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Con el fin de la Gran Colombia en 18301, las divisiones del territorio nacional de la
Nueva Granada entraron en conflicto, ya que por un lado Venezuela amenazaba con
controlar las zonas del Casanare, mientras que Quito realizó varios intentos de anexar a sus
territorios las zonas del Cauca, (y en especial de Pasto). En consecuencia, los neogranadinos,
especialmente quienes gobernaban en Bogotá, se vieron en la necesidad de pugnar por esos
territorios con las naciones en conflicto.
Sin embargo, por una parte Venezuela terminó perdiendo el interés por absorber al
Casanare y por la otra, dada la importancia estratégica, militar y geográfica de Pasto, así
como la importancia económica de la región del Cauca (ya que era uno de los principales
centros de extracción minera de oro, que para entonces seguía siendo el recurso más
importante en la economía del país), se aplicaron todas las medidas y esfuerzos para no
perder dichos territorios que entonces se discutían con Quito, el cual se encontraba bajo las
órdenes del militar venezolano Juan José Flores.
Este conflicto territorial entre Quito y la Nueva Granada estuvo presente durante
toda la década de 1830, en donde a principios de la década (1831) Ecuador había sido capaz
de anexar a sus territorios a Pasto y el Cauca, (los primeros no se encontraban realmente de
acuerdo con la idea de pertenecer a la Nueva Granada, sobre todo por su discrepancia con
las ideas de unidad Bolivarianas, tanto así que incluso llegaron a proponer la creación de un
nuevo Estado, el cual se conformaría por toda la zona occidental de la Nueva Granada), sin
embargo debido a los intereses de los caucanos José María Obando y José Hilario López,
considerados coroneles “ecuatorianos”, que se hallaban más acorde al gobierno
neogranadino en 1832 consiguieron recuperar los territorios perdidos. Aun así, hasta 1840
Flores siguió tratando de hacerse con dichos territorios.
Cabe resaltar que también existieron presiones ante la posible pérdida del hito de
Panamá, esto sería algo frecuente a lo largo del resto del siglo XIX. Francisco de Paula
Santander en su gobierno (1832- 1837), se preocupó por tener fuertes autoridades militares,
de su confianza, en aquellos territorios donde la unidad de la Nueva Granada se veía
1
Este aparte fue elaborado por Vivian Estefany Galán Ricaurte, María Paula Garcés López, Jhon Sebastián Gómez Herrera,
Sofía Fiorella Gómez Arévalo, Gabriel Alejandro Gutiérrez Franco. En el marco de su trabajo sobre LA NUEVA GRANADA:
CONFLICTOS SOCIALES, ECONÓMICOS Y POLÍTICOS (1830-1858) En la primera matricula del 2022-01 en la carrera de Ciencia
Política.
amenazada como lo eran la costa Caribe, el Atlántico, Pasto, Popayán y Panamá (Palacios y
Safford, 2002).
Distribución territorial
Ejidos: Estas eran tierras de uso comunitario, ya fuera para comunidades indígenas
como para pequeños pueblos aledaños a los terrenos, características de la época feudal, que
se utilizaban tanto para el uso agrícola como para la ganadería o la leña, se utilizaban con un
método rotativo y teniendo en cuenta las temporadas climáticas. Al igual que los resguardos
indígenas, para mitades del siglo XIX estos territorios empezaron a ser liquidados, por la
razón de ser tierras sub-producidas y por tanto a fin de generar crecimiento en la economía
se fueron tomando y privatizando, los grandes terratenientes fueron quienes se beneficiaron
con la obtención de estas tierras. Ya para 1850 y por medio de leyes como la del 20 de abril
del mismo año, la mayoría de estas tierras se fueron añadiendo a la economía nacional y solo
por casos excepcionales que no tenían demasiada importancia productiva los ejidos
terminaron por ser plenamente abolidos.
Guerras civiles: Si bien las guerras libertadoras habían terminado y por ende dado
inicio el proyecto de la Gran Colombia y después la Nueva Granada, la economía, que se vio
estancada por dichas guerras, ahora ya para los periodos de 1835-1837 la Nueva Granada
buscaba el ascenso y se proyectaba a darse paso en la exportación de productos agrícolas
tropicales y a promover el crecimiento de la manufactura de productos como el vidrio, el
hierro y el papel. Sin embargo, estas prósperas visiones se opacaron por las guerras civiles
que vendrían. Y, en lo que respecta a este periodo, fue la Guerra de los Supremos (1839-
1842) la que dio inicio a un nuevo estancamiento (Palacios y Safford, 2002, p.233).
