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Presentado a:
Universidad de Ibagué
Facultad de Derecho
Ibagué – Tolima
2019
Índice.
Introducción…………….………………………………………………………….pág. 3.
Problema Jurídico………………………………………………………………….pág. 3.
Contenido.
TIPIFICACIÓN………………………………………………………………………………
..
DEFINICIÓN………………………………………………………………………….
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL…………………………………………...
CONCLUSION………………………………………………………………….
INTRODUCCIÓN
TIPIFICACIÓN
“El que matare a otro por piedad, para poner fin a intensos sufrimientos
provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable, incurrirá en
prisión de dieciséis (16) a cincuenta y cuatro (54) meses.”
· CONDUCTA.
1. VERBO RECTOR: inducir o mantener a otro en error por medio de artificios
o engaños.
· OBJETO.
· INGREDIENTES.
SENTENCIA C-239-1997
Por otro lado el legislador quiso imponer este tipo de homicidio de manera
autónoma puesto que se basa en la determinación altruista de la persona que
acabó con el sufrimiento indefinido de otra. Por tal razón se impone una sanción
de homicidio pero de un grado menor al culposo siendo el término aplicable de
este último a quien lo cometeré de 32 a 108 meses y multa de 26.66 a 150
salarios mínimos legales mensuales vigentes. (Código Penal artículo 109). Y a su
vez al homicidio agravado siendo el término aplicable a quien lo cometeré de 208
a 450 meses ( Código penal artículo 104). A diferencia del término que se
consagra en el homicidio por piedad de 16 a 54 meses razón aplicable se da por
no tener intenciones exacerbantes. Por lo tanto no desconoce el derecho a la vida
porque no le quita la calidad de ser un acto antijurídico al imponer sanción.
Resuelve:
Cómo se evidencia a lo largo del análisis en ningún caso el homicidio por piedad
va en contra de la constitución política puesto que tiene su normatividad penal
autonomía y eficiente en los términos de aplicación de determinada sanción y
además invoca varios principios constitucionales como el derecho a una muerte
digna sin perdurar en el sufrimiento, derecho a la protección de la salud siendo
aplicable al caso como tomar la única alternativa de ponerle fin a su vida, así que
por lo tanto la corte ha establecido expresamente lo siguiente:
Primero: Declarar EXEQUIBLE el artículo 326 del decreto 100 de 1980 (Código
Penal) actualmente artículo 106 de la ley 599 del 2000, con la advertencia de que
en el caso de los enfermos terminales en que concurra la voluntad libre del sujeto
pasivo del acto, no podrá derivarse responsabilidad para el médico autor, pues la
conducta está justificada.
Además cabe aclarar que el derecho a la vida no es absoluto e incluso ponerle fin
a la misma, es una forma de velar y aplicar el derecho que tiene la persona que
está sufriendo de morir dignamente.
SENTENCIA C-355-2006
SENTENCIA T- 970-2014
“A partir de lo expuesto, para esta Corte no cabe duda que el derecho a morir
dignamente tiene la categoría de fundamental. Y ello es así por varias razones.
Siguiendo sus razonamientos, esta Corporación ha señalado que un derecho
fundamental busca garantizar la dignidad del ser humano. Es decir, para que una
garantía pueda ser considerada como fundamental, debe tener una estrecha
relación con la dignidad como valor, principio y derecho de nuestro ordenamiento
constitucional. En el caso de la muerte digna, la Sala de Revisión, al igual que la
Sala Plena en la Sentencia C-239 de 1997, considera que su principal propósito
es permitir que la vida no consista en la subsistencia vital de una persona sino que
vaya mucho más allá. Esos aspectos adicionales son propios de un sujeto dotado
de dignidad que como agente moral, puede llevar a cabo su proyecto de vida.
Cuando ello no sucede, las personas no viven con dignidad. ” (Sentencia T-970-
2014)
SENTENCIA T-423/2017
“Es deber del Estado de proteger la vida debe ser entonces compatible con el
respeto a la dignidad humana y al libre desarrollo de la personalidad. Por ello la
Corte considera que frente a los enfermos terminales que experimentan intensos
sufrimientos, este deber estatal cede frente al consentimiento informado del
paciente que desea morir en forma digna. En efecto, en este caso, el deber estatal
se debilita considerablemente por cuanto, en virtud de los informes médicos,
puede sostenerse que, más allá de toda duda razonable, la muerte es inevitable
en un tiempo relativamente corto. En cambio, la decisión de cómo enfrentar la
muerte adquiere una importancia decisiva para el enfermo terminal, que sabe que
no puede ser curado, y que por ende no está optando entre la muerte y muchos
años de vida plena, sino entre morir en condiciones que él escoge, o morir poco
tiempo después en circunstancias dolorosas y que juzga indignas. El derecho
fundamental a vivir en forma digna implica entonces el derecho a morir
dignamente, pues condenar a una persona a prolongar por un tiempo escaso su
existencia, cuando no lo desea y padece profundas aflicciones, equivale no sólo a
un trato cruel e inhumano, prohibido por la Carta (CP art.12), sino a una anulación
de su dignidad y de su autonomía como sujeto moral.” ( Sentencia C-239 de 1997)
SENTENCIA T-544-2017