Está en la página 1de 5

Grupo 5 PSICOLOGÍA SOCIAL DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES

Integrantes del Grupo: Pedro Correa, Brithanis Delgado, Dayra Moreno

ALGUNOS SUPUESTOS SOBRE EL COMPORTAMIENTO INTERGRUPAL.


¿Qué conducta manifiesta el ser humano por ser la clase de animal social que es? La conducta
intergrupal. Esa es la conducta social por excelencia.
Para esto hay que tener en cuenta lo siguiente.
- La conducta que se manifiesta es independiente de las diferencias individuales de los
protagonistas.
- Es un tipo de conducta que se muestra independiente de la que puedan ejecutar en situaciones
distintas.
- No se verá afectada por estados motivacionales más o menos temporales de los sujetos en
cuestión.
- Es una conducta definida por la afiliación compartida a un endogrupo, y por una manera
igualmente compartida de interpretar las relaciones endogrupo-exogrupo.

En los diferentes grupos sociales hay diversidad de formas de interactuar, en algunos grupos se
manifiesta la amistad, cooperación y en otros la hostilidad y sumisión. Sherif y Tajfel tenían visiones
distintas de las cuales ambas propuestas conceptuales se complementaban y explicaban las visiones de
las relaciones intergrupales.

Condición de Identidad Social:


La identidad aparece como el último eslabón de un proceso que se inicia con la categorización. En
este panorama sobre condición de identidad social sobresalen los siguientes conceptos:
categorización, acentuación de las diferencias, estereotipos y polarización.Construimos categorías
sociales mediante la proximidad física, la semejanza de atributos, el destino o propósito común.

CAUSAS Y EFECTOS DE LA CATEGORIZACIÓN SOCIAL: LA CUESTIÓN DEL


PERJUICIO.
Las diferenciaciones que han terminado siendo el origen de lo que conocemos como sesgos
intergrupales que no es más que la típica tendencia sistemática a evaluar el grupo al que se pertenece,
o a sus miembros de manera más favorable que al grupo al que no se pertenece, o a sus miembros.
Estos sesgos abarcan 3 grandes ámbitos.
1. A nivel comportamental que viene siendo la discriminación.
2. Corte actitudinal son los perjuicios.
3. Inserto dentro de un nivel cognitivo más global que son los estereotipos.
Los tres tienen como punto de partida la categorización, cuyo efecto último sería la formación de un
cierto tipo de actitud o predisposición negativa hacia los miembros de uno o varios exogrupos,
conocida como prejuicio y tradicionalmente vinculada a las explicaciones sobre los comportamientos
discriminatorios y los conflictos intergrupales. La primera pista sobre la posible relación entre
categorización y prejuicio la proporcionó Sherif.

Tajfel interpretó que la categorización es la base cognitiva sobre la que se construyen los estereotipos,
estereotipos, que a su vez constituyen la dimensión de prejuicios raciales o étnicos, de género, etc. Al
fin y al cabo, prejuzgar a una persona por el grupo social al que pertenece no tiene sentido alguno a
menos que pienses que todos los miembros de dicho grupo son iguales.
Tajfel también decía que relación entre categorización y prejuicio proviene de sus famosos
experimentos, experimentos que sirvieron para comprobar que la mera categorización provocaba una
tendencia tan generalizada como injustificada a favorecer a los miembros de la propia categoría social
en perjuicio de quienes habían sido asignados a una categoría contrapuesta a las personas a las que
beneficiaba (endogrupo) y perjudicaba (exogrupo).

