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MAGNY, Joel. GUÍA DE PREGUNTAS
1. ¿Cuál es el recorrido histórico que el autor le reconoce al término “puesta en escena” y en qué
momento se terminaría de consolidar?
Puesta en escena -> al principio el término se aplica al trabajo de los directores del cine primitivo. Desde
que los teóricos empezaron a tratar de alejar el cine de sus orígenes teatrales y literarios, el término quedó
relegado: en los años 20 se impondrá cineasta. Con el sonoro, la puesta en escena recupera sus cartas de
nobleza, pero sin dominar necesariamente. Habrá que esperar a los críticos de la Nouvelle Vague para que
la palabra resurja con toda su fuerza
2. ¿Qué relación se puede establecer entre los conceptos de “puesta en escena”, “escritura” y “lenguaje”?
Escritura y lenguaje remiten a la idea de comunicación: habría un dato que una simple técnica de
comunicación, un conjunto de códigos permitiría transmitir a un espectador que lo descifraría gracias a un
saber adquirido.
3. ¿Cómo podemos interpretar la expresión de Alexander Astruc, que dice que hacer cine consiste en
“escribir con la pasta del mundo”?
El cineasta debe tener en cuenta la materia prima de sus imágenes: la vida. Una vez captados el instante, el
gesto, la duración, se pueden crear el mundo del autor a partir de esos fragmentos tomados de los cuerpos
del mundo y del actor.
4. ¿En qué consistiría, concretamente, el trabajo de puesta en escena en la producción de un film?
Realización equivale comúnmente a puesta en escena. Conlleva cierta ambigüedad. El realizador tiene
plenos derechos al estatuto de autor, puesto que hace real aquello que no lo era. Meteur en scene sería
entonces aquel que “pone en su lugar”, en el espacio y en el tiempo, cierto número de elementos
preexistentes.
5. ¿Qué relaciones se pueden establecer entre “puesta en escena” y guion?
En el cine, el guion es un elemento más, por encima y por debajo del trabajo de puesta en escena.
La “especificidad” del cine es la presencia de un lenguaje que quiere hacerse arte en el seno de un arte que
quiere hacerse lenguaje. El cine, además de ser un lenguaje (que incluye en sí mismo la posibilidad de
incorporar otros lenguajes), tiene pretensiones artísticas. Más que un vehículo específico para algo, el cine
se constituye en un arte, algo que no necesariamente sucede en otros lenguajes, como el verbal. Metz
define al cine como un lenguaje de arte.
9. ¿Cuáles son los dos momentos a los que se refiere Metz en los que se debe estudiar al film en
relación con la lingüística?
En un primer momento, buena parte del discurso en imágenes que teje el filme se hace comprensible si se
aborda partiendo de las diferencias con respecto a la lengua. Comprender lo que no es el cine, es ganar
tiempo. El segundo momento del estudio del cine se define por el objetivo de captar lo que sí es. En la
práctica, no son separables, el uno lleva al otro sin cesar. Pero denominamos primero a uno de los dos
porque dispone de la experiencia de la lingüística; y el segundo es propiamente semiológico.
10. ¿Por qué no existiría, según Metz, una segunda articulación en el cine?
No puede haber una segunda articulación en el cine porque la distancia entre significado y significante es
poco precisa, debido a la naturaleza de la imagen cinematográfica, tan apegada a su referente, ya sea por la
similitud fotográfica de esa imagen capturada con la imagen original o por el mecanismo psicológico
ejercido en el espectador.
11. Explicar la afirmación del autor respecto a que el cine es “un lenguaje sin lengua” (2001: 89).
El cine no constituye un sistema tal como la lengua. Metz explica específicamente que la imagen
cinematográfica tiene poder de significación sin necesidad de establecer una segunda articulación (a través
de fonemas). Los fonemas son unidades sin sentido que requieren de los morfemas (unidades de sentido
para poder establecer una significación. En el cine, todo significa sin necesidad de combinación.
