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UNIVERSIDAD

ANALÍTICA
CONSTRUCTIVISTA DE MÉXICO

Hiliana Padilla Martínez

POLÍTICAS PÚBLICAS EN EDUCACIÓN

ENSAYO
ENSAYO

PROCESOS DE RUPTURA ALUMNO-ESCUELA COMO PROBLEMA DE ORDEN PÚBLICO

Introducción

La deserción escolar es un problema educativo que limita el desarrollo humano, social y


económico de la persona y del país. Tinto (1992) considera la deserción como el abandono
de la educación.
Zúñiga (2006) la define como la acción de abandonar los estudios en un plantel educativo
por cualquier motivo; por otro lado, la Real Academia Española de la lengua (2013) la
explica como la acción de separarse o abandonar las obligaciones, refiriéndose a las
obligaciones escolares.
En México y en particular la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2012) considera la
deserción escolar como: el abandono de las actividades escolares antes de terminar algún
grado educativo.
Con base en lo investigado y analizado, la presente pesquisa define la deserción escolar
como: la acción de abandonar la escuela, sin haber concluido el grado escolar cursado;
este problema se presenta en todos los niveles educativos y es ocasionado por diversos
factores intrínsecos (personales) y extrínsecos (familiares, económicos, docentes, sociales,
entre otros).
De acuerdo con la SEP (2012), la deserción escolar se origina por diversos parámetros,
puede ser voluntaria o forzosa, varía entre niveles educativos; en ese sentido, diversos
autores y autoras en sus investigaciones asocian este problema con diferentes factores,
destacando los siguientes:
1. Personales: Choque (2009) y Pardo de Aguirre (1985) coinciden en que uno de los
principales problemas que anteceden la deserción es la baja motivación; asimismo, Van
(2012) y Navarro (2001) consideran que las personas desertan porque no quieren o no les
gusta estudiar; para Álvarez (2009), Balfanz y Mac (2007), Zúñiga (2006) y Espindola y
León (2002) la reprobación de asignaturas es uno de los principales factores asociados
La SEP (2012) enfatiza que el principal factor es que el discente se convierta en padre o
madre.
2. Económicos: Diversas investigaciones concluyen que, el factor económico derivado de
la insuficiencia de ingresos en lel hogar, es un factor decisivo para la deserción escolar
(Espinoza et al., 2012; Ream y Rumberger, 2008; Ingrum, 2007; Zúñiga, 2006; Molina et
al., 2004; Espindola y León, 2002; Rumberger y Thomas, 2000; Janosz et al., 1997;
Haveman et al., 1991; Bryk y Thum, 1989 y Rumberger, 1983). Para Valdez, et al. (2008)
los factores económicos incluyen la falta de recursos para enfrentar los gastos de la
asistencia a la escuela, por lo que se incrementa la necesidad de trabajar y por ende, el
abandono escolar.
3. Familiares. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura
(UNESCO, 2010), Valdez, et al. (2008), Goicovic (2002) y Navarro (2001) han destacado
que los factores familiares están relacionados con la falta de apoyo familiar para continuar
estudiando por parte de padres y madres y otros parientes.
4. Docentes. Zúñiga (2006) y Gajardo (2004) coinciden que las malas condiciones de
trabajo docente, y la enseñanza descontextualizada son factores que influyen de manera
significativa en la deserción. Choque (2009) por su parte refiere que la deserción es
causada por la escasa capacitación de profesores y profesoras.
5. Otros factores que se mencionan en diferentes pesquisas son: Sociales (Esquivel, 2008;
Lakin et al., 2004 y De la Peña, 1990), Bullying (Prieto y Carrillo, 2009), Estereotipos de
género (Beyer, 1998); Desnutrición infantil (Pollit, 2002 y Programa de Promoción de la
Reforma Educativa en América Latina, PREAL: 2006), baja asignación presupuestal para
la educación pública (La UNESCO, 2008 y La OCDE, 2007), factores escolares como la
insuficiencia de material académico e inmuebles (Valdez, et al., 2008 y Muñoz, 1992),
riesgos en la comunidad como pandillaje (Esquivel, 2008), problemas asociados a la edad
(PREAL, 2006), nivel cultural y origen étnico (Lakin y Gasperini, 2004).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2002) determinó que, en
la mayoría de los países de América latina como Honduras, Guatemala, El Salvador, México
y Nicaragua la deserción escolar es muy alta; lo cual, se traduce en un bajo nivel educativo
en la población perjudicando el capital humano y educativo necesario para que la población
se inserte en empleos remunerados que les ayude a salir de la situación de pobreza. En
ese sentido, reportó que cerca de 37% de la población latinoamericana, entre 15 y 19 años
de edad abandonan su educación a lo largo del ciclo escolar. En estos países, la mayor
parte de la deserción se produce en el transcurso del primer año de la enseñanza media
superior; para ello, uno de los desafíos del sistema educativo de México es aumentar la
capacidad de retención de alumnos y alumnas en todos los niveles educativos desde básico
hasta superior.

