula joven, por ejemplo,
sufre reubicación a fin de ocupar la zona "premolar" en la mandíbula más grande,
de más edad. Es evidente que la remodelación es un fenómeno de reubicación y
que el depósito y la resorción que genera el agrandamiento por crecimiento
también llevan a cabo el proceso de remodelación de crecimiento. En efecto, el
crecimiento es un fenómeno de remodelación para aportar ampliación. (Sin
embargo, el crecimiento comprende más que esto, según se verá.)
Campos de remodelación
Los campos de crecimiento por resorción y depósito cubren todas las superficies
internas y externas del hueso. Este patrón de mosaico es más o menos el mismo
en cada hueso durante el periodo de crecimiento, a menos que intervenga un
cambio importante en la morfología de una zona. Conforme aumenta de tamaño el
perímetro de dichos campos de crecimiento, las partes óseas relacionadas con
ellos incrementan de manera correspondiente su tamaño.
Los tejidos conectivos osteógenos son los primeros en activar y regular los
desplazamientos de reubicación de las partes óseas subyacentes relacionadas
con cada campo. El movimiento del crecimiento óseo resulta del desplazamiento
acompasado del campo suprayacente de crecimiento. Sin embargo, no se
presenta virtualmente ningún periodo de atraso entre ambos.
El desplazamiento
CAPITULO 3
Cambio regional 1
Cambio regional 2
La etapa anterior es la primera de un proceso de crecimiento en dos partes,
descrito para cada zona, o sea, crecimiento por aposición y resorción. La segunda
porción incluye desplazamiento, descrito en la presente fase. Tan pronto la
tuberosidad del maxilar crece y se alarga en sentido posterior, todo el maxilar se
traslada al mismo tiempo en dirección anterior, en realidad nunca abandona dicho
plano, ya que, al mismo tiempo, hay crecimiento hacia atrás y desplazamiento
anterior. Este es un tipo primario de desplazamiento, porque se combina con el
propio agrandamiento óseo; o sea, a medida que el hueso se desplaza,
experimenta crecimiento por remodelación a fin de no atrasarse en relación con la
cantidad de desplazamiento.
Cambio regional 3
Cambio regional 4
Toda la mandíbula se desplaza en sentido anterior, al tiempo que el maxilar
también se traslada en dirección anterior mientras crece de modo simultáneo
hacia atrás. Para hacerlo, el cóndilo y la parte posterior de la rama crecen en
dirección posterior. Esto restituye la dimensión horizontal de la rama hasta la
misma anchura; la magnitud de la añadidura posterior de la rama es igual a la
cantidad de resorción anterior de la misma. La finalidad no es incrementar el
ancho de la propia rama sino reubicarla en dirección posterior para alargar el
cuerpo.
Cambio regional 5
Cambio regional 7
Como resultado, todas las partes craneales y faciales ubicadas en un sitio anterior
a la fosa craneal media ( delante de la línea vertical de referencia) se desplazan
hacia adelante. La tuberosidad del maxilar conserva una posición constante sobre
el plano vertical de referencia mientras éste se desplaza hacia adelante. La frente,
la fosa craneal anterior, el hueso malar, el paladar y el arco superior experimentan
desplazamiento protrusivo en sentido anterior. Es un tipo secundario de
desplazamiento, ya que el agrandamiento real de las diversas partes no interviene
de manera directa; tan sólo se desplazan hacia adelante porque la fosa craneal
media situada detrás, se expande en esa dirección.
Cambio regional 8
Cambio regional 9
Cambio regional 10
El modo oblicuo del crecimiento condilar origina por necesidad una proyección
condilar ascendente y posterior con una dirección correspondiente hacia abajo y
adelante de desplazamiento mandibular. En consecuencia, la rama se agranda en
sentido vertical y horizontal. Esto produce otro descenso del arco mandibular y
separación oclusal. Para lograr el mismo equilibrio facial, la magnitud total de este
crecimiento vertical tiene que ser igual al alargamiento vertical total del complejo
nasomaxilar, la erupción ascendente y la migración del arco dentoalveolar inferior.
