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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Económicas

Trabajo Práctico N°2


2do cuatrimestre 2023

Docente titular: Silvana Cavallari.


Tutor: Florencia Lezcano.
Grupo: 6
Alumnos:

Sivila Opeza Cristian Fernando


Stanislavsky Martín
Gonzalez Talou Jazmin

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Índice

1. Punto 1 páginas de 3 a 12
2. Punto 2 páginas de 13 a 21
3. Gráficos páginas de 22 a 39
4. Bibliografía páginas de 40 a 41

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Punto 1

Contexto de la macroeconomía de Argentina (2010-2021)

Argentina es un país particular en el ámbito económico, ha tenido recurrentes crisis


económicas a lo largo de su historia que también se fueron intercalando con períodos de
bonanza. La década señalada de 2010 a 2021 viene marcada por sucesos internos y externos
bastante relevantes. Por el lado de la economía internacional, a nivel mundial se venía de
suscitar una gran crisis económica en Estados Unidos, que podemos ubicar aproximadamente
en el año 2008, y cuyas secuelas se extendieron hasta principios de la década siguiente. En
Argentina y la región sudamericana esta crisis impactó de diversas maneras, pero las más
remarcables son las crisis devaluatoria que tuvieron lugar ante la necesidad de mejorar la
competitividad vía tipo de cambio por la caída en el precio y la demanda de los commodities.
Debido a este fenómeno, el país frenó su proceso de crecimiento anterior que se fue
desacelerando rápidamente. Sumado al propio desgaste del modelo orientado al consumo
interno, el estancamiento se convirtió en recesión. Ya sobre sobre el final del periodo
podemos destacar otro shock externo: la pandemia del Covid 19 en el año 2020. Sus
consecuencias principales fueron la paralización de la industria y el comercio a nivel
mundial, generando una recesión inesperada en todo el mundo. Los países tuvieron que
adaptarse a la nueva realidad, adoptando nuevas reglas y protocolos sanitarios que
modificaron la vida económica. Argentina no fue la excepción y los problemas se
intensificaron por la situación previa.

Mientras que, con respecto al plano nacional,se generó un proceso de péndulo político, donde
se pasó de un gobierno peronista a uno de oposición por 4 años y luego volvió nuevamente el
peronismo. Las visiones del país y las posturas económicas de estos dos partidos son
considerablemente distintas. Por un lado, el peronismo en términos generales apunta a un
modelo desarrollista de economía nacional, enfocado en el incentivo del consumo interno.
Mientras que, la propuesta de Cambiemos, tenía una visión más globalista enfocada en la
inversión extranjera y la formación de lazos internacionales con países occidentales. Estos
enfoques contrapuestos impidieron seguir una línea uniforme de política económica
sostenible en el tiempo. Una de las consecuencias más visibles de esto es el préstamo del FMI
que tomó el gobierno de Macri sumado a los instrumentos financieros, LELICS y LEBACS,
con el fin de controlar la liquidez y desarrollar el país con un suma adicional de dinero,
mostrando otra percepción del crecimiento. Donde se contraponen en palabras simples, la
visión heterodoxa (kirchnerismo) contra la ortodoxa (Cambiemos). Las fallas de esta última
fueron que las medidas se transformaron en un problema de especulación cuyo resultado fue
la acumulación de grandes sumas de deuda a la hora de los pagos y una fuga de activos que
luego heredó el siguiente gobierno.

Luego de explicar las ideas e instituciones generales sobre el periodo a estudiar. A


continuación presentaremos una serie de datos que respaldan las conjeturas previas. Todos los
datos fueron extraídos de instituciones nacionales e internacionales dedicadas a estadísticas y
censos como lo son el INDEC, el BCRA o el BM.

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En primer lugar, como se puede ver en las cifras relacionadas al crecimiento del país y al PBI,
el paso de un crecimiento del 10,1% en 2010 a 6% en 2011 y posteriormente rebasando el 0 y
pasando a una caída de un 1% en 2012 (ver gráfico 1C). En el mercado laboral, el desempleo
desciende levemente manteniéndose relativamente estable durante este periodo. El gobierno
de corte heterodoxo vio su economía estancada, por la condiciones internacionales donde el
resto del mundo estaba enfocado en reestructurar sus economías nacionales para salir delante
de la crisis, enfocándose en salvar su sistema productivo y bancario, por lo que al país le tocó
hacer lo mismo. La tendencia del periodo 2012 a 2015 fue a no incrementar el PBI. Mientras
que en el mercado de trabajo durante los mismos años se incrementó el desempleo, pasando
de 7,2% en el inicio y finalizando en 7,5%, mostrando una tendencia a la suba marcada en
especial de 2013 en adelante pero siendo menor a una unidad porcentual (ver gráfico 1B). En
las elecciones de gobierno de 2015 se eligió un nuevo partido político, un nuevo modelo
económico a seguir. Los mercados internacionales reaccionaron a este nuevo cambio en la
dirección que mostraba una menor regulación económica y mayores facilidades a la entrada
de inversiones extranjeras. Sin embargo, cambios en regulaciones como los producidos en el
sector cambiario con la eliminación del cepo afectaron de manera rápida y directa a otras
variables económicas de manera negativa. En concreto, esto dio un mayor acceso a las
divisas, un aumento del tipo de cambio y comprometió las reservas internacionales del
BCRA.

Otra arista a estudiar es la inflación. Por un lado, para los gobiernos desarrollistas parecía un
costo a pagar a la hora de alcanzar metas de producción y consumo. Entendiendo que es un
fenómeno multidimensional que no era fácil de atacar, se decidió una serie de medidas que
nunca llegaron a frenar completamente y que siempre repercutieron de manera negativa en la
confianza de ciudadanos de a pie y empresarios. Nunca se pudo manejar la variable de
expectativas que continuaba con la inercia inflacionaria. Siendo este el principal problema del
gobierno kirchnerista, fue el impulso electoral que necesito cambiemos. Las medidas
principales a tocar fueron la emisión monetaria y el libre cambio de divisas.

Por un lado, no se quería tocar la emisión para ajustar el fenómeno anclando la cantidad de
billetes nacionales al ingreso de divisas extranjeras (ver gráfico 1H). Por lo que el BCRA
actuó generando un plan en conjunto con el ministerio donde el instrumento a utilizar sería la
deuda o la tasa de inflación. Este problema podría afectar directamente al empleo, ya que
genera un desincentivo a la producción. La idea era atraer capitales externos para que de
alguna manera estos financien el costo, replicando el modelo de Volker aplicado en EEUU en
la década de los 70's y adaptándolo, como se había hecho previamente, en países de la región
como lo son Brasil y Chile. El control de la inflación se reduce a las maniobras de la tasa de
interés (ver gráfico 1I) y a ajustes en la cuenta corriente. Sin embargo, este modelo terminó
fallando en la aplicación por los problemas que generó una tendencia a correr a la
especulación de manera tal que todo este impulso a la sustentación de la producción fue hacia
los bonos (LEBACS y LELICS). La imposibilidad de la baja del gasto público que
continuaba siendo deficitario fue un problema que flageló el proyecto económico de este
gobierno.

