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GRUPO 9:
• Haro sarango, George Luis
• Gonzales García , Diego Jose
• Espino Saavedra , Percy Ángel
• Bernabé Chávez, Henry Marcos
• Salinas Rispa, Omar Ernesto
Docente:
Freddy Freitas Vela
Asignatura:
Derecho Concursal
Lima, Perú
Octubre, 2023
1. INTRODUCCIÓN Y NECESIDAD:
En el mundo, las personas, sean naturales o jurídicas, están en constante competencia.
Todos pretenden mejorar para ser escogidos sobre los demás, por lo cual la competencia y
la amenaza de ser superado por los otros competidores es un impulso constante al desarrollo
y la mejora. En ocasiones, por buscar la mejora continua, las empresas caen en inversiones
que resultan ser no rentables, sufren acumulaciones de deudas y su situación se vuelve
insostenible, quedando en una posición de vulnerabilidad por la posibilidad de ser depredadas
por sus acreedores que buscan cobrar sus créditos.
El procedimiento concursal aparece como una solución intermedia en esta situación, la
calificamos como intermedia por el siguiente motivo:
1. Brinda protección al deudor, en cuanto hasta que se junten los acreedores podrá gozar
de protección patrimonial.
2. Protege a los acreedores en cuanto garantiza que el deudor responda ante los créditos
pendientes de pago con absolutamente todo su patrimonio y capital, permitiendo que
incluso los acreedores puedan tomar el control de la empresa.
En ese sentido, el procedimiento concursal interferirá para 1) Responder ante todos los
acreedores del deudor 2) Realizar los pagos de forma ordenada acorde con lo decidido por
los propios acreedores sin intervención del deudor.
El Convenio de Liquidación es una de las posibles decisiones que tomen la junta de
acreedores, la mayoría de procedimientos concursales concluyen por esa vía.
A través de esta, la Junta de acreedores pacta a través del Convenio de Liquidación que se
podrá fin a la empresa deudora y que se venderá cada uno de sus bienes a fin de pagar con
el dinero obtenido la mayor parte de la deuda posible.
En el presente trabajo, nos centraremos en analizar la Liquidación dentro del procedimiento
concursal, partiendo desde una visión histórica y abarcando temas practico-casuísticos y
análisis de datos.
La Ley Procesal de Quiebra, que puede ser catalogada como longeva por el largo tiempo que
estuvo en vigor – alrededor de 60 años – fue derogada en 1992 por la Ley Nro. 26116 “Ley
de Reestructuración Empresarial”. Con la entrada en vigor de esta Ley consideramos que se
aparece un sistema concursal, si bien primitivo, uno propiamente dicho. Ahora bien, para el
momento de su promulgación, el texto legal era bastante completo e innovador pues traía
consigo términos que mantenemos hoy como el de insolvencia.
Según el Dr. Paolo del Aguilar Ruiz de Somocurcio, son cuatro los aportes principales de esta
nueva norma:
A nivel jurídico, hay una ley especial para el tratamiento de las crisis empresariales, siendo
esta la Ley General del Sistema Concursal1. El objetivo de la presente ley es la recuperación
del crédito (pro-acreedor) mediante la regulación de procedimientos concursales que
promuevan la asignación eficiente de recursos a fin de conseguir el máximo valor posible del
patrimonio del deudor.
En el derecho concursal, el acreedor lleva a concurso al deudor cuando se cumple con los
requisitos señalados en la ley, siendo los protagonistas los acreedores. En virtud de ello, en
el procedimiento concursal, los acreedores son los que disputaran el patrimonio del deudor,
si hay un (1) solo acreedor, se deberá declarar la inexistencia del concurso mediante
resolución emitida por la Agencia de Competencia.
1
Ley N° 27809, publicada en el diario oficial el peruano el 8 de agosto de 2002
El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual es el organismo de los procedimientos concursales a nivel nacional, los concursos
en el Perú se basan en el principio de territorialidad, es decir, interesa el domicilio del deudor,
ya que eso determinará si Indecopi es o no competente para conocer el procedimiento
concursal.
