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10 ideas fundamentales
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¿De qué se trata?
Conozca los 10 errores más usuales al tomar decisiones para que pueda evitarlos.
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105
Clasificación editorial
7
Cualidades
Aplicable
Reseña
Tomar decisiones importantes puede generar dudas por el temor a equivocarse, y es
probable que ese temor haga que se equivoque una y otra vez. Todas las personas
cometen errores en la toma de decisiones, por lo que los consultores Miguel Ángel
Ariño y Pablo Maella han estudiado las razones por las cuales las personas tropiezan
“con la misma piedra” al momento de decidir. Este libro enumera los diez errores más
comunes que afectan la toma de decisiones, por lo que getAbstract considera útil su
lectura para toda persona que busque mejorar su toma de decisiones en lo personal y
profesional.
Ideas fundamentales
Existen diez errores comunes que se cometen al tomar decisiones que debe
conocer para evitarlos.
Adient –
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AL
El primer error es creer que existe la decisión perfecta y que todo está bajo
control. El segundo es no ser realista y creer que las cosas serán como desea, y
culpar a los demás si no es así.
El tercer error es dejarse llevar por la primera impresión, que puede ser
engañosa.
El cuarto error a evitar es hacer lo que los demás hacen por temor a quedar en
ridículo.
El quinto error es arriesgarse más de lo necesario sin calcular las consecuencias.
El sexto error a evitar es seguir la intuición a ciegas, sin un análisis que la
sustente.
El séptimo error que debe evitar al tomar una decisión es no aceptar que su idea
puede no ser buena, cuando los hechos lo demuestran.
El octavo error es decidir sin sopesar todas las posibles consecuencias, tanto
inmediatas como a futuro.
El noveno error es dejarse llevar por la presión del grupo y aceptar decisiones
con las que no concuerda.
Finalmente, el décimo error que le será útil evitar, una vez que haya tomado una
decisión definitiva es no comprometerse a fondo para hacer que esta se vuelva
realidad.
Resumen
Buscar la perfección
“Decidir, sí. Asumir riesgos también, pero sabiendo qué riesgos se están asumiendo y
estando preparados para abordar posibles consecuencias adversas””.
En general, no es posible hacer bien las cosas al primer intento; usted solo necesita no
decidir tan mal como para que el error no pueda corregirse. Buscar la decisión perfecta
puede llevarle demasiado tiempo, porque analizar todos los factores y sus consecuencias
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es probable que le produzca más dudas, tanto que puede llegar incluso a no poder
decidir nada. Y, además, no porque usted tome una buena decisión las cosas saldrán
como espera, ya que existen muchos factores que determinan los resultados, incluso
cuando calcule los riesgos. Hay que aceptarlo sin temor y tomarlo como aprendizaje.
Existe una multitud de maneras de hacer las cosas y uno de los obstáculos que puede
generar es creer que su verdad es la única. Un segundo error al tomar decisiones es creer
que su versión de la realidad es la definitiva y, si las cosas no salen como usted quisiera,
culpar a los demás sin considerar que la realidad puede ser distinta. Cuando surge un
problema usted suele evaluar las posibles causas, pero podría omitir considerarse parte
de ellas. Todas las opciones tienen diferentes elementos y usted es uno de ellos.
“Las primeras impresiones que tenemos sobre una situación, una persona o un suceso
condicionan mucho cómo vamos a pensar sobre esa situación””.
Saber diferenciar los datos objetivos de las opiniones y los juicios es importante para
tomar decisiones. El tomar las opiniones como base le hará decidir mal, es mejor ser lo
más objetivo posible y averiguar los hechos reales para así poder tomar decisiones más
atinadas. Es importante ver y entender la situación y sus causas tal como son y no como
quisiera que fuesen. No olvide que la manera en que le muestren o digan las cosas
induce el cómo tomará su decisión, como en la anécdota del monje que pide permiso
para fumar mientras reza: el permiso le es negado, pero si lo pide para rezar mientras
fuma se le otorga.
No se engañe
“Nuestras alternativas las tenemos que contrastar y comparar con otras, ver las
ventajas de otras opciones y los posibles fallos de la nuestra””.
