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SÁBANA- 3 TRASTORNOS DISOCIATIVOS

ALUMNA: YARITZI DARANA JORGE ALCOCER

FACULTAD DE MEDICINA

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE GUERRERO

ASPECTOS PSICOSOCIALES DEL DESARROLLO


HUMANO

DR. MARIA ATOCHA VALDEZ BENCOMO

15/12/2023
1. AMNESIA DISOCIATIVA

Definición
La amnesia disociativa es un tipo de trastorno disociativo que involucra una
incapacidad para recordar una información personal importante que en forma
típica no se olvidaría. Generalmente es causada por un traumatismos o estrés. El
diagnóstico se basa en la anamnesis, después de haber descartado otras causas.
El tratamiento se basa en psicoterapia, a veces combinada con hipnosis o
entrevistas facilitadas por fármacos.
En la amnesia disociativa, la información perdida debería formar parte
normalmente de la consciencia consciente, que podría describirse como la
memoria autobiográfica.
Aunque la información olvidada puede ser inaccesible a la consciencia, a veces
sigue influyendo en la conducta (p. ej., una mujer violada en un elevador rechaza
viajar en elevadores aunque no puede recordar la violación).
Es probable que la amnesia disociativa sea subdetectada. La prevalencia no está
bien establecida, pero las estimaciones oscilan entre 0,2 y 7,3% (1).
Parece deberse a experiencias traumáticas o estresantes que se sufren o se
presencian (p. ej., abuso físico o sexual, violación, combate, genocidio, desastres
naturales, muerte de los seres queridos, problemas económicos graves) o a un
conflicto interno enorme (p. ej., confusión porque los remordimientos o las
acciones lo atormentan, problemas interpersonales aparentemente insolubles,
conductas criminales).
Signos, síntomas y características
El síntoma principal de la amnesia disociativa es pérdida de memoria que no se
considera un olvido normal. La amnesia puede abarcar un período específico,
ciertos tipos de experiencias, o grandes porciones de la infancia.
 Localizada
 Selectiva
 Generalizada
En raras ocasiones, la amnesia disociativa se acompaña de viajes con un
propósito o deambulación desconcertada, llamada fuga (de la palabra
latina fugere "huir").
La amnesia localizada implica ser incapaz de recordar un evento o eventos
específicos o en un período específico; estas lagunas en la memoria suelen estar
relacionados con un trauma o estrés. Por ejemplo, los pacientes pueden olvidar
los meses o años de haber sido abusados de niños o los días transcurridos en un
intenso combate. La amnesia puede no manifestarse durante horas, días o más
tiempo después del período traumático. En general el período olvidado, que
puede oscilar entre minutos y décadas, está claramente delimitado. Por lo
general, los pacientes experimentan uno o más episodios de pérdida de memoria.
La amnesia selectiva implica olvidar solamente algunos de los eventos durante
un cierto período o solo una parte de un evento traumático. Los pacientes pueden
tener tanto amnesia localizada como selectiva.
En la amnesia generalizada, pacientes olvidan su identidad y la historia de su
vida y, por ejemplo, quiénes son, a dónde fueron, a quién le hablaron y lo que
hicieron, lo que dijeron, pensaron, expermientaron y sintieron. Algunos
pacientes ya no pueden acceder a las habilidades bien aprendidas y pierden la
información que tenían sobre el mundo. La amnesia disociativa generalizada es
rara; es más común entre los veteranos de guerra, las personas que han sido
agredidas sexualmente, y las personas que experimentan un estrés o un conflicto
extremo. El inicio suele ser súbito.
En amnesia sistematizado, los pacientes se olvidan de la información en una
categoría específica, como toda la información acerca de una persona en
particular o sobre su familia.
En la amnesia continua, los pacientes olvidan cada nuevo evento cuando se
produce.
La mayoría de los pacientes son en parte o completamente conscientes de que
tienen lagunas en su memoria. Lo advierten solo cuando se pierde la identidad
personal o cuando las circunstancias se lo indican–por ejemplo, cuando los
demás les dicen o les preguntan acerca de eventos que no pueden recordar.
Los pacientes que son visitados poco después de comenzar la amnesia pueden
aparecer confusos. Algunos están muy angustiados y otros se muestran
indiferentes. Si aquellos que no son conscientes de su amnesia buscan ayuda
psiquiátrica, pueden hacerlo por otras razones.
Los pacientes tienen dificultades para formar y mantener relaciones.
Algunos pacientes informan recuerdos disociativos, como ocurre en el trastorno
por estrés postraumático (TEPT); los recuerdos disociativos pueden alternarse
con amnesia de los contenidos de estos recuerdos. Algunos pacientes desarrollan
trastorno por estrés postraumático más adelante, sobre todo cuando se dan
cuenta de los eventos traumáticos o estresantes que han activado su amnesia.
Los síntomas depresivos y neurológicos funcionales son comunes, como los
comportamientos suicidas y otros autodestructivos. El riesgo de comportamiento
suicida puede aumentar cuando la amnesia se resuelve de repente y los pacientes
se ven abrumados por los recuerdos traumáticos.
Fuga disociativa
La fuga disociativa es un fenómeno raro que a veces se produce en la amnesia
disociativa. Se clasifica como un tipo de amnesia disociativa en el Diagnostic
and Statistical Manual of Mental Disorders, quinta edicíón, texto revisado
(DSM-5-TR), ya que la amnesia es un síntoma prominente, y la fuga es
relativamente rara.
La fuga disociativa con frecuencia se manifiesta con
 Viaje súbito, inesperado y sin propósito lejos del hogar
 Deambulación desconcertada
Los pacientes, que han perdido su identidad habitual, dejan su familia y trabajo.
Una fuga puede durar entre horas y meses, en ocasiones más tiempo. Si la fuga
es breve, puede parecer simplemente que han perdido parte del trabajo o llegan
tarde a su casa. Si la fuga tiene una duración de varios días o más, pueden viajar
lejos de su casa, asumir un nuevo nombre e identidad, y comenzar un nuevo
trabajo, sin darse cuenta del cambio en su vida.
Muchos pacientes con fuga parecen representar el cumplimiento de un deseo
disfrazado o la única forma permisible de escapar de un estado de angustia o
vergüenza grave, especialmente en personas con un conflicto familiar o
interpersonal que no pueden resolver. Por ejemplo, un ejecutivo estresado que
enfrenta reveses comerciales deja una vida agitada en la ciudad y vive como un
granjero en una zona rural.
Durante la fuga, los pacientes parecen actuar normalmente o solo presentan una
confusión leve. Sin embargo, cuando termina la fuga, los pacientes refieren
encontrarse de pronto en la nueva situación sin memoria de cómo llegaron a
estar allí o lo que han estado haciendo. A menudo se sienten vergüenza,
incomodidad, dolor y/o depresión. Algunos tienen miedo, sobre todo si no
pueden recordar lo que sucedió durante la fuga. Estas manifestaciones pueden
llevarlos a consultar a autoridades médicas o legales. La mayoría de las personas
finalmente recuerdan su identidad y su vida pasada, aunque recordar puede ser
un proceso largo; muy pocos no recuerdan nada o casi nada acerca de su pasado
indefinidamente.
A menudo, un estado de fuga no se diagnostica hasta que el paciente vuelve
bruscamente a su identidad previa y se angustia al encontrarse en circunstancias
poco familiares. El diagnóstico en general es retrospectivo y se basa en la
documentación de las circunstancias antes y durante el viaje y en el
establecimiento de una vida alternativa.

