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Schwartz “Brasil Colonial”

La formación de Brasil en una colonia diferenciada de las factorías asiáticas y


africanas portuguesas se da hacia las últimas décadas del siglo XVI una vez se desplaza
la iniciativa privada por una real (primero las capitanías y luego el control real en
1549), la eliminación de la esclavitud de los indígenas y el traspaso de una explotación
maderera a una azucarera.
Para 1580 Brasil se había convertido en una colonia de asentamiento pero con
rasgos de una colonia de plantación que utilizaba un sistema de mano de obra esclava de
origen nativo y luego africano.
El autor toma el número de ingenios azucareros como un indicador del
crecimiento económico, que pasaron de diez en 1570 a trescientos cincuenta en 1629, la
mayor parte de estos concentrados en Pernambuco y Bahía que eran donde las
condiciones climáticas, políticas y geográficas resultaban más favorables. Debido al
factor climático y la falta de caminos el transporte marítimo fue crucial para el
transporte, por esto es que la mayor parte de los ingenios se ubicaban en la costa.
Según el autor, para entender la organización social en la colonia brasilera, es
esencial entender el proceso de transformación del azúcar. La cual debido a las técnicas
agropecuarias complejas y el proceso mecánico semi industrial que implicaba era un
empresa particular y una inversión muy cara.
En cuanto a la esclavitud, puede decirse que el ritmo agotador del trabajo y el
ininterrumpido año azucarero fue lo que propició la explotación y, por otro lado, la
existencia de un grupo de hombres libres especializados que representaban un gran
porcentaje de los gastos totales de un ingenio. La mano de obra esclava pasó a ser
ocupada por los esclavos africanos en forma lenta, fue un proceso iniciado a fines del
siglo XVI y no se completó hasta la tercera década del siglo XVII.
La razón para el reemplazo de los nativos fue por la progresiva resistencia de la
Corona debido a las presiones por parte de los jesuitas en cuanto a la esclavitud nativa.
Así también la resistencia de estos en general a trabajar en los ingenios y la mayor
resistencia de los africanos al trabajo y su mayor tendencia a la sumisión. Estos esclavos
africanos generaron dos efectos en Brasil. Primero, un ciclo demográfico perpetuo de
importación debido a la desproporción sexual. Y segundo, refuerzo de la cultura
africana en Brasil, donde los recién llegados se denominaban Bozales y los ya
aculturados ladinos.
Por parte de los señores de ingenio o plantadores, estos eran de origen plebeyo,
pero ostentaban un gran poder social, político y económico. Por lo tanto, el azucar
resultaba un gran medio de ascenso social. Si bien los ingenios eran estables, estos
cambiaban de manos constantemente, debido a lo voluble que era esta clase plantadora.
Por lo general no vivían en las plantaciones y a su vez invertían en otros negocios
urbanos y rurales
Desde sus orígenes los ingenios dependían de un segundo grupo de plantadores
que no poseían ingenios, pero suministraban cañas a los otros. La proporción de estos
respecto a los propietarios era cinco a uno, si bien entre estos actores se presume una
relación recíproca, esta estaba plagada de conflicto, debido en parte al hecho de que
muchos acuerdos no se cerraban por escrito
Para fines del siglo XVII la guerra con los holandeses, la competencia caribeña y
la disminución del precio internacional del azúcar iniciaron la decadencia de esta
actividad. El tabaco fue el producto de exportación hasta mediados del siglo XVIII, su
periodo de maduración más corto que el del azúcar. Por esto es que su cultivo fue
realizado por una mayor variedad de sectores de la sociedad brasilera, sobre todo los
sectores más bajos
Otra de las actividades fue la ganadería, que proporcionaba animales para el
funcionamiento de los ingenios, ambas actividades se desarrollaron conjuntamente
desde 1580 hasta mediados del siglo XVIII
En cuanto a las zonas periféricas septentrionales y meridionales, estas tomaron
un rumbo muy distinto debido al clima, geografía y problemas de comunicación. Los
extremos meridionales se caracterizaron por una sociedad agrupada en los puestos
militares y de explotación ganadera, donde primaba la caza, el contrabando y robo de
ganado. Mientras que el norte tuvo un desarrollo mucho mas lento que solo se aceleró
una vez llegamos a a mitad del siglo XVIII
Estos pueblos antes mencionados se organizaron en torno a los puertos y
plantaciones, por lo que se puede decir que las ciudades brasileras fueron una creación
de la economía de exportación. Las poblaciones de carácter secundario eran pocas y se
situaban en las zonas ribereñas o puertos de segunda. Salvo São Paulo y los pueblos de
la meseta, la mayor parte de las ciudades se desarrollaron en la costa. En este espacio,
existía una reciprocidad entre el espacio urbano y rural, debido a la demanda de los
ingenios habían pocos artesanos urbanos y los comerciantes eran pocos y considerados
innobles
La sociedad que trajeron los portugueses consigo de la metrópolis era un
concepto idealizado de jerarquía social apoyado por la teología. Una sociedad donde la
división se daba entre libres y esclavos, es decir, jurídica y también según una
graduación racial.

