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La investigación en psicología social

Chapter · January 2011

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1 author:

Rosa Rodríguez-Bailón
University of Granada
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 La investigación en psicología social
1. INTRODUCCIÓN
Como se analizará a lo largo del este volumen,
la Psicología Social, entre otros temas se ha pre-
ocupado de responder a preguntas del tipo:
— ¿ Cómo piensan las personas acerca de ellos
mismos y de los demás? ¿Qué factores in-
fluyen en el conocimiento que tenemos
acerca de los otros?
— ¿Cómo nos influyen los demás individuos
en nuestro pensamiento, evaluaciones, jui-
cios, y comportamientos?
— ¿Qué aspectos determinan nuestras relacio-
nes con los demás, ya sean íntimas o super-
ficiales? ¿Por qué actuamos agresivamente
con algunas personas y ayudamos a otras
en determinadas situaciones?
Todas estas preguntas tratan de responder a
lo que es el objeto de estudio de la Psicología
Social: el estudio científico del comportamiento
social.
La ciencia no es más que un método para es-
tudiar la naturaleza. En este sentido, lo que ca-
racteriza a la Psicología Social como ciencia y la
diferencia de la Física o de la Biología, es que se
encarga de estudiar el comportamiento social de
las personas, mientras que otras ciencias se ocu-
pan de temas diferentes como los procesos bioló-
gicos o químicos que tienen lugar en organismos
animales o inorgánicos.
© Ediciones Pirámide
ROSA RODRÍGUEZ BAILÓN
2
En este capítulo nos detendremos en la prime-
ra parte de esta definición, esto es en cómo estu-
dia la Psicología Social científicamente el com-
portamiento social.
2.  LEMENTOS IMPORTANTES
E
EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Cuando los psicólogos sociales intentan desve-
lar los secretos de la naturaleza humana, organi-
zan sus ideas, conocimiento, observaciones, expe-
riencias personales, etc. en forma de teorías.
Las teorías son conjuntos integrados de prin-
cipios que explican y predicen los acontecimien-
tos observados (Myers, 2008). Por tanto, podría-
mos decir que las teorías son resúmenes de la
experiencia, observaciones y conocimiento junto
con las explicaciones que a los investigadores se
les ocurren de tales hechos. A lo largo de este ma-
nual se darán a conocer muchas de las teorías
más importantes que los psicólogos sociales han
utilizado para explicar el comportamiento social
de los individuos.
De las teorías se derivan una serie de predic-
ciones contrastables que se denominan hipótesis.
Las hipótesis son especulaciones acerca del factor
o factores que causan el que ocurran una serie de
resultados (por ejemplo, si las personas viven
muy hacinadas, desarrollarán con más probabili-
dad conductas agresivas que si viven en lugares
donde hay más espacio, por tanto, el hacinamien-
48 / Fundamentos de psicología social
to puede causar la agresión), o acerca de las rela-
ciones entre distintas variables (por ejemplo, hay
una relación positiva significativa entre la autoes-
tima y los logros académicos de un individuo,
esto es, cuanta más autoestima tiene la persona,
mejores calificaciones académicas obtiene). Un
aspecto importante de las hipótesis es que deben
ser formuladas de forma que puedan ser proba-
das empíricamente para analizar si son verdade-
ras o no (véase la actividad sobre la elaboración
de hipótesis entre las correspondientes a este ca-
pítulo). Las hipótesis son muy útiles en ciencia ya
que son la forma gracias a la cual las teorías se
prueban. Además, sirven para guiar la investiga-
ción, esto es, son las que determinan en muchas
ocasiones la dirección de la investigación.
Por ejemplo, una teoría de mucho calado en
Psicología Social es la Teoría del Conflicto
Realista (Sherif, 1966). Esta teoría fue formulada
después de que el profesor Muzafer Sherif obser-
vara repetidamente el comportamiento entre gru-
pos de niños asistentes a campamentos de verano.
Brevemente, de acuerdo con esta teoría (para pro-
fundizar más en la misma véase el capítulo 17 so-
bre relaciones intergrupales en este mismo volu-
men), las relaciones entre grupos más conflictivas,
fuentes de hostilidad y discriminación, son las
competitivas, que se producen cuando un grupo
amenaza los intereses de otro. Así, según la teoría,
la competición es el resultado de intereses y metas
incompatibles entre los grupos, debido a que tie-
nen los mismos fines, y éstos son escasos, por lo
que los grupos no los pueden conseguir a la vez.
Derivada de esta teoría surgieron muchas hi-
pótesis que fueron puestas a prueba y que, por
ejemplo, proponían que la competición por re-
cursos materiales provocaría conflicto entre los
grupos, mientras que cuando se consigue que los
grupos estén motivados por objetivos cooperati-
vos (los que no pueden alcanzarse sin la partici-
pación conjunta de todos ellos) se reduce el con-
flicto intergrupal.
Muchas de las investigaciones que intentaron
probar estas y otras hipótesis apoyaron los presu-
puestos de la teoría del conflicto realista. Sin em-
bargo, hubo otras que mostraron que en ocasio-
nes las relaciones conflictivas entre los grupos
son previas a la conciencia de que existe compe-
tición por determinados intereses. Este hecho
pone de manifiesto otro proceso muy importante
en el avance científico: la reformulación de teo-
rías, la creación de nuevas teorías que superen a
las previas, o incluso el rechazo de algunas teo-
rías. Una buena teoría debe resumir, de forma
simple, un amplio número de observaciones, ade-
más debe proponer hipótesis claras que sean úti-
les para confirmar o modificar la teoría, para dar
lugar a nuevas investigaciones, y sugerir implica-
ciones prácticas. Es raro que una teoría se recha-
ce porque se haya probado su falsedad, más bien
suele ocurrir que las teorías se rechazan porque
otras más recientes superen los problemas que no
explicaban satisfactoriamente las anteriores.
Entre otros, este pudo ser uno de los motivos
por los que en el área de las relaciones intergru-
pales se formuló la Teoría de la Identidad Social,
la cual respondía a cuestiones que no hacía la
Teoría del Conflicto Realista como ¿Por qué en
ausencia de competición por recursos también se
observan determinados conflictos entre los gru-
pos?
3.  OS TIPOS DE INVESTIGACIÓN MÁS
L
IMPORTANTES EN PSICOLOGÍA SOCIAL
La investigación psicosocial puede variar en
función del lugar donde se lleve a cabo. Así, se
puede distinguir entre estudios realizados en el
laboratorio (un contexto controlado), y estudios
llevados a cabo fuera del laboratorio (por ejem-
plo, en el ambiente natural donde viven los indi-
viduos —Reis y Gosling, 2010; Wilson, Aronson,
y Carlsmith, 2010—). Por otra parte, los estudios
también se pueden distinguir en función del dise-
ño empleado para llevarlos a cabo. En este senti-
do, los diseños más comúnmente empleados en
Psicología Social son el correlacional, con el que
se intenta probar si dos o más variables se rela-
cionan entre sí, o el experimental, a través del
cual se manipulan algún factor o factores es para
estudiar su efecto sobre otros.
© Ediciones Pirámide

