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Diagnóstico y Terapéutica (DyT) por Imágenes
Trombosis venosas intracraneanas
Raúl Simonetto
Profesor Titular de la Cátedra de Diagnóstico y Terapéutica por Imágenes
Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de La Plata
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INTRODUCCION

La trombosis venosa intracraneana es una enfermedad de difícil diagnóstico y de habitual


subdiagnóstico, debido a su cuadro clínico proteiforme y a su relación etiológica con múltiples
entidades. El diagnóstico se realiza por medio de los estudios de imágenes.
Las causas más frecuentes de obstrucción o enlentecimiento del flujo en los senos venosos durales o
en las venas intracraneanas son el embarazo y el puerperio (30% de los casos), los anticonceptivos
orales, el traumatismo, las neoplasias (meningiomas, metástasis de la calota y compromiso
secundario de las leptomeníngeas como puede ocurrir en los pacientes con linfomas y leucemias) y la
deshidratación.
Menos frecuentemente pueden relacionarse a inflamación (complicación de sinusitis, mastoiditis,
celulitis y meningitis bacteriana aguda), a policitemia vera, a coagulación intravascular diseminada,
sindrome antifosfolipídico/anticardiolipinas (mujeres jóvenes con lupus eritematoso sistémico u otras
colagenopatías), leucemias y linfomas sin compromiso directo del endocráneo y especialmente con
tratamiento quimioterápico, colitis ulcerosa, granulomatosis de wegener. En algunas series citan un
20% de los casos como de origen no determinado.
La sintomatología es inespecífica, evidenciando signos de hipertensión endocraneana (cefaleas,
vómitos y letargia). Puede haber ligera paresia y trastornos en la visión. En los casos más severos
pueden presentarse convulsiones, estupor y coma.
En el plano axial, tanto de la TC como de la RM, puede apreciarse la congestión de las venas
perpendiculares al seno trombosado (en la TC, después de la administración del CIV).
La RM es actualmente el método de elección ante la sospecha de una trombosis venosa profunda o
de los senos durales, debido a la alta sensibilidad que presenta para la detección de bajo flujo
intravascular. Por otra parte, de necesitar contraste IV para realizar el diagnóstico, es un volumen
mucho menor que el que se requiere en una TC.
Ante una trombosis venosa aguda se verá en el interior de la vena o del seno venoso, en las
secuencias de spin – echo, isointensidad de señal en T1 e hipointensidad en T2, debido a la
desoxihemoglobina. Ocasionalmente, en equipos de alto campo magnético, puede verse una gran
hipointensidad de señal en la secuencia T2 durante el período agudo, lo que puede hacer confundir
con presencia de flujo.
Puede asociarse a ingurgitación de las venas profundas adyacentes.
Durante la fase subaguda la trombosis se verá hiperintensa en ambas secuencias (T1 y T2), a causa
de la metahemoglobina (esta hiperintensidad de señal no es dependiente del campo magnético del
equipo utilizado, y será visible en todos los planos de estudio). Las hiperintensidades del interior de

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los vasos que pueden observarse debido a artefactos de refuerzo relacionados con flujo, desaparecen
cuando se varía el plano de estudio con respecto al vaso afectado.
En el estadío alejado podrá verse la recanalización del vaso venoso trombosado, con falta de señal en
su interior (negro en T1 y en T2). Esto comienza aproximadamente a las 2 semanas de haber
ocurrido el evento.
La mayor evidencia de trombosis es la presencia de una alta intensidad de señal en el interior del
vaso, en todos los planos, y tanto en T1 como en T2.
La trombosis venosa puede asociarse con infartos corticales o profundos, a menudo con componente
hemorrágico asociado, y, a diferencia de los infartos arteriales, pueden ser simétricos, a ambos lados
de la línea media.
La hemorragia puede extenderse al interior del sistema ventricular, con la consecuente hidrocefalia
comunicante.
La presencia de hemorragia parenquimatosa o intraventricular, complica la utilización de
anticoagulantes en el tratamiento de estos pacientes con trombosis venosas.
Algunos infartos venosos hemorrágicos se resuelven espontáneamente con normalización de la
función neurológica.

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