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FERRAN ADRIA.

Ferran Adrià Acosta (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 14 de mayo de 1962) es un cocinero


español que revolucionó el mundo de la gastronomía y lo introdujo en una nueva era. La revista
norteamericana Time incluyó a Adrià en la lista de los 100 personajes más innovadores del mundo
en el año 2004. Adrià ha sido chef y copropietario hasta 2011 del desaparecido restaurante
español El Bulli (Cala Montjoi, Gerona) que recibió a lo largo de su historia las máximas
distinciones gastronómicas entre las que figura la de Mejor Restaurante del Mundo en el ranking
The World's 50 Best Restaurants elaborado por la revista británica Restaurant, o el premio S.
Pellegrino[1] durante cuatro años consecutivos; algo que ningún otro establecimiento ha logrado
hasta ahora.

También conocido, sobre todo en sus inicios, como Fernando Adrián, realizó sus estudios básicos
en Barcelona y tenía planeado seguir estudiando. Durante esos años vivió con su familia: Ginés
Adrià, Josefa Acosta y su hermano Albert Adrià.

1980 Abandonó los estudios y consiguió un trabajo como friegaplatos en el pequeño Hotel
Playafels de Castelldefels, donde se inició en la cocina clásica.

1981 y 1982 Fue a trabajar a Ibiza. Al regresar a Barcelona desempeñó distintos puestos en locales
de restauración, hasta que ingresó en el restaurante Finisterre, trabajando hasta que tuvo que ir al
servicio militar. Allí formó parte del equipo de cocina del Capitán General.[2]

1983 Desde mediados de 1982 hasta finales de 1983, Ferran Adrià hizo el servicio militar en la
Marina, en Cartagena. Durante el verano de 1983 y, siguiendo una sugerencia de otro recluta,
decidió pasar su mes de permiso en El Bulli, restaurante del que hasta entonces no había oído
hablar. Después de este mes y, a la vista de la satisfactoria experiencia, Ferran apalabró ya su
entrada en plantilla para el año siguiente.[3]
Cocina de El Bulli.

1984 Terminado el servicio militar y tras una estancia en un restaurante de Sevilla, Ferran entró
como jefe de partida en El Bulli en marzo de 1984. Desde ese momento su carrera estaría unida a
El Bulli.[2] En el mes de agosto, Jean-Paul Vinay comunicaba que en octubre dejaba El Bulli para
montar un restaurante en Barcelona. En octubre, Ferran y Christian pasaban a ser jefes de cocina.
[4]

Ferran y Christian, durante los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero reorganizaron sus
planes de futuro. Los días de fiesta, los dos chefs visitaban otros restaurantes dentro de sus
posibilidades económicas. En 1984 se produjo el primer viaje profesional a Francia, donde
comieron en el restaurante de Lucien Vanel, en Toulouse. Más tarde, en un viaje posterior con el
doctor Schilling, pudieron visitar grandes restaurantes de alta cocina francesa.[5]

1985 Ferran estuvo con los chefs Georges Blanc y Jacques Pic. Una de las visitas más importantes
que se hicieron en aquellos meses fue la que los llevó al restaurante Currito, en Madrid, de donde
sacarían la idea para el pichón de perdiz deshuesado en escabeche.[6] Su hermano Albert Adrià se
incorpora a la repostería del Bulli.

1987 A principios de 1987 visitan la Costa Azul para conocer algunos restaurantes prestigiosos de
la zona. En una muestra para la fundación Escoffier en Cannes, en la tertulia que sucedió a esta
demostración, uno de los asistentes preguntó al gran cocinero francés Jacques Maximin qué era la
creatividad. Maximin contestó: «Creatividad es no copiar». Esta frase fue la que indujo el cambio
de actitud en su cocina y marcó el paso desde la «recreación» hasta una voluntad firme de incidir
en la creatividad.[7]