El procedimiento concursal inicia por solicitud del deudor o por acreedores con créditos
adeudados ante la agencia de competencia, siendo una de sus funciones tramitar y supervisar
lo referido al procedimiento concursal, desde la postulación hasta su etapa final, que puede
ser el pago de los créditos a través de una reestructuración o la liquidación de la empresa a
través de un proceso liquidatario.
Siendo ello así, el PCP va a tratar de prevenir cualquier tipo de problema a futuro que pueda
generarse ante el no pago de las acreencias, por ello, se realiza el AGR de las deudas, con
la finalidad de establecer calendarios para pagar las obligaciones.
Por otro lado, contamos con el PCO, ya sea cuando no se aprobó el calendario de pago
propuesto en el AGR, motivo por el cual, se decide iniciar el Procedimiento Concursal
Ordinario. También puede iniciarse de oficio, en aquellos casos Indecopi detecta que una
empresa no puede cubrir sus obligaciones y inicia el proceso concursal para poder pagar con
los bienes restantes de la empresa sus obligaciones frente a los acreedores.
El artículo 242 de la LGSC indica los requisitos para que el deudor pueda solicitar ante el
Indecopi el inicio de un Procedimiento Concursal Ordinario, los documentos solicitados por la
agencia de competencia para acreditar lo mencionado son la presentación de los balances,
estados financieros, presentación de información de la compañía, indicar quienes son los
acreedores, el monto y la forma en que se puede ubicarlos.
En base a ello, el deudor tiene 10 días hábiles para cancelar la deuda, oponerse, u ofrecer el
pago correspondiente. Si el deudor cancela la deuda, se concluye el procedimiento, si se
opone, tendría que señalar si ha cancelado la deuda, y por último, un ofrecimiento de pago.
2
24.1 Cualquier deudor podrá solicitar el inicio del Procedimiento Concursal Ordinario siempre que acredite
encontrarse en, cuando menos, alguno de los siguientes casos:
a) Que más de un tercio del total de sus obligaciones se encuentren vencidas e impagas por un período
mayor a treinta (30) días calendario;
b) Que tenga pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al tercio del capital
social pagado.
activos, cobrar lo que se pueda y concluir el procedimiento concursal. En la mayoría de los
casos una quiebra judicial, ya que, dentro del procedimiento de disolución y liquidación
concursal, cuando hay más pasivos que activos, es necesario pasar por la quiebra judicial.
Ahora bien, el articulado precedente señala un orden de preferencia al momento de pagar las
obligaciones a los acreedores, siendo el primer orden los acreedores laborales y
previsionales, sin embargo, previamente al pago de estos acreedores, los honorarios del
liquidador son los que se pagan primero.
La norma no establece un orden de prelación par los honorarios del liquidador, sin embargo,
quien cobra primero en un procedimiento concursal ordinario, en el cual los acreedores han
optado por la liquidación, es el liquidador, cuya función principal es liquidar al deudor
concursado.
El convenio de liquidación también debe contar con para cumplir los requerimientos de
información, es decir, como el liquidador brindará información a los acreedores, vía correo
electrónico, informe bimestral, informe trimestral, junta privada o en la junta de acreedores,
entre otros supuestos. Lo mencionado debe estar establecido en el convenio de liquidación.
Los efectos del convenio liquidación es que produce un estado indivisible entre el deudor y
sus acreedores, es decir, el convenio de liquidación establece como se venderá los activos
del deudor concursado. La administración del deudor pierde toda facultad de representación,
ya que el liquidador ahora es el encargado de realizar tal labor, y los acreedores estarán en
la expectativa de cobrar sus acreencias.
3
Artículo 42 de la Ley General del Sistema Concursal
Ahora bien, en un PCO, cuando exista un convenio de liquidación, de inmediato, todas las
obligaciones de pago del deudor serán exigibles aunque no se encuentre vencidas, me
gustaría hacer mención respecto de un tema muy importante, y es que aquel acreedor que
cuenta con una garantía real, siendo la misma el respaldo del crédito cedido a favor del
deudor, ante su incumplimiento, el proceso que se debería llevar a cabo es la ejecución,
proceso que se debería tramitar en la vía judicial en el Proceso Único de Ejecución4, de aquí
viene el aforismo, “ nulla executio sine título”, sin título no puede haber ejecución, y es que
solo la ley dota de esta calidad a los títulos ejecutivos, los cuales se encuentra regulados en
el artículo 688 del código procesal civil.