Aunque generalmente los experimentos se
llevan a cabo en el laboratorio, y los estudios
correlacionales fuera de él, estas dos dimensio-
nes son independientes (Reis y Gosling, 2010)
(cuadro 2.1).
Tanto los estudios de laboratorio como los
que se llevan a cabo fuera de él tienen ventajas e
inconvenientes. En general, los estudios de labo-
ratorio se pueden llevar a cabo de forma más
controlada, asegurando la posibilidad de encon-
trar relaciones causales precisas; mientras, los es-
tudios llevados a cabo fuera del laboratorio (tan-
to experimentales como correlacionales) analizan
las variables en el contexto natural en el que vi-
ven las personas. Como buenos psicólogos socia-
les conocemos la importancia del contexto y la
situación social en el análisis del comportamiento
de las personas, por lo que en este sentido los
experimentos de campo o los estudios correlacio-
nales llevados a cabo en contextos naturales per-
miten considerar estas variables contextuales de
forma natural.
Pasemos a continuación a repasar las caracte-
rísticas de los estudios correlacionales y experi-
mentales, así como sus principales ventajas y des-
ventajas.
3.1. Los dieños correlacionales
Los estudios que utilizan este tipo de diseños
intentan averiguar si dos o más factores tienen
una relación entre ellos. Por ejemplo, un estudio
CUADRO 2.1
El diseño y el contexto en el que se llevan a cabo los estudios en psicología social son independientes
Experimental
Contexto Laboratorio
Ambiente natural
© Ediciones Pirámide
La investigación en psicología social / 49
llevado a cabo por Expósito y Moya (1993) tenía
por objetivo identificar las variables que se rela-
cionaban significativamente con la experiencia de
soledad de los participantes, así se preguntó a un
grupo de personas, mediante cuestionarios, el nú-
mero de amigos íntimos que tenían, con qué fre-
cuencia se habían dedicado a una variedad de ac-
tividades en solitario (por ejemplo, cenar solos), y
qué actividades sociales (salir con amigos/as) ha-
bían realizado durante las dos últimas semanas,
así como la soledad que experimentaban en su
vida cotidiana. Por último se identificaban algu-
nas medidas de personalidad, entre ellas, síntomas
depresivos.
Los resultados de los estudios correlacionales
se suelen analizar utilizando un estadístico deno-
minado índice de correlación. Éste permite obte-
ner una medida del nivel de asociación que hay
entre dos variables. Uno de los índices más em-
pleado en Psicología Social para analizar correla-
ciones es el denominado Coeficiente de Correlación
de Pearson (se suele emplear la letra r para indi-
car su valor), que mide la relación lineal entre
dos variables, siempre que éstas sean cuantitati-
vas. Este coeficiente puede adoptar valores entre
–1 y 1, y gracias a él podemos identificar funda-
mentalmente tres tipos de correlaciones:
a) Positivas: cuando el incremento de una
variable se asocia con el incremento de la
otra, esto es, a medida que aumenta una,
aumenta también la otra, o a medida que
disminuye una, disminuye también la otra
Diseño
Correlacional
50 / Fundamentos de psicología social
(véase la figura 2.1). En las correlaciones
positivas el coeficiente de Pearson adopta
un valor entre 0 y +1. Por ejemplo, en el
estudio anterior sobre la soledad, los re-
sultados mostraron que existía una corre-
lación positiva entre la soledad y la depre-
sión (r  =  0,41).
b) Negativas: Cuando el incremento de una
variable está asociado con el decremento
de la otra (véase la figura 2.1). En las co-
rrelaciones negativas el valor del coefi-
ciente de Pearson se sitúa entre 0 y –1. En
el estudio sobre la soledad se encontró
una correlación negativa entre la expe-
riencia de soledad y el número de amigos
íntimos que los participantes decían tener
(r  =  –0,23).
c) No existe relación cuando la variación de
uno de los factores es independiente del
otro (véase la figura 2.1 para comprobar
su representación gráfica). En este caso el
coeficiente de Pearson adopta valores cer-
canos a 0. Por ejemplo, en el estudio sobre
la soledad que estamos tratando, no apa-
recieron relaciones entre la soledad y la
frecuencia de actividades en solitario que
hacían los participantes (r  =  –0,09).
Correlacion positiva Correlacion negativa
Bajo Alto Bajo
Figura 2.1.—Representaciones gráficas de distintos tipos de correlaciones.
El instrumento por excelencia utilizado en los
estudios correlacionales son los cuestionarios o
las encuestas, en las que se presentan a los partici-
pantes una serie de preguntas o enunciados que
deberán contestar individualmente y que preten-
den medir las variables de interés. Sin embargo, al
ser normalmente autoinformadas, las respuestas
pueden verse influidas por la deseabilidad social,
por lo que en ocasiones se desaconseja su uso (por
ejemplo, hoy en día sería raro que en un cuestio-
nario explícitamente un participante reconociera
tener prejuicio hacia algún grupo minoritario).
Entre las principales ventajas de los diseños
correlacionales está el que con ellos es posible
analizar problemas sociales que de otra manera
serían muy difíciles de estudiar por desarrollarse
principalmente en el ámbito privado (por ejem-
plo, la violencia de género), o que son muy efi-
cientes, permitiendo recoger gran cantidad de
datos en poco tiempo, sin mucho esfuerzo y con
poco dinero.
Sin embargo, éste tipo de investigaciones, al
igual que cualquier otra, no escapa a ciertas limi-
taciones. La más importante es la imposibilidad
de concluir estableciendo relaciones causales en-
tre variables, y asociada a esta imposibilidad, el
riesgo enorme de hacerlo incorrectamente. En
No correlación
Alto Bajo Alto
© Ediciones Pirámide

