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UNIDAD 1.
COACHING
EJECUTIVO
COACHING Y MENTORING
ESCUELA FINANCIERA
Coaching ejecutivo
El coaching ejecutivo toma como referencia los retos de la organización y los resultados
empresariales, y en función de las necesidades detectadas se determinan las
competencias necesarias para que los directivos puedan lograr esos resultados. Por
tanto, puede decirse que el coaching contribuye a la consecución de los objetivos de la
organización, de forma estratégica. En este tema es el tipo de coaching que se va a
abordar.
Kilburg (2000) define el coaching ejecutivo como una relación de ayuda entre un
cliente (que tiene autoridad y responsabilidades de gestión en una organización y que
se denomina coachee) y un consultor (que utiliza una amplia variedad de técnicas
comportamentales y métodos y que se denomina coach) que persigue ayudar al cliente
a redactar una serie de objetivos que le permitan mejorar su desempeño profesional y
aumentar su satisfacción personal y, en consecuencia, incrementar la eficacia de su
organización dentro de un acuerdo formalmente definido.
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Agentes implicados en un proceso de coaching
El coach hace de espejo, no decide lo que el coachee tiene que cambiar, no dice lo
qué tiene que hacer la persona, ni da su opinión. Le ayuda a identificar sus modelos
mentales; es decir, todas aquellas creencias y paradigmas que condicionan la manera
en que el coachee percibe el mundo y le ayuda a darse cuenta de lo importante que
es cuestionarse alguna creencia para conseguir sus propias metas.
No indaga sobre los porqués sino sobre los paraqués, buscando situar al coachee en
línea de acción efectiva para conseguir sus objetivos.
El coach sólo hace de espejo, conecta la información recogida del coachee, los
hechos que narra, los juicios que utiliza, las creencias con que explica sus
comportamientos y se lo devuelve al coachee, para que saque sus propias
conclusiones y enseñanzas. El coach ofrece las preguntas adecuadas para que el
coachee obtenga sus propias respuestas, le ayuda a ampliar su perspectiva y a
entender cómo contribuye a las cosas que le ocurren.
Schein (2001) recomienda que el coach posea una jerarquía igual o superior al
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cliente, ya que incrementa la confianza, aunque esto provoque en ocasiones su
percepción como asesor. Un coach no tiene por qué ser un experto en el área del
coachee, porque como coach no está contratado para asesorarle en aspectos técnicos,
e incluso es conveniente que no lo sea, debido a que muchas veces la coincidencia
complica las sesiones de coaching, ya que la percepción del coach como un asesor
por parte del cliente puede distorsionar la relación. Especialmente si las expectativas
del coachee respecto al coach son las propias de un consultor: recoger y analizar
información, diagnosticar problemas, dar soluciones y evaluar resultados.
El coach tiene que resistirse a asumir el rol de experto en el área funcional si quiere
ser efectivo, el coach no es un asesor técnico, y aunque lo pudiera ser en ese
momento no está asumiendo dicho rol.
El coach, sin ser un asesor técnico, debe estar informado sobre el entorno inmediato
del ejecutivo, conocer el entorno y las peculiaridades de la empresa y del sector.
Muchas veces esta información se obtiene antes de comenzar el proceso de coaching
y la facilitan los representantes de la organización en las reuniones iniciales.
Cashman y Forem (2004) plantean que el coachee debe aceptar sus dones o puntos
fuertes, y su propia guía interna, para determinar por si mismo su mejor dirección
posible, descubrir sus talentos y hacer mejor su contribución.
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2. Por otro, el compromiso para abandonar la zona de confort y generar
conscientemente cambios que le permitan crecer y desarrollarse.
Para Grayson y Larson (2001) los errores más frecuentes del receptor del coaching
son los siguientes:
Tener una actitud defensiva; es decir, ponerse barreras, por ejemplo cuando se
racionalizan los resultados negativos de una evaluación, se culpa a los demás
de dichos resultados, o se niegan y se toman por falsas percepciones de la
realidad distintas a la propia.
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crecimiento personal y profesional cuando dichos cambios existen.