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La liquidación en el marco de la ley general del

sistema concursal peruano: estudio de casos y


análisis de la eficacia de los
procedimientos de liquidación.

GRUPO 9:
• Haro sarango, George Luis
• Gonzales García , Diego Jose
• Espino Saavedra , Percy Ángel
• Bernabé Chávez, Henry Marcos
• Salinas Rispa, Omar Ernesto

Docente:
Freddy Freitas Vela

Asignatura:
Derecho Concursal

Lima, Perú
Octubre, 2023
1. INTRODUCCIÓN Y NECESIDAD:
En el mundo, las personas, sean naturales o jurídicas, están en constante competencia.
Todos pretenden mejorar para ser escogidos sobre los demás, por lo cual la competencia y
la amenaza de ser superado por los otros competidores es un impulso constante al desarrollo
y la mejora. En ocasiones, por buscar la mejora continua, las empresas caen en inversiones
que resultan ser no rentables, sufren acumulaciones de deudas y su situación se vuelve
insostenible, quedando en una posición de vulnerabilidad por la posibilidad de ser depredadas
por sus acreedores que buscan cobrar sus créditos.
El procedimiento concursal aparece como una solución intermedia en esta situación, la
calificamos como intermedia por el siguiente motivo:
1. Brinda protección al deudor, en cuanto hasta que se junten los acreedores podrá gozar
de protección patrimonial.
2. Protege a los acreedores en cuanto garantiza que el deudor responda ante los créditos
pendientes de pago con absolutamente todo su patrimonio y capital, permitiendo que
incluso los acreedores puedan tomar el control de la empresa.
En ese sentido, el procedimiento concursal interferirá para 1) Responder ante todos los
acreedores del deudor 2) Realizar los pagos de forma ordenada acorde con lo decidido por
los propios acreedores sin intervención del deudor.
El Convenio de Liquidación es una de las posibles decisiones que tomen la junta de
acreedores, la mayoría de procedimientos concursales concluyen por esa vía.
A través de esta, la Junta de acreedores pacta a través del Convenio de Liquidación que se
podrá fin a la empresa deudora y que se venderá cada uno de sus bienes a fin de pagar con
el dinero obtenido la mayor parte de la deuda posible.
En el presente trabajo, nos centraremos en analizar la Liquidación dentro del procedimiento
concursal, partiendo desde una visión histórica y abarcando temas practico-casuísticos y
análisis de datos.

ANTECEDENTES AL PROCEDIMIENTO CONCURSAL EN EL PERU:


Entre los antecedentes históricos se encuentran la Ley Nro. 7566 “Ley de Quiebras”, el cual
en sus inicios fue introducido en el Código de Comercio de 1902 dentro de su Libro IV, sin
embargo, fue posteriormente independizado bajo su propia ley, la cual nos indicaba en su
título preliminar, a través de sus artículos 1° y 2° lo siguiente: Que el fin del proceso judicial
de quiebra es el proveer el pago a los acreedores y que el inicio de este proceso produce
para el deudor, en aquel momento llamado fallido, y para los acreedores un estado de
indivisibilidad, lo cual abarcaría todos los bienes del deudor y todas sus obligaciones, se
encuentren estas vencidas o no, salvo los bienes que la propia ley exceptuaba.
Dicho texto posee características que la Ley Nro. 27809 “Ley General del Sistema Concursal”
mantiene a día de hoy como por ejemplo la protección al patrimonio del deudor o el
impedimento de iniciar procedimientos de cobros por parte de los acreedores, aparte de otras
similitudes que se pueden ubicar a lo largo del texto normativo. No cabe duda que dicho texto
sirvió de inspiración para la actual ley concursal.
Otros datos alrededor de la Ley de Quiebra es que fue promulgada por el ex
presidente/golpista Luis Miguel Sánchez Cerro con fecha 02 de agosto de 1932 y publicada
con fecha 27 de agosto del mismo año.

La Ley Procesal de Quiebra, que puede ser catalogada como longeva por el largo tiempo que
estuvo en vigor – alrededor de 60 años – fue derogada en 1992 por la Ley Nro. 26116 “Ley
de Reestructuración Empresarial”. Con la entrada en vigor de esta Ley consideramos que se
aparece un sistema concursal, si bien primitivo, uno propiamente dicho. Ahora bien, para el
momento de su promulgación, el texto legal era bastante completo e innovador pues traía
consigo términos que mantenemos hoy como el de insolvencia.
Según el Dr. Paolo del Aguilar Ruiz de Somocurcio, son cuatro los aportes principales de esta
nueva norma:

(i) La desjudicialización de los procedimientos concursales, (ii) la decisión sobre el destino de


la empresa en manos de un colectivo de acreedores, (iii) el incentivo de la reestructuración
económica financiera para las empresas viables y (iv) en defecto de lo anterior, la liquidación
ordenada del patrimonio insolvente en un proceso extrajudicial.

2. LIQUIDACIÓN EN LA NORMATIVA PERUANA.

A nivel jurídico, hay una ley especial para el tratamiento de las crisis empresariales, siendo
esta la Ley General del Sistema Concursal1. El objetivo de la presente ley es la recuperación
del crédito (pro-acreedor) mediante la regulación de procedimientos concursales que
promuevan la asignación eficiente de recursos a fin de conseguir el máximo valor posible del
patrimonio del deudor.

En el derecho concursal, el acreedor lleva a concurso al deudor cuando se cumple con los
requisitos señalados en la ley, siendo los protagonistas los acreedores. En virtud de ello, en
el procedimiento concursal, los acreedores son los que disputaran el patrimonio del deudor,
si hay un (1) solo acreedor, se deberá declarar la inexistencia del concurso mediante
resolución emitida por la Agencia de Competencia.

1
Ley N° 27809, publicada en el diario oficial el peruano el 8 de agosto de 2002
El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual es el organismo de los procedimientos concursales a nivel nacional, los concursos
en el Perú se basan en el principio de territorialidad, es decir, interesa el domicilio del deudor,
ya que eso determinará si Indecopi es o no competente para conocer el procedimiento
concursal.

El procedimiento concursal inicia por solicitud del deudor o por acreedores con créditos
adeudados ante la agencia de competencia, siendo una de sus funciones tramitar y supervisar
lo referido al procedimiento concursal, desde la postulación hasta su etapa final, que puede
ser el pago de los créditos a través de una reestructuración o la liquidación de la empresa a
través de un proceso liquidatario.

El procedimiento concursal ordinario (PCO) se desarrollan distintas etapas, como la


verificación de créditos, instalación de la junta de acreedores, acuerdos y la ejecución de los
mismos, liquidación, entre otros, la finalidad es maximizar el patrimonio del deudor y darle
una salida a su crisis; motivo por el cual es imprescindible que se cuente en el procedimiento
concursal con la supervisión del Indecopi.

El deudor se somete a la comisión de procedimientos concursales del Indecopi. Cabe precisar


que puede ser por la misma empresa deudora o de oficio, en este supuesto, Indecopi invita
al deudor a un Procedimiento Concursal Ordinario o Procedimiento Concursal Preventivo.

En base a lo mencionado, existen 2 tipos de procedimientos regulados en nuestro sistema


concursal, siendo el primero, el Procedimiento Concursal Preventivo (PCP) y el segundo, el
Procedimiento Concursal Ordinario (PCO). En el primero, la empresa se encuentra en una
etapa de crisis, sin embargo, cabe la posibilidad de poder cumplir sus obligaciones con los
acreedores; culminará el procedimiento aprobado el Acuerdo Global de refinanciación (AGR).

Siendo ello así, el PCP va a tratar de prevenir cualquier tipo de problema a futuro que pueda
generarse ante el no pago de las acreencias, por ello, se realiza el AGR de las deudas, con
la finalidad de establecer calendarios para pagar las obligaciones.

