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29/12/23, 22:11 CAPITULO 1: “YO SOY EL CAMINO”

“YO SOY EL CAMINO”


La vida y Enseñanzas de Cristo y sus Apóstoles

TEMA
“’¿Cómo, pues, podemos conocer el camino?’ preguntó Tomás sentado alrededor de la mesa junto a su
compañeros de apostolado y al Señor, después de la cena de la memorable noche de la traición; y la respuesta
divina de Cristo fue: ‘Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…’ (Juan 14:5-6). ¡Y lo es! El es la fuente de
nuestro consuelo, la inspiración de nuestra vida, el autor de nuestra salvación. Si queremos conocer nuestra
relación con Dios, debemos acudir a Jesucristo. Si deseamos conocer la verdad de la inmortalidad del alma, la
tenemos demostrada en la resurrección del Salvador.

“Si deseamos aprender el ideal de vida para guiar a nuestros semejantes podemos encontrar un ejemplo
perfecto en la vida de Jesucristo. Cualesquiera que sean nuestros nobles deseos, nuestras más elevada
aspiraciones, nuestros ideales en cualquier fase de la vida, podemos mirar hacia Cristo y encontrar perfección
De manera que, al buscar una norma de moral, solamente tenemos que dirigir la mirada hacia el Hombre de
Nazaret y en El encontramos reunidas todas las virtudes que pueden hacer al hombre perfecto” (David O
McKay, CR, abril de 1968, págs. 6-7).

(1-1) INTRODUCCION
Este curso les ayudará personalmente a acercarse al Salvador del mundo, el Señor Jesucristo. Se espera que obtengan un mayo
testimonio y conciencia de El como un Redentor personal, viviente, y que se sientan más prestos a servirle y a participar de su gra
expiación infinita. Aunque es una meta elevadísima, ciertamente está a su alcance. Pocran obtener ricas experiencia espirituales, s
hacen de este curso una empresa tanto académica como espiritual.

(1-2) ¿En qué forma podemos alcanzar más eficazmente esta meta?
Primero, recuerden que los cuatro Evangelios son el texto básico del curso. Por lo tanto, será imprescindible que lea
simultáneamente las Escrituras y el manual. Cada lección tiene una asignación o cuadro de lectura, tomada de Mateo, Marcos
Lucas y Juan. Estos cuatro libros constituyen el núcleo del curso.

Si leen todo el cuadro de lectura asignado para cada lección, habrán leído los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas y Juan
para cuando finalicen el curso. Los pasajes designados están dispuestos en orden cronológico (hasta donde ha sido posibl
determinarlo), y no siempre siguen la secuencia que aparece en el Nuevo Testamento. El desarrollo de la vida terrenal del Maestr
será más claro conforme lo lean en secuencia cronológica.

En segundo lugar, junto con la lectura de las Escrituras y el estudio del manual, recuerden la importancia de la oración personal y d
vivir de tal forma que merezcan la inspiración del Señor a medida que estudian.

El élder Ezra Taft Benson ha dicho:

“Aprender de Cristo requiere el estudio de las Escrituras y de los testimonios de quienes lo conocieron. Nosotros llegamos
conocerlo mediante la oración, la inspiración y revelación que Dios ha prometido a quienes guardan sus mandamientos” (CR, oc
de 1972, pág. 53).

(1-3) Los evangelios sinópticos


En este curso estudiarán los Evangelios, o, según aparecen titulados en la Versión Inspirada (compárese con D y C. 88:141), lo
“Testimonios” de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. En lugar de leerlos uno por uno, encontrarán que las asignaciones de lectur
intercalan a los cuatro en un arreglo cronológico, (a esto lo hemos llamado una “armonía del evangelio”) tomando algo de cada un
de los cuatro relatos.

