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En esta reseña de el primer capítulo “Del modo de ser del pensamiento que hizo necesaria la
escuela” del libro “...Y la escuela se hizo necesaria”, el cual está enmarcado en un trabajo
conjunto entre la Universidad Pedagógica Nacional y Colciencias en donde comienza a
configurarse la escuela y su incidencia en la actualidad.
El autor aborda esto a partir de José María Samper, quien fue una insignia del pensamiento
liberal del siglo XIX.
En la historia de este siglo, era necesario justificar teóricamente por medio de esta, la
independencia de España y consolidar la democracia bajo los ideales de la ilustración y la
democracia, y donde dividen la épocas de nuestro pasado narrativamente en 5 etapas:
Prehispánica, Conquista, Colonia, Independencia y República.
Durante las dos primeras etapas se describe a una sociedades civilizadas embrionaria, la cual
fue destruida de forma cruel y maliciosa por parte de los españoles, ya con la colonia se
produciría el encuentro entre dos culturas que daría como fruto el mestizaje, en donde se
comenzaría a gestar el ideal de democracia en donde gracias a un “designio divino” se
designó el progreso y por lo tanto un factor importante para la democracia, esto gracias a que
los criollos que sería denominados una “raza” de patriotas, que lucha por la libertad y
democracia.
El autor toma la perspectiva de Mariano Ospina Rodriguez, fundador del partido conservador
en donde la diferencia con la visión liberal de la conservadora se refleja como diría Alvarez
A. “refieren a las formas como se debe impulsar, y particularmente al papel de la
religión católica en dicho proyecto. Pero ni los liberales renuncian a los principios
cristianos, ni los conservadores a la idea de progreso material; unos y otros portan una
mentalidad propia del pensamiento que caracterizamos arriba.” (1995; p.34)
Para Ospina era necesario una vinculación con la iglesia católica ya que uno de los problemas
que hay en el progreso sería el sensualismo o la concupiscencia de la carne, y en el cual, el
cristianismo es el único que puede salvaguardar a la sociedad de la barbarie.
En donde no solo hay una línea que es el progreso, sino que aquí pone otro factor a analizar
dentro de las bases de la sociedad, este otro son los fundamentos morales donde aparte de ir
para adelante dentro del carácter temporal también hay que ir para arriba en este sentido
racional y moral, ya que al no tener presente esto se daría una decadencia social, en este
sentido se le otorga unas tareas fundamentales a las instituciones más cercanas al individuo
“Los agentes educativos o civilizadores, la iglesia, la familia y la escuela, son los encargados
de la moralidad, el saber y el bienestar, los cuales a su vez están en el orden intensivo del
tiempo.” las cuales tienen como finalidad el desarrollo de la virtud y donde la escuela debía
cumplir una función moralizadora.
A su vez el proceso de enseñanza iban guiados por un carácter de un santo propósito, los
cuales estaban atravesados por los preconceptos cristiando en donde ya comienza a
configurar una idea sobre los ciudadanos en donde comienza a exaltar el ideal de dios y
patria, en donde en la escuela “se iluminarán las conciencias por el efecto de refracción, es
decir por el encuentro de la verdad y la mentira, la instrucción y la ignorancia, la
ciencia y la superstición, la moral y los vicios.” vista a su vez de las categorías sobre los
estudios de la luz, en donde se daba una confrontación entre la luz y la oscuridad.
La escuela a su vez era comprendida como el encuentro con “héroes de la patria” donde los
niños tenían que grabarlos en el corazón que como explica Alarez
“Pues bien, era necesario que esto estuviera presente en los corazones de todas las
generaciones por venir. Había que consagrar lugar para la reconstrucción solemne de
aquellos momentos fundadores. Había que rendir homenaje eterno a los héroes para
que el pueblo nunca olvidará a quien le debía su existencia. Para ello se necesitaba la
escuela.”
Con todos estos factores era la escuela un lugar donde se protegía a los niños de los vicios y
la barbarie, la pereza y el ocio.
Comentarios
La escuela en esta época y gran parte del siglo XX tenía un ideal de instruir a los defensores
de la patria, esto también fundamentado en un componente memorístico donde se tiene que
grabar en las mentes y en los corazones no solo los ideales y luchas de los que fundaron la
república sino que grabar sus nombres y exaltarlos bajo las luces de héroes, teniendo siempre
presente el carácter religioso que tenía esta, esto también comprendiendo el papel que forma
a los alumnos comprendido como ese sujeto “sin luz” y es la escuela la que los va a llegar a
iluminar.
Precisamente son estos conceptos los que van a configurar la identidad de las personas que se
integran a la educación viendo a los maestros como portadores únicos del conocimientos y a
los estudiantes como entes vacíos que tienen que ser formados y educados para poder llegar a
ser ciudadanos.
Conclusiones.
La ilustración, la iglesia y la patria están profundamente relacionados para la configuración y
la necesidad de la escuela, es precisamente la formación de ciudadanos que sigan los ideales
y el patriotismo de los héroes.
Dentro de esta configuración de la escuela se da dentro de dos ideales que siguen estando
presentes hoy en día que son el de civilización y progreso, ya que estos van en sintonía con
los ideales capitalistas y han tenido un desarrollo social, político y económico a través de la
historia, en donde la escuela a tenido un papel fundamental precisamente en el arraigo en la
población.
El hecho de entender la escuela como acontecimiento, permite visibilizar esta construcción de
lo que ha sido la escuela entendida como la institución que permitió la instrucción de la
población general, en el marco de la formación de la república como Estado - Nación y que
con la estrategia del pensamiento cristiano - occidental da lo que hoy tenemos en dia
entendido como una institución que se ha abierto a algunas transformaciones sociales y
culturales.
De igual manera, estamos llamados a seguir pensando y transformando esta construcción que
hemos hecho como sociedad de la escuela y en nuestro papel de docentes, en nuestro
contexto podamos darle ese giro desde entender nuestros propios procesos como comunidad.