Por otro lado, contamos con el PCO, ya sea cuando no se aprobó el calendario de pago
propuesto en el AGR, motivo por el cual, se decide iniciar el Procedimiento Concursal
Ordinario. También puede iniciarse de oficio, en aquellos casos Indecopi detecta que una
empresa no puede cubrir sus obligaciones y inicia el proceso concursal para poder pagar con
los bienes restantes de la empresa sus obligaciones frente a los acreedores.

El procedimiento Concursal Ordinario es el procedimiento principal que lleva la comisión de


procedimientos concursales de Indecopi, se encuentra regulado en la Ley General del
Sistema Concursal, esta ley hace que el deudor ante el incumplimiento de sus obligaciones,
siempre y cuando cumpla con los requisitos de ley, puede acudir a INDECOPI a solicitar un
PCO.

El artículo 242 de la LGSC indica los requisitos para que el deudor pueda solicitar ante el
Indecopi el inicio de un Procedimiento Concursal Ordinario, los documentos solicitados por la
agencia de competencia para acreditar lo mencionado son la presentación de los balances,
estados financieros, presentación de información de la compañía, indicar quienes son los
acreedores, el monto y la forma en que se puede ubicarlos.

Ahora bien, Indecopi se demora aproximadamente 4 meses en analizar el origen de la deuda,


es decir, los medios probatorios que sustenten la misma. Transcurrido el plazo, ocurre el
emplazamiento a la empresa deudora.

En base a ello, el deudor tiene 10 días hábiles para cancelar la deuda, oponerse, u ofrecer el
pago correspondiente. Si el deudor cancela la deuda, se concluye el procedimiento, si se
opone, tendría que señalar si ha cancelado la deuda, y por último, un ofrecimiento de pago.

Si la deuda existe y se encuentra acreditada debidamente, empero, no se ha cancelado la


deuda por parte del deudor, el organismo de los procedimientos concursales emitirá una
resolución de inicio concurso, en la cual se decide que el deudor será sometido a una
situación de concurso, publicándose en el boletín oficial dicha resolución. Cabe mencionar
que esta resolución puede ser materia de apelación por parte del deudor. En el supuesto de
confirmarse la resolución apelada, el deudor se encontraría inmerso en un procedimiento
concursal.

Ahora bien, el deudor puede solicitar a Indecopi ingresar a un procedimiento concursal, en


dicha petición puede solicitar una reestructuración, acreditando que sus pérdidas
acumuladas, deducidas las reservas, no superan al total de su capital social pagado.

De no encontrase dentro del supuesto mencionado, el deudor concursado solo se encuentra


facultado para solicitar su disolución y liquidación. Dentro de PCO la empresa ya no va a
continuar desarrollando la actividad propia del giro del negocio a partir de la suscripción del
convenio de liquidación. En ese sentido, en el procedimiento concursal los acreedores han
decidido que es mejor el valor de la realización de los activos, por ello, deciden vender los

2
24.1 Cualquier deudor podrá solicitar el inicio del Procedimiento Concursal Ordinario siempre que acredite
encontrarse en, cuando menos, alguno de los siguientes casos:

a) Que más de un tercio del total de sus obligaciones se encuentren vencidas e impagas por un período
mayor a treinta (30) días calendario;

b) Que tenga pérdidas acumuladas, deducidas las reservas, cuyo importe sea mayor al tercio del capital
social pagado.
activos, cobrar lo que se pueda y concluir el procedimiento concursal. En la mayoría de los
casos una quiebra judicial, ya que, dentro del procedimiento de disolución y liquidación
concursal, cuando hay más pasivos que activos, es necesario pasar por la quiebra judicial.

A diferencia del plan de reestructuración, en el convenio de liquidación no hay cronograma


de pagos, porque en la liquidación, todo el patrimonio del deudor concursado se va a
enajenar, y con lo obtenido, se pagará a los acreedores en base a un orden de preferencia3

1. Acreedores laborales y previsionales.


2. Acreedores Alimentarios.
3. Acreedores garantizados (Medidas cautelares trabadas o ejecutadas)
4. Acreedores tributarios.
5. Acreedor quirografario (aquel acreedor que no ostenta garantía real respecto de su
deudor).

Ahora bien, el articulado precedente señala un orden de preferencia al momento de pagar las
obligaciones a los acreedores, siendo el primer orden los acreedores laborales y
previsionales, sin embargo, previamente al pago de estos acreedores, los honorarios del
liquidador son los que se pagan primero.

La norma no establece un orden de prelación par los honorarios del liquidador, sin embargo,
quien cobra primero en un procedimiento concursal ordinario, en el cual los acreedores han
optado por la liquidación, es el liquidador, cuya función principal es liquidar al deudor
concursado.

El convenio de liquidación también debe contar con para cumplir los requerimientos de
información, es decir, como el liquidador brindará información a los acreedores, vía correo
electrónico, informe bimestral, informe trimestral, junta privada o en la junta de acreedores,
entre otros supuestos. Lo mencionado debe estar establecido en el convenio de liquidación.

Los efectos del convenio liquidación es que produce un estado indivisible entre el deudor y
sus acreedores, es decir, el convenio de liquidación establece como se venderá los activos
del deudor concursado. La administración del deudor pierde toda facultad de representación,
ya que el liquidador ahora es el encargado de realizar tal labor, y los acreedores estarán en
la expectativa de cobrar sus acreencias.

Por lo tanto, los gerentes, directores o administradores de la empresa concursada, cesan en


sus funciones, y en adelante, el encargado de la administración y representación legal de la
empresa deudora es el liquidador.

3
Artículo 42 de la Ley General del Sistema Concursal
Ahora bien, en un PCO, cuando exista un convenio de liquidación, de inmediato, todas las
obligaciones de pago del deudor serán exigibles aunque no se encuentre vencidas, me
gustaría hacer mención respecto de un tema muy importante, y es que aquel acreedor que
cuenta con una garantía real, siendo la misma el respaldo del crédito cedido a favor del
deudor, ante su incumplimiento, el proceso que se debería llevar a cabo es la ejecución,
proceso que se debería tramitar en la vía judicial en el Proceso Único de Ejecución4, de aquí
viene el aforismo, “ nulla executio sine título”, sin título no puede haber ejecución, y es que
solo la ley dota de esta calidad a los títulos ejecutivos, los cuales se encuentra regulados en
el artículo 688 del código procesal civil.

No obstante, no basta que el acreedor cuente con un título ejecutivo para poder acudir a este
Proceso Único de Ejecución, sino que debe concurrir con el artículo 689 del CPC que señala
que la obligación debe ser cierta, expresa y exigible, es decir, que no debe estar sujeta a
plazo ni a condición. Entonces, un acreedor que cuenta con una garantía real y cumpla con
los requisitos señalados en la norma procesal civil, no podrá ejecutarlo en la vía PUE cuando
se haya aprobado el convenio de liquidación, constituyendo una excepción a la calidad
ejecutiva de los títulos ejecutivos.

Ahora bien, en un escenario en el cual se ha iniciado un PCO, si un acreedor tiene una


acreencia frente al deudor que se encuentra en liquidación, puede apartarse y solicitar el
certificado de incobrabilidad. El motivo del apartamiento del procedimiento concursal, es que
el acreedor ha verificado que es un acreedor quirografario, encontrándose en el quinto orden,
y conoce que la cantidad de activos no será suficiente para pagar su acreencia.

Por último, la conclusión del procedimiento concursal es el pago, y si se extingue el patrimonio


del deudor y quedara acreencias que no han sido cubiertas, ocurre lo mismo que en la
liquidación societaria. El liquidador presenta un balance final y demandará la quiebra judicial.

