Está en la página 1de 3

CASO ANA ESTRADA

¿Qué opinas del fallo que emitió el Décimo Primer Juzgado


Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima?
En este caso se abordó el tema de la eutanasia, conocida también como
muerte piadosa, que se constituye en un dilema ético entre preservar la vida o
el derecho a una muerte digna, considerando además que el ordenamiento
penal lo considera homicidio atenuado, haciendo un análisis desde una
perspectiva constitucional, legal, política y social; revisando el caso concreto
que reviste especiales características que merecieron también un trato y
pronunciamiento específico declarando fundada la demanda. El debate sobre la
vida y muerte ha sido abordado y analizado durante mucho tiempo a través de
distintas ópticas; debido a que el hecho de decidir desde la libertad acerca del
proceso de muerte se determina como un derecho que requiere de contenido
concreto a luz de la visión constitucional, lo cual requiere un gran cambio en la
sociedad, pues la ley por si sola no solo cambia una percepción social y la
conducta en sociedad, entran en juego también percepciones religiosas,
personales, sociales, científicas entre otras.

¿Precisa si fue legal el fallo emitido por el Décimo Primer Juzgado


Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima?

Considerando que el artículo 112 del Código Penal, contiene un mandato


imperativo de no cegar la vida de una persona por piedad, sería ilegal porque
va contra norma penal expresa, pero considerando la especial situación atenúa
la pena mas no la elimina, el fallo sería ilegal. Sin embargo, el análisis se
realiza bajo una perspectiva constitucional que establece principios justamente
para flexibilizar las reglas que contiene la ley penal. Es necesario analizar el rol
del juez como garante de la Constitución y la obligación que tiene de
administrar justicia; aunque haya vacío o defecto de la ley. Incluso si esto
implica que se encuentren obligados a inaplicar normas cuando contravienen a
la Carta Magna. En el caso materia de análisis se invoca por la demandante la
vulneración de derechos fundamentales su derecho a tener una muerte digna y
el derecho a elegir sobre su vida en las circunstancias específicas con respeto
de su dignidad.
Como bien se tiene de este y muchos casos más existen derechos no
expresamente recogidos en la Constitución, como son los innominados o
implícitos establecidos en el artículo 3, como es el presunto derecho a una
muerte digna; asimismo reconoce que la dignidad humana está por encima de
la vida lo que se condice con el artículo 1 de nuestra Constitución.
El Juez no reconoció en la sentencia que el derecho a una muerte digna sea un
derecho fundamental, sino de una “libertad constitucionalmente limitable”,
precisando que no podría ser promovida por el Estado; es así que el Juez
señaló que es un derecho fundamental para ello distinguieron el suicidio como
“libertad fáctica” mientras que la muerte digna, a la que señala como una
“condición especial” entran en juego otros derechos fundamentales como la
libertad y la autonomía, al final, los termina equiparando: “el suicidio asistido,
debe considerarse como una libertad constitucional y legislativamente
limitable, posición distinta a la planteada por la demandante que requería que
se considere como un Derecho Fundamental.

Es por ello, que ante las consecuencias tan delicadas que implicaría el
reconocimiento de un supuesto “derecho a morir”, en este caso, a través de la
eutanasia practicada por el personal sanitario a aquellas personas que lo
justifiquen, definitivamente nos encontramos en contra del sistema que tiene
por objeto la defensa de los derechos fundamentales de la persona y la
comunidad, buscando que se le asigne al Estado un aparente deber que no le
corresponde, así como la indebida configuración de una prestación con
carácter de servicio público para practicar la eutanasia a la ciudadana Ana
Estrada, cuando esta lo solicite.

¿Qué hubiese resuelto Ud. en caso se hubiera sometido a su jurisdicción


el presente caso?

Hubiera resuelto en el mismo sentido, porque el primer derecho que asiste a


toda persona humana y que constituye la base de todos los demás derechos es
el reconocimiento de la dignidad de la persona humana como piedra angular de
la configuración de los derechos constitucionales, siendo el más importante el
derecho a la vida.

El derecho a la vida y todos los demás derechos que le son propios a cada
persona están fundamentados en la dignidad de la que goza todo ser humano y
que corresponde al valor intrínseco y singular que tiene por el hecho de existir.

Nuestro sistema jurídico contiene normas jurídicas, relaciones jurídicas, el


establecimiento de poderes, reconocimiento de derechos y deberes
correlativos, formando una estructura jurídica de la sociedad, que se acompaña
de un conjunto de medios que garantizan el efectivo orden y respeto de las
normas del sistema jurídico, por lo que se debe preservar la unidad y
coherencia del sistema.

En el caso de Ana Estrada es necesario tener en cuenta tres elementos:


proteger la vida, aceptar la muerte de forma natural y respetar la dignidad
humana. La muerte al final de la vida es constitutiva de la naturaleza humana y
debe acontecer de forma natural, no a través de su conculcación y
desnaturalización por medio de la práctica de la eutanasia, el encarnizamiento
terapéutico o el suicidio asistido. La falta de salud no es razón para excluir o
eliminar a una persona, no determina el valor de un ser humano, el enfermo
tiene derecho a vivir dignamente hasta el final, para ello es necesario brindar
una debida implementación de cuidados y no el de establecer un presunto
derecho a morir por falta de salud.

Cuando entran en conflicto dos derechos constitucionales, que por definición


tienen el mismo nivel de protección es necesario que el Juez, pondere los
mismos en función al caso concreto como se hizo con Ana Estrada.

También podría gustarte