ENTRE LA COOPERACIÓN Y EL CONFLICTO: LA CONDICIÓN DE


INTERDEPENDENCIA SOCIAL
Que el nuestro es un mundo interdependiente es una obviedad; tanto como que la probabilidad de que
dos grupos entren en interacción depende en gran medida de la interdependencia entre ambos: cuanto
mayor sea ésta, más probable será que interactúen y que sus interacciones sean relativamente
frecuentes.
La teoría realista del conflicto (TRC): Una de las primeras consecuencias de vivir en un mundo
interdependiente es que el modo en que los grupos sociales o sus miembros interactúan entre sí es, en
buena parte, una expresión de los intereses que cada uno de ellos defiende y las metas que persigue.
Eso fue lo que Sherif elevó a categoría de hipótesis, poniéndola a prueba en sus campamentos de
verano.
Más allá de la teoría realista del conflicto:
La intensidad con la que los grupos gestionan sus conflictos de intereses, y que no han sido
examinadas con detalle desde la TRC. Veamos las dos más importantes.
La estructura de la situación conflictiva, la Teoría de Juegos y el Dilema del Prisionero: En bastantes
ocasiones, la estructura de la propia situación conflictiva tiene capacidad para predisponer a las
personas y grupos implicados hacia una determinada manera de afrontar el conflicto.
Motivos subyacentes del conflicto: Las investigaciones de Sherif abrieron las puertas a la hipótesis de
que el conflicto se gesta como consecuencia de intereses contrapuestos, en la lucha de metas
incompatibles.
Las diferencias son importantes porque los motivos subyacentes a un conflicto pueden determinar
cuál sea la estrategia probable de afrontamiento.
1. Intereses: aquellas motivaciones que tienen que ver con aspiraciones políticas o económicas y
que pueden ir variando con las circunstancias.
2. Valores: son motivos culturalmente arraigados y vinculados a señas de identidad y creencias
fundamentales de los grupos humanos.
3. Necesidades: motivos universales e innatos cuya satisfacción resulta imprescindible para la
supervivencia y el desarrollo de la especie y las sociedades humanas, así como de los
individuos y los grupos que las componen.

GRUPOS PODEROSOS Y GRUPOS SUBORDINADOS: LA CONDICIÓN DE


ESTRATIFICACIÓN SOCIAL
La propuesta de Burton, un reconocido experto en temas de paz y conflicto, tiene una particularidad:
adjetivar los grandes sustantivos, que es algo como recuperar el contexto.
Los grupos pueden distinguirse entre sí en función de su posición en un sistema social más amplio, lo
cual no ha impedido que la mayoría de los estudios sobre comportamiento intergrupal ignoraran en la
práctica el hecho de que, muy a menudo, las relaciones intergrupales se dan en condiciones de
desigualdad de poder, estatus y/o tamaño de los grupos implicados.
Poder, estatus y peso numérico en las relaciones intergrupales:
Las desigualdades que se derivan de las distintas posiciones de los grupos en una estructura social
implican diferencias respecto a su capacidad para influir sobre el comportamiento de los otros grupos
(poder) y respecto al prestigio o valoración social atribuida a sus miembros (estatus). Estas diferencias
son bastante más nítidas cuando comparamos entre sí a los miembros de varios grupos que viven en
sociedades altamente estratificadas.

¿Qué pueden hacer las personas cuya autoestima se ve amenazada por el hecho de
pertenecer a un grupo con escaso poder o estatus?
Desde la TIS se sugiere que existen diversas estrategias que pueden servir para preservar la propia
autoestima en tales condiciones, y que la opción por una u otra estrategia depende de tres variables
principales: a) el grado de legitimidad que cada persona conceda a las condiciones de desigualdad
social que actualmente perjudican a su grupo; b) la estabilidad atribuida a esas mismas condiciones,
que será tanto mayor cuanto menos esperanza exista sobre la posibilidad de que el propio grupo
mejore algún día su posición social; y c) la permeabilidad de las fronteras que separan a unos grupos
de otros.
Algunos individuos intentarán preservar la propia autoestima mediante una de las dos siguientes
opciones:
1. Abandono del grupo (también conocida como estrategia de movilidad individual): esta opción
sólo es posible cuando las fronteras intergrupales son percibidas como permeables.
2. Comparación interpersonal: cuando las barreras entre grupos parecen difíciles o imposibles de
franquear, muchos miembros de grupos sociales desfavorecidos o estigmatizados tratan de
evitar comparaciones sociales con personas que pertenecen a exogrupos socialmente
favorecidos y prefieren compararse únicamente con otros miembros de su endogrupo.

