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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005

QUEJOSA: **********, SOCIEDAD ANÓNIMA


DE CAPITAL VARIABLE.

PONENTE: MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE


GARCÍA VILLEGAS.
SECRETARIA: LETICIA FLORES DÍAZ.

SÍNTESIS

AUTORIDADES RESPONSABLES.- Congreso de la Unión


y otras.

ACTO RECLAMADO.- Artículos 19, 73, 73 BIS, 73 TER, 75,


82, 85, 86, 86 BIS, 86 TER, 86 QUATER, 87, 92 BIS, 92 TER,
100, 114 BIS, 128, 128 BIS, 129 BIS y 133 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, Primero Segundo y Tercero
Transitorios, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
cuatro de febrero de dos mil cuatro.

SENTIDO DEL FALLO DEL JUZGADO DE DISTRITO.-


Sobresee y no ampara.

EL PROYECTO CONSULTA:

En las consideraciones:

Se precisa que no se analiza la constitucionalidad de los


artículos 82, 92 BIS, 92 TER, 100, 114 BIS, 128, 128 BIS, 129 BIS y
133, así como primero, segundo y tercero transitorios de la Ley
Federal de Protección al Consumidor, publicada en el Diario Oficial de
la Federación el cuatro de febrero de dos mil cuatro; por haberse
dejado intocado el sobreseimiento decretado por el Juez Federal en la
sentencia recurrida.
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Por otro lado, el Tribunal Colegiado tuvo como reclamados los


artículos 86 BIS y 86 TER de la propia ley, decretado el
sobreseimiento del juicio respecto de dichos preceptos.

El órgano colegiado, tuvo como reclamados los artículos 75, 85 y


86 QUATER, del propio ordenamiento, sin entrar al estudio de su
constitucionalidad; considerando además que procedía levantar el
sobreseimiento decretado respecto de los diversos artículos 73 TER,
86 y 87 de la misma ley y que no era el caso examinar los conceptos
de violación hechos valer, así como tampoco el segundo agravio
expuesto por la recurrente en el que se controvierte la negativa del
amparo decretada por el a quo en relación con los artículos 19, 73 y
73 BIS de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

En cuanto al estudio del agravio:

El segundo de los agravios, único reservado para su estudio, en


el que se controvierte la negativa de amparo por lo que hace a los
artículos 19, 73 y 73 BIS de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, es, por una parte, fundado pero inoperante; por otra,
infundado y, en una más, inoperante, porque:

Fundado, pero inoperante: porque si bien el Juez de Distrito en


la sentencia recurrida omitió pronunciarse en relación con el
argumento que sostuvo la parte quejosa en su demanda de garantías,
en cuanto a las facultades que en el artículo 19 de la Ley Federal del
Consumidor se otorgan a la Secretaría de Economía, lo cierto es aun
cuando fundado resulta insuficiente el argumento en estudio para
revocar dicha sentencia, pues como se advierte del precepto que se
reclama, la facultad otorgada dicha Secretaría no se constriñó por el
legislador a la emisión de reglas técnico-operativas, sino a normas
oficiales mexicanas, por lo que los razonamientos que aduce en
cuanto a que exceden esa naturaleza por referirse a cuestiones que
no son meramente técnico operativas, parten de una premisa errónea
y, por tanto, deben desestimarse.

Infundado: porque resultan aplicables las jurisprudencias


números 96/2005, 97/2005 y 105/2005, del Pleno de este Alto
Tribunal, de rubros:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS 73,


PÁRRAFO SEGUNDO, 86 Y 87 DE LA LEY FEDERAL RELATIVA,
AL ESTABLECER QUE LOS CONTRATOS A QUE SE REFIEREN

II
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

DEBEN REGISTRARSE EN LA PROCURADURÍA FEDERAL DEL


CONSUMIDOR NO VIOLAN LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL CONGRESO DE LA