Tratamiento
 Para recuperar la memoria, un entorno de apoyo y algunas veces hipnosis o un
estado semihipnótico inducido por fármacos
 Psicoterapia para manejar los problemas asociados con las memorias
recuperadas de eventos traumáticos o estresantes
Cuando solo se pierde la memoria de un período muy corto, el tratamiento
sintomático de la amnesia disociativa habitualmente es suficiente, sobre todo si
los pacientes no tienen ninguna necesidad aparente de recuperar la memoria de
algún acontecimiento doloroso.
El tratamiento de la pérdida de memoria más grave comienza con la creación de
un entorno seguro y de apoyo. Esta medida sola a menudo provoca la
recuperación gradual de la memoria perdida.
Cuando un ambiente de apoyo no logra mejoría o cuando la necesidad de
recuperar recuerdos es urgente, interrogar a los pacientes mientras están
bajo hipnosis o, rara vez, en un estado semihipnótico inducido por
medicamentos (barbitúricos o benzodiazepinas) puede ser exitoso. Estas
estrategias deben aplicarse con cautela porque podrían recordarse las
circunstancias traumáticas que estimularon la pérdida de memoria y sería muy
perturbador. El interrogador debe tener cuidado de plantear las preguntas de
manera de no sugerir la existencia de un evento y arriesgarse así a crear un falso
recuerdo. Es probable que los pacientes que fueron abusados, especialmente
durante la infancia, esperen que los terapeutas los exploten o abusen de ellos e
impongan recuerdos incómodos en lugar de ayudarlos a recordar recuerdos
reales (transferencia traumática).
La precisión de las memorias recuperadas con estos procedimientos sólo puede
determinarse con colaboración externa. Sin embargo, más allá del grado de
precisión histórica, llenar los vacíos todo lo posible suele ser terapéuticamente
útil para restablecer la continuidad de la identidad del paciente y su sentido del
yo y para crear una narración vital coherente.
Una vez disipada la amnesia, el tratamiento continúa de la siguiente forma:
 Dar un significado al trauma o al conflicto subyacente
 Resolver los problemas asociados con el episodio amnésico
 Permitir a los pacientes continuar con su vida
Si los pacientes han experimentado una fuga disociativa, se puede utilizar
psicoterapia, a veces combinada con hipnosis o entrevistas facilitadas por
drogas, para tratar de restablecer la memoria; estos esfuerzos no siempre son
exitosos. La psicoterapia puede ayudar a los pacientes a explorar cómo manejó
algunos tipos de situaciones, conflictos y emociones que precipitaron la fuga y
desarrollar así mejores respuestas a esos eventos y ayudar a prevenir fugas
secundarias a recaídas.

