Traducido del italiano al español - www.onlinedoctranslator.

com

Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352

https://doi.org/10.1007/s00415-021-10739-8

REVISAR

Un consenso multinacional sobre la disfagia en la enfermedad de

Parkinson: detección, diagnóstico y valor pronóstico

Giuseppe Cosentino1,2· Micol Avenali1.3·Antonio Schindler4· Nicole Pizzorni4· Cristina Montomoli5· Giovanni
Abbruzzese6· Ángel Antonini7· Filippo Barbiera8· Marco Benazzo9· Eduardo Elías Benarroch10· Giulia Bertino9·
Emanuele Cereda11· Pera Clavè12.13· Pietro Cortelli14:15· Roberto Eleopradieciséis· Chiara Ferrari4· Shaheen
Hamdy17· Maggie‑Lee Huckabee18· Leonardo Lopiano19· Rosario Marqués Ragona20· Stefano Masiero21· Emilia
Michou22· Antonio Occhini9· Claudio Pacchetti23· Ronald F. Pfeiffer24· Domenico A. Restivo25· Mariangela
Rondanelli26· Giovanni Ruoppolo27· Giorgio Sandrini1·
Anthony H. V. Schapira28· Fabricio Stocchi29· Eduardo Tolosa30· Francesca Valentino23· Mauro Zamboni31·
Roberta Zangaglia23· Mario Zappia32· Cristina Tassorelli1.3· Enrico Alfonsi2

Recibido: 20 de mayo de 2021 / Revisado: 1 de agosto de 2021 / Aceptado: 2 de agosto de 2021 / Publicado en línea: 21 de agosto de 2021
© El(los) Autor(es) 2021

Abstracto
FondoLa enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo caracterizado por una combinación de disfunción motora y no
motora. La disfagia es un síntoma común en la EP, aunque con demasiada frecuencia todavía está infradiagnosticada. Falta consenso sobre
la detección, el diagnóstico y el pronóstico de la disfagia en la EP.
ObjetivoRevisar sistemáticamente la literatura y definir consensos sobre el cribado y el diagnóstico de la disfagia en la EP, así como sobre el
impacto de la disfagia en el pronóstico y la calidad de vida (CdV) de los pacientes con EP. MétodosUn grupo multinacional de expertos en el
campo de la disfagia neurogénica y/o la EP realizó una revisión sistemática de la literatura publicada desde enero de 1990 hasta febrero de
2021 e informó los resultados de acuerdo con las directrices PRISMA. Luego, el resultado de la investigación se analizó y discutió en una
conferencia de consenso convocada en Pavía, Italia, donde se redactaron las declaraciones de consenso. Posteriormente se logró la versión
final de las declaraciones mediante consenso por correo electrónico. ResultadosSe utilizaron ochenta y cinco documentos para
fundamentar las declaraciones del Panel, aunque la mayoría de ellos eran de calidad Clase IV. Las declaraciones abordaron cuatro áreas
principales: (1) detección de disfagia: momento y herramientas; (2) diagnóstico de disfagia: detección clínica e instrumental, evaluación de la
gravedad; (3) disfagia y calidad de vida: impacto y evaluación; (4) valor pronóstico de la disfagia; impacto en el resultado y el papel de las
condiciones asociadas.
ConclusionesLas declaraciones elaboradas por el Panel de Consenso brindan un marco para guiar al neurólogo en la detección
oportuna y el diagnóstico preciso de la disfagia en la EP.

Palabras claveEnfermedad de Parkinson · Disfagia · Trastornos de la deglución · Trastornos de la deglución

Introducción probablemente aumente en todo el mundo con el aumento de la

La enfermedad de Parkinson (EP) es el segundo trastorno neurodegenerativo
más común en todo el mundo.1]. La prevalencia de la EP se estima en 6,1
millones de personas en todo el mundo y aumentará
Giuseppe Cosentino y Micol Avenali han contribuido igualmente a
este artículo.
* Micol Avenali
micol.avenali@mondino.it
Información ampliada del autor disponible en la última página del artículo.
esperanza de vida [2]. La EP se caracteriza por características motoras
como temblor, rigidez y bradicinesia, y varias características no motoras
como disfagia, disfunción autonómica, trastornos del sueño, deterioro
cognitivo, depresión y psicosis que pueden ocurrir en cualquier
momento durante el curso de la enfermedad, pero que se vuelven más
frecuente con enfermedad avanzada [3,4].
La disfagia en la EP es una manifestación de disfunción de la
deglución que puede involucrar fases de la deglución oral, faríngea o
esofágica y puede estar presente en todas las etapas de la enfermedad.5
]. De hecho, aunque los trastornos de la deglución se vuelven evidentes
principalmente en la etapa avanzada de la EP, es posible que ya estén

Vol.:(0123456789)
1336
presentes en las primeras etapas, cuando a menudo pasan desapercibidos [5].
La disfagia frecuentemente empeora con la progresión de la enfermedad y
puede variar con las fluctuaciones motoras.6–8]. A nivel mundial, la
prevalencia de disfagia en la EP se estima entre el 40 y el 80% dependiendo
del tipo de evaluación realizada.7].
La disfagia puede afectar negativamente la calidad de vida (CdV)
de los individuos debido a la dificultad progresiva de la ingesta oral
(alimentos, bebidas o medicamentos orales), pérdida de peso,
deshidratación, desnutrición y limitación de las actividades sociales.
9]. Además, la neumonía por aspiración debida a disfunción de la
deglución es una causa importante y común de hospitalización en
pacientes con EP.10,11], lo que resulta en complicaciones graves e
incluso la muerte [12–14].
Hasta la fecha, no existe un enfoque generalmente aceptado para la
detección y el diagnóstico de la disfagia en la EP. Por tanto, existe una
necesidad urgente de identificar protocolos estandarizados para la
evaluación clínica y la investigación de la disfagia en esta población.
Además, es importante enfatizar la necesidad de la identificación
temprana de anomalías de la deglución en pacientes con EP,
especialmente porque inicialmente pueden ser asintomáticos.6].
Una metodología establecida y formal para brindar orientación
confiable en temas de salud complejos en ausencia de evidencia de
alta calidad está representada por un proceso basado en el
consenso. En este proceso, profesionales expertos consensuan
afirmaciones encaminadas a proporcionar una guía para la práctica
clínica basada en la mejor evidencia disponible y la experiencia del
grupo. Normalmente, un panel de expertos, después de examinar
la información científica relevante y discutir los problemas clínicos,
produce declaraciones que reflejan sus puntos de vista
compartidos, de acuerdo con la evidencia disponible.15].
Para aumentar la concienciación sobre la disfagia en la EP en la
práctica de atención de salud neurológica y optimizar su cribado y
diagnóstico, un grupo de expertos en el campo de la disfagia y/o la
EP establecieron una Conferencia de Consenso Multinacional (MCC)
con los siguientes objetivos:
(1) Definir el momento adecuado para la detección de disfagia
en pacientes con EP e identificar modalidades confiables;
(2) Definir investigaciones apropiadas para detectar alteraciones de
la deglución en la EP y evaluar su gravedad;
(3) Evaluar el impacto de la disfagia en la calidad de vida de los
pacientes;
(4) Evaluar los valores pronósticos de la disfagia en el resultado de
la EP;
(5) Identificar necesidades no satisfechas y resaltar áreas para futuras
investigaciones.
Métodos
El proyecto fue iniciado por el Comité Organizador durante la
edición 2018 del 'Dysphagia Update' Meeting, un evento científico
internacional centrado en enfermedades neurogénicas.
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
disfagia que se celebra cada dos años desde 2008 bajo el
patrocinio de la Sociedad Italiana de Neurología, la Sociedad
Italiana de Neurorrehabilitación y la Sociedad Europea de
Trastornos de la Deglución. El método MCC fue diseñado de
acuerdo con el Programa de Desarrollo de Consenso de los
Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (http://consensus.nih.
gobierno) [dieciséis] y el Manual Metodológico del Sistema
Nacional Italiano de Directrices [17].
El proyecto se desarrolló durante un período de 36 meses
siguiendo cinco pasos: (1) fase de asignación, (2) fase de alcance, (3)
fase de evaluación, (4) MCC presencial, celebrada del 27 al 28 de
septiembre de 2019, en la Fundación IRCCS Mondino, y finalmente
(5) actualización de la prueba (hasta febrero de 2021) y
perfeccionamiento de declaraciones por correo electrónico.
El núcleo del panel de consenso estuvo formado por neurólogos
italianos que se reunieron periódicamente en las reuniones
"Dysphagia Update". Se invitó a especialistas adicionales, también
de diferentes disciplinas médicas y de otros países, para lograr una
amplia representación geográfica y multidisciplinaria. Los
participantes fueron seleccionados en función de su participación
reconocida en la atención de grandes cohortes de pacientes con EP
y/o su participación en proyectos de investigación sobre EP y/o
disfagia neurogénica, y/o por su historial de publicaciones sobre
disfagia neurogénica en revistas revisadas por pares. Los
participantes fueron invitados por correo electrónico. Se envió un
único recordatorio a quienes no respondieron a la primera
invitación. El grupo final estuvo formado por 21 neurólogos, 4
otorrinolaringólogos, tres foniatras, dos gastroenterólogos, 4
logopedas, 2 nutricionistas clínicos, un radiólogo y un estadístico.
En la fase de asignación se identificaron cuatro equipos de
trabajo con roles específicos:
1. El Comité Científico, compuesto por siete miembros, planificó y
organizó todo el proyecto y desarrolló las preguntas siguiendo
la Clasificación de Esquemas de Evidencia del Manual de
Procesos de las Guías de Práctica Clínica de la Academia
Americana de Neurología [18]. El Comité Científico propuso
varias preguntas clínicamente relevantes y se discutieron
durante varias iteraciones de acuerdo con el formato PICO
como se indica en el Apéndice.1. La selección de las preguntas
finales que se responderán en esta revisión también se guió
por los resultados de una búsqueda preliminar en la literatura
realizada para evaluar si había evidencia disponible para
respaldar las respuestas. La selección de las preguntas clínicas
se basó en última instancia en los siguientes criterios: i)
identificar temas enfocados y clínicamente relevantes (sin
adoptar un enfoque demasiado estrecho ni demasiado amplio),
ii) seleccionar preguntas que pudieran responderse, al menos
en parte, en sobre la base de evidencia publicada y revisada
por pares.
2. El Comité Técnico, formado por seis miembros, revisó
sistemáticamente la evidencia, organizó los resultados
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
en mesas y ayudó a los otros equipos en todos los pasos del
proyecto;
3. Un grupo de trabajo (WG) formado por nueve miembros cuyas tareas
fueron: 1) preparar el primer borrador de respuestas a las
preguntas propuestas antes de la conferencia de consenso y 2)
señalar las brechas de investigación en el conocimiento actual y
proponer áreas para futuras investigaciones;
4. El panel de desarrollo de consenso, compuesto por seis
miembros, fue responsable de definir los procedimientos
de presentación en el MCC y de la evaluación de las
declaraciones finales.
En la fase de alcance, se detallan los detalles de la revisión de la
literatura necesaria para responder a las preguntas desarrolladas por el
Comité Científico (Apéndice1) fueron definidos, junto con el protocolo de
la conferencia. En la fase de evaluación, el Comité Técnico realizó una
revisión sistemática de la literatura, la cual fue reportada según los
lineamientos PRISMA [19]. Los estudios elegibles para su inclusión
fueron aquellos que informaron datos originales sobre pacientes con EP
que padecían disfagia sobre detección, diagnóstico, pronóstico y calidad
de vida, independientemente del tipo de diseño, publicados desde enero
de 1990. Se excluyeron los siguientes tipos de estudios: estudios
publicados únicamente en forma de resumen. , informes de casos,
revisiones, editoriales, cartas, estudios en animales y estudios que
incluyen pacientes con disfagia de etiología mixta donde los datos sobre
la EP no se pudieron enuclear claramente. Los estudios publicados se
identificaron en la base de datos MEDLINE de la Biblioteca Nacional de
Medicina, mediante estrategias de búsqueda específicas, utilizando una
combinación de términos MeSH desglosados y texto libre (la estrategia
de búsqueda se informa en el Apéndice2). Se revisaron las listas de
referencias de los artículos identificados para encontrar referencias
adicionales. Dos revisores revisaron de forma independiente todos los
resúmenes o artículos completos sin resúmenes electrónicos para
identificar estudios potencialmente relevantes. El desacuerdo se resolvió
mediante discusión. Cada estudio se clasificó según varios descriptores,
incluido el dominio temático, el tamaño de la muestra, el diseño y el
nivel de evidencia de acuerdo con la Clasificación de Esquemas de
Evidencia del Manual de Procesos de Guías de Práctica Clínica de la
Academia Estadounidense de Neurología.18].
Cada estudio se calificó según su riesgo de sesgo desde la Clase I
(calidad más alta) hasta la Clase IV (calidad más baja). El riesgo de sesgo
se juzgó mediante la evaluación de elementos de calidad específicos (es
decir, diseño del estudio, espectro de pacientes, recopilación de datos,
enmascaramiento) para cada tema clínico (detección, diagnóstico,
pronóstico, tratamiento). Esta clasificación fue realizada por dos
revisores y los desacuerdos se resolvieron mediante discusión.
Teniendo en cuenta la multidisciplinariedad de los
grupos de expertos y la fuerza generalmente débil de la
evidencia que surgió del análisis sistemático de la literatura,
adoptamos el método Delphi modificado [18] para lograr
consenso y desarrollar las declaraciones finales. El método
consistió en cuatro rondas posteriores. El primero se realizó
1337
electrónicamente: se generó un primer conjunto de declaraciones que
se enviaron por correo electrónico a los expertos del GT. Las respuestas
fueron recopiladas y analizadas para informar los cambios necesarios.
La segunda y tercera ronda se llevaron a cabo de manera presencial,
durante el primer y segundo día del MCC, respectivamente, con la
participación de todo el panel. La cuarta ronda se realizó
electrónicamente: la versión final de las declaraciones, adaptada, cuando
fue necesario, de acuerdo con el análisis adicional de los artículos
publicados desde la conferencia de consenso, se distribuyó por correo
electrónico a los expertos. En cada ronda, se requirió un mínimo de 80%
de acuerdo para cada declaración para su inclusión en la declaración de
consenso final (25/31).
En última instancia, el análisis sistemático de la literatura cubrió el período
comprendido entre enero de 1990 y febrero de 2021.
Resultados
Preguntas de la conferencia de consenso
El Comité Científico formuló y presentó tres preguntas cada
uno sobre el cribado y el diagnóstico de la disfagia en la EP
y dos preguntas cada uno sobre la calidad de vida y el
pronóstico de los pacientes con EP y disfagia.
Preguntas sobre la detección:
a) ¿Cuándo está indicado el cribado de disfagia en pacientes
con EP?
b) ¿Cuándo se debe sospechar disfagia en pacientes con EP?
c) ¿Qué herramientas clínicas se deben utilizar para detectar
disfagia en pacientes con EP?
Preguntas sobre el diagnóstico:
a) ¿Qué herramientas clínicas se deben utilizar para detectar la presencia
de disfagia?
b) ¿Qué investigaciones instrumentales se deben utilizar para
detectar la presencia de disfagia?
c) ¿Cómo se debe evaluar la gravedad de la disfagia?
Preguntas sobre calidad de vida:
a) ¿Cuál es el efecto de la disfagia en la calidad de vida de los pacientes
con EP?
b) ¿Cómo se debe evaluar clínicamente la calidad de vida relacionada con la
disfagia en pacientes con EP?
Preguntas sobre pronóstico:
a) ¿Influye la disfagia en el pronóstico de la EP?
b) ¿Qué factores o condiciones asociadas pueden influir en el
pronóstico de la disfagia en la EP?
13
1338 Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352