Cambio regional 11
Cambio regional 12
La porción anterior del arco superior óseo posee una superficie perióstica de
resorción (la especie humana, con sus maxilares reducidos, es la única que la
presenta), ya que esta zona crece hacia abajo en línea recta.
Cambio regional 13
Cambio regional 14
Cambio regional 15
Cambio regional 16
La parte anterior del arco cigomático y la región malar del maxilar crecen en
combinación con el complejo maxilar contiguo, y sus respectivos modos de
crecimiento son semejantes. Al tiempo que el maxilar se alarga, en dirección
horizontal por crecimiento posterior, la región malar también crece hacia atrás
mediante el depósito continuo de hueso nuevo en su lado posterior y resorción en
su parte anterior. De hecho, la superficie anterior de toda la zona del pómulo es de
resorción. Este proceso de remodelación conserva su posición en relación
conveniente con el alargamiento del arco superior en su conjunto. Ambos crecen
hacia atrás conservando las posiciones anatómicas apropiadas entre ellos. El arco
cigomático también se agranda de manera considerable por el depósito óseo a lo
largo de su margen inferior; el arco crece en sentido lateral por depósito óseo en la
superficie lateral, junto con resorción en la porción medial dentro de la fosa
temporal.
Cambio regional 17
Parte 2
Etapa 1
El campo específico de crecimiento que efectúa el cambio apenas descrito. Es un
campo de depósito donde la superficie perióstica de la tuberosidad dirigida hacia
atrás recibe depósitos continuos de hueso nuevo mientras continúe el crecimiento
en esta parte de la cara. Como la superficie posterior de la tuberosidad del maxilar
"mira" en dirección de la elongación del arco, se considera como la superficie
particular de depósito. La arcada también se ensancha y, por tanto, el área lateral
es de acumulación. El lado endóstico de la corteza dentro de la tuberosidad es de
resorción. En consecuencia, la corteza migra progresivamente hacia atrás y
también, en grado menor, en sentido lateral. El seno maxilar se ubica a mayor
profundidad en relación con la tuberosidad. Aumenta de tamaño como
consecuencia del mismo proceso; en el recién nacido, el seno maxilar es muy
pequeño, pero se expande de manera notable conforme el crecimiento continúa y,
al final, ocupa la mayor parte del largo compartimiento suborbitario.
Etapa 2
Todo el maxilar presenta un fenómeno simultáneo de crecimiento primario en
dirección anterior conforme crece y se alarga hacia atrás.Históricamente, la
naturaleza de la fuerza que genera este movimiento anterior, ha sido tema de
muchas polémicas. Una de las primeras teorías (desechada hace mucho tiempo)
sugería que incorporaciones de hueso nuevo en la superficie posterior de la
tuberosidad del maxilar en elongación "empujaban" al maxilar contra las láminas
pterigoideas contiguas apoyadas en músculos. Al parecer, esto motivaría un
empuje resultante de todo el maxilar hacia adelante, por su propia actividad de
crecimiento óseo posterior; sin embargo, se abandonó el concepto al notar que la
membrana ósea era sensible a la presión y que el crecimiento del hueso no tenía
capacidad fisiológica para alejar por sí mismo a todo el hueso de los demás.
Otra explicación del desplazamiento maxilar es la ahora famosa teoría "del tabique
nasal" Scott la desarrolló en gran parte, y la premisa del concepto es muy
razonable. Surgió de críticas a la "teoría sutural" descrita.
Como con cualquier teoría explicativa importante, el concepto del tabique nasal se
analizó a fondo en laboratorio, a fin de probar su validez. Experimentos
ingeniosos, como los de Sarnat, sugieren que el tabique nasal sí parece ser en
realidad un elemento que fomenta el desplazamiento primario del complejo
nasomaxilar.
