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FUNDAMENTOS:
Respecto al delito de acoso.- Se atribuye al ciudadano Pablo REYNOSO ROJAS haberse acercado
subrepticiamente hasta en dos oportunidades a la agraviada de iniciales R.V.M.H.(42) con la
finalidad de exigirle mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, aprovechando que se
trata de lugares desolados. Hechos que ocurrieron: i) el 15 de agosto del 2022 en circunstancias
que la agraviada se encontraba fumigando su maíz, en una acequia en Gangash - C.P. de Raccha -
Huácar, el imputado se acercó y le refirió de manera insistente expresiones de connotación sexual:
"vamos hacer el amor contigo", "te quiero, te quiero probar", "yo quiero estar contigo", y ante su
negativa la amenazó señalando "cualquier rato a la hora que te agarro no sabes lo que voy hacer,
ahora te has jodido"; y ii) después el 20 de agosto de 2022 cuando se encontraba sacando Tocosh
de su pozo cerca a su vivienda en el C.P.De Raccha-Huácar, se volvió acercar para insistir con sus
proposiciones sexuales: "quiero estar contigo, te voy a pagar cincuenta soles".
Los hechos descritos, el titular de la acción penal, ha adecuado al delito contra la libertad sexual,
en la modalidad de acoso sexual, previsto en el artículo 176-B,del código penal.
Respecto al delito de lesiones leves.- Se atribuye al ciudadano Pablo RÉYNOSO ROJAS haber
causado lesiones físicas en el cuerpo -puñetes y lapos en el rostro- a la agraviada de iniciales
R.V.M.H. (42), por motivo que esta habría contado a su hija Gladys Escobal Malpartida, el acoso
que sufría por parte del imputado. Hecho ocurrido el día 08 de diciembre de 2022 a las 08:00 horas
aproximadamente, en circunstancias que la agraviada se encontraba pasteando sus animales -
cameros- cerca al domicilio del imputado ubicado en el C.P. De Raccha s/n-Huácar-Ambo- Ambo.
Estos hechos fue adecuado al delito contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de
lesiones leves, previsto en el artículo 122, numeral 1 y 3, inciso c) del Código penal, los cuales
habrían ocurrido bajo las siguientes circunstancias:
Sobre la prognosis de la pena, señala que tomando en cuenta la circunstancia agravante prevista
en el numeral 3), inciso c) del artículo 122 del Código Penal, que prevé una pena en su extremo
mínimo 3 años de pena privativa de libertad, por este delito le correspondería 3 años; sumado a
ello, por el delito de acoso sexual, la pena en su extremo sería de 3 años de pena privativa de
libertad, el cual correspondería imponer. En consecuencia, existiendo un concurso real de delitos,
la sumatoria de ambas penas tendría como resultado 6 años de pena privativa de libertad, el cual
sería superior a cuatro años de pena privativa de libertad, cumpliéndose con el primer
presupuesto material.
En cuanto al Peligro procesal, en su vertiente de peligro de fuga señala que el imputado no tendría
arraigo de calidad, solicita se tome en cuenta la gravedad de la pena, la magnitud del daño
causado y la ausencia de reparar los daños causados a la agraviada y el comportamiento procesal
del imputado (existen procesos en su contra por el delito de desobediencia a la autoridad) y
durante las diligencias preliminares habría rehuido al llamado del Fiscal. El peligro de
obstaculización, se evidenciaría por cuanto podría influenciar en la agraviada y demás testigos que
aún no han declarado en el curso de la investigación.
Sobre el plazo, solicita el plazo de nueve meses a fin de desarrollar los actos de investigación en la
investigación preparatoria, asimismo, transitar por la etapa intermedia y juzgamiento.
TERCERO. Frente a los argumentos del Representante del Ministerio Público, la defensa del
imputado solicita se declare infundado el requerimiento fiscal, en atención a los siguientes
fundamentos concretos:
3.1. Sobre los fundados y graves elementos de convicción.- En cuanto al delito de acoso sexual, la
declaración de la agraviada no resulta creíble, ya que no denunció por este delito en su
oportunidad. Es decir, el 08 de diciembre de 2022, luego que se produce una pelea entre la esposa
de mi defendido, la agraviada, hija de esta, recién formula la denuncia por acoso y declara en ese
sentido. Es más, para la declaración de la agraviada, ya existió un problema anterior que ocurrió el
08 de diciembre sobre la agresión. En la denuncia ante la comisaría no señala hechos de acoso
sexual. En su primera declaración no señala la fecha del acoso sexual, recién en su declaración
ampliatoria lo señala. Lo cierto es que ocurrió una pelea entre la esposa de mi defendido, la
agraviada e hija de esta, porque la agraviada no le deja pasar por el lugar. En el protocolo de
pericia psicológica la agraviada presenta afectación psicológica, pero el acuerdo plenario 4-2015
señala que debe examinarse en 3 oportunidades a la agraviada para dar credibilidad a su
declaración.
