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Introducción

La acción psicopedagógica se vincula principalmente a la planificación de procesos educativos,


entendiendo planificación como un acto en el que se incluye el análisis de necesidades,
establecimiento de objetivos, metas, diseño y evaluación; su fin central es contribuir al
mejoramiento del acto educativo. El orientador actúa desde diversos campos como la
orientación y la intervención psicopedagógica, los cuales se refieren a un conjunto de
conocimientos, metodologías y principios teóricos que posibilitan la ejecución de acciones
preventivas, correctivas o de apoyo, desde múltiples modelos, áreas y principios, dirigiéndose
a diversos contextos.

Los programas de intervención se rigen, orientan y ejecutan con los principios objetivamente
precisados en el párrafo anterior, pues se distingue una acción organizada, planificada, con
miras a la anticipación o corrección de necesidades. Es importante destacar que todo este
mover programático les da participación a todos los actores, presenten o no situaciones de
vulnerabilidad demandante de intervención. Los principios que orientan esta acción
psicopedagógica están centrados en los sujetos y sus contextos de actuación.

Ensayo Principios Fundamentales de un Programa de Intervención Psicopedagógica. Haciendo


una puntualización inicial se destaca la definición de programas que hace Riart (1996), lo
define como una planificación y ejecución, en determinados períodos de tiempo (continuos o
intermitentes), de unos contenidos (conceptuales, actitudinales o procedimentales),
encaminados a lograr unos objetivos determinados a partir de unas necesidades (preventivas,
de desarrollo o de intervención) de las personas, grupos o instituciones inmersas en un
contexto espacio-temporal determinado.

Los programas de intervención psicopedagógica abarcan un conjunto de procesos y


procedimientos concretos de actuación que analizan los fenómenos conductuales y evolutivos
de una persona o grupo y su impacto en los procesos de enseñanza-aprendizaje, con el fin de
establecer líneas de acción que prevean o remedien alguna problemática o simplemente
contribuyan a que los sujetos se desenvuelvan mejor en el ambiente (escolar, social y familiar).
Los programas de intervención incluyen procesos de información, formación e intervención
terapéutica en los casos que convenga.

Todo este accionar se rige por varios principios y un maniobrar bien planificado donde las
responsabilidades deben estar delimitadas y repartidas, los programas de intervención deben
estar claramente esquematizados, los compromisos del equipo orientador deben quedar
explicitados por medio de pautas escritas, conocidas y asumidas por los involucrados.

Otros principios básicos de la intervención psicopedagógica están relacionados con la libertad


de actuación por parte del orientador y la intencionalidad del sujeto; la intervención
psicopedagógica la persona quiera ser ayudada y el orientador no puede actuar bajo en
recetas, él requiere poseer criterios y saberlos utilizar.
La riqueza de la intervención psicopedagógica descansa en la interdisciplinariedad, que es otro
principio de esta, y en la necesidad de que los programas de intervención sean un proceso que
requiere a todas las personas que rodean al sujeto valorado y pueden aportar información al
caso.

Cabe señalar que, en cada fase del proceso de intervención, el éxito reside no sólo en el
orientador y en el sujeto, sino en su entorno y en quienes intervienen en su desarrollo.

Con relación al principio de la prevención este trabaja antes de que se produzca el hecho,
pretende reducir más casos, anticiparse la aparición de situaciones o circunstancia. Los tipos
de prevención primaria, se realiza antes que surja el problema; la secundaria cuando hace
aparición el problema y la terciaria es donde se ofrece tratamiento y rehabilitación ante el
problema. El principio de prevención se características por ser proactivo, centrado en
población de riesgo, por reducir la incidencia, elimina circunstancias y la intervención es
directa y estimula la fortaleza emocional.

También está el principio de desarrollo de capacidades en la evolución del ser humano como
un proceso de continuo crecimiento, de cambios cualitativos donde se optimiza el sujeto, se
desarrolla todas sus capacidades humanas teniendo en cuenta que estas deben ser activada en
el seno familiar.

La mayoría de los psicólogos interesados en el desarrollo, están de acuerdo en que este


principio reúne las concepciones del enfoque madurativo con la del cognitivo. Según Miller
(1971), un enfoque no excluye al otro, por el contrario, cuando ambos se toman en cuenta es
posible una adecuada flexibilidad teórica y por lo tanto una intervención integral.

Conclusión

Después de este breve ensayo en torno a los principios fundamentales de los programas de
intervención psicopedagógica, cabe destacar que sería excelente que todo iniciara por
prevenirse, pero suena idealista. En este entendido se debe tener conciencia que trabajar con
personas implica pluralismo, diversidad, anticipación y remedio, por lo que regirse por los
principios esbozados resulta ético y beneficioso para todos los involucrados.

Los principios también invitan a una constante evaluación y seguimiento de los programas de
intervención para asegurar que desarrollen las capacidades necesarias y que tengan
repercusión social, presente y futura no solo en el individuo o grupo objeto, sino en todo el
contexto próximo y distante donde se manifiestan los involucrados.

Se podría desglosar más amplia y profundamente cada principio y hasta subdividir, pero se
entiende abarcador y puntual los tratados en este apartado, pues van desde la prevención,
desarrollo de capacidades, acción social, planificación, hasta la ética que debe seguir el
profesional que facilita y los sujetos objetos de cualquier programa a ejecutar.

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