Diagnóstico
 Criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth
Edition, Text Revision (DSM-5-TR) criteria
 Examen médico y psiquiátrico para descartar otras causas
Diagnosis of dissociative amnesia is clinical, based on presence of the following
criteria in the DSM-5-TR:
 Los pacientes no pueden recordar información personal importante (por lo
general relacionada con el traumatismo o el estrés) que en forma típica no sería
olvidada.
 Los síntomas provocan fuerte malestar o deterioran de manera significativa el
funcionamiento social u ocupacional.
Además, los síntomas no pueden ser mejor explicados por los efectos de un
fármaco u otro trastorno (p. ej., demencia, convulsiones parciales
complejas, abuso de sustancias, traumatismo encefálico, trastorno por estrés
postraumático, otro trastorno disociativo).
El diagnóstico requiere un examen físico general y psiquiátrico para descartar
otras posibles causas. La evaluación inicial debe incluir
 RM para descartar causas estructurales
 Electroencefalografía (EEG) para descartar un trastorno convulsivo
 Análisis de sangre y orina para descartar posibles causas tóxicas, como el uso de
drogas ilícitas
Las pruebas psicológicas pueden ayudar a caracterizar mejor la naturaleza de las
experiencias disociativas.

Bibliografía
https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/
trastornos-disociativos/amnesia-disociativa Por
David Spiegel , MD, Stanford University School of Medicine
Revisado/Modificado may. 2023

2. FUGA DISOCIATIVA
Definición
Durante las fugas disociativas, las personas pierden algunos recuerdos de su
pasado (o todos ellos) y suelen desaparecer de los lugares que acostumbran a
frecuentar, abandonando familia y trabajo. ("Fuga" viene de las palabras latinas
para "vuelo" y "huir".)
 La fuga disociativa (reacción disociativa) es una forma poco frecuente de
amnesia disociativa.
 Las personas que experimentan una fuga disociativa pueden parecer normales y
actuar con normalidad, pero cuando la fuga termina, se encuentran de repente en
una nueva situación sin recordar cómo llegaron a estar allí o qué han estado
haciendo.
 Por lo general, la fuga disociativa se diagnostica después del hecho, cuando el
médico revisa los antecedentes médicos y recopila información que establece la
presencia de una vida alternativa.
 Un ambiente de apoyo y la psicoterapia pueden ayudar a una persona que ha
experimentado una fuga disociativa.
Una fuga disociativa puede durar entre horas y meses, e incluso prolongarse
durante más tiempo. Si la fuga es breve, puede parecer que se trata de algo tan
simple como una ausencia laboral o un retraso en la hora de llegar a casa. Si la
fuga dura varios días o incluso más tiempo, las personas pueden desplazarse
muy lejos de su hogar, forjarse una nueva identidad y encontrar otro trabajo, sin
ser conscientes de los cambios que se producen en su vida.
Muchas fugas parecen representar el cumplimiento de un deseo encubierto o la
única manera permisible de escapar de una grave angustia o vergüenza. Por
ejemplo, un directivo en apuros económicos deja una vida agitada en la ciudad y
vive como granjero en el campo.
Así pues, la fuga disociativa se confunde a menudo con la simulación de una
enfermedad (el fingimiento de síntomas físicos o psicológicos para obtener un
beneficio), puesto que ambas circunstancias proporcionan a la persona una
excusa para eludir sus responsabilidades (como una relación matrimonial
insoportable), para evitar dar cuenta de los actos propios, o para reducir la
exposición a un peligro conocido, como entrar en combate. Sin embargo, la fuga
disociativa, a diferencia de la simulación, aparece espontáneamente y no es
fingimiento. Los médicos generalmente pueden distinguirlas porque los
simuladores suelen exagerar y dramatizar sus síntomas y porque tienen razones
financieras, legales o personales obvias (como evitar el trabajo) para simular la
pérdida de memoria.