Para cada pregunta, el Comité Técnico formuló características de los estudios recuperados (consulte el Material
preguntas específicas para estimular y guiar la complementario 2 para obtener una lista completa de referencias), mientras
discusión entre los miembros del GT (Material que la Tabla2 Muestra la información principal sobre los estudios individuales
complementario 1). utilizados como base para las declaraciones.

Revisión sistemática Cribado de disfagia en la EP

La búsqueda bibliográfica recuperó 747 citas de la búsqueda electrónica
y 8 registros de la búsqueda manual en las listas de referencias (Fig.1).
Se revisó el resumen de las 747 citas para evaluar su posible relevancia y
se incluyeron 249 para la evaluación del texto completo. Un total de 174
artículos finalmente cumplieron con los criterios de inclusión
preespecificados. De ellos, 117 artículos abordaron las cuestiones
planteadas, pero sólo 85 contenían hallazgos útiles para elaborar las
afirmaciones. La mayoría de los estudios fueron de calidad Clase IV.
Mesa1resume los principales
Aunque la disfagia es un síntoma común en la EP, la mayoría de los
pacientes con EP no se quejan de dificultades para tragar incluso cuando
se les pregunta específicamente, porque generalmente no son
conscientes de sus problemas para tragar.20,21].
Por lo tanto, existe una brecha en la literatura sobre la prevalencia de
la disfagia entre el deterioro informado subjetivamente (35%) y el
deterioro de la deglución confirmado objetivamente mediante
cuestionarios de detección o evaluaciones clínicas (85%).7, 22]. De
hecho, pueden aparecer signos de penetración y/o aspiración.

Registros identificados a través de base de datos Registros adicionales identificados a través de

buscando otras fuentes

(n = 747) (n = 8)

Registros excluidos
Registros examinados

(n = 755) (n = 506)

Artículos de texto completo evaluados para

elegibilidad Artículo de texto completo

excluido
(n = 249)
(n = 75)

Estudios incluidos en el cuanto.

descripción (n = 174)
Estudios sobre tratamiento.
y alimentarse de

(n = 64)
Estudios incluidos en la evaluación de cribado,
diagnóstico, calidad de vida y pronóstico.
(n = 117)

Estudios incluidos en las declaraciones.

(n = 85)

Estudios en base a declaraciones para preguntas. Estudios en base a declaraciones para preguntas sobre
sobre cribado y diagnóstico calidad de vida y pronóstico

(n = 61) (n = 24)

Figura 1Diagrama de flujo PRISMA

13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
tabla 1Características descriptivas de los 117 estudios elegibles incluidos en la evaluación de detección, diagnóstico, calidad de vida y pronóstico.
Dominio del tema Todos los estudios Número de pacientes = número de
estudios
No No
Detección y diagnóstico 82 <10 puntos =1
Nosis de disfagia 10–19 pts = 16 estudios
en la EP 20–50 pts = 28 estudios
> 50 pts = 37 estudios
Calidad de vida y pronóstico de 35 <50 puntos =13
pacientes disfágicos 50–199 puntos =13
con EP 200–500 puntos =5
> 500 puntos =4
Los estudios se clasificaron según varios descriptores, incluido el dominio temático, el tamaño de la muestra, el diseño, la presencia de criterios
diagnósticos del síndrome y el nivel de evidencia de acuerdo con la Clasificación de Esquemas de Evidencia del Manual de Procesos de Guías de
Práctica Clínica de la Academia Estadounidense de Neurología.17. Cada estudio se calificó según su riesgo de sesgo de Clase I a Clase IV (I corresponde
a la calidad más alta y IV a la calidad más baja)
detectado en el 20% de la población con EP sin ninguna queja
de dificultades para tragar [23,24].
El diagnóstico precoz de la disfagia en la EP puede resultar un
desafío. Sin embargo, muchos síntomas y signos pueden indicar la
necesidad de una prueba de detección. Estos son: aumento de la
duración de las comidas, dificultad para tragar los comprimidos y
sensación de que los alimentos se pegan o persisten en la garganta
después de tragar, tos y ahogo durante la ingestión de alimentos y
líquidos, cambios en la voz después de la deglución (por ejemplo,
gorgoteo), pérdida de peso o índice de masa corporal bajo mientras que
las infecciones respiratorias recurrentes [25–29]. Además, el babeo es
considerado por algunos autores como un posible marcador indirecto
de disfagia, ya que puede ser consecuencia de alteraciones de la
deglución orofaríngea.30]. Utilizando una videofluoroscopia de
deglución de bario modificada, Nóbrega et al. [30] mostraron que todos
los pacientes con EP y babeo también presentaban cambios en la fase
oral de la deglución, mientras que se detectaron alteraciones en la fase
faríngea en el 94% de los sujetos. El babeo también se correlaciona con
la gravedad de la disfagia y puede tener un valor pronóstico negativo, ya
que se asocia con un mayor riesgo de aspiración salival sin ningún signo
externo de tos, asfixia o cambio respiratorio (aspiración silenciosa).30–32
].
Un estudio reciente [33] realizado en pacientes con EP de edad >
63,5 años identificó las siguientes características como predictores
de un mayor riesgo de desarrollar disfagia: una dosis diaria
equivalente de levodopa superior a 475 mg y un subtipo clínico de
EP caracterizado por inestabilidad postural temprana y dificultad
para caminar.
En conjunto, los datos de la literatura sugieren que se
debe sospechar disfagia en la EP ante la presencia de
síntomas directos (tos o ahogo al comer o beber, voz
húmeda al comer o beber, sensación de comida atascada
en la garganta y dificultad para masticar). alimentación
adecuada), o signos indirectos (congestión del tracto
respiratorio inferior, bronquitis o neumonía y pérdida de
peso involuntaria).
1339
Transversal/pro- Caso–control/trasero- Clase de evidencia
estudios prospectivos estudio prospectivo
No No No
58 24 4 Clase I
4 Clase II
18 Clase III
56 Clase IV
20 15 4 Clase I
8 Clase II
8 Clase III
15 Clase IV
En estos casos, se debe completar una evaluación de detección
independientemente del estadio de la enfermedad de EP.5,34].
La presencia de diferentes síntomas y/o signos en combinación
puede aumentar la sensibilidad y especificidad de los
procedimientos de detección.35,36].
Se han propuesto diferentes escalas clínicas y cuestionarios para
el cribado de la disfagia en enfermedades neurodegenerativas.35–
45], aunque no existe acuerdo sobre cuál es el mejor algoritmo
para evaluar a los pacientes con EP.
Se pueden utilizar la siguiente escala clínica y cuestionarios
(evidencia de clase III y IV) para la detección de disfagia en la
EP:
• Cuestionario sobre alteraciones de la deglución (SDQ) [38]: un
cuestionario autoinformado que contiene 15 ítems sobre trastornos
de la deglución. Se considera una herramienta validada para
detectar disfagia temprana en pacientes con EP. Tiene una buena
sensibilidad y especificidad (80,5 y 81,3%, respectivamente).
• Prueba de disfagia de Munich-Enfermedad de Parkinson
(MDT-PD) [39]: un cuestionario autoinformado útil para
detectar síntomas orofaríngeos iniciales y el riesgo de
penetración y/o aspiración laríngea en la EP. Consta de 26
artículos divididos en 4 categorías. El MDT-PD se considera
un cuestionario sensible y específico; sin embargo, se
informó que, en comparación con FEES, tiene una
sensibilidad baja para detectar la aspiración, aunque
mantiene una buena especificidad [46].
• Swallowing Clinical Assessment Score in Parkinson's Disease
(SCAS-PD): escala clínica cuantitativa que consta de 12 ítems
diseñada para detectar alteraciones en las fases oral y faríngea
de la deglución en la EP.36]. Branco et al. [40] validó esta escala
utilizando el estudio videofluoroscópico de la deglución (VFSS)
como prueba diagnóstica de referencia. Demostraron que SCAS-
PD tiene una alta sensibilidad (100%) y especificidad (87,5%) y
permite detectar signos clínicos de aspiración con una buena
conexión.
13
1340 Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352

Tabla 2Estudios utilizados como base para el desarrollo de declaraciones sobre preguntas sobre A) detección y diagnóstico de disfagia y B) calidad de vida
relacionada con la disfagia y valor pronóstico de la disfagia en la EP

Una pregunta Primer autor, y Diseño del estudio Cribado/Prueba diagnóstica evaluada Sin pacientes Nivel de
evidencia

2.1a Alí, 1996 Control de caso VFSS y manometría 12 III

2.2. b
2.1a Pájaro, 1994 transversal Exámen clinico dieciséis IV
2.1a Hartelius, 1994 transversal Cuestionario 258 II
2.1a Monteiro, 2014 Control de caso Espirometría y VFSS 30 IV
2.1b Bühmann, 2019 Control de caso HONORARIOS 118 IV
2.1b Clausura, 2020 Control de caso HONORARIOS 200 III
2.1b Lam, 2007 transversal Cuestionario, WST y VFSS 45 EL
2.1b Loureio, 2013 Control de caso 174 IV
2.1b Pflug, 2018 Control de caso HONORARIOS 122 EL
2.1b Potulska, 2003 Control de caso Electromiografía y gammagrafía esofágica 18 IV
2.1b Rodríguez, 2011 transversal HONORARIOS 28 IV
2,2 b
2.1b Sampaio, 2014 transversal HONORARIOS y grabación de voz 19 III
2.1b Troche, 2016 transversal Tos voluntaria y refleja y flujo de aire para la tos (PEFR) 64 IV
2,1 litros Bello, 2014 Control de caso WST 10 IV
2,1 litros Bühmann, 2019 Control de caso Cuestionario 119 IV
2,1 litros Kalf, 2011 transversal Cuestionario 178 IV
2,1 litros Mansión, 2007 transversal Cuestionario 57 III
2,1 litros Minagi, 2018 Control de caso WST, cuestionario de medición de la 30 IV
2,1 litros Simón, 2014 transversal presión de la lengua 82 IV
2,1 litros Cantante, 1992 Control de caso Cuestionario 48 IV
2,1 litros Vogel, 2017 transversal Cuestionario 60 III
2,1 litros Volonté, 2002 transversal Cuestionario sesenta y cinco IV
2.2a Hegland, 2014 Control de caso Prueba de tos refleja 22 IV
2.2a Kanna, 2014 Control de caso WTS 100 IV
2.2a Mari, 1997 transversal Cuestionario 27 II
2.2a Molinero, 2009 transversal Oeste 137 III
2.2a Miyazaki, 2002 transversal Oeste 24 II
2.2a monte, 2005 transversal VFSS 27 IV
2.2a Pitts, 2010 transversal PEFR y VFSS 58 III
2.2a Pitts, 2018 transversal Medición de la presión de la lengua 28 IV
2.2a Silverman, 2016 transversal PEFR 68 IV
2.2a Troche, 2014 transversal Prueba de tos refleja y VFSS 20 IV
2,2 b Alfonsí, 2007 Control de caso EKSS 28 IV
2,2 b Argoló, 2015a transversal VFSS 69 IV
2,2 b Argoló, 2015b transversal VFSS 71 IV
2,2 b Bassotti, 1998 Control de caso Manometria 18 IV
2,2 b Castell, 2001 transversal Manometria dieciséis IV
2,2 b Cosentino, 2020 transversal Evaluación electrofisiológica de la deglución 19 IV
2,2 b ding, 2018 transversal VFSS. 116 III
2,2 b Ellerston, 2016 Control de caso VFSS 34 IV
2,2 b Ertekin, 2002 Control de caso Electromiografía de superficie 58 III
2,2 b Fuh, 1997 transversal VFSS 19 IV
2,2 b Gaeckle, 2019 transversal VFSS 89 IV
2,2 b Martillo, 2013 transversal HONORARIOS 18 IV
2,2 b Johnston, 1997 Control de caso VFSS y manometría 7 IV
2,2 b Jones, 2016 transversal VFSS 26 IV
2,2 b Jones, 2018 Control de caso gestión de recursos humanos 31 III
2,2 b kim, 2020 transversal electromiografía de superficie 14 IV
2,2 b Lee, 2015 Control de caso VFSS 29 IV
2,2 b Lee, 2019 Control de caso VFSS 23 IV
2,2 b Moreau, 2015 transversal VFSS 70 EL
2,2 b Nagaya, 1998 Control de caso VFSS dieciséis IV

