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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA


PROGRAMA DE ESTUDIOS DE DERECHO

TÍTULO:

SITUACION DE CONCURSO

Autor

 Diaz Sipán, Miguel

 Marín Meza Lenin

 Moreno Mendieta, Andrea

 Garcia Lucas Cinthia Masiell

Asignatura:

COMERCIAL IV : CONCURSAL

Docente:

Alva Galarreta Mirko Juan Jose

HUACHO – PERÚ

2023
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DEDICATORIA

Nuestro presente trabajo monográfico lo dedicamos a nuestros padres

que nos siguen mostrando su apoyo y confianza, en cada uno de los

retos que asumimos. De la misma manera queremos dedicar este

trabajo a todas las personas que en medio de la coyuntura actual de

pandemia siguen luchando por crear un mundo más consciente, con

aspiraciones de vivir un mejor futuro.


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INTRODUCCIÓN

En los últimos años, se ha observado cómo el Instituto Nacional de Defensa de la


Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (en adelante, Indecopi) creado en
el año 1992, ha tenido una función primordial en la evolución del crecimiento económico del
país, pues con su institucionalidad no sólo promueve en el mercado mejores decisiones, sino
que también puede facilitar la rehabilitación de una empresa que se encuentra en crisis
financiera o económica, mediante la protección del crédito.empresa

Actualmente, se cuenta con la Ley N° 27809, Ley General del Sistema Concursal, que tiene
como finalidad según el artículo I del Título Preliminar: “la recuperación del crédito mediante
la regulación de procedimientos concursales que promuevan la asignación eficiente de
recursos a fin de conseguir el máximo valor posible del patrimonio del deudor” . Este
dispositivo facilita y otorga las herramientas a los acreedores de la empresa concursada así
como al deudor para que puedan negociar y de esta manera recuperar el crédito de acuerdo al
cronograma de pagos que se apruebe en una Junta de Acreedores o al orden de preferencia
establecido en la ley.empresa

La Autoridad Concursal señalada por la Ley es el Indecopi y cuenta con una Comisión de
Procedimientos Concursales (CCO) que tiene como objetivo propiciar un ambiente adecuado
mediante el cual, el deudor y sus acreedores puedan a través de la negociación colectiva llegar
a un acuerdo, con lo cual, llevará a la empresa concursada a encontrarse bajo la voluntad de la
Junta de Acreedores, pues los acreedores tendrán la decisión de elegir entre dos opciones:
reestructurar el patrimonio del deudor o liquidarlo . El objetivo es que cualquiera sea el caso
que los acreedores señalen, la empresa deudora pueda pagar ordenadamente a sus acreedores
de la manera más eficiente o pueda salir ordenadamente del mercado.
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LA FUNCIÓN ECONÓMICA DE UN SISTEMA CONCURSAL


La insolvencia es una situación en la cual un agente económico no se encuentra en
capacidad de cumplir con las obligaciones contraídas frente a sus acreedores. El objetivo
de un sistema concursal, en términos microeconómicos, es asegurar que los activos de los
agentes económicos con problemas de insolvencia sean asignados a su mejor uso, en un
ambiente de negociación con los acreedores, maximizando la probabilidad de
recuperación de las obligaciones y minimizando los costos de transacción asociados a
identificar y reunir a las partes, buscar información, así como negociar y cumplir los
acuerdos. En casos de crisis empresarial y en ausencia de este sistema, los acreedores
iniciarían una carrera por cobrar antes que los demás, trayendo como consecuencia la
liquidación de los negocios, independientemente de si son viables o no. Esto representa un
Equilibrio de Nash no deseable en el sentido de Pareto, porque la asignación de los activos
de la empresa podría ser mejorada con una mejor coordinación. Un buen sistema
concursal permite alcanzar un Equilibrio de Nash Pareto-superior, mediante la reducción
de los costos de transacción y traslado las ganancias de eficiencia a todas las partes
involucradas. Además, en términos macroeconómicos, un buen sistema concursal:
a. Mantiene el flujo circular del ingreso. La imposibilidad por parte de los deudores de
cumplir con el pago de sus obligaciones puede constituir un efecto dominó que
perjudicaría la cadena de pagos.
b. Reduce el costo de financiamiento. Sin un buen sistema concursal se encarecería el
costo del capital, porque ante la inseguridad de poder minimizar las pérdidas de su
inversión, los proveedores de capital tienen menos incentivos a otorgar créditos, o lo
harían a costos (tasas de interés o garantías) muy elevados.
c. Contribuye a elevar la productividad y el crecimiento potencial de la economía. Un
buen sistema concursal evita tanto la liquidación de empresas viables como la
supervivencia de empresas zombies. Estas últimas son aquellas con problemas persistentes
para pagar sus obligaciones financieras, y que, por lo tanto, no son viables. Estos
problemas restarían competitividad a la economía y también implicarían pérdida de
recaudación tributaria por menor actividad empresarial.
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EL SISTEMA CONCURSAL EN EL PERÚ


