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ELEMENTOS Y PASOS PARA LLEVAR A CABO EL CONTROL

¡BIENVENIDOS!
A continuación, profundizaremos en lo relativo, describir los pasos del proceso de control,
principios, niveles y tipos de control, a partir de sus elementos para asociarlos al contexto
organizacional. El control constituye la función encargada de evaluar el desempeño de la
organización, para verificar el cumplimiento de los objetivos establecidos en la planeación,
pero fundamentalmente, su papel consiste en ofrecer retroalimentación para corregir las
desviaciones respecto a tales objetivos, o en todo caso, reconsiderar los mismos.

COMENCEMOS
ANTECEDENTES RELEVANTES

El control visto como proceso se enfoca en asegurar que se cumplan los propósitos y
políticas de todo sistema organizacional, atendiendo a la eficacia y eficiencia. Por su parte,
Gibson y Cols (2006), expresan que con el control se termina de aplicar las fases del proceso
administrativo. Éste se emplea con la finalidad de medir y corregir el desempeño
organizacional, buscando transformar aquellos escollos que se presenten para mantener
operativa, productiva y eficaz a la organización.

El control y sus elementos:

Para Chiavenato (2007), “el control verifica si la ejecución está acorde con lo que se planeó;
y cuanto más completos, definidos y coordinados sean los planes y mayor sea el periodo
para el cual fueron hechos, más complejo será el control”. (p. 347). Sin duda, el control es
una función administrativa clave que todo gerente está llamado a ejecutar en función de
las metas declaradas.

Por su parte, Stoner y Cols (2001), enuncian los pasos de este proceso, señalando los
siguientes:

● Establecimiento de los estándares de control a medir o auditar.

● Medición: busca determinar si el desempeño cumple con las metas o estándares


establecidos, a fin de corregir desviaciones.

● Corrección: con este elemento lo que deriva es que se hagan las correcciones
pertinentes para el desempeño efectivo del trabajador, busca verificar los
resultados para los correctivos si son necesarios.
PASOS DEL PROCESO DE CONTROL
En la gestión administrativa es importante saber si se cumple con los objetivos que tiene la
empresa, ya que permite aplicar los correctivos necesarios para ser más eficientes y
mantener los estándares planificados.

Es fundamental que todo gerente considere conveniente la vigilancia de las funciones, con
el propósito de asegurar el progreso del trabajo correspondiente a cada miembro del
sistema. Dentro del proceso administrativo denominando control, se encuentran los
siguientes pasos:

Medición del desempeño.

Es el proceso por medio del cual se valora el desempeño alcanzado por cada unidad de la
organización mediante su esfuerzo de trabajo.

1. Comparación del desempeño con el estándar esperado.

2. Se busca determinar si el desempeño cumple con las metas o estándares


establecidos.

3. Correcciones a las desviaciones. El tener los resultados del paso anterior, se procede
a realizar las correcciones necesarias para rectificar las desviaciones.

4. Retroalimentación.

Es un paso permanente y necesario al aplicar el control en el proceso administrativo.

Principios de control

Para Reyes (2012), es importante tomar en cuenta los principios del control como función
administrativa, ya que al tener las normas establecidas y aplicarlas en el desempeño, se
verifica el cumplimiento de objetivos, obteniendo resultados que se pueden mejorar para
tener calidad en los procesos.

Niveles de control

En las empresas existe una estructura organizacional de acuerdo con los requerimientos del
producto o servicio que ofrece, a las estrategias de negocio que se tengan y a la filosofía
corporativa. Según Chiavenato (2007), los niveles del control son: institucional, intermedio
y operacional.
Tipos de control

De acuerdo con Reyes (2012), expone tres (3) tipos de control: preliminar, concurrente y de
retroalimentación.

ETAPA DE CONTROL
El control representa el último paso del proceso administrativo, no por ello, es el menos
importante. Su utilidad radica en mantener la evaluación y seguimiento de todas las
actividades, funciones y tareas del sistema organizacional, en concordancia con los
propósitos y políticas de la empresa.

PRINCIPIOS DE CONTROL
Para Reyes (2012), es importante tomar en cuenta los principios del control como función
administrativa, ya que al tener las normas establecidas y aplicarlas en el desempeño, se
verifica el cumplimiento de objetivos, obteniendo resultados que se pueden mejorar para
tener calidad en los procesos. Entre los principios están:

