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CLASE 3: LO QUE ARTICULA LO EDUCATIVO EN LAS PRÁCTICAS SOCIOCULTURALES

Buenos días a todxs!!!! Ya han transcurrido algunas semanas de esta modalidad de encuentros
virtuales. Esperamos que estén todxs bien y que les esté resultando amena esta modalidad!
Sabemos que esto no reemplaza al aula, pero con estas explicaciones en la tarea esperamos
que sientan un poquito de nuestra voz! Por eso les sugerimos que acompañen la lectura de los
textos con la lectura de nuestras clases, que seguramente les permitirá ir abordando mejor la
teoría que vamos trabajando.

En la clase de hoy vamos a seguir trabajando el campo de “lo educativo”, entendiendo la idea de
campo como diversidad de significados incluso con miradas contrapuestas, y “lo educativo”
pensando en la educación en sentido amplio (todo nos educa). Entonces, vamos a continuar
retomando y ampliando lo que comenzamos a trabajar con Freire y agregando categorías
conceptuales para analizarlo y comprenderlo cada vez un poco más.

Hoy vamos a pensar a la educación como un "proceso de formación de sujetos" en múltiples


sentidos que se dan en las prácticas sociales, que son la forma que construimos de ver y leer el
mundo (por ahora). Ya vimos con Freire que se enseña y se aprende en cada situación de
nuestra vida, con o sin intencionalidad de hacerlo.

Comenzaremos contándoles quién es Jorge Huergo, el autor del texto que abordaremos.

Jorge Huergo (1957-2014), fue un profesor de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social,


investigador y Director del Centro de Comunicación y Educación. Trabajó pensando a la
Comunicación y la Educación como dos campos que se relacionan y se alimentan entre si, fue
luchador un y defensor de la educación pública y gratuita.

Proveniente de una familia muy tradicional de la ciudad, estudió filosofía en el Instituto de


Formación Docente Terrero, perteneciente a la Universidad Católica de La Plata. Allí se acerca al
Movimiento de Teología de la Liberación que causó un gran impacto en él.

Luego de recibirse como profesor en filosofía, durante la dictadura militar, se va a un exilio


interno a un pueblo del sur llamado Chiuquillihuin (Neuquén) tiempo en el que compartió con una
comunidad Mapuche. Esta experiencia, que significó una transformación profunda en su vida, es
por ello que allí fueron llevadas sus cenizas. Allí es donde tuvo contacto con sus primeras
experiencias relacionadas a la educación popular y Pablo Freire.

A fines de 1980, regresa a Buenos Aires, comienza a trabajar como profesor en la Facultad de
Bellas Artes y en la Escuela de Periodismo, que después de unos años será la Facultad de
Periodismo y Comunicación Social. También fue profesor de Educación Superior como el ISFDyT
Nro. 63 “Malvinas Argentinas”.

Fue unos de los creadores de lo que se llama el Campo de la Comunicación y Educación, el que
fue construyendo junto a otros referentes de la época como Jesús Martín Barbero y Mario
Kaplum. Campo de estudio que ha revolucionado la comunicación y la educación, ya que planteó
la posibilidad de pensar que no solo se educa en la escuela y no solo se comunica en los
medios.
En el periodo 2004-2007 fue director de Educación Superior de la Provincia de Buenos Aires. Y es
uno de los referentes más importantes de la transformación curricular y redacción de los nuevos
diseños curriculares que se aplican a varias carreras, en donde introduce conceptos innovadores
para la educación. Uno de sus grandes aportes para la Educación Superior, fue posicionar al
docente como un actor cultural, productor de pedagogía.

Su última obra fue “La Educación y la vida: un libro para educadores populares y maestros de
escuela”, en donde recorre las pedagogías latinoamericanas emancipadoras.

LOS QUE NOS INVITA A REFLEXIONAR EL TEXTO

Pensemos antes que nada el título: ¿De qué articulación nos está hablando? La articulación
significa que dos elementos se pongan en relación, y para entender a qué se refiere primero
tenemos que profundizar en la definición de “lo educativo” y entender qué son las prácticas
socioculturales.

Huergo nos va a invitar a pensar a la educación desde una perspectiva latinoamericanista, que
busca recuperar y pensar las PRÁCTICAS SOCIALES Y EDUCATIVAS que se están construyendo
en los diversos ámbitos institucionales formales, por ejemplo la escuela, y de espacios
culturales y socio comunitarios como el club, el comedor, la bibliotecas populares, la plaza, etc.
En cada uno de ellos, a partir de nuestras experiencias, nos vamos constituyendo y formando
como sujetos, como personas, como ciudadanos y por esto son espacios educativos.