Hasta el invierno de 1986, El Bulli permanecía cerrado dos meses (del 15 de enero al 15 de marzo).
A partir de 1987 la época de cierre se amplió a cinco meses, de mediados de octubre hasta
mediados de marzo. Más tarde los cinco meses pasaron a seis (del 1 de octubre al 1 de abril).
Apenas tenían clientes en ese período, por lo que mantener abierto el restaurante significaba
perder dinero. Lo que en principio fue una necesidad, luego se convirtió en una característica
fundamental en El Bulli. Sin estos meses de cierre sería imposible mantener el nivel de creación.[8]
En enero de 1987, Christian Lutaud dejaba El Bulli para montar otro restaurante. Esto hizo que
Adrià tuviera que tomar las decisiones por primera vez en solitario de la cocina y le diese su propio
estilo con plena libertad.[2]

1990 Este año se plantea nuevos retos: ir más allá de la guía Michelin. Ahora se interesa por la
revista Gault & Millau, fundada por Henri Gault y Christian Millau, quienes habían apoyado y dado
nombre a la nouvelle cuisine. Gracias a ella, conoce la existencia de dos cocineros considerados los
más vanguardistas del momento, Michel Bras y Pierre Gagnaire y decide ir a conocer su cocina. En
1994 inventa un plato que crea un nuevo estilo: la «menestra de verduras en texturas». Este viaje
marcó su manera de entender la cocina. De Gagnaire aprenden que «todo es posible». Con Bras
descubren la sensibilidad, la naturaleza, el respeto por el gusto de cada producto. Esto le marcó un
gran entusiasmo y empezó a alternar el estilo autóctono con otro más vanguardista y sin raíces.[9]

1999 En junio de 1999, El País semanal le dedica su portada y un amplio reportaje en el interior,
titulado «Ferran Adrià, el mejor cocinero del mundo». Era la primera vez que su restaurante
aparecía en primera línea en todos los quioscos de España.[10]

2003-2004 En 2003 Ferran Adrià, ocupa la portada y catorce páginas interiores del suplemento
dominical de The New York Times. Poco después, en 2004, el suplemento de Le Monde le dedica
su portada y un artículo interior a Ferran. La revista Time lo catalogaba entre las 100
personalidades más influyentes del mundo en todos los ámbitos. Todo esto impulsó notablemente
la proyección pública de Ferran Adrià y El Bulli.[11]

2004 Ese año su colaboración con el mundo científico dio otro salto hacia adelante gracias a la
Fundación Alicia, de Caixa Manresa y la Generalidad de Cataluña que se dedica a la alimentación y
la ciencia (su nombre viene de Alimentación y Ciencia), es decir, a todo lo relacionado con los
procesos alimentarios, la salud y la gastronomía, desde un punto de vista social y con
fundamentos y métodos científicos. Proyecto en que participan de manera muy estrecha y cuya
sede, ubicada en el monasterio de San Benito de Bages, abrió sus puertas en 2007. Pretende llevar
a cabo una labor no puramente científica, sino social y cultural, con programas para una mejor
alimentación y realizando estudios para comprender mejor la historia de la alimentación y la
gastronomía.[12]

2005 La Universidad Camilo José Cela de Madrid crea la Cátedra Ferran Adrià, que se define como
de «Cultura gastronómica y Ciencias de la alimentación». Imparte cursos sobre seguridad
alimentaria, nutrición, composición de los alimentos, educación del gusto o creatividad en cocina,
entre otras. Así, la cocina llega por fin a la Universidad, algo relevante para el futuro, sobre todo
en el terreno teórico. Gracias a los libros de análisis evolutivo redactados por el equipo de El Bulli
su participación será relevante.[13]

2006 Este año, El Bulli es elegido por segunda vez mejor restaurante del mundo por la revista The
Restaurant Magazine, por un jurado compuesto en esta ocasión por 500 críticos, cocineros y
gourmets de todo el mundo.[14] En Madrid Fusión, sesenta periodistas de diferentes países y
especializados en gastronomía elaboran una lista con los cocineros más influyentes en los últimos
diez años, encabezada por Ferran Adrià.[15]

2007 Ferran Adrià es nombrado Doctor Honoris Causa, en diciembre de 2007, por la facultad de
Química de la Universidad de Barcelona, una distinción hasta entonces inédita: nunca antes se ha
concedido a un cocinero. Por tercera vez y por segundo año consecutivo, la revista The Restaurant
Magazine otorga el premio al mejor restaurante del mundo a El Bulli, por un jurado compuesto
por más de quinientos especialistas. Se publican dos nuevos libros que tratan de El Bulli, bajo los
títulos Un día en el Bulli, que recoge en 24 horas la vida cotidiana en el restaurante, y El Bulli desde
dentro, biografía de un restaurante, una visión personal de la historia de El Bulli del escritor Xavier
Moret con el que ganó el premio Sent Soví de Literatura Gastronómica en 2006.[16]

