Está en la página 1de 6

Introducción

Podríamos considerar los fundamentos del coaching, como una serie


de elementos, que deben formar parte del proceso y que deben ser
adquiridos por los individuos (coachee).

Los fundamentos más importantes del coaching son: la motivación,


la confianza y la autoestima, aunque podemos encontrar otros
elementos claves como el autoconocimiento, la escucha activa o la
empatía que se incluyen en los mencionados anteriormente.

La motivación:

Sin duda el elemento más importante en el proceso del coaching es la


motivación; elemento que bien conducido influye en la
productividad, la eficacia y la consecución de objetivos, así como la
superación de obstáculos. La motivación, es la capacidad mental del
individuo para animarse o impulsarse a realizar una acción
determinada.

La motivación debe ir estrictamente relacionada con la búsqueda de


unos resultados y a la par con los objetivos propuestos. (Cualquier
acción de impulso de la motivación, sería inútil sin una necesidad).

El proceso de conseguir una motivación plena, puede seguir unas


indicaciones (propuestas o actuaciones del coach), con el fin del
impulsarla, pero más importante, de mantenerla con el paso de las
sesiones.

A continuación, mostramos unos puntos con el objetivo de conseguir


la motivación del coachee.

- Tener unos objetivos claros, claramente identificables y


fácilmente alcanzables: como mencionábamos anteriormente,
no puede existir la motivación sin una necesidad o sin una meta
a alcanzar. Los objetivos alcanzables y posibles, son lo que
hacen que aumente la motivación, lo que le hace sentir
satisfecho, realizado y cada vez más motivado.
- Estar informado: el proceso del coaching, es un proceso mutuo
entre dos partes que se mantienen en todo momento
informadas. El coachee, valora conocer los métodos de
actuación y la planificación del coach, fomentando la confianza
mutua y la motivación. Realizar una acción o comprometerse
con futuras actuaciones porque así te lo digan (petición del
coach), es factible (según el contexto), cuando existe una
confianza plena, pero es más comprensible cuando se explican
los motivos por lo que se debe proceder a enfrentarse a una
determinada intervención.
- Valoración: sentirse valorado, es una cualidad intrínseca de la
motivación que impulsa el compromiso, la factibilidad de los
objetivos y la correcta realización de lo que se ha planificado.
La valoración se obtiene mediante el feed-back, en el que de una
manera constante se valoran positivamente las actuaciones del
coachee, así como las posibilidades de mejorar (sin que se
originen críticas).
- Trabajo diario: la motivación encuentra su punto álgido y
constante en el trabajo diario y en la consecución de pequeñas
metas. (Podemos definir las pequeñas metas, como los logros
obtenidos en base al objetivo principal. Sería como establecer
una meta cada kilómetro en una maratón de 42 kilómetros; Es
muy difícil prepárate mentalmente para una maratón, pero
muy sencillo prepárate para correr solo 1 kilómetro). El trabajo
diario mantiene intactos los principios motivacionales.
- Tener pasión: A la hora de lucha por conseguir algo que te
apasiona, implica directamente estar motivado, por lo que
resulta esencial definir unos objetivos deseables.
La confianza

La confianza, como término psicológico y social, es la extensión


propia del ser humano, que se basa en la creencia que una persona
(otro o uno mismo), será capaz, así como deseará actuar de una
manera adecuada en una situación determinada.

La confianza puede dividirse en la confianza que se tiene en uno


mismo (autoconfianza): `` Confío en que puedo hacer...´´, ``Confío en
mis capacidades´´, y la confianza que se tiene en otra persona o grupo
de personas: ``Confío en mi coach´´ ``Confío en lo que me puede
enseñar´´´, etc.

De esta manera, podremos dividir la confianza en el proceso del


coaching en:

a) Confianza entre coach y coachee: la relación existente entre


ambas partes supone un acuerdo implícito de confianza, en la
que por un parte, el coachee confía en las enseñanzas, consejo y
acompañamiento del coach, y por otra, donde el coach cree en
las posibilidades y capacidades de su cliente.

b) Autoconfianza: la auto-confianza es la capacidad que se tiene


de confiar en uno mismo, y al contrario de lo que puede parecer,
no es fácil de conseguir o alcanzar. De esta manera, en el
proceso del coaching, el coach debe conseguir que su coachee
tenga la suficiente confianza en sí mismo, para poder trabajar
convenientemente sus habilidades y poder alcanzar el objetivo.

Existen una serie de pautas con el fin de mejorar la


autoconfianza:

- Comprender la facultad de aprender de los errores: o


lo que es lo mismo, convertir lo negativo (situaciones,
decisiones, pensamientos), en positivo. Es obvio, que el
desarrollo de la vida no es inmaculado, y que una parte
de lo que vivimos es negativo. Cuanto antes se conozca la
posibilidad que las cosas pueden salir mal, antes se podrá
actuar en consecuencia. El propio aprendizaje del ser
humano se basa, en parte, en los errores, por lo que debe
comprender y adquirirse la capacidad de aprender de las
cosas que se hacen mal.

- Saber que lo que hagas depende únicamente de uno


mismo: Es natural pensar que lo que hacemos bien
depende de muchos factores, olvidando en parte, que el
principal actor de nuestra vida, somos nosotros, y que lo
que conseguimos y hacemos bien depende de nuestro
trabajo, de nuestra motivación y realización.

- Siempre visualizar la meta (objetivos): el trabajo


durante el proceso de coaching es duro y difícil, y la
motivación y la confianza que tiene un individuo puede
disminuir con el paso del tiempo. Con la visualización de
los objetivos y la realización de las pequeñas metas, se
aumentará la confianza en uno mismo.

La autoestima

Cada persona tiene una imagen propia sobre quién es, sobre cuánto
vale, sobre lo que puede hacer, sobre sus limitaciones, sus
capacidades y sus habilidades.

El problema de la autoestima viene dado en cuanto esta imagen no


siempre es real y está distorsionada por dos factores: los errores que
se cometen (sin saber aprender de ellos), lo que origina una baja
autoestima, y la influencia externa (presión y comparación).

En el proceso de coaching, una de las labores fundamentales del


coach es conseguir que el coachee tenga una autoestima positiva.
Puede proceder (si se diera el caso de observar una baja autoestima),
con las siguientes indicaciones:
- Un individuo, para tener una alta autoestima, debe valorarse tal
y cual es, con sus virtudes y sus defectos (tal y como es en el
momento presente), aunque estos factores pueden cambiar y
mejorarse (a través del coaching).
- Tanto en el desarrollo personal como profesional, los objetivos
propuestos deben ser realistas y alcanzables (metas). Cualquier
objetivo ``imposible´´ traerá consigo una baja autoestima.
- Hay que buscar la pasión en las acciones que se realizan,
buscando las mejores habilidades de cada individuo. Todo ser
humano tiene una serie de habilidades extraordinarias que le
hacen poseedor de unas facultades individuales que deben
potenciarse.
- Pensar siempre, ``que puede hacerse´´ y ``puede conseguirse´´,
es el camino a la alta autoestima y a la superación personal.
- Premiar el trabajo duro y estar orgullosos de lo que se consigue.

También podría gustarte