La Ley N.o 27809, Ley de General del Sistema Concursal (LGSC)1 considera dos
alternativas para casos de crisis empresarial: la reestructuración y la liquidación del
patrimonio del deudor concursado.
a. La reestructuración implica mantener al deudor en el mercado, permitiendo que genere
los recursos suficientes para extinguir las obligaciones que mantiene frente a sus
acreedores.
b. La liquidación, que implica un cese de las actividades del deudor. En este caso se
pagan las obligaciones mediante la venta de los activos hasta el monto que el valor del
patrimonio cubra. El procedimiento concursal se inicia a pedido de parte, es decir, son las
mismas partes (acreedores y deudores) quienes deciden ponerlo en práctica.
La Comisión de Procedimientos Concursales de Indecopi tramita los procedimientos.
Existen dos procedimientos concursales: el procedimiento ordinario (PO) y el
procedimiento preventivo (PP). El ingreso al PO puede ser solicitado por acreedores o
deudores de la empresa insolvente, y concluye cuando la Junta de Acreedores (JA)
aprueba un Plan de Reestructuración o un Convenio de Liquidación. El ingreso al PP
puede ser solicitado solo por la empresa deudora, y termina cuando la JA aprueba el
Acuerdo Global de Refinanciación. En 2020, se incorporó un Procedimiento Acelerado de
Refinanciación Concursal (PARC), solicitado solo por la empresa deudora, como un
mecanismo transitorio para facilitar que las empresas afectadas por la crisis causada por la
pandemia del Covid-19 pudieran reestructurarse y evitar su liquidación. El PARC aceleró
los plazos y redujo los requisitos, pero fue poco utilizado, en parte porque los diversos
programas de financiamiento y reprogramación de deudas impulsados por el gobierno
redujeron la necesidad de optar por dicha opción. El PARC estuvo vigente hasta el 31 de
diciembre de 2020. El Cuadro 1 compara los procedimientos concursales en Perú. En caso
el ingreso al sistema concursal fuera solicitado por el deudor, cada procedimiento
concursal tiene requisitos de pérdida de patrimonio para las empresas deudoras. Así, el PO
requiere que la empresa insolvente presente más de un tercio de sus obligaciones vencidas
e impagas por más de treinta días calendario, y pérdidas acumuladas mayores a un tercio
de su capital social; además, si la empresa pretende la restructuración, debe acreditar que
sus pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, no superan el total de su capital social.
Por su parte, el PP solo recibe empresas que no tengan más de un tercio de sus
obligaciones vencidas e impagas por más de treinta días calendario, y no muestren
pérdidas acumuladas mayores a un tercio de su capital social. En el caso del PO, la JA
toma el control de los activos de la empresa, lo cual desincentiva que los deudores
soliciten este mecanismo. En el caso del PP, la administración de la empresa deudora
mantiene la gestión. Finalmente, el PARC requería que la empresa deudora no presente
pérdidas acumuladas mayores a un tercio de su capital social.
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ENTENDIENDO EL DERECHO CONCURSAL