este sentido, no es raro encontrar conclusiones de
estudios correlacionales que dicen encontrar rela-
ciones de causa-efecto entre las variables medi-
das. Siguiendo con el ejemplo de la soledad, este
problema quedaría de manifiesto si tras conocer
que hay una relación positiva entre ella y la de-
presión concluyéramos que es la soledad lo que
causa la depresión.
3.2. Los diseños experimentales
La metodología experimental quizás haya sido
una de las más empleadas por los investigadores
que han ejercido una influencia importante den-
tro de la Psicología Social. Si tuviéramos que de-
terminar su característica principal, podríamos
decir, sin miedo a equivocarnos, que radica en la
posibilidad que ofrece a la hora de explorar rela-
ciones causales, esto es, relaciones en las que una
variable causa un efecto en otra/s.
Antes de comentar algunas otras de sus prin-
cipales características, pasemos a listar, los ele-
mentos fundamentales integrados en todas las
investigaciones de este tipo (muy brevemente,
porque luego se tratarán con más detalle):
1. Variable independiente: es la que se encuen-
tra bajo el control del experimentador,
quien la hace variar con el objetivo de ana-
lizar sus efectos: esto es, se trata de la cau-
sa potencial de otra variable. Las distintas
formas que puede adoptar la variable inde-
pendiente se denominan normalmente ni-
veles o condiciones experimentales.
2. Variable dependiente: gracias a la cual se
miden los efectos de la manipulación de la
variable independiente. Por tanto, consti-
tuye la consecuencia predicha por el inves-
tigador de la manipulación de la variable
independiente.
3. Variables extrañas o contaminadoras: son
las que, sin ser objeto de investigación, y
por tanto sin poder ser definidas como va-
riables independientes, pueden tener un
efecto sobre la variable dependiente. Es ca-
© Ediciones Pirámide
La investigación en psicología social / 51
racterística definitoria de la metodología
experimental controlar este tipo de varia-
bles, para asegurar con la mayor certeza
posible que los efectos en la variable depen-
diente se deben solamente a la variación de
la variable independiente, y no a otras va-
riables extrañas o contaminadoras.
De forma general, podemos decir que las ca-
racterísticas principales de los diseños experimen-
tales son las siguientes:
a) Como ya se ha adelantado, la más impor-
tante es la posibilidad que tienen de mos-
trar relaciones de causalidad entre las va-
riables, aspecto difícil de conseguir con
cualquier otra metodología.
b) Control de las variables estudiadas y de las
que no son objeto de interés por parte del
investigador con objeto de conseguir
certeza en las relaciones de causalidad re-
sultantes. En este sentido los diseños ex-
perimentales controlan las variables inde-
pendientes manipulándolas de una manera
sistemática, a la vez que controlan las va-
riables extrañas, consiguiendo (si tienen
éxito) que la variación de las variables in-
dependientes sea la única causa plausible
de los efectos observados en la variable
dependiente.
c) Muy relacionada con la anterior está la
tercera característica que define a los di-
seños experimentales: la aleatorización de
los participantes, haciendo que exista la
misma probabilidad de que éstos sean
asignados a cada una de las condiciones
experimentales. Siempre que la muestra
sea lo suficientemente amplia, los investi-
gadores pueden estar relativamente segu-
ros de que las diferencias en la personali-
dad, o las distintas historias de vida que
hayan experimentado los participantes a
lo largo de su existencia están distribui-
das de una manera parecida en las distin-
tas condiciones experimentales de sus es-
tudios.
52 / Fundamentos de psicología social
d ) Permite analizar en detalle los procesos so-
ciales básicos desgranando la complejidad
del comportamiento psicosocial. Gracias a
las investigaciones experimentales pode-
mos analizar las piezas incluidas en un
gran engranaje: la persona en un entorno
social. Es justo en esta característica de la
experimentación en donde Aronson,
Wilson y Brewer (1998) sitúan la distinción
entre investigación básica y aplicada.
Mientras que en su opinión la investiga-
ción básica trata de responder a la cuestión
de por qué la gente se comporta en la for-
ma que lo hace, es decir, las causas de sus
comportamientos, los investigadores apli-
cados se centran en los problemas sociales
y en la forma de resolverlos, sin cuestio-
narse en demasía la razón de su éxito. De
esta forma, en la investigación básica, dada
la necesidad de control para poder estable-
cer relaciones de causa-efecto concretas,
sería especialmente aconsejable la metodo-
logía experimental. De lo anterior no se
deduce que la investigación básica no se
interese por problemas sociales reales. De
hecho, Wilson y cols. (2010) defienden
también que no hay mejor manera de po-
ner solución a los problemas sociales que
conocer los procesos que subyacen a ellos.
Sin embargo, como los estudios correlaciona-
les, la metodología experimental también adolece
de ciertas desventajas o puntos débiles. Entre
ellos, uno de los más atacados ha sido su artifi-
cialidad, que se manifiesta en:
a) El contexto en el que suelen llevarse a
cabo (aunque no siempre): el laboratorio.
Normalmente en estas situaciones las per-
sonas suelen ser conscientes de que están
siendo observadas, por lo que no actúan
de la misma forma en que lo hacen nor-
malmente.
b) El bajo realismo de las tareas que se piden
a los participantes tales como la detección
de estímulos presentados durante escasos
milisegundos en la pantalla de un ordena-
dor, decidir si un conjunto de letras es una
palabra o no, o categorizar atributos y fo-
tos de personas lo más rápidamente posi-
ble. Todas estas tareas son bastante distin-
tas a las que las personas realizan en su
vida diaria.
A pesar de todo ello, y como se puede com-
probar a través de su amplia utilización, la expe-
rimentación dota de una muy buena herramienta
a los investigadores para obtener resultados que
muestren con elevada certeza que cualquier dife-
rencia observada en las variables medidas se debe
a las variables independientes manipuladas en sus
experimentos. Por tanto son útiles en el avance
del conocimiento.
3.3.  as diferencias entre los estudios
L
correlacionales y experimentales
Para analizar estas diferencias vamos a tomar
como referencia un estudio clásico en Cognición
Social llevado a cabo por Fein y Spencer (1997,
estudio 1) (véase también el capítulo 3 sobre
Cognición Social donde se detallan las implica-
ciones teóricas de sus resultados).
En ese estudio, a los participantes se les indi-
caba que debían tomar parte en dos tareas distin-
tas (aunque realmente ambas estaban incluidas
en el mismo estudio):
1. En la primera de ellas, se les presentaba
un listado de valores, y los participantes
debían escoger entre ellos cuál era el más
importante y explicar brevemente por qué.
De acuerdo con los autores, y basándose
en otros estudios anteriores, este procedi-
miento consigue que los individuos se afir-
men a sí mismos, pensando que son perso-
nas valiosas y con una serie de valores
importantes que guían su comportamien-
to. Sin embargo, a la otra mitad de los
participantes, lo que se les pidió fue que
del mismo listado de valores seleccionaran
© Ediciones Pirámide

el que menos importancia tenía para ellos,
y también explicaran por qué lo habían
escogido. Según los autores, en este caso a
los participantes no se les dio la oportuni-
dad de afirmarse a sí mismos (Fein y
Spencer, 1997, p 32).
2. En la segunda tarea, supuestamente no
relacionada con la anterior, se les pidió
que evaluaran el currículum vitae de una
candidata para un puesto de trabajo. El
currículum iba acompañado de la fotogra-
fía de una mujer joven, la candidata en
cuestión. Para todos los participantes la
información que aparecía en el currícu-
lum, así como la chica que aparecía en la
fotografía era la misma. Sin embargo, a la
mitad de los participantes se les indicó
que la chica era judía (grupo minoritario
discriminado hacia el que los estudiantes
tenían cierto prejuicio), mientras que a la
otra mitad se les indicó claramente que no
era judía (a través de sus apellidos y de
una serie de símbolos, como por ejemplo
llevar un colgante con la estrella de David
o una cruz). A continuación a los partici-
pantes se les pidió que evaluaran a esas
dos candidatas para un puesto de trabajo
que se había descrito previamente a través
de una serie de rasgos (por ejemplo, inte-
ligente, agradable, de confianza, etc.), y se
les preguntó explícitamente en qué medi-
da creían que era una buena candidata
para el puesto de trabajo, con objeto de
medir su impresión y valoración de la can-
didata.
El objetivo más importante del estudio era
probar si la posibilidad de afirmarse a sí mismos
hacía que los participantes redujeran el prejuicio
mostrado típicamente hacia las estudiantes judías
en el campus.
Como en el caso de muchas investigaciones en
Psicología Social, en ésta se trataba de poner a
prueba una hipótesis causal, esto es, si una varia-
ble psicológica (la autoafirmación) tenía un efec-
to en otra (activación de estereotipos negativos y
© Ediciones Pirámide
La investigación en psicología social / 53
prejuicio). Como se ha comentado previamente,
para probar hipótesis causales, el investigador ne-
cesita tener suficiente control sobre la situación
para manipular las variables independientes (en
este caso la autoafirmación), mientras mantiene
constante el resto de factores.
Como ya se habrá adivinado, este estudio se
llevó a cabo en un laboratorio, esto es, en un am-
biente controlado.
Pensemos en la posibilidad de llevar a cabo el
mismo estudio en un contexto natural, por ejem-
plo en las aulas de la universidad y utilizando un
diseño correlacional, en lugar del experimental
empleado por Fein y Spencer. En este caso po-
dríamos pedir a todos los estudiantes de primer
curso en el primer día de clase una escala que mi-
diera su autoafirmación. Además podríamos pre-
guntar a sus amigos, familiares y conocidos sobre
su opinión acerca de ellos. De toda la información
recopilada podríamos concluir quiénes muestran
alta o baja autoafirmación. Por otra parte, y para
medir los estereotipos negativos y el prejuicio que
tienen hacia algún grupo minoritario importante
en ese contexto, les podríamos preguntar por su
valoración de esos grupos, el número de amigos
que tienen en los diferentes grupos, e incluso po-
dríamos observar su conducta cuando se relacio-
nasen con miembros de dichos grupos.
Aunque este procedimiento alternativo para
llevar a cabo el estudio parece más complicado
que el que utilizaron Fein y Spencer, puede tener
ciertas ventajas, por ejemplo podría considerarse
que algunas de las medidas utilizadas son más
realistas que las que utilizan Fein y Spencer en su
estudio (por ejemplo, como cuando se observa el
comportamiento de los individuos en su vida co-
tidiana). Sin embargo, este estudio (de corte co-
rrelacional) tendría algunas diferencias con el
original (experimental):
a) Entre ellas, y quizás la más importante, es
que solamente podría concluirse con que
existe una correlación entre la autoafir-
mación y el prejuicio (por ejemplo, imagi-
nemos que a medida que aumenta la au-
toafirmación disminuye el prejuicio), pero
54 / Fundamentos de psicología social
no se podría demostrar que existen rela-
ciones de causa-efecto entre las variables
estudiadas (no se podría decir que es la
baja autoafirmación lo que hace que los
individuos sean prejuiciosos contra los de-
más).
b) Por otra parte, en el estudio correlacional,
los estudiantes con alta y baja autoafirma-
ción podrían diferir en muchas otras ca-
racterísticas (por ejemplo, imaginemos que
quienes puntúan alto en autoafirmación
son mayorítariamente hombres, o de nivel
socio-económico alto, o con un coeficiente
intelectual por encima de la media; mien-
tras que quienes muestran una baja au-
toafirmación son mayoritariamente muje-
res, de bajo estatus y con un coeficiente
intelectual medio-bajo). Todas estas varia-
bles, además de la autoafirmación, se po-
drían encontrar relacionadas con el prejui-
cio que los estudiantes mostraban hacia el
grupo minoritario estudiado. Sin embargo
con un estudio correlacional de este tipo,
no es posible determinar si es una sola va-
riable, o la combinación de todas ellas, lo
que hace que los estudiantes tengan más o
menos prejuicio hacia los judíos (o hacia
otro grupo minoritario). Esta es otra de
las diferencias importantes entre los estu-
dios correlacionales y los experimentales,
mientras en los segundos se puede deter-
minar claramente la causa de un efecto, ya
que el resto de las variables se controlan,
en los correlacionales no es así, ya que
normalmente hay múltiples variables aso-
ciadas entre sí. Al seleccionar a los partici-
pantes de forma incidental (los que hubie-
ran ido ese día a clase) los estudiantes que
se encontraban en las distintas clases po-
dían diferir bastante en otra serie de varia-
bles no contempladas en el estudio.
Para analizar las diferencias y semejanzas en-
tre la investigación correlacional y experimental,
véase una de las actividades correspondiente a
este tema.
4.  AS ETAPAS DE UNA INVESTIGACIÓN
L
PSICOSOCIAL
A continuación consideraremos con más dete-
nimiento cada uno de los elementos claves de las
dos metodologías tratadas, y a su vez los pasos a
seguir cuando se pretende planificar y llevar a
cabo una investigación psicosocial.
4.1. Identificación de objetivos
Cualquier investigación debe estar bien plani-
ficada por adelantado, tomando en consideración
todos los problemas que pueden surgir durante
su desarrollo. Una forma en la que se pueden
descubrir posibles problemas es definiendo clara-
mente los objetivos que se pretenden alcanzar. De
esta forma el/la investigador/a identifica explíci-
tamente lo que pretende hacer.
Por ejemplo, en una investigación llevada a cabo
por Bargh, Chen y Burrows (1996) tuvieron como
objetivo analizar la influencia de la activación au-
tomática de los estereotipos sobre los comporta-
mientos, también automáticos, de los individuos.
En numerosas ocasiones el propósito de la in-
vestigación se establece formalmente gracias al
establecimiento de hipótesis. En los diseños corre-
lacionales normalmente las hipótesis son formu-
laciones en las que se anticipa la relación entre
dos o más variables, mientras que en los experi-
mentales las hipótesis suelen predecir la relación
de causalidad entre dos o más variables. En el
caso del estudio de Bargh y cols. (1996) la hipó-
tesis de partida era que la activación automática
de ciertos estereotipos (por ejemplo de los ancia-
nos o los afroamericanos), la causa, activaría
comportamientos automáticos relacionados con
ellos (por ejemplo, lentitud o agresividad respec-
tivamente), la consecuencia.
4.2. Definición de las variables a estudiar
Una vez que el objetivo ha sido establecido, el
investigador debe definir claramente las variables
© Ediciones Pirámide