En el CML del 08/dic/22, de la agraviada, señala la equimosis de coloración verdosa leve, el cual no
guarda relación con las características que señala la Guía Médico Legal, ya que dicha coloración
corresponde a 6 días de transcurrido la lesión. El CML del 8/dic/22 señala que presenta lesiones
por objeto contundente duro, el cual ser inespecífico, ya que no se señala cual es el objeto
contundente duro (sea activo o pasivo). Por tanto, no concurre el primer presupuesto material de
la prisión preventiva.
3.2. Sobre la prognosis de pena.- No basta que la pena sea grave (superior a 4 años) para imponer
la prisión preventiva. El imputado no tiene antecedentes penales. Haciendo la sumatoria de las
penas por ambos delitos, se obtiene como resultado 5 años de pena privativa de libertad. Sin
embargo, si se acoge a la terminación anticipada, corresponde una reducción que no superaría
más de 4 años de pena privativa de libertad. Para ello debe aplicarse el control difuso de la ley
prohibitoria para aplicar la terminación anticipada por el delito de acoso sexual. En atención al
principio de proporcionalidad debe existir reducción de la pena.
3.3. Sobre el peligro procesal: No existe peligro de fuga, ya que no se puede tomar en cuenta los
documentos sobre la investigación por el delito de desobediencia a la autoridad, ya que no existe.
Lo que sí existe es una resolución sobre medidas de protección, pero no existe la constancia de
notificación dirigida al imputado. La prueba trasladada no es admitida en investigación
preparatoria, sino en juicio oral. El peligro de fuga se puede conjurar con el pago de una caución o
con una comparecencia con restricciones. Se anexó el certificado domiciliario que acredita su
condición de comunero y su actividad, asimismo su certificado de conducta, emitido por el Juez de
Cochatama, los cuales se amparan en la pluralidad de domicilio que reconoce el código civil.
Inclusive la gresca fue cerca a su domicilio donde vivía el imputado. Es cierto que mi defendido no
ha concurrido a tres diligencias programadas por el Fiscal, pero a otras diligencias sí ha concurrido.
No existe peligro de obstaculización, ya que no se ha acreditado sobre la posibilidad de que mi
defendido pueda influir en la agraviada y demás testigos.
CUARTO. El artículo 268° del Código procesal penal, establece los presupuestos materiales para el
dictado de la prisión preventiva, señalando que el juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá
dictar mandato de prisión preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible
determinar la concurrencia de los siguientes presupuestos: a) Que existen fundados y graves
elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al
imputado como autor o partícipe del mismo. b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro
años de pena privativa de libertad; y c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras
circunstancias del caso particular, permita colegir razonablemente que verdad (peligro de
obstaculización).
Ahora bien, a efectos de dotar contenido a dicha disposición legal, cabe recordar que el derecho la
libertad personal, como todo derecho fundamental, no es absoluto, por cuanto el artículo 2° inciso
24) literales a) y b), de la Constitución Política del Perú establece que está sujeto a regulación, de
modo que puede ser restringido o limitado mediante ley. Por ello, el Tribunal Constitucional ha
sostenido en reiterada jurisprudencia que la detención judicial preventiva es una medida
provisional que limita la libertad física, pero no es per se inconstitucional, en tanto no comporta
una medida punitiva, ni afecta la presunción de inocencia que asiste a todo procesado y
legalmente, se justifica, siempre y cuando existan motivos razonables y proporcionales para su
dictado. [EXP. 01133-2014-PHC/TC,CUSCO,FF.JJ.06]. En esa misma línea de razonamiento, el
artículo 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 7.2 de la
Convención Interamericana sobre Derecho Humanos reconocen a la libertad personal como un
derecho de tutela internacional sujeto a restricciones excepcionales debidamente establecidas en
la ley y con arreglo al procedimiento preestablecido en ella.
Partiendo de esta premisa, la prisión preventiva, en el proceso penal tiene por finalidad,
resguardar el resultado y desarrollo del proceso, limitando el derecho fundamental a la libertad
personal del procesado, observando los requisitos esenciales de legalidad, proporcionalidad,
excepcionalidad y jurisdiccionalidad, conforme prevé el artículo 253 del Código Procesal Penal. En
consecuencia, se puede colegir que la finalidad de la medida de coerción analizada es evitar el
riesgo procesal. Es bajo este marco constitucional y legal que se debe analizar el requerimiento
fiscal referida a la limitación del derecho fundamental a la libertad personal, a efectos de dotar
legitimidad, de tal manera se preserve los valores propios de un estado constitucional de derecho.