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Los valores de desempleo continuaron aumentando, pero esta vez de manera aún más
acentuada que en el mandato anterior impulsado debido al cierre de numerosas pymes a causa
de una apertura repentina de las importaciones y el cambio de modelo orientado a la
especulación financiera. Otro punto a remarcar es la adopción de un contrato de préstamo con
el FMI, donde el gobierno de ese entonces tomó una deuda de 50.000 millones de dólares con
el fin de tener este fondo para la realización de políticas de reestructuración y de crecimiento.
El gobierno no logró cumplir sus objetivos tal como muestran los datos presentados y el
resultado final fue un deterioro de la actividad económica, los indicadores sociales y acuerdo
bastante comprometedor con el FMI. Esto se observará a mayor detalle en secciones
posteriores del trabajo.

Finalmente, en 2020 el peronismo retornó con la conducción del ejecutivo lo que generó una
gran desconfianza en los mercados externos que se tradujo en una suba del riesgo país y una
corrida en el mercado cambiario previo a la asunción durante el proceso electoral. Por lo que
el estado inicial del nuevo ciclo de gobierno se encontró con un escenario complejo. Sumado
a esto, la crisis sanitaria del 2020 fue un gran shock para la economía. La paralización inicial
de la actividad económica debido a la gran tasa de infección y la posterior puesta en acción
de los protocolos de trabajo generó un desajuste importante en el funcionamiento de la vida
económica a nivel mundial y nacional. El auge del teletrabajo y la aceleración de la
automatización de ciertos procesos provocó un gran impacto en el mercado laboral que
surgieron y que nos seguirán en el tiempo. El aumento del desempleo fue inevitable ya que
muchas industrias se fundieron por el cese de la actividad productiva, de 9,8% en 2019 y
11.5% en 2020. Gracias a la reactivación de la economía post covid y el mejor control de la
pandemia logró bajar al 8,7% en 2021. En cuanto al PBI, tuvo un caída acentuada durante el
2020 en este año se perdió 9,9% generando un rebote importante en 2021, en este período de
tiempo el país creció como no lo hacía en mucho tiempo a una tasa de 10,4% debido a un
efecto rebote, mejorando la situación y llegando a niveles pre pandemia.(ver gráfico 1B)

La inflación estuvo en constante subida durante todo el período analizado, pudiendo


observarse en el índice de precios que genera el organismo nacional de estadísticas, INDEC.
La EPH, encuesta permanente de hogares logra modelizar como sube la canasta tipo de los
hogares del país con relación al mes pasado. De aquí se puede decir la perdida de salario real
de los habitantes como también así el nivel de empleo y de indigencia en el país. Una vez
aclarado esto, continua el análisis donde se puede ver que las complicaciones en la paridad de
cambio con divisas internacionales generaron un mayor aumento en los momentos en los que
estas se elevaron por regulaciones en el mercado. Por un lado existía un mercado paralelo de
divisas, dadas las restricciones a su acceso a la población, donde la tendencia era clara a la
suba y que repercutía en las expectativas y en el ahorro. Por esto mismo, en el gobierno de
Cambiemos se decidió desregular este mercado con el fin de apostar en el cambio de
expectativas. Sin embargo dados los malos resultados de la política y la aceleración de la
inflación, no obstante esta modificación, se generó un nuevo plan de control cambiario había
el último cuarto de este mandato. Una vez impuesto nuevamente el cepo, la brecha entre
ambos cambios siguió acrecentando por la influencia de la desconfianza a la moneda nacional

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repercutiendo de manera directa en precios (ver gráfico 1F y 1G). Otro punto importante para
completar la visión del problema, como ya se ha visto antes, es analizar la base monetaria y
su evolución a lo largo del tiempo en este mandato. La conclusión obtenida al ver los gráficos
es que es una tendencia que siguieron ambos gobiernos fue la de aumentar la emisión y
activos financieros (los gobiernos peronistas orientados a la financiación del gasto público y
el de Cambiemos pensando en aumentar las herramientas financieras). Los datos obtenidos
por estas dos variables parecen ser los que más repercutieron sobre el fenómeno inflacionario.

Cuenta Corriente y Cuenta Financiera (2010-2021)

Luego de este panorama macroeconómico del período a analizar, pasaremos a profundizar


sobre el comercio exterior, haciendo hincapié en la balanza de pagos, la evolución de sus
distintas cuentas y componentes a lo largo del tiempo. El comercio exterior es un apartado
muy importante en la economía de los países desde el desarrollo del capitalismo y la
expansión de la globalización y la división internacional del trabajo. Gran parte del producto
interno de las naciones depende de lo que compra y vende al resto del mundo. En los países
en desarrollo como son los de la región latinoamericana, el comercio exterior es aún más
determinante ya que se depende de la restricción externa, la incapacidad de crecer sin divisas.

Este análisis lo vamos a dividir en las dos principales cuentas de la balanza de pagos: La
cuenta corriente y la cuenta financiera. En cuanto a la primera profundizaremos en sus tres
subcuentas más importantes que son la cuenta de bienes, la de servicios y el ingreso primario.
Para la segunda también analizaremos sus subcuentas más determinantes y veremos la
evolución de la condición financiera de argentina a lo largo del período.

Esto permitió un crecimiento sostenido y una buena base de reservas internacionales. A partir
del año 2011, por un estancamiento general de la economía argentina a causa del agotamiento
del de consumo interno preponderante en la anterior década y la caída en los términos de
intercambio, el comercio exterior tuvo una fuerte caída pasando de 158.370 millones en 2011
a USD 114.240 millones en 2019. Sumado a esto también pasó a caer el superávit e incluso se
llegó a tener déficit en 4 años consecutivos, 2015 a 2018 inclusive. Dentro de estos, los años
más destacados fueron 2017 y 2018 ya que podemos ver un acentuado crecimiento del
intercambio comercial (sin llegar a niveles previos a la caída) pero continuando con un
pronunciado déficit (ver gráfico 1L) . Como se mencionó anteriormente, esta caída en el
intercambio y superávit comercial se ve correlacionada con un estancamiento de la economía
nacional. Como puede verse en el gráfico 1C, el PIB Argentino a precio constantes tiene una
tendencia al estancamiento a partir del año 2011. A estos números se relaciona también la
caída del salario real, aumento de la inflación y deterioro de casi todos los indicadores
socioeconómicos, así como el estancamiento en exportaciones e importaciones como puede
verse en los gráficos 1D y 1E. Con estos números queda demostrada la premisa anteriormente
mencionada de la importancia del comercio exterior en las economías y su impacto en el
crecimiento de los países en desarrollo. Para mencionar brevemente la cuestión de la
restricción externa, la industria argentina requiere mucho de la importación de insumos
intermedios en su cadena de valor así como de servicios como fletes por la escasa flota naval

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mercante. Para realizar estas importaciones claves para el funcionamiento del aparato
productivo se necesitan divisas, por lo que una cuenta corriente deficitaria (pérdida de
divisas) sería una traba para el crecimiento. Esta dificultad se hizo notar bastante en el
período a analizar, con un descenso de la actividad económica, una devaluación de la moneda
y un incremento de la deuda para poder sostener las reservas del BCRA. Estas cuestiones,
especialmente la del endeudamiento externo se tratarán en detalle más adelante.