Cada uno de estos escritores inspirados presenta su testimonio particular concerniente al evangelio de Jesucristo así como u
testimonio del Maestro mismo, pero con el mismo propósito. Noten, por ejemplo, las palabras de Juan: “…éstas se han escrito par
que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre“ (Juan 20:31). Aunque ha
mucho en común en los cuatro relatos del evangelio, cada escritor incluye material que no se encuentra en los demás y cada un
expresa su testimonio del Salvador en una forma ligeramente diferente. Mateo, Marcos y Lucas tienen muchas semejanzas, aunqu
cada uno parece haber escrito dirigiéndose a un grupo de personas en particular, por lo que sus escritos reciben el nombre d
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evangelios “sinópticos”. (El vocablo sinóptico viene del griego y en ese idioma la palabra significa “desde el mismo punto de vista”
El material y punto de vista de Juan difiere más notablemente, pero contiene mucho de la misma información histórica qu
contienen los otros tres.
(1-4) El Evangelio de San Mateo
El evangelio de Mateo se caracteriza por el gran énfasis en cuanto a cómo la vida de Jesús cumplió la profecía del Antigu
Testamento e incluye muchos discursos importantes del Maestro tales como el Sermón del Monte (Mateo 5-7), un discurso e
cuanto a las parábolas del reino (Mateo 13), y un largo discurso criticando a los escribas y fariseos (Mateo 23). Mateo gráficament
describe a Jesucristo como el rey y juez de Israel que enseña con gran poder y autoridad. Su evangelio debe haber tenido much
poder para los lectores judíos.

(1-5) El Evangelio de San Marcos


El de Marcos es el evangelio más breve y presenta un cuadro de Jesús que es conmovedor, lleno de acción, y recalca el pode
milagroso del Maestro. Por causa de esta descripción dinámica, muchos estudiosos han pensado que Marcos escribía pensando e
lectores romanos. Marcos parece haber estado muy cerca de Pedro después de la muerte del Salvador y muchos ven influencia d
las narraciones de Pedro en los escritos de Marcos.

(1-6) El Evangelio de San Lucas


Por causa del griego tan pulido usado por Lucas, y la descripción compasiva que hace del Salvador, muchos han pensado que é
escribió para los griegos del mundo antiguo. Su evangelio se caracteriza por el énfasis sobre el perdón y el amor, indicand
mediante parábolas únicas de su evangelio (tales como la del Hijo Pródigo) que el pecador puede encontrar descanso y paz e
Jesús. Es el único que nos cuenta de la visita del ángel a Zacarías y Elizabet, la madre de Juan el Bautista; él es el único que no
cuenta del viaje de María y José a Belén y del lugar del nacimiento de Jesús.

(1-7) El Evangelio de Juan


Mientras que el evangelio de Juan nos da una descripción más íntima del Maestro, recalcando su relación con el Padre, s
asociación con los Doce, ete., el propósito de Juan parece haber sido más bien testificar de Jesús como el Cristo en lugar de hace
una crónica detallada de lugares y acontecimientos de su ministerio. De sus escritos surge un testimonio poderoso de Jesús com
Hijo de Dios, como Mesías, como el Buen Pastor, como el Camino, la Verdad y la Vida, y como la Resurrección y la Vida.

(1-8) Prefacio histórico para su estudio del Nuevo Testamento


Para que su estudio de la información histórica relacionada con la Palestina de los tiempos de Jesús sea más extenso, puede
encontrar buenos comentarios e historias en las bibliotecas públicas y algunos centros de estudio.

Para nuestro propósito daremos una breve visión general de las condiciones que abarcan cerca de cuatrocientos años entre l
época de Malaquías y el ministerio del Maestro. La tierra de Palestina, a menudo llamada Tierra Santa, antiguamente le fue dada
Abraham por el Señor como herencia para él y su posteridad mediante Isaac y jacob a condición de que sirvieran fielmente al Seño
como un pueblo peculiar y de convenio.

Sin embargo, la lucha y la apostasía trajeron un esparcimiento de la Casa de Israel y diez de las tribus fueron llevadas cautivas a lo
países del norte. (cerca del año 722 A.C.) Además los judíos fueron llevados a Babilonia en el año 587 A.C., Y algunos regresaro
cerca del año 530 A.C. En la época de los escritos de Malaquías (aproximadamente en el año 400 A.C.), solamente un resto de l
casa de Israel quedaba en la tierra de Canaán—principalmente de la tribu de juda, rodeado de tribus gentiles y de algunos hebreo
apóstatas esparcidos. En este punto la historia encuentra al pueblo de la promesa viviendo bajo la tutela tolerante del imperio medo
persa.

Unos cien años más tarde surgió una nueva potencia: Alejandro, hijo y sucesor de Filipo, rey de Macedonia, continuó la obr
iniciada por su padre, de unificar las ciudades-estado griegas y con sus ejércitos dominó a los persas, a los sirios, a los egipcios,
los b;:bilonios y a otros, creando un nuevo imperio en aquella parte del mundo donde se desarrolló la mayor parte de la acción de
Nuevo Testamento. Los judíos ahora se encontraban bajo un nuevo amo. Los judíos más fieles generalmente se indignaban por l
alteración de su estilo de vida por causa de una sociedad gentil intrusa.