Desigualdades justas e injustas: equidad y privación Relativa:


Una antigua teoría psicológica postula que las experiencias y condiciones de vida frustrantes suelen
dar lugar a conflictos entre grupos, que se expresarán en forma de comportamientos violentos o de
prejuicios que tienen el propósito de responsabilizar a algún exogrupo de tales experiencias, con
independencia de que los acusados sean o no los verdaderos culpables de la situación de los
acusadores.
La noción de ajuste psicológico se aplica a aquellas otras ocasiones en las que las percepciones de
injusticia son anuladas, no mediante cambios sociales reales, sino a través de ciertas distorsiones
cognitivas de la realidad.
Los ajustes materiales o psicológicos pueden ser llevados a cabo tanto por los grupos favorecidos
como por los grupos desfavorecidos. Los grupos aventajados pueden usar su poder para crear
condiciones de mayor equidad y, de hecho, son los más capacitados para ello, aunque los grupos en
desventaja también pueden tratar de promover el cambio social implicándose en movimientos
reivindicativos o recurriendo a estrategias coercitivas y/o violentas.
La teoría de la privación relativa (TPR) constituye tal vez la aportación conceptual más potente que la
Psicología social ofrece para la comprensión de los procesos mentales y afectivos que pueden llegar a
desencadenar tales actos de protesta o, incluso, de rebelión. El concepto de privación relativa fue
acuñado para designar el efecto psicológico que tal clase de circunstancias históricas y sociales suelen
provocar entre quienes ocupan una posición social más desfavorable.
En síntesis, las variables más relevantes en este sentido son dos:
1. Permeabilidad de las fronteras del grupo. En general, a menor permeabilidad real o percibida,
mayor será la posibilidad de implicarse en acciones colectivas, sencillamente porque cuando
ocurre lo contrario, la intensidad de la identificación con el grupo desfavorecido disminuye, lo
que a su vez debilita la preocupación por sus posibles frustraciones o fracasos.
2. Eficacia atribuida a una posible acción colectiva. Los miembros de privados de un grupo
pueden sentirse inclinados a emprender acciones colectivas que mejoren la posición social de
dicho grupo y, sin embargo, eso no asegura que finalmente tomen la decisión de actuar.

DINÁMICA Y FONDO IDEOLÓGICO DE LOS CONFLICTOS VIOLENTOS

Bajo ciertas condiciones, la identidad social de los grupos provoca a sus miembros a relacionarse
conflictivamente con otros grupos. En ocasiones, los conflictos alcanzan grados de hostilidad y
crueldad estremecedores, como los que son propios de guerras, procesos genocidas, campañas
terroristas, torturas y otras atrocidades. Y según palabras de Martín-Baró, Todo acto de violencia va
indefectiblemente acompañado de su justificación. Uno de los elementos que predispone al
conflicto intergrupal tiene que ver con algunas creencias que forman parte de la ideología del grupo,
de su forma común de percibir, interpretar y ubicarse en la realidad.

Roy y Judy, han recogido datos y teorías acerca de estos temas, sugiriendo la existencia de al menos
cinco creencias que los miembros de un grupo pueden asimilar mediante proceso de socialización
más o menos convencionales y que desempeñan un papel destructivo en sus relaciones con otros
grupos. Estos son: 1) Superioridad, 2) Injusticia, 3) Vulnerabilidad, 4) Desconfianza, 5)
Indefensión.