También indica que ésta es el origen de la fuerza mecánica que realiza el proceso
de desplazamiento. Según esta explicación, ahora aceptada, los huesos faciales
crecen en una relación subordinada de control de crecimiento con todos los tejidos
blandos contiguos.
Etapas 3 y 4
Estas etapas comprenden el alargamiento del cuerpo mandibular hasta una
magnitud igual a su contraparte, el arco óseo superior. En este proceso de
crecimiento, se nota una diferencia estructural importante entre la mandíbula y el
maxilar: la primera presenta una rama. La tuberosidad del maxilar es una
superficie esquelética libre; hacia atrás, se encuentra el espacio bucofaríngeo y las
láminas pterigoideas separadas. Esta superficie maxilar crece directamente en
sentido posterior. Sin embargo, el crecimiento del arco óseo mandibular hacia
atrás debe proseguir hacia una zona ya ocupada por la rama.
Sin embargo, las fuerzas compresivas que actúan sobre dicha membrana
convierten en condroblastos, en vez de osteoblastos, a las células madre
indiferenciadas de tejido conectivo. Se produce un tipo accidental de cartílago
"secundario", en vez de hueso, por las circunstancias funcionales y de desarrollo
impuestas sobre esta porción mandibular. En consecuencia, no es hueso
"endocondral" en el sentido de que, en su filogenética, los huesos de la base del
cráneo son de tipo endocondral. La mandíbula es esencialmente un hueso
membranoso en el cual se produce una parte (la que en los mamíferos se
convierte en cóndilo) por reacción a una situación de desarrollo alterado
filogenéticamente. Esto comprende la presencia ectópica de presión que, a su vez,
produce isquemia y anoxia localizadas, elementos que se sabe causan
condrogénesis a partir del conjunto de células indiferenciadas de tejido conectivo,
en vez de osteogénesis.
Los precondroblastos se localizan muy cerca uno de otro, y hay muy poca matriz
intercelular. Esto se debe a su actividad proliferativa rápida; luego, a mayor
profundidad en relación con la capa de proliferación, se presenta una zona
transitoria relativamente delgada de cartílago hialino inmaduro, con una cantidad
de matriz algo mayor. Al parecer, esta zona no contribuye de manera importante al
proceso de la división celular. Las células más profundas se transforman en el
siguiente estrato, conforme éste se "mueve hacia arriba".
Etapa 5
Durante muchos años se supuso que el crecimiento del cartílago condilar producía
un "empuje" de la mandíbula contra su superficie articular en la cavidad glenoidea,
ya que se sabía que el cartílago era un tipo de tejido especial adaptado por
presión. En consecuencia, la proliferación del cartílago hacia su contacto empuja
al parecer toda la mandíbula para separarla del mismo.
Etapa 6
A menudo se supone que la cara es relativamente independiente de la base del
cráneo, y que los fenómenos del crecimiento facial y los rasgos topográficos de la
cara no se relacionan con el tamaño, la forma y el crecimiento de la base. La
situación real es muy distinta; lo que sucede en la base del cráneo afecta de
manera importante la estructura, las dimensiones, los ángulos y la ubicación de las
diversas porciones faciales. La razón es que el cráneo representa la plantilla
donde se desarrolla la cara.
A medida que crece cada lóbulo temporal del cerebro, la fosa craneal media (que
alberga a la parte inferior del lóbulo temporal) se expande de manera
correspondiente una magnitud semejante. La naturaleza de la superficie ósea de
todo el piso craneal es predominantemente de resorción. Esto contrasta con el
área endocraneal de la bóveda del cráneo, que es principalmente de depósito. La
razón de esta importante diferencia es que la parte interior (superficie meníngea)
de la bóveda craneal no se encuentra separada en una serie de compartimientos
cerrados. En contraste, el piso del cráneo presenta fosas endocraneales y otras
depresiones, como la silla turca y las fosas olfatorias.
