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Lucía Gil Santos – DECA 2022/2023

TEMA 5: La iniciación cristiana


1.- Comenta brevemente las tres estructuras de la iniciación cristiana dadas en la historia.
Cuál crees que es mejor? Cuál de las tres se puede dar en tu ámbito pastoral? Por qué
crees que hablan los expertos de una desconexión en una estructura vital desordenada?

Teniendo en cuenta el orden de los tiempos de la iniciación cristiana, se pueden distinguir


tres estructuras, cada una proliferante en un tiempo y lugar determinados: la dinámico-
unitaria se construye como una unidad orgánica desde el punto y hora en que todos los
sacramentos se realizan en una sola celebración; la pastoral-distanciada, iniciada a partir
del siglo V, ubica su celebración en momentos fijos de la vida (bautismo en la niñez,
Comunión en la edad adulta...); y finalmente, la estructura vital-desordenada es a raíz de la
cual se impone la Primera Comunión previamente a la Confirmación para satisfacer las
necesidades sacramentales de los más jóvenes (esto profundiza el hábito de retrasar la
Confirmación, lo que lleva a interrupciones entre los Sacramentos, pues dista de la
organización teórica planteada en un inicio).

Si tuviera que elegir el que parece funcionar mejor a mi parecer, creo que elegiría la segunda
estructura. Mientras que la dinámico-unitaria concentra todos los sacramentos en una
misma celebración, y la vital-desordenada amplía la brecha entre los logros hasta el punto
en que casi se olvida el significado del sacramento anterior; parece según lo que he
entendido que la pastoral-distanciada encuentra un equilibrio entre las otras dos.

En mi ámbito pastoral se contempla la estructura vital-desordenada, que es la más


extendida a día de hoy. Sin embargo, a mi juicio sería interesante proponer una estructura
más cercana al modelo pastoral-distanciado, donde parece que la Confirmación no está tan
alejada de los primeros sacramentos. Llegué a esta conclusión al observar cuántos jóvenes
abandonan la Iglesia después de la Primera Comunión porque no ven la progresión
sacramental de manera cercana a su vida. Por eso, desde mi punto de vista, es tan
importante continuar y participar activamente en la catequesis.

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Lucía Gil Santos – DECA 2022/2023

2.- Partiendo de las dimensiones de la Iniciación Cristiana, analiza cuáles se cumplen y


cuáles cuestan más de cumplir en tu ámbito pastoral concreto.

Mi ámbito pastoral más presente en mi vida es un centro juvenil salesiano del que fui
monitora durante tres años, así como el colegio Salesianos San Antonio Abad, pues es en el
que he estudiado durante toda mi etapa académica.

Dimensión Teológica: Esta dimensión se cumple en la medida que Dios y Jesús de Nazaret
tiene un lugar especial desde la etapa de Infantil, a los 3 años, hasta bachillerato. La
creación, la salvación y el Misterio Pascual son de gran importancia en las asambleas
matutinas (al que le llamamos siempre ‘los buenos días’), y la doctrina de los valores es
considerada el punto de partida en las primeras etapas de la concepción del Reino de Dios
Señor.

Dimensión eclesiológica: Las celebraciones en las que interviene la Iglesia (es decir, las que
realmente tienen lugar en el templo del Señor) también se dan desde los primeros años
escolares. Por lo general, se llevan a cabo por razones ceremoniales concretas (Día de Don
Bosco, de María Auxiliadora, etc.), generalmente una vez al mes o cada dos meses. En mi
opinión, debería aumentarse la frecuencia con la que estas tienen lugar, aunque sea la
participación voluntaria. En el caso del Centro Juvenil, se llevaba a cabo una vez a la semana.

Dimensión personal: La participación, especialmente en las escuelas primarias, está


estrictamente regulada. Creo que una intervención más personal se encuentra en los gestos
dinámicos que se dan durante la celebración y en los que los alumnos participan libremente.
Las eucaristías llevadas a cabo sobre todo en el Centro Juvenil van acompañadas siempre
de canciones, lo que hace que la participación y entendimiento de esta sea más dinámico y
cautivador para los niños y niñas.

Dimensión Sacramental: En cuanto a los sacramentos, la escuela pone más énfasis en la


Comunión que en la Confirmación, que generalmente solo se da a la edad de 17 años por
los estudiantes que asisten al Centro Juvenil.

Dimensión histórica: Hay muchas oportunidades para vivir la fe a nivel escolar, pero es
cierto que en secundaria y bachillerato los estudiantes tienen menos probabilidades de
participar si se considera voluntario. No creo que se deba obligar a nadie a asistir y ser
partícipe de las ceremonias y eucaristías, aunque considero que hemos de motivarlos y
animarlos para ello. A mi parecer, pienso que en mi entorno pastoral no hay razón ni
motivación suficientes para participar los más mayores, lo que desvía un poco el progreso
del que habla esta dimensión.

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