Podemos entender al derecho concursal como un conjunto de normas las cuales tienen como
fin regular situaciones de crisis patrimoniales o falencias económicas. En ese sentido, es el
derecho concursal el encargado de sustraer temporalmente del mercado al deudor en crisis
para lograr maximizar eficientemente su patrimonio de ser posible.
Ante ello, se entiende que el derecho concursal involucra una segunda oportunidad para las
empresas en crisis y que estas, mediante un procedimiento ordenado, puedan usar de manera
eficiente su patrimonio. De ahí que su objetivo final no sea en de liquidar empresas, lo que
acarrearía, no sólo deudas impagas a sus acreedores, sino, además, despido de su personal de
trabajo
Por ello, también surge como un mecanismo idóneo para la negociación debido a que, al
existir un procedimiento, se pueden abrir espacios de diálogo y acuerdo entre el deudor y sus
acreedores. Así la negociación puede ser una forma de poder hacer que la compañía siga a
flote y abrir vías hasta para renegociar deudas.
¿Qué significa estar en una situación de concurso?
El concurso de acreedores surge ante un supuesto de insolvencia de una empresa, es decir,
cuando la situación económico - financiera de una empresa revela una imposibilidad de pagar
a una pluralidad de acreedores (declarada por una autoridad competente).
OBJETIVO Y FINALIDAD DEL SISTEMA CONCURSAL
De acuerdo con la Ley, el objetivo de sistema concursal peruano es “la recuperación del
crédito mediante la regulación de procedimientos concursales que promuevan la asignación
eficiente de recursos a fin de conseguir el máximo valor posible del patrimonio del deudor”.
Además, la finalidad de los procedimientos concursales es “propiciar un ambiente idóneo para
la negociación entre los acreedores y el deudor sometido a concurso que les permita llegar a
un acuerdo de reestructuración o, en su defecto, a la salida ordenada del mercado bajo
reducidos costos de transacción”.
Como vemos, en nuestro país se ha aplicado un criterio de eficiencia económica donde se
considera que el patrimonio del deudor es importante y escaso, por lo que el sistema concursal
debe facilitar que los acreedores tomen decisiones eficientes sobre el destino del deudor que
maximicen el valor de su patrimonio en beneficio de la colectividad de acreedores.
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LOS PRINCIPIOS RECTORES DEL CONCURSO


Universalidad: el concurso afecta todo el patrimonio del deudor, si bien hay bienes no
embargables, salvo por esos, cuando un deudor es declarado en concurso, la totalidad de su
patrimonio está expuesto.
Colectividad: en concurso se realiza a favor de todos los acreedores o todo el interés colectivo
de los acreedores, no solo de uno de estos.
Proporcionalidad: los acreedores participarán de forma igual en el proceso concursal, pero
también de acuerdo a la situación específicas de cada una de las empresas, en otras palabras,
todos se llevan una tajada proporcional del deudor concursado.
Oficiosidad: tiene que haber una solicitud de concurso y que sea una autoridad la que debe
declararlo. Dicha autoridad es la que reconoce al deudor del concurso y los acreedores.
Celeridad: debe ser tramitado dentro de los plazos legalmente establecidos. El concurso debe
tener un plazo máximo en el que cada fase concursal debe ser resuelto, lo que se quiere es
evitar costos de transacción.
Conducta procedimental: todos los que participen en un concurso deben adecuar su conducta
en los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe.
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ASPECTOS SOBRE EL PATRIMONIO CONCURSADO


El patrimonio concursado es el patrimonio del deudor que ha sido declarado en concurso que
va a responder a las acreencias reconocidas en el procedimiento concursal: bienes, derechos y
obligaciones.
Las excepciones son los bienes inembargables (patrimonio familiar, bienes de uso personal,
etc) y aquellos excluidos por leyes especiales
Procedimientos regulados por la Ley General del Sistema Concursal (LGSC)
Podemos encontrar dos tipos principales de procedimientos concursales: el procedimiento
concursal ordinario y el procedimiento concursal preventivo:
En el caso del procedimiento concursal preventivo, este no signifca necesariamente entrar en
un proceso de crisis, sino que se busca llegar a un acuerdo en el que se refinancie las deudas
de la empresa para que esta no entre en crisis económica, dicho acuerdo es conocido como
Acuerdo Global de Refinanciación.
Respecto al proceso concursal ordinario surge cuando existen deudas impagas lo que remite al
deudor a una situación de insolvencia. Entonces, la empresa deudora ya no cumple con sus
obligaciones por un monto y tiempo determinado, por dicho motivo, los acreedores deciden
empezar un concurso con el aval de Indecopi. Existen 2 alternativas para el concurso
ordinario:
El plan de reestructuración: la compañía es viable y se busca restructurarla. Si el VAL (valor
de activos liquidados) es mayor a la VNM (valor del negocio en marcha) es una empresa
viable.
El convenio de liquidación: la compañía no se puede salvar de la crisis, por lo que se liquida.
Si el VAL (valor de activos liquidados) es menor al VNM (valor del negocio en marcha) la
empresa es inviable.
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PRINCIPALES ACTORES EN EL SISTEMA CONCURSAL