Un punto a remarcar sobre la balanza comercial es que siempre la cuenta bienes es


superavitaria y la cuenta servicios deficitaria, y el saldo total determina la diferencia entre
ambas. En otras palabras, si el valor de las exportaciones netas de bienes supera el de las
importaciones netas de servicios tenemos superávit comercial; en el caso contrario, déficit.
Esto no es un dato menor ya que nos da una idea sobre la composición estructural de la
matriz productiva argentina como la ya nombrada escasa flota de fletes de importación o la
diferencia entre el gasto argentino en turismo extranjero y el turismo que recibimos en
nuestro territorio.

Otra razón por la cual es tan importante el saldo comercial para el nivel de reservas
internacionales es por lo que ocurre en otra subcuenta de la cuenta corriente: el ingreso
primario. En ella se registra principalmente la renta neta de factores del exterior; utilidades
reinvertidas, giro de dividendos o salarios y pago de intereses de deuda. Como muestra el
gráfico 1M, esta cuenta es siempre deficitaria, lo cual se explica también por una cuestión
estructural de la economía de nuestro país.
Argentina es un país que históricamente ha tenido procesos de considerable endeudamiento
externo por lo que prácticamente siempre son más los intereses que se pagan que los que se
reciben del resto del mundo. Por otro lado, también recibimos más inversión extranjera en
nuestro país que la inversión de empresas locales en el extranjero. Estas dos situaciones
tienen como consecuencia un ingreso primario deficitario. A causa de esto, el saldo de la
cuenta corriente y por lo tanto el nivel de reservas depende de poder lograr un constante
superávit comercial en la cuenta de bienes. Si ocurre lo contrario por varios períodos, la
economía entra en serios problemas. Como ya se mostró al comienzo de este apartado,
Argentina presentó dicha situación conflictiva en 4 períodos consecutivos del 2015 al 2018.
En esos años hubo una caída de la actividad económica, una quita de aranceles a las
importaciones y flotación del mercado cambiario, considerables sequías, aumento de la deuda
e incentivo a la inversión extranjera. Dejando el tema de la deuda para profundizar más
adelante, cabe destacar los factores que desde nuestra perspectiva explican el deterioro del
saldo de bienes y servicios durante ese período: apertura de importaciones y factores externos
propios del periodo.

También, el país que destaca por la exportación de productos primarios. Esta condición
histórica de nuestro país provoca que la economía dependa mucho de factores climáticos y, al
no ser formador de precio sino tomador, del precio internacional de los commodities. Ciertas
sequías durante esos 4 años sumado al incentivo a las importaciones afectaron negativamente
el saldo comercial. Dada esta situación sumado a los vencimientos de deuda que afrontaba el
tesoro, el gobierno de ese entonces decidió aumentar el endeudamiento externo y promover la

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inversión extranjera directa, lo que mejoró la condición de reservas del BCRA como se ve en
el gráfico 1Q, pero trajo otras complicaciones que no exceden este análisis. Lo que sí se
puede observar de manera concreta es el deterioro en ese período del ingreso primario que se
asocia a estas medidas implementadas en aquel momento. Luego de este período negativo, en
2019 volvió a mejorar el saldo comercial con un superávit de 13.000 millones de dólares.
Esto se puede explicar por la disminución de las importaciones por la implementación
nuevamente del cepo que restringe el acceso a las divisas, una importante mejora en la
cosecha y la firma de acuerdos comerciales para la exportación de energía, sumada a una
importante devaluación del tipo de cambio oficial pasando de 20$ a 37$ en el 2018 (ver
gráfico 1F).

A fines del 2019 cambiaría la administración del gobierno con la asunción del presidente
Alberto Fernández. Apenas unos meses luego de su asunción tuvo lugar la pandemia mundial
del Covid 19 que contrajo la economía mundial frenando la actividad productiva debido al
confinamiento y las medidas sanitarias. Como se observa en los gráficos, tanto el producto
como las importaciones y exportaciones se encuentran en su nivel mínimo del período y el
empleo en su nivel máximo. El saldo comercial sigue siendo positivo, aunque levemente
menor al 2019, por lo que se puede inducir que la cuarentena afectó casi por igual a las
importaciones y exportaciones. En cuanto al saldo total de la cuenta corriente, este viene muy
de la mano con el estancamiento argentino en la última década y muestra un saldo negativo
en casi todo el período, el cual recién se revierte en el 2020. En 2021 y 2022 tenemos un
superávit de cuenta corriente como se ve en el gráfico correspondiente. Los factores que
podrían explicar esto son: Una mejora en las exportaciones por el aumento de los precios
internacionales de las materias primas (por el conflicto bélico entre la Federación Rusia y
Ucrania), restricciones al mercado cambiario y el factor más determinante a nuestro parecer
fue la mejora en el saldo de la cuenta servicios, que si bien se mantuvo negativo, mejoró con
respecto a años anteriores. La principal causa se le atribuye a las restricciones al turismo en el
exterior debido a la situación pandémica. Al dificultar la movilidad entre países, se contrajo
marcadamente el turismo argentino en otros países, por lo que cayó el egreso de divisas en
ese apartado. Sobre la cuenta del ingreso primario podemos señalar que en esos años hubo
cierta reestructuración de la deuda externa que mejoró la situación en dicha cuenta como
indica el gráfico 1M.

Hasta acá hemos abordado el análisis de la cuenta corriente que podría calificarse como la
parte real de la balanza de pagos. A continuación pasaremos a analizar su contrapartida: la
cuenta financiera. En ella se contabilizan los flujos financieros del país con el resto del
mundo, sea como contrapartida de una transacción real u operaciones meramente financieras.
El gráfico 1K muestra la evolución del saldo de la cuenta financiera en el período analizado.
Como se observa, el dibujo es prácticamente idéntico al de la cuenta corriente ya que la
balanza de pagos funciona con el criterio de partida doble y los saldos de ambas cuentas
quedan igualados en todas las operaciones. Cabe remarcar que no son exactamente iguales
ambos saldos. En primer lugar porque la balanza de pagos se contabiliza mediante
estimaciones y siempre hay errores; además también existe una tercera cuenta que es la
cuenta capital en la que se registran transferencias de capital y compra venta de activos no

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financieros no producidos. Esta última cuenta no tiene mucha relevancia ya que el nivel de
transacciones es muy bajo por lo que a fines práctico se puede obviar.

En esta primera parte del análisis de la cuenta financiera nos vamos a centrar en ver cómo se
financió el déficit de cuenta corriente y más adelante a tratar el tema de la deuda en mayor
profundidad. Los gráficos 1J 1O 1P 1Q muestran la evolución de las subcuentas más
importantes de la cuenta financiera. Como puede observarse en el gráfico de inversión
directa, su saldo es negativo durante todo el período, lo que indica que es superior la
inversión que Argentina recibe del resto del mundo que la que ofrece al resto del mundo,
siempre hay más “importación” de capital que “exportación”, así como mayor salida de
dividendos y utilidades. Por otro lado podemos observar como el déficit comercial de bienes
y servicio del 2016 al 2018 se corresponde con un muy aumento del déficit en la cuenta otra
inversión por los pagos de las importaciones y de la cuenta de inversión de cartera, por lo
que se puede asumir que gran parte de las importaciones se pagaron con deuda. Además hubo
un aumento de la del endeudamiento del gobierno en ese período con el fin de pagar
vencimientos de deuda y aumentar las reservas disponibles. Como se observa en el gráfico de
activo de reservas, tenemos un marcado aumento en el período donde hay un pronunciado
déficit en de la cuenta inversión de cartera. Luego a partir de 2019 con la mejora en las
exportaciones y la posterior re perfilación de la deuda, fueron mejorando los saldos de la
cuenta financiera debido a la baja en la necesidad de financiamiento gracias a la caída del
déficit en cuenta corriente.