Brasil colonial: Plantaciones y periferias (1580-1750)


Azúcar y esclavos
Schwartz, Stuart
Las zafras eran para los europeos escenas dantescas. En este período Brasil fue el
principal productor y exportador azucarero del mundo. Fue importante para esto la
iniciativa real por medio del sistema de capitanías. El paso de las maderas tintóreas a
la economía basada en el cultivo de la caña de azúcar fue central en la formación de la
colonia.
El control efectivo del gobierno era en la costa y el litoral oriental. Era una colonia
de plantación tropical, capitalizada desde europa, abasteciendo la demanda
europea en un sistema basado primero en la esclavitud de indios americanos y
luego en el trabajo de esclavos africano.
El transporte marítimo fue crucial, y los ingenios eran frecuentemente accionados
mediante fuerza hidráulica.
En los ingenios la tecnología y el proceso era igual en todo el país. La plantación y el
mantenimiento de la caña de azúcar requiere cuidado y habilidad (escarda tres veces al
año), y al cortarla había que trasladarla rápidamente al ingenio. Cada pareja
(hombre y mujer) debía cortar y atar 4200 cañas por día. De allí se transportaban en
carretas de bueyes por jóvenes o ancianos hacia el ingenio de molienda (tirado por agua
o bueyes). El molino de tres cilindros verticales permitía no depender de las
corrientes de agua, y usar tracción animal.
Luego de ser molida la caña, se extraía el jugo que debía ser hervido en calderas por
un maestro azucarero. La tarea de alimentar el combustible de los hornos se daba
como castigo por ser especialmente laboriosa.
Luego se podía refinar el azúcar, o dejarla así como estaba, o usarla para hacer ron.
Una vez procesada era embalada bajo observación del cajero, que separaba el diezmo.
Había tres tipos de calidad: blanca, morena o negra.

El año azucarero prácticamente no tenía época muerta ni período para dejar a los
esclavos sin ocupación provechosa.
La construcción y suministro de un ingenio requería gran desembolso de capital y
acceso a crédito, empleaban generalmente de 10 a 20 hombres libres como
artesanos, administradores o trabajadores especializados y como media tenían
entre 60 a 100 esclavos, aunque podían llegar a más de 200.
La transición de mano de obra indígena a africana fue lenta y no completamente
lograda.
La importación de esclavos africanos fue especialmente importante debido a la
mortalidad infantil y adolescente y el marcado desequilibrio sexual.
Los ingenios consumían esclavos, y la trata los reponía.
Esto tuvo dos efectos: creó un ciclo perpetuo de mortalidad esclava al importar
esclavos bozales permanentemente, y reforzó la cultura africana con quejas sobre la
brujería generalizada por parte de plantadores y administradores.

Los ladinos eran esclavos aculturados y podían realizar tareas directivas o ser
esclavos domésticos. En cambio la mayoría eran bozales, y se usaban como
esclavos de hoz y azada.

Se reconocía una jerarquía de color, por la cual los mulatos tenían un trato
preferencial, a pesar de los prejuicios contra ellos. También había congregaciones
religiosas basadas en el color o el origen africano.

Las formas de resistencia eran huidas, simulaciones, quejas y algunas acciones


violentas. Los plantadores usaban premios y castigos para estimular el trabajo. La
huida fue endémica, y los esclavos que creaban sus propias comunidades en el exilio
(quilombos) eran perseguidos por capitanes do mato, que a menudo eran negros
libres pagados por propietarios.
La comunidad más importante en el exilio fue la de Palmares.
La otra alternativa era la manumisión o la autocompra. La autocompra creció
durante el SXVIII. Había más chances de llegar a ser libre por esa via siendo varón
joven en la ciudad.