También nos invita a reflexionar sobre algunos conceptos claves: lo EDUCATIVO y la EDUCACIÓN
, cosas que ya venimos pensando con ustedes. Cuando Jorge habla de lo educativo, y es aquí en
el primer punto donde nos interesa pararnos, va a mencionar dos representaciones
hegemónicas. Aquí nos detendremos para entender a qué se refiere con esta idea: implica
revisar el sentido polìtico de los procesos educativos.

¿Qué son las representaciones hegemónicas? Cuando hablamos de representaciones


hegemónicas nos referimos a situaciones o ideas, en este caso, que son o han sido, ideas
centrales o absolutas de la sociedad; “dominantes”, condicionadas por los momentos de la
historia, la cultura, etc. Son significados que se “instalan” como únicos, naturalizándose
socialmente el modo de entender procesos, pràcticas, vínculos, etc.

¿QUÉ ES LA HEGEMONÍA?
La dominación que ejercen unos grupos o clases sociales sobre otros no sólo es por
imposición, sino por consenso. Este se construye a partir de la capacidad de dirección
intelectual, moral y cultural en vIrtud de la cual una clase dominante logra acreditarse como
legítima, alcanzando consenso como clase dirigente. Esto es lo que llamamos HEGEMONÍA,
concepto que nos aporta el político y pensador Antonio Gramsci. Las prácticas hegemónicas,
para Gramsci, cumplen la función de generar conformismo cultural en las masas: es decir, que
quienes no forman parte de esa cultura, “incorporen” una serie de actitudes, de
comportamientos, de valores y de pensamientos de la clase dominante, y le permite así
ejercer su supremacía. Este proceso es fundamentalmente cultural, y para esta finalidad, los
grupos dominantes trabajan la relación entre hegemonía y consenso a través de la educación,
el derecho, los partidos políticos, la opinión pública, los medios de comunicación, etc.
Las representaciones hegemónicas (dominantes) que propone el texto, tienen que ver con dos
ideas centrales:

1- La forma de “ver” los proceso educativos como “neutrales”, estables en el tiempo


(invariantes), universales y valorados como “prácticas positivas” socialmente.

2- Asociar lo educativo con los procesos de escolarización y los procesos de transmisión de


conocimientos que ocurren en la escuela.

Vamos a “salir” de estas representaciones hegemónicas, que acotan el campo de la educación


para abordar “Lo educativo” desde otras dimensiones, lo que implica repensar el sentido polìtico
de la educaciòn, y la posibilidad de construir pràcticas contrahegemónicas, es decir, de
resistencia, de cuestionamiento a esas prácticas dominantes tradicionales (podrìamos agregar:
capitalistas, colonialistas, patriarcales para seguir caracterizando las prácticas hegemónicas).

De esta manera, nos propone reflexionar sobre los proyectos político-pedagógicos y


emancipadores (de liberación) que disputan hegemonía (poder), y que proponen que pensemos
y construyamos sentidos alternativos (diferentes, contrahegemónicos), así como un sujeto
pedagógico crítico, que no se dé por vencido como forma de solucionar el conflicto y la violencia
que implica la desigualdad e injusticia social que hoy puede existir en los espacios que
transitamos.

¿Qué es lo educativo entonces?

Vamos a retomar del texto a Rosa Buenfil Burgos, que es una investigadora Mexicana que
trabaja temas de educación y comunicación, para ampliar esta idea de la educación y lo
educativo, intentando superar, o avanzar en el debate sobre esas representaciones
hegemónicas: nos va a presentar otra manera de pensarlo.

Va a entender a la educación como un “complejo entramado” de relaciones donde se producen


sentidos, se forman sujetos (Buenfil Burgos;1992) y se construyen subjetividades; proponiendo
al docente como un “trabajador, movilizador y creador de ciudadanos, sujetos de derechos, de
cultura”.

En suma entendemos a lo educativo y a la educación como una práctica sociocultural, en


donde nos vamos a pensar como docentes desde un lugar vinculado a lo que creemos,
sentimos y pensamos. Como ya dijimos, todo lo que está a nuestro alrededor educa,
aprendemos a leer y escribir el mundo desde nuestra infancia y nunca nos detenemos (Freire;
1991).

Esto en palabras de Rosa Nidia Buenfil es así:

“Lo que concierne específicamente a un proceso educativo consiste en que, a partir de una
práctica de interpelación, el agente se constituya como un sujeto de educación activo
incorporando de dicha interpelación algún nuevo contenido valorativo, conductual, conceptual,
etc., que modifique su práctica cotidiana en términos de una transformación o en términos de una
reafirmación más fundamentada. Es decir, que a partir de los modelos de identificación
propuestos desde algún discurso específico (religioso, familiar, escolar, de comunicación masiva),
el sujeto se reconozca en dicho modelo, se sienta aludido o acepte la invitación a ser eso que se le
propone”

Las palabras resaltadas son los elementos sobre los cuales nos propone trabajar el texto, y
hacen mucho más rica la definición de lo educativo, y de cómo pensamos las prácticas
socioculturales. En el texto tienen un cuadro que los ayuda a ver cómo estos conceptos se
relacionan.