3. CONVENIO DE LIQUIDACIÓN

Es determinante que cuando se opta por un régimen de liquidación sobre el patrimonio del
deudor, posteriormente designan a un liquidador para que realice la distribución correcta de
los créditos, a efectos de que los acreedores puedan satisfacerse con el crédito pendiente de
cobro, siendo que su condición dependerá en que rango se encuentren. Habiéndose
culminado el trámite de distribución, se celebrará el convenio de liquidación, la misma que
detalla el desenvolvimiento del proceso llámesele aquellas pautas a seguir. Con el fin de tener
claridad en el tema, a través de la página web de INDECOPI (Boletín Concursal)
encontraremos una sección llamada “Publicidad de convenio y liquidación”, la pregunta a

4
Decreto legislativo 1069, publicado en el diario oficial el peruano el 28 de junio de 2008
realizar es ¿Por qué publicitar los procedimientos de liquidación que a su vez contiene el
convenio? Se debe a 3 razones, la primera que INDECOPI incentiva la transparencia de los
actos que merecen ser publicitados, a fin de que los acreedores que no han cobrado su crédito
por diversos factores puedan tener conocimiento de que una empresa ya no se encuentra
operativa en el mercado, la segunda es incentivar la Seguridad Jurídica a razón de que se
registra como un antecedente que las empresas que se encuentren en la etapa de liquidación,
certifiquen que su patrimonio está siendo reducido por la cobranza de los acreedores; la
tercera se debe a la formalidad de la ley, puesto que en la Ley General del Sistema
Concursal (N.º 27809), articulo 78 “Publicidad e inscripción del Convenio de liquidación”,
inciso 1; señala lo siguiente:

Dentro de los cinco (5) días siguientes de celebrado el Convenio, el Liquidador, bajo
responsabilidad, publicará en el Diario Oficial El Peruano, un aviso haciendo público
el inicio de la disolución y liquidación del deudor y la aprobación del Convenio,
requiriendo a quienes posean bienes y documentos del deudor, la entrega inmediata
de los mismos al liquidador. El incumplimiento podrá dar lugar a las sanciones
previstas en la Ley.

Haciendo hincapié a la publicación del inicio de la disolución y liquidación del deudor, y la


aprobación del convenio, es publicitada en el Boletín Concursal del Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual. Asimismo, para
tener ideas que aclaren la definición del “Convenio de Liquidación”, Paolo del Águila Ruiz
sostiene que:

f) Convenio de Liquidación: la regulación societaria no prevé la celebración de un


Convenio de Liquidación; en tanto la normativa concursal, sí. El Convenio de
Liquidación es el instrumento que contiene las condiciones y términos que regirán el
proceso de liquidación, siendo oponible al deudor, acreedores y terceros, lo que
garantiza su cumplimiento y, además, genera efectos importantes en el patrimonio,
administración y representación de la sociedad en liquidación.

Tal como se mencionó en líneas anteriores, el Convenio de Liquidación contiene las pautas
previas que deberán seguirse en el procedimiento, asegurando el patrimonio del deudor, tales
como la determinación de los créditos y régimen de intereses, regulación de las funciones del
liquidador, de la realización del activo, duración del proceso de liquidación, entre otras. Todo
ello contiene los puntos a tratarse, lo más gravitante es que las decisiones que se lleven a
cabo recaerán exclusivamente en la Junta de acreedores, quienes decidirán el rumbo del
deudor, siendo encaminados a la disolución y liquidación de la empresa; por lo que su fin es
dar por extinguido las actividades económicas, mercantiles, etc. a la suscripción del Convenio
de Liquidación. No obstante, hay herramientas que evitan acudir a mecanismos totalitarios,
optando por la liquidación en marcha del negocio; la cual la empresa deudora seguirá
manteniéndose operativa en el mercado, no obstante, ello no lo exime de enfrentar sus
deudas contra los acreedores que se mantienen en el rango. Transcurrido la suscripción del
Convenio de Liquidación, la Junta de Acreedores elegirá a un liquidador que sea el encargado
de llevar a cabo el procedimiento concursal. A su vez, cuyo acuerdo genera una fuente de
atracción para aquellos acreedores que hayan iniciado un procedimiento concursal con
calidad de crédito post concursal, por lo que su crédito a cobrar será reconocido estando en
el trámite del procedimiento, el gran beneficio es que al haberse otorgado el reconocimiento
de dichos créditos, los acreedores quienes tienen el derecho a satisfacer su interés crediticia,
tendrán el derecho de voz y voto en la Junta de Acreedores; teniendo todo ello es
indispensable que haya varios acreedores que hayan iniciado un procedimiento post
concursal para que se puedan acoger a estos beneficios que brinda la ley.

La claridad del tema nos lleva a realizarnos la siguiente pregunta, ¿Una empresa que se
encuentra en etapa de reestructuración, puede cambiarse a la etapa de disolución y
liquidación? Sí, el Art. 75 de la presente ley, nos da indicativos que la decisión lo tomara la
Junta, por lo que automáticamente al cambiarse, se estaría feneciendo las funciones de los
representantes legales y de aquellos que participan en la administración, el que asume las
funciones de los anteriores sujetos es el liquidador. Siguiendo con la ilación del fundamento,
es imprescindible mencionar que la omisión del contenido en el Convenio de Liquidación se
sanciona con nulidad; todo principio que acarree la nulidad del acto jurídico, señala que la
nulidad solamente puede ser sancionada si es que la ley lo expresa.

Adicionar que hay una lista limitada de lo que debe contener el Convenio de Liquidación, es
decir se encuentra en la categoría de “Numerus Clausus”, siendo que para que sea
considerado como tal debe reunir “NECESARIAMENTE” lo siguiente:

1. Se debe consignar los datos de identificación del Liquidador (En especial, debe
presentar declaración jurada que se encuentra apto para asumir el cargo),
deudor, presidente de la Junta, adicionalmente señalar la fecha de aprobación del
Convenio de Liquidación. Y señalar de qué forma cumplirá con pagar a los
acreedores.
2. El liquidador debe sustentar ante la Junta los gastos que se realizará, a fin de que
asienten su conformidad.
3. En el anterior inciso, el gasto adjuntado por el liquidador es sobre el procedimiento
de disolución y liquidación, aparte deberá presentar sus honorarios que deberán
ser reconocidos por la Junta, detallando el contenido.
4. El liquidador periódicamente deberá informar el estado del procedimiento de
liquidación.
5. Las pautas a seguir de cómo se llevará a cabo los bienes del deudor.
6. Fijar los intereses.

La aprobación del Convenio de Liquidación será aceptada por la mayoría, de acuerdo a lo


que señala el artículo 53.1 (Mayorías requeridas para la adopción de acuerdos). Resaltar
aquellas actuaciones en el procedimiento concursal, es presumir que todo está regulado,
inclusive hasta una situación fantasiosa se podría trabar por la correcta aplicación de la
norma, justamente en dicho párrafo se busca lograr el fin del sistema concursal, tal como
señala Paolo Del Águila Ruiz:

Atendiendo a lo anterior, resulta necesario un rediseño del procedimiento que lo torne


más directo, corto y predecible. Siendo que el objeto del Sistema Concursal (y por
ende del uso de su procedimiento) es proteger el crédito a través de la negociación y
decisión de los actores económicos involucrados, dicha finalidad se cumpliría con la
consiguiente aprobación del instrumento concursal: Plan de Reestructuración o
Convenio de Liquidación, según corresponda. Desde esa óptica, ése debe ser el
momento culminante del concurso y no ir más allá, al menos dentro de la esfera del
procedimiento concursal.

Los instrumentos concursales persiguen los fines de la colectividad, universalidad,


proporcionalidad; principios que descansan en el desarrollo del concurso.