13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352 1341

Tabla 2(continuado)

Una pregunta Primer autor, y Diseño del estudio Cribado/Prueba diagnóstica evaluada Sin pacientes Nivel de
evidencia

2,2 b Schiffer, 2019 Control de caso VFSS 68 IV

2,2 b Stroudley, 1991 transversal VFSS 24 III
2,2 b Arriba, 2017 transversal gestión de recursos humanos 33 IV
2,2 b Suttrup, 2017 transversal Gestión de recursos humanos y honorarios sesenta y cinco IV
2,2 b Taira, 2020 transversal gestión de recursos humanos 51 IV
2,2 b Tomita, 2018 Control de caso VFSS 184 II
2,2 b Wakasugi, 2017 transversal VFSS 201 IV
2,2 b Wang, 2017 transversal ekss 42 IV
2,2 b Ws Coriolano, 2012 transversal Electromiografía de superficie 15 IV

B) Pregunta Primer autor, y Diseño del estudio Medidas de resultado Sin pacientes Nivel de
evidencia

2.3a Akbar, 2015 Retrospectivo Incidencia de neumonía por aspiración; supervivencia 5.665.710 EL
2.4a
2.3a Carneiro, 2014 Perspectiva Impacto de la disfagia en la calidad de vida 62 IV
2.3a Cilios, 2015 Retrospectivo Supervivencia, confinamiento en silla de ruedas o cama, fractura, 401 II
2.4a colocación de clavijas

2.3a Han, 2011 Perspectiva Depresión relacionada con la disfagia Impacto 127 IV
2.3a Leo, 2010 Perspectiva de la disfagia en la calidad de vida 32 III
2,3 b
2.3a Lorefält, 2006 Perspectiva Impacto de la disfagia en la calidad de vida/gravedad de la disfagia 26 IV
2.4a
2.3a Mansión, 2009 Perspectiva Cambios de humor relacionados con la disfagia 69 II
2,3 b
2.3a Molinero, 2006 Retrospectivo Impacto de la disfagia en la calidad de vida 137 III
2.3a Plowman-Prine, 2009 Perspectiva Impacto de la disfagia en la calidad de vida 36 III
2.3a Plata, 2012 Perspectiva Impacto de la disfagia en los cambios emocionales Impacto 14 IV
2.3a Antorcha, 2013 Perspectiva de la disfagia en la calidad de vida 100 IV
2,3 b
2.3a Van Hooren, 2016 Perspectiva Impacto de la disfagia en los cambios emocionales. 100 IV
2,3 b
2.4a Auyeung, 2012 Retrospectivo Supervivencia 171 II
2.4a Fabbri, 2019 retrospectiva y Supervivencia, institucionalización. 50 EL
Cruz prospectiva
en corte
2.4a Hussain, 2018 Retrospectivo Supervivencia 51 III
2.4a Lo, 2009 Retrospectivo Supervivencia 573 II
2.4a Malmgren, 2011 Retrospectivo Supervivencia 191 III
2.4a Müller, 2001 Retrospectivo Supervivencia 17 II
2.4a Robbins, 2008 Perspectiva Neumonía 255 EL
2.4a Barichella, 2013 Perspectiva Estados nutricionales 208 EL
2.4a Cereda, 2014 Retrospectivo Síntomas no motores 6462 IV
2.4a Dios, 2016 Retrospectivo Neumonía y asfixia 194 II
2.4a Lee, 2016 Perspectiva Neumonía 66 IV
2.4a Molinero, 2009 Perspectiva Impacto de la disfagia en la EP 137 III

Los estudios se clasificaron según varios descriptores (p. ej., diseño del estudio, presencia o no de una prueba diagnóstica estándar de referencia, método de
muestreo, tamaño de la muestra, cegamiento, presencia de criterios de inclusión y exclusión claramente establecidos) de acuerdo con la Clasificación de
Esquemas de Evidencia de la Clínica. Manual de procesos de guías prácticas de la Academia Estadounidense de Neurología17. Cada estudio se calificó según su
riesgo de sesgo de Clase I a Clase IV (I corresponde a la calidad más alta y IV a la calidad más baja)
ekssEstudio de Deglución Electrokinesiológica;HONORARIOSEvaluación endoscópica con fibra óptica de la deglución;gestión de recursos humanosManometría de alta resolución;CLAVIJA
Gastrostomía endoscópica percutánea;PEFRTasa máxima del flujo de aire espiratorio;VFSSEstudio videofluoroscópico de la deglución;OestePrueba de deglución de agua