No obstante, no basta que el acreedor cuente con un título ejecutivo para poder acudir a este
Proceso Único de Ejecución, sino que debe concurrir con el artículo 689 del CPC que señala
que la obligación debe ser cierta, expresa y exigible, es decir, que no debe estar sujeta a
plazo ni a condición. Entonces, un acreedor que cuenta con una garantía real y cumpla con
los requisitos señalados en la norma procesal civil, no podrá ejecutarlo en la vía PUE cuando
se haya aprobado el convenio de liquidación, constituyendo una excepción a la calidad
ejecutiva de los títulos ejecutivos.
3. CONVENIO DE LIQUIDACIÓN
Es determinante que cuando se opta por un régimen de liquidación sobre el patrimonio del
deudor, posteriormente designan a un liquidador para que realice la distribución correcta de
los créditos, a efectos de que los acreedores puedan satisfacerse con el crédito pendiente de
cobro, siendo que su condición dependerá en que rango se encuentren. Habiéndose
culminado el trámite de distribución, se celebrará el convenio de liquidación, la misma que
detalla el desenvolvimiento del proceso llámesele aquellas pautas a seguir. Con el fin de tener
claridad en el tema, a través de la página web de INDECOPI (Boletín Concursal)
encontraremos una sección llamada “Publicidad de convenio y liquidación”, la pregunta a
4
Decreto legislativo 1069, publicado en el diario oficial el peruano el 28 de junio de 2008
realizar es ¿Por qué publicitar los procedimientos de liquidación que a su vez contiene el
convenio? Se debe a 3 razones, la primera que INDECOPI incentiva la transparencia de los
actos que merecen ser publicitados, a fin de que los acreedores que no han cobrado su crédito
por diversos factores puedan tener conocimiento de que una empresa ya no se encuentra
operativa en el mercado, la segunda es incentivar la Seguridad Jurídica a razón de que se
registra como un antecedente que las empresas que se encuentren en la etapa de liquidación,
certifiquen que su patrimonio está siendo reducido por la cobranza de los acreedores; la
tercera se debe a la formalidad de la ley, puesto que en la Ley General del Sistema
Concursal (N.º 27809), articulo 78 “Publicidad e inscripción del Convenio de liquidación”,
inciso 1; señala lo siguiente:
Dentro de los cinco (5) días siguientes de celebrado el Convenio, el Liquidador, bajo
responsabilidad, publicará en el Diario Oficial El Peruano, un aviso haciendo público
el inicio de la disolución y liquidación del deudor y la aprobación del Convenio,
requiriendo a quienes posean bienes y documentos del deudor, la entrega inmediata
de los mismos al liquidador. El incumplimiento podrá dar lugar a las sanciones
previstas en la Ley.
Tal como se mencionó en líneas anteriores, el Convenio de Liquidación contiene las pautas
previas que deberán seguirse en el procedimiento, asegurando el patrimonio del deudor, tales
como la determinación de los créditos y régimen de intereses, regulación de las funciones del
liquidador, de la realización del activo, duración del proceso de liquidación, entre otras. Todo
ello contiene los puntos a tratarse, lo más gravitante es que las decisiones que se lleven a
cabo recaerán exclusivamente en la Junta de acreedores, quienes decidirán el rumbo del
deudor, siendo encaminados a la disolución y liquidación de la empresa; por lo que su fin es
dar por extinguido las actividades económicas, mercantiles, etc. a la suscripción del Convenio
de Liquidación. No obstante, hay herramientas que evitan acudir a mecanismos totalitarios,
optando por la liquidación en marcha del negocio; la cual la empresa deudora seguirá
manteniéndose operativa en el mercado, no obstante, ello no lo exime de enfrentar sus
deudas contra los acreedores que se mantienen en el rango. Transcurrido la suscripción del
Convenio de Liquidación, la Junta de Acreedores elegirá a un liquidador que sea el encargado
de llevar a cabo el procedimiento concursal. A su vez, cuyo acuerdo genera una fuente de
atracción para aquellos acreedores que hayan iniciado un procedimiento concursal con
calidad de crédito post concursal, por lo que su crédito a cobrar será reconocido estando en
el trámite del procedimiento, el gran beneficio es que al haberse otorgado el reconocimiento
de dichos créditos, los acreedores quienes tienen el derecho a satisfacer su interés crediticia,
tendrán el derecho de voz y voto en la Junta de Acreedores; teniendo todo ello es
indispensable que haya varios acreedores que hayan iniciado un procedimiento post
concursal para que se puedan acoger a estos beneficios que brinda la ley.