Sobre los plantadores: en general no eran de origen noble, sino que vieron en el
azúcar un medio de riqueza y movilidad social ascendente. Con suficiente dinero
conseguían títulos, ordenes militares, etc. Hubo más fracasos que éxitos en las
empresas azucareras, con unas pocas familias que sobrevivieron.
Los grandes plantadores vivían en sus propiedades y tenían una relación con la
ciudad donde intercambiaban. Pero no eran como señores feudales, debido a su
expansión hacia estancias ganaderas, transportes, propiedades urbanas, etc.
La industria azucarera dependió de cultivadores que suministraban caña a los
ingenios de otro. Estos eran llamados labradores de caña, poseían dos o tres esclavos
y eran blancos, europeos o brasileños de nacimiento. A pesar de la diferencia en la
riqueza, compartieron actitudes, origen y aspiraciones comunes.
Los asalariados en la plantación tenían una posición social baja. Estaban los que eran
pagados anualmente o por trabajo realizado. Los anuales eran los maestros
azucareros, supervisores, barqueros y a veces calderos. Los carpinteros, albañiles y
leñadores eran empleados sólo cuando hacían falta.
Los plantadores estaban estrechamente ligados a prestamistas privados,
principalmente comerciantes.
Cuando Holanda captura el noreste se produce un hiato histórico, aunque luego de
30 años parecen no haber dejado huella. Cambia el centro de Pernambuco a Sao Pablo
(ultra resumido), pasando primero por bahía. Implica que queda roto el predominio
absoluto del azúcar brasilero.

Actividades económicas subsidiarias


La tala y explotación de la madera continuaron a lo largo del período colonial para
la fabricación de muebles y construcción naval. La corona tenía el monopolio de la
tala y lo concedía a individuos privados. Lo mismo para la pesca de ballenas y la sal.
Se estableció una jerarquía dentro de la agricultura, donde las tierras mas valiosas
eran para la caña de azúcar pero también para el tabaco. La agricultura de
subsistencia, en especial la mandioca se relegaba a tierras marginales y cultivadores
humildes. La cría de ganado al principio era de consumo interno y luego pasó a ser
para la exportación, diferenciandosé del criterio general (no estaba cerca de la costa).
La jerarquía agrícola implicaba que los plantadores de azúcar eran casi
invariablemente blancos, los de tabaco igual pero “casi siempre”, los de mandioca
eran pardos, mestizos y negros libres. El numero de esclavos era mayor con el azúcar
y 2 o 3 en el caso de la mandioca, o ninguno.

El tabaco
La ganadería
La mandioca
(Me da paja resumirlo, no creo que sea tan importante)
El problema del abastecimiento de alimentos fue resuelto mediante entregarle a
los esclavos un terreno para cultivar su propio sustento alimentario y algunas veces
comercializar el excedente en las ferias locales. Nunca le daban el mismo terreno
durante más de un año para aclarar nuevas tierras para pastura.

Periferias del norte y del sur


Los extremos norte y sur de la colonización fueron zonas periféricas con fronteras
pobres, pocos hombres blancos, menos mujeres blancas, escasa riqueza y casi
ningún esclavo negro. Hubo un marcado carácter intermedio.
Sao Pablo era de esta periferia antes de enriquecerse cuando Pernambuco es tomado y
crece más con la fiebre del oro. La fusión cultural en estas zonas era de gran alcance: el
tupí se hablaba en todos los niveles de la sociedad. Hay puestos militares dispersos y
explotación de ganado.
Los extremos norte y sur se rezagaron de los centros de colonización. Las
proporciones raciales eran similares: pocos blancos, pocos africanos, muchos
mestizos y muchos indios. La diferencia entre las periferias fue la forma en la que se
integraron dentro de la economía exportadora de la colonia: Sao Paulo comenzó a
crecer suministrando mano de obra y productos alimenticios a otras capitanías
(capturando indios en Paraguay, por ej). En el norte la transformación fue mucho
más lenta.
La organización urbana
Se creó una economía de exportación, los centros principales eran puertos que
servían como nexo para intercambios comerciales de productos brasileños por
productos manufacturados. Existían pocas poblaciones de carácter secundario, las
cuales solían ser pequeños asentamientos agrícolas situados en zonas ribereñas o
puertos de poca importancia.
El puerto de Pernambuco era Recife, y no formó parte propia como centro
urbano hasta que los holandeses lo tomaron como capital.
Las ciudades cumplían la función de centros comerciales y eclesiásticos. Existió
una separación entre muelles y zonas residenciales, estando el comercio cerca de los
muelles.
Los ciudadanos más ricos estaban ausentes la mayor parte del año.
La vida política se centraba en el senado da cámara, compuesto de tres consejos,
uno o dos jueces municipales y abogado de oficio.