Desarrollo

Desgraciadamente, la existencia de problemas tales como el rezago educativo, el fracaso


escolar, el abandono la inequidad y la exclusión son problemas de origen polisémico y que
deben ser atendidas mediante una educación de calidad para lograr disminuirlos o
eliminarlos aun cuando se han venido arrastrando desde hace siglos.

Vasconcelos mencionaba que para lograr la alfabetización de las personas niños sistema
educativo justo e incluyente constituye una de las palancas más eficaces para la
transformación de la sociedad mediante una educación de calidad que tenga el efecto de
producir menor desigualdad educativa que limita la posibilidad de que niñas, niños y jóvenes
en desventaja, puedan salir de esa situación.

Cabe señalar que en los últimos tiempos se observa un problema de falta de valores y de
cambios en el significado de la escuela como centro de formación y del proceso de
enseñanza y aprendizajes cognitivos, procedimentales y actitudinales de calidad
En este sentido, podemos comenzar con el malestar que existe entre los docentes en
relación con la enseñanza de valores que debieran enseñarse en casa y, que hoy, por falta
de tiempo o de interés, los padres han dejado de practicar y enseñar explícitamente a sus
hijos, lo que ocasiona problemas muy grandes de convivencia entre iguales, como entre los
alumnos y los docentes. Esto nos lleva a que existan una serie de conflictos que
desencadenan situaciones violentas no sólo dentro de la institución escolar, sino, dentro de
nuestra sociedad, al punto de que la gente comete crímenes sin pensar en las
consecuencias culturales, sociales, económicas y en general en todos los ámbitos.
La discriminación, la inequidad, la desigualdad y la xenofobia entre otros problemas,
parecieran ser causados por las instituciones educativas. Hoy, se le acusa a las escuelas
de no enseñar valores y buena convivencia, pero se debe observar que el gobierno le
encarga a las instituciones educativas la enseñanza de contenidos curriculares, pero
también, de campañas de diferentes cosas que debieran enseñarse en el hogar y en los
medios de comunicación y, al no ver resultados positivos, la sociedad hace aparecer a las
escuelas como culpables por la falta de solución y agravamiento o permanencia de este
tipo de problemas de orden social.

A través de las palabras del profesorado se percibe un estado de ánimo marcado, muchas
veces, por el descontento y el desánimo, cuyo origen, en el fondo, está en el profundo
desajuste entre, por una parte, las transformaciones y las demandas sociales y, por otra
parte, la propia estructura del sistema educativo. El mundo se está transformando a su
alrededor a una velocidad nunca vista, mientras que la escuela aparece anquilosada en
prácticas y rutinas arcaicas. En esta situación, los profesores se sienten inermes y
desbordados ante las enormes dificultades con las que se enfrentan (Fernández Enguita,
2001).

Este proceso de deshumanización degradante e individualista es culpable de la


problemática social que se está viviendo, por lo que es necesaria una educación en valores
desde fuera de la escuela con padres responsables y preocupados por el futuro de sus
hijos.
Así también uno de los aspectos que deben ser revisados es que es preciso apelar a un
trato diferenciado de lo que es desigual en su origen para alcanzar mayor igualdad. Como
señalan los especialistas de OREALC/UNESCO, “la equidad comprende los principios de
igualdad y diferenciación, ya que tan sólo una educación ajustada a las necesidades de
cada uno asegurará que todas las personas tengan las mismas oportunidades de hacer
efectivos sus derechos y alcanzar los fines de la educación en condiciones de igualdad”.
Equidad en materia educativa significa hacer efectivo para todos y todas, el derecho
humano fundamental a la educación. Otro aspecto importante es la inclusión, que se
concibe como un proceso a través del cual un sistema escolar, sus escuelas y aulas se
transforman gradualmente de espacios segregados y excluyentes a espacios inclusivos que
evitan las barreras para facilitar la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes,
sobre todo los más vulnerables. Asimismo, las escuelas y los docentes se fortalecen para
que sean capaces de responder a las necesidades individuales de todos los educandos,
sin importar su condición socioeconómica, su origen étnico o cultural, el género, sus
capacidades, religión o cualquier otra característica o condición.

Cabe señalar que una de las problemáticas que se encuentran influenciando el fracaso o
abandono escolar es el nivel de escolaridad de los padres, ya que cuanto mayor sea el nivel
de los padres, más fuerte será la permanencia y aprovechamiento de los hijos en la
institución educativa; esto es un comportamiento directamente proporcional; a su vez,
cuanto más bajo sea el nivel de escolaridad de los padres, más baja será la permanencia
de los hijos en la institución.