Por último vamos a mencionar el coeficiente de apertura que es un índice que explica qué
porcentaje del producto es explicado por el comercio exterior. Se calcula como
(SC/PIB)*100. En el gráfico 1S muestra la evolución de dicho índice en la economía
argentina a través del tiempo.

Endeudamiento Externo (1995-2021):

En este apartado pasaremos a analizar el endeudamiento externo nacional, tanto público


como privado, en el período señalado. Para empezar, durante la década del noventa rigió el
sistema de convertibilidad. Este se basaba en una caja de conversión donde se fijó el tipo de
cambio en paridad con el dólar estadounidense y la emisión monetaria quebrada restringida a
la cantidad de dólares existentes en la economía. Esto sirvió en un principio para salir de la
hiper, bajar y estabilizar la inflación. Pero por otro lado trajo ciertas dificultades como la
limitación de la política monetaria y cambiaria. Un tipo de cambio bajo favorece las
importaciones en detrimento de las exportaciones y esto a su vez dificulta el ingreso de
divisas. En los primeros años de este régimen, se notaron resultados positivos debido a la
altas tasas y precios de exportación, por lo que se obtenían divisas por el mismo crecimiento
del país.

A partir de la segunda mitad de la década, el régimen de “dólar barato” sumado a la caída en


las exportaciones y las políticas de apertura económica fueron empeorando el saldo comercial
hasta hacerlo deficitario. Al tener la restricción de la convertibilidad se veía impedida la

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política cambiaria por lo que la única forma posible de obtener divisas para financiar el
sistema era mediante la deuda externa. En el año 1999, el principal socio comercial de
Argentina, Brasil, devaluó su moneda con el fin de mejorar su competitividad por lo que
argentina se volvió aún menos competitiva, creció su déficit y se acentuó aún más la recesión.

Todo lo anteriormente mencionado provocó un aumento de la deuda externa tanto pública


como privada en el segundo lustro de esa década. Esta situación trajo unos años después una
de las mayores crisis de la historia argentina con el default de la deuda externa y externa del
año 2001.En ese año, el presidente Fernando de la Rua anunció un default y reperfilación de
la deuda. A fines de 2000, recapitula el FMI, la deuda llegaba al 45% del PIB, con un 97% en
moneda extranjera. El crecimiento económico se contrajo en un promedio del 3% entre 1999
y 2001. Para refinanciar la deuda vencida, se puso en marcha un canje voluntario de deuda.
En primer lugar la intención era reestructurar la deuda con los acreedores locales que implicó
una extensión de 3 años de los pagos y una quita en promedio de entre 4% y 5%.

La segunda etapa iba dirigida a los acreedores externos pero debido a la desconfianza política
no pudo llevarse a cabo y el gobierno declaró el default de la deuda, lo que acentuó aún más
la crisis. Esta situación sumada a la pesificación de los depósitos trajo una corrida bancaria
debido a la desconfianza que no pudo ser soportada por los bancos a causa del anterior
recorte de la deuda pública que representaba una gran parte de los activos de las entidades
bancarias.

Unos años más adelante, en 2005 con el gobierno de Nestor Kirchner, ocurre otro hecho a
destacar: el canje de la deuda. Durante este período Argentina experimentó una bonanza
económica debido al alza de los precios de los commodities y los elevados términos de
intercambio. Esto permitió un aumento importante en las exportaciones lo que permitió
generar superávit gemelos y mejorar el nivel de reservas. En ese año el gobierno lanzó una
oferta de canje global por U$S 82 mil millones que incluía a agentes que no habían
participado de la reestructuración del 2001, principalmente de agentes externos. Estos
números redujeron considerablemente la deuda Argentina aunque quedó pendiente un monto
de 2000 millones de dólares. En este programa se incluyó 3 nuevos tipos de bono más un
cupón indexado al crecimiento del PIB. Esto trajo del 147% del producto a fines de 2001 a
72% en 2005 además de un cambio en su composición, que se disminuyeron
considerablemente los pasivos con el exterior pero la deuda local del tesoro pasó del 3% al
37% del PIB. En los gráficos 1T y 1V se muestra claramente una marcada reducción de la
deuda total hasta el 2008 debido al canje y al crecimiento de la economía. En la siguiente
gráfica se observa una caída a partir de 2005 en términos de PIB así como un aumento
proporcional de la deuda en moneda local. Luego de esto, en la próxima década la deuda se
mantuvo bastante constante teniendo sus puntos mínimos en los años 2011 y 2012. Cabe
destacar que como se observa en el gráfico 1T, la deuda nominal se siguió incrementando
durante casi todo el período analizado, pero como también crecía la economía, la medición
sobre el producto daba una deuda relativamente constante.

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Durante estos años del gobierno de Cristina Fernandez se vio un aumento de la deuda pública
en detrimento de la privada que conllevó un aumento del déficit público. Dado el elevado
gasto público que sostenía este gobierno, cuando no le alcanzaba la recaudación se veía
obligado a tomar deuda. En general esta deuda era con agentes internos y en nuestra moneda
local, por lo que no vamos a profundizar en este trabajo.

El siguiente momento clave del ciclo de endeudamiento externo de Argentina fue el préstamo
que el FMI le otorgó a la nación durante la presidencia de Mauricio Macri en el año 2018. Se
trató del préstamo más grande de la historia otorgado por esta institución con un monto final
de 50 mil millones de dólares lo que también convierte a la Argentina en el mayor deudor del
fondo representando el 29,3% de su stock de préstamos. En dicho año, el gobierno de turno
con el fin de incrementar las reservas y afrontar vencimiento de deuda previa, solicitó al
Fondo Monetario Internacional dicho préstamo. Si observamos los gráficos referidos a la
deuda, podemos notar un incremento marcado en dicho año, sumado a la recesión del mismo
período, el incremento es aún más pronunciado en términos de PIB. Además también se
puede ver que este aumento se explica casi exclusivamente por la deuda en moneda
extranjera. Este tipo de deuda es la que más problemas le puede traer a un país porque te
condiciona a tener que obtener un superávit constante para hacerte de esas divisas y en el
caso de los países en desarrollo te limita fuertemente el crecimiento al restringir la posibilidad
de utilizar las divisas para importar insumos necesarios para la estructura productiva. Esta
cuestión hace que también tenga su registro en la balanza de pagos, contrario a la deuda
interna.

Para fines de 2019 el país iba a tener un cambio de gobierno con el Presidente Alberto
Fernández. En su primer año de gobierno tuvo lugar la pandemia mundial del covid 19 que
como ya se mencionó contrajo la economía mundial de forma repentina. El gobierno
Argentino para compensar este problema y sumado a la mala situación social, decidió
incrementar el gasto público en forma de ayudas sociales a los más afectados. Para esto
además de incrementar la emisión monetaria, también aumentó su deuda lo que llevó a esta a
números tanto nominales como reales récord desde el 2004 como se observa en los gráficos.
Luego de esto, la economía tuvo un rebote por lo que la deuda expresada en términos de
producto registró una caída, además haber pagos que se fueron cancelando y renegociaciones
para mejorar plazos. Una estrategia de esta administración fue aumentar el swap (intercambio
de divisas entre bancos centrales) con China con el fin de incrementar las reservas y afrontar
vencimientos. Esto si bien en un principio no tendría la categoría de endeudamiento, los
yuanes transferidos por China están “congelados” y no pueden ser convertidos a dólares a no
ser con autorización del gobierno del país asiático y pagando una tasa de interés del 7% . Por
lo que a fines prácticos si se quisiera usar para cancelar deuda en dólares, se contraería una
deuda en yuanes. Un dato a remarcar es que el saldo comercial de Argentina con China es
deficitario por lo que a nuestro país no le es sencillo acceder a yuanes por vía de las
exportaciones.