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Todas las alternativas tienen pros y contras y no hay una sola que sea perfecta. Tendrá
que analizarlas a fondo y compararlas con otras sin engañarse ni decidir solo para salir
de una situación molesta, como el renunciar antes de tener otro trabajo asegurado. Sea
objetivo, vea lo positivo y lo negativo de sus opciones, no se engañe. La mejor manera
de evitarlo es ser creativo y gestar varias alternativas que puedan ser evaluadas para
elegir la más adecuada. No se apresure, medite y consulte las opciones, ya que nuevas
perspectivas pueden iluminar puntos ciegos que usted no vea.
“La gestión de empresas es un caldo de cultivo propicio para decidir hacer lo que hace
la mayoría, en vez de pensar alternativas válidas para cada caso concreto””.
Cuando las “empresas puntocom” se pusieron de moda con la promesa de grandes
ganancias a futuro y comenzaron a cotizar en la bolsa, muchos empresarios invirtieron
en ellas; en pocos meses estalló la burbuja y al final obtuvieron solo pérdidas. Esto
sucedió al caer en el cuarto error a evitar: decidir basándose en el temor a quedar fuera y
ser diferente, por no querer ser el único que se equivoque o por temor al ridículo.
Encuentre su propio camino en vez de seguir la pauta de otros.
No se arriesgue de más
“Pensamos que sabemos más de lo que realmente sabemos y que tenemos más control
sobre las cosas del que realmente tenemos””.
En cuanto a los riesgos, hay que calcularlos bien para no arriesgarse a tal grado que
pueda perderlo todo, y con mayor razón si afecta a terceras personas. Hay gente que es
atraída por los riesgos y otra que, al contrario, prefiere mantenerse en zona segura, pero
es mejor situarse en una posición media y pedir opiniones a personas que piensen
distinto. No hacerlo representa el quinto error. No crea que tiene todo bajo control. La
vida es incertidumbre y hay que aceptarla. Esto le permitirá imaginar los múltiples
escenarios que pudieran resultar de una decisión y calcular los riesgos y los beneficios.
Acepte la realidad, aunque no sea la que usted desearía. Esté abierto al curso que toman
las cosas naturalmente y si tiene que cambiar de planes, hágalo. Es mejor adecuarse a
las circunstancias que luchar contra ellas para acabar fracasando. Mida sus riesgos, no
vaya más allá de lo prudente y confíe en su intuición. La intuición es orgánica y no
requiere de la razón para saber algo. La razón disecciona las cosas para comprender sus
partes y la intuición solo sabe. La intuición se puede entender como creativa o experta.
Una persona experta, como un médico excelente, puede reconocer síntomas y
diagnosticar con certeza. Se guía por la experiencia y muy pocas veces intenta hacer las
cosas de manera distinta, muy al contrario de quien tiene intuición creativa. Las ideas
Adient –
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originales e innovadoras tienen gran valor, aunque esto no garantiza que sean eficaces,
por lo que siempre hay que probarlas.
“Muchas veces nos comprometemos con un curso de acción y lo llevamos a cabo sin
cuestionarnos si es lo mejor que podíamos hacer o si hay otras alternativas””.
Está bien confiar en la intuición, pero debe hacer los análisis pertinentes para
complementar la decisión y así evitar el sexto error en la toma de decisiones. La
intuición puede ayudarle a tomar buenas decisiones, pero también conlleva riesgos. Si
uno es experto, lo es solo en su campo y creer que lo es en todo es arrogancia. En una
empresa si decide por intuición debe ser un alto mando; de lo contrario, no generará
compromiso de parte de los empleados, ya que no es una decisión razonada.
El séptimo error es aferrarse con rigidez a sus ideas. La gente tiende a escuchar solo lo
que concuerda con lo que piensa y a rechazar lo que difiere. Pareciera que lo único
importante es defender sus posturas, ya que les cuesta mucho salir de ese territorio
conocido y evaluar otros argumentos. Si planea algo, podría querer adherirse a la idea
original pase lo que pase, sin considerar si es lo mejor. Lo desagradable tiene más
impacto emocional que lo positivo, por lo que se evita.
“El abogado del diablo acostumbra a plantear cuestiones que obligan a revisar
minuciosamente la decisión y, por tanto, a hacerla más robusta, además facilita la
mejor comprensión de la situación””.