Signos, síntomas y características


Durante la fuga, las personas tienen una apariencia normal y sus actos son
normales, o solo parecen ligeramente confundidos, y no llaman la atención. Sin
embargo, cuando termina la fuga, la persona se encuentra de repente en una
situación nueva sin recordar cómo ha llegado hasta ahí o lo que ha estado
haciendo. En este punto, mucha gente se siente avergonzada o molesta porque
no puede recordar lo que pasó. Algunas personas tienen miedo. Si presentan
confusión, pueden llamar la atención de autoridades médicas o legales.
Cuando termina la fuga, muchas personas recuerdan su identidad y su vida
anteriores al comienzo de la fuga. Sin embargo, para otras, el recuerdo tarda más
tiempo y se produce de forma más gradual. Algunas personas nunca llegan a
recordar partes de su pasado. En muy pocos casos la persona no recuerda nada o
casi nada de su pasado durante el resto de su vida.

Tratamiento
 Un ambiente de apoyo
 Psicoterapia
 A veces, la hipnosis o las entrevistas facilitadas con fármacos
Si solo se pierde la memoria de un período de tiempo muy breve, puede bastar
con proporcionar un ambiente de apoyo. Esto es especialmente cierto cuando no
hay una necesidad aparente de recuperar la memoria de algún evento doloroso.
Si el ambiente de apoyo no es útil o existe la necesidad de recuperar recuerdos
traumáticos, se necesitan otros tratamientos.
Si la persona ha sufrido fugas disociativas, la psicoterapia, en ocasiones
combinada con la hipnosis o entrevistas facilitadas con fármacos (entrevistas
realizadas después de la administración de un sedante por vía intravenosa)
pueden utilizarse para intentar ayudar a la persona a recordar los
acontecimientos que tuvieron lugar durante el periodo de fuga. Sin embargo,
tales esfuerzos no suelen tener éxito.
No obstante, un psicoterapeuta puede ayudar a las personas afectadas a explorar
los patrones con los que se enfrentan a situaciones diversas y los conflictos y los
estados de ánimo que desencadenaron la fuga, para ayudarles a encontrar
mejores estrategias de respuesta en el futuro. Este enfoque puede ayudar a
prevenir la repetición de las fugas.
Diagnóstico
 Evaluación médica, basada en criterios diagnósticos específicos del Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Quinta edición, Revisión de
texto (DSM-5-TR, por sus siglas en inglés)
El médico sospecha la existencia de fuga disociativa cuando la persona parece
confundida en lo relativo a su identidad o perpleja acerca de su pasado, o ante
confrontaciones que cuestionan la identidad actual o evidencian la ausencia de
una identidad definida.
A veces, la fuga disociativa no puede ser diagnosticada hasta que no se produce
el súbito retorno a la identidad anterior a la fuga, momento en que la persona
experimenta un intenso malestar al encontrarse en circunstancias que no le son
familiares.
Por lo general, la fuga disociativa se diagnostica después del hecho, cuando el
médico revisa la historia de la persona y recopila información que documenta las
circunstancias anteriores al abandono del hogar, al viaje en sí y a la vida
alternativa que la persona ha llegado a establecer.

Bibliografía
https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/
trastornos-disociativos/fuga-disociativa
) Nemiah JC. Dissociative disorders. En: Kaplan HI, Sadock BJ, eds.
Compressive textbook of psychiatry. Baltimore: Williams and Wilkins, 1985; p.
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Trauma Stress 1988; 1: 17-33. [ Links ]
(3) Kluft RP, Loewenstein RJ. Trastornos disociativos y de despersonalización.
En: Gabbard GO, ed. Tratamiento de los trastornos psiquiátricos. Barcelona: Ars
Medica, 2009: p. 533-558.

3. PERSONALIDAD MÚLTIPLE
Definición
Una personalidad múltiple se refiere al trastorno de identidad disociativo, un
trastorno mental donde una persona tiene dos o más personalidades distintas.
Los pensamientos, acciones y comportamientos de cada personalidad pueden ser
completamente diferentes.
El trauma suele ser la causa de esta afección, particularmente durante la infancia.
Aunque no existe una cura definida para el trastorno de identidad disociativo, el
tratamiento a largo plazo puede ayudar a las personas a combinar sus
personalidades en una sola.