Habiéndose recogido información detallada, ¿Hay diferencia entre Plan de Reestructuración


y Convenio de liquidación? Sí, ya que en el plan de reestructuración lo que se busca es
reorganizar el estado financiero de la empresa deudora, a efectos de que siga manteniéndose
en el mercado, realizando actividades comerciales, mercantiles; a fin de que los créditos
pendientes de cobro puedan ser extinguidos mediante un cronograma de pagos, la cual obliga
a pagar los montos contenido en el instrumento. Los acreedores tienen plena libertad de
decisión sobre qué hacer con la empresa deudora, asimismo, para que puedan obtener
satisfactoriamente su crédito tienen el derecho de saber cuál será la forma, monto, fondo de
los pagos en el cronograma. No obstante, en el escenario donde se encuentre una situación
de incumplimiento, automáticamente ingresa a la calidad de disolución y liquidación, la misma
que puede operar de parte cuando el acreedor quien ve frustrado su derecho a cobrar, tiene
la facultad de acudir ante INDECOPI e ingresar su queja, a fin de que la institución
administrativa tome cartas en el asunto. No resulta descabellado el fin que trata de perseguir
el plan de reestructuración, tomando como punto de vista de Paolo Del Águila Ruiz:
La elaboración de un plan de reestructuración no implica solamente el tratamiento de
un cúmulo de obligaciones pecuniarias del deudor frente a sus acreedores
concursales, sino que, por el contrario, supone también, por parte de estos,
responsabilidades y cargas que voluntariamente asumen con el propósito de hacer
viable la reestructuración del deudor. Justamente, la base del éxito de un plan reposa,
en buena medida, en las facilidades y compromisos que asumen los acreedores del
deudor interesados en su reflotamiento, como vía factible para la recuperación de sus
acreencias.

Todo ello difiere totalmente del Convenio de Liquidación, ya que la empresa deudora no
realizará ninguna actividad económica. Por tanto, en la etapa donde no se encuentre
generando lucro, se tiene que haber realizado un inventario de los activos que cuenta el
deudor, a fin de asegurar a los acreedores que puedan cobrar contra los bienes presentes.
Los precursores de la liquidación reposan en la idea de que los acreedores tienen que
encontrar métodos de cobranza que implique un desmembramiento del deudor con los bienes
que le rodean, estando de acuerdo con la idea de Paolo Del Águila Ruiz, quién propugna la
idea de pro-acreedor:

(…) Justamente la liquidación de la empresa, como señala este modelo, y el reparto


del haber resultante entre sus acreedores, es la solución ofrecida por el Sistema
Concursal bajo este diseño, frente a la insatisfacción de los acreedores. De esa forma,
el método de mercado es uno de naturaleza privada, ajustado a los preceptos de una
economía de mercado y donde los actores económicos (acreedores) están en paridad
de condiciones y sujetos a un mismo riesgo que es la insolvencia del deudor.

4. ANÁLISIS DE CASUÍSTICA

RESOLUCIÓN 0018-2008/TDC-INDECOPI

EXPEDIENTE 091-2006/CCO-SANCIONADOR

DECLARACIÓN DE INSOLVENCIA DE GALTEX

El 4 de noviembre de 1993, se emitió la Resolución 02-1993/CRE-CAL, que declaró la


insolvencia de la empresa Galtex. La resolución indica que Galtex enfrentaba problemas
financieros serios que la llevaron a una situación de insolvencia.

DECISIÓN DE DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN

El 17 de febrero de 1994, la Junta de Acreedores de Galtex tomó una decisión importante.


Acordaron la disolución de la empresa y su liquidación. Esto significa que la empresa dejó de
operar de manera activa y se procedió a vender sus activos para pagar a los acreedores.
DESIGNACIÓN DE COMISIÓN LIQUIDADORA

El 14 de junio de 1994, la Junta de Acreedores de Galtex designó a la Comisión Liquidadora,


que estuvo compuesta por tres individuos: Cesar Mosquera Leyva, Alfonso Obando Mestas
y Jorge Cangalaya Díaz. La función principal de esta comisión sería supervisar y llevar a cabo
el proceso de liquidación de la empresa.

SUSCRIPCIÓN DEL CONVENIO DE LIQUIDACIÓN

El 11 de abril de 1994, se suscribió un Convenio de Liquidación entre la Junta de Acreedores


y la Comisión Liquidadora. Este convenio establecería los términos y condiciones bajo los
cuales se llevaría a cabo la liquidación de los activos de Galtex y la distribución de los fondos
resultantes entre los acreedores.

DESIGNACIÓN DE PROFESA COMO ENTIDAD LIQUIDADORA

En la sesión de la Junta de Acreedores del 12 de febrero de 1997, se tomó la decisión de


designar a Profesa S.R.L. (en adelante, Profesa) como la entidad liquidadora de Galtex. Esto
significa que Profesa asumió la responsabilidad de continuar y completar el proceso de
liquidación de la empresa, incluida la venta de activos y la distribución de los fondos entre los
acreedores.

DENUNCIA DE TRES ACREEDORES LABORALES

Tres acreedores laborales de Galtex presentaron una denuncia contra Profesa en relación
con un presunto pago indebido a favor de Grupotex.

EMISIÓN DE LA RESOLUCIÓN 6833-2006/CCOINDECOPI

En respuesta a la denuncia, la Comisión de Procedimientos Concursales emitió la Resolución


6833-2006/CCOINDECOPI el 26 de mayo de 2006. Esta resolución ordenó a la Secretaría
Técnica de la Comisión iniciar un procedimiento sancionador contra Profesa por el presunto
pago indebido realizado a Grupotex. Según la denuncia, Profesa habría efectuado un pago a
favor de Grupotex a pesar de que esta última entidad no estaba reconocida como un acreedor
legítimo en el procedimiento concursal de Galtex. Esto implicaría que el pago no estaba
respaldado por la deuda reconocida en el proceso de liquidación.

REQUERIMIENTO A PROFESA

El Requerimiento 7524-2006/CCO-INDECOPI, notificado a Profesa el 24 de octubre de 2006,


marca el inicio de un procedimiento sancionador en su contra por el presunto pago indebido
a favor de Grupotex. Este procedimiento se basa en la posible violación de la Cláusula
Décimo Octava del Convenio de Liquidación de Galtex, que establece ciertas obligaciones
relacionadas con el manejo de los fondos y los pagos durante el proceso de liquidación. El
procedimiento sancionador implica que la Comisión investigará las circunstancias en torno al
presunto pago indebido y determinará si Profesa incumplió sus obligaciones en relación con
el convenio de liquidación. Además, se otorgó a Profesa un plazo de cinco (5) días hábiles
para que presente sus descargos y adjunte los medios probatorios correspondientes. Esto
significa que Profesa tenía la oportunidad de defenderse y proporcionar evidencia que
respalde su posición en este caso durante el período especificado.

RESPUESTA DE PROFESA

La respuesta de Profesa, presentada el 31 de octubre de 2006, a los cargos formulados por


la Comisión incluye varios argumentos:

• Profesa sostiene que la normativa aplicable a este procedimiento debería ser la Ley
de Reestructuración Empresarial. Esto sugiere que Profesa considera que la Ley de
Reestructuración Empresarial regula el proceso concursal relacionado con Galtex y
los pagos efectuados a Grupotex.
• Profesa afirma que los pagos realizados a favor de Grupotex se llevaron a cabo
porque esta entidad había adquirido créditos de origen laboral previamente
reconocidos por la Comisión. En otras palabras, Grupotex habría adquirido legalmente
los derechos de los acreedores laborales y, por lo tanto, tendría derecho a recibir los
pagos correspondientes.
• Profesa argumenta que no existe ninguna norma que obligue a un tercero que
adquiere la titularidad de un crédito reconocido por la autoridad concursal (en este
caso, Grupotex) a solicitar un cambio de titularidad a la Comisión antes de cobrar sus
acreencias. Esto implica que Grupotex no tenía la obligación de comunicar a la
Comisión que había adquirido los créditos reconocidos a favor de los acreedores
laborales.
• Profesa menciona un criterio previamente establecido por el Tribunal en la Resolución
0128-2004/SCO-INDECOPI del 5 de marzo de 2004. Según este criterio, se podría
inferir que el Tribunal ya había tomado una decisión anterior que respalda la posición
de Profesa en cuanto a la adquisición de créditos por parte de terceros.