13
1342
concordancia con el estándar de oro VFSS (tasa de concordancia
kappa ponderada de 0,71).
• Inventario motor oral de Radboud para la enfermedad de Parkinson
(ROMP) [41]: un cuestionario desarrollado para evaluar tres
dominios principales: habla, deglución y control de la saliva. Esta
escala representa una herramienta válida para identificar
dificultades de deglución en la EP, aunque contiene un número
limitado de ítems.
• Prueba de tos portátil (HCT), una nueva herramienta para la
evaluación de la tos y la detección de disfagia en la EP. El HCT
puede identificar diferencias en el flujo de aire de la tos durante
tareas de tos voluntaria y refleja, y detectar personas con
disfagia en la EP con alta sensibilidad y especificidad (90,9% de
sensibilidad; 80,0% de especificidad)[47].
Aunque estas herramientas de detección parecen prometedoras
para un diagnóstico temprano de disfagia en pacientes con EP, no están
validadas transculturalmente. Por lo tanto, existe una necesidad
insatisfecha de traducir, adaptar y validar transculturalmente las
medidas de detección.
Cuadro 1. Recomendaciones sobre el cribado de la disfagia en la
EP
a. ¿Cuándo está indicado el cribado de disfagia en pacientes con
EP?
La declaración se basa en literatura básica que consta de Clase II [21],
III [23] y IV [20,24] estudios de nivel y opinión de expertos.
- Se recomienda la búsqueda de síntomas o signos que sean sospechosos
de la presencia de disfagia en la primera visita neurológica. Si se
detectan síntomas o signos, siempre se recomienda una prueba de
detección. Se recomiendan reevaluaciones en cada visita de seguimiento,
preferiblemente al menos una vez al año.
b. ¿Cuándo se debe sospechar disfagia en pacientes con EP? Las
declaraciones se basan en literatura básica que consta de Clase I [5,35],
III [28,33] y IV [27,29–31,34,36] estudios de nivel y opinión de
expertos.
- En presencia de al menos una de las condiciones enumeradas a continuación:
aumento del tiempo para comer (duración de la comida), tos después de tragar,
gorgoteo después de tragar, babeo, asfixia, alteración de la respiración,
pérdida de peso involuntaria, dificultad para tragar pastillas, sensación de
retención de alimentos, episodio(s) de neumonía.
- En pacientes que respondan 'sí' a cualquiera de las siguientes preguntas: "¿ha
experimentado alguna dificultad para tragar alimentos o bebidas?"
"¿Alguna vez te has sentido ahogado con la comida?"
Comentario:El riesgo de disfagia aumenta con el número de
síntomas o signos observados, edad y progresión de la enfermedad.
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
C. ¿Qué herramientas clínicas se deben utilizar para detectar disfagia en
pacientes con EP?
Las declaraciones se basan en literatura básica que consta de Clase III [38,
43] y IV [36,37,39,41,42,44–46] estudios de nivel y opinión de
expertos.
- El cuestionario sobre alteraciones de la deglución (SDQ) representa la prueba
autoinformada por el paciente más adecuada para detectar trastornos de la
deglución en la EP.
- La prueba MDT-PD, SCAS-PD y ROMP también pueden considerarse herramientas
válidas basadas en cuestionarios para la detección de disfagia en la EP.
- Los resultados positivos en una prueba de detección imponen una mayor
investigación con pruebas diagnósticas para confirmar la presencia de disfagia y
evaluar su gravedad.
Comentario:También es necesaria una evaluación exhaustiva del historial médico para
completar la evaluación de cribado de disfagia en la EP.
Diagnóstico de disfagia en la EP
El examen clínico de deglución tiene una mayor sensibilidad para
identificar anomalías de la deglución en comparación con los
cuestionarios de detección.6,24]. Por tanto, está indicado en todos
los pacientes con un resultado positivo en la prueba de detección. El
examen clínico de deglución lo realiza preferiblemente un logopeda
e incluye una entrevista al paciente/cuidador, evaluación de las
capacidades cognitivas y comunicativas, evaluación motora oral y
pruebas de deglución. Para aquellos centros que no cuentan con un
fonoaudiólogo con experiencia en la evaluación de la disfagia
neurogénica, se debe establecer una vía de derivación.
La prueba de deglución de agua (WST) se encuentra entre las
herramientas más comunes utilizadas durante el examen clínico de
deglución debido a su rapidez y facilidad de uso. El WST puede
detectar disfagia temprana en la EP [48] e identificar sujetos en
riesgo de aspiración [49]. Sin embargo, puede subestimar la
incidencia de disfagia orofaríngea, ya que su precisión diagnóstica
depende de la preservación del reflejo de la tos y de la sensibilidad
faringolaríngea. Por lo tanto, la combinación de la WST con pruebas
clínicas que evalúan la función de la tos voluntaria y/o refleja
aumenta el valor predictivo positivo y negativo de la evaluación
clínica de la deglución.50,51].
Además de lo anterior, la prueba de tos puede ser útil para
evaluar la gravedad de la disfagia y el riesgo de aspiración.27,
52]. En particular, en comparación con la prueba de tos
voluntaria, la prueba de tos refleja puede ser más sensible para
distinguir entre pacientes con EP con disfagia leve (PAS 3-5) o
severa (PAS 6-8), así como entre pacientes con penetración
superior (PAS 2–3) o por debajo (PAS 4–8) del nivel de las
cuerdas vocales [27].
Dos estudios han demostrado que la reducción de la presión y la motilidad
de la lengua se encuentran entre otros posibles indicadores de disfagia
temprana en la EP.42,53].
Varias investigaciones instrumentales detectan anomalías en
la deglución con mayor sensibilidad que el examen clínico de la
deglución. Anormalidades en la deglución
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
Se han observado en casi todos los pacientes utilizando diferentes
técnicas de diagnóstico, incluso en las primeras etapas de la
enfermedad en estudios realizados por diferentes grupos.23,24,54–
59]. No existe consenso sobre si estas investigaciones deben
realizarse en todos los pacientes con EP independientemente de la
presencia de signos y síntomas asociados con la disfagia. Este
representó uno de los principales temas de debate durante la MCC.
Por un lado, al considerar que la aspiración silenciosa puede pasar
desapercibida mediante la evaluación clínica y puede estar presente
incluso en las primeras etapas de la enfermedad, parece razonable
aplicar investigaciones instrumentales también en sujetos con una
deglución clínicamente segura y funcional.5,20,58]. Por otro lado,
parece importante considerar que algunas investigaciones
diagnósticas instrumentales para la disfagia no están ampliamente
disponibles. Por lo tanto, la opinión predominante fue considerar
obligatoria dicha evaluación sólo en pacientes con signos clínicos de
disfagia (ver declaración a continuación).
Varios estudios han evaluado el papel de diferentes métodos de
investigación en el diagnóstico de disfagia en la EP. VFSS y FEES
deben usarse como un primer enfoque, ya que permiten la
detección de aspiración, penetración y residuos con alta
sensibilidad y especificidad similares.60]. VFSS revela directamente
penetración/aspiración [61–63], proporcionando también
información útil cuando la fase oral y/o esofágica está alterada [64–
68]. FEES garantiza una evaluación adecuada de la fase faríngea de
la deglución y la detección de fenómenos de penetración/
aspiración, tanto directamente (antes o después de la deglución, es
decir, en caso de derrame prematuro y residuos, respectivamente)
como indirectamente [5,31,69–71]. FEES tiene la ventaja sobre VFSS
de ser más fácil de realizar, incluso al lado de la cama del paciente,
y permite probar la deglución de alimentos reales y evaluar el
manejo de las secreciones. Además, como FEES no requiere el uso
de radiación, puede repetirse incluso en intervalos de tiempo
cortos, lo que permite realizar seguimientos precisos.
La gammagrafía orofaringoesofágica (OPES) es una herramienta
útil para la detección temprana de la disfagia.72], pero su papel
diagnóstico en la EP aún no se ha determinado ya que sólo se ha
realizado un estudio en esta población de pacientes [73]. Aunque
sólo se dispone de evidencia preliminar, la evaluación de la
deglución con manometría de alta resolución (HRM) representa otra
herramienta de diagnóstico interesante, capaz de mostrar cambios
sutiles en la deglución en las primeras etapas de la EP, incluso en
ausencia de cambios en la deglución en VFSS.57,74].
El estudio de deglución electrokinesiológica (EKSS) representa una
herramienta de diagnóstico útil adicional para explorar los mecanismos
fisiopatológicos de la disfagia orofaríngea y proporcionar pistas para la
selección del tratamiento.56,75–77]. Por ejemplo, la electromiografía del
músculo cricofaríngeo (es decir, el componente principal del esfínter
esofágico superior, UES) ayuda a aclarar si la falla en la apertura del UES
durante la fase faríngea de la deglución se debe a una hiperactividad
persistente del esfínter o a una elevación reducida del músculo
cricofaríngeo (es decir, el componente principal del esfínter esofágico
superior, EES). estructuras laríngeas
1343
[78,79]. En el primer caso, la inyección de toxina botulínica en el
músculo cricofaríngeo puede ser beneficiosa.78,79]. Sin embargo,
muy pocos centros utilizan la electromiografía UES de forma
rutinaria, por lo que este examen no puede considerarse
actualmente como una prueba estándar para la disfagia.
En presencia de síntomas esofágicos (p. ej., disfagia para
alimentos sólidos, regurgitación, adherencia de alimentos después
de comer), siempre se deben realizar exámenes
gastroenterológicos, incluidas manometría esofágica, endoscopia
gastrointestinal superior, pruebas relacionadas con el ácido y el
reflujo, y/o exámenes radiológicos como el trago de bario.
deglución) y/o cuando las evaluaciones orofaríngeas detectan
hallazgos que sugieren déficits estructurales o funcionales en el
esófago, incluido un divertículo de Zenker, una neoplasia o una
disfunción de la motilidad esofágica [58,80]. En los últimos años, la
HRM faringoesofágica ha proporcionado información útil sobre el
proceso de deglución al permitir la detección de la dismotilidad
esofágica, con particular interés en los esfínteres esofágicos
superior e inferior.81,82]. Los estudios de manometría, a menudo
en combinación con VFSS o FEES, han demostrado que la disfagia
en la EP se asocia con una alta prevalencia de alteraciones de la
motilidad esofágica.57,80,83, 84]. Sin embargo, aún no se ha
aclarado el impacto de estas alteraciones en la deglución y su papel
a la hora de influir en el tratamiento clínico de la disfagia.58].
Los médicos deben tener en cuenta que los resultados de las
investigaciones clínicas e instrumentales de la deglución pueden no ser
del todo representativos del comportamiento del paciente en materia de
alimentación y bebida en la vida real. Variables como distracciones,
consistencias específicas y tamaño del bolo, medicamentos,
fluctuaciones motoras y discinesias pueden afectar los resultados de las
pruebas.85,86]. Por lo tanto, es importante observar a los pacientes en
sus hábitos habituales de alimentación y bebida o, alternativamente,
recopilar esta información en la historia clínica o mediante cuestionarios.
87]. El efecto terapéutico de los fármacos antiparkinsonianos sobre la
función de la deglución es muy variable y puede afectar los resultados
de las investigaciones de la deglución. Aunque los medicamentos
dopaminérgicos pueden mejorar la disfagia en algunos pacientes, en
otros no mostraron ningún efecto o afectaron negativamente la función
de deglución, dependiendo también del estadio de la enfermedad.88–90
]. De manera similar, los estudios que prueban el efecto de la
estimulación cerebral profunda (ECP) sobre la función de deglución han
arrojado resultados contradictorios, mostrando efectos beneficiosos,
ausentes o perjudiciales.91].
Una vez que se proporciona el diagnóstico de disfagia, se deben
llevar a cabo métodos estandarizados para evaluar la gravedad de
la deglución para guiar la mejor estrategia de tratamiento y para la
evaluación pronóstica. La mayoría de los estudios realizados en
pacientes con EP han adoptado la Escala de Penetración-Aspiración
(PAS) [noventa y dos]. Algunos estudios han utilizado otras escalas
validadas como la Dysphagia Outcome and Severity Scale (DOSS) [
93], y la Escala de Ingesta Oral Funcional (FOIS) [94].
13
1344
Cuadro 2. Recomendaciones sobre el diagnóstico de disfagia
a. ¿Qué herramientas clínicas se deben utilizar para detectar la presencia de
disfagia?¿a?
Las declaraciones se basan en literatura básica que consta de Clase II [49,
50], III [6,95] y IV [24,27,42,48,50–53,85,96,97] estudios de nivel
y opinión de expertos.
- Los pacientes con EP con un resultado positivo de disfagia deben
someterse a un examen clínico de deglución en profundidad realizado
por un logopeda con formación especial en trastornos de la deglución.
Si no hay disponible en el lugar un terapeuta del habla y lenguaje con
experiencia en la evaluación de la disfagia neurogénica, se debe
establecer una vía de derivación.
- El examen clínico de la deglución debe incluir: 1) un examen exhaustivo
de los nervios craneales; 2) la evaluación de las degluciones secas; 3)
pruebas de tos por orden y/o reflexivas; 4) la evaluación de la deglución
de diversas consistencias de alimentos y líquidos; y 5) la detección de
posibles signos o síntomas de reducción de la eficiencia y seguridad de
la deglución. La evaluación de la cognición y el habla siempre debe
realizarse junto con el examen clínico de deglución.
- En pacientes con EP con fluctuaciones motoras, el examen de deglución
debe realizarse durante una fase ON. En presencia de discinesias cervico-
craneales, la evaluación clínica debe realizarse preferentemente durante
ambas fases (ON u OFF) para identificar el momento más seguro para que
el paciente coma o beba. El examen clínico no debe realizarse durante los
períodos de exacerbación de las discinesias cervico-craneales que
interfieren con la capacidad de alimentación.
- La observación de las comidas, valorando un mayor número de actos de deglución e
incluyendo información sobre la dependencia alimentaria y la duración de las comidas,
puede proporcionar información valiosa sobre la función de la deglución. Sin embargo,
esto a menudo no es factible en el ámbito ambulatorio. En estos casos, recomendamos
recopilar información sobre patrones y experiencias típicas de alimentación/bebida
mediante historia clínica o cuestionarios.
- Los pacientes con implantes DBS deben ser evaluados en una fase de medicación
activada con el estimulador activado. En caso de una fuerte sospecha de efectos
perjudiciales de la estimulación cerebral profunda en la deglución, se debe
evaluar al paciente en ambas condiciones: con el estimulador encendido y con el
estimulador apagado. La evaluación en ambas condiciones debe realizarse
después de un intervalo de tiempo adecuado (generalmente varias horas) para
permitir que se manifieste toda la gama de características motoras y no
motoras. También se deben probar diferentes combinaciones de DBS/estados
de medicación en pacientes seleccionados en los que se sospechen
interacciones perjudiciales entre diferentes DBS y estados de medicación.
b.¿Qué investigaciones instrumentales se deben utilizar para detectar la
presencia de disfagia??
Las declaraciones se basan en literatura básica que consta de Clase I [5,98],
II [62], III [23,55,61,74,75] y IV [20,31,56–59,63–69,73, 76,77,80,
82–84,99–105] estudios de nivel y opinión de expertos.
- Cuando la evaluación clínica sugiera la presencia de disfagia, los
pacientes deben someterse a una investigación instrumental para la
evaluación de la deglución.
Dependiendo de la disponibilidad local y de las ventajas específicas de cada uno
método, se recomiendan FEES o VFSS como herramientas de diagnóstico
de primera línea.
- Ante la sospecha de trastornos esofágicos, los pacientes deben ser remitidos para
investigaciones adicionales como endoscopia gastrointestinal superior, trago de bario,
manometría esofágica y/o pruebas relacionadas con el ácido y el reflujo.
- Si se sospecha una alteración de la motilidad del esfínter esofágico
superior según la FEES o la VFSS, se debe considerar la manometría
faringoesofágica (posiblemente con la modalidad de alta resolución)
y/o el examen electromiográfico del músculo cricofaríngeo.
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
- La evaluación electrofisiológica de la deglución orofaríngea podría
proporcionar más información sobre las bases fisiopatológicas de la
disfagia en la EP y dar pistas útiles para el tratamiento.
C.¿Cómo se debe evaluar la gravedad de la disfagia?
En la literatura no existen escalas validadas específicas para la EP para calificar
gravedad de la disfagia. Por lo tanto, la siguiente declaración se basa enteramente en
la opinión de expertos.
- Existen varias escalas para calificar la gravedad de la disfagia
neurogénica. Los más utilizados y disponibles en varios idiomas son
PAS, FOIS y DOSS. PAS se basa en datos de imágenes, FOIS en
evaluación clínica, DOSS en parámetros clínicos e instrumentales.
Relevancia de la disfagia para la calidad de vida de
los pacientes con EP
La disfagia afecta negativamente la calidad de vida en la EP. La
progresión de las dificultades para tragar puede causar asfixia, tos o
problemas respiratorios durante la comida y, a menudo, conduce a
restricciones dietéticas y una duración prolongada de las comidas. En
conjunto, estos cambios tienen una carga psicosocial importante para
los pacientes con EP porque pueden desalentar o perjudicar las
actividades y relaciones sociales.106–109]. Los problemas de deglución
influyen negativamente en el bienestar, la confianza en uno mismo y la
integración social [108], lo que a su vez resulta en frustración y
aislamiento. De hecho, la depresión se asocia frecuentemente con una
calidad de vida reducida en pacientes con EP con trastornos de la
deglución.107,110–112].
Además, la dificultad para tomar la terapia antiparkinsoniana oral
con el consiguiente empeoramiento de los síntomas motores y no
motores es otro problema que frecuentemente afecta la calidad de vida
del paciente.113].
En las últimas etapas de la enfermedad, debido a la disfagia severa,
la colocación de PEG se vuelve obligatoria cuando se necesita
alimentación enteral a mediano/largo plazo para prevenir la
desnutrición, la pérdida de peso y la aspiración. Este procedimiento
intervencionista a menudo no es bien aceptado por los pacientes y sus
cuidadores y, por lo tanto, puede tener un impacto negativo adicional en
la calidad de vida.108, 114].
Aunque no es específico para la EP, el Swallowing Quality of
Life (SWAL-QOL) es el cuestionario más utilizado para evaluar el
impacto de la disfagia en la calidad de vida de los pacientes con
EP, tanto en la literatura como en la práctica clínica.107, 109,
115]. SWAL-QOL [116] evalúa diferentes aspectos de la función
de deglución que experimenta el paciente (es decir, selección
de alimentos, funcionamiento social, miedo, duración de la
comida, deseo de comer, comunicación) con un período de
recuerdo de 1 mes. El cuestionario está disponible y validado en
varios idiomas.
El Cuestionario sobre la enfermedad de Parkinson de 39 ítems
(PDQ-39) y el Cuestionario abreviado sobre la enfermedad de Parkinson
de 8 ítems (PDQ-8) también se utilizan en la EP para evaluar el impacto
psicosocial de la disfagia en la calidad de vida, pero no son específicos
para la deglución. perturbaciones [117].
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
Un número limitado de estudios ha investigado la relación entre
la gravedad de la disfagia y el impacto en la calidad de vida.106,112,
115,118,119]. La gravedad de la disfagia afecta significativamente la
calidad de vida y la progresión de la enfermedad.12,13, 120],
aunque esta relación no es lineal. En el estudio de Leow et al. [106],
el deterioro de la calidad de vida fue proporcional a la progresión
de la disfagia, y los sujetos que requirieron modificaciones en la
dieta presentaron puntuaciones SWAL-QOL significativamente
reducidas.
Cuadro 3. Recomendaciones sobre la relevancia de la disfagia para la calidad de
vida en la EP
a. ¿Cuál es el impacto de la disfagia en la calidad de vida de los pacientes con EP? Las
declaraciones se basan en literatura básica que consta de Clase I [12],
II [13,107], III [106,108,112] y IV [109,111,113,115,117, 118]
estudios de nivel y opinión de expertos.
- La disfagia afecta la calidad de vida de los pacientes con EP.
- La gravedad de la disfagia parece correlacionarse con una peor calidad de vida.
- Los tres dominios principales de la calidad de vida afectados por la disfagia en pacientes
con EP son:
- pérdida del aspecto social de la alimentación;
- pérdida de autonomía personal;
- dificultades para tomar la terapia oral.
b. ¿Cómo se debe evaluar clínicamente la calidad de vida relacionada con la disfagia en
pacientes con EP?
Las declaraciones se basan en literatura básica que consta de Clase II [107],
III [106] y IV [109,115–117] estudios de nivel y opinión de expertos.
- En ausencia de escalas validadas de calidad de vida relacionadas con la disfagia para
la EP, se puede utilizar la escala SWAL-QOL para este propósito.
PDQ39 es una escala validada para la calidad de vida en la EP y se puede utilizar para
evaluar indirectamente el impacto de la disfagia en la EP.
- Se deben considerar las capacidades cognitivas de los pacientes al utilizar cuestionarios
para evaluar la calidad de vida.
Valor pronóstico de la disfagia y factores pronósticos de
la disfagia en la EP
En este párrafo, nos centramos en el impacto de la disfagia en las
comorbilidades y la esperanza de vida de los sujetos con EP, y en los
factores asociados con la gravedad de la disfagia.
La incidencia de neumonía por aspiración es más de tres veces
mayor en sujetos con EP que en controles de la misma edad.12], y
los pacientes con disfagia tienen más probabilidades de morir de
neumonía que aquellos con deglución normal [121]. La presencia
de comorbilidades (p. ej., enfermedades respiratorias y
cardiovasculares crónicas, enfermedad cerebrovascular,
enfermedad renal o hepática crónica) y un menor nivel de
cumplimiento de la alimentación enteral en pacientes con EP con
disfagia grave aumenta el riesgo de neumonía y asfixia.122]. La
pérdida de peso es más frecuente en pacientes con EP con
problemas alimentarios [113], y el riesgo de desnutrición parece
depender de síntomas disautonómicos, incluida la disfagia [9].
1345
La supervivencia después del inicio de la disfagia es pobre en la
EP [120]. Además, la gravedad de la disfagia representa el factor
pronóstico más importante para la aparición de muerte en las
últimas etapas de la enfermedad. [13,14] La neumonía representa
la causa más común de muerte en la EP [123,124]. La aspiración de
alimentos sólidos, líquidos, saliva o contenido gástrico representa la
principal causa de neumonía en esta población de pacientes.11] y
se asocia significativamente con la supervivencia desde el
diagnóstico [125].
En cuanto a los factores que pueden estar asociados con la
gravedad de la disfagia, la progresión de la enfermedad se asocia
con dificultades para tragar más graves. [6,41,126] Además, una
respuesta alterada a la tos tiene un impacto negativo en la
gravedad de la disfagia [52]. Esto concuerda con la idea de que la
integridad de la sensibilidad faríngea-laríngea y la eficiencia de la
tos influyen en el riesgo de neumonía por aspiración, ya que la tos
refleja y voluntaria son mecanismos importantes de protección de
las vías respiratorias durante la deglución.27,127]. La asociación
entre neumonía y higiene bucal reducida está bien documentada.
128,129]. Sin embargo, no encontramos ninguna evidencia
específica sobre el valor pronóstico de una higiene bucal reducida
sobre la disfagia y/o el resultado de la EP. Sin embargo, es posible
que una mala higiene bucal pueda tener un impacto negativo en los
pacientes disfágicos con EP. Finalmente, en la EP se ha demostrado
una relación entre el deterioro cognitivo, la gravedad de la disfagia
y el riesgo de neumonía por aspiración.6,130].
Cuadro 4.Recomendaciones sobre el valor pronóstico de la disfagia en
la EP
a. ¿Influye la disfagia en el pronóstico de la EP? Las declaraciones
se basan en literatura básica que consta de Clase I [12,14,
126], II [13,120–122,124], y III[125,131] y IV [113,130, 132] estudios
de nivel y opinión de expertos.
La presencia de disfagia influye negativamente en el pronóstico de
pacientes con EP.
La presencia de disfagia, y más concretamente, anterógrada.
La aspiración en los pulmones está fuertemente correlacionada con un mayor
riesgo de asfixia y neumonía por aspiración.
El cuidado bucal deficiente, la carga de comorbilidades y el deterioro cognitivo son
posiblemente asociado a un peor pronóstico en pacientes con EP disfágica.
b.¿Qué factores o condiciones asociadas pueden influir en el pronóstico
de la disfagia en la EP?
La larga duración y la mayor gravedad de la EP tienen un impacto negativo en
la función de deglución.
Una respuesta alterada a la tos tiene un impacto negativo en la disfagia
gravedad.
Limitaciones del estudio
Vale la pena mencionar algunas limitaciones del presente trabajo. El
primero se refiere al reclutamiento de los participantes, que, a falta
de una metodología de selección estrictamente codificada, se basó
en consideraciones prácticas y en su aceptación voluntaria de
nuestra invitación. Este enfoque llevó
13
1346
a la formación de un grupo de expertos con una representación
predominante de neurólogos en comparación con otros especialistas, y
una prevalencia de especialistas italianos en comparación con
especialistas de otros países. Por lo tanto, es posible que las
declaraciones elaboradas por este grupo de panel no reflejen
completamente el punto de vista de las comunidades médicas y
científicas internacionales en general. Vale la pena señalar, sin embargo,
que implementamos varias medidas para involucrar a la mayor cantidad
posible de expertos en el campo y que, una vez que se creó el panel
basado en la membresía voluntaria, el proceso de decisión estuvo
respaldado por una revisión exhaustiva de los datos disponibles. de la
literatura. Este enfoque parecía el mejor compromiso entre dedicar más
tiempo a tratar de incluir un grupo más grande de expertos y la
necesidad de lograr este consenso en un plazo aceptable para brindar
orientación oportuna a los médicos sobre un tema crítico en el
tratamiento de los pacientes con EP. Otro defecto de nuestras
declaraciones de consenso es que los pacientes con EP, sus cuidadores o
representantes no participaron en el proceso. De hecho, su contribución
habría sido ciertamente relevante, especialmente en lo que respecta al
tema de la calidad de vida.
Necesidades insatisfechas, áreas para futuras investigaciones
Este proceso de consenso identificó varias áreas críticas para el
diagnóstico oportuno y correcto de la disfagia en la EP que el panel de
expertos no pudo abordar adecuadamente debido a la falta de evidencia
confiable. Los estudios futuros deben centrarse en la confiabilidad de los
métodos clínicos para detectar y evaluar la disfagia en la EP y deberían
definir mejor las condiciones en las que se requieren investigaciones
instrumentales. Otras áreas que merecen atención son el desarrollo de
escalas integrales (clínicas e instrumentales) validadas para calificar la
gravedad de la disfagia en la EP, y de herramientas específicas de la EP
para evaluar el impacto de la disfagia en la calidad de vida.
En particular, hubo acuerdo entre los participantes del consenso en
que las investigaciones futuras deberían tener como objetivo abordar las
siguientes preguntas adicionales:
1) ¿Cuáles son los elementos fisiopatológicos de la disfagia
en la EP y sus correlatos neurofisiológicos en términos
de deterioro sensorial y motor orofaríngeo?
2) ¿Cuál es el papel que juega la dismotilidad esofágica en la
EP?
3) ¿De qué manera la desnutrición y la deshidratación en la EP afectan la
gravedad de la disfagia y el riesgo de complicaciones?
4) ¿La inserción de PEG cambia el pronóstico y la calidad de vida de
los pacientes con disfagia grave?
5) ¿Existen biomarcadores útiles para la detección temprana de la
disfagia relacionada con la EP, por ejemplo, niveles de sustancia P
en la saliva?133]
6) ¿Cómo debemos elegir el mejor momento para la evaluación clínica e
instrumental en relación con las fluctuaciones motoras?
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
ción de pacientes en situaciones específicas (discinesias graves,
ECP, etc.)?
7) ¿Los elementos biomecánicos o fisiopatológicos de la disfagia en
la EP se ven afectados por diferentes estrategias de
tratamiento antiparkinsoniano o diferentes complicaciones?
Apéndice 1. Preguntas de investigación basadas
en PICO
Participantes/población
Pacientes con enfermedad de Parkinson.
Intervención(es), exposición(es)
Preguntas sobre cribado y diagnóstico: presencia y
ausencia de disfagia orofaríngea, y cualquier prueba
diagnóstica o de cribado.
Preguntas sobre pronóstico: disfagia orofaríngea según
exposiciones.
Pregunta sobre tratamiento: cualquier tratamiento de la disfagia
orofaríngea.
Comparador(es)/control
No aplica.
Resultado(s) principal(es)
El resultado principal de la revisión sistemática es recopilar
evidencia sobre: (1) enfoque de detección de la disfagia
orofaríngea en la EP; (2) definición de los criterios diagnósticos de
disfagia orofaríngea en la EP; (3) definición del valor pronóstico de
la disfagia orofaríngea en la calidad de vida y el resultado de la EP.
Dicha evidencia informará las declaraciones de una Conferencia de
Consenso Multinacional para brindar orientación a los médicos sobre los
temas enumerados anteriormente.
Apéndice 2. Estrategia de búsqueda en MEDLINE
("trastornos de la deglución"[MeSH] O ("trastorno de la deglución"[Todos
los campos] O "trastornos de la deglución"[Todos los campos] O
"trastornos de la deglución"[Todos los campos] O "trastorno de la
deglución"[Todos los campos] O ("trastornos de la deglución" "[Términos
MeSH] O ("deglución"[Todos los campos] Y "trastornos"[Todos los
campos]) O "trastornos de deglución"[Todos los campos] O
"disfagia"[Todos los campos]))).
Y
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352 1347