La composición de la deuda es un tema a tratar por separado. Como se puede ver, los
gobiernos del periodo siempre contaron con este instrumento, la diferencia entre unos y otros

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fue como lo hicieron. Esto es claro a la hora de observar los datos, como se puede ver en la
gráfico 1X, los gobiernos de tendencias heterodoxas del país tienden a recurrir a un mayor
endeudamiento público, en demérito del privado. Ya que como se ha nombrado
anteriormente, se prefiere ser soberano en la deuda para una mayor flexibilidad a la hora de la
conducción política y económica. Por esto mismo, en estos gobiernos se efectuaron los
mayores pagos a los organismos internacionales. Mientras que en los gobiernos de mayor
ortodoxia, el paradigma cambia. Ya que estos no ven con malos ojos el endeudamiento
privado, ya que este es fijo y se basa en confianza y lazos internacionales. Se supone que
estos traen prosperidad y condiciones favorables para la inversión extranjera. Por lo que
claramente en estos gobiernos esta deuda sube y con mayor acentuación en la que se refiere a
organismos internacionales del estilo FMI, Banco Mundial, Club de París, etc. En cuanto a la
deuda pública, esta no se ve favorecida ya que una de las metas de estos organismos es evitar
este tipo de maniobras ya que generan inercia inflacionaria y distorsiones en los precios
relativos a la hora de comerciar. Aun así, dadas las malas situaciones planteadas en el
periodo, se recurrió igualmente a este mecanismo, siendo un rasgo común en todos los
gobiernos.
Una última distinción que podemos hacer según quién toma la deuda. Hasta acá nos hemos
centrado sobre todo en la deuda pública y total de la nación que es la que más determinante
ha sido para la historia política argentina y la que más puntos a destacar y analizar tiene. Pero
también los agentes privados toman deuda externa para financiarse y resguardarse en activos.
Como se observa en el gráfico 1Y, en la segunda mitad de la década del 90 por el deterioro de
la balanza comercial, las empresas debían tomar deuda para financiar sus importaciones. El
pico fue en 2001 cuando estalló la crisis. Luego en los gobiernos kirchneristas se vio un
aumento de la deuda pública interna y una deuda privada constante, por lo que se puede
deducir un financiamiento del sector privado al público. Luego en el gobierno de Macri por el
aumento de la tasa de interés y el discurso pro mercado, así como la desregulación del
mercado de capitales, las empresas aumentaron su confianza y perspectiva futura. De este
modo incrementaron su deuda externa como se ve en dicho gráfico. Esto trajo un problema de
fuga de capitales y una creciente desconfianza con el correr del tiempo.

Este fue un análisis de la situación Argentina con respecto a su endeudamiento desde la


década del 90 hasta la actualidad, haciendo énfasis en sus momentos más claves. Como
conclusión no muy novedosa queda claro que es un tema de mucha importancia e interés para
nuestro país tanto a nivel histórico como en los tiempos presentes.

12
Punto 2

Introducción

En el presente trabajo se abordará la pobreza en Argentina, principalmente en la Ciudad


Autónoma de Buenos Aires. Se definirán conceptos necesarios para su análisis y se utilizarán
gráficos y series de tiempo brindadas por el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos), un organismo público que se encuentra dentro del Ministerio de Economía de la
Nación y ejerce la dirección superior de todas las actividades estadísticas oficiales que se
realizan en la República Argentina.

Conceptualización y medición de la pobreza

Para comenzar, es necesario entender a la pobreza como un fenómeno multidimensional que


puede reflejarse en factores objetivos, como la falta de recursos para satisfacer las
necesidades básicas para la supervivencia.

Para medirla se utilizan dos métodos; por un lado el método directo, también conocido como
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que consiste en identificar el conjunto de hogares
que no pueden satisfacer alguna necesidad básica. Por otra parte, el indirecto, también
llamado “enfoque del ingreso” que se basa en calcular el ingreso mínimo, la línea de la
pobreza (LP), por encima de la cuál todas las necesidades básicas se satisfacen y se
identifican aquellos hogares o personas cuyos ingreso se ubican por debajo de esta línea.
Este último, adopta diferentes enfoques dependiendo del tipo de pobreza del que se trate, ya
que es posible hablar en términos de pobreza absoluta, la cual sostiene que existe un núcleo
irreductible de privación total y no satisfacerla revela una condición de pobreza en cualquier
contexto, o de pobreza relativa, que postula que las necesidades humanas no son fijas y
varían de acuerdo a los cambios sociales y a la oferta de productos de acuerdo a un contexto
social determinado. Este último, está estrechamente relacionado con el nivel de ingresos
general.

En nuestro país, el INDEC es el encargado de realizar estimaciones referidas a estos


indicadores y utiliza para ello el enfoque de ingreso y pobreza absoluta. La metodología
aplicada es la EPH, Encuesta Permanente de Hogares, que permite conocer las características
sociodemográficas y socioeconómicas del país. La misma está vigente en Argentina desde el
año 1973, logrando cubrir 31 aglomerados urbanos y un área urbano-rural. Se realiza dos
veces al año (mayo y octubre) y actualmente proporciona, entre otros resultados, las tasas
oficiales de desempleo, pobreza, desocupación y subocupación.

Hasta el año 2003 esta encuesta era conocida como EPH Puntual y consideraba a las personas
ocupadas a aquellas que desarrollaban, en un periodo de referencia dado, una actividad
laboral. A los desocupados, al conjunto de personas que no tiene una ocupación pero está

13
buscando activamente un trabajo y está disponible para trabajar en la semana de referencia,
puntualizando en la desocupación abierta. Por otro lado, están los inactivos marginales, que
son aquellas personas que se han retirado de la búsqueda activa pero están aptos para trabajar;
y los inactivos típicos que son quienes no trabajan, no buscan activamente y tampoco están
disponibles.
Ya en el año 2003, dicha encuesta sufrió una reformulación integral con el objetivo de
reelaborar la metodología de medición y las formas de operación atendiendo las
características socioeconómicas actuales, con las nuevas modalidades de inserción en el
mercado de trabajo y su dinámica de cambio.
Esta reformulación abarcó aspectos temáticos, muestrales, organizativos e informáticos.
Cuenta con cuestionarios re-diseñados, aplicados en una muestra distribuida en el tiempo,
bajo una modalidad de relevamiento continuo y con mayor frecuencia en la presentación de
los resultados. Es por esto que adoptó el nombre de EPH Continua.
El propósito general se concreta a través de los siguientes objetivos específicos:
1. Temáticos
Construir un instrumento adecuado para percibir las dinámicas características
estructurales de la realidad económico-social, contemplando los significativos
fenómenos de reciente aparición, los avances teóricos, las recomendaciones
internacionales y la compatibilización con las metodologías aplicadas en el ámbito del
Mercosur. Y además, lograr un diseño ágil y flexible en su aplicación, sensible a los
cambios y que al mismo tiempo provean una base firme para las mediciones durante
el próximo decenio, sin perder precisión.
2. Muestrales
Medir cambios intra-anuales y ampliar la cobertura geográfica.
3. Organizativos
Adecuar las modalidades de trabajo a un tipo de relevamiento continuo y extendido
geográficamente, teniendo en cuenta la capacitación, la reorganización de la
operatoria del trabajo de campo y gabinete, el mejoramiento de los controles de
calidad y la aceleración del procesamiento de datos.
4. Informáticos
Redefinir el esquema global de procesamiento implementando soluciones de software
integradas y utilizando nuevas tecnologías.

