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La formación del magisterio

La formación del magisterio fue un proceso de transformación d la Nación conformada por la


moral y la cultura. En la historia argentina hubo muchos cambios tanto progresivos como
diversos retrasos, es decir, hubo una organización estable para promulgar la educación y luego
un dictador impone el poder y asemeja la deficiencia en la educación.

Como lo platea el siguiente párrafo de Puiggros en “Civilización o barbarie en ¿Qué paso en la


educción argentina”: “Sarmiento promovió el sistema educativo formalmente más de
democrático de su época al mismo tiempo que realizo una operación de exclusión de los
sectores populares. A la escuela pública del imaginario sarmientino concurría un sujeto
abstracto, que jamás llego a existir… Quiso construir un modelo educativo capaz de operar
sobre la sociedad cambiándola y controlándola y creyó posible imponer una forma de ser, de
sentir y de hablar a quienes escapaban de la categoría de los barbaros”. Es decir, que
Sarmiento imaginaba un sistema educativo extenso, que llegara a todos los habitantes
“educables”. Al pueblo lo dividió en educables y no educables, en forma de nativa. Sarmiento
promovió el sistema educativo formalmente más democrático de su época, al mismo tiempo
que realizó una operación de explosión de los sectores populares. La idea de seleccionar a los
más aptos era consistente con la doble operación de invitar a emigrar a la Argentina a los
pueblos europeos y apoyan las campañas al desierto que arrasaban con la población indígena.
Esta ideología desechaba la moral y promulgaba la apropiación de la cultura a través del
adoctrinamiento. Dejando de lado la regeneración cultural, y imponiendo intereses propios
para su ideología.

Así la formación docente conllevo un proceso sobre la identidad docente, como Tenti plantea
“que la mayoría de los estados, incluidos los latinoamericanos, organizaron sus sistemas
educativos con criterios claramente burocráticos que asignaban a los docentes un estatus
ambiguo. Fundamenta esta consideración en que su actividad era caracterizada como misión
cuya dignidad derivaba de la elevada función social que se atribuía a la educación escolar,
responsable de formar al ciudadano para la república moderna, transmitir los valores
universales indiscutibles, promover la construcción de la idea de Patria y concretar la unidad
nacional. En el contexto de esa alta misión se acuñó la concepción de la escuela como espacio
neutral, como templo laico, y del docente como el apóstol que habría de propagar el credo del
progreso ininterrumpido.” Para obtener esto necesitaría un maestro disciplinador ya que
civilizar al pueblo significaría educación antes de instrucción. El ideal del maestro debe ser
formar individuos buenos, aunque no tan instruidos. La tarea de la escuela y sus maestros de
grado se identifica con enderezar conductas, maneras, actitudes, hábitos, hábitos y
costumbres. Encauzar valores y principios de la vida, a fin de lograr sentimientos de amor y
respeto por la patria y las instituciones establecidas. Para lograr el orden interno en la escuela,
el maestro utilizara técnicas de vigilancia, sanciones correctivas y fundamentalmente su
persona como ejemplo.

El maestro adquirió una misión como apóstoles, antes que una profesión. Es decir, que las
escuelas comenzaron siendo obras de las iglesias, la iglesia las trajo a la existencia, y por esto
se encontraron marcadas por su carácter eclesiástico del que tantas dificultades tuvieron para
despojarse después. El maestro tiene el poder y la fuerza de imponerse como modelo ante
otro.

En síntesis, esto se desarrolla por la garantía de idoneidad del personal, esto está dado por la
posesión del título docente. Se ve aquí claramente que se requiere de un tipo de maestro que
obtendrá mediante una preparación planificada. Al institucionalizarse en una formación
sistemática y especializada para los maestros, surge la profesión docente. A partir de aquí es
posible referirse a la consolidación del magisterio como grupo social. Los maestros titulados
son los encargados legítimos de difundir la cultura en la población.

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