Entre algunos de los factores que produjeron este gran aumento de la población se
puede destacar la importancia que tenía para la familia paisa el ser numerosa, pues así
tendría mucha más mano de obra para trabajar en las minas. El movimiento de estas masas
y por ende los procesos de colonización, se presentó básicamente hacia todas las direcciones
respecto a las ya mencionadas ciudades antioqueñas, fueron al norte, al oriente, el
occidente, hacia el suroccidente, y principalmente al sur, es donde actualmente es Risaralda,
Caldas, Quindío, parte del Cauca y algunas zonas del Tolima. A medida que las familias se
iban multiplicando se daba inicio a nuevos procesos de expansión.
La colonización que se fue presentando a lo largo del siglo XIX fue en algunos casos
violenta, enfrentándose los colonos con antiguos propietarios de las tierras, o inclusive
burlando leyes de adjudicación de las tierras. Si bien la división de los terrenos colonizados
era en la mayoría de los casos de un carácter democrático, dividiendo en mediano y pequeño
latifundio las tierras entre las familias, generando así una baja concentración de la tierra,
también hubo zonas como en el Quindío donde la concentración fue alta y el gran latifundio
la característica en la distribución
Otro factor importante en cuanto a la tierra y por tanto para la economía de la Nueva
Granada durante este periodo (1830-1858) sería la reforma agraria ( así la llama (Tirado,
1988)) que se fue implantando desde 1850 por medio de leyes de abolición, cuyo fin era
favorecer a los comerciantes y artesanos del país, los cuales se encontraban antagonizados
con los grandes latifundistas, acusados de no ser lo suficientemente productivos y retener la
mano de obra que sería esencial para el desarrollo por medio del modelo capitalista que la
economía nacional necesitaba. Por otro lado, dicha reforma también contribuyó a cambios
en la tributación.
Se suprimió el diezmo, (el cual era un tributo a la iglesia, de la décima parte de lo que
se cosechaba) que venía siendo un peso tanto para pequeños productores como para los
grandes latifundistas desde la época colonial. Además, se eliminaron los censos como cargas
patrimoniales que se debían gravar sobre las tierras, cosa que también benefició al latifundio.
Con las medidas que la Ley de Vientres propuso, ya desde antes de entrada la década
de los 30, se observaba el pánico entre los esclavistas y se temía por posibles sublevaciones
de esclavos negros en la Costa, las zonas mineras, pero sobre todo en el Cauca donde durante
la guerra de los Supremos, el bando de José María Obando había motivado a grupos de
esclavos ( y también de negros libres) a levantarse junto a ellos en busca de la victoria y la
libertad (y así agregar más integrantes a sus filas), dichas acciones, después de acabada la
guerra dejaron al pueblo esclavo con aires de rebelión y cada vez parecía más cercana la
llegada del fin de la esclavitud (Palacios y Safford, 2002). Según Tovar, (2007, p.12). Para
entonces, en 1839, se cumpliría el tiempo para verificar quienes serían los hijos de esclavos
que quedarían libres gracias a la manumisión por la ley de vientres, sin embargo, a causa de
la guerra este proyecto no se pudo llevar a cabo.
La abolición de la esclavitud significo un duro golpe para la producción latifundista,
pues eran los esclavos la mano de obra principal de ésta. La medida obligaba a los grandes
terratenientes ex-poseedores de esclavos a contratar ahora mano de obra libre, a la cual
debía pagarle un salario, Según Tirado (1988, p.175), algunos terratenientes se quejaban de
que muy pocos, o quizás ninguno, de sus antiguos esclavos querían quedarse a trabajar en
sus tierras, aunque fuera en pago de un salario, a la vez que hacían mención de lo catastrófico
que resultaba para sus latifundios la liberación de los esclavos.
Como se puede observar, a pesar de que la reforma estaba hecha para dar fin al gran
latifundio, y aunque en cierta medida llegó a afectarlo negativamente, como lo hizo con la
abolición de la esclavitud, (lo que tuvo solución con el tiempo, ya que finalmente se pudo
instaurar el trabajo asalariado dentro del latifundio), lo cierto es que también implementó
medidas que aunque fomentaban la participación para una economía más productiva y el
comercio, terminaron por beneficiar al latifundio (como la eliminación del diezmo y los
censos). Esto llevó a que se le critique a la reforma no como una que elimina el latifundio,
sino como una reforma que cambió al latifundio tradicional esclavista y eclesiástico, por uno
laico y asalariado.