La muestra de arte contemporáneo Documenta 12, en Kassel, invita a Ferran Adrià a participar en
ella, haciendo que El Bulli, desde cala Montjoi, se convierta en el pabellón G de la muestra,
plantean un debate sobre las disciplinas artísticas no museables. Cada día, durante los 100 días de
Documenta, fueron a cenar desde Kassel dos personas que ejercerán de nexo de unión entre las
dos sedes, Kassel y cala Montjoi.[17]

2008. Por cuarta vez y por tercer año consecutivo, la revista The Restaurant Magazine otorga el
premio al mejor restaurante del mundo a El Bulli, por un jurado compuesto por más de quinientos
especialistas. Recibe un Doctorado Honoris Causa en Aberdeen, a propuesta del profesor
Christopher Fynsk, del Centro de Pensamiento Moderno. Fynsk compara a Adrià con Picasso y
Miró por su trascendencia en su disciplina creativa, y señala que se trata de, «un pensador
destinado a renovar la conexión entre la alimentación intelectual y la alimentación sensorial».[18]

Se publica A day at El Bulli, en Phaidon, una editorial especializada en libros de arte, y en varios
idiomas. Es una nueva versión de Un día en El Bulli, con ampliación de contenido que explica los
procesos creativos del restaurante.

2009 Por quinta vez y por cuarto año consecutivo, la revista The Restaurant Magazine otorga el
premio al mejor restaurante del mundo a El Bulli.

2010 En la cumbre gastronómica Madrid Fusión, Ferran Adrià anuncia públicamente que su
restaurante, El Bulli, permanecerá cerrado al público durante dos años, 2012 y 2013,[19] aunque
seguirá abierto como taller de investigación. Durante este periodo, Adrià trabajará con su equipo
en dos centros creativos: elBullitaller en la calle Portaferrissa de Barcelona y el propio Bulli, en Cala
Montjoi.[19] A partir de 2014 El Bulli se convertirá en una fundación dedicada a impulsar la
creatividad gastronómica.[20]

Se espera que Adrià imparta, de septiembre a diciembre de 2010, un curso en la Universidad de


Harvard (EE. UU.) dentro de las actividades de la Fundació ALImentació i CiènCIA, conocido como
Alícia.[19]

En octubre, Adrià anuncia una alianza con Telefónica.[21] y se convierte en embajador corporativo
de esta multinacional de telecomunicaciones, que a su vez lo respalda en numerosos proyectos
como La Bullipedia.[22]

2013 El 26 de junio de 2013 Ferran Adrià anunció en el programa El hormiguero[23] que había
entrado como socio inversor en la startup trip4real.[24] El mismo mes de julio El País[25]
anunciaba en un artículo que Ferran Adrià había invertido en la empresa de turismo. Durante el
mes de noviembre de 2013 el reconocido chef lanzó una campaña junto con trip4real en la que
anunciaba que buscaban 1000 microemprendedores.[26][27]

En el año 2013 fue el encargado de realizar el pregón de las Fiestas de la Mercè, en el cual rindió
un homenaje a la gastronomía catalana y reivindicó la importancia del sector de la restauración.

LA CREATIVIDAD DE ADRIA

Esferificación de té verde.

Aceituna líquida de Ferran Adrià.

Se le considera un artista de la cocina, en la que ha introducido nuevas técnicas, como la


deconstrucción descontextualizando éste concepto del mundo del arte (consistente en aislar los
diversos ingredientes de un plato, generalmente típico, y reconstruirlo de manera inusual, de tal
modo que el aspecto y textura sean completamente diferentes mientras que el sabor permanece
inalterado), las espumas (que crea utilizando sifones), la esferificación (empleo de alginatos para
formar pequeñas bolas de contenido líquido) así como el empleo de nitrógeno líquido.