UNIÓN, EN USO DE LAS FACULTADES PARA LEGISLAR EN ESA
MATERIA, QUE LE OTORGAN LOS ARTÍCULOS 73, FRACCIONES
X Y XXIX-E, 25 Y 28 CONSTITUCIONALES, CREÓ LA
PROCURADURÍA RELATIVA Y EMITIÓ DISPOSICIONES EN
DEFENSA DE LOS CONSUMIDORES.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 87 DE LA


LEY FEDERAL RELATIVA NO PUGNA CON LA FACULTAD
EXCLUSIVA DE LOS ESTADOS Y DEL DISTRITO FEDERAL PARA
LEGISLAR EN MATERIA CONTRACTUAL CIVIL Y DE BIENES
INMUEBLES.”

Inoperantes: porque se introducen cuestiones que no fueron


planteados en los conceptos de violación y se omite controvertir
consideraciones torales de la sentencia del a quo.

En cuanto a los conceptos de violación, devienen por una


parte inoperantes y, por la otra, infundados:

Inoperantes: porque el quejoso se constriñe a tratar de


evidenciar la contraposición de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, con diversos ordenamientos federales, lo cual no puede
derivar en una declaración de inconstitucionalidad, pues ello
únicamente resulta en cuanto un precepto legal se contrapone de
manera directa a un artículo de la Constitución General de la
República, lo cual en el caso no sucede.

Infundados: porque

Si bien el artículo 85 de la Ley Federal del Consumidor se refiere


exclusivamente a contratos celebrados en el territorio nacional y no así
a los suscritos en el extranjero, ello no determina una violación al
principio de igualdad previsto constitucionalmente, pues no se hace
una distinción injustificada ni se da un trato privilegiado a quienes
suscriban contratos en el extranjero, ya que por ese solo hecho no
guardan una relación de igualdad con aquellos que los celebren en
territorio nacional y, consecuentemente no se les puede tratar de igual
manera.

III
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

También es infundado que los artículos 73 TER y 86 reclamados,


son violatorios de garantías en cuanto en ellos se sostiene que los
contratos que no se celebren en idioma español no pueden ser
contratos de adhesión, sin considerar que los celebrados en el
extranjero surten efectos dentro del territorio nacional, ya que no es
inconstitucional el trato diferenciado que se hace por el legislador de
los contratos de adhesión celebrados en territorio nacional de aquellos
que se suscriben en el extranjero, por no estar en presencia de
contratos iguales que deban ser regulados de manera igual, por lo que
independientemente de los contratos de adhesión firmados en el
extranjero puedan surtir efectos en territorio nacional, ello no
determina el legislador les deba dar un trato idéntico a los celebrados
en México.

Los artículos 73 TER, 86, 86 QUATER y 87, son


constitucionales, conforme a las jurisprudencias números 99/2005 y
106/2005 del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de rubros:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS 73, 73


BIS, 73 TER, 75, 86, PÁRRAFO TERCERO, Y 87 DE LA LEY
FEDERAL RELATIVA NO VIOLAN LA GARANTÍA DE LIBERTAD
DE COMERCIO NI LA DE IGUALDAD EN EL EJERCICIO DE ÉSTA.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 87,


PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY FEDERAL RELATIVA, AL
IMPEDIR QUE LOS CONTRATOS RELACIONADOS CON
INMUEBLES DESTINADOS A CASA HABITACIÓN O DE TIEMPO
COMPARTIDO SURTAN EFECTOS CONTRA EL CONSUMIDOR
CUANDO EL PROVEEDOR NO LOS HAYA REGISTRADO
PREVIAMENTE ANTE LA PROCURADURÍA FEDERAL DEL
CONSUMIDOR, CONTIENE UNA CAUSA DE NULIDAD RELATIVA.”