CAMBIO DE INTERPRETACIÓN DE LA COMISIÓN

La Resolución 6639-2007/CCO-INDECOPI, emitida el 20 de junio de 2007, marca un cambio


en la interpretación de la Comisión en comparación con la Resolución 0128-2004/SCO-
INDECOPI. En contraposición al criterio previamente establecido en la Resolución 0128-
2004/SCO-INDECOPI, la Comisión considera que dicho criterio no era vinculante y, por lo
tanto, no de observancia obligatoria. La Comisión ahora sostiene que es necesario que un
nuevo acreedor se presente al procedimiento concursal y solicite el cambio de titularidad
correspondiente. La Comisión determina que Galtex es responsable por haber efectuado
pagos a favor de Grupotex a pesar de que esta última entidad no estaba reconocida por la
Comisión como acreedor en el procedimiento concursal. Esta acción se considera en
contravención a lo establecido en la Cláusula Décimo Octava del Convenio de Liquidación de
Galtex y en el artículo 88 de la Ley General del Sistema Concursal. Como resultado de su
determinación de que Galtex había violado las normas concursales al realizar pagos
indebidos a Grupotex, la Comisión impuso una multa a Galtex por un monto de dos (2)
Unidades Impositivas Tributarias (UIT).

RECURSO DE APELACIÓN DE PROFESA

El 12 de julio de 2007, Profesa presentó un recurso de apelación en contra de la Resolución


6639-2007/CCO-INDECOPI, reiterando los argumentos que había presentado anteriormente
en su escrito de descargos. Además, Profesa señaló que la Comisión había decidido
apartarse del criterio previamente establecido por la Sala Concursal mediante la Resolución
0128-2004/SCO-INDECOPI, pero no había proporcionado un sustento legal que respaldara
esta decisión. En esencia, Profesa cuestiona la base legal y los fundamentos detrás del
cambio de interpretación de la Comisión con respecto a la obligación de los nuevos
acreedores de presentarse en el procedimiento concursal y solicitar el cambio de titularidad.

Este caso se centra en determinar si Profesa ha contravenido las disposiciones contenidas


en la Cláusula Décimo Octava del Convenio de Liquidación de la concursada Galtex y lo
establecido en el artículo 88 de la Ley General del Sistema Concursal, debido a los pagos
realizados a favor de Grupotex, a pesar de que Grupotex no estaba reconocido como
acreedor por la Comisión.

RESOLUCION:

Se revoca la Resolución 6639-2007/CCO-INDECOPI del 20 de junio de 2007, declara que


Profesa S.R.L. no tiene responsabilidad por las infracciones imputadas representa un
resultado favorable para Profesa en este caso. La Sala ha decidido en favor de Profesa al
revocar la sanción y declarar su inocencia con respecto a las infracciones que se le habían
imputado.

El artículo 43 del Decreto Legislativo 8075 establece la aprobación de un "Precedente de


Observancia Obligatoria" con respecto a la interpretación de la ley. En este caso, el

5
artículo 43 del Decreto Legislativo 807 “De conformidad con lo dispuesto por el artículo 88 de la Ley General
del Sistema Concursal, las entidades liquidadoras tienen la obligación de pagar los créditos reconocidos por la
precedente establece un criterio interpretativo importante en relación con el pago de créditos
en el contexto del sistema concursal. Este precedente establece que, según el artículo 88 de
la Ley General del Sistema Concursal, las entidades liquidadoras (como Profesa en este
caso) tienen la obligación de realizar pagos a los acreedores que sean titulares de créditos
reconocidos por la Comisión, incluso si esos acreedores no cuentan con un reconocimiento
previo por parte de la Comisión. En otras palabras, se reconoce que los titulares de los
créditos tienen derecho a recibir pagos, independientemente de si la Comisión los había
reconocido previamente como acreedores en el procedimiento concursal.

COMENTARIO:

La revocación de la Resolución 6639-2007/CCO-INDECOPI del 20 de junio de 2007 y la


declaración de que Profesa S.R.L. no tiene responsabilidad por las infracciones imputadas
representan un resultado altamente favorable para Profesa en este caso.

Desde la perspectiva de Carnelutti señala que el principio de aplicación inmediata de las


normas también se utiliza en materia procesal, pues la aplicación de este tipo de normas
viene impuesta por la circunstancia de cuándo se realizan los hechos a los que se le atribuye
eficacia jurídica procesal6, la decisión de la Sala de revocar la resolución y absolver a Profesa
está alineada con el principio de aplicación inmediata de las normas procesales. La resolución
tomada por la Sala se basa en la interpretación de la ley procesal vigente en el momento en
que Profesa ejerció su derecho de defensa en el proceso sancionador. En este sentido, se
asegura que las normas procesales se apliquen en el momento adecuado y sin efectos
retroactivos.

De acuerdo con Devis Echandia "Es decir, la ley procesal debe consagrar este principio: debe
aplicarse la norma vigente en el momento en que el respectivo derecho se ejercita; lo que
equivale a decir que se aplica la nueva ley a los hechos ocurridos luego de su vigencia, y que
la ley aplicable es la del momento en que hace valer el derecho en el proceso. Se tiene en
cuenta no el momento en que nace el derecho, sino el momento en que se lo pone en acción;
por ello, si se tenía un derecho procesal de acuerdo con la ley anterior, pero no había sido
ejercitado al entrar a regir la nueva, y ésta lo suprimió, no es posible ya alegarlo en el proceso"
7
, la aplicación de la nueva ley y la revocación de la sanción se basan en el momento en que

Comisión al acreedor que sea titular de los mismos a la fecha en que se efectúe el pago, incluso si dicho
acreedor carece de un reconocimiento previo por parte de la citada
autoridad administrativa.”
6
CARNELUTTI, Francesco. Sistema de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Ed.: Uteha Argentina. Unión
Tipográfica Editorial Hispano Americana. 1944. pp. 106 y 107
7
DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría General del Proceso. Editorial Universidad; Buenos Aires, 1997. pp. 84
y 85.
Profesa hizo valer su derecho de defensa al apelar la resolución sancionadora. Esto significa
que la nueva ley procesal, que permitía a Profesa argumentar que los pagos a Grupotex
estaban respaldados por la adquisición legal de créditos, se aplicó en su favor en ese
momento. Además, el hecho de que Profesa no haya ejercido su derecho bajo la ley anterior
antes de la entrada en vigor de la nueva ley no afecta su capacidad para hacerlo.
En línea con Marcial Rubio "(l)a aplicación ultraactiva de una norma es aquélla que se hace
a los hechos, relaciones y situaciones que ocurren luego que ha sido derogada o modificada
de manera expresa o tácita, es decir, luego que termina su aplicación inmediata"8, la decisión
de la Sala se ajusta a la noción de aplicación ultraactiva de las normas. La revocación de la
sanción y la aplicación de la nueva interpretación legal se aplican a los hechos y situaciones
que ocurrieron después de que se derogó la antigua interpretación. Esta aplicación tiene
como objetivo brindar seguridad jurídica a Profesa en sus relaciones procesales y confirmar
que no tiene responsabilidad por las infracciones imputadas, especialmente en lo que
respecta a los pagos realizados durante la liquidación de Galtex.

La decisión de la Sala de revocar la resolución sancionadora y la creación de un precedente


de observancia obligatoria en virtud del artículo 43 del Decreto Legislativo 807 son
significativas para el sistema concursal peruano. Estas acciones respaldan los derechos de
los acreedores y establecen un marco legal claro para futuros casos relacionados con la
liquidación de empresas. En particular, el precedente establece que las entidades
liquidadoras tienen la obligación de realizar pagos a los titulares de créditos reconocidos por
la Comisión, incluso si esos acreedores no habían sido previamente reconocidos por la
Comisión en el procedimiento concursal, respaldando así la posición de Profesa y ampliando
los derechos de los acreedores.