que va a estudiar. Así, como se recordará, en la
investigación de Bargh, y cols. (1996), el objetivo
era determinar cuáles eran los efectos comporta-
mentales automáticos de la activación automáti-
ca de los estereotipos, pero, ¿qué significa para
los autores «efectos comportamentales automáti-
cos»?, ¿A qué tipos de comportamientos se hace
referencia? o, ¿qué entienden Bargh y sus colabo-
radores por «activación automática de los este-
reotipos»?. ¿Se trata de saber si los estereotipos se
han hecho accesibles (véase capítulo 3 sobre
Cognición Social)? ¿O más bien si se han consi-
derado aplicables para percibir la realidad? Así,
es importante que, aunque cada investigador
pueda adoptar la conceptualización que prefiera
de las variables que va a incluir en su investiga-
ción (siempre que ésta sea razonable y apoyada
por algunos otros estudios previos), siempre acla-
re la concepción de las variables de interés más
importantes, ya que una definición adecuada
ayuda a conseguir estudios rigurosos, replicables,
y claros para al resto de la comunidad científica.
Una vez que el investigador ha conceptualiza-
do las variables de estudio, es importante estable-
cer una definición operacional de ellas. Así, cada
variable debe definirse de forma que sea observa-
ble y susceptible de ser medida o manipulada.
Por ejemplo, Bargh y cols. (1996, estudio 2) defi-
nieron operacionalmente la activación de los es-
tereotipos de los ancianos pidiéndoles a los par-
ticipantes (en la condición en la que se pretendía
activar ese estereotipo) que ordenaran una serie
de frases desordenadas relacionadas con él (por
ejemplo, canas muchas últimamente han salido
le). Por otra parte, también tuvieron que definir
operacionalmente los comportamientos sobre los
que pretendían examinar los efectos de la activa-
ción de los estereotipos. En su caso, el comporta-
miento que analizaron fue la lentitud con la que
los participantes caminaron para atravesar un pa-
sillo hasta llegar al ascensor, medido a través del
tiempo que tardaron para hacerlo.
Las definiciones operacionales tienen mucha
relevancia en los estudios en Psicología Social, ya
que en muchos de ellos los investigadores están
preocupados por ciertos constructos teóricos que
© Ediciones Pirámide
La investigación en psicología social / 55
no son directamente observables (por ejemplo,
las actitudes, el poder, la calidad de las relaciones
interpersonales, o la agresividad). Por tanto, es
fundamental establecer la forma en que se pue-
den observar dichos constructos a través del com-
portamiento de los individuos, tal como lo hicie-
ron Bargh y cols. (1996).
4.3.  lección, medición y tratamiento de las
E
variables
Hasta aquí el procedimiento para delimitar la
investigación es idéntico, se utilice la metodología
que se utilice. Sin embargo, si se pretende llevar a
cabo una investigación experimental, a continua-
ción es necesario distinguir entre lo que serán las
variables dependientes de las independientes.
a) Las variables independientes
Como hemos mencionado anteriormente, se
trata de las variables que se encuentran bajo el
control directo del experimentador, y es el factor
que se espera cause el resultado predicho (obser-
vado en los cambios en la variable dependiente).
Siguiendo con el estudio anterior de Bargh y
cols. (1996, estudio 2), la manipulación de la va-
riable independiente (activación automática o no
del estereotipo de los ancianos) se llevó a cabo
presentando a la mitad de los participantes frases
desordenadas (que ellos debían ordenar) relacio-
nadas con el estereotipo de los ancianos, mien-
tras que a la otra mitad se le presentaron frases,
también desordenadas, pero no tenían nada que
ver con la edad. En numerosos experimentos
como el que acabamos de comentar, y para deter-
minar si la manipulación de la variable indepen-
diente causa los resultados esperados, a uno o
más grupos de participantes se les asigna a las
condiciones experimentales que corresponden a
los distintos niveles de la variable independiente
(en este caso era el grupo al que se le pedía orde-
naran las frases relacionadas con el estereotipo
de los ancianos); mientras que otro grupo no re-
cibe o no se le expone a la variable independiente
56 / Fundamentos de psicología social
(participantes a los que se les requería ordenaran
frases que no tenían que ver con la edad). El gru-
po al que se asignó a los participantes incluidos
en esta segunda condición se denomina grupo
control. Lo que se comparó en esta investigación
experimental en concreto es si la activación del
estereotipo de los ancianos (cuando ordenan las
frases), frente a la no activación, suscita los efec-
tos predichos sobre el comportamiento (la lenti-
tud al caminar). De ella se puede inferir que si los
participantes asignados al grupo experimental
(en los que se activaba el estereotipo de los ancia-
nos) a continuación atravesaban más lentamente
el pasillo que quienes formaron parte de la con-
dición de control, es la activación del estereotipo
de los ancianos una de las causas de su lentitud
al caminar en esos participantes.
Sin embargo, aunque en en el caso del estudio
de Bargh y cols. parece difícil, en ocasiones en los
experimentos se pueden plantear explicaciones
alternativas a las utilizadas por los investigadores
para explicar las diferencias observadas entre el
grupo experimental y el grupo control. En el
ejemplo del experimento de Bargh y cols. quizás
podría pensarse que es específicamente el estereo-
tipo de los ancianos, y no el de otros grupos dife-
rentes, el que influye sobre el comportamiento, y
por tanto se trataría de un efecto muy específico
respecto a ese grupo. Por eso, en algunos casos,
aunque las variables independientes pueden estar
conceptualizadas de la misma forma, la manipu-
lación que se hace de ellas, y por tanto su defini-
ción operacional, puede ser diferente para mejo-
rar la validez de constructo del estudio, es decir,
para asegurar que tanto la variable que se está
manipulando, como la que se está midiendo para
estudiar su efecto, y la relación entre ellas, es
realmente lo que se pretende manipular, medir y
relacionar, respectivamente.
Este es el caso de otro experimento incluido en
el mismo artículo de Bargh y cols. (1996, experi-
mento 3). En esta ocasión, los autores emplearon
otro estereotipo diferente (el de los afroamerica-
nos en EE. UU.), midiendo el efecto de su activa-
ción en un comportamiento también distinto: la
hostilidad de su comportamiento cuando los in-
vestigadores les informaban que después de haber
hecho una tarea muy tediosa en el ordenador, el
ordenador se había estropeado y debían volver a
comenzar.
Por otro lado, es interesante señalar que en to-
dos los ejemplos de estudios experimentales ex-
puestos en este apartado la manipulación de la
variable independiente utilizó una forma conocida
como manipulación entre grupos (en inglés, bet-
ween participants). En estos casos cada participan-
te solamente es asignado a una condición experi-
mental o de control. Como se recordará, en el
experimento 2 ó 3 de Bargh y cols. (1996), los par-
ticipantes se incluían, bien en la condición de ac-
tivación del estereotipo (de los ancianos o los
afroamericanos respectivamente) o en la de con-
trol. Sin embargo, este no es el único procedimien-
to para manipular una variable independiente.
Otra forma es la que se conoce como manipula-
ción intra participantes (en inglés, within partici-
pants).
En la manipulación intra participantes todos
los individuos son sometidos a todas las condi-
ciones experimentales o variaciones de la variable
independiente. Un ejemplo de este tipo de mani-
pulación lo encontramos en un experimento lle-
vado a cabo por Bargh, Raymond, Pryor y Strack
(1995). En él, los autores intentaban probar la
asociación automática e inconsciente que existía
para algunos hombres (quienes tenían una alta
propensión a convertirse en acosadores sexuales)
entre el concepto de poder y ciertos comporta-
mientos que se pueden considerar manifestacio-
nes del acoso sexual. Para llevar a cabo su come-
tido, Bargh y cols., presentaron a todos los
participantes de forma muy breve (para que los
participantes no fueran conscientes de ello) en
algunas ocasiones palabras relacionadas con el
poder (condición de poder) y en otras, distintos
tipos de palabras sin relación alguna con el con-
trol o el poder (condición control), lo que consti-
tuía su principal variable independiente. Más tar-
de se les presentó una chica y se les preguntó una
serie de cuestiones sobre ella. Como se puede
comprobar, en este experimento la manipulación
de la variable independiente fue intra participan-
© Ediciones Pirámide