Escalada de Conflictos: Es el proceso de deterioro progresivo pero acelerado de la calidad de las


interacciones intergrupales. Las transformaciones que se producen como consecuencia son las
siguientes:

1. Sustitución de estrategias blandas por estrategias duras para gestionar el conflicto:


Los miembros de uno o ambos grupos en conflicto usan estrategias o tácticas de presión
para conseguir aquellas metas que parecen entrar en contradicción con los objetivos del
exogrupo.
2. Ampliación del campo de problemas que definen el conflicto: A medida que los
conflictos se intensifican, los problemas se multiplican a ojos de las personas implicadas
hasta el punto de que sea la relación la que se vuelve problemática en su conjunto.
3. Polarización y pensamiento grupal: La polarización conduce a un rechazo conceptual,
afectivo y comportamental de la postura opuesta y de las personas que lo sostienen. Esto
construye la imagen del enemigo Y, el pensamiento grupal es la inquebrantable bondad y
racionalidad de las actitudes del endogrupo, de sus intenciones, de sus razones frente a la
dudosa moral del exogrupo.
4. Reducción de la comunicación intergrupal: Una vez que las posturas se enquistan, la
posibilidad de comunicación entre los grupos se reduce. Con ello queda afectada la
posibilidad de gestionar sus diferencias de forma constructiva.
5. Incremento de las distorsiones en la percepción y la evaluación de las partes
implicadas: Los sesgos cognitivos más característicos son:
● Estereotipia negativa del exogrupo: Los grupos enfrentados se atribuyen unos a
otros la misma clase de características pero en términos contrarios.
● Sesgos de atribución: Las partes en conflicto atribuyen comportamientos semejantes
del endogrupo y el exogrupo a causas diferentes.
● Pensamiento simplista: Propensión de los grupos implicados a interpretar
sus rasgos, actitudes y comportamientos de forma simplificada.
moralmente sus rasgos, actitudes y comportamientos de forma simplificada, algo
que se revela en los discursos públicos de dichos grupos.

LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS INTERGRUPALES Y LA LUCHA CONTRA LA


DISCRIMINACIÓN
El estudio psicosocial de los procesos que promueven el conflicto hostil y la discriminación
intergrupal tiene como último propósito el diseño de estrategias que permitan prevenir o revertir
esos mismos problemas.

¿Cómo desacelerar los conflictos?


Desacelerar un conflicto significa crear nuevas condiciones para que los grupos enfrentados
desistan en sus deseos de competir y procuren buscar soluciones que satisfagan los intereses de
ambos, al menos en parte. Desacelerar los conflictos implica:
1. Variar las condiciones antecedentes al proceso de escalada (por ejemplo, condiciones
objetivas de desigualdad o injusticia extrema).
2. Incrementar la comunicación intergrupal.
3. Mejorar las actitudes y la confianza hacia el exogrupo.
El fin de la mayoría de los esfuerzos por desacelerar los conflictos coincide con el inicio de una
negociación entre las partes enfrentadas. Así pues, existen dos tipos de estrategias negociadoras:
1) Las negociaciones distributivas se basan en la realización de concesiones mutuas entre las partes
en conflicto. 2) Solución integradora: es un acuerdo que permite satisfacer lo más ampliamente
posible los intereses u objetivos de las dos partes.
En muchos casos se reclama la intervención o mediación de terceras partes imparciales (personas,
grupos o instituciones). Finalmente, el arbitraje constituye otra forma habitual de intermediación
pero con la diferencia de que las dos partes enfrentadas asumen el compromiso de acatar la solución
que el árbitro proponga.

Estrategias psicosociales para prevenir la discriminación y reducir prejuicios


Las costumbres del Estado pueden cambiar las costumbres de la gente, y así es como muchos
países tienen leyes contra la discriminación . Las leyes contra la discriminación social intentan
rebajar la frecuencia con la que unas personas o grupos maltratan a miembros de otros grupos, pero
la efectividad de éstass siempre presenta algunas limitaciones. Para que las leyes se cumplan deben
ser primeramente aceptadas por una mayoría de la población. No obstante, impedir conductas
discriminatorias y contrarias a la ley es fácil cuando éstas tienen lugar en un ámbito público, pero
resulta mucho más complicado cuando acontecen en el ámbito privado.

También podría gustarte