Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESTRUCTURA:
Es el elemento de una parentalidad positiva que forma los cimientos del resto de las dimensiones.
El padre/madre define lo limites para asegurar la seguridad del niño y ayudarlo a entender el
mundo en el que vive. Una estructura apropiada es el mensaje “Tú estas seguro conmigo porque
yo voy a cuidarte bien”
Las actividades de esta dimensión están dirigidas a evaluar la habilidad de los padres para hacerse
cargo, definir limites y proveer seguridad.(Nro 2)
CONEXIÓN:
Los padres entregan al niño, excitación y motivación para lograr la tarea. Logran contener y calmar
al niño cuando lo necesita. Una buena conexión entrega el mensaje “ Tú puedes interactuar
apropiadamente con otros”
Las actividades de esta dimensión están dirigidas a evaluar las habilidades parentales vinculares y
fomentar una interacción conectada apropiada al nivel de desarrollo del niño. En niños o niña TEA
evaluaremos si el adulto es capaz de movilizar al niño fuera de ese rígido aislamiento hacia una
interacción. (Nros 1, 6 y 8)
-el adulto permanece distante, permite demasiada distancia o falla en conectar con su hijo.
-el adulto no puede dejar al niño solo, realiza las tareas que el niño puede realizar solo.
-adulto no responde al niño, no logra ver el estado emocional del niño y no logra calmarlo.
-adulto bromista, los chistes y juegos del adulto priman por sobre el logro de la tarea.
DESAFÍO:
Los padres sanos desafían a los hijos a lograr metas, dar un paso adelante y esforzarse un poco
para ir logrando la independencia.
Esta dimensión incluye actividades donde los padres estimulan el desarrollo de sus hijos y evalúa la
habilidad del adulto para favorecer ese desarrollo, según la edad del niño. (Nros 2 y 5)
CUIDADO:
Padres sanos son cercanos, cariñosos, contenedores, entregan calma y confort a sus hijos. La
confortante presencia de un adulto, a largo plazo, ayuda al niño a desarrollar la capacidad de hacer
propias estas funciones.
Las actividades de esta dimensión están diseñadas para evaluar las habilidades parentales de
responder apropiadamente a las necesidades de cuidado del niño. (Nro.3, 4, 8 y 9)