tes, ya que todos ellos fueron sometidos tanto
por la condición experimental (presentación de
palabras relacionadas con el poder), como por la
de control (presentación de palabras no relacio-
nadas con el poder).
Este tipo de manipulaciones tiene la principal
ventaja de que su empleo requiere un menor nú-
mero de participantes para conseguir resultados
significativos. Además, como en el caso del expe-
rimento de Bargh y cols. (1995), cada participan-
te se podría decir que es en sí mismo su grupo
control, lo que permite hacer comparaciones en-
tre su comportamiento cuando es sometido a las
distintas condiciones experimentales. Por tanto,
otra ventaja de este tipo de manipulaciones es
que permite el control de todas las variables ex-
trañas o contaminadoras que están relacionadas
con los participantes, ya que lo que se hace es
siempre comparar a una persona en una condi-
ción experimental con la situación en la que es
sometida a otra condición diferente. Esas compa-
raciones son las que se promedian entre todos los
participantes. El problema es que en muchas oca-
siones no es posible someter a los participantes a
todas las condiciones experimentales, puesto que
no resultarían creíbles las instrucciones o las si-
tuaciones hipotéticas a las que se les someten; en
esos casos la manipulación entre grupos es la
única alternativa posible. Imagínate que preten-
des llevar a cabo un estudio que pruebe la in-
fluencia de las creencias que tienen las personas
de referencia sobre la actitud que desarrollan las
personas hacia la donación de sangre (véase capí-
tulo 10 sobre actitudes). Para ello diseñamos dos
condiciones experimentales: una en la que infor-
mamos a los individuos de que otras personas
como ellos tienen una actitud muy positiva hacia
la donación de sangre; mientras que en la otra se
hace saber a los participantes que la mayoría de
las personas como ellos tienen una actitud muy
negativa. ¿Crees que sería posible manipular esta
variable intra participantes? Si lo hiciéramos, los
participantes quizás sospecharían del objetivo de
la investigación, puesto que no parece lógico re-
cibir información contradictoria acerca de que la
mayoría de las personas tienen al mismo tiempo
© Ediciones Pirámide
La investigación en psicología social / 57
una actitud positiva y negativa hacia la donación
de sangre.
Hasta aquí solamente hemos comentado si-
tuaciones en las que se manipula una única varia-
ble independiente. Sin embargo, en muchos estu-
dios experimentales en Psicología Social se utiliza
más de una variable independiente a la vez, lo
que introduce cierta complejidad, pero a la vez
eleva la probabilidad de encontrar que alguna de
ellas tenga efectos sobre las variables dependien-
tes. Sin dejar de ser ambiciosos en los objetivos,
la recomendación de muchos expertos (Aronson
y cols., 1998; Oskamp y Schultz, 1998; Rosnow y
Rosenthal, 1996) es utilizar diseños lo menos
complejos posible, incluyendo solamente aquellas
variables independientes imprescindibles para cu-
brir los objetivos planteados y poner a prueba las
hipótesis de partida.
b) La/s variable/s dependiente/s
Una vez que los participantes han sido asigna-
dos aleatoriamente a una condición experimental
o a un grupo control, el experimentador debe
medir el impacto de dicha manipulación estu-
diando su efecto sobre la/s variable/s dependiente/s
(midiéndola/s). Como se ha adelantado, la varia-
ble dependiente es la que se espera que cambie en
función de la exposición de los individuos a la/s
variable/s independiente/s.
Una decisión importante que los investigado-
res deben tomar en relación a la variable depen-
diente es cómo medirla. De forma general se pue-
den distinguir medidas de tipo autoinformadas
(los mismos participantes las recogen), u observa-
das directamente (por los investigadores u otras
personas) en el comportamiento de los partici-
pantes. Decantarse por una o por otra depende
de una serie de factores que el investigador debe
tener muy en cuenta: el tiempo y los recursos con
los que se cuenten, así como la facilidad para ob-
servar la variable dependiente concreta. Hay al-
gunas variables que no pueden ser observadas
directamente o existe una gran dificultad para
ello, como por ejemplo el comportamiento que se
lleva a cabo en contextos que no son públicos, o
58 / Fundamentos de psicología social
son imposibles de recoger por los propios partici-
pantes ya que son de carácter inconsciente (como
en el caso de los experimentos de Bargh y cols.
que hemos comentado). También hay que tener
en cuenta, la suspicacia y la falta de sinceridad
que puede darse en las respuestas de los partici-
pantes en las medidas autoinformadas (en oca-
siones, cuando las personas saben que están sien-
do evaluadas alteran sus respuestas).
c) Las variables extrañas
Como se ha definido previamente, las varia-
bles extrañas, o también denominadas contami-
nadoras, son factores que pueden tener conse-
cuencias en la variable dependiente, pero no son
objeto de interés de los investigadores, por lo que
su efecto se puede confundir con el que tienen las
variables independientes.
Una de las características que definen a la
metodología experimental es el control de todas
estas variables. En el caso de este tipo de investi-
gaciones los investigadores rigurosos deben te-
ner certeza de que los cambios en la variable
dependiente no se deben a otras razones distin-
tas a la de la manipulación de las variables inde-
pendientes.
Existen distintos métodos que posibilitan cier-
to control de las variables extrañas o contamina-
doras; entre ellos destacan la asignación aleatoria
de los participantes a las condiciones experimen-
tales, o el empleo de diseños en los que la variable
independiente se manipula intra participantes, lo
que garantiza la eliminación de todas las diferen-
cias relativas a los participantes, como su edad,
sexo, nivel educativo, rasgos de personalidad, y
otros aspectos idiosincrásicos. Otra alternativa es
medir la variable extraña en cuestión y tomarla
en consideración como una covariable. Las cova-
riables son factores que se tratan como si fueran
unas variables independientes más, aunque no
sean el objeto de interés del investigador, pero sí
lo es controlar sus efectos y asegurarse que no
influyen, aisladamente ni en interacción con la
variable independiente, sobre la variable depen-
diente.
Sin embargo, no todas las variables extrañas
están relacionadas con los participantes. Hay al-
gunas que tienen que ver con las situaciones, las
cuales pueden también cambiar en algún grado
(por ejemplo, el número de personas presentes en
el contexto donde se desarrolla la investigación,
la hora del día o el lugar donde se lleve a cabo,
etc.). Existen dos formas de controlar este tipo de
variables extrañas: la estandarización del proce-
dimiento, que consiste en mantener constantes
todas estas variables extrañas (por ejemplo, llevar
a cabo la investigación siempre en el mismo lugar
y a la misma hora del día o por el mismo investi-
gador), o variarlas en igual medida en todas las
condiciones experimentales.
De nuevo, y continuando con el análisis de los
estudios de Bargh y cols. (1996), el efecto del este-
reotipo de los afroamericanos activado por los par-
ticipantes en su tercer experimento podría haberse
visto influido por el prejuicio explícito (véase el ca-
pítulo 5 sobre estereotipos y prejuicio) que los par-
ticipantes tuvieran hacia este grupo social previa-
mente. Sin embargo, el prejuicio explícito hacia los
afroamericanos no era de su interés (luego podía
ser una variable extraña). Por eso, los investigado-
res en este estudio tomaron una medida del mismo
y comprobaron que no tenía efectos sobre el com-
portamiento hostil de los participantes, por lo que
consiguieron controlar el efecto de esta variable.
Por último, no hay que olvidar, que un estudio
no termina cuando todos los datos han sido reco-
gidos. A continuación, los buenos investigadores
deben escuchar a los participantes una vez que
ha finalizado la investigación (lo que en inglés re-
cibe el nombre de debriefing) teniendo cuatro ob-
jetivos en mente (Wilson y cols., 2010):
a) Asegurarse de que los participantes se en-
cuentran bien psicológicamente.
b) Asegurarse de que los participantes com-
prenden los objetivos de la investigación,
las hipótesis y el procedimiento utilizados.
Aquí es donde radica la labor educativa
de la participación en investigaciones.
c) Asegurar la calidad de la investigación to-
mando información a través de quienes han
© Ediciones Pirámide

