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Fullan M. y Hargreaves A.

“Escuelas totales”

Escuelas totales
La clave consiste en que tipo de comunidad de trabajo o culturas escolares proporcionan
más apoyo al desarrollo del profesor y al perfeccionamiento de la escuela. Hay que
luchar para que nuestras organizaciones sean positivas por diseño y no negativas por
principio.

La cultura del individualismo.


La principal fuente de información sobre las consecuencias de sus acciones está
constituida por la clase y sus estudiantes, esta información carece de fiabilidad.
Rosenholtz se refiere a escuelas estancadas y escuelas en movimiento. Descubrió que,
en las escuelas estancadas, que no apoyaban los cambios y el perfeccionamiento, la
incertidumbre y el aislamiento iban de la mano. Descubrió que una de las causas
principales de la incertidumbre era la falta de información positiva sobre las
consecuencias de sus acciones.
La incertidumbre, el aislamiento y el individualismo constituyen una combinación
potente. Mantienen el conservadurismo educativo, dado que no existen las
oportunidades ni las presiones que se derivan de las ideas nuevas.
“Derribar los muros del secretismo” de nuestra escuelas para poder establecer cambios
satisfactorios y duraderos. Cuando los docentes temen poner en común sus ideas y
éxitos por miedo a que se piense que están presumiendo; cuando son reacios a contar a
los demás una nueva idea, basándose en que los demás pueden robársela o atribuirse el
merito de la misma.
La existencia del individualismo revela algún fallo de la personalidad del profesor o
demuestra las cualidades, aparentemente naturales, de la falta de confianza en sí mismo
y la incertidumbre humanas.
Causas del individualismo:
a. las experiencias de evaluación de los profesores: cuando se promueve el
establecimiento de una cooperación más estrecha entre los profesores y sus
colegas, recomendamos disociar con toda claridad la ayuda de la evaluación.
Para establecer con sus colegas unas relaciones cooperativas eficaces, deben
reconocer y comunicar sus propias necesidades como receptores de ayuda y
como quienes la brindan.
b. las expectativas inalcanzables que muchos docentes se marcan en un trabajo que
carece de límites precisos: los mismos docentes y otros están definiendo la
función del profesor en un sentido cada vez más amplio, incluyendo tanto metas
sociales y emocionales como académicas.
El mensaje será doble: primero, si tratamos de eliminar el individualismo no debemos
erradicar al mismo tiempo la individualidad. La individualidad es la clave de la
renovación personal que, a su vez, es el fundamento de la renovación colectiva.
Asimismo, la individualidad genera el desacuerdo creativo y el riesgo, que constituye
una fuente de aprendizaje dinámico del grupo. En segundo lugar, no debemos
subestimas las dificultades a las que nos enfrentamos cuando pretendemos instaurar
unas culturas cooperativas. Esta evolución supone un cambio fundamental y complejo.
Es fácil equivocarse y difícil acertar.
Las posibilidades de la colaboración.
Las escuelas en movimiento creían que los profesores nunca dejan de aprender a
enseñar. El dar y recibir ayuda no suponía incompetencia, sino que formaba parte de la
búsqueda común del perfeccionamiento.
Las escuelas eficaces están más dispuestas a valorar, justificar y confiar en la puesta en
común de la maestría de cada cual, la petición y la concesión de ayuda, tanto dentro
como fuera de la escuela. Es mucho más fácil aprender a enseñar, y aprender a enseñar
mejor, en unas escuelas que en otras.
Cuatro tipos de relaciones entre los profesores:
1. revisión y relato de historias
2. ayuda y asistencia
3. puesta en común
4. trabajo conjunto: constituye la forma más fuerte de colaboración. Supone y crea
una interdependencia más fuerte, una responsabilidad compartida, un
compromiso y perfeccionamiento colectivo y mayor disposición a participar en
la difícil tarea de revisión y crítica. Éste es el tipo de trabajo y de cultura de
colaboración que, con mayor posibilidad. Conduce a un perfeccionamiento
significativo.
Lo que caracteriza las culturas de colaboración consisten en cualidades, actitudes y
conductas generalizadas que abarcan todos los momentos, todos los días de las
relaciones entre los docentes. La ayuda, el apoyo, la confianza y la apertura se sitúan en
el centro de estas relaciones.
Las culturas cooperativas aparecen en todos los aspectos de la vida de la escuela: en los
gestos, los chistes y las miradas que indican simpatía y comprensión; los fracasos y la
incertidumbre se comparten y discuten con el fin de conseguir ayuda y apoyo.
Reconocen y dan voz a los propósitos del profesor. Los propósitos reciben gran parte de
su fuerza del desarrollo de los mismos con los compañeros y de su puesta en común con
ellos.
Respetan, ensalzan y tienen en cuenta al profesor como persona. La enseñanza es un
asunto personal, aunque no privado.
Los profesores desarrollan la confianza colectiva en ellos mismos necesaria para
responder críticamente al cambio, seleccionando y adaptando los elementos que
contribuyan al perfeccionamiento en su propio contexto de trabajo y rechazando los que
no cumplan esa función.
También se valoraba a los individuos como colaboradores.
Tres cosas sobre el liderazgo:
* el desarrollo de las escuelas cooperativas ha dependido en gran medida de las acciones
de las direcciones de las mismas
* interesa un tipo de liderazgo que hace que la actividad tenga un sentido para los demás
* el liderazgo puede y debe tener diversos orígenes en la escuela. En la escuela
cooperativa que funciona a pleno rendimiento, muchos profesores, son líderes.

Los problemas de la colaboración.


 la balcanización: una cultura que se funda en la existencia de grupos separados
y, a veces, competidores, que procuran conseguir la mejor posición y la
supremacía, como si de ciudades-estados independientes y débilmente
relacionadas entre sí se tratara. En las culturas balcanizadas el profesorado presta
su lealtad y vincula su identidad a grupos concretos de colegas. La balcanización
conduce a una peor comunicación, a la indiferencia o a grupos que actúan de
forma independiente en la escuela. Algunos riesgos de la balcanización son:
intercambios temporales; normas para intercambios entre grupos, tanto de
estudiantes de distintas clases como de docentes; situar a profesores de grupos
de edad muy diferente en aulas cercanas.
 la colaboración cómoda: se centra en lo inmediato, en las cuestiones a corto
plazo y en lo práctico, excluyendo las relativas a la planificación a largo plazo.
Es una colaboración que no hace suyos los principios de la práctica reflexiva
sistemática. Las dificultades de la colaboración que han de tener en cuenta las
escuelas: la forma habitual de trabajar era “casual, flexible y cálida”; se tomaban
decisiones cooperativas hasta en los más mínimos detalles; el profesorado se
basaba en el recuerdo a la hora de tomar decisiones; el profesorado tenía poco
contacto con teorías e ideas procedentes de fuera de la escuela y, quizá en esto,
se fiaba demasiado del director.
 colegialidad artificial: se caracteriza por un conjunto de procedimientos
formales, específicos y burocráticos para aumentar la atención que se presta a la
planificación, las consultas y otras formas de trabajo conjunto del profesorado.
Pretende contribuir a la implantación satisfactoria de enfoques y técnicas
nuevas, procedentes de fuera, en una cultura escolar más sensible y acogedora.
Tiene dos aspectos diferentes:
 puede constituir una fase preliminar útil para establecer unas relaciones
cooperativas más duraderas entre el profesorado. Puede proporcionar nuevos
centros de atención sobre los que trabajar conjuntamente.
 puede reducirse a un sucedáneo administrativo, elegante y de rápida
aplicación, de las culturas cooperativas se los enseñantes.

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