("Enfermedad de Parkinson"[Malla] O ("Enfermedad de Parkinson"[Todos metanálisis. Trastorno relacionado con el parkinsonismo 18:311–315.https://
doi.org/10.1016/j.parkreldis.2011.11.006
los campos] O "Enfermedad de Parkinson"[Todos los campos] O
8. Sapir S, Ramig L, Fox C (2008) Trastornos del habla y la deglución en la
Parkinson[Todos los campos])).
enfermedad de Parkinson. Curr Opin Cirugía de cabeza y cuello en
otolaringol 16:205–210.https://doi.org/10.1097/MOO.0b013e3282febd3a
9. Barichella M, Cereda E, Madio C et al (2013) Riesgo nutricional y síntomas
Información suplementariaLa versión en línea contiene material de diseconomía gastrointestinal en pacientes ambulatorios con
adicional disponible enhttps://doi.org/10.1007/s00415-021-10739-8. enfermedad de Parkinson hospitalizados de forma programada. Br J
Nutr 110:347–353.https://doi.org/10.1017/S0007114512004941
10. Martinez-Ramirez D, Almeida L, Giugni JC et al (2015) Tasa de
Contribución del autorTodos los autores hicieron una contribución intelectual a
neumonía por aspiración en pacientes hospitalizados con
través de una discusión en una reunión de consenso y aprobaron el manuscrito.
enfermedad de Parkinson: un estudio transversal. BMC Neurol
Redacción del artículo: GC, MA (estos autores contribuyeron igualmente a este
15:104.https://doi.org/10.1186/s12883-015-0362-9
artículo). Supervisión del estudio: EA, CM, AS, CT. Contenido intelectual: todos los
11. Fujioka S, Fukae J, Ogura H et al (2016) Estudio hospitalario sobre el
autores.
ingreso de emergencia de pacientes con enfermedad de Parkinson.
eNeurologicalSci 4:19–21.https://doi.org/10.1016/j.ensci.2016. 04.007
FondosFinanciamiento de acceso abierto proporcionado por la Universidad de
Pavía dentro del Acuerdo CRUI-CARE. La conferencia de consenso fue
12. Akbar U, Dham B, He Y et al (2015) Tendencias de incidencia y mortalidad de la
financiada por la Fundación IRCCS Mondino, Pavía, Italia.
neumonía por aspiración en la enfermedad de Parkinson en los Estados
Unidos, 1979-2010. Trastorno relacionado con el parque 21:1082–1086.
Declaraciones https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2015.06.020
13. Cilia R, Cereda E, Klersy C et al (2015) Enfermedad de Parkinson más
de 20 años. J Neurol Neurosurg Psychiatry 86:849–855. https://
Conflictos de interésLos autores no informan ninguna divulgación relevante para el
doi.org/10.1136/jnnp-2014-308786
manuscrito.
14. Fabbri M, Coelho M, Abreu D et al (2019) La disfagia predice un mal resultado
en la enfermedad de Parkinson en etapa tardía. Trastorno relacionado con el
Acceso abiertoEste artículo tiene una licencia internacional Creative
parque 64:73–81.https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2019.02.043
Commons Attribution 4.0, que permite su uso, intercambio, adaptación,
15. Instituto de Medicina (EE.UU.) (1992) Comité de Guías de Práctica
distribución y reproducción en cualquier medio o formato, siempre y cuando
Clínica. Directrices para la práctica clínica: del desarrollo al uso.
se dé el crédito apropiado a los autores originales y a la fuente, se
Campo MJ, Lohr KN, editores. Washington (DC): Prensa de las
proporcione una enlace a la licencia Creative Commons e indique si se
Academias Nacionales (EE. UU.). PMID: 25121254
realizaron cambios. Las imágenes u otro material de terceros en este artículo
16. Nair R, Aggarwal R, Khanna D (2011) Métodos de consenso
están incluidos en la licencia Creative Commons del artículo, a menos que se
formal en criterios de clasificación/diagnóstico y desarrollo de
indique lo contrario en una línea de crédito al material. Si el material no está
directrices. Semin Artritis Reum 41:95–105.https://doi. org/
incluido en la licencia Creative Commons del artículo y su uso previsto no está
10.1016/j.semarthrit.2010.12.001
permitido por la normativa legal o excede el uso permitido, deberá obtener
17. Candiani G., Colombo C. et al (2009) Cómo organizar una
permiso directamente del titular de los derechos de autor. Para ver una copia
conferencia de consenso. Manual metodológico, Roma,
de esta licencia, visitehttp://creativecommons.org/licenses/by/4.0/.
ISS-SNLG.
18. AAN (Academia Estadounidense de Neurología) (2011) Manual de
procesos de guías de práctica clínica. MN: Academia Estadounidense de
Neurología. Ed. San Pablo
Referencias 19. Moher D, Shamseer L, Clarke M et al (2016) Elementos de informes
preferidos para revisión sistemática y protocolos de metanálisis
(PRISMA-P) Declaración de 2015. Rev Esp Nutr Humana y Dieta.
1. Elbaz A, Carcaillon L, Kab S, Moisan F (2016) Epidemiología de la
https://doi.org/10.1186/2046-4053-4-1
enfermedad de Parkinson. Rev Neurol (París) 172:14–26.https://
20. Monteiro L, Souza-Machado A, Pinho P et al (2014) Deterioro de la
doi. org/10.1016/j.neurol.2015.09.012
deglución y disfunción pulmonar en la enfermedad de Parkinson:
2. Armstrong MJ, Okun MS (2020) Diagnóstico y tratamiento de la
las amenazas silenciosas. J Neurol Sci 339:149–152.https://doi.org/
enfermedad de Parkinson. JAMA 323:548.https://doi.org/10.1001/jama.
10.1016/j.jns.2014.02.004
2019.22360
21. Hartelius L, Svensson P (1994) Síntomas del habla y la deglución
3. Jankovic J (2008) Enfermedad de Parkinson: características clínicas y
asociados con la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple:
diagnóstico. J Neurol Neurosurg Psychiatry 79:368–376.https://doi. org/
una encuesta. Folia Phoniatr Logop 46:9–17.https://doi.org/10.
10.1136/jnnp.2007.131045
1159/000266286
4. Postuma RB, Berg D, Stern M et al (2015) Criterios de diagnóstico clínico de
22. Takizawa C, Gemmell E, Kenworthy J, Speyer R (2016) Una revisión
MDS para la enfermedad de Parkinson. Desorden de movimiento 30:1591–
sistemática de la prevalencia de disfagia orofaríngea en accidentes
1601. https://doi.org/10.1002/mds.26424
cerebrovasculares, enfermedad de Parkinson, enfermedad de
5. Pflug C, Bihler M, Emich K et al (2018) La disfagia crítica es común en la
Alzheimer, lesiones en la cabeza y neumonía. Disfagia 31:434–441.
enfermedad de Parkinson y ocurre incluso en las primeras etapas: un
https://doi.org/10.1007/s00455-016-9695-9
estudio de cohorte prospectivo. Disfagia 33:41–50.https://doi.org/
23. Ali G, Wallace K, Schwartz R et al (1996) Mecanismos de disfagia
10.1007/s00455-017-9831-1
oral-faríngea en pacientes con enfermedad de Parkinson.
6. Miller N, Allcock L, Hildreth AJ et al (2009) Problemas de deglución
Gastroenterología 110:383–392.https://doi.org/10.1053/gast.
en la enfermedad de Parkinson: frecuencia y correlatos clínicos. J
1996.v110.pm8566584
Neurol Neurosurg Psychiatry 80:1047–1049.https://doi.org/10.
24. Bird MR, Woodward MC, Gibson EM et al (1994) Trastornos de la
1136/jnnp.2008.157701
deglución asintomática en pacientes ancianos con enfermedad de
7. Kalf JG, de Swart BJM, Bloem BR, Munneke M (2012) Prevalencia
Parkinson: una descripción de los hallazgos en el examen clínico y
de disfagia orofaríngea en la enfermedad de Parkinson: a

