Una definición de la mente respaldada por científicos de
distintas disciplinas es que “es un proceso que regula el flujo de energía e información”. Nuestra mente humana está al mismo tiempo adentro-incluye un flujo que ocurre dentro del cuerpo, incluyendo al cerebro- y también afuera, en lo relacional, siendo ésta la dimensión de la mente que incluye el flujo de energía e información que sucede entre las personas, como de un escritor hacia un lector, por ejemplo.
Mindfulness en su sentido más general, es despertar de la
automaticidad y estar abierto y sensible a lo novedoso de nuestras experiencias cotidianas. Con una conciencia mindful, el flujo de energía e información de nuestra mente se vuelve atención conciente y también se regula su flujo de una nueva forma. La conciencia mindful es más que simplemente estar conciente: incluye estar conciente de aspectos de la mente en sí misma. La manera en que orientamos la atención prefigura la mente. Si desarrollamos una cierta forma de atención a nuestra experiencia del aquí-ahora y a la naturaleza de nuestra mente en sí misma, crearemos una conciencia mindful.
Mindfulness e integración
Buena parte del desarrollo de nuestro cerebro está relacionado
con los circuitos neuronales que nos conectan a los otros. Es este circuito social el que utilizamos para entender la mente, las intenciones , sentimientos y actitudes de los otros. La actitud básica de los padres que brindan apego seguro a sus hijos puede ser descripta como ACAA (aceptación, curiosidad, apertura y amor). Podemos proponer que la sintonía interpersonal del apego seguro entre padres-hijos es similar a la sintonía intrapersonal que se observa en la conciencia mindful. Ambas formas de sintonía promueven la capacidad de generar una relación íntima, resiliencia y bienestar. He encontrado que muchas de las funciones básicas que emergen en estas dos –aparentemente- diferentes entidades están asociadas al córtex pre-frontal. Estas funciones incluyen la regulación del sistema del cuerpo, el equilibrio emocional, la sintonía con los otros, la modulación del miedo, la flexibilidad en la respuesta y el presentar insight y empatía.
Con otros colegas hemos propuesto que las relaciones
tempranas de apego seguro entre padres e hijos y la relación terapéutica efectiva entre terapeuta-paciente, promueven el crecimiento de fibras del área prefrontal.
La función prefrontal es integrativa. Esto significa que las
extensiones neuronales de esta zona alcanzan áreas diferenciadas del cerebro y el cuerpo. La unión de estos elementos distintos es la definición literal de un proceso fundamental: integración.
Cómo la Sintonía promueve la integración
El mundo interno del niño es visto con claridad por su padre, y
esto hace que genere resonancia en él. Esto es sintonía.
La comunicación sintónica facilita al niño el desarrollo de
circuitos cerebrales en el cerebro y le permite desarrollar una capacidad de auto-regulación y compromiso con los otros en relaciones empáticas.
Neuroplasticidad
Neuroplasticidad es el término utilizado para hablar de las
conexiones neuronales que se establecen en respuesta a la experiencia. El repetido encendido de neuronas en áreas específicas resulta en una mayor densidad sináptica en esas regiones activadas por la práctica de mindfulness. La conciencia mindfulness es una forma de experiencia que promueve la plasticidad neuronal. Concretamente, la práctica de mindfulness permite a las personas regular de una manera positiva sus emociones con una actitud de aproximación más que de retiro-alejamiento (Davidson), lo que se observa en una activación del cerebro prefrontal izquierdo. Además, a mayor activación de dicha zona, mayor la respuesta inmunológica, lo que nos permite observar que mindfulness no sólo ayuda a sentirnos bien, sino que de hecho mejora nuestra salud. Así, según cómo utilicemos nuestra atención, ésta estimulará un encendido neuronal en áreas específicas, lo que a su vez activará y cambiará sus conexiones dentro de circuitos integrados del cerebro.
La integración neuronal, la coordinación y el equilibrio del
cerebro como áreas separadas que se unen para formar una totalidad funcional, parece ser promovido por una armonización de apegos seguros. Nuestra propuesta es que quizás estamos reuniendo alguna información preliminar para señalar que la conciencia mindfulness puede promover esa integración neuronal a través de una forma de armonización intrapersonal. La práctica meditativa puede ensamblar varias regiones del cerebro, incluyendo las importantes áreas frontales del cortex, el límbico cortical y las áreas del tallo cerebral en un estado integrado y coherente.
Las áreas mediales del cortex prefrontal
Las siguientes son las funciones de éstas áreas, que están
influidas por la práctica de la meditación mindfulness:
Regulación corporal (coordinación de “freno y acelerador”)
Comunicación armónica (resonancia) Equilibrio emocional (activación del sistema límbico para tener vitalidad que no se transforme en caótica) Flexibilidad en la respuesta (capacidad para pausar la acción) Empatía (se construye en los cambios internos de los circuitos de resonancia en los cuales intervienen primariamente los cambios corporales y límbicos y luego las regiones prefrontales medias) Comprensión (insight), o conciencia de uno mismo, une el pasado, presente y futuro. Modulación del miedo (liberación de GABA, en tal sentido, el miedo es aprendido “límbicamente” pero puede ser des- aprendido a través del crecimiento de las fibras medias prefrontales que lo modulan!) Intuición Moralidad