participado en ella, preguntándole a los
participantes por la claridad de las instruc-
ciones, la forma de medir las variables, etc.
d) asegurar que los participantes no tenían
sospechas acerca de los objetivos de la in-
vestigación o de la veracidad de las histo-
rias que suelen rodear a las investigacio-
nes en Psicología Social.
4.4.  lgunas otras decisiones a tomar
A encontrar en uno llevado a cabo por Expósito,
cuando se lleva a cabo un estudio
en Psicología Social
Una vez que se han tomado las decisiones an-
teriormente expuestas, existen otras decisiones
que de acuerdo a Wilson y cols. (2010) son im-
portantes a la hora de planificar un estudio en
Psicología Social. Una de ellas tiene que ver con
la distinción entre experimentos «de impacto», y
los experimentos «de juicio» (Aronson y cols.,
1998). En los primeros los participantes son agen-
tes activos que participan en una serie de situa-
ciones y de quienes se analizan sus reacciones en
dichas situaciones. Normalmente la implicación
de los participantes en este tipo de experimentos
es elevada. Además, en ellos es importante elabo-
rar lo más concienzudamente posible la historia
que encubra la manipulación experimental (lo
que en inglés se denomina «cover story»), que no
es más que el escenario que los investigadores in-
ventan para involucrar lo más posible a los parti-
cipantes en la situación ficticia en la que se pre-
tende se comporten.
Un experimento clásico «de impacto» en el
que se utilizó una situación muy parecida a una
real, fue el llevado a cabo por Zimbardo durante
el verano de 1971. En él se recreó durante unos
días una prisión. A los participantes se les pidió
que actuaran como presos o carceleros. Mientras
a los presos se les instruyó para que se comporta-
ran de forma sumisa bajo las órdenes de los car-
celeros, a los carceleros se les instó a actuar de
manera autoritaria e imponer su poder sobre los
presos. La recreación fue tan realista, y la los par-
ticipantes se involucraron tanto en la investiga-
© Ediciones Pirámide
La investigación en psicología social / 59
ción, que pasados unos días tuvo que suspender-
se el estudio, ya que los responsables del mismo
tuvieron miedo de las posibles consecuencias ad-
versas que la participación en él podrían causar a
los participantes.
Por su parte, en los experimentos «de juicio» a
los participantes solamente se les pide que reco-
nozcan, comprendan, recuerden o evalúen distin-
tos materiales presentados por el investigador.
Un ejemplo de estos tipos de estudio lo podemos
Herrera, Moya y Glick (2010), en el que se les
pedía a los participantes que evaluaran una serie
de viñetas donde los protagonistas eran parejas
en las que la mujer era tratada de forma sexista
por el hombre.
Pero quizás, la decisión más importante que el
investigador debe tomar al planificar un estudio
(y que también engloba a las anteriores) es si
opta por el realismo o por el control, esto es, si
en su diseño de investigación va a primar los as-
pectos relativos a que éste sea lo más realista po-
sible o va a cuidar fundamentalmente el control
de todo aquello que pueda afectar a la variable
dependiente y que no es objeto de estudio (en el
caso de los estudios experimentales). Se puede
comprobar cómo a medida que aumenta uno dis-
minuye el otro, por lo que se trata de identificar
cuál es el más importante en la investigación que
se pretende llevar a cabo. Hablaremos de ello en
el siguiente apartado cuando tratemos el tema de
la validez de la investigación.
4.5.  uevos tipos de estudios en Psicología
N
Social: Internet
A partir de los años 90 del siglo pasado los
psicólogos comenzaron a utilizar Internet en la
investigación. Al principio, Internet se empleó
como una simple herramienta para administrar
las medidas convencionales que se habían utiliza-
do hasta ese momento (por ejemplo, cuestiona-
rios) de una manera mucho menos costosa. En
los comienzos de su uso, las muestras que acce-
dían a participar en los estudios presentaban cier-
60 / Fundamentos de psicología social
tos problemas de representatividad (por ejemplo,
la mayoría tenían un nivel educativo alto, muchos
conocimientos técnicos, etc.). Sin embargo, a me-
dida que el uso del ordenador e Internet se ha
extendido, el problema de la selección de las
muestras ha pasado a un segundo plano (Reis y
Gosling, 2010), ya que la inmensa mayoría de la
población hoy día tiene acceso a Internet.
Un poco más adelante, Internet comenzó a uti-
lizarse como un medio para llevar a cabo experi-
mentos (Mush y Reip, 2000). Estos estudios pione-
ros mostraron las ventajas que este medio tiene:
a) Acceso rápido a muestras muy grandes:
esta ventaja ha hecho que muchos proyec-
tos a gran escala (por ejemplo, encuestas
de opinión de amplitud nacional) hayan
elegido este método para llevarse a cabo.
b) Reducción de costes: en comparación con
estudios que utilizan muestras muy gran-
des, los estudios en Internet son muchísi-
mo más baratos.
c) Recogida de datos rápida y segura: sin la
necesidad de dedicar tiempo a la intro-
ducción de datos ni el riesgo de cometer
errores.
d ) Posibilidad (si el estudio lo requiere) de
administrar feedback a los participantes
de forma inmediata.
e) Anonimato y la confidencialidad: por me-
dio de Internet se posibilita llevar a cabo
estudios con participantes que tienen cier-
tos problemas, y que no están dispuestos a
participar en estudios si la confidencialidad
de los mismos no se asegura (Mangan y
Reips, 2007).
Existen diferentes tipos de estudios dentro de
la Psicología Social que han utilizado Internet en
su investigación. Entre ellas podemos destacar
las que lo utilizan para recoger datos o pasar ex-
perimentos. Un ejemplo de ellos es el Implicit
Project, que tiene como objetivo la administra-
ción a gran escala del IAT (véase capítulo 10 so-
bre actitudes de este mismo manual, así como la
actividad 2 relacionada con ese tema). También
hay estudios que van más allá de su utilización
simplemente como un método flexible para pasar
encuestas o realizar experimentos, y lo utilizan
como una forma de acceso a nuevas muestras o
como una manera de estudiar comportamientos
sociales expandidos (o solamente perceptibles) a
través de Internet (por ejemplo, el análisis de las
interacciones a través de correo electrónico, redes
sociales, etc.). Otras investigaciones interesantes
que han utilizado internet son las que analizan la
forma en la que los individuos se describen a sí
mismo a través de sus páginas webs personales,
comparándola con otro tipo de auto-presentacio-
nes (Vazier y Gosling, 2004).
Sin embargo, algunos investigadores son aún
escépticos respecto al uso de Internet en investiga-
ción en psicología. Los argumentos en contra de
esta práctica se centran sobre todo en la falta de
control sobre los participantes. La lejanía en el es-
pacio entre los investigadores y los participantes
imposibilita conocer su estado mientras partici-
pan en los estudios. Sin embargo, los defensores
de esta nueva herramienta muestran todas su ven-
tajas, como que las muestras son más diversas que
las de estudios convencionales respecto al género,
el estatus socio-económico, la edad, etc., además
que sus resultados son semejantes a los encontra-
dos con métodos tradicionales (aunque con un
coste mucho menor (Reis y Gosling, 2010).
5. LA VALIDEZ DE LA INVESTIGACIÓN
Existen distintas formas de evaluar la calidad
de una investigación. Entre ellas, hay una que ha
sido recurrentemente empleada en la literatura so-
bre el tema (Aronson y Carlsmith, 1968; Aronson,
Brewer y Carlsmith, 1985; Aronson y cols., 1998;
Rosnow y Rosenthal, 1996; Wilson y cols. 2010):
la validez de la investigación. Ya hemos tratado
previamente la validez de constructo, pero hay
otros tipos, entre los que se encuentran la validez
interna y la externa. La validez interna se refiere a
la seguridad con la que el investigador puede con-
cluir con inferencias de causa-efecto basándose en
los resultados de su investigación (Wilson y cols.,
© Ediciones Pirámide
 La investigación en psicología social / 61

