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Derecho político

En Grecia se origina el pensamiento político y la indagación por el ser humano

y su esencia política.

Las instituciones políticas de Atenas fueron la asamblea o ecclesia que ejercía la

función legislativa, en la cual podían participar todos los ciudadanos varones mayores

de 20 años; el consejo de los quinientos, encargado de la función ejecutiva del gobierno; y los
grandes jurados populares, con funciones judiciales. Además, existía, como

magistratura, diez generales designados por elección directa, que tenían funciones

militares y políticas. De entre estos descolló el general Pericles (siglo v a. C.), quien,

en el año 457 a. C, amplió la ciudadanía a todos los hombres libres de la polis, lo cual

afirmó la democracia directa ateniense. En su oración fúnebre en homenaje a los

atenienses muertos en la primera campaña del Peloponeso, proclama a la democracia

como el gobierno del pueblo:

Nuestro gobierno, —dice Pericles— se llama democracia, porque la administración

de los asuntos públicos no pertenece ni está en pocos, sino en muchos. Por razón de

lo cual cada uno de nosotros, de cualquier estado o condición que sea, si tiene algún

conocimiento de virtud, está tan obligado a procurar el bien y la honra de la ciudad

como los otros. Y no será nombrado al cargo, ni honrado ni acatado por su linaje ni

riqueza, sino tan solamente por su virtud y bondad15.

Fayt, Carlos S., Historia del pensamiento político, vol. vm, Buenos Aires: Plus Ultra, 1974, p. 16.

Sócrates (siglo v a. C.) comprendió que los sofistas tenían razón cuando afirmaban que la vía
apropiada para llegar al conocimiento de la verdad era la razón, sin

ataduras con la tradición ni con la religión. Pero a diferencia de los sofistas, Sócrates

creyó en la naturaleza social del hombre, en la. polis como formación natural y necesaria, en la
moral y en la justicia, y en la ley como expresión de la razón. Se interesó

por formar a muchas personas capaces de manejar la cosa pública; consideró que

para poder actuar como maestro no debía participar personalmente en el gobierno

del Estado. Restauró la relación entre la política y la ética. Fue un convencido de la

necesidad de la educación política y quería que Atenas fuera gobernada por los mejores en
inteligencia.

Platón (427-347 a. C.), fundador de la Academia, que fue un centro de enseñanza del arte
político, trató de concretar la renovación de Grecia formando una

clase dirigente que pudiera librar de la decadencia al país. Su obra La República tiene
como tema central la organización de un Estado ideal, y su fin es la justicia. Quiere

que los reyes sean filósofos, que no legislen, sino que eduquen; eleva la educación a

la más alta de la función pública. Identifica a la política con la moral. El estado es un fin en sí
mismo. Los gobernantes no están sometidos a la ley. En su libro El político,

sostiene que el político es el tejedor de la armonía en el Estado; su acción debe dirigirse

a lograr el bien común, debe ser un hombre dotado de superioridad intelectual, alto

grado de moralidad y sentido de justicia, saber distinguir entre los elementos útiles

y los perniciosos para la vida del Estado, eliminando a estos últimos por muerte,

destierro o esclavitud; pero como no hay individuos omniscientes sino imperfectos,

son necesarias las leyes para regular las relaciones sociales. Las leyes tienen relación

directa con la política. La imperfección de los gobiernos exige una legalidad necesaria.

Clasifica a los gobiernos en monarquía, aristocracia, democracia y oligarquía. En su

obra Las leyes, trata de cuestiones de política práctica, pues debido a la imperfección

humana y a la imposibilidad de establecer un gobierno ideal, propone un sistema legal.