En tal sentido, corresponde en el presente caso evaluar si concurren de forma copulativa los
presupuestos materiales del requerimiento de Prisión Preventiva.
QUINTO. En cuanto, al primer presupuesto material, se advierte que la imputación que postula el
Ministerio Público, fueron adecuados a dos tipos penales, bajo la figura de concurso real de
delitos: 1) delito contra la libertad sexual, en la modalidad de acoso sexual, previsto en el artículo
176-B, del código penal; y, 2) por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud, en la modalidad de
lesiones leves, previsto en el artículo 122, numeral 1 y 3,inciso c) del mismo cuerpo legal.
El Artículo 176-B del Código Penal, establece: El que, de cualquier forma, vigila, persigue, hostiga,
asedia o busca establecer contacto o cercanía con una persona, sin el consentimiento de esta, para
llevar a cabo actos de connotación sexual, será reprimido con pena privativa de la libertad no
menor de tres ni mayor de cinco años e inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 5,
9, 10 y 11 del artículo 36.
En cuanto al bien jurídico tutelado por este delito, debemos señalar que si el acoso per se lesiona
la libertad ambulatoria de la víctima, de manera que tiene que variar su rutina y vivir con la
aflicción psicológica de estar siendo perseguida, el acoso sexual vulnera más que la libertad
personal, pues la finalidad ulterior del autor de este delito es lesionar además la libertad sexual de
la víctima, entendida como la facultad de toda persona de elegir con quién, cuándo, dónde y en
qué circunstancias tener un encuentro de connotación sexual con un tercero. Así, en un primer
momento, este delito ocasiona en la víctima una sensación de miedo, temor e inseguridad, pero lo
que verdaderamente hace que ubiquemos este tipo en el capítulo de delitos de violación sexual es
la lesión contra la libre decisión sexual.
Por otro lado, la defensa señala que respecto a los hechos de acoso sexual la agraviada no
denunció oportunamente. Al respecto, respecto a la denuncia tardía por hechos de violencia
sexual,en la Casación N.° 1179-2017/SULLANA, correctamente, la corte suprema señala que “el
tríptico de falta de credibilidad subjetiva del testigo, verosimilitud de su declaración y persistencia
de la misma, no constituyen desde luego condiciones para la validez de la declaración, sino meros
instrumentos funcionales o guías de referencia para su valoración y contraste. En los delitos
sexuales las reacciones tardías por las víctimas y su entorno, así como las comunicaciones y
denuncias demoradas constituyen prácticas comunes o, por lo menos, son usuales,tal como ha
destacado la victimología". Siendo así, en el presente caso, los hechos de acoso sexual ocurrieron
en el mes de agosto de 2022 y la denuncia se hizo en el mes de diciembre de 2022, habiendo
transcurrido 4 meses aproximadamente; sin embargo, tratándose de un hecho contra la libertad
sexual, es común que la agraviada no haya denunciado oportunamente, pues existe el prejuicio de
culpabilidad hacia la víctima impregnado en nuestra sociedad que hace que las víctimas no
denuncien inmediatamente. En el presente caso, la agraviada en su informe psicológico al ser
preguntada por su vida psicosexual afirma “tengo pareja mi esposo desde los 19 años, me llevo
bien, por eso no le contaba nada de lo que me decía, porque pensaba que se va renegar, va
pensar mal, con él me llevo bien”. De ello se puede apreciar que es la propia víctima quien decide
no avisar a su esposo, por aquel prejuicio anotado, el cual nos permite inferir razonablemente que
esa misma motivación habría impedido hacer la denuncia tardía, a tal punto que estos hechos se
llegan a descubrir a partir del relato que hizo hacia su hija, cuyo reclamo al imputado generó la
discusión y posterior agresión física en la agraviada, de esta forma narró detalladamente lo
ocurrido; sin embargo, ello no invalida necesariamente su declaración, máxime que se encuentra
respaldada con elementos de corroboración periféricos que le dotan solidez al relato
incriminatorio.