La claridad del tema nos lleva a realizarnos la siguiente pregunta, ¿Una empresa que se
encuentra en etapa de reestructuración, puede cambiarse a la etapa de disolución y
liquidación? Sí, el Art. 75 de la presente ley, nos da indicativos que la decisión lo tomara la
Junta, por lo que automáticamente al cambiarse, se estaría feneciendo las funciones de los
representantes legales y de aquellos que participan en la administración, el que asume las
funciones de los anteriores sujetos es el liquidador. Siguiendo con la ilación del fundamento,
es imprescindible mencionar que la omisión del contenido en el Convenio de Liquidación se
sanciona con nulidad; todo principio que acarree la nulidad del acto jurídico, señala que la
nulidad solamente puede ser sancionada si es que la ley lo expresa.
Adicionar que hay una lista limitada de lo que debe contener el Convenio de Liquidación, es
decir se encuentra en la categoría de “Numerus Clausus”, siendo que para que sea
considerado como tal debe reunir “NECESARIAMENTE” lo siguiente:
1. Se debe consignar los datos de identificación del Liquidador (En especial, debe
presentar declaración jurada que se encuentra apto para asumir el cargo),
deudor, presidente de la Junta, adicionalmente señalar la fecha de aprobación del
Convenio de Liquidación. Y señalar de qué forma cumplirá con pagar a los
acreedores.
2. El liquidador debe sustentar ante la Junta los gastos que se realizará, a fin de que
asienten su conformidad.
3. En el anterior inciso, el gasto adjuntado por el liquidador es sobre el procedimiento
de disolución y liquidación, aparte deberá presentar sus honorarios que deberán
ser reconocidos por la Junta, detallando el contenido.
4. El liquidador periódicamente deberá informar el estado del procedimiento de
liquidación.
5. Las pautas a seguir de cómo se llevará a cabo los bienes del deudor.
6. Fijar los intereses.
Todo ello difiere totalmente del Convenio de Liquidación, ya que la empresa deudora no
realizará ninguna actividad económica. Por tanto, en la etapa donde no se encuentre
generando lucro, se tiene que haber realizado un inventario de los activos que cuenta el
deudor, a fin de asegurar a los acreedores que puedan cobrar contra los bienes presentes.
Los precursores de la liquidación reposan en la idea de que los acreedores tienen que
encontrar métodos de cobranza que implique un desmembramiento del deudor con los bienes
que le rodean, estando de acuerdo con la idea de Paolo Del Águila Ruiz, quién propugna la
idea de pro-acreedor:
4. ANÁLISIS DE CASUÍSTICA
RESOLUCIÓN 0018-2008/TDC-INDECOPI
EXPEDIENTE 091-2006/CCO-SANCIONADOR
Tres acreedores laborales de Galtex presentaron una denuncia contra Profesa en relación
con un presunto pago indebido a favor de Grupotex.
REQUERIMIENTO A PROFESA
RESPUESTA DE PROFESA
• Profesa sostiene que la normativa aplicable a este procedimiento debería ser la Ley
de Reestructuración Empresarial. Esto sugiere que Profesa considera que la Ley de
Reestructuración Empresarial regula el proceso concursal relacionado con Galtex y
los pagos efectuados a Grupotex.
• Profesa afirma que los pagos realizados a favor de Grupotex se llevaron a cabo
porque esta entidad había adquirido créditos de origen laboral previamente
reconocidos por la Comisión. En otras palabras, Grupotex habría adquirido legalmente
los derechos de los acreedores laborales y, por lo tanto, tendría derecho a recibir los
pagos correspondientes.
• Profesa argumenta que no existe ninguna norma que obligue a un tercero que
adquiere la titularidad de un crédito reconocido por la autoridad concursal (en este
caso, Grupotex) a solicitar un cambio de titularidad a la Comisión antes de cobrar sus
acreencias. Esto implica que Grupotex no tenía la obligación de comunicar a la
Comisión que había adquirido los créditos reconocidos a favor de los acreedores
laborales.