12. ¿Cómo justifica Metz la correspondencia o equivalencia entre la imagen cinematográfica y la “frase”?
En primer lugar, el plano, por su contenido semántico, está más cerca de una frase que de una palabra. Una
imagen muestra a un hombre caminando por la calle; entonces equivale a la frase: “un hombre camina por
la calle”. Esa imagen fílmica corresponde aún menos a la palabra “hombre” o “camina” o “calle”, etc.
Además, la imagen es “frase” por su estatuto asertivo, la imagen está siempre actualizada. Así, incluso las
imágenes que por su contenido corresponderían a una palabra, siguen siendo frases. Un primer plano de
un revólver no significa “revolver”, sino que significa por lo menos: “he aquí un revólver”.
13. ¿A qué aspecto del lenguaje cinematográfico asocia el autor con la sintagmática de Saussure?
El “plano” es la unidad más pequeña de la cadena fílmica, la secuencia es un gran conjunto sintagmático.
14. ¿Qué es lo que dificulta en el cine el establecimiento de relaciones paradigmáticas al mismo nivel que
en el lenguaje verbal? ¿Existe una paradigmática del film?
El paradigma de imágenes, en cine, es frágil, aproximativo, fácilmente modificable y siempre evitable. Solo
en muy pequeña medida la imagen fílmica adquiere sentido con relación al resto de imágenes que
hubiesen podido aparecer en el mismo punto de la cadena.
Las relaciones en presencia son de una riqueza que hace a loa vez superflua y difícil la estricta organización
de las relaciones en ausencia. El filme es difícil de explicar porque es fácil de comprender.
La imagen cinematográfica es habla.
Existe una paradigmática del filme. Pero las unidades conmutables son grandes unidades significantes. Este
paradigma, quizás precisamente por estar excesivamente imbricado en el habla, es inestable y frágil.
15. ¿Cuáles son las tres características del hecho lingüístico que no estarían en el cine, según el autor, y que
por ende no permiten entenderlo como una lengua?
El cine no es una lengua porque contraviene tres características importantes del hecho lingüístico: una
lengua es un sistema de signos destinados a la intercomunicación. El cine es una comunicación de una sola
dirección, es mucho más un medio de expresión que de comunicación; sólo en parte es un sistema y
emplea pocos signos verdaderos.
16. ¿Cuál es la naturaleza de la imagen cinematográfica en relación con la idea de signo y la posibilidad de
significación?
La imagen es siempre y en primer lugar una imagen; reproduce en toda su literalidad perceptiva el
espectáculo significado del cual es significante. Es suficiente lo que muestra como para no tener que
significarlo, si entendemos este término en el sentido de fabricar especialmente un signo.
17. ¿Por qué podríamos decir, siguiendo a Metz, que el cine se destaca por su capacidad de connotación?
El cine por naturaleza está condenado a la connotación, porque la denotación viene siempre antes de su
empresa artística. En toda obra de arte el mundo representado (denotado) constituye la esencia de lo que
el autor “quería decir”. Es un nivel preparatorio, y sirve únicamente para introducir mejor el mundo
expresado: estilo del artista, relación de temas y valores, el universo de lo connotado.
18. ¿Qué diferencia hay entre significación, comunicación y expresión, de acuerdo al autor, y cómo se ubica
el cine en estos términos?
Expresión: hay expresión cuando un “sentido” es en cierta medida inmanente a una cosa, se desprende
directamente de ella, se confunde con su forma misma. Es natural, global y continua y viene de los seres o
las cosas.
Significación: enlaza desde el exterior a un significante aislable con un significado que es un concepto y no
una cosa. La significación no puede proceder más que de una convención.
La comunicación es una relación bilateral.
El filme es expresión más que significación.
El montaje como principio soberano se dio mayormente en la postura de los rusos, entre los años 1925 y
1930. Los cineastas que apostaban por la supremacía del montaje apuntaban a utilizarlo para mostrar las
cosas desde un punto de vista ideológico. Es decir, hay significación deliberada por parte del cineasta, una
organización más allá del sentido natural de las cosas.