Considera que las leyes no deben ser impuestas por el temor o la fuerza, sino que

deben estar precedidas de un preámbulo, con el fin de lograr el consentimiento de la

inteligencia antes que la obediencia de la voluntad, añadiendo la persuasión al temor

y la filosofía a la experiencia. Señala que la monarquía debe ajustarse a la libertad y la

democracia a la obediencia, porque no se necesita ni demasiado poder ni demasiada

libertad. Los magistrados deben ser elegidos por el pueblo. La organización legal debe

comprender tanto a los gobernantes como a los gobernados. La base de la autoridad no

es exclusivamente la inteligencia sino la propiedad territorial. Admite la participación

de todos los ciudadanos en el gobierno, si bien calificados sobre la base de la riqueza.

Aristóteles (384-322 a. C.) escribió La política, que es una obra sobre la ciencia política. Trata
del origen y naturaleza del Estado, de sus formas de organización

y de sus funciones. Admite al Estado-ciudad como la forma perfecta y natural de

convivencia política. El Estado es un hecho natural; el hombre es por naturaleza un

animal político destinado a vivir en sociedad y el que no forme parte de una poli es

una bestia, o un dios. Justificó el poder en el instinto social del hombre; un poder que

se somete a la ley es preferible al discrecional o arbitrario de un hombre; la sujeción

del gobierno a la ley es un aspecto necesario de un Estado perfecto. La relación entre


gobernantes y gobernados sometidos a la ley, permite que ambas partes puedan
continuar siendo iguales y libres. Definió al Estado como una comunidad de iguales

que aspira a la mejor vida posible. El gobierno fundado en la ley se orienta al interés

general y no al interés de una clase o individuo y deja de tener por único soporte a la

fuerza: “Así como el hombre perfecto es el mejor de los animales, de parecida manera

cuando se aleja de la ley y de la justicia, es el peor de todos. La finalidad del Estado es

la mejor vida posible”. El Estado es una organización de ciudadanos y de magistrados,

es decir, no es solo un orden de magistraturas y funciones, es un “modo de vida”,

por lo cual el Estado dura lo que su forma de gobierno. Clasifica a las magistraturas

en tres formas puras orientadas al interés del bien general: monarquía, aristocracia y

democracia, y tres formas impuras cuyo fin es el interés particular de una clase o de

un individuo: tiranía, oligarquía y demagogia. La ley debe ser suprema, preferible a la fuerza o
al gobierno personal; pero como todas las leyes no son buenas, considera

al gobierno de la ley como el menos malo de los gobiernos posibles de un Estado. La

ciencia política debe tratar tanto el gobierno ideal como el gobierno posible, teniendo

en cuenta los medios concretos de que se dispone, las fuerzas sociales y los hombres.

En Ética a Nicómaco, Aristóteles dice: “Acaso estamos en mejores condiciones de

ver de modo más comprensivo qué Constitución es la mejor y cómo debe ordenarse

cada una de ellas, y qué leyes y costumbres debe utilizar para funcionar del modo

mejor posible”. La Constitución es el orden de la magistratura, y la ley es el conjunto


de normas que regulan la actividad de los magistrados. Las clases sociales y las asociaciones de
agricultores, artesanos y mercaderes, así como la familia, influyen en la

constitución política del Estado. Distingue tres clases de magistratura: legislativas,

ejecutivas y judiciales.

Dedicaron especial atención a los problemas políticos: Tomás de Aquino (1227-

1274), en su obra De regimene principian; Francisco de Vitoria (nacido en 1492 o

1493): Derecho natural y de gentes; Nicolás Maquiavelo (1469-1527), El príncipe,

que contribuye a hacer de la política el arte de lograr el poder y de conservarlo; Hugo

Grocio, El derecho de la guerra y de la paz, donde se refiere al Derecho político partiendo del
Derecho natural y del Derecho de gentes; Domingo De Soto, Tratado de

la justicia y el derecho; Francisco Suárez, Tratado de las leyes y de Dios legislador;

Thomas Hobbes (1588-1679) escribió el Leviatán, que es como una teoría del Estado,
encaminada a explicar el problema jurídico-político; John Logre, Tratado del gobierno civil; y
Benito Espinoza, Tratado político y Tratado teológico-político. Estos dos

últimos pensadores, que nacieron en 1632, fueron los que llevaron a mayor altura el

examen del problema político a la luz de los principios jurídicos del Derecho privado

que enriqueció el incipiente Derecho público que nació en la Edad Media; por ello se

les considera los creadores del Derecho político.