2 Este término no es muy bien conocido en la literatura sobre historia colombiana, es Tirado, A. (1988) quien lo
utiliza para hacer referencia a un conjunto de factores que se presentaron a mediados del siglo XIX en adelante y marcaron
un nuevo rumbo para la economía neogranadina y el futuro del país.
3 Podría mencionarse, por ejemplo, algunos hechos como: la sublevación y el derrocamiento del gobierno
constitucional organizado por el general Rafael Urdaneta en nombre de Bolívar, en 1830. Seguido de la muerte de Bolívar
el 17 de diciembre de 1830. La primera división de los liberales entre exaltados y moderados, también a inicios de los 30.
El derrocamiento pacifico de Urdaneta por medio de acuerdos con el liberal moderado Domingo Caicedo, en 1831. El
regreso del exilio de Francisco de Paula Santander y su llegada a la presidencia de la Nueva Granada (1832-1837), todo lo
acontecido durante el mandato de Santander. Las elecciones de 1836. La Guerra de los Supremos (1839-1842), etc. (Palacios
y Safford, 2002).
Fue desde finales de la década de los 40 cuando, gracias a algunas situaciones en
particular, se empezaron a dar las condiciones para generar un cambio en la economía de
Nueva Granada y su modelo de producción. Estas fueron: las nuevas propuestas presentadas
por los sectores productores del país y el hecho de que dichas propuestas finalmente se
llevaron a cabo la creación de los partidos políticos también fue un hecho importante que, si
bien implantaría el modo de entender la política de la nación durante el próximo siglo y
medio, también tendría relevancia respecto a las propuestas e ideologías económicas.
Por otro lado los Draconianos, que eran artesanos especializados, se encontraban, al
igual que los Gólgotas, a favor de todas las propuestas de abolición, además de las reformas
tributarias y agrícolas5 que promovieran el crecimiento del mercado nacional y la mano de
obra libre y asalariada. Sin embargo, se encontraban totalmente en desacuerdo con la
propuesta de apertura comercial con el extranjero, que los Gólgotas apoyaban; para los
artesanos dicha propuesta era sumamente problemática, pues su capacidad comercial
dependía de la protección del mercado interno, por ende, buscaban el aumento de los
aranceles y la protección de los sectores en los que ellos participaban.
4 Cabe mencionar lo interesante de lo anterior presentado, pues deja ver a la luz la dificultad que tiene el partido
liberal colombiano para consolidarse en una sola integración ideológica y como este problema, estructural en el partido, es
algo que se va observando a lo largo de su historia, pasando por el siglo XX y la época de la violencia, hasta la actualidad.
5 Los mismos vendrían a apoyar y promover la idea de abolir el diezmo y también realizar la amortización de
Por un lado, los esclavos apoyan la idea de la emancipación, querían dejar de ser
“cosas” y ser vistos como personas libres. A favor de ellos la medida se aplicó y en 1851 se
abolió definitivamente la esclavitud en la Nueva Granada. Sin embargo, hubo protestas
violentas en contra de la medida por parte de los esclavistas terratenientes, a lo que los
esclavos también respondieron.
Sumado a este apoyo, los pequeños agricultores, sobre todo en la zona de Santander,
estaban a favor de la eliminación del estanco del tabaco, puesto que esto les generaba más
ingresos, ya que no dependerían de los precios impuestos por el estado sino que participaran
con precios del mercado, los cuales no serían tan altos como los anteriores6.
Por otra parte, los terratenientes, aunque beneficiados por la medida de eliminación
del diezmo, se encontraban completamente en desacuerdo con la abolición de la esclavitud,
ya que era su modo de producción por defecto, y aplicarlo sería sumamente perjudicial, estos
terratenientes unidos por sus intereses económicos terminarían por formar parte de lo que
sería el partido conservador. La iglesia, que era la mayor terrateniente del país, perjudicada
por la medida que se aplicará en 1861 sobre la abolición de manos de bienes muertos, se
sumará a la causa en contra de las propuestas y apoyará a los conservadores.
El comercio
6 como las cantidades y los precios estaban regulados por el Estado, se producía poco y los precios eran bastante
altos debido a la carga tributaria que tenía el producto, al eliminarse el estanco, la producción aumentó, lo que disminuyó
los precios del producto y cómo no habría impuestos tan altos el precio se mantendrá bajo, por lo tanto, habrá una demanda
más alta del producto, generando más ganancias.
7 Según Tirado (1988), En 1854, el enfrentamiento por parte del General Melo a favor de los artesanos y de
liberales y conservadores como José Hilario López, Tomas Cipriano de Mosquera, Pedro Alcántara Herrán entre otros a
favor de los comerciantes, terminó con “ el epílogo sangriento de cientos de artesanos que perecieron desterrados en el río
Chagres”.