2010). Es una de las características que convierten
a una investigación en un buen experimento.
Como a esta alturas el lector ya puede suponer,
una de las formas más directas de maximizar la
validez interna es aumentando el control de todas
las variables contaminadoras.
Por otro lado, la validez externa se relaciona
con la solidez de los resultados encontrados, esto
es, con su potencial de generalización a otros par-
ticipantes, otras situaciones o momentos tempora-
les. El principal problema que puede encontrar un
investigador para conseguir una alta validez exter-
na si utiliza un diseño experimental es que la ma-
nipulación de la variable independiente interactúe
de alguna forma con la situación en la que ésta se
manipule o con el tipo de participantes que tomen
parte en la investigación. En este sentido, algunos
investigadores han llamado la atención sobre el
hecho de que numerosos estudios en Psicología
Social utilizan como participantes generalmente a
estudiantes de psicología (Sears, 1986). Ello puede
conllevar un problema, ya que sus reacciones pue-
den ser completamente diferentes a las que encon-
traríamos con otro tipo de muestras. Normalmente,
las investigaciones de corte correlacional tienen
más validez externa que las experimentales. Una
forma de mejorar la validez externa de una inves-
tigación es convirtiéndola en un estudio lo más
realista posible.
En este sentido, hay una distinción que puede
resultar oportuna, y que tiene que ver con la dis-
tinción entre las distintas formas de realismo que
puede tener un estudio (véase el cuadro 2.2)
(Aronson y Carlsmith, 1968; Aronson, Wilson, y
Akert, 1994):
a) Realismo mundano: es la capacidad que
tiene la investigación para recrear situa-
ciones parecidas a las que viven en su vida
cotidiana los participantes en ella.
b) Realismo experimental: la credibilidad
que tiene la investigación, esto es, si con-
sigue que los participantes se impliquen y
reaccionen ante ella.

CUADRO 2.2
Resumen de las formas en las que se puede concebir el realismo de una investigación
(adaptado de Aronson, Wilson y Brewer, 1998)

Tipo de realismo Características y ejemplos

Conseguir que los acontecimientos que tienen lugar en el contexto de la investigación sean lo más
Realismo parecidos posible a los que acontecen en la vida real de los participantes.
mundano Ejemplo: si la adicción al uso del ordenador e internet es muy importante en una sociedad, éste sería
uno de los temas que deberían tratar las investigaciones en Psicología Social en ese momento.

Conseguir la implicación del participante en la situación experimental para asegurar que la manipu-
lación tenga impacto en su comportamiento.
Realismo
Ejemplo: una investigación sobre relaciones interpersonales en la que se pretenda estudiar los patro-
experimental
nes de interacción a través de Internet en la que se haga creer al participante (por medio de un cómplice
del experimentador) que realmente hay otro participantes chateando con él a través del ordenador.

Conseguir que los procesos psicológicos que tienen lugar durante el desarrollo del experimento sean
los mismos que acontecen en la vida cotidiana de los participantes.
Realismo Por ejemplo, sabemos que en muchas situaciones se activan los estereotipos de un grupo cuando el
psicológico perceptor no tiene tiempo o la atención disponible para formarse una impresión más detallada. Se con-
seguiría por tanto realismo psicológico si pidiéramos a los participantes en la investigación que se for-
maran impresiones de los demás rápidamente, desviando además su atención de la persona percibida.