Al igual que en la lámina epifisiaria, pero a diferencia del cartílago condilar, los
condroblastos en la zona de división celular se alinean en columnas peculiares
dirigidas hacia la línea de crecimiento. A diferencia de la lámina epifisiaria, la
sincondrosis presenta dos direcciones principales de crecimiento rectilíneo. En su
aspecto estructural, la sincondrosis consiste en esencia en dos láminas epifisiarias
ubicadas "espalda con espalda" y separadas por una zona común de cartílago de
reserva. El crecimiento óseo endocondral mediante la sincondrosis esfenoccipital
se relaciona con el desplazamiento primario de los huesos comprendidos. En
consecuencia, el esfenoides y el occipital se apartan por el fenómeno de
desplazamiento primario.
El interior del esfenoides se ahueca para crear el gran seno esfenoidal. Dicho
seno se localiza apenas por detrás y en línea recta con el tabique nasal óseo del
complejo naso maxilar. A medida que la región facial media se desplaza hacia
adelante y abajo, el esfenoides mantiene contacto con dicha región; la expansión
de esta parte del cuerpo esfenoidal "extiende" el seno correspondiente. Sin
embargo, la ampliación del seno no "empuja" al maxilar. Tal seno se forma
secundariamente tan pronto se expande el cuerpo del esfenoides, conservando
una relación constante con la porción facial media.
Etapas 7 y 8
La expansión de la fosa craneal media tiene un efecto de desplazamiento
secundario principal sobre el piso anterior del cráneo, el complejo nasomaxilar y la
mandíbula. Como el límite posterior del complejo facial coincide exactamente con
el correspondiente entre las fosas craneales media y anterior, la expansión
horizontal de la fosa media genera una cantidad semejante de desplazamiento
anterior de la fosa craneal anterior y el complejo nasomaxilar. No obstante, la
magnitud del desplazamiento horizontal en la mandíbula es mucho menor, ya que
casi todo el agrandamiento de la fosa craneal media se presenta en sentido
anterior al cóndilo mandibular.
La fosa craneal media que aumenta de tamaño, no empuja hacia adelante por sí
misma la mandíbula, la fosa anterior y al complejo maxilar. Imagínese los lóbulos
cerebrales temporal y frontal que aumentan de volumen como dos globos de látex
que se tocan y expanden; uno se aleja del otro, aunque el efecto neto es una
dirección anterior. Los "globos" temporal y frontal tiene inserciones fibrosas en las
fosas craneales media y anterior respectivamente. Conforme ambos globos se
expanden, las dos fosas se alejan entre sí.
Por tanto, cualquier otra protrusión del desarrollo frontal se presenta por
engrosamiento del hueso frontal, con agrandamiento del seno frontal dentro del
mismo. Sin embargo, la fosa media y el lóbulo temporal siguen agrandándose
durante varios años. La expansión del lóbulo temporal desplaza al frontal hacia
delante; a su vez, esto produce tensión en el sistema sutural entre ambas áreas.
El lóbulo frontal desplaza a la fosa anterior y al complejo maxilar en sentido
anterior; dicho lóbulo se mueve hacia adelante porque el temporal se agranda por
detrás de él.
Etapas 9 y 10
A medida que la expansión horizontal de la fosa media del cráneo y el crecimiento
cerebral hacen avanzar al complejo nasomaxilar mediante desplazamiento
anterior, el tramo horizontal de la faringe aumenta de manera correspondiente. El
tamaño de la fosa media del cráneo establece la dimensión esquelética de la
faringe. La rama mandibular abarca esta última, y conforme este espacio se
agranda, la primera aumenta una magnitud equivalente para conservar la misma
forma facial. Las dimensiones horizontales verdaderas de la rama y la fosa media
del cráneo (no son medidas oblicuas respectivas) son equivalencias directas entre
ambas. Una función estructural de la rama, al abarcar la fosa media del cráneo,
consiste en generar capacidad de crecimiento para cualquier adaptación
requerida, a fin de ubicar el cuerpo mandibular en posición funcional continua en
relación con el arco superior. Si lo anterior logra ocurrir en un individuo
determinado, se alcanza una oclusión normal o clase l. Si es menos que
adecuado, el mayor o menor grado de fracaso de su función de adaptación o
compensación fomenta, en parte, la base de una maloclusión.