RESOLUCIÓN N° 0089-2004/SCO-INDECOPI

EXPEDIENTE N° 197-1999-04-02/CRP-ODI-CCPL

DECLARACIÓN DE INSOLVENCIA Y DISOLUCIÓN

En el presente caso tenemos la declaración de insolvencia a la empresa Denimcorp, la


Resolución N° 0124-2001/CRP-ODI-CCPL del 31 de enero de 2001 y su posterior
confirmación mediante la Resolución N° 0419-2001/TDC-INDECOPI es un episodio
importante en la vida de la empresa Denimcorp. Estas resoluciones marcaron el inicio de un
proceso significativo en la trayectoria de la empresa, en primer lugar, la Resolución N° 0124-

8
RUBIO CORREA, Marcial. Retroactividad, Irretroactividad y Ultraactividad. En: Para Leer el Código Civil.
Cuarta Edición, Fondo Ed itorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1985. p. 25
2001/CRP-ODI-CCPL, declaró oficialmente la insolvencia de Denimcorp. Esta declaración de
insolvencia implicó que la empresa estaba enfrentando serias dificultades financieras y no
podía cumplir con sus obligaciones financieras y comerciales de manera adecuada,
posteriormente, en una reunión de la Junta de Acreedores que tuvo lugar el 25 de enero de
2002, se tomó la decisión de disolver y liquidar la empresa deudora, Denimcorp. Esta medida
se tomó como respuesta a la insolvencia declarada previamente y representó un paso
importante en el proceso de resolver las dificultades financieras de la empresa.

RECONOCIMIENTO DE CRÉDITOS

Posteriormente la resolución N° 2984-2001/CRP-ODI-CCPL del 19 de septiembre de 2001,


la Comisión reconoció y otorgó a favor de AFP Integra créditos que ascendían a S/. 3,421.89
por concepto de capital y S/. 1,261.76 por intereses. Otorgándoles, además, el primer orden
de preferencia de cobro, esto significa que, según las regulaciones y procedimientos vigentes,
AFP Integra tendría prioridad sobre otros acreedores en la recuperación de sus créditos de
Denimcorp. Este reconocimiento de créditos es una parte fundamental del proceso de
insolvencia y liquidación, ya que determina qué acreedores tienen derecho a recibir pagos de
los activos de la empresa en dificultades y en qué orden se deben realizar estos pagos.

La Resolución N° 0388-2002/CRP-ODI-CCPL del 27 de febrero de 2002, refuerza la posición


de AFP Integra como acreedor prioritario, esta resolución específica reconoció a favor de AFP
Integra créditos adicionales, aumentando así la cantidad que la empresa debía pagar a AFP
Integra en el marco de este proceso, se otorgaron a AFP Integra créditos adicionales que
ascendían a S/. 148,69 por capital y S/. 0,71 por intereses. Esto se suma a los créditos
previamente reconocidos en la Resolución N° 2984-2001/CRP-ODI-CCPL. Además, la
Comisión reafirmó el primer orden de prelación otorgado a AFP Integra, lo que significa que
AFP Integra seguiría siendo uno de los primeros en recibir pagos a medida que se liquiden
los activos de Denimcorp.

INVOCACIÓN TARDÍA DE CRÉDITOS

El acontecimiento del 16 de mayo de 2003, en el que AFP Integra invocó tardíamente el


reconocimiento de créditos adicionales, añade un nuevo elemento a la complejidad de la
situación financiera y legal de Denimcorp, se destaca la importancia del tiempo y el
cumplimiento de los plazos en el contexto de los procesos de insolvencia y liquidación. AFP
Integra, en esta fecha, presentó una solicitud para que se reconocieran créditos que
ascendían a S/. 2,931.59 por capital y S/. 518.04 por intereses. Estos créditos se basaban en
veinte Liquidaciones para Cobranza debidamente suscritas por un funcionario autorizado de
AFP Integra. Estas liquidaciones correspondían a un período que abarcaba desde agosto de
2001 hasta marzo de 2003, lo que representaba un período de tiempo considerable.

RESOLUCIÓN Y APELACIÓN

La Resolución N° 1458-2003/CCO-ODI-UDP del 10 de junio de 2003, la Comisión reconoció


créditos a favor de AFP Integra por un total de S/. 742.91 en concepto de capital. Sin embargo,
es importante destacar que se otorgó prioridad a ciertos créditos sobre otros en función de su
monto. Los créditos ascendentes a S/. 593.59 por capital recibieron el primer orden de
preferencia, mientras que los créditos ascendentes a S/. 149.32 por capital se ubicaron en el
quinto orden de preferencia. la Comisión declaró improcedente la solicitud de AFP Integra en
relación con los créditos ascendentes a S/. 2,188.68 por capital más los intereses. La razón
detrás de esta decisión fue que estos créditos se devengaron después de la fecha en que se
acordó la disolución y liquidación del patrimonio de Denimcorp. La Comisión fundamentó su
decisión en los artículos 16.3 y 74.6 de la Ley General del Sistema Concursal9.

La apelación presentada por AFP Integra el 30 de junio de 2003 contra la Resolución N° 1458-
2003/CCO-ODI-UDP argumentó que la Comisión debería haber reconocido los créditos
invocados por concepto de capital e intereses en virtud del artículo 16.3 de la Ley General del
Sistema Concursal. En este caso, AFP Integra argumentó que la ley permitía el
reconocimiento de estos créditos, incluso si se generaron después de la fecha en que se
acordó la disolución y liquidación de Denimcorp. Entonces tenemos que se planteó una
interpretación diferente de la fecha en que se acuerda la disolución y liquidación de un deudor.
Argumentaron que esta fecha no debe considerarse como un límite absoluto para el
reconocimiento de créditos, sino más bien como un requisito que habilita a los acreedores a
solicitar el reconocimiento de créditos que se generaron con posterioridad a la fecha de
publicación de la situación de concurso. Esta interpretación amplía el período durante el cual
los créditos pueden ser considerados en el proceso de liquidación.

PRECEDENTE DE OBSERVANCIA OBLIGATORIA

9
Artículo 16º.- Créditos generados con posterioridad al inicio del concurso:
16.3 En los procedimientos de disolución y liquidación serán susceptibles de reconocimiento los créditos
generados con posterioridad a la fecha en que se efectúa la publicación establecida en el artículo 32º.
Artículo 74º.- Acuerdo de disolución y liquidación
74.6 Conforme lo establecido en el artículo 16.3 con el acuerdo de disolución y liquidación se genera un fuero
de atracción concursal de todos los créditos, debiendo incluso, los titulares de créditos generados con
posterioridad a la fecha establecida en el artículo 32º, presentar sus solicitudes de reconocimiento de créditos,
para efectos de su participación en Junta y su cancelación en el procedimiento, de ser el caso. Corresponde a la
Comisión emitir las resoluciones de reconocimiento posteriores a la fecha de difusión del concurso
considerando para tal efecto la fecha de la reunión que acuerda la disolución y liquidación.
La Resolución N° 2068-2003/CCO-ODI-UDP del 5 de agosto de 2003, la Comisión concedió
el recurso interpuesto por AFP Integra, lo que significa que la apelación presentada
anteriormente fue aceptada. Además, estableció un precedente importante relacionado con
el "fuero de atracción" de créditos en los procesos de disolución y liquidación. Este principio
establece que todos los créditos del deudor, independientemente de cuándo se devengaron,
deben considerarse dentro de una única masa para un tratamiento uniforme. Esto tiene
implicaciones significativas para futuros casos de insolvencia.

RESOLUCION:

En primer lugar, esta resolución revoca la Resolución N° 1458-2003/CCO-ODI-UDP emitida


el 10 de junio de 2003. La Resolución anterior había denegado el reconocimiento de ciertos
créditos a favor de Administradora Privada de Fondos de Pensiones Integra frente a
Corporación Internacional del Denim S.A.C. en Liquidación. Esta revocación implica que los
créditos en cuestión ahora son reconocidos.