13
1348
videofluoroscopia en dieciséis pacientes. Envejecimiento 23:251–254.
https://doi.org/10.1093/aging/23.3.251
25. Wallace KL, Middleton S, Cook IJ (2000) Desarrollo y validación
de un inventario de síntomas de autoinforme para evaluar la
gravedad de la disfagia orofaríngea. Gastroenterología
118:678–687.https://doi.org/10.1016/S0016-5085(00)70137-5
26. Roy N, Stemple J, Merrill RM, Thomas L (2007) Disfagia en los
ancianos: evidencia preliminar de prevalencia, factores de
riesgo y efectos socioemocionales. Ann Otol Rhinol Laryngol
116:858–865.https://doi.org/10.1177/000348940711601112
27. Troche MS, Schumann B, Brandimore AE et al (2016) La tos refleja y la
duración de la enfermedad como predictores de la disfunción de la
deglución en la enfermedad de Parkinson. Disfagia 31:757–764. https://
doi.org/10.1007/s00455-016-9734-6
28. Sampaio M, Argolo N, Melo A, Nóbrega AC (2014) La voz húmeda como
signo de penetración/aspiración en la enfermedad de Parkinson:
¿importa el material de prueba? Disfagia 29:610–615.https://doi. org/
10.1007/s00455-014-9552-7
29. Buhmann C, Bihler M, Emich K et al (2019) Deglución de píldoras en la
enfermedad de Parkinson: un estudio prospectivo basado en una
evaluación endoscópica flexible de la deglución. Trastorno relacionado
con el parque 62:51–56.https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2019.02.002
30. Nóbrega AC, Rodrigues B, Torres AC et al (2008) ¿El babeo es secundario
a un trastorno de la deglución en pacientes con enfermedad de
Parkinson? Trastorno relacionado con el parkinsonismo 14:243–245.
https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2007.08.003
31. Rodrigues B, Nóbrega AC, Sampaio M et al (2011) Aspiración silenciosa de
saliva en la enfermedad de Parkinson. Desorden de movimiento
26:138–141.https://doi.org/10.1002/mds.23301
32. van Wamelen DJ, Leta V, Johnson J et al (2020) Babeo en la
enfermedad de Parkinson: prevalencia y progresión del
estudio longitudinal internacional no motor. Disfagia 35:955–
961. https://doi.org/10.1007/s00455-020-10102-5
33. Claus I, Muhle P, Suttrup J et al (2020) Predictores de disfagia
faríngea en pacientes con enfermedad de Parkinson. J Parkinsons
Dis 10:1727–1735.https://doi.org/10.3233/JPD-202081
34. Potulska A, Friedman A, Królicki L, Spychala A (2003) Trastornos de la
deglución en la enfermedad de Parkinson. Trastorno relacionado con el
parkinsonismo 9:349–353.https://doi.org/10.1016/S1353-8020(03)
00045-2
35. Lam K, Kwai Yi Lam F, Kwong Lau K et al (2007) Pruebas clínicas simples
pueden predecir la disfagia orofaríngea grave en la enfermedad de
Parkinson. Desorden de movimiento 22:640–644.https://doi.org/
10.1002/mds.21362
36. Loureiro F, Caline A, Sampaio M et al (2013) Una puntuación de evaluación
clínica de la deglución (SCAS) para evaluar a pacientes ambulatorios con
enfermedad de Parkinson. Pan Am J Envejecimiento Res 1:16–19
37. Singer C, Weiner WJ, Sanchez-Ramos JR (1992) Disfunción
autonómica en hombres con enfermedad de Parkinson. Eur
Neurol 32:134-140.https://doi.org/10.1159/000116810
38. Manor Y, Giladi N, Cohen A et al (2007) Validación de un
cuestionario sobre alteraciones de la deglución para detectar
disfagia en pacientes con enfermedad de Parkinson. Mov Discord
22:1917-1921. https://doi.org/10.1002/mds.21625
39. Simons JA, Fietzek UM, Waldmann A et al (2014) Desarrollo y validación de
un nuevo cuestionario de detección para la disfagia en las primeras
etapas de la enfermedad de Parkinson. Trastorno relacionado con el
parkinsonismo 20:992–998.https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.
2014.06.008
40. Branco LL, Trentin S, Augustin Schwanke CH et al (2019) La puntuación de
evaluación clínica de la deglución en la enfermedad de Parkinson (SCAS-PD)
es una herramienta válida y de bajo costo para la evaluación de la disfagia:
un estudio comparativo de referencia. J Envejecimiento Res 2019:1–7. https://
doi.org/10.1155/2019/7984635
41. Kalf JG, Borm GF, De Swart BJ et al (2011) Reproducibilidad y validez de la
evaluación del habla, la deglución y la evaluación calificada por el paciente.
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
Control de la saliva en la enfermedad de Parkinson. Arch Phys Med
Rehabil 92:1152–1158.https://doi.org/10.1016/j.apmr.2011.02.011
42. Minagi Y, Ono T, Hori K et al (2018) Relaciones entre la disfagia y la
presión de la lengua durante la deglución en pacientes con
enfermedad de Parkinson. J Rehabilitación oral 45:459–466.https://
doi.org/10. 1111/jor.12626
43. Vogel AP, Rommel N, Sauer C et al (2017) Evaluación clínica de la disfagia
en la neurodegeneración (CADN): desarrollo, validez y confiabilidad de
una herramienta de cabecera para la evaluación de la disfagia. J Neurol
264:1107–1117.https://doi.org/10.1007/s00415-017-8499-7
44. Volonte' MA, Porta M, Comi G (2002) Evaluación clínica de la disfagia
en las primeras fases de la enfermedad de Parkinson. Neurol Sci
23: s121-s122.https://doi.org/10.1007/s100720200099
45. Belo LR, Gomes NAC, Coriolano MDGWDS et al (2014) La relación
entre el límite de disfagia y el volumen promedio por deglución en
pacientes con enfermedad de Parkinson. Disfagia 29:419–424.
https://doi.org/10.1007/s00455-013-9512-7
46. Buhmann C, Flügel T, Bihler M et al (2019) ¿Es la prueba de disfagia de
Munich-enfermedad de Parkinson (MDT-PD) una herramienta de detección
válida para pacientes con riesgo de aspiración? Trastorno relacionado con el
parkinsonismo 61:138–143.https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2018.10.031
47. Curtis JA, Troche MS (2020) Prueba de tos portátil: una nueva
herramienta para la evaluación de la tos y la detección de disfagia.
Disfagia 35:993–1000.https://doi.org/10.1007/s00455-020-10097-z
48. Kanna SV, Bhanu K (2014) Una prueba sencilla junto a la cama para evaluar la
disfunción de la deglución en la enfermedad de Parkinson. Ann Indian Acad
Neurol 17:62–65.https://doi.org/10.4103/0972-2327.128556
49. Miyazaki Y, Arakawa M, Kizu J (2002) Introducción de una prueba simple de
capacidad de deglución para la prevención de la neumonía por aspiración en
ancianos e investigación de los factores de los trastornos de la deglución.
Yakugaku Zasshi 122:97–105.https://doi.org/10.1248/yakushi. 122,97
50. Mari F, Matei M, Ceravolo MG et al (1997) Valor predictivo de los índices
clínicos en la detección de aspiración en pacientes con trastornos
neurológicos. J Neurol Neurosurg Psychiatry 63:456–460.https://
doi.org/10.1136/jnnp.63.4.456
51. Clarke CE, Gullaksen E, Macdonald S, Lowe F (2009) Criterios de derivación para
la evaluación de la terapia del habla y del lenguaje de la disfagia causada por
la enfermedad de Parkinson idiopática. Acta Neurol Scand 97:27–35.https://
doi.org/10.1111/j.1600-0404.1998.tb00605.x
52. Troche MS, Brandimore AE, Okun MS et al (2014) Disminución de la
sensibilidad a la tos y la aspiración en la enfermedad de Parkinson.
Cofre 146:1294–1299.https://doi.org/10.1378/chest.14-0066
53. Pitts LL, Morales S, Stierwalt JAG (2018) La presión lingual como indicador
clínico de la función de deglución en la enfermedad de Parkinson.
J Speech Lang Hear Res 61:257–265.https://doi.org/
10.1044/2017_JSLHR-S-17-0259
54. Coates C, Bakheit AMO (1997) Disfagia en la enfermedad de Parkinson.
Euro Neurol 38:49–52.https://doi.org/10.1159/000112902
55. Ertekin C, Tarlaci S, Aydogdu I et al (2002) Evaluación electrofisiológica de
la fase faríngea de la deglución en pacientes con enfermedad de
Parkinson. Desorden de movimiento 17:942–949.https://doi.org/10.
1002/mds.10240
56. Alfonsi E, Versino M, Merlo IM et al (2007) Patrones
electrofisiológicos de la deglución oral-faríngea en los síndromes
parkinsonianos. Neurología 68:583–589.https://doi.org/
10.1212/01.wnl. 0000254478.46278.67
57. Jones CA, Ciucci MR (2016) La evaluación de la deglución multimodal con
manometría de alta resolución revela cambios sutiles en la deglución
en la enfermedad de Parkinson en etapa temprana y media. J
Parkinsons Dis 6:197–208.https://doi.org/10.3233/JPD-150687
58. Suttrup I, Suttrup J, Suntrup-Krueger S et al (2017) Disfunción esofágica
en diferentes etapas de la enfermedad de Parkinson.
Neurogastroenterol Motil 29:1–7.https://doi.org/10.1111/nmo.12915
59. Ding X, Gao J, Xie C et al (2018) Prevalencia y correlación clínica de la
disfagia en la enfermedad de Parkinson: un estudio sobre chinos
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
pacientes. Eur J Clin Nutr 72:82–86.https://doi.org/10.1038/ejcn.
2017.100
60. Giraldo-Cadavid LF, Leal-Leaño LR, Leon-Basantes GA et al (2017)
Precisión de las evaluaciones endoscópicas y videofluoroscópicas
de la deglución para la disfagia orofaríngea. Laringoscopio
127:2002–2010.https://doi.org/10.1002/lary.26419
61. Stroudley J, Walsh M (1991) Evaluación radiológica de la disfagia en
la enfermedad de Parkinson. Hno. J Radiol 64:890–893.https://doi.
org/10.1259/0007-1285-64-766-890
62. Tomita S, Oeda T, Umemura A et al (2018) Escala de estudio de deglución
videofluoroscópica para predecir la neumonía por aspiración en la
enfermedad de Parkinson. PLoS One 13:1–14.https://doi.org/10.1371/
journal.pone.0197608
63. Gaeckle M, Domahs F, Kartmann A et al (2019) Predictores de
penetración-aspiración en pacientes con enfermedad de
Parkinson con disfagia: un análisis retrospectivo. Ann Otol Rhinol
Laryngol 128:728–735.https://doi.org/10.1177/0003489419841398
64. Nagaya M, Kachi T, Yamada T, Igata A (1998) Estudio
videofluorográfico de la deglución en la enfermedad de Parkinson.
Disfagia 13:95–100.https://doi.org/10.1007/PL00009562
65. Argolo N, Sampaio M, Pinho P et al (2015) Trastornos de la deglución en
la enfermedad de Parkinson: impacto del bombeo lingual. En t
J Lang Commun Disord 50:659–664.https://doi.org/10.1111/
1460-6984.12158
66. Argolo N, Sampaio M, Pinho P et al (2015) Predictores
videofluoroscópicos de penetración-aspiración en pacientes con
enfermedad de Parkinson. Disfagia 30:751–758.https://doi.org/
10.1007/s00455-015-9653-y
67. Wakasugi Y, Yamamoto T, Oda C et al (2017) Efecto de una etapa oral alterada
en la deglución en pacientes con enfermedad de Parkinson. J Rehabilitación
oral 44:756–762.https://doi.org/10.1111/joor.12536
68. Schiffer BL, Kendall K (2019) Cambios en el momento de los eventos de
deglución en la enfermedad de Parkinson. Ann Otol Rhinol Laryngol
128:22–27.https://doi.org/10.1177/0003489418806918
69. Hammer MJ, Murphy CA, Abrams TM (2013) Déficits somatosensoriales
de las vías respiratorias y disfagia en la enfermedad de Parkinson. J
Parkinson Dis 3:39–44.https://doi.org/10.3233/JPD-120161
70. Suntrup S, Teismann I, Wollbrink A et al (2013) Evidencia
magnetoencefalográfica de la modulación del procesamiento de la deglución
cortical mediante estimulación transcraneal de corriente directa.
Neuroimagen 83:346–354.https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2013.06.055
71. Warnecke T, Suttrup I, Schröder JB et al (2016) Capacidad de respuesta de la
disfagia a la levodopa en la enfermedad de Parkinson avanzada y pruebas de
confiabilidad de la prueba FEES-Levodopa. Trastorno relacionado con el
parque 28:100–106.https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2016.04.034
72. Grosso M, Duce V, Fattori B et al (2015) El valor de la
gammagrafía orofaringoesofágica en el tratamiento de
pacientes con aspiración del árbol traqueobronquial y la
consiguiente disfagia. North Am J Med Sci 7:533–536.https://
doi.org/10. 4103/1947-2714.170628
73. Mamolar Andrés S, Santamarina Rabanal ML, Granda Membiela CM et al
(2017) Trastornos de la deglución en la enfermedad de Parkinson. Acta
Otorhinolaryngol (edición en inglés) 68:15–22.https://doi.org/10. 1016/
j.otoeng.2017.01.003
74. Jones CA, Hoffman MR, Lin L et al (2018) Identificación de trastornos de la
deglución en las etapas temprana y media de la enfermedad de Parkinson
mediante el reconocimiento de patrones de datos de manometría faríngea
de alta resolución. Neurogastroenterol Motil 30:e13236.https://doi.org/
10.1111/nmo.13236
75. Ertekin C, Pehlivan M, Aydoǧdu I et al (1995) Una investigación
electrofisiológica de la deglución en el hombre. Nervio muscular
18:1177–1186.https://doi.org/10.1002/mus.880181014
76. Cosentino G, Tassorelli C, Prunetti P et al (2020) Reproducibilidad y
tiempo de reacción de la deglución como marcadores de disfagia
en síndromes parkinsonianos. Clin Neurofisiol 131:2200–2208.
https://doi.org/10.1016/j.clinph.2020.06.018
1349
77. Kim J, Watts CR (2020) Una comparación de la amplitud y duración de la
contracción submandibular relacionada con la deglución en personas
con enfermedad de Parkinson y controles sanos. Int J Speech Lang
Pathol.https://doi.org/10.1080/17549507.2020.1766566
78. Alfonsi E, Merlo IM, Ponzio M et al (2010) Un enfoque electrofisiológico
para el diagnóstico de disfagia neurogénica: implicaciones para el
tratamiento con toxina botulínica. J Neurol Neurosurg Psiquiatría
81:54–60.https://doi.org/10.1136/jnnp.2009.174698
79. Alfonsi E, Restivo DA, Cosentino G et al (2017) La toxina botulínica es
eficaz en el tratamiento de la disfagia neurogénica. Hallazgos
clínico-electrofisiológicos y consejos de seguridad en diferentes
trastornos neurológicos. Frente Farmacéutico.https://doi.org/
10.3389/fphar.2017.00080
80. Su A, Gandhy R, Barlow C, Triadafilopoulos G (2017) Características
clínicas y manométricas de pacientes con enfermedad de
Parkinson y síntomas esofágicos. Dis esófago 30:1–6.https://
doi.org/10.1093/dote/dow038
81. Blais P, Bennett MC, Gyawali CP (2019) Métricas del esfínter esofágico
superior en manometría de alta resolución que diferencian las
etiologías de la obstrucción del flujo de salida de la unión
esofagogástrica. Neurogastroenterol Motil 31:e13558.https://doi.org/
10.1111/nmo. 13558
82. Taira K, Fujiwara K, Fukuhara T et al (2021) Evaluación de la motilidad de
la faringe y del esfínter esofágico superior mediante manometría
faríngea de alta resolución para la enfermedad de Parkinson. Clin
Neurol Neurocirugía 201:106447.https://doi.org/10.1016/
j.clineuro.2020.106447
83. Bassotti G, Germani U, Pagliaricci S et al (1998) Anomalías
manométricas esofágicas en la enfermedad de Parkinson. Disfagia
13:28–31.https://doi.org/10.1007/PL00009546
84. Castell JA, Johnston BT, Colcher A et al (2001) Anomalías
manométricas del esófago en pacientes con enfermedad de
Parkinson. Neurogastroenterol Motil 13:361–364.https://
doi.org/10.1046/j.1365-2982.2001.00275.x
85. Monte FS, da Silva-Júnior FP, Braga-Neto P et al (2005) Anomalías en la
deglución y discinesia en la enfermedad de Parkinson. Desorden de
movimiento 20:457–462.https://doi.org/10.1002/mds.20342
86. Broadfoot CK, Abur D, Hoffmeister JD et al (2019) Actualizaciones basadas en
investigaciones sobre la disfunción de la deglución y la comunicación en la
enfermedad de Parkinson: implicaciones para la evaluación y el tratamiento.
Perspectiva de los grupos de interés de especificaciones de ASHA 4:825–841.https://
doi.org/10.1044/2019_pers-sig3-2019-0001
87. Martin-Harris B, Jones B (2008) El estudio de deglución
videofluorográfico. Phys Med Rehabil Clin N Am 19:769–785.
https://doi.org/10.1016/j.pmr.2008.06.004
88. Coelho M, Marti MJ, Tolosa E et al (2010) Enfermedad de Parkinson
en etapa tardía: la cohorte de Barcelona y Lisboa. J Neurol
257:1524-1532.https://doi.org/10.1007/s00415-010-5566-8
89. Lim A, Leow LP, Huckabee ML et al (2008) Un estudio piloto sobre la
integración de la respiración y la deglución en la enfermedad de
Parkinson: levodopa “activada” y “desactivada”. Disfagia 23:76–81.
https://doi.org/10.1007/s00455-007-9100-9
90. Michou E, Hamdy S, Harris M et al (2014) Caracterización de la
neurofisiología faríngea corticobulbar en pacientes disfágicos con
enfermedad de Parkinson. Clin Gastroenterol Hepatol
12:2037-2045.e4.https://doi.org/10.1016/j.cgh.2014.03.020
91. Suttrup I, Warnecke T (2016) Disfagia en la enfermedad de Parkinson.
Disfagia 31:24–32.https://doi.org/10.1007/s00455-015-9671-9
92. Rosenbek JC, Robbins JA, Roecker EB et al (1996) Una escala de
penetración-aspiración. Disfagia 11:93–98.https://doi.org/10.
1007/BF00417897
93. O'Neil KH, Purdy M, Falk J, Gallo L (1999) El resultado de la disfagia y
la escala de gravedad. Disfagia 14:139–145.https://doi. org/
10.1007/PL00009595
94. Crary MA, Carnaby Mann GD, Groher ME (2005) Evaluación psicométrica
inicial de una escala de ingesta oral funcional para la disfagia
13
1350
en pacientes con ictus. Arch Phys Med Rehabil 86:1516–1520.https://
doi.org/10.1016/j.apmr.2004.11.049
95. Pitts T, Troche M, Mann G et al (2010) Uso de la tos voluntaria para
detectar la penetración y la aspiración durante la deglución orofaríngea
en pacientes con enfermedad de Parkinson. Cofre 138:1426–1431.
https://doi.org/10.1378/chest.10-0342
96. Silverman EP, Carnaby G, Singletary F et al (2016) Medición de la
producción voluntaria de tos y protección de las vías respiratorias en la
enfermedad de Parkinson. Arch Phys Med Rehabil 97:413–420.https://
doi.org/10.1016/j.apmr.2015.10.098
97. Hegland KW, Okun MS, Troche MS (2014) Tos voluntaria secuencial y
aspiración o riesgo de aspiración en la enfermedad de Parkinson.
Pulmón 192:601–608.https://doi.org/10.1007/s00408-014-9584-7
98. Moreau C, Devos D, Baille G et al (2016) ¿Son los síntomas axiales de la parte superior
del cuerpo una característica de la enfermedad de Parkinson temprana? PLoS One
11:1–13.https://doi.org/10.1371/journal.pone.0162904
99. Fuh JL, Lee RC, Wang SJ et al (1997) Dificultad para tragar en la
enfermedad de Parkinson. Clin Neurol Neurosurg 99:106–112.
https://doi.org/10.1016/S0303-8467(97)00606-9
100. Johnston BT, Castell JA, Stumacher S et al (1997) Comparación de la función de
deglución en la enfermedad de Parkinson y la parálisis supranuclear
progresiva. Desorden de movimiento 12:322–327.https://doi.org/10. 1002/
mds.870120310
101. Ws Coriolano Md, R Belo L, Carneiro D, G Asano A, et al (2012)
Deglución en pacientes con enfermedad de Parkinson: un estudio
de electromiografía de superficie. Disfagia 27(4):550-555.https://
doi. org/10.1007/s00455-012-9406-0
102. Lee KD, Koo JH, Song SH et al (2015) La disfunción colinérgica
central podría asociarse con disfagia orofaríngea en la
enfermedad de Parkinson temprana. J Neural Transm
122:1553-1561. https://doi.org/10.1007/s00702-015-1427-z
103. Ellerston JK, Heller AC, Houtz DR, Kendall KA (2016) Medidas
cuantitativas de los déficits de deglución en pacientes con
enfermedad de Parkinson. Ann Otol Rhinol Laryngol 125:385–392.
https://doi.org/10.1177/0003489415617774
104. Wang CM, Shieh WY, Weng YH et al (2017) La evaluación no invasiva determina
la disfunción de la deglución y la respiración en las primeras etapas de la
enfermedad de Parkinson. Trastorno relacionado con el parkinsonismo
42:22–27.https://doi.org/10.1016/j.parkreldis.2017.05.024
105. Lee WH, Lim MH, Nam HS et al (2019) Características cinemáticas
diferenciales del hueso hioides durante la deglución en pacientes con
enfermedad de Parkinson. J Electromiogr Kinesiol 47:57–64.https://
doi.org/10.1016/j.jelekin.2019.05.011
106. Leow LP, Huckabee ML, Anderson T, Beckert L (2010) El impacto de la
disfagia en la calidad de vida en el envejecimiento y la enfermedad de
Parkinson según lo medido por el cuestionario Swallowing Quality of
Life (SWAL-QOL). Disfagia 25:216–220.https://doi.org/10. 1007/
s00455-009-9245-9
107. Manor Y, Balas M, Giladi N et al (2009) Ansiedad, depresión y trastornos
de la deglución en pacientes con enfermedad de Parkinson. Trastorno
relacionado con el parkinsonismo 15:453–456.https://doi.org/10.1016/j.
parkreldis.2008.11.005
108. Plowman-Prine EK, Sapienza CM, Okun MS et al (2009) La relación
entre la calidad de vida y la deglución en la enfermedad de
Parkinson. Desorden Mov 24:1352–1358.https://doi.org/10. 1002/
mds.22617
109. Van Hooren MRA, Baijens LWJ, Vos R et al (2016) Calidad de vida relacionada con
la voz y la deglución en la enfermedad de Parkinson idiopática. Laringoscopio
126:408–414.https://doi.org/10.1002/lary.25481
110. Barone P, Antonini A, Colosimo C et al (2009) El estudio PRIAMO: una
evaluación multicéntrica de los síntomas no motores y su impacto en la
calidad de vida en la enfermedad de Parkinson. Mov Discord 24:1641–
1649.https://doi.org/10.1002/mds.22643
111. Han M, Ohnishi H, Nonaka M et al (2011) Relación entre
disfagia y estados depresivos en pacientes con Parkinson
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
enfermedad. Trastorno relacionado con el parque 17:437–439.https://doi.org/
10.1016/j. parkreldis.2011.03.006
112. Miller N, Noble E, Jones D, Burn D (2006) Difícil de tragar: disfagia en la
enfermedad de Parkinson. Envejecimiento 35:614–618.https://doi.org/
10.1093/ageing/afl105
113. Lorefält B, Granérus AK, Unosson M (2006) Evitar los alimentos sólidos en
pacientes mayores con enfermedad de Parkinson que pierden peso. j
Clínica de enfermería.https://doi.org/10.1111/j.1365-2702.2005.01454.x
114. White H, King L (2014) Bombas de alimentación enteral: eficacia,
seguridad y aceptabilidad del paciente. Dispositivos médicos (Auckl)
7:291-298.https://doi.org/10.2147/MDER.S50050. PMID: 25170284;
PMCID: PMC4146327
115. Carneiro D, Coriolano Md Ws, Belo LR et al (2014) Calidad de vida
relacionada con la deglución en la enfermedad de Parkinson. Disfagia
29:578–582.https://doi.org/10.1007/s00455-014-9548-3
116. McHorney CA, Bricker DE, Kramer AE et al (2002) La herramienta de
resultados SWAL-QOL para la disfagia orofaríngea en adultos:
Fundamento conceptual y desarrollo del ítem. Disfagia
15:115–121
117. Storch A, Schneider CB, Wolz M et al (2013) Fluctuaciones no motoras en
la enfermedad de Parkinson: gravedad y correlación con las
complicaciones motoras. Neurología 80:800–809.https://doi.org/
10.1212/WNL.0b013e318285c0ed
118. Silbergleit AK, Lewitt P, Junn F et al (2012) Comparación de la disfagia
antes y después de la estimulación cerebral profunda en la enfermedad
de Parkinson. Mov Discord 27:1763–1768.https://doi.org/10.1002/mds.
25259
119. Wang CM, Tsai TT, Wang SH, Wu YR (2020) ¿Se correlaciona el Inventario
de disfagia del MD Anderson con el límite de disfagia y la Escala
unificada de calificación de la enfermedad de Parkinson en la
enfermedad de Parkinson en etapa temprana? J Formos Med Assoc
119:247–253.https://doi.org/10.1016/j.jfma.2019.05.005
120. Müller J, Wenning GK, Verny M et al (2001) Progresión de disartria y
disfagia en trastornos parkinsonianos confirmados post mortem.
Arco Neurol 58:259–264.https://doi.org/10.1001/
archneur.58.2.259
121. Lo RY, Tanner CM, Albers KB et al (2009) Características clínicas en la
enfermedad de Parkinson temprana y supervivencia. Arco Neurol
66:1353–1358.https://doi.org/10.1001/archneurol.2009.221
122. Goh KH, Acharyya S, Ng SYE et al (2016) Factores de riesgo y pronóstico
de neumonía y asfixia entre pacientes con disfagia con enfermedad de
Parkinson. Trastorno relacionado con el parque 29:30–34.https://doi.
org/10.1016/j.parkreldis.2016.05.034
123. Morgante L, Salemi G, Meneghini F et al (2000) Supervivencia de la
enfermedad de Parkinson: un estudio poblacional. Arco Neurol 57:507–
512.https://doi.org/10.1001/archneur.57.4.507
124. Auyeung M, Tsoi TH, Mok V et al (2012) Supervivencia a diez años y
resultados en una cohorte prospectiva de pacientes chinos con
enfermedad de Parkinson de nueva aparición. J Neurol Neurosurg
Psychiatry 83:607–611.https://doi.org/10.1136/jnnp-2011-301590
125. Hussain J, Allgar V, Oliver D (2018) Desencadenantes de cuidados paliativos en
condiciones neurodegenerativas progresivas: una evaluación mediante una
revisión retrospectiva multicéntrica de registros de casos y un análisis de
componentes principales. Palliat Med 32:716–725.https://doi.org/
10.1177/0269216318755884
126. Robbins J, Gensler G, Hind J et al (2008) Comparación de 2 intervenciones
para la aspiración de líquidos sobre la incidencia de neumonía: un
ensayo aleatorio. Ann Intern Med 148:509–518.https://doi.org/10.
7326/0003-4819-148-7-200804010-00007
127. Ebihara S, Saito H, Kanda A et al (2003) Deterioro de la eficacia de la tos
en pacientes con enfermedad de Parkinson. Cofre 124:1009–1015.
https://doi.org/10.1378/chest.124.3.1009
128. El-Solh AA (2011) Asociación entre neumonía y cuidado bucal en residentes de
hogares de ancianos. Pulmón 2011189(3):173-180.https://doi.org/10.1007/
s00408-011-9297-0. Publicación electrónica del 30 de abril de 2011. PMID:
21533635
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352 1351