En Francia, siglo xvm, sobresalen Montesquieu, El espíritu de las leyes; Rousseau, El contrato
social; y Sieyés, ¿Qué es el tercer Estado? Estos tres pensadores,

más la obra parlamentaria de los constituyentes franceses de 1789, son los pilares del

Derecho político occidental.

Como dice Sánchez16, todo este saber acumulado fue el contenido del Derecho

político o ciencia política. Antes de comenzar el constitucionalismo no existía problema

lógico o metódico que enfrentara el Derecho constitucional con el Derecho político.

Pero todo el contenido de esas disciplinas se transvasó al Derecho constitucional

cuando las constituciones de Europa y América exigieron el examen y valoración de

sus preceptos, deviniendo en imposible la distinción entre Derecho político y Derecho


constitucional. Se puede decir que el Derecho político es el constitucional anterior a

las constituciones escritas y que el constitucional es el Derecho político ulterior a ellas.

Hasta antes de la Constitución de los Estados Unidos, se llamaba Constitución

a la modalidad estructural de una organización política, se hablaba de la constitución

de un país como se puede hablar de la constitución de un cuerpo físico o de un ser

viviente; Aristóteles llamó constitución al conjunto de instituciones políticas. Pero

esta noción de constitución no forma parte de lo que hoy se conoce como Constitución,
entendida como un cuerpo orgánico, armónico y constructivo, superior a las

leyes ordinarias.

La costumbre de llamar Constitución Política de un Estado a lo que debemos

llamar simplemente Constitución, es un resabio subsistente a lo largo del proceso

intelectual transcurrido. Antes de la emancipación norteamericana y de la Revolución

francesa, toda constitución escrita era Constitución Política, porque todavía no se habían

reconocido los Derechos del Hombre y del Ciudadano, hasta entonces regidos por el

Derecho civil; la Constitución era ajena a todos los aspectos de la vida social, carentes

de connotación política. En nuestro tiempo, la Constitución no se agota en lo político,


sino que se extiende a lo social, cultural, económico, etc.; su ámbito excede lo puramente

gubernativo. La Constitución, como un ordenamiento integral de la sociedad, válido para

gobernantes y gobernados, nace con las constituciones escritas de fines del siglo xvm.

Como sostiene Alfonso Posada en su Tratado de derecho político, el Estado es

el objeto general de todo estudio u ocupación política. Willoughby, en su obra The

nature ofState (1896), dice que la ciencia política trata de la sociedad, solo del punto

de vista de su organización, esto es, como sociedad efectivamente organizada bajo

una autoridad suprema, para el sostenimiento de una existencia ordenada y progresiva; esa
sociedad organizada es el Estado. Jellinek, en su Teoría general del Estado,

reconoce que desde la antigüedad se vienen identificando los términos ciencia del

Estado y política.

La política se refiere directa y exclusivamente al Estado; lo demuestran las expresiones:


partidos políticos, régimen político, hombres políticos, delitos políticos, economía política,
historia política, política financiera, etc. Hay autores, como Arendt17,

que hacen una separación tajante entre público y privado. Público se identifica con

político. Lo político solo es posible si existen instituciones sólidas y duraderas que

configuren espacios públicos (políticos) que garanticen el ejercicio de la libertad


política y posibiliten llevarlo a cabo solamente donde existe una pluralidad humana Según
Posada18, el Derecho político estudia el concepto del Estado, los problemas fundamentales
del Estado político: el origen del Estado, su naturaleza y finalidad;

los problemas sobre la fundamentación del Derecho político: la actividad del Estado

que supone la determinación de la soberanía, del poder público y de las funciones en

que este se manifiesta; la estructura y funcionamiento del Estado, esto es, la Constitución
Política, con el estudio de la forma u organización de aquel.

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