Finalmente, se descarta que exista incredibilidad subjetiva del testigo víctima, basadas en el odio,
rencor o resentimiento, preexistente con anterioridad a los hechos de acoso sexual, pues la
agraviada afirmó que “la única vez que el imputado le ha perseguido para tener cercanía fue en
el mes de agosto de 2022, en dos oportunidades”, asimismo agrega: “nunca ha tenido
problemas, ya que se dedica a la compra y venta de carneros, burro,toro,era negociante y yo le
vendía carneros y así llegamos a ser conocidos del pueblo”, conforme a la pregunta 8 y 9 de su
declaración de fecha 19 de enero de 2023; asimismo, la testigo Gladys Escobal Malpartida, ha
señalado que “nunca ha tenido problemas con el investigado”, conforme a la pregunta 10 de su
declaración de fecha 19 de enero de 2023. También, el propio imputado en su declaración de
fecha 16 de diciembre de 2022 ha señalado que “no tiene ningún tipo se amistad, enemistad ni
parentesco ni con la agraviada ni con la testigo Gladys Escobal Malpartida (pregunta 06 y 07);
finalmente, la esposa del imputado, Marilú Gonzales Ponce, en su declaración de fecha 17 de
diciembre de 2022, señala que “tuvieron un problema por un tema del agua, donde solo tuvimos
una discusión” (pregunta 5); es decir, se trataría de una única discusión que no podría generar
odio, enemistad o resentimiento hacia la agraviada. En tal sentido, no existe un motivo
determinante, previo a los hechos de acoso sexual, que podría motivar la atribución de los cargos
de la agraviada hacia el imputado. Por tanto, se descarta la incredibilidad subjetiva de los testigos
y por ende tienen virtualidad para ser considerados como elementos de cargo, máxime que existe
verosimilitud de su declaración y persistencia de la misma.
Todo ello permite establecer la materialidad del delito, es decir que existió un hecho penalmente
relevante de acoso sexual, verificándose los elementos descriptivos y normativos del delito
imputado previsto en el artículo 176-B del Código Penal, de este modo cumpliéndose el primer
presupuesto material para este delito.
El Artículo 122 del Código Penal, establece: 1. El que causa a otro lesiones en el cuerpo o en la
salud física o mental que requiera más de diez y menos de veinte días de asistencia o
descanso,según prescripción facultativa, o nivel moderado de daño psíquico, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años.
(...) 3. La pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme a los numerales 5 y 11 del artículo 36 del presente Código y los artículos 75 y 77 del
Código de los Niños y Adolescentes, según corresponda, cuando:
(...) c. La víctima es mujer y es lesionada por su condición de tal, en cualquiera de los contextos
previstos en el primer párrafo del artículo 108-B.
Atendiendo al delito atribuido, cabe recordar que el Artículo 108-B del código penal, establece:
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte años el que mata a una mujer
por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes contextos: (..) 2. Coacción, hostigamiento o
acoso sexual.
Los hechos atribuidos son como siguen: Se atribuye al ciudadano Pablo REYNOSO ROJAS haber
causado lesiones físicas en el cuerpo-puñetes y lapos en el rostro- a la agraviada de iniciales
R.V.M.H. (42), por motivo que esta habría contado a su hija Gladys Escobal Malpartida, el acoso
que sufría por parte del imputado. Hecho ocurrido el día 08 de diciembre de 2022 a las 08:00 horas
aproximadamente, en circunstancias que la agraviada se encontraba pasteando sus animales -
cameros- cerca al domicilio del imputado ubicado en el C.P. De Raccha s/n-Huácar-Ambo-Ambo.
La materialidad del delito, en cuanto a las lesiones sufridas por la agraviada de iniciales R.V.M.H.,
se encuentra acreditada con el Certificado médico legal S/N de fecha 8 de diciembre de 2022, en
la cual se describe las siguientes lesiones: tumefacción y equimosis verdosa leve de dorso nasal con
presencia de cuágulos de ambas fosas nasales. Herida contusa de 1,2 cm vertical en posterior de
pabellónauricular izquierdo sangrante. Equimosis de punta de lengua; y se concluye: presenta
lesiones por objeto contundente duro, requiriendo una prescripción facultativa de 3 días de
atención facultativa y 12 días de incapacidad médico legal. Ahora bien, para los efectos de la
atribución de este resultado lesivo al imputado debe considerarse que las lesiones allí descritas
guardan relación con el relato de la agraviada R.V.M.H., contenida en su declaración de fecha 08
de diciembre de 2022, quien afirmó que sufrió la agresión física de parte del imputado mediante
puñetes en el rostro, en la nariz, que le provocó un sangrado nasal, el cual se constata de dicho
informe pericial, dotándole verosimilitud al relato incriminatorio. Asimismo, sobre las lesiones
sufridas por su hermana Gladys Escobal Martínez, señala que se discutió con la esposa del
imputado, pero éste, luego que acabó la agresión hacia su persona, procedió a agredirle a su hija,
empujándose desde un pequeño muro. Esta declaración tiene corroboración, pues en cuanto a la
caída de doña Gladys Escobal Martínez, por la agresión del imputado, se ve reflejada en el
certificado médico legal S/N de fecha 08 de diciembre de 2022, practicada a este último, en la cual
se describe la siguiente lesión “escoriación por deslizamiento superficial de 5x12cm en
subescapular derecha externa. Múltiples escoriaciones lineales en dorso de mano izquierda. Dos
escoriaciones por uña humana de 2 cm en pectoral derecha", el cual se complementó con el
certificado médico legal N° 1907-PF-AR de fecha 14 de diciembre de 2022, practicada a la misma
agraviada, en la cual se describe las siguientes lesiones: dos escoriaciones de 3.5x1 cm ambas en
posterointerna media de antebrazo izquierdo. Escoriación costrificada puntiforme con costra
negrusca de 0.2cm en interna inferior y escoriación horizontal costrificada con costra negrusca de
7x0.8cm en inferior interna ambos de glúteo izquierdo. Escoriación alargada horizontal de 5x1 cm
en postero externa proximal con haloverdoso y otra escoriación puntiforme de 0.2 cm con costra
negruzca en externa media de glúteo derecho. Equimosis alargada horizontal de 10x2 cm de
coloración violácea con bordes verdosos y amarillentos en postero interina distal de muslo
derecho. escoriación de 0.6x0.2 cm alargada con costra negrusca en externa inferior de rodilla
derecha. excoriación superficial de 1.5x1cm con halo verdoso en inferior interna de rodilla inferior.