Granada el cambio no fue mayor. Si bien la exportación de oro continuó, ya no fué la única,
emergieron nuevos productos de exportación como el tabaco, la quina, el añil y el café. Esto
se dio principalmente gracias a la abolición de los estancos y a las temporadas con precios
favorables en el mercado internacional. Sin embargo, el consumo siguió siendo cubierto por
las importaciones, donde los principales proveedores de mercancías eran Inglaterra,
Alemania, Francia y más tarde Estados Unidos.
Por otra parte, el comercio interior era precario, y durante la Nueva Granada lo siguió
siendo, las vías de comunicación internas no eran suficientes, además de arcaicas e
ineficientes; entre las regiones apenas era posible mantener la subsistencia por lo que
tampoco había incentivos económicos que pudieran promover la producción con metas a
exportar. El país no se encontraba bien comunicado y los esfuerzos en lugar de ser dirigidos
a solucionar este problema atendieron más al interés de los comerciantes y los exportadores
que buscaban bajar los costos de transporte lo más posible para aumentar sus ganancias.
Cabe destacar que durante la Nueva Granada la balanza comercial fue deficitaria
durante toda la década de los 30 y los 40, sin embargo, gracias al auge del tabaco, hubo
resultados favorables a partir de 1850 y se mantuvo así hasta el fin de la década. Esto se
puede constatar en la tabla que Tirado cita:
Fuentes: Luis Eduardo Nieto Arteta, óp., cit, pág. 331, 332 y Diego Monsalve,
Colombia Cafetera, p 774
Los productos que más se exportaron durante la época de la Nueva Granada fueron:
El oro: A pesar de que el mineral ya no representaba el 100% de las exportaciones
para el país siguió siendo el principal producto de exportación, movilizando su centro de
producción mayoritario de la zona del Cauca al territorio antioqueño. Dado que la llegada del
papel moneda aún estaba lejos de ocurrir el oro era en efecto uno de los principales medios
de pago, la concentración del mismo por parte de los antioqueños les iba a permitir en un
futuro tener el capital necesario para levantar sus propias industrias.
El tabaco: Gracias a la abolición del estanco del tabaco en 1850, la producción del
mismo bajó considerablemente sus costos lo que permitió una mayor oferta y en función de
ello la posibilidad de exportar el producto. El mayor consumidor del tabaco neogranadino
era Alemania, esto se mantuvo así por un par de lustros, sin embargo, a causa de varios
factores tanto internos como externos el auge terminó y la producción de tabaco para
exportación perdió su peso e importancia.
El café: para la época la importancia del café en la balanza comercial era mínima, no
representaba aún ni un 2% de las cantidades que se llegarían a exportar en el futuro y su
aporte en valor era casi 200 veces menos de lo que iba a ser. Cabe destacar que el café, que
vio sus inicios en el Santander, pasó por Cundinamarca y Tolima antes de llegar a Antioquia,
significó una nueva forma de producir nunca antes vista en el mercado de exportaciones del
país, ya que no fueron las grandes plantaciones ni los latifundios donde se producía el café,
sino en pequeñas parcelas pertenecientes a familias y pequeños productores.
Otros Sectores
Artesanía y la industria: Entre 1830 y 1850 la Nueva Granada vio florecer los inicios
de pequeñas industrias en su territorio, como las de loza y papel en el centro del país, vidrios
y cristales. fábricas de tejidos de algodón, e incluso ferrerías en Antioquia. Sin embargo, por
causas como las guerras civiles durante el periodo, la falta de capital y el comercio interno
deficiente dichos proyectos fracasaron en su mayoría, recibiendo la estocada final con la
apertura al comercio exterior apoyada por los Gólgotas, lo que relegó al país a depender de
los productos de importación y no generar su propia industria hasta el siglo siguiente.
Ferrovías: Pese a que estos proyectos se llevaron a cabo tiempo después de la Nueva
Granada, ya se pensaba en estos, no obstante, el error fundamental fue que se pensó sólo
para transportar mercancías de exportación hacia los puertos, nunca se ideó como medio de
integración nacional.
Banca: Dado que la mayor parte del poder adquisitivo terminó siendo de los
empresarios antioqueños, por lo anterior explicado en torno a la importancia del oro, eran
ellos quienes tenían la capacidad de realizar préstamos, aun así, no incursionaron en ello,
por otro lado, fue principalmente Inglaterra quien realizaba empréstitos a la nación.