© Ediciones Pirámide
62 / Fundamentos de psicología social
c) Realismo psicológico: grado de similitud
entre los procesos psicológicos que desa-
rrollan los participantes en el experimento
y los que experimentan en su vida cotidia-
na, fuera del laboratorio o del contexto
donde se lleve a cabo la investigación. Una
vez hecha esta distinción, Wilson y cols.
(2010) mantienen que lo importante es que
sobre todo los estudios experimentales ase-
guren su realismo psicológico, como una
forma de asegurar que los procesos psico-
lógicos que se muestran en el laboratorio,
aunque con un bajo realismo mundano,
puedan ser generalizados a las situaciones
reales en las que viven los individuos.
5.1. ¿
 Qué se puede hacer para mejorar
un estudio psicosocial?
Como se ha visto a lo largo del capítulo, un ex-
perimento ideal sería aquel que contara con gran
realismo, en el que se estudie un proceso psicológi-
co de envergadura, que se lleve a cabo en un am-
biente natural, pero en el que los participantes sean
asignados aleatoriamente a las condiciones experi-
mentales, de forma que todas las variables extrañas
se puedan controlar. Sin embargo, como es fácil de
suponer, este tipo de estudios raramente se llevan
a cabo por su extremada dificultad. A pesar de ello
hay algunas estrategias que el investigador puede
utilizar para elevar la calidad de sus estudios, entre
ellas se encuentran (Wilson y cols., 2010):
a) Llevar a cabo investigaciones programa-
das: como no se puede conseguir todo
(realismo y control) en un experimento, se
pueden programar series de estudios com-
binando distintos tipos (de campo, de
laboratorio, etc.), en los que se analicen
distintas variables relacionadas con el ob-
jetivo.
b) Utilizar distintas manipulaciones de la va-
riable independiente: se trata de emplear
técnicas diferentes para manipular la va-
riable de interés. Por ejemplo, en la litera-
tura sobre el tema, la sobrecarga cognitiva
de los participantes se ha manipulado de
distintas formas (por ejemplo, pidiéndoles
que recuerden un número de 8 dígitos en
su memoria, haciéndoles que escuchen el
mensaje por un oído mientras escuchan
ruido por el otro, etc.).
c) Utilizar distintas medidas de la variable
dependiente: en un buen experimento hay
que demostrar que la manipulación de la
variable independiente tienen un efecto
robusto sobre la/s variable/s dependiente/s.
En este caso se trataría de mostrar de dis-
tintas formas ese efecto. Por ejemplo la
activación de los estereotipos producida
por las características físicas de una per-
sona se puede medir a través de la tarea de
completar palabras inacabadas, utilizando
una tarea de decisión léxica en la que los
participantes deben responder si un con-
junto de letras forman una palabra o no
(las palabras son estereotípicas o no), o
preguntándoles directamente a través de
un cuestionario, etc.
d ) La replicación. No hay duda de que una
de las formas de validar el conocimiento
científico es replicarlo, esto es repitiendo
la misma investigación (o una muy pareci-
da) con objeto de conseguir los mismos
resultados. En ocasiones los investigado-
res también llevan a cabo distintos tipos
de réplicas, en las que varían sistemática-
mente algunas características en el proce-
dimiento para analizar si los resultados de
la investigación original son generalizables
cuando se lleva a cabo una investigación
parecida, pero no exactamente igual que
la primera. Si los resultados de la investi-
gación original se replican, los resultados
adquieren mucha más fuerza y la confian-
za en ellos aumenta. El problema es cuan-
do no lo hacen, entonces los investigado-
res se encuentran con cierta ambigüedad:
no pueden determinar si el fallo en la
replicación se debe a la inestabilidad de
los resultados o a la variación del proce-
© Ediciones Pirámide

dimiento (Wilson y cols. 2010). Por otra
parte, en ocasiones también se utilizan
las réplicas exactas. En este caso se trata
de repetir la investigación de la forma
más parecida posible a la original con
objeto de asegurar la confianza en los re-
sultados.
6.  A ÉTICA DE LA INVESTIGACIÓN
L Por ejemplo, la mayor parte de los centros de in-
PSICOSOCIAL
Los psicólogos sociales han estado preocupa-
dos desde el comienzo por las cuestiones éticas en
sus investigaciones. Como en algunas otras disci-
plinas en Ciencias Sociales, la investigación en
Psicología se debate entre dos valores: por una
parte la importancia del rigor científico, y por
otra la creencia en la dignidad humana y el dere-
cho a la privacidad. Este conflicto se plantea cada
vez que un psicólogo social lleva a cabo una in-
vestigación, preguntándose acerca de la impor-
tancia de su investigación y del daño potencial
que puede causar a los participantes. En este sen-
tido, hay algunas investigaciones con más proble-
mas éticos que otras. Un ejemplo de las primeras
son los estudios que hacen creer a los participan-
tes hechos falsos (por ejemplo, que van a interac-
tuar con otra persona con la que nunca lo harán,
que otro individuo está evaluando sus respuestas
-cuando no es cierto, etc.), o los que provocan
emociones muy fuertes como la ira, la vergüenza
o la culpabilidad. Otro tipo de investigaciones
que plantean ciertos problemas éticos son los que
hacen descubrir a los participantes aspectos de sí
mismos que no son positivos o agradables (por
ejemplo, el experimento de la cárcel de Stanford
de Zimbardo o el de Milgram en el que los parti-
cipantes creían estar aplicado descargas eléctricas
potencialmente mortales a otros participantes,
véase la actividad sobre las cuestiones éticas entre
las correspondiente a este tema).
Sin embargo, algunos investigadores opinan
que a pesar de tener algunos efectos adversos po-
tenciales, la participación en este tipo de investi-
gaciones siempre beneficia a los individuos, ya
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La investigación en psicología social / 63
que les permiten conocer mejor la naturaleza hu-
mana en general y su comportamiento en parti-
cular. Sin embargo esta no es una justificación
válida según otros autores (por ejemplo, Wilson
y cols. 2010).
Por tanto, los distintos centros de investiga-
ción tienen arbitrados procedimientos para ase-
gurar la eliminación (o en todo caso la reducción)
de estos problemas éticos en sus investigaciones .
vestigación obligan a facilitar información sobre
el procedimiento de los estudios antes de su par-
ticipación en ellos, así como la petición sistemáti-
ca del consentimiento de los participantes, una
vez dada la información sobre el procedimiento.
Sin embargo, en ocasiones el llamado «consenti-
miento informado» es difícil de llevarse a cabo
(por ejemplo, en los estudios en los que hay que
«engañar» de alguna forma a los participantes).
En su lugar, algunos investigadores sugieren que
al finalizar la investigación se dedique tiempo
para explicar a los participantes las razones por
las que esos tipos de estudios son a la vez necesa-
rios e interesantes.
Otro método obligado en la actualidad para
reducir los problemas en todas las universidades
y centros donde se investiga directamente con
personas consiste en que todos los estudios deben
ser aprobados por un comité ético de expertos
donde se evalúan los posibles efectos dañinos que
pueden causar a los participantes.
7. CONCLUSIONES
En este capítulo se ha pretendido hacer un re-
paso somero de las principales cuestiones que debe
conocer un investigador o investigadora en ciernes.
Así se presentan los elementos más importantes de
los que se compone el conocimiento científico en
general, y los principales diseños de investigación
que se emplean en Psicología Social en particular,
y las diferencias entre ellos. Igualmente se plan-
tean algunas de las etapas por las que debe pasar
una investigación desde su planificación. Y, por
último, se cuestiona la ética de algunas investiga-
64 / Fundamentos de psicología social
ciones, ofreciendo ciertas pautas recomendadas
por algunos investigadores para reducir los proble-
mas asociados a ellas.
En definitiva se espera haber ofrecido un repa-
so de los principales elementos que conforman la
bibliografía recomendada
Fernández-Dols, J. M. (1990). Patrones para el diseño
de la Psicología Social. Madrid: Morata.
Obra bastante interesante en la que se defiende
la idea de que el método surge de la reflexión teó-
rica del objeto de estudio de la Psicología Social.
Manstead, A. S. R. y Semin, G. (1990). Metodología en
Psicología Social: convirtiendo las ideas en acciones.
En M. Hewstone, W. Stroebe, J. P. Codol y G. M.
Stephenson. Introducción a la Psicología Social. Una
perspectiva europea (pp. 73-95). Barcelona: Ariel.
Proporciona una introducción clara respecto a
las cuestiones metodológicas experimentales en Psi-
cología Social. Expone las características y elemen-
tos fundamentales de la metodología experimental,
se analizan los diferentes tipos de validez y se des-
criben algunas técnicas de recogida de datos.
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bert, S. T. Fiske y G. Lidnzey (eds.), The Handbook
investigación en Psicología Social y con ello ani-
mar al lector a llevar a cabo investigaciones que
aúnen el realismo y el control, los dos componen-
tes que como se ha visto a lo largo del capítulo
garantizan su calidad.
Rodríguez-Bailón, R. (1998). Cómo analizar los resul-
tados de una investigación en Psicología Social.
Análisis estadísticos básicos. En M. Moya (coord.),
Prácticas de Psicología Social (pp. 295-312). Ma-
drid: UNED.
Capítulo introductorio para estudiantes de pri-
meros cursos donde se detallan cómo se realizan
los análisis más básicos y sencillos en las investiga-
ciones psicosociales.
Rodríguez-Bailón, R. (1998). Elaboración de infor-
mes de investigación. En M. Moya (Coord.):
Prácticas de Psicología Social (pp. 283-294). Ma-
drid: UNED.
Se resumen las principales secciones que debe
contener un informe de investigación científico, con
el contenido de las mismas.
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