Todo ello, concluyó: Las lesiones descritas en este examen médico legal adicional son compatibles
a la fecha de los sucesos (08-12-22), requiriendo una prescripción facultativa de 2 días de atención
facultativa y 4 días de incapacidad médico legal. Al respecto, conforme se aprecia, las lesiones por
deslizamiento, acreditan que esta se produjo como consecuencia de la caída que habría sufrido
Gladys Escobal Martínez por la agresión que también ejerció el imputado en su agravio, quien en
sus declaraciones de forma uniforme ha declarado en ese sentido.
En tal sentido, tanto la agraviada Rosa Violeta Malpartida Huerto como la testigo Gladys Escobal
Malpartida han coincidido en señalar que fue el imputado quien agredió violentamente a la
agraviada, mientras que Gladys Escobal Malpartida se agarró a golpes con la esposa del
imputado Marilú Gonzales Ponce. Al respecto, Marilú Gonzales Ponce, ha manifestado que el
imputado no ejerció ninguna agresión física a la agraviada Rosa Violeta Malpartida Huerto, y
quien agredió a ésta fue ella (a su mamá le da dos lapazos y le digo a mi esposo que no se
meta);asimismo, señala que también se agredieron con la hija de la agraviada, Gladys Escobal
Malpartida (véase pregunta 4 de su declaración de fecha 17 de diciembre de 2022);sin embargo,
esta declaración es contradictorio con su declaración ampliatoria de fecha 17 de mayo de 2023,en
la cual señala que es la señora Gladys es quien le agrede con un puñete en la parte de su oreja
izquierdo, le tuvo sujetada para que le golpee, seguidamente señala que la agraviada Rosa Violeta
Malpartida Huerto fue quien le propinó un golpe en la parte de la espalda, frente a ello su madre
salió a socorrerle; es decir, doña Marilú Gonzales Ponce en ninguna parte de esta última
declaración señala haber agredido a doña Rosa Violeta Malpartida Huerto (la agraviada),por el
contario ella afirma que más bien fue víctima de agresión física de ambos (de la agraviada y su hija
Gladys), de este modo descartando que ella habría ocasionado la lesión a la agraviada. EN TAL
SENTIDO, SI DOÑA MARILÚ GONZALES PONCE AFIRMA NO HABER AGREDIDO A LA AGRAVIADA,
CONFORME A SU ÚLTIMA DECLARACIÓN, SE DEDUCE QUE LA PERSONA QUIEN AGREDIÓ FUE EL
IMPUTADO PABLO REYNOSO ROJAS, PREVALECIENDO LAS DECLARACIONES UNIFORMES DE LA
AGRAVIADA Y SU HIJA GLADYS ESCOBAL MALPARTIDA.
Ahora bien, es cierto que el imputado afirmó no haber ejercido violencia física contra la agraviada;
sin embargo, debe considerarse como argumento de defensa, pues si éste no hubiera participado
en la agresión, significaría que la agraviada y su hija Gladys Escobal Malpartida son las personas
que habrían agredido a doña Marilú Gonzales Ponce, que por la superioridad física de aquellas
hubiera generado una lesión de mayor consideración en ésta; sin embargo, la peor parte de la
lesión lo tuvo la agraviada Rosa Violeta Malpartida Huerto, cuya explicación únicamente radica en
la participación del imputado, conforme han sostenido la agraviada y su hija Gladys Escobal
Malpartida.