En cuanto a la reformulación temática, se enmarca en el desarrollo de un sistema integrado de


indicadores sociales, con el fin de conocer la situación de la población en la estructura social
a través de la posición que tienen los individuos y los hogares. Para ello, caracteriza a la
sociedad en términos de sus características demográficas básicas, su inserción en la
producción social de bienes y servicios, basándose en aspectos ocupacionales y de
migraciones; y por último, en su participación en la distribución del producto social, sobre
rasgos habitacionales, educacionales y de ingresos.

Por otro lado, es importante mencionar la medición del trabajo, ya que está estrechamente
ligado al ingreso que perciben las personas y por tanto, su acceso a la canasta básica. Esta

14
reformulación tiene la misma definición de ocupación que la EPH puntual, pero introduce los
siguientes cambios:
● Se incorporan a los trabajadores sin pago aunque hayan trabajado menos de 15 horas
semanales.
● Se explicita en el cuestionario la indagación sobre las actividades no visualizadas por
la población.
● Se incluye a los que no trabajaron en la semana por ciertas causas laborales (roturas
de equipo, mal tiempo, etc), sólo si el tiempo de retorno es de hasta un mes.
● Se incluye a aquellos suspendidos a los cuales se les mantiene el pago
independientemente de la suspensión.
● Se mejoran los criterios para determinar a las personas que no trabajaron pero tenían
empleo.
En cuanto a los desocupados, la definición también es la misma y agrega lo siguiente:
● Se amplía el periodo de referencia para la búsqueda de una a cuatro semanas.
● Se rescatan explícitamente formas de búsqueda no visualizadas (consultó a amigos,
puso carteles, etc).
● Se explicita tiempo y condiciones de disponibilidad.
● La interrupción momentánea a la búsqueda se refiere al mes.
● Se incorpora un ítem específico para aquellos suspendidos a los que no se les
mantiene el pago.
Para los inactivos marginales se mejora la estrategia de indagación con preguntas explícitas.
Y para el inactivo típico no se producen cambios en la definición.

Es importante destacar que junto con la nueva reformulación, la medición de la condición de


actividad se aplica a la población de 10 y más años. Además, en la determinación de las
líneas de indigencia y pobreza, se utilizan las Canastas Básicas Alimentarias (CBA) y las
Canastas Básicas Totales (CBT), respectivamente. Estas reflejan un conjunto de alimentos,
bienes y servicios que satisfacen un requerimiento nutricional y un consumo básico. Aquellos
que estén por debajo de esa línea son considerados dentro de las categorías mencionadas, y
los que sí tengan acceso a ella, son la población de referencia. La información para elaborar
la CBA y CBT se recauda por medio de una encuesta de ingresos y gastos. Actualmente,
según la información proporcionada por el INDEC la línea de pobreza del primer semestre
del 2023 se fijó en $199.590.

Por otro lado, la metodología actual considera los patrones de consumo de cada región para
que las líneas sean comparables entre sí, reflejando las pautas de consumo de hogares con
niveles de ingresos equiparables en términos de poder adquisitivo.

Recolección y análisis de datos INDEC

15
Habiendo mencionado anteriormente la metodología y los criterios que utiliza el indec para
recolectar datos, se presentará a continuación los gráficos que reflejan los resultados de las
encuestas realizadas por dicho organismo y sus respectivos análisis.

En principio comenzaremos analizando el período en el cual se desarrolló la EPH puntual y


sus respectivos índices, para ello utilizaremos los gráficos 2a y 2b
En lo que respecta a la pobreza, podemos observar que bajo el gobierno de Carlos Menen,
que finalizó en 1999, se mantuvo relativamente constante. Este se respaldó en la
Convertibilidad para instrumentar la baja del déficit fiscal, la reducción del gasto,
desregulación, privatización de empresas de servicios públicos y apertura económica.

La desregulación de la economía y la retracción del estado en sectores importantes de la


producción y los servicios impactó fuertemente en la calidad de las prestaciones y el empleo,
lo que está estrechamente relacionado con el bajo porcentaje de pobreza en el período, ya que
hay más personas insertadas en el mercado laboral. De todas formas, en el transcurso del
1999 el país se introdujo en una zona de riesgo de insolvencia, a causa del endeudamiento
externo. Los picos de riesgo país y la incertidumbre generó el traspaso de los depósitos en
pesos a dólares.

Ya adentrados en el 2000, el gobierno de la Rúa heredó una gran deuda y como consecuencia
quiso ganar confianza en los mercados internacionales para obtener tasas de interés bajas.
Para lograrlo aumentó los impuestos, lo que generó una caída en el ingreso disponible y el
consumo. En consecuencia, esto se tradujo en una menor recaudación y actividad. Por lo
tanto, el porcentaje de personas que se encontraban bajo la línea de pobreza aumentó.
En cuanto a la indigencia, las personas que entran dentro de esta categoría son aquellas que
no logran cubrir una canasta de alimentos capaz de cubrir un umbral mínimo de necesidades
energéticas y proteínas. Este está delimitado por la línea de indigencia y aquellos que no
logren superarla son considerados como tal. Datos que también son explicados por lo
mencionado anteriormente.

Por otro lado, en el 2003 la encuesta permanente de hogares ya adquirió los cambios
explicitados al inicio y pasó a llamarse EPH continua. Año en el cual asume el presidente
Nestor Kirchner hasta el 2007. En el gráfico de pobreza 2c, es notable cómo disminuyó
gradualmente el porcentaje en Argentina. Esto sin dudas tuvo que ver con la suba del tipo de
cambio que llevó a una mejora de la balanza comercial, lo que permitió que el gobierno tenga
los recursos suficientes para otorgar planes sociales, tal como el programa “Jefas y jefes de
hogar desocupados” que tenía como objetivo beneficiar a los jefes y jefas de hogar
desempleados con hijos. Además, los sectores productores de bienes transables lideraron el
crecimiento en los primeros años, lo que sin dudas generó mayores puestos de trabajo y
permitió la inserción de la población en el mercado.

En lo que respecta a la pobreza,en el gráfico 2d, podemos observar que en los últimos años el
nivel del mismo ha ido en ascenso. Sin dudas que esto pudo haber sido ocasionado por

16
diversos factores de distinta índole, por lo que haremos mención a algunos de ellos.
Comenzaremos por analizar el periodo entre los años 2019 y 2020, en el cual nos
encontrábamos bajo una pandemia que se extendió a nivel global. Esto paralizó las relaciones
comerciales y económicas dentro y fuera del país, por lo que el ingreso de la población se vió
afectado ante este fenómeno. Sobre todo, el de aquellas personas que trabajaban en la
informalidad, en empleos independientes o trabajos temporales, ya que se ven más proclives
a quedar excluidos de los sistemas de protección establecidos en el sector formal.

