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TRABAJO GRUPAL

INTEGRANTES:

- REYES COELLO CARLOS ALBERTO


- REYES SEGURA CARMEN GLORIA

ACTIVIDAD: LA SINODALIDAD EN LA ESCUELA

Introducción

En este tiempo la Iglesia se encuentra llevando a cabo el Sínodo de los Obispos que tiene como
lema “Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión”. Es en ese contexto que los
docentes del área de Educación Religiosa queremos realizar esta actividad “La Sinodalidad en
la escuela”.

El Sínodo es una invitación para que cada creyente se embarque en un camino de profunda
renovación como inspirada por la gracia del Espíritu de Dios. Como se indica en el Documento
Preparatorio, el Sínodo se plantea una cuestión principal: ¿Cómo se realiza hoy en la Iglesia
nuestro "caminar juntos" en la sinodalidad? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para
crecer en nuestro "caminar juntos"?

Sobre esta cuestión se busca un camino para buscar, promover y cosechar los frutos de este
camino sinodal. En general, las directrices del Sínodo nos recuerdan que:

- El objetivo es asegurar la participación del mayor número posible, para escuchar la voz
viva de todo el Pueblo de Dios.
- Esto no es posible si no hacemos un esfuerzo especial para llegar activamente a las
personas donde se encuentran, especialmente a los que a menudo son excluidos o no
participan en la vida de la Iglesia.

Proponemos que esta actividad y material, lo puedan compartir con toda la comunidad
educativa para su desarrollo y enriquecer este tema tan actual que nos toca vivenciar.

Objetivos

- Identificar los propósitos sobre la Sinodalidad, de tal modo que pueda suscitarse una
participación en la sinodalidad, más activa, consciente y lúcida de los estudiantes
creyentes en su vivencia comunitaria de fe
- Comprender la sinodalidad como un caminar juntos en la fe y en la experiencia
cristiana, y así estimular a nuestros estudiantes al compromiso de testimoniar en
evangelio en medio de la sociedad.
- Identificar los aportes, desde la condición de estudiantes, personales y comunitarios
que surjan en el desarrollo de la actividad y que hacen parte de la participación en la
comunidad eclesial.
- Descubrir la propuesta de valor que puede obtener el estudiante creyente o no
creyente a partir de la sinodalidad.

Principios

- La sinodalidad, designa ante todo el estilo peculiar que califica la vida y la misión de la
IGLESIA, expresando su naturaleza como el caminar juntos y el reunirse en Asamblea
del Pueblo de Dios convocado por el Señor Jesús en la fuerza del Espíritu Santo para
anunciar el Evangelio. Debe expresarse en el modo ordinario de vivir y obrar de la
Iglesia

Claves indispensables al corazón de una Iglesia Sinodal

- Comunión: en su benévola voluntad, Dios reúne nuestros pueblos distintos, pero con
una misma fe, mediante la alianza que ofrece a su pueblo.
Todos tenemos un rol que desempeñar en el discernimiento y la vivencia de la llamada
de Dios a su pueblo.
- Participación: Una llamada a la participación de todos los que pertenecen al Pueblo de
Dios, laicos, consagrados y ordenados, para que se comprometan en el ejercicio de la
escucha profunda y respetuosa de los demás.
Una Iglesia sinodal llamada a rezar, escuchar, analizar, dialogar, discernir y aconsejar
para tomar decisiones pastorales.
- Misión: este proceso sinodal tiene una profunda dimensión misionera.
Su objetivo es permitir a la Iglesia que pueda testimoniar mejor el Evangelio,
especialmente con aquellos que viven en la periferias espirituales, sociales,
económicas, políticas, geográficas y existenciales de nuestro mundo.

Destinatarios

A todos los estamentos educativos, docente, padres de familia y estudiantes del nivel
secundario creyentes o no creyentes.

PROPUESTA DE ACTIVIDAD PARA TRABAJAR EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS NIVEL


SECUNDARIA

En esta actividad es muy importante escuchar la voz de los jóvenes. Por ese motivo invitamos a
los docentes ayuden a involucrar a los estudiantes sobre la sinodalidad, animando a los
estudiantes a participar en las sesiones de escucha.