• Equilibrio: consiste en delegar las funciones según las capacidades del trabajador,
con el fin de que cumpla con los estándares de la organización.
• De los objetivos: a través del control se llega a los objetivos de la empresa, para
tener éxito en los procesos administrativos, se debe cumplir con los objetivos
establecidos.
• De oportunidad: para que se cumpla adecuadamente con los estándares, es
necesario aplicar anticipadamente el control, a los fines de detectar fallas
oportunamente, y así corregir las desviaciones para lograr lo esperado como meta.
• De desviaciones: las fallas que se presentan deben ser analizadas a fin de conocer
cómo se originaron, aplicar los correctivos y evitarlas prospectivamente.
• Costeabilidad: dentro del proceso de control existen costos en los que se incurre
para aplicar cada paso; estos deben estar equilibrados con los beneficios resultantes
de la aplicación de dicho proceso.
• De excepción: consiste en enfocar la atención del control solamente en situaciones
o comportamientos que sean excepcionales.
• De la función controlada: los encargados de aplicar las verificaciones no se
involucran con quienes sean objeto de la evaluación.
NIVELES DE CONTROL

En las empresas existe una estructura organizacional de acuerdo con los requerimientos del
producto o servicio que ofrece, las estrategias de negocio que se tengan y a la filosofía
corporativa. Por lo tanto, el control estará presente en mayor o menor grado en toda la
estructura; todo dependerá de la naturaleza de cada unidad y de las responsabilidades que
a ella se le atribuyen dentro del engranaje del sistema empresarial. Según Chiavenato
(2007), los niveles del control son: institucional, intermedio y operacional.

• Institucional: Abarca a la organización como sistema. Es el nivel superior y se encarga


de planificar, organizar, dirigir y controlar. En este nivel se toman las decisiones y
surgen los objetivos estratégicos que son monitoreados por medio del control. Se
enfoca en verificar en qué grado las políticas acogidas, las metas establecidas, así
como los pronósticos seleccionados por la dirección superior son los idóneos. Este
nivel de control está orientado al largo plazo.
• Intermedio: Se orienta a las unidades o departamentos de la organización. Es un tipo
de control táctico. El encargado del área o departamento informa al nivel operativo
las decisiones establecidas por la alta gerencia. Se enfoca en medir la eficiencia de
las distintas unidades que conforman la empresa. Está orientado a mediano plazo.
• Operacional: Se enfoca en las tareas, actividades u operaciones. Es de tipo
operativo, apoyado en la supervisión. Se ubica en la base de la organización y se
caracteriza por ser detallado y analítico. Verifica el cumplimiento de los planes por
medio del acatamiento de las instrucciones emanadas desde otros niveles, es decir,
los supervisores son responsables de hacer cumplir los objetivos. Se orienta al corto
plazo.

Sin duda, el control se centra en el logro de objetivos mediante la valoración y seguimiento


de las acciones empresariales emprendidas. Allí, es clave cómo se interconectan los tres
niveles de control desde una perspectiva integradora, capaz de apreciar cada componente
de la organización. Chiavenato (2007) señala que “los tres niveles de control están
interconectados y entrelazados íntimamente. En la práctica, no existe una separación clara
entre ellos” (p. 348). La siguiente imagen refleja la conexión entre los niveles de control:
Imagen 1. Interconexión entre los niveles de control
Fuente: Chiavenato (2007)

TIPOS DE CONTROL

De acuerdo con Reyes (2012), existen tres (3) tipos de control: preliminar, concurrente y de
retroalimentación.

• Preliminar: Es aplicado antes de iniciar la operatividad de los procesos; se toma en


cuenta el recurso humano, material financiero y las normas establecidas para poder
tener idea de con qué se cuenta, cómo aplicarlo, para qué y dónde. Su objetivo es
prevenir los problemas de forma anticipada. Un ejemplo de este control es el
mantenimiento preventivo que se le lleva a los equipos de refrigeración o a
cualquier maquinaria.
• Concurrente: Se ejecuta mientras se realiza el proceso, actividad o función. Consiste
en una supervisión directa que busca corregir escollos antes de que abarquen una
mayor magnitud y costo. El supervisor vigila de cerca la ejecución del supervisado.
El lapso que transcurre entre la actividad y la corrección es mínimo. Koontz y
Weilrich (2007) lo denominan “control en tiempo real” (p. 139).
• Retroalimentación: Se efectúa una vez que un producto y/o servicio se haya
realizado completamente. Consiste en verificar y al encontrar las fallas existentes
durante el proceso para que sean corregidas prospectivamente, en busca de
mejorar lo realizado. Lo poco ventajoso de este tipo de control es la existencia de
un problema que impacta sobre el producto y/o servicio. Sin embargo, también
puede resultar causa de motivación en los empleados, quienes se enfocarán en
monitorear el proceso de inicio a fin con el propósito de detectar falencias.
En la siguiente imagen se muestra la representación de los tipos de control expuestos:

Imagen 2. Tipos de control


Fuente: Robbins y Coulter (2014)

AVERIGUA MÁS
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● Luna González, A. C. (2015). Proceso administrativo. Grupo Editorial Patria. Capítulo
4. https://elibro.net/es/lc/iacc/titulos/39415

● Salgado Benítez, J. Guerrero López, L. y Salgado Hernández, N. (2016). Fundamentos


de Administración. Grupo Editorial Éxodo. Capítulo
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