El artículo 73-TER, tampoco viola las garantías de legalidad y


seguridad jurídica, conforme la jurisprudencia 104/2005, de rubro:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS 73 BIS Y


73 TER DE LA LEY FEDERAL RELATIVA NO VIOLAN LAS
GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURÍDICA,
CONTENIDAS EN EL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.”

IV
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Conforme a los artículos 73, 73-TER, fracción XV, y 75 de la Ley


Federal de Protección al Consumidor, el legislador no estableció
prohibición alguna para que los gobernados sometieran sus
diferencias ante la autoridad jurisdiccional, y menos aún obligación
para que dichas diferencias fueran resueltas necesariamente vía
arbitral por la Procuraduría Federal del Consumidor, lo que se
corrobora de la lectura concatenada de los diversos preceptos de la
propia Ley Federal de Protección al Consumidor, como son los
diversos 111 al 122, y conforme al criterio sustentado por el Pleno de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en las tesis números XLI
y XLII, de rubros:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 86,


ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY FEDERAL RELATIVA, -AL
ESTABLECER QUE EN LOS CONTRATOS DE ADHESIÓN SE
ESTIPULE QUE LA PROCURADURÍA FEDERAL DEL
CONSUMIDOR ES COMPETENTE PARA RESOLVER LAS
CONTROVERSIAS SUSCITADAS SOBRE SU INTERPRETACIÓN O
CUMPLIMIENTO, NO VIOLA EL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE
PODERES.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 86,


PÁRRAFO TERCERO, DE LA LEY FEDERAL RELATIVA, NO
TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE TUTELA JURISDICCIONAL.”

PUNTOS RESOLUTIVOS:

PRIMERO. En la materia de la revisión, competencia de esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a


**********, Sociedad Anónima de Capital Variable, en contra de los
artículos 19, 73, 73 BIS, 73 TER, 75, 85, 86, 86 QUATER y 87 de la
Ley Federal de Protección al Consumidor.

TESIS INVOCADAS EN EL ESTUDIO:

V
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS 73,


PÁRRAFO SEGUNDO, 86 Y 87 DE LA LEY FEDERAL RELATIVA,
AL ESTABLECER QUE LOS CONTRATOS A QUE SE REFIEREN
DEBEN REGISTRARSE EN LA PROCURADURÍA FEDERAL DEL
CONSUMIDOR NO VIOLAN LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL CONGRESO DE LA UNIÓN,


EN USO DE LAS FACULTADES PARA LEGISLAR EN ESA
MATERIA, QUE LE OTORGAN LOS ARTÍCULOS 73, FRACCIONES
X Y XXIX-E, 25 Y 28 CONSTITUCIONALES, CREÓ LA
PROCURADURÍA RELATIVA Y EMITIÓ DISPOSICIONES EN
DEFENSA DE LOS CONSUMIDORES.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 87 DE LA LEY


FEDERAL RELATIVA NO PUGNA CON LA FACULTAD
EXCLUSIVA DE LOS ESTADOS Y DEL DISTRITO FEDERAL PARA
LEGISLAR EN MATERIA CONTRACTUAL CIVIL Y DE BIENES
INMUEBLES.”

“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE NO


COMBATEN LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA
RECURRIDA Y NO SE DA NINGUNO DE LOS SUPUESTOS DE
SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LOS MISMOS.”

“IGUALDAD. CRITERIOS PARA DETERMINAR SI EL


LEGISLADOR RESPETA ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS 73, 73 BIS,


73 TER, 75, 86, PÁRRAFO TERCERO, Y 87 DE LA LEY FEDERAL
RELATIVA NO VIOLAN LA GARANTÍA DE LIBERTAD DE
COMERCIO NI LA DE IGUALDAD EN EL EJERCICIO DE ÉSTA.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 87, PÁRRAFO