La rama se torna más recta porque, en sentido vertical, debe alargarse mucho
más conforme se ensancha en dirección horizontal. No obstante, el alargamiento
vertical de la rama sigue presentándose luego que cesa o se hace más lento su
crecimiento horizontal (cuando comienza a detenerse el crecimiento horizontal de
la fosa media del cráneo). La finalidad es igualar el crecimiento vertical continuo
del tercio medio de la cara. Para lograrlo, el crecimiento condilar puede adoptar
una dirección más vertical; en ocasiones interviene un patrón diferente de
remodelación de la rama. En consecuencia, la rama experimenta una alteración de
remodelación en la que su angulación cambia para conservar vínculos
posicionales constantes entre las arcadas. Esto también ajusta la honda creciente
de los músculos y las adaptaciones musculares vinculadas por las rotaciones de la
mandíbula. Asimismo, se obtiene mayor espacio para la erupción del tercer molar.
Etapa 11
La fosa anterior del cráneo aumenta de volumen en combinación con la expansión
de los lóbulos frontales. Dondequiera que hay suturas, fomentan el incremento en
la circunferencia de los huesos comprendidos. Por tanto, las suturas esfeno
frontal, frontotemporal, esfenoetmoidal, frontoetmoidal y frontocigomática
intervienen en el crecimiento óseo adaptado a la tracción como reacción ante el
agrandamiento cerebral y de otros tejidos blandos. En consecuencia, todos los
huesos se desplazan; es un desplazamiento primario, ya que participa la
expansión de cada hueso. A la vez, los huesos también crecen hacia afuera por
depósito ectocraneal y resorción endocraneal.
Los huesos craneales aumentan de tamaño por crecimiento óseo sutural a medida
que la frente se desplaza hacia adelante. Además, el complejo nasomaxilar se
traslada en ese sentido. La tuberosidad del maxilar se ubica por delante de la línea
vertical de referencia; sin embargo, crece al mismo tiempo en sentido posterior en
la magnitud equivalente. El piso de la fosa anterior del cráneo y el arco óseo
superior son contrapartes.
Mientras el lóbulo frontal del cerebro crezca, la lámina interna de la frente migrará
de modo correspondiente hacia adelante. Cuando la expansión del lóbulo frontal
disminuye de velocidad y cesa casi por completo poco antes del sexto o séptimo
años, el crecimiento de la lámina interna se detiene con él; sin embargo, la externa
sigue migrando en dirección anterior. Esto separa cada vez más a las dos láminas,
y el resultado es un seno frontal en expansión. No obstante, el tamaño del seno y
el grado de inclinación frontal varían mucho según la edad, el sexo y las
características étnicas. El seno frontal se desarrolla porque la parte superior del
complejo nasomaxilar sigue creciendo hacia adelante y la lámina externa de la
frente se remodela con ella.
Etapa 12
El alargamiento vertical del complejo nasomaxilar abarca el crecimiento por
remodelación (depósito y resorción en las diversas cortezas óseas) y
desplazamiento. Con excepción de la parte más superior del techo en cada
cámara nasal, las superficies de revestimiento de las paredes óseas y el piso son
predominantemente de resorción; el lado mucoso de cada hueso nasal también es
de resorción. Estos patrones regionales generan expansión lateral y anterior de las
cámaras nasales y descenso palatino; el lado bucal del paladar óseo es de
depósito, el nasal de la lámina cribiforme (techo de la cámara nasal) es de
acumulación, y el craneal es de resorción. Esto expande las pequeñas fosas
olfatorias apareadas y las abate en combinación con la migración cortical
descendente de todo el piso craneal anterior.