En segundo lugar, la resolución especifica que se reconocen los créditos ascendentes a S/.
2,188.68 por capital. Además, otorga el primer orden de preferencia a los créditos
ascendentes a S/. 1,784.69 por capital y el quinto orden a los créditos ascendentes a S/.
403.99 por capital.

Posteriormente, se ordena a la Comisión Delegada de Procedimientos Concursales de la


Universidad de Piura con sede en Lima que verifique la cuantía de los intereses que
corresponden al capital reconocido. Esto significa que se debe calcular y determinar la
cantidad exacta de intereses que deben ser pagados junto con el capital reconocido.

La resolución establece que constituye un precedente de observancia obligatoria. Esto


significa que esta decisión debe ser seguida como un estándar en casos futuros similares.
Además, se establece un principio importante relacionado con el fuero de atracción de
créditos en los procesos de disolución y liquidación. El fuero de atracción implica que todas
las obligaciones del deudor concursado, independientemente de cuándo se devengaron,
deben considerarse dentro de una única masa para un tratamiento uniforme.

COMENTARIO:

El caso de Denimcorp, en el contexto de la aplicación del artículo 74.6° de la Ley General del
Sistema Concursal (LGSC), arroja luz sobre la complejidad y la importancia de las
regulaciones en situaciones de insolvencia y liquidación. En primer lugar, el artículo 74.6° de
la Ley General Del Sistema Concursal desempeñó un papel crucial en la denegación del
reconocimiento de ciertos créditos a favor de AFP Integra. Estos créditos ascendían a S/.
2,188.68 por capital, y se referían a aportes previsionales devengados entre enero y
diciembre de 2002. Esta denegación resalta la importancia de cumplir con los plazos y los
requisitos establecidos por la ley en el contexto de los procesos de insolvencia. En este caso,
los créditos fueron generados después de que se tomó la decisión de disolver y liquidar
Denimcorp, lo que llevó a la denegación en base a las regulaciones existentes. Además, el
caso destaca un cambio en las disposiciones legales entre la derogada Ley de
Reestructuración Patrimonial (LRP) y la Ley General del Sistema Concursal (LGS). La Ley de
Reestructuración Patrimonial (LRP) no contenía una norma que contemplara un fuero de
atracción de créditos, lo que significa que no había disposiciones claras sobre cómo manejar
créditos generados después de la decisión de liquidación. Esto resalta la importancia de que
las leyes y regulaciones sean actualizadas y proporcionen orientación adecuada para
situaciones cambiantes. Finalmente, la cuestión de si las disposiciones de la la Ley General
del Sistema Concursal (LGSC) son aplicables al presente procedimiento subraya la
necesidad de una interpretación precisa y actualizada de las regulaciones legales en el
contexto de insolvencia. La Ley General del Sistema Concursal (LGSC), al establecer normas
claras sobre el fuero de atracción de créditos, proporciona un marco legal más completo y
actualizado para manejar situaciones de este tipo.

Como vemos el caso de Denimcorp ilustra la importancia de contar con regulaciones


actualizadas y precisas en el ámbito de la insolvencia y la liquidación. También enfatiza la
necesidad de cumplir con los plazos y requisitos legales, así como de interpretar
adecuadamente las regulaciones en constante evolución para garantizar procesos justos y
eficientes en el contexto de la insolvencia empresarial.

5.ANÁLISIS DE DATA SOBRE LA LIQUIDACIÓN EN NUESTRO PAÍS PERIODO 2020-


2022. ¿ES EFICAZ LA LIQUIDACIÓN?

En esta parte del trabajo abordaremos más que todas estadísticas. Dichas estadísticas las
ubicamos en el ANUARIO DE ESTADISTICAS INSTITUCIONALES que siempre publica
Indecopi, la cual contiene información estadística sobre las actividades realizadas por las
diferentes áreas que componen a esta institución normativa durante el periodo de enero a
diciembre durante los años 2020 al 2022. Analizaremos primero lo respectivo al año 2020 y
conforme vayamos avanzando lo iremos comparando con el año 2021 y con el año 2022.

Lo que nos compete en específico es el capítulo 3 relativo a los procedimientos a cargo de


las comisiones de procedimientos concursales, abocándonos a la liquidación, y trataremos
de analizar si las juntas de acreedores optan más por una liquidación o una reestructuración
y cuan eficaz es cuando estas optan por la liquidación. además, entendiendo que lo que
buscan los procedimientos concursales es que se recupere el crédito, tomaremos esto como
base y luego de analizar una pequeña data introductoria de cada periodo, veremos si las
juntas de acreedores cuando escogen optar por la liquidación o la reestructuración, cuantos
créditos son reconocidos (hábiles para participar en junta) dependiendo de qué tipo se opte
y al final daremos una reflexión sobre cuál es la opinión del grupo, si es eficaz o no la
liquidación.

1. PERIODO 2020-SEDE CENTRAL. (ENERO A DICIEMBRE).


A) Procedimientos iniciados según sector económico del deudor.

El anuario nos brinda diferente data respecto a la comisión de procedimientos concursales


tanto de la sede central como de las oficinas regionales, algo que es bueno resaltar es que
nos brinda la información sobre cual sector económico es el que más ha optado por ir a
concurso y esto nos puede brindar una alerta sobre qué sectores económicos en la sede
central han sufrido más durante ese año reflejado en el siguiente cuadro:

En el cuadro podemos observar que el sector que más a ingresado a concurso (sea a solicitud
del acreedor o a solicitud del deudor) es el sector comercio, seguido por transportes y
almacenamientos. Ambos lideran la tabla con creces y esto como podremos recordar es a
causa del COVID-19, que golpeo a nuestro país durante ese año y se ve reflejado que dicho
sector fue el más perjudicado.

B) Decisiones adoptadas por la junta según destino de patrimonio del deudor.


Las juntas de acreedores son las que deciden cual será el destino de la empresa, si optaran
por una liquidación, por una reestructuración o por un AGR, por lo tanto, en el primer cuadro
podemos observar el número de juntas de acreedores que adoptaron decisiones respecto del
patrimonio del deudor, divido por trimestres:

En el año 2020, Fueron muy pocas las juntas de acreedores que decidieron sobre el
patrimonio del deudor, esto en vista de que la situación económica estaba muy complicada.

En el siguiente cuadro y más importante aún, podemos observar que fue lo que decidieron
sobre el patrimonio del deudor.

Por la mala situación económica que tenían las pocas empresas que se vieron envueltas en
un procedimiento concursal, su junta de acreedores opto por la liquidación, fueron mínimas
las empresas que decidieron una reestructuración, de 14 juntas de acreedores, solo 3 optaron
por la reestructuración.

C) Cuantos créditos fueron reconocidos (hábiles para participar en junta)


Hablamos de millones de soles.

Cuando hablamos de créditos, estamos entendiendo que es la cantidad de dinero que podrá
ser recuperada. Entonces para que un procedimiento concursal sea eficiente, tiene que
recuperarse la mayor cantidad de créditos posibles. En el siguiente cuadro podremos ver cuál
fue la cantidad de créditos reconocidos:
Observando el siguiente cuadro y con toda la información brindada anteriormente en el punto
B), podemos llegar a la conclusión de que en el año 2020 fue más eficiente la liquidación,
más empresas optaron por ella y fue mayor la cantidad de créditos reconocidos en las
empresas que optaron por esta vía.

Aun así, no podemos dejar de lado que el 2020 ha sido un año muy golpeado
económicamente, esto de todas maneras ha influido en la toma de decisiones de las juntas
de acreedores y también ha influido en que sea muy pequeña la cantidad de empresas que
decidieron entrar a un procedimiento concursal durante este periodo.

2. PERIODO 2021-SEDE CENTRAL (ENERO A DICIEMBRE).


A) Procedimientos iniciados según sector económico del deudor.