SEGUNDO, DE LA LEY FEDERAL RELATIVA, AL IMPEDIR QUE
LOS CONTRATOS RELACIONADOS CON INMUEBLES
DESTINADOS A CASA HABITACIÓN O DE TIEMPO COMPARTIDO
SURTAN EFECTOS CONTRA EL CONSUMIDOR CUANDO EL
PROVEEDOR NO LOS HAYA REGISTRADO PREVIAMENTE ANTE
LA PROCURADURÍA FEDERAL DEL CONSUMIDOR, CONTIENE
UNA CAUSA DE NULIDAD RELATIVA.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS 73 BIS Y 73


TER DE LA LEY FEDERAL RELATIVA NO VIOLAN LAS

VI
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURÍDICA,


CONTENIDAS EN EL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 86, ÚLTIMO


PÁRRAFO, DE LA LEY FEDERAL RELATIVA, AL ESTABLECER
QUE EN LOS CONTRATOS DE ADHESIÓN SE ESTIPULE QUE LA
PROCURADURÍA FEDERAL DEL CONSUMIDOR ES
COMPETENTE PARA RESOLVER LAS CONTROVERSIAS
SUSCITADAS SOBRE SU INTERPRETACIÓN O CUMPLIMIENTO,
NO VIOLA EL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES.”

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 86, PÁRRAFO


TERCERO, DE LA LEY FEDERAL RELATIVA, NO TRANSGREDE
EL PRINCIPIO DE TUTELA JURISDICCIONAL.”

VII
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005
QUEJOSA: **********, SOCIEDAD ANÓNIMA
DE CAPITAL VARIABLE.

PONENTE: MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE


GARCÍA VILLEGAS.
SECRETARIA: LETICIA FLORES DÍAZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al
diecisiete de agosto de dos mil cinco.

V I S T O S; y,
R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Por escrito presentado el quince de junio de dos


mil cuatro, ante la Oficina de Correspondencia Común de los
Juzgados de Distrito en Materia Administrativa en el Estado de
Nuevo León, **********, como representante legal de **********,
Sociedad Anónima de Capital Variable, demandó el amparo y
protección de la Justicia Federal en contra de las autoridades y
por los actos que a continuación se indican:

AUTORIDADES RESPONSABLES.

a) Congreso de la Unión.
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

b) Presidente Constitucional de los Estados Unidos


Mexicanos.

c) Secretario de Gobernación.

d) Director del Diario Oficial de la Federación.

e) Procurador Federa del Protección al Consumidor.

f) Delegado de la Procuraduría Federal de Protección al


Consumidor en Monterrey, Nuevo León.

g) Inspectores Adscritos a la Delegación de la Procuraduría


Federal del Consumidor en Monterrey, Nuevo León.

ACTOS RECLAMADOS

a) Proceso Legislativo del Decreto de reformas a la Ley


Federal de la Procuraduría Federal del Consumidor de cuatro de
de febrero de dos mil cuatro, en especial los artículos 73, 73 BIS,
73 TER, 82, 86, 87, 92 BIS, 92 TER, 100, 114 BIS, 128, 128 BIS,
129 BIS, 133, Primero, Segundo y Tercero Transitorios.

1. La aplicación de los preceptos reclamados, que se


pretenda hacer al quejoso en el ámbito de competencia de las
autoridades responsables, a través de cualquier orden, revisión,
requerimiento, resolución, circular, oficio, acuerdo, procedimiento,
instrucciones verbales o escritas.

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

3. Los efectos y consecuencias directas o indirectas,


mediatas o inmediatas, que de hecho y de derecho se deriven de
los actos reclamados que se les imputan a cada una de las
autoridades responsables dentro del ámbito de sus facultades
expresas.

SEGUNDO. Por auto de diecisiete de junio de dos mil


cuatro, el Juez Tercero de Distrito en Materia Administrativa en el
Estado de Nuevo León, a quien por razón de turno correspondió
conocer del asunto, admitió la demanda registrándola con el
número 439/2004-III.