129. El-Solh AA, Pietrantoni C, Bhat A et al (2004) Colonización de placas
dentales: un reservorio de patógenos respiratorios para la neumonía
adquirida en hospitales en ancianos institucionalizados. Pecho.https://
doi. org/10.1378/chest.126.5.1575
130. Lee JH, Lee KW, Kim SB et al (2016) La escala de disfagia funcional es una
herramienta útil para predecir la neumonía por aspiración en pacientes
con enfermedad de Parkinson. Ann Rehabil Med 40:440–446. https://
doi.org/10.5535/arm.2016.40.3.440
131. Malmgren A, Hede GW, Karlström B et al (2011) Indicaciones de gastrostomía
endoscópica percutánea y supervivencia en adultos mayores.
Food Nutr Res 55:1–6.https://doi.org/10.3402/fnr.v55i0.6037
132. Cereda E, Cilia R, Klersy C et al (2014) Trastornos de la deglución en la
enfermedad de Parkinson: un análisis multivariado de los factores
contribuyentes. Trastorno relacionado con el parque 20:1382–1387.https://
doi.org/10. 1016/j.parkreldis.2014.09.031
133. Schröder JB, Marian T, Claus I et al (2019) La reducción de la saliva por
sustancia P predice la disfagia faríngea en la enfermedad de Parkinson.
Frente Neurol 10:1–5.https://doi.org/10.3389/fneur.2019.00386