Los principales actores en el sistema concursal son la autoridad concursal, el deudor y los
acreedores.
En el Perú, la autoridad competente para conocer los procedimientos concursales es el
Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual (“Indecopi”), una autoridad administrativa, a diferencia de otras legislaciones
donde la competencia reside en la autoridad judicial. Dentro de Indecopi, la Comisión de
Procedimientos Concursales (la “Comisión”) es competente para conocer los procedimientos
concursales de deudores domiciliados en el Perú, y deudores que domicilien en el extranjero,
siempre y cuando se hubiese reconocido la sentencia extranjera que declara el concurso y
exclusivamente sobre los bienes de titularidad del concursado que se encuentren en el Perú.
Además, la Sala Especializada en Procedimientos Concursales es competente para conocer los
procedimientos como última instancia administrativa. Sus resoluciones pueden cuestionarse
mediante la demanda contenciosa administrativa ante el Poder Judicial.
Por otro lado, la Ley establece que se entiende como deudor a toda persona natural o jurídica,
sociedad conyugal, sucesión indivisa o sucursal en el Perú de sociedades u organizaciones
constituidas en el extranjero. Asimismo, se considera que un deudor es susceptible de ser
sometido a concurso si realiza algún tipo de actividad empresarial (entendida como cualquier
actividad económica, habitual y autónoma en la que confluyen factores de producción, capital
y trabajo, desarrollada con el objetivo de producir bienes o prestar servicios), y se cumplen los
presupuestos establecidos en la legislación concursal.
Igualmente, de acuerdo con la Ley, se considerará como acreedor a cualquier persona natural
o jurídica, sociedades conyugales, sucesiones indivisas y otros patrimonios autónomos que
sean titulares de un crédito. Resulta relevante distinguir entre un crédito concursal y un
crédito post-concursal, ya que, en principio, solo los acreedores titulares de un crédito
concursal podrán ser parte de un procedimiento concursal. De acuerdo con la Ley, el crédito
concursal es el generado hasta la fecha de publicación de la situación de concurso del deudor,
y el crédito post-concursal será el generado luego de la mencionada fecha de publicación.
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TIPOS DE PROCEDIMIENTOS CONCURSALES


Ahora, habiendo revisado los conceptos básicos del sistema concursal, pasaremos a resumir
brevemente los tipos de procedimientos concursales.
Al respecto, cabe mencionar que existen dos tipos de procedimientos concursales: el
procedimiento concursal ordinario, y el procedimiento concursal preventivo. El
procedimiento ordinario busca enfrentar y revertir una crisis (o insolvencia) manifiesta,
mientras que el preventivo busca prevenir esa crisis antes de que se materialice y así evitar
una situación desesperada.

Cualquier deudor puede solicitar su sometimiento a un procedimiento concursal preventivo,


siempre que no se encuentre en alguno de los supuestos contemplados en la ley para el
sometimiento a un procedimiento concursal ordinario. Esto significa que debe encontrarse en
una insolvencia inminente, no una insolvencia actual, para poder solicitar el inicio de un
procedimiento preventivo.
Por otro lado, la Ley ha establecido dos posibilidades sobre el inicio de un procedimiento
concursal ordinario: que el mismo deudor solicite su sometimiento a concurso (lo que se
conoce como concurso voluntario) o que uno o varios acreedores soliciten el sometimiento de
un deudor a concurso (lo que se conoce como concurso involuntario).

Para solicitar su sometimiento a un concurso ordinario, el deudor deberá cumplir con los
requisitos señalados en la Ley4. Por otro lado, para que un acreedor solicite el sometimiento
de uno de sus deudores al concurso ordinario deberá contar con un crédito por un valor
superior a las cincuenta (50) UIT y que se haya mantenido impago por más de treinta (30)
días.