• Profesa menciona un criterio previamente establecido por el Tribunal en la Resolución
0128-2004/SCO-INDECOPI del 5 de marzo de 2004. Según este criterio, se podría
inferir que el Tribunal ya había tomado una decisión anterior que respalda la posición
de Profesa en cuanto a la adquisición de créditos por parte de terceros.
RESOLUCION:
5
artículo 43 del Decreto Legislativo 807 “De conformidad con lo dispuesto por el artículo 88 de la Ley General
del Sistema Concursal, las entidades liquidadoras tienen la obligación de pagar los créditos reconocidos por la
precedente establece un criterio interpretativo importante en relación con el pago de créditos
en el contexto del sistema concursal. Este precedente establece que, según el artículo 88 de
la Ley General del Sistema Concursal, las entidades liquidadoras (como Profesa en este
caso) tienen la obligación de realizar pagos a los acreedores que sean titulares de créditos
reconocidos por la Comisión, incluso si esos acreedores no cuentan con un reconocimiento
previo por parte de la Comisión. En otras palabras, se reconoce que los titulares de los
créditos tienen derecho a recibir pagos, independientemente de si la Comisión los había
reconocido previamente como acreedores en el procedimiento concursal.
COMENTARIO:
De acuerdo con Devis Echandia "Es decir, la ley procesal debe consagrar este principio: debe
aplicarse la norma vigente en el momento en que el respectivo derecho se ejercita; lo que
equivale a decir que se aplica la nueva ley a los hechos ocurridos luego de su vigencia, y que
la ley aplicable es la del momento en que hace valer el derecho en el proceso. Se tiene en
cuenta no el momento en que nace el derecho, sino el momento en que se lo pone en acción;
por ello, si se tenía un derecho procesal de acuerdo con la ley anterior, pero no había sido
ejercitado al entrar a regir la nueva, y ésta lo suprimió, no es posible ya alegarlo en el proceso"
7
, la aplicación de la nueva ley y la revocación de la sanción se basan en el momento en que
Comisión al acreedor que sea titular de los mismos a la fecha en que se efectúe el pago, incluso si dicho
acreedor carece de un reconocimiento previo por parte de la citada
autoridad administrativa.”
6
CARNELUTTI, Francesco. Sistema de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Ed.: Uteha Argentina. Unión
Tipográfica Editorial Hispano Americana. 1944. pp. 106 y 107
7
DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría General del Proceso. Editorial Universidad; Buenos Aires, 1997. pp. 84
y 85.
Profesa hizo valer su derecho de defensa al apelar la resolución sancionadora. Esto significa
que la nueva ley procesal, que permitía a Profesa argumentar que los pagos a Grupotex
estaban respaldados por la adquisición legal de créditos, se aplicó en su favor en ese
momento. Además, el hecho de que Profesa no haya ejercido su derecho bajo la ley anterior
antes de la entrada en vigor de la nueva ley no afecta su capacidad para hacerlo.
En línea con Marcial Rubio "(l)a aplicación ultraactiva de una norma es aquélla que se hace
a los hechos, relaciones y situaciones que ocurren luego que ha sido derogada o modificada
de manera expresa o tácita, es decir, luego que termina su aplicación inmediata"8, la decisión
de la Sala se ajusta a la noción de aplicación ultraactiva de las normas. La revocación de la
sanción y la aplicación de la nueva interpretación legal se aplican a los hechos y situaciones
que ocurrieron después de que se derogó la antigua interpretación. Esta aplicación tiene
como objetivo brindar seguridad jurídica a Profesa en sus relaciones procesales y confirmar
que no tiene responsabilidad por las infracciones imputadas, especialmente en lo que
respecta a los pagos realizados durante la liquidación de Galtex.
RESOLUCIÓN N° 0089-2004/SCO-INDECOPI
EXPEDIENTE N° 197-1999-04-02/CRP-ODI-CCPL
8
RUBIO CORREA, Marcial. Retroactividad, Irretroactividad y Ultraactividad. En: Para Leer el Código Civil.