El cine moderno no desecha el montaje, porque es parte constitutiva del cine, pero no lo considera
principio rector, tal como manifestaban los que adscribieron a la noción de montaje soberano. Estos
últimos desechaban toda idea de representación objetiva de la realidad o de continuidad espacio-
temporal, apelando a la fragmentación y la yuxtaposición.
El cine puede prescindir del montaje para producir y transmitir mensajes, aunque sea parte constitutiva del
mismo.
7. Al hablar de lenguaje cinemático, ¿cuáles serían las materias expresivas que le constituyen?
El lenguaje cinemático es el conjunto de mensajes cuya materia de expresión consiste en cinco bandas o
canales: imágenes fotográficas en movimiento, sonido fonético grabado, ruidos grabados, sonido musical
grabado y escritura.
8. ¿Cuál sería, según Metz, la unidad mínima que identifica en el cine y le lleva a construir su teoría de la
“gran sintagmática”? ¿Cuáles son los criterios que utiliza para reconocer las diversas formas de
ordenación de los segmentos que constituyen el discurso narrativo?
El cine selecciona y combina imágenes y sonidos para formar sintagmas, unidades de autonomía narrativa
en las cuales los elementos interactúan semánticamente.
Para Metz tres criterios sirven para identificar delimitar y definir los segmentos autónomos: unidad de
acción (continuidad diegética), el tipo de demarcación (es decir, los mecanismo de puntuación, visibles o
invisibles, utilizados para separar y articular los segmentos mayores), y la estructura sintagmática (los
principios de pertinencia que identifican el tipo sintagmático).
9. Teniendo en cuenta que el cine, de acuerdo a Metz, es un medio pluricódico, ¿qué división establece de
los códigos y cómo propone su organización en el proceso de significación?
El cine manifiesta una pluralidad de códigos, carece de un “código maestro” compartido por todas las
películas. Los textos fílmicos formas una red estructurada producida por la interrelación de códigos
cinemáticos específicos, códigos que aparecen sólo en el cine; y códigos no específicos, códigos
compartidos con otros lenguajes que no sean el cine. Metz describe la configuración de ambos códigos
como un conjunto de círculos concéntricos que se extiende por un espectro desde lo más específico, a
través de códigos compartidos con otras artes hasta códigos demostrablemente no específicos que se
hallan ampliamente diseminados en la cultura. Ejemplos de códigos específicos cinemáticos serian el
movimiento de cámara, la iluminación y el montaje. Sería más apropiado hablar de “grados” de
especificidad.
Dentro de cada código cinemático particular, los subcódigos cinemáticos representan usos específicos del
código general. La iluminación expresionista forma un subcódigo de la iluminación, del mismo modo que el
montaje de Eisenstein forma un subcódigo de montaje.
Los códigos no compiten, pero los subcódigos si lo hacen. El código es un cálculo lógico de las posibles
permutaciones; el subcódigo es un uso concreto y específico de esas posibilidades, que todavía
permanecen dentro de un sistema convencionalizado.
10. ¿Qué aporta el análisis textual a los estudios sobre cine desde la perspectiva semiótica?
El método semiótico demostraba una elevada sensibilidad para los elementos formales específicamente
cinemáticos en oposición a elementos de personaje y trama. Los análisis eran metodológicamente
autoconscientes, se situaban rápidamente sobre su sujeto, la película en cuestión y sobre su propia
metodología.
Estos análisis presuponían una aproximación radicalmente diferente al estudio de una película. Se esperaba
del analista que analizara la película plano a plano, preferentemente en una mesa de montaje.
Por último, estos analistas rechazaban los términos tradicionales evaluativos de la crítica cinematográfica
en favor de un nuevo vocabulario.
11. ¿Es posible pensar en una “puntuación fílmica”? ¿Cuáles son los mecanismos con los que un film puede
puntuar y qué significación presentan cada uno de ellos? ¿A qué se refiere Stam con la
“macropuntuación”?