En todos los casos, la solicitud deberá presentarse ante la Comisión, quien revisará el
cumplimiento de los requisitos señalados en la Ley y decidirá si se inicia o no un concurso.
En el caso de un concurso ordinario solicitado por los acreedores, la Comisión, luego de
comprobar que se cumplan los presupuestos, emplazará al deudor para que éste pueda optar
por: (i) pagar el crédito, (ii) ofrecer pagar el crédito, (iii) oponerse a la solicitud, o (iv)
allanarse a la solicitud. Solo se iniciará un concurso ordinario si el deudor se allana a la
solicitud, la oposición presentada es desestimada, o si el ofrecimiento de pago que realice es
rechazado por el acreedor solicitante.

Una vez que la Comisión declare el inicio del concurso y esta resolución quede firme o
consentida, se publicará en el Boletín Concursal el inicio del concurso del deudor y los
acreedores titulares de créditos concursales deberán presentar ante esta entidad las solicitudes
de reconocimiento de sus créditos. Una vez los créditos se hayan reconocido y la junta de
acreedores se haya instalado, ésta decidirá sobre lo siguiente: (i) en un procedimiento
preventivo, deberá decidir aprobar o no el Acuerdo Global de Refinanciación, y (ii) el un
concurso ordinario, deberá decidir liquidar o reestructurar al deudor.
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ETAPAS DEL PROCEDIMIENTO CONCURSAL


Existen 4 etapas:
Inicio: tanto los deudores como acreedores pueden iniciar un procedimiento concursal.
Deudores: deben tener más de un tercio del total de las obligaciones vencidas o no pagadas,
por un periodo mayor a los 30 días calendario, así como pérdidas acumuladas cuyo importe
sea superior al tercio del capital social pagado.
Acreedores: deben tener créditos vencidos, en un máximo de 30 días calendario.
Evaluación y publicación: la Comisión publica el procedimiento concursal en el diario El
Peruano y convoca, con fecha límite, la presentación de todos los acreedores para el
reconocimiento de sus créditos.
Reconocimiento de créditos: los acreedores pueden solicitar a la Comisión el reconocimiento
de sus créditos. Para esto, deben sustentar el origen, cuantía, legitimidad y titularidad de los
mismos. Algunos de estos créditos pueden ser: laborales, previsionales, comerciales,
tributarios y créditos alimentarios.
Convocatoria de junta de acreedores: la persona que solicitó el inicio del procedimiento
concursal podrá convocar a la junta de acreedores, a través de una publicación en el diario El
Peruano. La cita deberá señalar el lugar, día y hora de la reunión.
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CONCLUSIÓN

El Sistema Concursal en el Perú cumple un rol fundamental en el crecimiento y


fortalecimiento de la economía peruana. La Ley General del Sistema Concursal tiene como
finalidad la recuperación del crédito a través de la regulación de los procedimientos
concursales. Además, durante el concurso se deben respetar tres principios que son:
colectividad, universalidad y proporcionalidad. La norma fomenta la distribución eficiente del
patrimonio del deudor a sus acreedores, asimismo, facilita entre todos los acreedores y el
deudor una negociación colectiva que va a reducir a su vez los costos de transacción en la
toma de decisiones respecto al destino de su patrimonio.

El Indecopi que es la autoridad concursal facultada por la Ley, cumple una función importante
en la protección de una empresa que entra en estado de crisis financiera o económica porque
cuando se difunde el concurso se suspende la exigibilidad de las obligaciones generadas con
anterioridad al procedimiento hasta que la junta apruebe el Acuerdo Global de
Refinanciación, Plan de Reestructuración o Convenio de Liquidación de ser el caso. Este
tiempo que se otorga es una protección porque ayuda a que la empresa pueda ordenarse y
además previene a que queden insolventes y se declaren en quiebra y como consecuencia no
puedan pagar a sus acreedores.

Finalmente, que una empresa se someta a un procedimiento concursal tendrá efectos positivos
que repercutirán en su economía pues, en primer lugar, la empresa quedará protegida por un
tiempo hasta que se establezca el cronograma de pagos. En segundo lugar, la existencia de
negociación colectiva hará que se pueda distribuir de manera eficiente el patrimonio del
deudor. Por último, ahorrará costos de transacción en todas las coordinaciones que involucren
a los acreedores y el deudor.

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