La porción ósea del tabique internasal (el vómer y la lámina perpendicular del
etmoides) se expande en dirección vertical en las diversas uniones suturales (y en
magnitud mucho menor por crecimiento endocondral donde la porción
cartilaginosa toca la lámina perpendicular citada). El tabique óseo también migra
en sentido lateral en relación con cantidades y direcciones variables de desviación
del tabique. Los patrones comprendidos de remodelación cambian de manera
individual y la lámina ósea delgada muestra campos alternos típicos de depósito y
resorción en los lados derecho y izquierdo, que producen migración y pandeo
hacia un lado u otro.
Nótese que el ancho del puente nasal en la región apenas inferior a las suturas
frontonasales no aumenta de manera importante desde la infancia precoz hasta la
edad adulta. Sin embargo, en dirección más inferior, en el área interorbitaria, la
pared medial de cada órbita (paredes laterales de las cámaras nasales entre las
órbitas) se expande y agloba hacia afuera de modo considerable) en dirección
lateral junto con la notable magnitud de la expansión lateral de las cámaras
nasales.
Etapa 13.
Comprende el desplazamiento primario hacia debajo de todo el complejo
etmomaxilar. Este desplazamiento va aunado a un agrandamiento simultaneo en
todas las áreas de toda la región naso maxilar.
Una sutura es tan solo otro sitia regional de crecimiento adaptado a sus propias
circunstancias localizadas y especializadas, lo mismo que todas las demás partes
óseas cuentan con sus propios procesos regionales de crecimiento.
Tanto en el maxilar como en la mandíbula se presentan ambos tipos de
movimientos considerables (vertical, movimientos horizontales) por supuesto, de
manera más activa durante el crecimiento infantil.
Etapa 14
Los cambios por crecimiento y remodelación de la rama y la fosa craneal media
producen un descenso del arco inferior; esto acomoda la expansión vertical del
complejo nasomaxilar. Para que los dientes superiores e inferiores ocluyan por
completo, los inferiores deben migrar en dirección vertical. De manera notable, la
magnitud de migración ascendente de los dientes inferiores es mucho menor que
la de migración descendente y el desplazamiento de los superiores. Cualquier
diferencial produce una rotación mandibular por desplazamiento hacia abajo y
atrás o adelante y arriba.
Etapa 15.
Durante el descenso del arco superiore y la migración vertical de los dientes
inferiores, los dientes inferoanteriores migran al mismo tiempo en dirección lingual
y hacia arriba. Esto produce una cantidad mayor o menor de sobremordida vertical
anterior. La remodelación que motiva lo anterior comprende resorción perióstica en
el lado vestibular de la corteza ósea labial, corteza vestibular, corteza lingual, y
deposito en el lado lingual de la corteza.
Los cambios orbitarios de remodelación son complejos por que la orbita esta
formada por muchos huesos y porque entre tales huesos y sus partes se
presentan bastantes ritmos y cantidades distintas de crecimiento y desplazamiento
por remodelación. La orbita crece mediante el principio de la V. La mayor parte del
piso orbitario equivale a una porción del hueso maxilar. En consecuencia, los pisos
orbitarios y nasal son regiones del mismo hueso y el propio desplazamiento que
lleva el paladar hacia abajo también traslada al mismo tiempo el piso orbitario en
sentido inferior.
Etapa 17.
El arco cigomático se desplaza en sentido anteroinferior en las mismas
direcciones y magnitudes que el desplazamiento primario del maxilar. La
eminencia malar forma parte del hueso maxilar y se traslada con él.
El concepto de "presión y tensión" en los lados mesial y distal del alveolo también
es una sobre simplificación; en el de presión, las fibras de colágena periodontales
muchas veces se encuentran bajo tensión. La membrana periodontal es la
contraparte del periostio y las suturas; su estructura general es semejante y su
modo de crecimiento, comparable. Por supuesto, la diferencia más notable es que
uno de sus lados se fila al diente, y no a un músculo o a otro hueso. Dicha
membrana es un repliegue del periostio hacia el interior del alveolo v estas dos
estructuras son directamente continuas.