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El imperio de la ley es un concepto jurídico-político de definición formal no unívoca, 1 pero que

generalmente se entiende en el sentido de la primacía de la ley sobre cualquier otro principio gubernativo,
especialmente contra la tiranía y la arbitrariedad del poder político —«El Estado soy yo»—, incluso aunque
fueran bienintencionadas —principio de razón de Estado, opuesto a las máximas romanas Dura lex sed
lex o Fiat iustitia, et pereat mundus—.2 En cierto sentido, el concepto de imperio de la ley es similar al
concepto helénico nomos basileus (‘la ley es el rey’) o al anglosajón rule of law, pero no debe confundirse
con otros, como los germánicos Rechtsstaat —Estado de derecho—,3 y Verfassungsstaat —Estado
constitucional de derecho—, con el principio de legalidad o con los conceptos
de legitimidad, legalidad, cultura de la legalidad, gobernanza, etc.

El imperio de la ley ha sido descrito como un principio meta-jurídico o un ideal ético-político.4


La vieja aspiración histórica a establecer un «gobierno de leyes»... dio lugar en la cultura jurídica europea
al ideal de imperio de la ley o rule of law, que es quizá la piedra angular en que se sustenta la legitimidad
de nuestros ordenamientos jurídicos vigentes.5
Una denominación etimológicamente equivalente sería nomocracia.6 Entendido como principio
o supremacía constitucional, el imperio de la ley significa la sujeción de la acción estatal a una regla o ley
fundamental: la Constitución.
El constitucionalismo clásico (constitucionalismo inicial) - Dicha etapa se gestará laxamente a partir del
siglo XIII y se prolongará hasta parte del siglo XIX. Esta expresa en sí misma los orígenes o inicios del
constitucionalismo forjado para derrotar al absolutismo monárquico. Néstor Pedro Sagues señala que
dicha modalidad se dirigía a racionalizar el poder político creando la imagen de la nomocracia o gobierno
de las leyes, es decir que para considerar cualquier acto del Estado como válido y legítimo, este debía
derivarse de una competencia previamente prevista en la constitución. 7
Tal concepto o principio regula el ordenamiento jurídico de un país o sociedad; y, a pesar que se aplica
especialmente al Estado y sus funcionarios, se entiende que debe ser de observación general, seguido por
todos.8

El poder político es la lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un
cargo representativo dentro del gobierno.

La tiranía (del latín tyrannus, «gobernante ilegítimo», a partir del griego τύραννος [týrannos], «rey
soberano, gobernante de una polis»)12 en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era
el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, instaurado por un tirano; el gobernante que había
accedido al poder mediante la violencia, derrocando al anterior gobierno de una polis (las ciudades-Estado
griegas), bien gracias al apoyo popular (el del demos, «pueblo») o mediante un golpe de Estado militar o
una intervención extranjera.

Los legisladores son un conjunto de figuras históricas, muy mitificadas, que individualmente dieron
leyes a ciudades concretas

El Estado de derecho es un modelo de orden para un país por el cual todos los miembros de una sociedad
(incluidos aquellos en el gobierno) se consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales
divulgados públicamente; es una condición política que no hace referencia a ninguna ley en concreto. El
estado de derecho implica que cada persona está sujeta a la ley, incluidas las personas que son
legisladores, encargados de hacer cumplir la ley y jueces.

El principio de legalidad o primacía de la ley es un principio fundamental, conforme al cual todo


ejercicio de un poder público debe realizarse acorde a la ley vigente y su jurisdicción y no a la voluntad de
las personas.

El término legitimidad se utiliza en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en la filosofía para
definir la cualidad de ser conforme a un mandato legal.

La cultura de la legalidad es un conjunto de valores, normas, percepciones y actitudes que el individuo


tiene hacia las leyes y las instituciones que las ejecutan. Debido a que indica el grado de conocimiento que
tienen los ciudadanos sobre las normas imperantes,

El término gobernanza se usa desde la década de 1990 para designar la eficacia, calidad y buena
orientación de la intervención del Estado, que proporciona buena parte de su legitimidad en lo que a
veces se define como una "nueva forma de gobernar" en la globalización del mundo posterior a la caída
del muro de Berlín (1989). También se utiliza el término gobierno relacional y en muchas ocasiones, la
palabra gobernancia.

La ética, o filosofía moral, es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo correcto y lo
incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y el deber.

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