Puntuación fílmica: aquellos efectos demarcativos como fundidos, fundidos de apretura y fundidos de
cierre o cortes directos, utilizados de forma simultánea para separar y conectar segmentos fílmicos.
Metz rechaza la idea de que estos mecanismos son análogos a la puntuación en la lengua escrita. Lo que se
llama puntuación en el cine diegético es una especie de macropuntuación, que interviene no entre los
planos sino entre sintagmas completos. Estos mecanismos demarcativos articulan los segmentos más
grandes que forman la diégesis del cine narrativo.
Los efectos de puntuación no siempre son visibles y no siempre tienen la misma función. Metz habla de las
funciones de puntuación de ciertos significantes cinemáticos que en sí mismos no tienen significados
intrínsecos aparte de aquellos que le son dados por un texto específico. La función de estas puntuaciones
depende del contexto del filme.
Aunque los mecanismos de puntuación no conllevan un significado intrínseco, podemos hablar de ciertas
tendencias connotativas de su significación. El encadenado tiende a enfatizar la transición, el fundido de
cierre enfatiza la separación, el primero nos lleva desde un lugar y un tiempo a otro, mientras que el último
proporciona tiempo para la contemplación.
12. ¿Qué tipo de relaciones se pueden establecer entre sonido y diégesis a partir del enfoque semiótico
que comenta Stam?
La noción de “diégesis” como el mundo postulado de la ficción fílmica también facilitó un análisis más
sofisticado de las diversas posibles relaciones entre la banda sonora y la diégesis. En el caso del diálogo
verbal dentro de la película, Metz distinguía entre discurso completamente diegético (aquel hablado por
personajes y voces de la ficción), discurso no diegético (comentarios en off por parte de un hablante
anónimo) y discurso semidiegético (comentarios en voz en over por parte de uno de los personajes de la
acción).
13. ¿Qué posibilidades de análisis nos ofrece el cine pensado como práctica discursiva, más allá de su
postulación como posible lenguaje significante?
Si examinamos el cine como una práctica discursiva con muchos niveles, y no simplemente como un
lenguaje significante, podemos ver el cine y el lenguaje como incluso más profundamente imbrincados de
lo que la cine-semiología consiguió sugerir.
Metz acentúa el carácter lingüístico de dos de las cinco bandas: sonidos fonéticos y materiales escritos
dentro de la imagen. Señala la presencia lingüística incluso en la banda de imagen. Los códigos de
reconocimiento icónico: los códigos por los que reconocemos objetos; y de designación icónica: los códigos
por los que los nombramos, estructuran e informan la visión espectatorial, atrayendo así al lenguaje, como
si dijéramos a la imagen.
Paul Willemen habla de literalismos, instancias fílmicas en las que el impacto visual del plano se deriva de
una estricta fidelidad a una metáfora lingüística.
El lenguaje ejerce presión sobre todas las bandas fílmicas.
Incluso cuando el lenguaje verbal está ausente, un proceso semántico tiene lugar en la mente del
espectador a través de lo que los formalistas rusos llamaron “dialogismo interno”, el pulso del pensamiento
implicado en el lenguaje.
14. ¿Qué otros enfoques semióticos convoca Stam al final de su texto, que ofrecen posibilidades de
aplicación en el objeto fílmico por fuera del dogma saussureano?
Deleuze propone estudiar la plenitud de una imagen no significante y de todas las figuras dispersas y
móviles de las que el cine es capaz.
Otra perspectiva planteaba que la lengua natural era un sistema primario de modelación, una parrilla que
modela nuestra aprehensión del mundo; y los lenguajes artísticos constituían sistemas secundarios de
modelación, aparatos a través de los cuales el artista percibe el mundo y que modelan el mundo para el
artista. Juri Lotman discute el cine a su vez como lenguaje y como sistema de modelización secundario,
mientras trata de integrar el análisis del cine en una teoría cultural más amplia.