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¿Cómo tratamos la indecisión?

Reconocer la importancia de “la toma de decisiones”, es tan simple como echar una
mirada atrás y entender que el presente, es causa de las decisiones que tomaste en el
pasado. Tomar decisiones, es sin duda una actividad que diariamente hacemos, pero que
para muchos no deja de ser difícil por momentos. A algunas personas el hecho de tener
que tomar decisiones, por pequeñas que sean, les causa un auténtico problema y muchas
veces necesitan el apoyo de otras personas, son personas indecisas. La indecisión se
convierte en un síntoma patológico cuando la decisión más simple se convierte en un
auténtico problema para la persona.

Nuestros psicólogos tratan la indecisión a través de una terapia personalizada. Nuestros


especialistas entrenan a los pacientes a mejorar su seguridad personal, a dar valor a sus
elecciones, sus preferencias y sus sentimientos. Les ayudan a establecer criterios
personales y objetivos vitales, sin dejarse llevar por las dudas y sin intentar complacer a
los demás.

¿Qué es la indecisión?

La indecisión es la falta de determinación ante una situación, vivida como conflictiva, que
nos impide tomar una decisión. Se puede formular como la dificultad para tomar
decisiones de forma afirmativa, segura y tranquila. Puede ser un rasgo de la personalidad
en sí mismo, o puede ir asociado a algunos tipos de psicopatología, como los trastornos
obsesivos.

¿Cuándo se convierte la indecisión en un problema?

Es un problema cuando la indecisión adquiere el carácter de síntoma. Es decir, cuando la


más mínima cosa o la más pequeña elección que tenga que tomar la persona se convierte
en un obstáculo incapacitante. Por ejemplo, si situaciones tan sencillas como qué ropa
ponerse, qué plato pedir en un restaurante, qué película ir a ver, etc. provocan bloqueos y
ansiedad, estamos ante una indecisión patológica.
Pero hay un fenómeno llamativo que padecen algunos de los indecisos más graves. Estos
llegan a tener la sensación de que todo lo que llega a sus sentidos ha sido percibido por
otro. Cuando estos indecisos graves dicen algo, tienen la idea de no ser ellos mismos
quienes lo han pensado, sino que otro lo dijo antes. Sin darse cuenta, el indeciso grave
establece con algún otro una especie de dependencia ilusoria.
Síntomas de indecisión

La indecisión es la dificultad o incapacidad para optar entre dos o más alternativas que
generalmente tienen relevancia para la funcionalidad de una persona.

Detrás de la indecisión hay una pérdida en la confianza básica que nos induce a cuestionar
permanentemente la solidez y fundamentación de nuestras decisiones. Se asocia al
sentimiento de inseguridad, a una excesiva autoexigencia y a la falta de claridad en el
planteamiento de las situaciones.
Aparece una precaución excesiva, una costumbre de mirar el lado negativo de toda
circunstancia, y se tiende a pensar y hablar del posible fracaso en lugar de concentrarse en
los medios de alcanzar el éxito.
Tienen una respuesta constante de dilación en la realización de tareas, es decir, dejar
pasar mucho tiempo buscando excusas para no realizar el trabajo.

¿Cómo enfrentarse a la indecisión?

1. Define tu decisión. Tómate unos minutos para escribir la decisión que estás a


punto de tomar. Escribir tus pensamientos en papel puede permitirte ver las cosas
desde un punto de vista diferente. Un problema bien definido es una situación
medianamente solucionada.
2. Identifica tu objetivo real. Siempre que nos enfrentamos a una decisión, existe un
interés sobre algo que queremos obtener. Por ejemplo, si queremos cambiar de
trabajo, tu objetivo real podría ser mejorar tus condiciones laborales. Hazte la
pregunta: ¿Qué es lo que realmente quiero obtener cuando tome esta decisión?
3. Identifica cada una de tus opciones y escríbelas.
4. Realiza un análisis de los pros y los contras. Para cada opción, haz una lista de
tantos pros y contras como sea posible.
5. Pide ayuda a la persona que consideres más adecuada. ¿Conoces a alguien que
haya pasado por la situación que vives en este momento?
6. Reflexiona y medita tu decisión. Es una gran herramienta que permite eliminar el
estrés que conlleva la toma de una decisión difícil. Medita en un lugar tranquilo
donde no puedas ser interrumpido, cierra tus ojos y enfócate en tu respiración.
Mientras más relajado te encuentres, mejor. Imagínate lo que estás a punto de
decidir e intenta pensar con la cabeza fría acerca de ello.
7. Selecciona la opción más realista. Escoge la opción que tiene la mejor
oportunidad de atraer a tu vida tu objetivo real.
8. Toma una decisión de acción y ejecútala. Específica para tu decisión una fecha
real e identifica cuál será tu primera acción a realizar.

Otras recomendaciones que te pueden servir para evitar problemas de indecisión son:

 No temas decir sí o no. Actúa de acuerdo con lo que piensas y sientes. Esto te
llevará a incrementar tu autoestima.

 No te dejes llevar por las dudas, no les hagas caso.

 Actúa de acuerdo a lo que realmente piensas y sientes. Si no quieres hacer algo,


¡no lo hagas! NADIE te obliga a hacerlo.

 Sé firme y coherente con tus pensamientos. Si sabes que alguna acción te va a


perjudicar, que no está de acuerdo con tus valores, o te puede dañar, ¡no lo hagas!
Tampoco tomes decisiones por impulso o por el calor de la situación. Actuar así
conduce a cometer muchos errores y al fracaso en muchos aspectos de la vida, y esto
es peor que la indecisión.

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