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El trabajo inclusivo se aleja de una visión individualista de

la intervención educativa en las escuelas; donde se


requiere obligadamente una sintonía y colaboración entre
maestros, padres de familia, directivos, alumnado y la
sociedad en general. La inclusión no es una meta por
alcanzar, sino un proceso permanente de reconstrucción,
ya que los contextos en los cuales se desenvuelve una
persona con alguna condición que lo ubica entre los
grupos vulnerables cambia constantemente y pueden
generarse nuevas barreras para el aprendizaje o la
participación.
Las Barreras para el aprendizaje y la participación, son
todos aquellos factores del contexto que dificultan o
limitan el pleno acceso a la educación y a las
oportunidades de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes.
La cual aparecen en relación con su interacción en los
diferentes contextos como: social, político, institucional,
cultural y también en las circunstancias tales como:
sociales y económicas.
Los niños y jóvenes tienen el derecho a un acceso y una
buena educación. Donde nosotros, los que conformamos
el sistema educativo, tenemos la responsabilidad de
continuar impulsando la transformación necesaria y
avanzar hacia una sociedad donde todos seamos parte de
ella.
El trabajo inclusivo se aleja de una visión individualista de la
intervención educativa en la escuela; requiere obligadamente
una sintonía y colaboración entre maestros, padres y madres de
familia, directivos, equipos de apoyo, alumnado, administrativos
y la sociedad en general. La inclusión no es una meta a alcanzar,
sino un proceso permanente de reconstrucción, ya que los
contextos en los cuales se desenvuelve una persona con alguna
condición que lo ubica entre los grupos vulnerables cambia
constantemente y pueden generarse nuevas barreras para el
aprendizaje o la participación. De ahí la importancia de entender
que el trabajo de inclusión no es privativo de un servicio o de un
equipo de apoyo –la inclusión educativa no es sinónimo de
educación especial– y requiere de la participación dinámica y
constante de los diferentes actores que confluyen en el acto
educativo.
http://ensech.edu.mx/pdf/maestria/libro4/TP04-2-05-
Covarrubias.pdf

Las Barreras para el aprendizaje y la participación, son todos


aquellos factores del contexto que dificultan o limitan el pleno
acceso a la educación y a las oportunidades de aprendizaje de
niñas, niños y jóvenes. Aparecen en relación con su interacción en
los diferentes contextos: social, político, institucional, cultural y en
las circunstancias sociales y económicas.
Desde el enfoque de la educación inclusiva, este concepto rebasa
al de necesidades educativas especiales ya que se centra en la
interacción con el contexto y no como un problema inherente al
alumno.
Ello implica la consideración de los diferentes ambientes en los
cuales los niños y jóvenes interactúan, crecen y se desarrollan.

Existen diferentes tipos de barreras para el aprendizaje y se pueden


presentar en cualquier nivel, desde preescolar, primaria y
secundaria, hasta los niveles medio superior y superior. Por ello
es importante que todos los actores educativos participen y
contribuyan para lograr que las escuelas se tornen en espacios
verdaderamente inclusivos.

https://docentesaldia.com/2023/09/03/barreras-para-el-
aprendizaje-y-la-participacion-tipos-y-ejemplos/
la educación inclusiva se basa en la concepción del estudiante como sujeto
de derecho; en la que todas las personas tienen el mismo derecho a
participar en todas las situaciones educativas, donde se acepte y valore las
diferencias, en una escuela que es de todos, para todos y para cada uno.
Los niños y jóvenes tienen el derecho. Nosotros, los que conformamos el
sistema educativo, tenemos la responsabilidad de continuar impulsando la
transformación necesaria y avanzar hacia una sociedad realmente
inclusiva, donde todos seamos parte de ella.

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