Finalmente, cabe anotar que las lesiones sufridas por la agraviada han acontecido dentro un
contexto de violencia de género, es decir, por su condición de tal. Para ello, debe considerarse los
hechos que antecedieron a la agresión, referida a los actos de acoso sexual que sufrió la agraviada,
el cual motivó que esta y su hija Gladys Escobal Malpartida, acudan a reclamar al imputado sobre
su comportamiento; sin embargo, éste lejos de esclarecer los hechos, continuó en el ciclo de
violencia, causándole lesiones a ambas. En ese sentido, el contexto de la agresión física presenta
las características de una violencia de género, el cual permite adecuar los hechos al literal c),
numeral 3) del artículo 122 del Código penal. Bajo estas consideraciones, existen graves y
fundados elementos de convicción respecto de este delito, cumpliéndose el primer presupuesto
material.
SEXTO. La ley procesal señala que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena
privativa de libertad. Al respecto, de acuerdo a la casación vinculante N° 626-2013,Moquegua, la
determinación de la pena debe considerar tres factores: a) circunstancias generales atenuantes y
agravantes; b) causales de disminución o agravación de la punición; y c) la regla del artículo 45 del
CP y las fórmulas de derecho premial. Al respecto, el numeral 3), inciso c) del artículo 122 del
Código Penal, prevé una pena en su extremo mínimo 3 años de pena privativa de libertad, el cual
le correspondería por este delito, tomando en cuenta la carencia de antecedentes penales. Por
otro lado, por el delito de acoso sexual, la pena en su extremo mínimo sería de 3 años de pena
privativa de libertad, el cual correspondería imponer. Finalmente, por concurso real de delitos,
sumado ambas penas se obtiene como resultado 6 años de pena privativa de libertad, el cual es
superior a cuatro años de pena privativa de libertad.
La defensa señala que haciendo la sumatoria de las penas por ambos delitos, se obtiene como
resultado 5 años de pena privativa de libertad, sin embargo, ello no es conforme al extremo
mínimo de las penas para ambos delitos; asimismo, señala que si se acoge a la terminación
anticipada, corresponde una reducción que no superaría más de 4 años de pena privativa de
libertad, en atención al principio de proporcionalidad. Al respecto, sin embargo, esta judicatura
debe tomar en cuenta que a los efectos de determinar judicialmente la pena, no concurre en el
caso en concreto valores o principios constitucionales en juego que puedan dar lugar a la
aplicación del principio de proporcionalidad, a partir de la técnica de ponderación, al menos la
defensa no ha propuesto. En tal sentido, la pena debe corresponder a la gravedad del hecho y a las
circunstancias del caso en particular, los cuales no permiten reducir la pena por debajo de los 4
años de pena privativa de libertad.
SÉPTIMO. El peligro procesal no se presume, sino que debe realizarse la verificación en cada
asunto, fundado en circunstancias objetivas y ciertas del caso concreto: Siendo estas el pelgro de
fuga y el de obstaculización.
7.1. El peligro de fuga, está determinado a partir del análisis de una serie de circunstancias que
pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso penal, y que se encuentran
relacionadas, entre otras cosas, con el arraigo domiciliario, familiar y laboral del imputado, la
gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento, el comportamiento del
imputado durante el procedimiento u otro anterior relacionado con su voluntad de someterse a la
persecución penal, y la pertenencia del imputado a una organización criminal o su reintegración a
las mismas, aspectos que crean juicio de convicción al juzgador en cuanto a la sujeción del
imputado al proceso y que este no eludirá, conforme prescribe el artículo 269 del Código Procesal
Penal.
No existe ninguna razón jurídica para entender que la presencia de algún tipo de arraigo (criterio
no taxativo) descarta, a priori, la utilización de la prisión preventiva. Asimismo, la sola inexistencia
de arraigo tampoco genera la aplicación automática de la prisión preventiva, sobre todo cuando
existen otras medidas que pudieran cumplir estos fines. Por eso,este requisito debe valorarse en
conjunto con otros para establecer si es que en un caso concreto existe o no peligro de fuga.
b. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento.-A diferencia del
arraigo, no es un elemento de proporcionalidad, sino un dato objetivo que se basa en una máxima
de la experiencia: “que por temor ante una posible condena y aplicación de una pena grave, el
imputado se fugue”, sin embargo ello no opera de forma automática pues debe evaluarse varios
elementos como son los valores morales (comportamiento del imputado en este u otro proceso,
antecedentes, etc) demostrados por la persona, su ocupación, bienes que posee, vínculos
familiares que le mantendrán en el país.La sola presunción de fuga no puede sustentar un pedido
de prisión preventiva. De la gravedad de la pena solo se obtiene un dato sobre el peligro de fuga,
que debe ser valorado en conjunto con otros requisitos que también lo sustenten.