Autores y afiliaciones

Giuseppe Cosentino1,2· Micol Avenali1.3·Antonio Schindler4· Nicole Pizzorni4· Cristina Montomoli5· Giovanni
Abbruzzese6· Ángel Antonini7· Filippo Barbiera8· Marco Benazzo9· Eduardo Elías Benarroch10· Giulia Bertino9·
Emanuele Cereda11· Pera Clavè12.13· Pietro Cortelli14:15· Roberto Eleopradieciséis· Chiara Ferrari4· Shaheen
Hamdy17· Maggie‑Lee Huckabee18· Leonardo Lopiano19· Rosario Marqués Ragona20· Stefano Masiero21· Emilia
Michou22· Antonio Occhini9· Claudio Pacchetti23· Ronald F. Pfeiffer24· Domenico A. Restivo25· Mariangela
Rondanelli26· Giovanni Ruoppolo27· Giorgio Sandrini1·
Anthony H. V. Schapira28· Fabricio Stocchi29· Eduardo Tolosa30· Francesca Valentino23· Mauro Zamboni31·
Roberta Zangaglia23· Mario Zappia32· Cristina Tassorelli1.3· Enrico Alfonsi2

1 14
Departamento de Ciencias del Cerebro y del Comportamiento,
Universidad de Pavía, Via Mondino 2, 27100 Pavía, Italia
2
Unidad de Neurofisiología Clínica, Fundación IRCCS Mondino,
Pavía, Italia
3
Unidad de Neurorrehabilitación, Fundación IRCCS Mondino,
Pavía, Italia
4
Departamento de Ciencias Biomédicas y Clínicas “Luigi
Sacco”, Universidad de Milán, Milán, Italia
5
Departamento de Salud Pública, Medicina Experimental y
Instituto IRCCS de Ciencias Neurológicas, Bolonia, Italia
15
DIBINEM, Universidad de Bolonia, Bolonia, Italia
dieciséis
Fundación IRCCS Instituto Neurológico Carlo Besta, Milán,
Italia
17
División de Diabetes, Endocrinología y Gastroenterología,
Universidad de Manchester, Salford Royal Hospital, Salford, Reino
Unido
18
Departamento de Trastornos de la Comunicación, Centro Rose para la Recuperación e
Investigación del Accidente Cerebrovascular, Universidad de Canterbury, Christchurch,

Forense, Unidad de Bioestadística y Epidemiología Clínica, Nueva Zelanda

Universidad de Pavía, Pavía, Italia 19

Departamento de Neurociencia “Rita Levi Montalcini”,
6
Departamento de Neurociencia, Rehabilitación, Oftalmología, Universidad de Turín, Turín, Italia
Genética y Salud Materno Infantil, Universidad 20
Departamento de Otorrinolaringología, Universidad de Padua, Padua, Italia
del Hospital Policlínico San Martino de Génova-IRCCS, Génova, Italia
21
Unidad de Rehabilitación, Departamento de Neurociencia, Universidad de
7 Padua, Padua, Italia
Unidad de Parkinson y Trastornos del Movimiento, Departamento de
22
Neurociencia, Universidad de Padua, Padua, Italia Departamento de Terapia del Habla y el Lenguaje, Facultad de
8 Ciencias de la Rehabilitación de la Salud, Universidad de Patras,
Autoridad Sanitaria Provincial de Agrigento - Unidad del
Patras, Grecia
Complejo de Radiología Ag 2 Distrito de Sciacca-Ribera.
23
Hospital de Sciacca (AG), Sciacca, Agrigento, Italia Unidad de Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento,
9 Fundación IRCCS Mondino, Pavía, Italia
Departamento de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y
24
Cuello, Universidad de Pavía, Fundación Policlínico San Matteo Departamento de Neurología, Universidad de Ciencias y Salud de
del IRCCS, Pavía, Italia Oregón, Portland, Oregón, EE. UU.
10 25
Departamento de Neurología, Mayo Clinic, Rochester, MN, EE. Departamento de Neurología, Hospital Garibaldi, Catania, Italia
UU. 26
Departamento de Salud Pública, Medicina Experimental y
11
Unidad de Nutrición Clínica y Dietética, Fondazione IRCCS Forense, Unidad de Nutrición Humana y Clínica, Universidad
Policlinico San Matteo, Pavía, Italia de Pavía, Fundación IRCCS Mondino, Pavía, Italia
12 27
Laboratorio de Fisiología Gastrointestinal, Hospital de Mataró, Departamento de Órganos de los Sentidos, Universidad La Sapienza de Roma,
Universitat Autónoma de Barcelona, Mataró, España Roma, Italia

13 28
Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Departamento de Neurociencias Clínicas y del Movimiento, UCL, Instituto
Hepáticas y Digestivas (Ciberehd), Instituto de Salud Carlos III, de Neurología Queen Square, Londres, Reino Unido
Barcelona, España

13
1352
29
Universidad e Instituto de Investigación y Atención Médica
IRCCS San Raffaele, Roma, Italia
30
Unidad de Enfermedad de Parkinson y Trastornos del
Movimiento, Servicio de Neurología, Hospital Clínic de
Barcelona, Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i
Sunyer (IDIBAPS), Centro de Investigación Biomédica en Red
Sobre Enfermedades Neurodegenerativas
13
Revista de Neurología (2022) 269:1335–1352
(CIBERNED:CB06/05/0018-ISCIII), Universidad de
Barcelona, Barcelona, España
31
Departamento de Medicina, División de Geriatría, Centro de
Envejecimiento Saludable, Universidad de Verona, Verona, Italia
32
Departamento GF Ingrassia, Universidad de Catania, Catania,
Italia