Para aquellas escuelas secundarias interesadas en realizar sesiones de escucha, se sugiere el


siguiente proceso:

- Determinar cuándo y dónde se llevarán a cabo las sesiones escolares de escucha.


- Disponer de 90 minutos, o dos sesiones de 45 minutos aproximadamente.
- Utilizar los Formularios de aportes de la escuela proporcionados en este documento.
- El aporte de las sesiones de escucha será entregado a la ODEC
- Les compartimos enlace a video que explica qué es el Sínodo sobre la Sinodalidad que
podría usarse como disparador. Video explicativo: https://www.youtube.com/watch?
v=gYmZ8oN-pG8

VER

1. Se realizan las siguientes preguntas, después de observado el video:


- ¿Qué es el SÍNODO de los obispos? Podría ampliarse la información nombrando
algunos sínodos a lo largo de la historia de la Iglesia
- ¿Qué es la SINODALIDAD? Sería conveniente brindar algunos ejemplos de sinodalidad.
- Significado del lema.
JUZGAR

2. Lectura bíblica Hechos 2: 1-11


- ¿Qué nos resuena de esta Palabra?
- ¿Cómo he experimentado el poder del Espíritu Santo en mi vida?
- ¿De qué manera veo al Espíritu Santo obrando en mi escuela o parroquia?

3. Lectura complementaria

a. Riesgos nombrados por el Papa Francisco:

El primero es el formalismo. Un Sínodo se puede reducir a un evento extraordinario, pero de


fachada, como si nos quedáramos mirando la hermosa fachada de una iglesia, pero sin entrar
nunca. En cambio, el Sínodo es un itinerario de discernimiento espiritual efectivo, que no
emprendemos para dar una imagen bonita de nosotros mismos, sino para colaborar mejor con
la obra de Dios en la historia.

A veces hay cierto elitismo en el orden presbiteral que lo hace separarse de los laicos; y el
sacerdote al final se vuelve el “dueño del cotarro” y no el pastor de toda una Iglesia que sigue
hacia adelante. Esto requiere que transformemos ciertas visiones verticalistas, distorsionadas y
parciales de la Iglesia, del ministerio presbiteral, del papel de los laicos, de las
responsabilidades eclesiales, de los roles de gobierno, entre otras.

Un segundo riesgo es el intelectualismo -es decir, la abstracción; la realidad va por un lado y


nosotros con nuestras reflexiones vamos por otro-, convertir el Sínodo en una especie de
grupo de estudio, con intervenciones cultas pero abstractas sobre los problemas de la Iglesia y
los males del mundo; una suerte de “hablar por hablar”, donde se actúa de manera superficial
y mundana, terminando por caer otra vez en las habituales y estériles clasificaciones
ideológicas y partidistas, y alejándose de la realidad del Pueblo santo de Dios y de la vida
concreta de las comunidades dispersas por el mundo.

Por último, puede surgir la tentación del inmovilismo. Es mejor no cambiar, puesto que
«siempre se ha hecho así» (Exhort. apost. Evangelii gaudium, 33) -esta palabra es un veneno
en la vida de la Iglesia, “siempre se ha hecho así”-. Quienes se mueven en este horizonte, aun
sin darse cuenta, caen en el error de no tomar en serio el tiempo en que vivimos. El riesgo es
que al final se adopten soluciones viejas para problemas nuevos; un pedazo de tela nueva, que
como resultado provoca una rotura más grande (cf. Mt 9,16). Por eso, es importante que el
camino sinodal lo sea realmente, que sea un proceso continuo; que involucre —en fases
diversas y partiendo desde abajo— a las Iglesias locales, en un trabajo apasionado y
encarnado, que imprima un estilo de comunión y participación marcado por la misión.

b. Oportunidades que nos propone el santo padre:

Vivamos esta ocasión de encuentro, escucha y reflexión como un tiempo de gracia, hermanos
y hermanas, un tiempo de gracia que, en la alegría del Evangelio, nos permita captar al menos
tres oportunidades:

- La primera es la de encaminarnos no ocasionalmente sino estructuralmente hacia una


Iglesia sinodal; un lugar abierto, donde todos se sientan en casa y puedan participar.
- El Sínodo también nos ofrece una oportunidad para ser Iglesia de la escucha, para
tomarnos una pausa de nuestros ajetreos, para frenar nuestras ansias pastorales y
detenernos a escuchar. Escuchar el Espíritu en la adoración y la oración. ¡Cuánto nos
hace falta hoy la oración de adoración! Muchos han perdido no sólo la costumbre, sino
también la noción de lo que significa adorar. Escuchar a los hermanos y hermanas
acerca de las esperanzas y las crisis de la fe en las diversas partes del mundo, las
urgencias de renovación de la vida pastoral y las señales que provienen de las
realidades locales.

- Por último, tenemos la oportunidad de ser una Iglesia de la cercanía. Volvamos


siempre al estilo de Dios, el estilo de Dios es cercanía, compasión y ternura. Dios
siempre ha actuado así́. Si nosotros no llegamos a ser esta Iglesia de la cercanía con
actitudes de compasión y ternura, no seremos la Iglesia del Señor. Y esto no sólo con
las palabras, sino con la presencia, para que se establezcan mayores lazos de amistad
con la sociedad y con el mundo. Una Iglesia que no se separa de la vida, sino que se
hace cargo de las fragilidades y las pobrezas de nuestro tiempo, curando las heridas y
sanando los corazones quebrantados con el bálsamo de Dios. No olvidemos el estilo de
Dios que nos ha de ayudar: la cercanía, la compasión y la ternura.

PREGUNTAS CENTRALES:

¿Cómo se está dando hoy este “caminar juntos” en tu escuela, parroquial, u otras áreas de la
vida de la Iglesia en las que podría participar?

- ¿Cuáles son algunas de las formas en que has experimentado este “caminar juntos” en
tu escuela?
- Si pudieras sentarte con el Papa Francisco, ¿qué le dirías sobre los jóvenes de hoy?
- ¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día?
- ¿Qué es lo mejor en lo que has participado que le ayudó a profundizar tu fe o te ayudó
a comprometerte?
- ¿Sientes que tú y tu familia son importantes para la Iglesia Católica? ¿Cuáles son
algunas razones de por qué sí, o por qué no?

¿Cómo estamos “caminando juntos” como Iglesia y qué pasos invita el Espíritu Santo? tomar
para crecer en nuestro caminar juntos?

- ¿Qué necesitas tú, tus compañeros y sus familias de la Iglesia Católica? (puedo incluir
tu escuela, parroquia local, Iglesia Católica mundial).
- En el bautismo, cada uno de nosotros es llamado a seguir a Cristo y ser su discípulo.
¿De qué manera puede tu escuela, la parroquia, la Arquidiócesis, involucrar mejor a los
jóvenes para vivir este llamado?
- ¿En qué puedes contribuir para este "viajar juntos" en tu comunidad escolar, su
parroquia, movimiento, la Iglesia más grande?

ACTUAR

El docente guiará una “Evaluación del tiempo compartido” mediante las siguientes preguntas
que pueden ser respondidas en voz alta por quienes lo deseen
- ¿Cómo has vivido esta oportunidad de escuchar, expresar y compartir tu propia
experiencia de tu vida como miembro de la Iglesia?
- ¿Cuál es una esperanza que tienes para la Iglesia a medida que continuamos creciendo
y escuchar al Espíritu Santo?
- ¿Qué propones para realizar una acción misionera concreta?

Celebrar: Oración del sínodo

Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre. Tú que eres nuestro verdadero
consejero: ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros corazones. Enséñanos el camino,
muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el rumbo como personas débiles y
pecadoras. No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos. Concédenos el don del
discernimiento, para que no dejemos que nuestras acciones se guíen prejuicios y falsas
consideraciones. Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos desviemos del camino de la
verdad y la justicia, sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la
vida eterna. Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar, en comunión con el
Padre y el Hijo por los siglos de los siglos. Amén.

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