Seguido el juicio en sus demás trámites, el once de octubre


de dos mil cuatro, el Juez de Distrito celebró la audiencia
constitucional y dictó sentencia correspondiente, en la que, por
una parte, sobreseyó en el juicio de garantías y, por la otra, negó
el amparo y la protección de la Justicia Federal.

TERCERO. Inconforme con la resolución anterior, la parte


quejosa, interpuso recurso de revisión ante el juez del
conocimiento, quien con fecha diez de noviembre de dos mil
cuatro, ordenó remitir el juicio de amparo y el escrito de expresión
de agravios al Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Cuarto Circuito en turno.

El Presidente del Primer Tribunal Colegiado en Materia


Administrativa del Cuarto Circuito, al que correspondió el turno,

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

admitió el recurso de referencia mediante auto de diecinueve de


enero de dos mil cinco, y lo registró con el número 32/2005.

Por resolución de diecinueve de mayo de dos mil cinco, el


Tribunal del conocimiento resolvió:

“PRIMERO: En la materia, se modifica la sentencia


que se revisa.--- SEGUNDO: Se sobresee en el
juicio de amparo promovido por **********, sociedad
anónima de capital variable, respecto del proceso
legislativo de los artículos 86-BIS y 86-TER de la
Ley Federal de Protección al Consumidor,
reclamada a las autoridades precisadas en el
resultando primero de esta ejecutoria.--- TERCERO:
Este cuerpo colegiado se declara legalmente
incompetente para conocer del recurso de revisión
interpuesto por la parte quejosa **********, sociedad
anónima de capital variable, al subsistir el
problema de constitucionalidad planteado, en
cuanto al proceso legislativo de los artículos 19, 73,
73-BIS, 73-TER, 75, 85, 86, 86-QUATER y 87 de la
Ley Federal de Protección al Consumidor, por lo
que se deja a salvo la jurisdicción de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, para que resuelva lo
que al respecto corresponda.--- CUARTO: Fórmese
el expedientillo con esta ejecutoria y las
actuaciones subsecuentes; con su testimonio dése
aviso al juez del conocimiento y, remítase a la

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Suprema Corte de Justicia de la Nación, copia


certificada de la presente resolución, el diskette
que la contenga y los autos que la integran, para
los efectos precisados en el último considerando
de la presente ejecutoria” (fojas 73-74 del toca
921/2005).

CUARTO. Recibidos los autos en esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por acuerdo de su Presidente de dos de
junio de dos mil cinco, asumió su competencia originaria para
conocer del recurso de revisión y ordenó notificar a las
autoridades responsables y al Procurador General de la
República; asimismo ordenó que se turnaran los autos a la
Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas, para la
formulación del proyecto de resolución.

El Agente del Ministerio Público de la Federación formuló


pedimento número III/104/2005.

Previo dictamen de la Ministra Ponente, se ordenó la


radicación del asunto en esta Primera Sala.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es competente para conocer y resolver el
presente asunto, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
94, séptimo párrafo y 107, fracción VIII, inciso a) de la

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Constitución Federal; 84, fracción I, inciso a), de la Ley de


Amparo; y 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación; en relación con el punto Tercero, fracción II, y
Cuarto, del Acuerdo General 5/2001, publicado en el Diario Oficial
de la Federación con fecha veintinueve de junio de dos mil uno,
toda vez que se promueve en contra de una sentencia
pronunciada por un Juez de Distrito en la audiencia constitucional
de un juicio de amparo en el que se reclamó la
inconstitucionalidad de diversos artículos de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, si bien subsiste en el recurso el
problema de constitucionalidad planteado, el pronunciamiento que
se realice al respecto hace innecesaria la intervención del
Tribunal Pleno.