Cuarta Edición, Fondo Ed itorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1985. p. 25
2001/CRP-ODI-CCPL, declaró oficialmente la insolvencia de Denimcorp. Esta declaración de
insolvencia implicó que la empresa estaba enfrentando serias dificultades financieras y no
podía cumplir con sus obligaciones financieras y comerciales de manera adecuada,
posteriormente, en una reunión de la Junta de Acreedores que tuvo lugar el 25 de enero de
2002, se tomó la decisión de disolver y liquidar la empresa deudora, Denimcorp. Esta medida
se tomó como respuesta a la insolvencia declarada previamente y representó un paso
importante en el proceso de resolver las dificultades financieras de la empresa.
RECONOCIMIENTO DE CRÉDITOS
RESOLUCIÓN Y APELACIÓN
La apelación presentada por AFP Integra el 30 de junio de 2003 contra la Resolución N° 1458-
2003/CCO-ODI-UDP argumentó que la Comisión debería haber reconocido los créditos
invocados por concepto de capital e intereses en virtud del artículo 16.3 de la Ley General del
Sistema Concursal. En este caso, AFP Integra argumentó que la ley permitía el
reconocimiento de estos créditos, incluso si se generaron después de la fecha en que se
acordó la disolución y liquidación de Denimcorp. Entonces tenemos que se planteó una
interpretación diferente de la fecha en que se acuerda la disolución y liquidación de un deudor.
Argumentaron que esta fecha no debe considerarse como un límite absoluto para el
reconocimiento de créditos, sino más bien como un requisito que habilita a los acreedores a
solicitar el reconocimiento de créditos que se generaron con posterioridad a la fecha de
publicación de la situación de concurso. Esta interpretación amplía el período durante el cual
los créditos pueden ser considerados en el proceso de liquidación.
9
Artículo 16º.- Créditos generados con posterioridad al inicio del concurso:
16.3 En los procedimientos de disolución y liquidación serán susceptibles de reconocimiento los créditos
generados con posterioridad a la fecha en que se efectúa la publicación establecida en el artículo 32º.
Artículo 74º.- Acuerdo de disolución y liquidación
74.6 Conforme lo establecido en el artículo 16.3 con el acuerdo de disolución y liquidación se genera un fuero
de atracción concursal de todos los créditos, debiendo incluso, los titulares de créditos generados con
posterioridad a la fecha establecida en el artículo 32º, presentar sus solicitudes de reconocimiento de créditos,
para efectos de su participación en Junta y su cancelación en el procedimiento, de ser el caso. Corresponde a la
Comisión emitir las resoluciones de reconocimiento posteriores a la fecha de difusión del concurso
considerando para tal efecto la fecha de la reunión que acuerda la disolución y liquidación.
La Resolución N° 2068-2003/CCO-ODI-UDP del 5 de agosto de 2003, la Comisión concedió
el recurso interpuesto por AFP Integra, lo que significa que la apelación presentada
anteriormente fue aceptada. Además, estableció un precedente importante relacionado con
el "fuero de atracción" de créditos en los procesos de disolución y liquidación. Este principio
establece que todos los créditos del deudor, independientemente de cuándo se devengaron,
deben considerarse dentro de una única masa para un tratamiento uniforme. Esto tiene
implicaciones significativas para futuros casos de insolvencia.
RESOLUCION:
En segundo lugar, la resolución especifica que se reconocen los créditos ascendentes a S/.
2,188.68 por capital. Además, otorga el primer orden de preferencia a los créditos
ascendentes a S/. 1,784.69 por capital y el quinto orden a los créditos ascendentes a S/.
403.99 por capital.
COMENTARIO:
El caso de Denimcorp, en el contexto de la aplicación del artículo 74.6° de la Ley General del
Sistema Concursal (LGSC), arroja luz sobre la complejidad y la importancia de las
regulaciones en situaciones de insolvencia y liquidación. En primer lugar, el artículo 74.6° de
la Ley General Del Sistema Concursal desempeñó un papel crucial en la denegación del
reconocimiento de ciertos créditos a favor de AFP Integra. Estos créditos ascendían a S/.