Lo primero que podemos observar es que, los que se dedican al comercio siguen en primer
lugar y con una amplia diferencia a comparación de los demás. Pero, por otro lado, lo que es
transportes e industrias de manufacturas tuvo una gran baja respecto al año anterior, y esto
porque la economía de ese sector se regularizo, en el 2021 pudieron volver a operar y muchas
empresas pudieron solucionar sus problemas económicos.
B) Decisiones adoptadas por la junta según destino de patrimonio del deudor.

En el cuadro a continuación podemos observar el número de juntas de acreedores que


adoptaron decisiones respecto del patrimonio del deudor, divido por trimestres:

A diferencia del año anterior, Esta vez fueron más las empresas que decidieron sobre el
patrimonio del deudor. La diferencia del año pasado era abismal, en cambio este año, aun
teniendo una diferencia marcada podemos decir que más juntas de acreedores optaron por
decidir sobre el patrimonio del deudor a diferencia del año pasado, también teniendo en
consideración que fueron más la cantidad de empresas concursadas cada trimestre. Esto nos
quiere decir que las juntas de acreedores observaron que ya era posible cobrar sus créditos,
la situación no se encontraba tan complicada a diferencia del año pasado.

En el siguiente cuadro, podemos observar que fue lo que decidieron sobre el patrimonio del
deudor:

En el año 2021, como se puede observar en el cuadro, se mantiene la tendencia a optar por
una liquidación como el año anterior solo que, en mayor cantidad, en esta ocasión fueron 31
empresas de 46 que encontrándose en concurso, su junta de acreedores opto por una
liquidación, solo 10 empresas optaron por una reestructuración.

C) Cuantos créditos fueron reconocidos (hábiles para participar en junta)


Hablamos de millones de soles.
En el año 2021, a diferencia del año pasado, la cantidad de créditos reconocidos en las
empresas que optaron por la liquidación es ligeramente superior a los que optaron por una
reestructuración, solo los separa un margen de 5%. Esto quiere decir que la liquidación no a
sido tan eficiente a comparación del año pasado, muchos acreedores pudieron reconocer sus
créditos también en un proceso de reestructuración, por ejemplo, en los meses de julio y
septiembre la diferencia estuvo marcada, predomino la reestructuración.

Podemos concluir entonces, que, a diferencia del 2020, en el 2021 la liquidación no domino,
porque la reestructuración también cumplió con su cometido y muchos créditos fueron
reconocidos. Consideremos al 2021 como un año neutral, tanto la reestructuración como la
liquidación fueron eficientes.

3. PERIODO 2021-SEDE CENTRAL (ENERO A DICIEMBRE).


A) Procedimientos iniciados según sector económico del deudor.

Lo que podemos observar con el presente cuadro, es que en el año 2022 el comercio que
normalmente era el que más porcentaje de procedimientos iniciados tenia, bajo
considerablemente y se encuentra a la par del sector de industrias y manufacturas lo cual ha
subido bastante a comparación del año 2021 y 2020 respectivamente.

B) Decisiones adoptadas por la junta según destino de patrimonio del deudor.

En el cuadro a continuación podemos observar el número de juntas de acreedores que


adoptaron decisiones respecto del patrimonio del deudor, divido por trimestres:

Parece ya algo común habiendo analizado 2 años anteriores que las juntas de acreedores
prefieren no decidir sobre el patrimonio del deudor. Salta a la vista que el número de juntas
en las cuales se deciden el destino del patrimonio del deudor es mucho menor (igual que los
años anteriores) a las que se adoptan decisiones diferentes del destino del deudor, es un
30%- 70% bien marcado.

En el siguiente cuadro podemos observar que fue lo que decidieron sobre el patrimonio del
deudor:

La tendencia de los años anteriores se mantiene, son más las juntas de acreedores de las
empresas concursadas que deciden optar por un proceso de liquidación. Solo en septiembre
del 2022 hubo más reestructuraciones que liquidaciones, esto quiere decir que la liquidación
fue lo que predomino durante el año 2022 y se puede observar en los distintos meses del año
como siempre había más liquidaciones o igual número de liquidaciones y reestructuraciones,
haciendo una diferencia que, de 42 juntas de acreedores, 27 optaron por la liquidación.

Algo curioso es que es similar la cantidad de empresas concursadas, eso quiere decir que el
promedio anual de empresas que han entrado a concurso es entre 40 y 50 empresas, de las
cuales, el 70% o un poco más de las juntas de acreedores de dichas empresas decidieron
liquidarlas.

C) Cuantos créditos fueron reconocidos (hábiles para participar en junta)


Hablamos de millones de soles.

Lo que paso en el 2022 con la cantidad de créditos reconocidos en los proceso de liquidación
es impresionante, como se puede observar en el cuadro, del total de créditos que se
aprobaron, el 91% de estos pertenecen a procesos de liquidación, esto quiere decir que en
el año 2022 a comparación de los años anteriores como el 2020 en el cual hubo una
diferencia de 70% procesos de liquidación y 30% de reestructuración aproximadamente, y el
2021 donde hubo un 50%-50%, el año 2022 es un ejemplo de que en nuestro país lo que más
buscan las juntas es la liquidación, es más efectivo respecto a la recuperación de sus créditos
y eso es lo que busca el derecho concursal.

CONCLUSION:

Luego de haber analizado las estadísticas anteriores, se puede concluir que la liquidación en
nuestro país es más eficaz que la reestructuración y esto se ve con mucha claridad cuando
las distintas juntas de acreedores, al momento de decidir, al final de todo se terminan
inclinando por optar por una liquidación, en todos los años analizados hubo más liquidaciones
que reestructuraciones y también la cantidad de créditos reconocidos es mucho mayor en los
procesos de liquidación, a excepción del año 2021 el cual como mencionamos anteriormente,
es un año neutral, pero aun así, tuvo un pequeño margen de superioridad la liquidación.
BIBLIOGRAFÍA:

1. Ley N° 27809, publicada en el diario oficial el peruano el 8 de agosto de 2002


2. Decreto legislativo 1069, publicado en el diario oficial el peruano el 28 de junio de
2008
3. CARNELUTTI, FRANCESCO. SISTEMA DE DERECHO PROCESAL CIVIL. TOMO
I. ED.: UTEHA ARGENTINA. UNIÓN TIPOGRÁFICA EDITORIAL HISPANO
AMERICANA. 1944. PP. 106 Y 107
4. DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría General del Proceso. Editorial Universidad;
Buenos Aires, 1997. pp. 84 y 85.
5. RUBIO CORREA, Marcial. Retroactividad, Irretroactividad y Ultraactividad. En: Para
Leer el Código Civil.Cuarta Edición, Fondo Ed itorial de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, 1985. p. 25}
6. Del Águila Ruiz de Somocurcio, P. (2007). Lo bueno, lo malo y lo feo: a propósito del
inicio del procedimiento concursal ordinario a solicitud de acreedores. Ius la revista,
(35), 300-310.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/iusetveritas/article/download/12297/12861/
7. Del Águila Ruiz de Somocurcio, P. (2011). Hacia una reestructuración del sistema
concursal. Revista de la Competencia y la Propiedad Intelectual, (12), 113-126.
https://revistas.indecopi.gob.pe/index.php/rcpi/article/download/92/99/220
8. Del Águila Ruiz de Somocurcio, P. (2015). El plan de reestructuración como
instrumento de competencia en el mercado de empresas insolventes. Revista de la
Facultad de Derecho - Derecho PUCP, (74), 315-332.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/download/13599/14223/

REFERENCIAS

1. Décima edición del Anuario de Estadísticas Institucionales de INDECOPI


correspondiente al año 2020.
2. Décima edición del Anuario de Estadísticas Institucionales de INDECOPI
correspondiente al año 2021
3. Décima edición del Anuario de Estadísticas Institucionales de INDECOPI,
correspondiente al año 2022

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