Aparte de estas técnicas la cocina de Ferran Adrià destaca por el minimalismo de la presentación,
la utilización de vajillas y menaje altamente innovadoras así como por la ruptura con muchos
principios clásicos de la cocina.[cita requerida] Por ejemplo, los platos salados helados o los
postres con elementos hasta ahora exclusivos de platos salados. Además, según la filosofía de El
Bulli, todos los alimentos tienen el mismo valor culinario pese a su distinto prestigio o precio. En la
cocina de Ferran Adrià no hay una predominancia de materias primas de elevado coste como el
foie gras, la langosta o el caviar.

Algunas de sus creaciones más emblemáticas y, al mismo tiempo, buenos ejemplos de las técnicas
antes mencionadas son: la menestra en texturas (un ejemplo de deconstrucción), las ostras con
aire de zanahoria, el falso caviar de melón, el tuétano con caviar y los diferentes nitro coulants
(variaciones de los emblemáticos coulants de Michel Bras utilizando nitrógeno líquido). Además, a
él le ha sido asociada la creación de la tortilla de patatas deconstruida, aunque como el propio
chef ha reconocido esta no salió de sus fogones[29]

¿Sabías que?

Ferran Adrià tiene una serie de antiguos colaboradores y discípulos, entre los que destacan
individualmente Sergi Arola (de entre otros La Broche, de línea menos continuista con el trabajo
de Ferran Adrià) y José Ramón Andrés Puerta (cocinero afincado en EE. UU. y popular presentador
televisivo en España)

JUAN MARI ARZAK.

Juan María Arzak Arratibel (San Sebastián, Guipúzcoa, 31 de julio de 1942[1]) es un cocinero
español y uno de los más importantes y premiados cocineros del mundo.[2][3] Es el principal
impulsor del movimiento culinario denominando Nueva Cocina Vasca.
Está donde está porque aprendió de su madre una cosa: a amar la cocina; aunque si por ella
hubiese sido, este donostiarra no sería hoy el cocinero que revolucionó la cocina vasca. Su deseo
era que estudiase, y no precisamente hostelería. Al fallecer el padre de Juan Mari, cuando él tenía
9 años, su madre le mandó a estudiar al colegio Alfonso XII de San Lorenzo de El Escorial, al tiempo
que ella se mataba a trabajar al frente del caserón. Terminó el bachiller y encarriló su vida por los
estudios de aparejador, pero, después de un año, decidió acceder a la Escuela Superior de
Gastronomía de Madrid. Su corazón le decía que tenía que continuar con la saga Arzak al frente
del restaurante que fundó su abuelo en 1897.

Antes de meterse de lleno en la cocina del restaurante Arzak, el joven vasco se tomó su tiempo
para recorrer el mundo y conocer los sabores de otros países y los fogones de las cocinas del Alain
Senderens parisino, del suizo Frédy Girardet y de otros más, hasta que llegó a conocer al gran Paul
Bocuse, quien más le enseñó, junto con su madre, a entender esta profesión. Pero le mostró una
cara distinta de esta profesión: la cocina arte.

Aportaciones.

Entre otros, ha publicado los siguientes:[13]

1998 Las recetas de Arzak. Ed. Aguilar.

1998-99 Escuela de Cocina y de la Buena Mesa. 6 volúmenes. J. M. Arzak con Karlos Arguiñano. Ed.
Asegarce ISBN 84-8306-151-1

1999 Celebrar el milenio con Arzak y Adriá, 2000-2001. J. M. Arzak con Ferrán Adriá Ed. Península.

2004 Arzak: Recetas. Ed. Bainet Media.

2005 Asfalto culinario: El laboratorio de Arzak. Ed. Everest.

2006 Arzak, Bocados Ed. Bainet Media.[14]

2009 Arzak Secretos. Elena y Juan Mari Arzak. Ed. Bainet Media.

Sus logros.
1993 Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras del Ministerio de Cultura Francés.

1994 Medalla de Oro de la ciudad de San Sebastián, entregada por el Ayuntamiento como
expresión de reconocimiento y gratitud del Pueblo de San Sebastián a su profesionalidad sobre la
base de los servicios de carácter extraordinario prestados al municipio.

2002 Distinción Lan Onari, otorgada por el Gobierno vasco en reconocimiento a su trayectoria
profesional.[11]

2002 Medalla de Oro al Mérito Turístico de España.

2008- Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (Ministerio de Cultura y Deportes).

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