La sobreprotección de padres a hijos y la permisividad son factores que también influyen


en la ruptura entre alumno-escuela fomenta la irresponsabilidad y la falta de valores que
son enseñados en el hogar.
Cabe señalar que los planes y programas de estudio no están actualizados y son
insuficientes lo que genera muchos problemas, tales como la incongruencia y la
desarticulación con el mundo laboral.

El Modelo Educativo de 2017 en México ha sido una propuesta fundamentada en


planteamientos pedagógicos novedosos, los cuales buscan impulsar promocionar la
equidad y la inclusión para que toda la población de niñas, niños y jóvenes en general, en
edad escolar, independientemente de su condición u origen, no se quede sin la oportunidad
de desarrollar su potencial al máximo e integralmente con el apoyo de los actores
involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como la sociedad en general
mediante una educación de calidad.

La deserción escolar es una causa muy grave de ruptura enre alumno y escuela y es
entendida como: la acción de abandonar la escuela, sin haber concluido el grado escolar
cursado; este problema se presenta en todos los niveles educativos y es ocasionado por
diversos factores intrínsecos (personales) y extrínsecos (familiares, económicos,docentes,
sociales, etcétera).
De acuerdo con la SEP (2012), la deserción escolar se origina por diversos parámetros,
puede ser voluntaria o forzosa, varía entre niveles educativos; en ese sentido, diversos
autores y autoras en sus investigaciones asocian este problema con diferentes factores,
destacando los siguientes:
1. Personales: Choque (2009) y Pardo de Aguirre (1985) coinciden en que uno de los
principales problemas que anteceden la deserción es la baja motivación; asimismo, Van
(2012) y Navarro (2001) consideran que las personas desertan porque no quieren o no les
gusta estudiar; para Álvarez (2009), Balfanz y Mac (2007), Zúñiga (2006) y Espindola y
León (2002) la reprobación de asignaturas es uno de los principales factores asociados
a la deserción. La SEP (2012) enfatiza que el principal factor es que el discente se convierta
en padre o madre.
2. Económicos: Diversas investigaciones concluyen que, el factor económico derivado de
la insuficiencia de ingresos en los hogares, es un factor decisivo para la deserción escolar
(Espinoza et al., 2012; Ream y Rumberger, 2008; Ingrum, 2007; Zúñiga, 2006; Molina et
al., 2004; Espindola y León, 2002; Rumberger y Thomas, 2000; Janosz et al., 1997;
Haveman et al., 1991; Bryk y Thum, 1989 y Rumberger, 1983). Para Valdez, et al. (2008)
los factores económicos incluyen la falta de recursos para enfrentar los gastos de la
asistencia a la escuela, por lo que se incrementa la necesidad de trabajar y por ende el
abandono escolar.
3. Familiares. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura
(UNESCO, 2010), Valdez, et al. (2008), Goicovic (2002) y Navarro (2001) han destacado
que los factores familiares están relacionados con la falta de apoyo familiar para continuar
estudiando por parte de padres y madres y otros parientes.
4. Docentes. Zúñiga (2006) y Gajardo (2004) coinciden que las malas condiciones de
trabajo docente, y la enseñanza descontextualizada son factores que influyen de manera
significativa en la deserción. Choque (2009) por su parte refiere que la deserción es
causada por la escasa capacitación de profesores y profesoras.
5. Otros factores que se mencionan en diferentes pesquisas son: Sociales (Esquivel, 2008;
Lakin et al., 2004 y De la Peña, 1990), Bullying (Prieto y Carrillo, 2009), Estereotipos de
género (Beyer, 1998); Desnutrición infantil (Pollit, 2002 y Programa de Promoción de la
Reforma Educativa en América Latina, PREAL: 2006), baja asignación presupuestal para
la educación pública (La UNESCO, 2008 y La OCDE, 2007), factores escolares como la
insuficiencia de material académico e inmuebles (Valdez, et al., 2008 y Muñoz, 1992),
riesgos en la comunidad como pandillaje (Esquivel, 2008), problemas
asociados a la edad (PREAL, 2006), nivel cultural y origen étnico (Lakin y
Gasperini, 2004).