El concepto de PRÁCTICAS CULTURALES, que para explicarlo sencillamente, son aquellas


formas que tenemos como sociedad de ser y de hacer las cosas, que se conforma por la
historia, las costumbres, las cosas que nos gustan y las que no, las estructuras o hábitos, diría el
sociólogo francés Pierre Bourdieu.

Presenta otros conceptos claves para problematizar, que son la INTERPELACIÓN, el


RECONOCIMIENTO y la MATRIZ DE IDENTIFICACIÓN. Va a pensar a la INTERPELACIÓN como
una invitación a los sujetos y sociedades que viene de afuera a través de discursos, (los
discursos no son solo palabras, sino que es todo lo que hablamos del contexto y de la lectura del
mundo). Va a definir a la IDENTIFICACIÓN, como los valores, los comportamientos las ideas,
todo aquello que haga que “registremos” a unas interpelaciones (unos estímulos del mundo) y
no otros; no nos identificamos con todos los elementos propuestos por la identificación sino
solo con algún aspecto. Y el RECONOCIMIENTO, no es otra cosa que el momento donde
reconocemos lo que vemos, sentimos y pensamos, es decir, es un proceso subjetivo posterior al
momento de la interpelación: reconozco aquello que forma parte de mí, que me identifica.

Para que un proceso sea educativo, es central que exista un interjuego entre interpelaciones y
reconocimientos, y que el proceso culmine en algún cambio en las prácticas socioculturales
cotidianas.

Hasta aquí, lo que venimos proponiendo es pensar la educación en sentido amplio, lo que abarca
no solo los procesos que se llevan a cabo en la escuela, sino que son prácticas sociales que nos
van a formar como sujetos, como personas, como ciudadanos. Refuerza lo que venimos
diciendo que la relación con los otros y con el contexto, con las culturas, con la forma de ser, con
nuestra historia, con los espacios a los que pertenecemos nos “educan, nos forman”.

Este es un texto muy rico porque nos abre la posibilidad de dar la discusión de por qué vamos a
trabajar sobre otros espacios que son educativos pero que no son la escuela. Como sociedad,
comunidad, ciudadanos, somos parte de un sin fin de lugares, grupos (amigos, club de barrio,
centro cultural) que son tangibles, que existen, pero también a otros que son simbólicos; nos
sentimos o identificamos como Quilmeñas, como estudiantes, como madres, etc. Todas esas
son prácticas sociales que nos formaron y nos marcan una manera de "ser y estar con los
otros", nos han formado como sujetos y por sobre todos como ciudadanos.
Hasta ahora hemos hablado mucho del sentido crítico, de pensar al docente como un trabajador
de la cultura, del sentido ético y político de la educación. Bien, ahora vamos a comenzar a
reflexionar, sobre cómo queremos educar, cómo pensamos al otro, desde un sentido crítico, esto
es comprenderlo en toda su diversidad, en su contexto, con sus particularidades,
potencialidades y limitaciones, por eso este material nos invita a reflexionar que pensar la
educación en sentido amplio aporta a la construcción y valoración de esas prácticas sociales,
culturales, educativas que el otro trae.

PARTICIPAR DEL FORO DE INTERCAMBIO: LAS PRÁCTICAS SOCIALES

MATERIALES EDUCATIVOS
Link: https://youtu.be/zGgkjOudYH0
TEXTO DE HUERGO

Foro debate:

ienvenidxs a este nuevo foro debate. Aquí vamos a trabajar sobre los contenidos de
la clase, el texto que les propusimos leer del autor Jorge Huergo y el video "El rondón
de la Educación Popular".

Este material audiovisual que les presentamos, lo hicieron educadores, a partir de


una experiencia educativa junto a una organización comunitaria. El video se llama "El
rondón de la educación Popular". Lo vemos:

¿QUE VAMOS A DEBATIR?

Huego señala que las identidades sociales se constituyen por cuatro rasgos o
aspectos compartidos: pertenencia a un nosotros, ciertos atributos comunes, una
narrativa histórica común, cierto proyecto común. También nos dice que “para que
todo el proceso sea educativo, no termina todo en el interjuego entre interpelaciones y
reconocimientos. El proceso culmina en algún cambio en las prácticas socioculturales
cotidiana"

Ahora bien, ¿Qué atributos de los que menciona Huergo se pueden identificar en el
video? ¿ Como te diste cuenta?

Esperamos sus respuestas, es importante que se lean y debatan entre ustedes!

Lxs leemos, Las profes

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