Ya comenzando a normalizarse la situación, en el año 2021 se redujo levemente el porcentaje.


Esto puede deberse a la reactivación de la economía, que permitió la normalización de las
actividades comerciales. Disminuyó ligeramente el desempleo y las empresas percibían el
ingreso necesario para cubrir los sueldos.

En lo que respecta a los años 2022 y 2023, nos vemos bajo un período inflacionario, que
puntualiza en el aumento generalizado de los precios. El abrupto aumento de los costos,
principalmente el de aquellos que incluye la canasta básica, no fue en concordancia con el
crecimiento de los salarios, lo que generó que hayan cada vez más personas que deban tener
más de un trabajo para lograr cubrir los gastos.

En el gráfico 2e, podemos observar nuevamente que entre los años 2016 y 2018 la línea de
indigencia se mantuvo aproximadamente cerca del mismo valor. En cuanto al 2016, la
moneda argentina sufrió una devaluación del 65% y a lo largo de 11 meses, se acumuló una
inflación del 39%, lo que generó una caída de los salarios, esencialmente el de los privados,
que cayó un 6%. El gobierno sufrió un déficit fiscal del 5% del PBI.
Ya adentrados en el año 2017 fue un período más estable, la balanza comercial fue
superavitaria y se vió una estabilización del tipo de cambio. Se desaceleró la inflación, lo que
dió lugar a un aumento de los salarios y una baja de la tasa de interés.
En lo que respecta al 2018 se vió una inflación del 47% y un estancamiento de la economía
que llevó al cierre de muchas pequeñas y medianas empresas, que son las principales
generadoras de empleo. Esto sin dudas fue ocasionando en el próximo año un aumento del
porcentaje de personas que se encontraban bajo la línea de indigencia y se observa un abrupto
aumento del mismo. El gobierno de Mauricio Macri, que comenzó su dirigencia en el año
2015 y finalizó en 2019, sufrió uno de los peores momentos de la economía Argentina. Con
un peso devaluado, pocas reservas en el Banco Central y un intento por estabilizar la
situación mediante un préstamo con el FMI que sigue en vigencia hasta el día de hoy.

Recolección y análisis de datos UCA.

A continuación, se realizará una exposición de los datos recaudados por la UCA con el
propósito de efectuar una posterior comparación por aquellos obtenidos por el INDEC.
Para ello, será necesario mencionar que el método utilizado por esta Institución es el de
ingresos corrientes, con el fin de identificar a aquellas personas/hogares según su capacidad
de adquirir una determinada canasta de bienes y servicios. Se emplea el concepto de ingreso

17
retomando la definición de Haig (1921) y Simons (1938), según la cual es el valor monetario
de la capacidad de consumir de un individuo u hogar durante un período determinado.
Además, esta encuentra sentido en una concepción del bienestar individual, creyendo en la
racionalidad utilitarista de los individuos.
De todas formas, este método presenta limitaciones para estudiar de manera integral las
capacidades de desarrollo humano y el cumplimiento de derechos sociales fundamentales.
Algunas de las deficiencias más destacables son: a) la incapacidad para evaluar directamente
el acceso efectivo a bienes y servicios necesarios para satisfacer necesidades; y b) la
inestabilidad que generan los choques macroeconómicos sobre la capacidad de compra de los
ingresos monetarios, a través de procesos inflacionarios y devaluatorios.

Habiendo mencionado esto, es necesario distinguir que la encuesta utilizada es EDSA


(Encuesta de la deuda social Argentina) y ha sufrido modificaciones a lo largo del tiempo.
Desde el 2010 hasta el 2016 se llamaba EDSA Bicentenario y su diseño muestral era
polietápico con selección aleatoria estratificada en un número proporcional de radios según la
magnitud de la población. El tamaño de dicha muestra es de aproximadamente 5760 hogares
e incluye 3 grandes aglomerados, el del Gran Buenos Aires, áreas Metropolitanas y el resto
urbano.

Ya desde el 2016 al 2019 se tomaron datos de la EDSA para la Equidad. Su diseño muestral
es polietápico también pero, con una selección aleatoria estratificada no proporcional de
radios, esta se agrupa por estratos con una posterior calibración. Luego el tamaño y el espacio
donde se recaban los datos es el mismo. Por lo que sus principales diferencias apuntan a que
en la EDSA Bicentenario relevan ingresos por fuentes a nivel hogar, con imputación de no
respuesta por la vivienda, mientras que la segunda, introduce el relevamiento de los ingresos
a nivel de los individuos en cinco fuentes: laborales, jubilaciones, pensiones, programas o
ayudas sociales y otras fuentes no laborales, como rentas o intereses.

Procederemos a analizarlos gráficos 2g. Uno de ellos refleja las tasas de pobreza por ingresos
desde el 2003 hasta el 2019. Podremos notar que a diferencia del indec, el porcentaje de
pobreza desde el 2000 hasta el 2010 es un 10% mayor. Por supuesto que no sabemos con
exactitud a qué se debe dicha discrepancia y tampoco cuál de los dos es el más acertado,
pero si sabemos que la UCA tiene en cuenta otras variables que hilan más fino al momento de
categorizar a los hogares. Por lo que, según nuestra opinión, puede lograr que sea más precisa
la estimación. Sobre todo, teniendo en cuenta el periodo de 2001, donde a nivel social y
económico sufrimos una crisis, por lo que podría llegar a ser probable que se encuentren más
hogares sin acceso a la canasta básica o mismo a sus necesidades alimentarias, como lo es en
el caso de la indigencia.
En lo que respecta a la pobreza e indigencia del periodo 2016 y 2022, las estimaciones son
muy cercanas. Casi no se perciben diferencias significativas y las discrepancias que puedan
llegar a haber entre los años estudiados, son a causa de un contexto económico y social que se
explicó anteriormente.

18
De todas formas, en el 2016 el porcentaje de personas en situación de indigencia y pobreza
exhibió un aumento, evidenciando luego, en 2017, una caída en ambas estimaciones dada la
baja de la inflación y la recuperación económica. Sin embargo, con la crisis de 2018, la
tendencia a la baja en la indigencia y la pobreza se revirtieron.
Por lo que en los últimos periodos observamos una tendencia alcista que evidenció el
deterioro de las capacidades económicas y del efecto del gobierno sobre las actividades
laborales y productivas. Sin dudas, en el periodo post pandemia se observa una reducción
mínima de la proporción de hogares y población en condiciones, tanto de indigencia como de
pobreza por ingresos.

Además de la información recaudada, es necesario destacar que dicho organismo considera


que la insuficiencia de ingresos para cubrir la canasta básica alimentaria, tasa de indigencia,
se asocia al estrato socio-ocupacional que reporta el hogar. De esta forma, llegaron a la
conclusión que desde el 2010 hasta el 2021 la tasa de indigencia por ingresos fue más elevada
en las unidades domésticas cuyo principal sustento pertenece al estrato bajo marginal. Por el
contrario, la indigencia es casi inexistente en el estrato medio profesional.

Comparación de Metodologías de Medición de Pobreza en la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires

Procederemos a comparar la pobreza e indigencia y medición de las mismas en la Ciudad de


Buenos Aires y el INDEC.