Signos, síntomas y características


Las señales de trastorno de identidad disociativo pueden variar, pero incluyen un
cambio entre dos o más personalidades separadas.
Los síntomas incluyen:
 Experimentar dos o más personalidades separadas, cada una con su propia
identidad y percepciones.
 Un cambio notable en la autopercepción.
 Lagunas frecuentes en la memoria y en la historia personal, que no se deben al
olvido normal, incluyendo perder recuerdos y olvidar acontecimientos
cotidianos.
Cuando estas otras personalidades toman el control, a menudo hablan con un
vocabulario diferente, y los gestos también difieren. En algunos casos, una
personalidad también puede adquirir ciertos hábitos que la otra no presenta,
como fumar o volverse violenta.
En el cambio de una personalidad a otra, es posible que se experimenten otros
síntomas. Algunas personas pueden tener ansiedad debido al miedo que les
causa un cambio de personalidad. Otras pueden enojarse mucho o volverse
violentas. Otras podrían no notar o recordar estas transiciones en absoluto,
aunque otra persona podría notarlas.
Es posible que aparezcan personalidades específicas en respuesta a ciertas
situaciones. Estos síntomas pueden causar una angustia significativa a una
persona, y perturbar su capacidad de vivir su vida normalmente.
Otros síntomas pueden incluir:
 amnesia
 pérdida del sentido del tiempo
 entrar en un estado de trance
 experiencias extracorpóreas, o despersonalización
 participar en conductas que son inusuales para la persona
 alteración del sueño
Una persona con trastorno de identidad disociativo también puede experimentar
síntomas de otras afecciones, como autolesión. Un estudio señala que más del 70
por ciento de las personas con trastorno de identidad disociativo han intentado
suicidarse.
Tratamiento
No hay directrices sobre cómo tratar el trastorno de identidad disociativo. Los
médicos suelen recetar tratamientos de una manera personalizada.
No existe ningún medicamento específico para el trastorno de identidad
disociativo. Los planes de tratamiento manejan cualquier afección que ocurra
junto con el trastorno de identidad disociativo, y pueden combinar la
psicoterapia con cualquier medicamento necesario para ayudar con los síntomas.
Psicoterapia
La psicoterapia, o terapia de conversación, es el tratamiento principal para las
personas con trastorno de identidad disociativo. Las técnicas, como la terapia
cognitiva conductual, pueden ayudar a una persona a trabajar y aprender a
aceptar los factores desencadenantes que causan cambios de personalidad.
En el trastorno de identidad disociativo, la psicoterapia tiene como objetivo
ayudar a integrar la identidad de una persona y aprender a lidiar con
experiencias postraumáticas.
Otras terapias
La terapia del arte, la terapia del movimiento y las técnicas de relajación podrían
formar parte del tratamiento del trastorno de identidad disociativo. Estos
métodos pueden ayudar a las personas a conectar aspectos de su mente en un
entorno de bajo estrés.

Diagnóstico
Se necesita tiempo para diagnosticar el trastorno de identidad disociativo. El
diagnóstico erróneo es común, y los médicos necesitan observar los síntomas de
una persona y descartar otras afecciones.
Para hacer un diagnóstico apropiado, los médicos necesitan ver las diferentes
personalidades y cómo afectan a la persona.
El tiempo también es un factor importante para ver la escala completa de los
síntomas. Esto se debe a que las personas que buscan ayuda para trastorno de
identidad disociativo comúnmente presentan síntomas relacionados con otras
afecciones de salud mental.
Además, como el trastorno de identidad disociativo ocurre a menudo junto con
otros trastornos, los médicos necesitan descartar los síntomas de otras afecciones
antes de hacer un diagnóstico. Por ello, es posible que primero receten terapias o
medicamentos para tratar estas afecciones.
Bibliografía

https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/trastorno-de-personalidad-multiple

Hales R. E, Yudofsky S. C, Talbott J. A. Tratado de psiquiatría American Psychiatric


Press Edit. Ancora S.A. 2ª ed. Barcelona 1996. 669-

2.- Leal Cercós C. y Leal Cercós M.I.: Histeria. En Trastornos neuróticos. Sociedad
española de psiquiatría y Sociedad española de psiquiatría biológica. Psiquiatría editores
S.L. Barcelona, 2001. 363-383.

3.- Lewis D. O, Yeager C. A, Swica Y, Pincus J. H, Lewis M. Objective documentation


of child abuse and dissociation in 12 murderers with dissociative identity disorder. Am.
J. Psychiatry 1997 Dec;154(12):1703-10.

4.-Middleton W, Butler J. Dissociative identity disorder: an Australian series. Aust. N.


Z. J. Psychiatry 1998 Dec;32(6):794-804.

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