Los artesanos no pudieron organizarse en corporaciones al ser ampliamente


requeridos en las zonas rurales, en los ingenios. Además la esclavitud influyó a que
los artesanos no tuvieran tanto peso, ya que muchos esclavos aprendieron “oficios
mecánicos” con bastante destreza. Los libertos de color veían estos oficios
especializados como medio para ascender socialmente, abriendo su propia tienda y
debilitando la diferencia entre maestro y aprendiz.

Los comerciantes estaban divididos en grandes comerciantes: exportadores e


importadores y comerciantes al menudeo. Los grandes comerciantes solían ser
conversos y eran discriminados por esto.
Sin embargo no pudieron ser excluidos del ascenso social, fortalecido con el
contrabando de la época de la unión de las dos coronas. Esto implicó
representación en el senado da cámara, cargos oficiales militares, pertenencia a
hermandades laicas de prestigio e incorporación a la aristocracia plantadora.
Tuvieron conflictos con los productores, que se quejaban de los préstamos
extorsivos. A veces estos conflictos estallaban en violencia.

La estructura social
Hubo intentos para mantener las diferencias legales tradicionales entre nobles y
plebeyos, pero los plantadores fracasaron en convertirse en nobleza hereditaria.
Los fidalgos y clérigos continuaron disfrutando ciertos derechos jurídicos y
exenciones. Sin embargo, la existencia de otras formas de organización social hizo
que los principios jurídicos tradicionales de estratificación fueran menos
importantes.
Los indios capturados y bajo la tutela de los colonizadores eran legalmente libres
pero tratados como si fueran esclavos. Eran llamados forros.
La jerarquía era de color, donde los blancos estaban arriba, y los negros en la
posición más baja.
La posición de la gente de origen mixto dependía del color más claro u oscuro de
su tez y de su grado de aculturación a las normas europeas.
Al resto de los libres de color les tocó puestos de menor categoría, como pequeños
negocios, artesanías, trabajos manuales y agricultura de subsistencia.
Entre las poblaciones libres de color se desarrollaron instituciones paralelas a la de
la sociedad blanca que daban sentimiento de comunidad y de orgullo: había
regimientos negros de milicia, cofradías, hermandades laicas de negros y mulatos
que facilitaban servicios sociales, limosnas, dotes, entierros y prácticas religiosas
organizadas.

El papel del linaje y parentesco era crucial.


Los cristianos nuevos jugaron un papel importante durante el SXVII, aunque la
conversión forzada no borró fácilmente las diferencias de costumbre, opinión y
mentalidad. En Brasil fueron comerciantes, artesanos, azucareros y labradores de
caña. Ejercieron cargos eclesiásticos y civiles. En el período de la unión de las
coronas fueron perseguidos pero con menos eficacia por la importancia de ese
grupo.
En la sociedad brasileña se era especialmente machista, incluso a los ojos de los
españoles. El papel de la mujer era complejo, a veces asumían el papel de cabeza de
familia, por viudez u abandono. Esto es por las leyes hereditarias portuguesas donde
todo heredero recibía partes iguales, y prevenían que el conyugue sobreviviente
herede la mayor parte del patrimonio.

Había tres niveles en la organización gubernamental:


1) Los cargos nombrados por la corona (virrey, gobernadores, jueces del tribunal
supremo, etc).
2) Los funcionarios secundarios: funcionario del tesoro, recaudadores de aduana,
inspectores, notarios, escribanos y vigilantes. Primero eran ejercidos por portugueses
europeos, pero luego transmitidos por herencia o compra a portugueses brasileros.
3) Cargos del gobierno municipal, jueces elegidos y veladores. Las elites locales
normalmente dominaban en los cargos municipales, aunque llegaron a ser
magistrados.

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