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La construcción del conocimiento sobre la sociedad

En la obra de Juan Delval constituye un análisis profundo y detallado de los fenómenos


sociales y la construcción del conocimiento sobre la sociedad. A través de sus trabajos "Sobre
la naturaleza de los fenómenos sociales" y "Aspectos de la construcción del conocimiento
sobre la sociedad", Delval proporciona una perspectiva única que ilumina la complejidad
inherente a estos procesos, subrayando la importancia del desarrollo de representaciones
sociales desde la infancia hasta la adultez.

Para empezar, es esencial entender que, aunque los fenómenos sociales existen
independientemente de los individuos, su percepción y experiencia son distintas a las de los
objetos físicos. Mientras que estos últimos tienen una realidad objetiva y propiedades
específicas, los fenómenos sociales son más enigmáticos y dependen en gran medida de
nuestras acciones e interacciones. Esta distinción es crucial para comprender cómo los
individuos se relacionan con la sociedad y participan en ella.

Desde muy temprano, los niños comienzan a formar representaciones o modelos de la


realidad social. Estas representaciones no son simples copias de las de los adultos, sino
construcciones personales que evolucionan y se diferencian cualitativamente a medida que el
niño crece. La capacidad de construir estas representaciones es fundamental para la
adaptación y supervivencia, ya que permite anticipar eventos y actuar dentro de un marco
socialmente definido.

Delval destaca el papel de la psicología en el estudio de las representaciones sociales y su


contribución al entendimiento del mundo. Además, aborda la ambigüedad del término
"social", que se usa tanto para describir relaciones interpersonales como institucionales, y
cómo esto puede generar confusión en el análisis de los fenómenos sociales.

El análisis de Delval sobre las instituciones sociales es particularmente esclarecedor. Define


las instituciones como el núcleo de los fenómenos sociales, constituidas por reglas y
relaciones entre tipos de actores, lo que da forma a nuestras interacciones sociales. Las
instituciones no solo estructuran nuestras acciones, sino que también influyen en cómo
comprendemos y participamos en la sociedad.

Delval distingue entre diferentes tipos de conocimiento en el ámbito social: el conocimiento


psicológico, el social propiamente dicho, y el conocimiento moral. Cada uno de estos juega
un papel fundamental en la interacción y comprensión del entorno social. Mientras que el
conocimiento psicológico se ocupa de entender a los otros y a uno mismo, el conocimiento
social se centra en las estructuras e instituciones, y el conocimiento moral en las normas que
regulan la conducta y las relaciones.

Un aspecto crucial en la obra de Delval es la ontología de los fenómenos sociales, es decir,


las propiedades y características que los definen y diferencian de otros tipos de fenómenos.
Delval enfatiza que los fenómenos sociales se basan en reglas y funciones atribuidas por los
individuos y que su existencia depende del reconocimiento y aceptación social. Esta
perspectiva destaca la naturaleza construida y acordada de la realidad social.
La construcción del conocimiento sobre la sociedad

La vida social está compuesta en gran medida por reglas, que no son simples regularidades
observadas, sino prescripciones que guían nuestra conducta. Las reglas constitutivas, por
ejemplo, son aquellas que forman la base de una institución. Comprender estas reglas es
esencial para navegar en el mundo social y participar de manera significativa en las
instituciones.

En resumen, los trabajos de Juan Delval ofrecen una visión profunda y matizada de la
psicología cultural, iluminando cómo los individuos desarrollan y utilizan representaciones
sociales a lo largo de sus vidas. Su enfoque interdisciplinario, que abarca desde la psicología
hasta la sociología, proporciona un marco valioso para entender los complejos procesos que
subyacen a la construcción del conocimiento social.

Delval también profundiza en cómo estas representaciones sociales son fundamentales en la


formación de la identidad individual y colectiva. Argumenta que la identidad es un producto
de las interacciones sociales y que está en constante evolución a medida que los individuos se
involucran en diferentes contextos y relaciones. Esta visión dinámica de la identidad resalta el
papel activo que juegan los individuos en la construcción y reinterpretación de sus roles
sociales.

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