Con la muerte de Alejandro, quien no dejó heredero, el imperio fue repartido entre sus generales, con Tolomeo como gobernante d
Egipto y del sur de Siria, y Antígono reclamando la mayor porción del norte de Siria y el oeste de Babilonia. Seleuco I venció
Antígono y comenzó una lucha por el control de Palestina que estaba ubicada estratégicamente, colocando a los judíos en la difíc
situación de ser dominada primero por uno de estos poderes y luego por el otro.

Los judíos no solamente sufrieron bajo esta condición semejante a un torbellino político, sino que entre ellos mismos había much
desunión, algunos tratando de mitigar su posición incómoda tomando parte plenamente en la misma cultura popular griega
mientras que otro buscaron celosamente retener su peculiaridad y aislamiento a cualquier precio. El resultado fue un judaísm
dividido.

Un siglo después de la muerte de Alejandro (aprox. en el año 200 A.C.) Siria se apoderó del control de Palestina. Antíoco IV
(Epifanes) posiblemente descontento por la imposibilidad de vencer a Egipto, regresó a Jerusalén con la determinación de somete
a los judíos a las prácticas religiosas de su reino. El judaísmo fue terminantemente prohibido. La posesión o lectura de la Tora er
castigada con la muerte; la observancia del día de reposo y de la circuncisión era igualmente prohibidas; los muros de Jerusalé
fueron destruidos y miles de sus habitantes fueron muertos, mientras que otros miles fueron vendidos como esclavos. El templo fu
despojado y convertido en un santuario olímpico con una imagen de Zeus puesta sobre el altar y un cerdo sacrificado en honor d
aquel dios falso. Estas atrocidades junto con otras habían sido tramadas para avergonzar a los judíos, profanar su religión
desanimar su obediencia a la ley judía.

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Sin embargo, el Señor no había olvidado a su pueblo del convenio. En una forma milagrosa los judíos y su religión sobrevivieron
Las aborrecibles circunstancias creadas por sus opresores fueron principalmente responsables del surgimiento de los Macabeos
una familia judía que guió al pueblo el cual finalmente expulsó a los sirios. Los judíos entonces gozaron de una apariencia d
independencia aproximadamente durante unos cien años (166 A.C. al 63 A.C.). La presión helénica de los sirios parece habe
consolidado a los judíos como un grupo resistente capaz de preservar su identidad entre las naciones en las cuales se encontrab
esparcido.

Cuando el mandato de los Macabeos degeneró en una entidad política corrompida, Palestina, mediante la intriga política
nuevamente se vio sujeta a un imperio gentil —Roma— cuya tiranía pronto comenzó a establecerse sobre el estado judío a travé
del llamamiento de hombres ambiciosos y despiadados. Herodes el Grande, sucesor de su padre, Antípatro, era un idumeo de linaj
gentil y ejerció fuerte mandato. En ocasiones preservó su trono a expensas de muchas vidas incluyendo la de una esposa y alguno
de sus hijos. Fue él quien ordenó la masacre de los niños judíos en Belén poco después del nacimiento del Salvador.

Luego de la muerte de Herodes el Grande, su dominio palestino fue dividido en tres partes. En la época del ministerio de Jesús
estas zonas eran gobernadas por los siguientes personajes:

1. Herodes Filipo (Iturea y las zonas norestes de Galilea). Era hijo de Herodes el Grande y fue un gobernante más bien tolerante.
2. Poncio Pilato, procurador romano (Judea, Samaria e Idumea). Leemos de él en relación al juicio de Jesús.
3. Herodes Antipas (Galilea y Perea). Era hijo de Herodes el Grande y es mencionado en el Nuevo Testamento en conexión con e
juicio de Jesús. Antes de eso había sido responsable del encarcelamiento y ejecución de Juan el Bautista.

Los acontecimientos de este periodo son muy útiles para explicar la necesidad que sentían muchos judíos de que apareciera e
anunciado Mesías. No podían vislumbrar esperanza de dignidad nacional que no fuera en forma de salvación política, espectacula
proveniente de las manos de un Salvador poderoso.

Como veremos en este curso, Jesús vino a ellos ofreciendo algo mucho más glorioso que la salvación nacional. Una felicida
indecible y la paz que pudo haber entrado en el corazón de todo judío. Entonces podrían haber participado y regocijado en e
establecimiento del reino de Dios en la Tierra.

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