Como se observa en los gráficos 2I y 2J, la metodología del Gobierno de la Ciudad muestra
un índice de pobreza más elevado, incluso en ciertos períodos se ve una diferencia de casi del
doble. Si se analiza el umbral de pobreza en términos cuantitativos de ambos organismos es
similar. Por ejemplo, en el primer semestre de 2023, este estaba en aproximadamente 200.000
pesos para un hogar tipo. Partiendo de esto, podemos inducir que la diferencia radica en la
recolección de datos y aspectos cualitativos.

Cabe remarcar que ambos organismos tienen mediciones tanto cuantitativas como
cualitativas. El INDEC usa la canasta básica total y la canasta básica alimentaria para medir
respectivamente la pobreza y la indigencia y recolecta sus datos mediante la EPH y el
gobierno de la ciudad mediante la EAH.

En primer lugar, la Ciudad de Buenos Aires toma mayor cantidad de datos y su encuesta está
mejor distribuida por las diferentes áreas mientras que el INDEC al ser un organismo
nacional, su encuesta es más “genérica” debido a que la realiza en la totalidad del país
tomando 92 conglomerados, estando dentro de estos la ciudad. La forma de recolección de
datos que este organismo nacional toma y su interpretación fue desarrollada previamente, por
lo que se aplica la misma metodología para los datos desagregados en la ciudad.

El método utilizado por CABA es el "método consensual" basado en el enfoque de privación


relativa de Townsend. Este enfoque se enfoca en capturar la pobreza en todas sus

19
dimensiones y reflejar los componentes del bienestar o calidad de vida . Además, se
menciona que se inició un diálogo técnico con la Universidad de Bristol y la Universidad
Nacional de General Sarmiento para generar un indicador de tipo mdm, en particular la
variante denominada método consensual de privación, el cual cuenta con 40 años de
desarrollo teórico y metodológico continuo .
Se utiliza un enfoque multidimensional por ejemplo, para la medición de la pobreza en la
Ciudad de Buenos Aires en 2019:

● Se presenta el primer índice de pobreza multidimensional para la Ciudad de Buenos


Aires, calculado a partir de 17 indicadores agrupados en 5 dimensiones para hogares
sin niños y 23 indicadores en las mismas dimensiones para hogares con niños
menores de 18 años.
● Las dimensiones consideradas son: alimentación (Saltarse comidas, comer menos),
salud y cuidados (remedios, estudios y análisis, tratamientos dentales, asistencia para
cuidados), vivienda y servicios (goteras, agua caliente, electricidad) equipamiento del
hogar (heladera, frazadas, ropa adecuada, reemplazar ropa) y privación social y
educación (gastos personales, vacaciones, invitar, transporte público)
● Por zona de la Ciudad, la pobreza multidimensional era menor en el norte y mayor en
el sur, con la zona centro cercana al promedio.
● La metodología se basa en el método consensual, que identifica las necesidades a
partir de la opinión de la población.
● El índice complementa la medición de pobreza por ingresos que realiza la Ciudad
desde 2016, dado que ambos tienen enfoques complementarios sobre el fenómeno de
la pobreza.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires utilizaba como base de datos la Encuesta Anual de
Hogares (EAH) que abarca todo lo relacionado con la pobreza en la ciudad. Donde se
observan los valores de necesidades insatisfechas, valor de ingresos y cobertura de las
canastas. Las preguntas son más abarcativas, en términos generales, haciendo foco también
en cuestiones de expectativas y relaciones con la comuna. Los resultados se presentan por
barrio y comuna. La EAH de 2019 se realizó sobre una muestra total de 9570 viviendas. El
módulo de pobreza multidimensional se aplicó en 5848 hogares, siendo respondido por un
miembro mayor de 18 años en representación de todo el hogar. O sea que el tamaño de
muestra sobre el cual se calculó el índice de pobreza multidimensional fueron 5848 hogares
encuestados en la Ciudad de Buenos Aires en 2019, por ejemplo. En cuanto a necesidades
difieren, pero en el aspecto nominal suelen coincidir. La canasta es distinta dado los hábitos
de consumo propios de la región. El cálculo no es exactamente el mismo ya que el
relevamiento de datos correspondientes a precios no es idéntico, pero tiende a ser de manera
relativa parecido al propuesto por el INDEC. El IPCBA es el indicador estadístico que mide
la evolución promedio de los precios minoristas de una canasta de bienes y servicios
representativa del gasto de consumo de los hogares residentes en la Ciudad de Buenos Aires.
Los precios relevados se utilizan para estimar el valor de las canastas de consumo (Canasta
Básica Alimentaria, Canasta Básica Total, etc.) que sirven de líneas de pobreza e indigencia

20
Como se puede observar, la medición de la EPH y la EAH difiere en cantidad de muestras
sobre, en este caso, la ciudad y la periodicidad en el tiempo. Por una lado, la encuesta
nacional se realiza con una periodicidad de una vez al mes, la otra se realiza anualmente. Esto
muestra una diferencia cualitativa, ya que a la hora de confeccionar series y estudios se puede
ser más preciso con la base. Mientras que el tomar los datos por año, genera problemas de
comparabilidad y quizás maquilla shocks anuales.

Por el lado de la cantidad de encuestados, la EAH supera en número a los tomados por la
EPH en esta jurisdicción, mostrando una mayor representatividad de las conclusiones. y
pudiendo gracias al mayor despliegue poder generar datos con un mayor grado de detalle
identificando las diferencias por zona en la ciudad, así como la mayor y más variedad de
preguntas específicas para la región. Esto mejora la precisión y ayuda a orientar de forma más
específica las políticas públicas de la ciudad.

Esta especificidad es la conclusión del trabajo. Los organismos a primera vista pueden
parecer redundantes, pero la especificidad mayor de unos sobre los otros permite ver mejor el
panorama para la acción de políticas locales. Mientras que, los organismos a nivel nacional
están para corroborar estas problemáticas y generar el panorama del país para que el poder
ejecutivo y los ministerios nacionales elaboren políticas propias y asignen presupuestos.
No podemos afirmar que uno de los dos indicadores es “mejor que el otro”, pero sí podemos
decir que el estudio que realiza el gobierno de CABA es más preciso porque se concentra en
dicha zona, mientras que la medición nacional abarca todo el territorio. Esto es una ventaja ya
que su margen de análisis es mucho más amplio, pero a su vez representa una desventaja ya
que deja pasar detalles y matices de cada región.

21
GRÁFICOS

1A

1B

desempleo total (%de la población activa)

22
1C

crecimiento del PBI (%anual)

1D

23
1E

1F

24
1G

Evolución dólar blue en el tiempo

1H

evolucion de M3 en el tiempo según el BCRA

25
1I

1J

26
1K

1L

27
1M

1N

28
1O

1P

29
1Q

1R

30
1S

1T

31
1V

1W

32
1X

1Y

33
punto 2

2a

2b

34
2c.

2d.

35
2e

2g

36
37
2h.

Pobreza CABA según Gob de CABA

2i

38
2j

39
Bibliografía

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Trimestral S.G. Cuentas Nacionales Instituto Nacional de Estadística

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UCA (2022) “Desigualdades estructurales, pobreza por ingresos y carencias no monetarias
desde una perspectiva de derechos. Un escenario pre y post covid-29 de crisis e
incertidumbre”

41

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