SEGUNDO. Las consideraciones expresadas por el Tribunal


Colegiado en la resolución dictada en el toca 321/2005, son las
siguientes:

“QUINTO: No es materia de estudio, por falta de


impugnación en los agravios, el sobreseimiento
que por negativa de actos decretó el juez federal en
el considerando segundo de la sentencia que se
revisa; tampoco el decretado en el diverso
considerando cuarto en relación a los artículos
primero, segundo y tercero transitorios, 92 TER,
100 y 114 bis del decreto reclamado, de suerte que,
dichos aspectos del fallo impugnado quedan
incólumes.--- De igual manera, queda intocado el

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

sobreseimiento que el juez de Distrito decretó en


relación a los artículos 82, 92-Bis, 128, 128-Bis, 129-
Bis y 133 del decreto tildado de inconstitucional, en
virtud de que en los agravios esgrimidos en el
recurso de revisión, no se expone algún
razonamiento encaminado a destruir los motivos
que sustentaron aquél.--- Lo anterior encuentra
apoyo en la tesis de jurisprudencia 251, sustentada
por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, consultable en el Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-1988, quinta época,
tomo parte octava, del tenor siguiente:----
“REVISIÓN EN AMPARO”. (Se transcribe).---
SEXTO: Para mejor comprensión del asunto y de la
solución a la que habrá de arribarse, es menester
efectuar las siguientes precisiones:--- I. Del
contenido integral de la demanda, se advierte que
la persona moral quejosa, por conducto de su
representante legal, reclamó del Congreso de la
Unión y otras autoridades el proceso legislativo del
decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el cuatro de febrero de dos mil cuatro,
en el que se reforma, adiciona y deroga diversas
disposiciones de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, en particular, según indicó en el
capítulo de actos reclamados, los artículos 73, 73-
BIS, 73-TER, 82, 86, 87, 92-BIS, 92-TER, 100, 114-
BIS, 128, 128-BIS, 129-BIS, 133, primer, segundo y

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

tercero transitorios, por estimar que son contrarios


a las garantías contenidas en los artículos 1, 4, 5,
13, 14, 16, 17, 25 y 28 de la carta magna.--- II.- El
juez de Distrito al resolver en definitiva, determinó
lo siguiente:--- En el considerando segundo,
sobreseyó en el juicio con fundamento en el
artículo 74, fracción IV, de la Ley de Amparo, en
relación con los actos atribuidos a la Delegada de
la Procuraduría Federal del Consumidor en
Monterrey, Nuevo León, a los inspectores adscritos
a al Departamento de Verificación y Vigilancia de la
citada delegación y al Procurador Federal del
Consumidor, quien compareció al juicio por
conducto del Subprocurador jurídico, debido a que
en sus informes justificados, negaron la existencia
de los actos reclamados, sin que la parte
impetrante hubiere aportado alguna prueba para
desvirtuar tales negativas.--- En la primera parte del
considerando cuarto, consideró configurada la
causa de improcedencia a que se refiere el artículo
73, fracción XVIII, en relación con el 116, fracción V,
ambos numerales de la Ley de Amparo, respecto de
los artículos primero, segundo y tercero
transitorios del decreto tildado de inconstitucional,
pues dijo, que no se habían formulado conceptos
de violación que demostraran la contravención a la
ley suprema y, en consecuencia, decretó el
sobreseimiento en el juicio.--- Luego, en la segunda

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

parte del considerando aludido en el inciso


anterior, también sobreseyó en el juicio, al
actualizarse el motivo de improcedencia a que se
refiere el ordinal 73, fracción V, de la ley
reglamentaria de los artículos 103 y 107
constitucionales, por cuanto a los artículos 92-TER,
100 y 114-BIS reclamados, básicamente porque al
momento de presentación de la demanda de
garantías, dichas normas aún no entraban en
vigor.--- Después, en la última parte del
considerando en cuestión, también decretó el
sobreseimiento, porque se materializó la causal de
improcedencia contemplada en la fracción VI del
ordinal 73 de la Ley de Amparo, sólo en relación a
los artículos 73-TER, 82, 86, 87, 92-BIS, 128, 128-
BIS, 129-BIS, 133 tachados de inconstitucionales,
pues en esencia sostuvo el a quo, que tales normas
eran de naturaleza heteroaplicativa y la parte
quejosa no había acreditado el acto concreto de
aplicación.--- Y, finalmente, en el considerando
quinto, analizó la inconstitucionalidad planteada
por cuanto a los artículos 19, 73 y 73-BIS del
decreto reclamado, desestimó los conceptos de
violación relativos por inoperantes e infundados y,
consiguientemente negó el amparo solicitado.---
SÉPTIMO: En principio, debe destacarse que el juez
federal omitió hacer un pronunciamiento en la
sentencia, respecto de diversos artículos de la Ley