2,188.68 por capital, y se referían a aportes previsionales devengados entre enero y
diciembre de 2002. Esta denegación resalta la importancia de cumplir con los plazos y los
requisitos establecidos por la ley en el contexto de los procesos de insolvencia. En este caso,
los créditos fueron generados después de que se tomó la decisión de disolver y liquidar
Denimcorp, lo que llevó a la denegación en base a las regulaciones existentes. Además, el
caso destaca un cambio en las disposiciones legales entre la derogada Ley de
Reestructuración Patrimonial (LRP) y la Ley General del Sistema Concursal (LGS). La Ley de
Reestructuración Patrimonial (LRP) no contenía una norma que contemplara un fuero de
atracción de créditos, lo que significa que no había disposiciones claras sobre cómo manejar
créditos generados después de la decisión de liquidación. Esto resalta la importancia de que
las leyes y regulaciones sean actualizadas y proporcionen orientación adecuada para
situaciones cambiantes. Finalmente, la cuestión de si las disposiciones de la la Ley General
del Sistema Concursal (LGSC) son aplicables al presente procedimiento subraya la
necesidad de una interpretación precisa y actualizada de las regulaciones legales en el
contexto de insolvencia. La Ley General del Sistema Concursal (LGSC), al establecer normas
claras sobre el fuero de atracción de créditos, proporciona un marco legal más completo y
actualizado para manejar situaciones de este tipo.
En esta parte del trabajo abordaremos más que todas estadísticas. Dichas estadísticas las
ubicamos en el ANUARIO DE ESTADISTICAS INSTITUCIONALES que siempre publica
Indecopi, la cual contiene información estadística sobre las actividades realizadas por las
diferentes áreas que componen a esta institución normativa durante el periodo de enero a
diciembre durante los años 2020 al 2022. Analizaremos primero lo respectivo al año 2020 y
conforme vayamos avanzando lo iremos comparando con el año 2021 y con el año 2022.
En el cuadro podemos observar que el sector que más a ingresado a concurso (sea a solicitud
del acreedor o a solicitud del deudor) es el sector comercio, seguido por transportes y
almacenamientos. Ambos lideran la tabla con creces y esto como podremos recordar es a
causa del COVID-19, que golpeo a nuestro país durante ese año y se ve reflejado que dicho
sector fue el más perjudicado.
En el año 2020, Fueron muy pocas las juntas de acreedores que decidieron sobre el
patrimonio del deudor, esto en vista de que la situación económica estaba muy complicada.
En el siguiente cuadro y más importante aún, podemos observar que fue lo que decidieron
sobre el patrimonio del deudor.
Por la mala situación económica que tenían las pocas empresas que se vieron envueltas en
un procedimiento concursal, su junta de acreedores opto por la liquidación, fueron mínimas
las empresas que decidieron una reestructuración, de 14 juntas de acreedores, solo 3 optaron
por la reestructuración.
Cuando hablamos de créditos, estamos entendiendo que es la cantidad de dinero que podrá
ser recuperada. Entonces para que un procedimiento concursal sea eficiente, tiene que
recuperarse la mayor cantidad de créditos posibles. En el siguiente cuadro podremos ver cuál
fue la cantidad de créditos reconocidos:
Observando el siguiente cuadro y con toda la información brindada anteriormente en el punto
B), podemos llegar a la conclusión de que en el año 2020 fue más eficiente la liquidación,
más empresas optaron por ella y fue mayor la cantidad de créditos reconocidos en las
empresas que optaron por esta vía.
Aun así, no podemos dejar de lado que el 2020 ha sido un año muy golpeado
económicamente, esto de todas maneras ha influido en la toma de decisiones de las juntas
de acreedores y también ha influido en que sea muy pequeña la cantidad de empresas que
decidieron entrar a un procedimiento concursal durante este periodo.
Lo primero que podemos observar es que, los que se dedican al comercio siguen en primer
lugar y con una amplia diferencia a comparación de los demás. Pero, por otro lado, lo que es
transportes e industrias de manufacturas tuvo una gran baja respecto al año anterior, y esto
porque la economía de ese sector se regularizo, en el 2021 pudieron volver a operar y muchas
empresas pudieron solucionar sus problemas económicos.
B) Decisiones adoptadas por la junta según destino de patrimonio del deudor.