En el presente caso, existiendo una alta probabilidad de condena contra el imputado, se aprecia
que la pena por e1 delito imputado sería no menor de 06 años de PPL efectiva,cuya gravedad, por
ser efectiva, es un criterio importante que incentiva el peligro de fuga y debe ser evaluada en
forma conjunta con otros criterios, pero desde ya queda evidenciado este dato objetivo a tener en
cuenta.
c. La magnitud del daño causado y la voluntad de repararlo.- La reparación del daño al agraviado
poco tiene que ver con el peligro procesal. Sin embargo, atendiendo a una correcta interpretación,
la actitud del imputado luego de cometido el delito es un aspecto que ayudará a acreditar su
buena conducta en el proceso penal. En el presente caso, con su conducta el imputado habría
afectado gravemente el bien jurídico consistente en la integridad física y psicológica y la libertad
sexual, se ha afectado el derecho a una vida sin violencia, en su condición de mujer, respecto del
cual el imputado no ha evidenciado ninguna intención de reparar el daño, aspecto que abona en el
peligro de fuga y debe tomarse en cuenta para establecer el peligro procesal.
En este contexto, si bien existe un arraigo domiciliario, familiar y laboral de calidad; sin embargo,
frente a ello existen otros criterios que abonan en el peligro de fuga como es la gravedad de la
pena probable, la magnitud del daño causado, la ausencia de voluntad del imputado para
repararlo y el comportamiento procesal negativo anotado, los cuales permiten al juzgador
estimar que en el presente caso existe un real peligro de fuga y de sustracción a la persecución
penal por parte del imputado.
Por otro lado El Ministerio Público ha sustentado el peligro de fuga en una disposición fiscal por el
delito de desobediencia a la autoridad, como un indicador del comportamiento procesal del
imputado. Al respecto, el delito de desobediencia a la autoridad, prevista en el artículo 368° del
Código Penal, en su forma agravada está vinculada a la conducta de desobedecer a las llamadas
medidas de protección, los cuales aparecen como un instrumento idóneo para evitar que las
supuestas víctimas de violencia familiar no sean agredidas nuevamente por su agresor. En
consecuencia, este delito requiere de la orden o mandato -judicial en este caso-debe ser expreso,
escrito en este caso y sin imprecisiones o vaguedades-claro y concreto-; además, debe estar
dirigido a una persona o autoridad determinada -lo que importa un requerimiento válido, del que
se haya tenido conocimiento a su debido tiempo -y, en lo específico, con capacidad para cumplirla
-de posible realización. Es un delito doloso y es esencial que e1 sujeto activo, respecto de lo
ordenado, tenga un deber de actuación y que su incumplimiento no se deba a una imposibilidad
material de hacerlo (Recurso de casación N° 50-2017, Piura).
Sin embargo, si bien estos dos últimos elementos de convicción esta judicatura las desestima,
empero ello no enerva lo que ya se tiene considerado precedentemente, los cuales han denotado
un riesgo procesal de fuga concreto en el imputado.
7.2. El peligro de obstaculización, en el presente caso se evidencia que los hechos acontecieron en
el contexto de violencia de género. En ese sentido, la violencia contra la mujer constituye la
expresión de toda violencia que se ejerce por el hombre contra esta por su condición de tal, y
tiene su génesis en la discriminación intemporal, la situación de desigualdad y las relaciones de
poder de los hombres sobre las mujeres. Desde esta perspectiva la violencia contra las mujeres no
se reduce al ámbito familiar (como parte de la relación de subordinación),sino a una estructura
social caracterizada por la discriminación, desigualdad y relaciones de poder entre el hombre y la
mujer, como ocurre en el presente caso, por lo que el análisis de este riesgo procesal (de
obstaculización), debe tomar en cuenta el enfoque de género como una herramienta que permite
al operador jurídico reconocer la existencia de circunstancias asimétricas en la relación entre
hombres y mujeres, construidas sobre la base de las diferencias de género que se constituyen en
una de las causas principales de la violencia hacia las mujeres. Este enfoque debe orientar el
diseño de las estrategias de intervención orientadas al logro de la igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres. En ese sentido, en el proceso penal se reconoce el derecho de participación
procesal de la víctima, que permite desenvolverse de forma eficaz e igualitaria, conforme al
artículo I y IX del título preliminar del código procesal penal; asimismo, conforme a los derechos y
facultades que reconoce la ley procesal a su favor, ya sea en su condición de agraviado o actor
civil, según los artículos 95 y 104 del mismo cuerpo legal, siendo que éste último inclusive
reconoce el derecho a ofrecer medios de investigación y de prueba, participar en los actos de
investigación y de prueba, intervenir en el juicio oral, entre otros. Todo ello, se verá afectado si es
que la víctima por actos concretos del imputado evite su participación en el curso del proceso,
principalmente si su participación es en condición de testigo-víctima.