No obstante, negarse a aceptar las pérdidas tanto como las malas decisiones conlleva a
riesgos innecesarios que acabarán costando más que el aceptar que se tomó una mala
decisión, se invirtió en algo que no convenía o que el proyecto planteado era una causa
perdida. Esa resistencia impide reconocer errores y buscar soluciones y, en su lugar, le
lleva a un espiral de decisiones para intentar cubrir los errores cometidos con unos más
grandes hasta que todo estalle tarde o temprano. Para evitar cometer tales errores, hay
tres acciones que le ayudarán a tomar mejores decisiones:
1. Escuchar a los demás – Reflexione sobre las opiniones tanto similares como
opuestas para formarse un criterio razonable.
2. Generar alternativas – El generar alterativas distintas a la idea original y
evaluarlas podrá confirmar si esta es la más efectiva o, en su caso, cambiarla por
la que sí lo sea.
3. Fungir de “abogado del diablo” – Para encontrar los posibles fallos.
Muchas veces al tomar una decisión para solucionar un problema específico, usted solo
se enfoca en que funcione sin considerar las consecuencias, que pudieran incluso
generar aun más problemas. Ha sucedido con empresas que ocultan sus déficits con la
esperanza de resolverlos pronto y acaban quebrando. Debe estar consciente de que sus
decisiones acarrean consecuencias y hay que tenerlas en cuenta no como algo que
desearía que ocurriese, sino como posibilidades reales, tanto positivas como negativas,
además de considerar las inesperadas, no solo en el presente, sino también a futuro.
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“Las decisiones que suponen que gran parte de los afectados ganen son las que mejor
se van a implantar””.
Es evidente que se decide por una contingencia del presente, pero es conveniente pensar
que las consecuencias se extenderán al futuro. Las decisiones tomadas por impulso, sin
reflexión –lo que constituye el octavo error– acarrean duras consecuencias. Tenerlas en
cuenta ayudará a tomar una mejor decisión. Recuerde calcular los riesgos y sus
consecuencias y recordar que el futuro acabará siendo el presente, por lo que no hay que
subestimarlo. También puede tomar una decisión en grupo, considerando los riesgos.
“La racionalidad tiene límites desde el primer momento en que los seres humanos
somos también emoción y decidimos también con ella””.
El noveno error es dejarse llevar por la presión del grupo y aceptar decisiones con las
que no concuerda. Cada persona tiene una visión particular y es necesario llegar al
consenso para que surja la decisión adecuada. Los grupos pueden llegar a buenas
decisiones si aportan sus conocimientos, experiencia y capacidades. El riesgo es que sea
un proceso lento, sin un responsable directo y que las personas no opinen con total
libertad por sentirse presionadas. Esta presión suele ser un problema, ya que es
condicionante de la conducta y por tanto de las decisiones. Opinar en contra de los
demás puede acarrear el ser ignorado, por lo que dar más valor al grupo que a una
decisión correcta es un peligro.
El décimo error a evitar al tomar decisiones, una vez que haya tomado una decisión
definitiva, es no comprometerse a fondo para hacer que esta se vuelva realidad. Cuando
ya ha tomado una decisión es hora de actuar. Es la única manera de comprobar si
funciona o si tiene que adecuarla. Se requiere de su total compromiso y voluntad para
llevarla a cabo y darle seguimiento continuo, priorizando los pasos a seguir. También
habrá que tener en cuenta a las personas que estarán involucradas en su desarrollo y
pensar de qué maneras podrían beneficiarse. A veces, las personas se acostumbran a
pensar solo en los propios intereses y no los de los demás, y esas son también
consecuencias que hay que evaluar.
“Ninguna decisión es buena hasta que alguien haga algo con ella””.
Conocer cómo es que usted toma sus decisiones, qué emociones están detrás, cuáles son
sus intereses y cómo pueden afectar a los demás, así como aceptar que no puede tener el
control total de nada, le proporcionarán una buena base para reconocer su propio
proceso y podrá ver cuáles son las debilidades y los errores para mejorar
constantemente. No espere que la gente reaccione de determinada manera ante su
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decisión, ya que estará permeada por sus emociones. Decidir es inevitable, equivocarse
también. Pero reconocer los errores que comete es el primer paso para tomar mejores
decisiones.
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Comentarios sobre este resumen
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G. .. hace 2 años
N. .. hace 3 años
E. .. hace 3 años
Adient –
INTERN
AL
ponemos más importancia a las
decisiones tomadas laboralmente
para quedar bien ante alguien más
sin darnos cuenta o hacernos la
pregunta si es realmente lo que
queremos.
Adient –
INTERN
AL