1.

En el caso descrito, se presenta una agresión por parte de cuatro jóvenes de ideología neonazi
hacia un mendigo, causándole graves lesiones que estuvieron a punto de producir su muerte.
Los agresores confiesan que su motivación fue su absoluto desprecio hacia los indigentes.

En el contexto de la legislación española, el artículo 22.4 del Código Penal establece que se
considera como circunstancia agravante genérica el cometer el delito por motivos
discriminatorios. En este caso, los agresores atacaron al mendigo debido a su condición de
indigente, lo cual puede ser considerado un motivo discriminatorio.

Por lo tanto, en este caso, es posible la aplicación de la circunstancia agravante genérica

prevista en el artículo 22.4 del Código Penal español, ya que la conducta de los agresores se
basó claramente en motivos discriminatorios hacia los indigentes. Esto podría llevar a una
mayor gravedad en la condena por el delito de lesiones

2.

El artículo 268 del Código Penal español establece una excusa absolutoria en casos de
parentesco. En este caso, Amalia y Antonio conviven como pareja desde hace 10 años, lo que
no establece un vínculo de parentesco reconocido legalmente.

Por lo tanto, en este caso, Amalia no puede beneficiarse de la excusa absolutoria del artículo
268 del Código Penal, ya que esta disposición se aplica únicamente a situaciones de parentesco
reconocidas por la ley. Al no existir un parentesco legal entre Amalia y Antonio, no se cumpliría
el requisito necesario para aplicar esta excusa.

Sin embargo, también las parejas de hecho o relaciones estables de pareja sgún el cuerdo no
jurisdiccional del Pleno del Tribunal Supremo de 1 de marzo de 2005.

3.

No es posible penar un pensamiento aunque este se encuentre fijado en blanco sobre negro,
aunque este en su acto si se encuentre penado, ya que según el principio del hecho: el
Derecho Penal sólo puede intervenir frente a hechos.
De ello nace del principio de libertad positivizado en nuestra constitución en el art.16; además
nuestro Dº Penal se fundamenta en el hecho, por tanto, el mero pensamiento y cristalización
de ese pensamiento de homicidio hacia una persona no sirve para aplicar el Dº Penal, en el
caso de que se sancionará podría dar lugar a una contradicción respecto al principio de
lesividad.

El caso plantea un problema de ámbito temporal de la ley penal debido a la entrada en vigor de
la Ley Orgánica 1/2015 el 1 de julio de 2015. Esta ley modificó el artículo 138 del Código Penal
español, incorporando un supuesto agravado en el número segundo para el caso de que la
víctima fuera menor de 16 años.

Dado que el hecho ocurrió el 28 de junio de 2015 y la Ley Orgánica 1/2015 entró en vigor el 1
de julio de 2015, debemos determinar cuál era la norma aplicable en el momento de la
comisión del delito.
En este caso, la norma aplicable es la que estaba vigente en el momento en que se produjo el
hecho, es decir, el 28 de junio de 2015. Por lo tanto, se aplica la legislación anterior a la entrada
en vigor de la Ley Orgánica 1/2015.

Dado que el hecho ocurrió antes de la entrada en vigor de la ley mencionada, no se puede
aplicar el agravante específico por la edad de la víctima. En consecuencia, para juzgar los
hechos, se deberá aplicar la normativa anterior al 1 de julio de 2015

5.

En el caso que plantea, la Ley Orgánica 5/2010 entró en vigor seis meses después de su
completa publicación en el "Boletín Oficial del Estado" (BOE). Dado que la fecha de publicación
fue el 23 de junio de 2010, la ley entró en vigor el 23 de diciembre de 2010.

Dado que el hecho ocurrió el 24 de junio de 2010, es decir, antes de la entrada en vigor de la
Ley Orgánica 5/2010, se aplica la normativa vigente en ese momento.

Además, es importante tener en cuenta que la ley modificó el artículo 368 del Código Penal,
incorporando un nuevo tipo atenuado en el artículo 368.2. Sin embargo, dado que el hecho
ocurrió antes de la entrada en vigor de esta modificación, no se aplica el nuevo tipo atenuado.

Por lo tanto, en este caso, no se plantea un problema de aplicación de la ley penal en el

tiempo, ya que se aplica la legislación vigente en el momento de la comisión del delito, que es
la anterior a la entrada en vigor de la Ley Orgánica 5/2010.