Conclusiones

La ruptura entre el alumno y la escuela, afecta de manera contundente y definitiva ya que


imposibilita a las personas a tener un trabajo bien remunerado, al no poseer las
competencias y habilidades útiles, por ende, carecen de una buena calidad de vida.
Mediante la implementación de un plan de estudios en el cual se priorize la equidad y la
inclusión para brindar una educación de calidad a la población quitando obstáculos que
impidan el acceso a los beneficios de una educación de calidad, así también, que asegure
igualdad de oportunidades en cuanto al acceso, permanencia y éxito en los logros de los
aprendizajes para todas y todos, sin distinción de condición socioeconómica o política,
étnica, de género o de cualquier tipo en contextos diversos, igualdad de oportunidades de
ingreso a los diferentes niveles educativos, sin distinción de ningún tipo.
Esto implica que el Estado asegure escuelas disponibles, accesibles y asequibles para toda
la población. comprende la igualdad de oportunidad en las trayectorias educativas, en los
recursos y en la calidad de los procesos educativos implica que todos los alumnos tengan
acceso a escuelas con similares recursos materiales, humanos y pedagógicos, así como
currículos y materiales flexibles y pertinentes para desarrollar las competencias relevantes.
equidad en los resultados de aprendizaje significa que los educandos alcancen
aprendizajes equiparables, sea cual sea su origen social y cultural, desarrollando al mismo
tiempo sus capacidades y talentos específicos.
Es preciso garantizar servicios de calidad similares en toda la población, así como también
aprendizajes equiparables entre alumnos de distintos orígenes sociales. Urge eliminar las
barreras que impiden estos propósitos y erradicar toda forma de discriminación, por
condición social, étnica, de género, discapacidad, de creencias u orientación sexual.
Cuando se logran reducir las brechas entre los grupos más aventajados y los que no lo son,
la educación genera enormes beneficios para la economía, la sociedad y las personas. Para
enfrentar la exclusión y la discriminación, se avanza la perspectiva de la inclusión demanda
avanzar hacia un sistema educativo que atienda de manera adecuada las necesidades
específicas de los distintos grupos de población.
el sistema escolar debe adaptarse a las necesidades de todos los alumnos y
simultáneamente reconocer sus distintas capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje, sin
distinción de ningún tipo, contribuyendo por esa vía a enfrentar los procesos de exclusión
social que afectan a los grupos y personas en situación de desventaja social.
Las escuelas verdaderamente inclusivas no excluyen absolutamente a nadie.
Como puede advertirse, son varias las finalidades y señas de identidad de la educación
inclusiva, entre las cuales destacan las siguientes:
1. Reconocer que todas las personas tienen los mismos derechos, sin discriminación
alguna.
2. Hacer efectivo el derecho a una educación de calidad para todos.
3. Avanzar hacia escuelas plurales y diversas en su composición.
4. Atender y dar respuesta adecuadamente a la diversidad de necesidades educativas de
niñas, niños y jóvenes y ajustar las prácticas de las escuelas a su situación, características
y realidades.
5. Beneficiarse de una educación inclusiva no sólo para “aprender a aprender” y “aprender
a hacer”, sino también y, sobre todo, para “aprender a ser” y “aprender a convivir”. El último
punto alude a los pilares de la educación establecidos por el informe de la Comisión Delors.
Los últimos dos implican por definición una educación inclusiva.

Es prioritario romper el círculo vicioso existente entre la pobreza y la ignorancia ya que es


lo único que nos va a ayudar a que existan personas preparadas, con igualdad de
oportunidades a nivel global, pero lo más importante es que se acabe con la pobreza, la
discriminación y la inequidad.
Responsabilizar a los padres de familia de la enseñanza de valores y de la convivencia
armoniosa con todas las personas para evitar problemas sociales tan frecuentes. Buscar
estrategias para que los padres eduquen en valores a sus hijos para mejorar su vida futura
tanto de ellos como de las futuras generaciones con base en el respeto a toda forma de
vida, a su entorno y a las reglas sociales de convivencia con sus respectivos derechos y
obligaciones.

Actualización de planes y programas de estudio en coherencia con la realidad social,


laboral, económica y ética.

Referencias bibliográficas

García-Cué, José Luis, & Ruiz-Ramírez, Rosalva, & Pérez-Olvera, María Antonia (2014).
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA DESERCIÓN ESCOLAR EN EL BACHILLERATO:
CASO UNIVERSIDAD AUTONÓMA DE SINALOA. Ra Ximhai, 10(5),51-74.[fecha de
Consulta 30 de Julio de 2022]. ISSN: 1665-0441. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46132134004

MODELO EDUCATIVO. EQUIDAD E INCLUSIÓN, 2007, SEP, MÉXICO

Usategui Basozabal, Elisa, & del Valle Loroño, Ana Irene (2009). Escuela, familia y
sociedad: la ruptura de un consenso. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos
(México), XXXIX(1-2),171-192.[fecha de Consulta 28 de Julio de 2022]. ISSN: 0185-1284.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27015065008

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