A diferencia del año anterior, Esta vez fueron más las empresas que decidieron sobre el
patrimonio del deudor. La diferencia del año pasado era abismal, en cambio este año, aun
teniendo una diferencia marcada podemos decir que más juntas de acreedores optaron por
decidir sobre el patrimonio del deudor a diferencia del año pasado, también teniendo en
consideración que fueron más la cantidad de empresas concursadas cada trimestre. Esto nos
quiere decir que las juntas de acreedores observaron que ya era posible cobrar sus créditos,
la situación no se encontraba tan complicada a diferencia del año pasado.
En el siguiente cuadro, podemos observar que fue lo que decidieron sobre el patrimonio del
deudor:
En el año 2021, como se puede observar en el cuadro, se mantiene la tendencia a optar por
una liquidación como el año anterior solo que, en mayor cantidad, en esta ocasión fueron 31
empresas de 46 que encontrándose en concurso, su junta de acreedores opto por una
liquidación, solo 10 empresas optaron por una reestructuración.
Podemos concluir entonces, que, a diferencia del 2020, en el 2021 la liquidación no domino,
porque la reestructuración también cumplió con su cometido y muchos créditos fueron
reconocidos. Consideremos al 2021 como un año neutral, tanto la reestructuración como la
liquidación fueron eficientes.
Lo que podemos observar con el presente cuadro, es que en el año 2022 el comercio que
normalmente era el que más porcentaje de procedimientos iniciados tenia, bajo
considerablemente y se encuentra a la par del sector de industrias y manufacturas lo cual ha
subido bastante a comparación del año 2021 y 2020 respectivamente.
Parece ya algo común habiendo analizado 2 años anteriores que las juntas de acreedores
prefieren no decidir sobre el patrimonio del deudor. Salta a la vista que el número de juntas
en las cuales se deciden el destino del patrimonio del deudor es mucho menor (igual que los
años anteriores) a las que se adoptan decisiones diferentes del destino del deudor, es un
30%- 70% bien marcado.
En el siguiente cuadro podemos observar que fue lo que decidieron sobre el patrimonio del
deudor:
La tendencia de los años anteriores se mantiene, son más las juntas de acreedores de las
empresas concursadas que deciden optar por un proceso de liquidación. Solo en septiembre
del 2022 hubo más reestructuraciones que liquidaciones, esto quiere decir que la liquidación
fue lo que predomino durante el año 2022 y se puede observar en los distintos meses del año
como siempre había más liquidaciones o igual número de liquidaciones y reestructuraciones,
haciendo una diferencia que, de 42 juntas de acreedores, 27 optaron por la liquidación.
Algo curioso es que es similar la cantidad de empresas concursadas, eso quiere decir que el
promedio anual de empresas que han entrado a concurso es entre 40 y 50 empresas, de las
cuales, el 70% o un poco más de las juntas de acreedores de dichas empresas decidieron
liquidarlas.
Lo que paso en el 2022 con la cantidad de créditos reconocidos en los proceso de liquidación
es impresionante, como se puede observar en el cuadro, del total de créditos que se
aprobaron, el 91% de estos pertenecen a procesos de liquidación, esto quiere decir que en
el año 2022 a comparación de los años anteriores como el 2020 en el cual hubo una
diferencia de 70% procesos de liquidación y 30% de reestructuración aproximadamente, y el
2021 donde hubo un 50%-50%, el año 2022 es un ejemplo de que en nuestro país lo que más
buscan las juntas es la liquidación, es más efectivo respecto a la recuperación de sus créditos
y eso es lo que busca el derecho concursal.
CONCLUSION:
Luego de haber analizado las estadísticas anteriores, se puede concluir que la liquidación en
nuestro país es más eficaz que la reestructuración y esto se ve con mucha claridad cuando
las distintas juntas de acreedores, al momento de decidir, al final de todo se terminan
inclinando por optar por una liquidación, en todos los años analizados hubo más liquidaciones
que reestructuraciones y también la cantidad de créditos reconocidos es mucho mayor en los
procesos de liquidación, a excepción del año 2021 el cual como mencionamos anteriormente,
es un año neutral, pero aun así, tuvo un pequeño margen de superioridad la liquidación.
BIBLIOGRAFÍA:
REFERENCIAS