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Resumen

Se entiende como programa de intervención psicológico a la ejecución de

técnicas y principios de la psicología que tienen el objetivo de asistir a los individuos e

identificar, comprender, reducir y en las mejores ocasiones cambiar aquellas conductas

no funcionales que están afectando negativamente a las personas protagonistas del

programa. Dicha intervención compone dentro de su estructura a la evaluación y

seguimiento de esos objetivos generales y específicos planteados en un primer lugar,

calificando el desarrollo y proceso de las diversas sesiones a realizar, para mejorar y

reemplazar ciertas técnicas pensadas que posiblemente no funcionaron de acuerdo con

la situación en concreto de los participantes (La intervención en Psicología: objetivos y

ejemplos, 2021).

Dentro de la estructura del programa es pertinente mencionar que hay una serie

de pasos o niveles importantes de cumplir para que este se desarrolle de la manera mas

óptima y efectiva. En primer lugar, es necesaria una evaluación donde se de un primer

alcance de las problemáticas de las personas a participar. En la evaluación se recaba

información tanto de los participantes como aquellos agentes que se encuentran cerca de

ellos y puedan brindar una perspectiva más amplia de lo que acontece. Después se

realiza un diagnóstico, y este se genera a partir de la información recopilada de la

evaluación realizada como tal. A partir de ello, empieza la parte de intervención que

constituye un conjunto de situaciones alternadas con diferentes etapas. Pese a que

usualmente los cimientos del plan de intervención se apoyan en las dos partes previas

mencionadas, es crucial entender que mientras se desarrollan las sesiones del programa,

los facilitadores están en un constante proceso de anotación, identificación y

observación de las conductas de los participantes y los factores que puedan alterar dicho
comportamiento. Por lo que, la intervención se retroalimenta continuamente y es

importante contemplar que no es un proceso rígido y estático. (Bados, 2008).

En el contexto peruano, se puede apreciar que el uso de programas de

intervención psicológica cada vez es mas recurrente. Por un lado, las organizaciones

gubernamentales intentan brindar herramientas suficientes a las personas (sobre todo en

situaciones vulnerables) para que puedan crecer y desenvolverse con un esperado

bienestar, dignidad y en general protegiendo la salud mental de la población. (MINSA,

2019). Pese a que, en la mayoría de los casos, estos programas tienen buenas

intenciones y objetivos se puede destacar de que carecen de una estructura sólida y

metódica al momento de implementarlos. Tal situación puede deberse a un tema

organizacional, estratégico, presupuestal, de recursos entre otros, sin embargo, las

limitaciones que presentan pueden afectar los objetivos planteados en un primer

momento, lo cual es una situación lamentable, ya que podrían perjudicar en vez de

ayudar a la población.

Por la situación mencionada, es fundamental replantear el rol del psicólogo

dentro del diseño y gestación de los diversos programas de intervención, ya que ellos

son directamente los agentes de cambio que pueden mejorar la manera en la que se esta

abordando tal problemática. Los programas de intervención se sustentan en una base

teórica, que tiene una razón de ser y a partir de ella, se formulan estrategias

metodológicas para implementar en las diferentes sesiones, por lo que, son dos

elementos cruciales al momento de crear un proyecto de dichas características y

usualmente no se considera en la realidad nacional.


Comentario Crítico

A partir de la información planteada se puede reconstruir el concepto de “los

programas de intervención psicológica”. La implementación de este tipo de programas

es necesario, ya que dentro de su estructura contiene los elementos suficientes para

poder responder a las problemáticas propias de cada contexto. Considero que por mucho

tiempo se tergiverso el concepto como tal, limitándolo a un proceso simple que

cualquier persona podría implementar. Sin embargo, los programas de intervención no

solo son actividades dinámicas, o discursos sin fundamento, entre otros. Van mas allá y

si se gestionan de una forma secuencia, con coherencia y criterio tienen el poder de

cambiar conductas, llegar a la reflexión o incluso a un nivel más básico brindando

información a las personas. Cada elemento y estrategia usada tienen una razón de ser y

tienen una planificación, por lo que el nivel de influencia que tengan cambiara

dependiendo de las circunstancias específicas de las personas. Uno de los elementos que

ayudan a que los programas tengan mayor estructura y realmente atiendan los

problemas reales es la parte de evaluación. La evaluación es fundamental y se da en una

primera instancia, tanto a participantes como los agentes del entorno para tener un

panorama más amplio de la realidad. Ya concebido el diagnóstico y las principales

problemáticas se realiza en todo el desarrollo de las sesiones una evaluación del

proceso, y en esta parte se intenta mejorar aquellas estrategias que tal vez en un primer

momento parecían convenientes, pero luego en la realidad se observó que

probablemente no servían, y finalmente hay una evaluación final, donde ya con los

resultados, se hace una comparación y feedback de lo realizado durante todo ese tiempo.

Como se puede apreciar, hay un constante contraste entre las expectativas (que se

forman en parte de la teoría) como de la realidad, permitiendo generar un producto

eficiente y que responde a las verdaderas necesidades. Además, es importante recordar


que se trabaja tanto los aspectos favorables como desfavorables de la población para

poder mejorar donde presentan más limitaciones y usar aquellas características positivas

como soporte y ayuda dentro del proceso. En nuestro contexto, donde cada vez la

población presenta mayores problemas de salud mental, es importante el desarrollo de

este tipo de proyectos, que ayudan e intentar dar bienestar general a las personas que

tienen la oportunidad de participar en este.


Referencias

La intervención en Psicología: objetivos y ejemplos. (2021, 21 mayo). UNIR.

https://www.unir.net/salud/revista/intervencion-en-psicologia/

Bados, A. (2008). LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA: CARACTERÍSTICAS Y

MODELOS. Universidad de Barcelona.

http://metabase.uaem.mx/handle/123456789/1216

MINSA. (2019). Minsa implementará cinco programas de atención en salud mental.

gob.pe. https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/28330-minsa-

implementara-cinco-programas-de-atencion-en-salud-mental
Actividad 2
Actividad 3

Uno de los cambios que se podrían realizar es a nivel de las estrategias. Sobre todo,

aquellas no presenciales, ya que, si bien cada una se usa de acuerdo con la situación y

características de la población, estas últimas cada vez tienen menor impacto. Importante

he de recalcar que me refiero a las estrategias no presenciales por si solas y no como

parte de una estrategia presencial más amplia. Pese a que en este apartado se trabaja con

material impreso y también digital, hay un mayor uso del primero lo cual a mi

percepción no siempre cumple su objetivo. En un contexto donde cada vez mas

personas utilizan celulares, laptops, equipos tecnológicos es más probable que se pueda

llegar a estas personas por ese medio, lo que seria conveniente es buscar formas

innovadoras de captar atención y presentación de la información que se quiera repartir.

El material impreso requiere de producción, no es flexible después de ya estar impreso,

se requiere en la mayoría de los casos que la persona tenga una noción básica del tema y

no necesariamente asegura de que llegue a las personas indicadas. Por otro lado, el uso

de TIC también seria importante analizar, mas que nada la parte asincrónica de este

mismo, pues también se requiere que los participantes tengan un buen manejo de los

TICs, una idea general de lo que se pretende enseñar, entre otras condiciones que

superan las partes favorables de esta estrategia. Se entiende que no todos puedan asistir

presencialmente (tanto participantes como facilitadores), sin embargo, si se pretende

aprender de forma significativa y trabajar aquellos aspectos identificados, si considero

que este tipo de estrategias deberían ser una de las últimas opciones.

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