CONTRADICCIONES INICIALES PAGS. 181-199 DEL LIBRO “EL ARTE DEL BUEN MAESTRO” Al principio del texto nos mencionaban de como la elite intelectual liberal se propuso constituir a la nación desde el punto de vista cultural, dirigido a un sentido laico, estructurado sobre patrones religiosos y tradicionales. En dicho sistema sentaba las bases de inculcación de una nueva cultura, el cual constituía al hombre mexicano, en ciudadano de un Estado y miembro de una misma nacionalidad. También menciona sobre el sistema educativo tenía una racionalidad inicial, en el proyecto de constitución tenía que realizarse mediante una especie de expropiación de los poderes culturales que se interponían entre el individuo y el estado. _____________________________________________________ LAS CUALIDADES CLÁSICAS: VOCACIÓN Y MORAL La lectura nos menciona que el Magisterio no se define como una profesión, si no como misión o sacerdocio, requiere no tanto de un saber cuánto de una serie de cualidades de carácter ético- moral. la primero y más importante es la vocación. Esta deberá complementarse con un conjunto de virtudes de todo tipo. Además de que nos habla de cómo Lucio Tapia habla de la indiferencia encuentra la causa de esta situación en el hecho de que muchos maestros no llenan las cualidades, los requisitos necesarios para ejercer tan noble cargo. Además, cabe mencionar el bajo prestigio que la sociedad culta en el cual se dispensaba al oficio docente está relacionada con el origen de clase de maestros. También nos define como una profesión que se define con todos los atributos de la “nobleza” es en realidad ejercida por individuos bastante alejados de eso. El prestigio del maestro se mide en relación con el prestigio del producto de la cultura “literaria”. Al término del porfiriato el maestro Julio Hernández denunciaba que durante la dictadura se le predico oficialmente que su misión era de apóstoles y mártires que no debían jamás pensar que su profesión era igual a las demás y que o tenían derecho a los goces supremos de la vida. Una vez que se tomó conciencia sobre dicha situación se propusieron dos estrategias generales para dignificar al magisterio. Además de que se estableció que los profesores de los planteles privados tendrían derecho a “honores y recompensas”.