En tal sentido, la conducta del imputado denota que luego de haber incurrido en actos de acoso
sexual previo, aprovechado de una situación ventajosa, al haber estado sola la agraviada y en un
lugar desolado, posteriormente, el 08 de diciembre de 2022, cuando la víctima y sus familiares
acudieron en búsqueda de una explicación de lo sucedido, el imputado lejos de esclarecer,
ejerció actos de violencia física, el cual constituye claramente un acto intimidatorio frente a la
víctima y sus familiares, que limita su intervención en el proceso en su condición de testigos, de
allí que constituye un serio acto de obstaculización, pues tiene como propósito alterar la
investigación, sumado a la cercanía del domicilio del imputado al de la agraviada. Sumado a ello,
inclusive de acuerdo al Protocolo de Pericia Psicológica N° 123-2023, practicada a la agraviada,
este concluye que éste presenta afectación psicológica compatible a los hechos y presenta
factores de riesgo y vulnerabilidad. Es decir, la presunción del riesgo razonable de que el imputado
influirá en dichos testigos (la agraviada de iniciales R.V.M.H. y Gladys Escobal Malpartida) se
sustenta sobre la base de haberse demostrado en un nivel de sospecha fuerte la agresión física
ejercida contra estos, luego de los hechos de acoso sexual, que tenían el propósito de evitar su
esclarecimiento. Todo ello, constituyen circunstancias que permitan advertir un real peligro de
obstaculización.
i. El sub-principio de idoneidad.- Como regla de juicio tiene una doble exigencia. En primer lugar
que la medida restrictiva de derecho tenga un fin que sea constitucionalmente valido, y en
segundo lugar, que la medida en si misma sea idónea para alcanzar el fin propuesto. Se trata del
análisis de una relación medio - fin. En el presente caso, la prisión preventiva cumple en abstracto
un objeto constitucionalmente valido, cual es la de evitar el peligro de fuga u obstaculización de la
averiguación de la verdad, en consecuencia dicha medida - como medio -que se podría dictar
contra el imputado es constitucionalmente válida e idónea para asegurar su presencia durante el
desarrollo del proceso.
ii. El sub-principio de necesidad: analiza si existen medios alternativos al optado por el juez que
sea menos gravoso o, al menos, que lo sea en menor intensidad. Se trata del análisis de una
relación medio - medio, esto es, de una comparación entre medios; el optado por el juez y el o los
hipotéticos que hubiera podido adoptar para alcanzar el mismo fin. En el presente caso, si bien
existe como medida alternativa la comparecencia con restricciones, sin embargo esta sería ineficaz
para alcanzar los fines del proceso penal (evitar el riesgo de fuga y que la futura sentencia sea
eficaz), por el alto peligrosismo advertido, siendo la prisión preventiva la única medida eficaz para
evitar tal riesgo procesal. Máxime que si bien la defensa propuso como medida alternativa la
comparecencia y el pago de una caución, pero no efectivizó suma alguna. Por lo tanto la privación
de libertad de dicho imputado es necesaria y no debe ser tomada como arbitraria, porque es
función del órgano jurisdiccional garantizar y asegurar el normal desarrollo del proceso penal.
A partir de ello, debe optimizarse el principio del interés público significativo orientado al
esclarecimiento de los hechos, el descubrimiento de la verdad y la materialización de la ley penal
mediante la sentencia relacionada a un delito de género, materia del presente proceso penal, que
afecta gravemente la integridad física y psicológica de la víctima y por ende de alto reproche, el
cual requiere de un debido esclarecimiento. Para ello, la administración de justicia debe ofrecer
herramientas adecuadas que permitan finalmente lograr el buen fin del proceso. Siendo así, la
prisión preventiva contra el imputado, permitirá obtener mayores beneficios, ya que permitirá que
el proceso penal sea eficaz, evitando el riesgo procesal y con ello lograr con éxito los fines del
proceso penal. En tal sentido, esta última medida es proporcional en sentido estricto.
Por los fundamentos expuestos, el Señor Juez del Juzgado de Investigación Preparatoria del MBJ
de Ambo, resuelve:
DECISIÓN:
2. IMPONER EL MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVA POR EL PLAZO DE SIETE (07) MESES contra el
citado imputado, el cual será computado desde la fecha de su detención, con dicho fin ordeno se
dicten las REQUISITORIAS a nivel nacional por medio de la Policía Nacional del Perú a fin de lograr
con la inmediata UBICACIÓN, CAPTURA Y CONDUCCIÓN a este despacho. Una vez habido y
capturado será internado en el interior del Establecimiento Penitenciario de Sentenciados de
Huánuco u otro que designe el INPE para el cumplimiento de la medida de coerción, OFICIÁNDOSE
oportunamente anexando la papeleta de internamiento.