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Federal de Protección al Consumidor reclamada,


que aún cuando no fueron señalados en el capítulo
de actos reclamados, sino dispersamente en los
conceptos de violación, basta que en cualquier
parte de la demanda se mencionen para poder
examinarlos.--- En tal virtud, la omisión destacada
debe ser subsanada en esta instancia, en tanto que
ello es necesario por una parte, para corregir la
irregularidad en que incurrió el juzgador y por otra,
porque la Ley de Amparo no autoriza el reenvío.---
Así lo determino el Tribunal Pleno del Alto Tribunal
del país, en las jurisprudencias 3/95 y 58/99,
publicadas en la Octava y Novena Épocas del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
tomo 86-2, febrero de 1995, página 10 y tomo IX,
junio de 1999, página 35, del tenor literal
siguiente:--- “ACTO RECLAMADO. LA OMISIÓN O
EL INDEBIDO ESTUDIO DE SU
INCONSTITUCIONALIDAD A LA LUZ DE LOS
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, PUEDE SER
SUBSANADA POR EL TRIBUNAL REVISOR”. (Se
transcribe).--- “ACTOS RECLAMADOS. LA OMISIÓN
DE SU ESTUDIO EN LA SENTENCIA RECURRIDA
DEBE SER REPARADA POR EL TRIBUNAL
REVISOR, A PESAR DE QUE SOBRE EL
PARTICULAR NO SE HAYA EXPUESTO AGRAVIO
ALGUNO EN LA REVISIÓN”. (Se transcribe).--- En
relación a los ordinales 86-BIS Y 86-TER de la ley

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

tildada de inconstitucional, se actualiza el motivo


de improcedencia a que se refiere el artículo 73,
fracción XVIII en relación con el 116, fracción V,
ambos numerales de la Ley de Amparo, que a la
letra disponen:--- “ARTÍCULO 73”. (Se
transcribe).--- “ARTÍCULO 116”. (Se transcribe).---
En efecto, el artículo 73, fracción XVIII, de la ley de
la materia, señala que el juicio de garantías es
improcedente en los demás casos en que la
improcedencia resulte de alguna disposición de la
ley.--- Por su parte, el artículo 116 del mismo
ordenamiento legal, en su fracción V, establece
como requisito sustancial de la demanda de
amparo que se expresen los preceptos
constitucionales que contengan las garantías
individuales que el quejoso estime violados, así
como el concepto o conceptos de las violaciones,
si el amparo se pide con fundamento en la fracción
I del artículo 1° de esta ley.--- Es así, pues de la
lectura que se practique al concepto de violación
sexto, se advierte que en el primer párrafo (foja 17
del juicio de amparo), la impetrante señala que: “El
artículo 73, 73 BIS, y 73 TER, 86, 86 BIS, 86 TER y
86 QUATER de la Ley Federal de Protección al
Consumidor son contrarios a las garantías de
igualdad, legalidad y seguridad jurídica,
consagradas en los artículos 4, 5, 13, 14, 16 y 17 de
la Constitución de la República”.--- Sin embargo, al

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AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

continuarse con la lectura de dicho motivo de


desacuerdo, se aprecia que no formula algún
razonamiento jurídico (ni de otro tipo) tendente a
evidenciar el porqué los artículos 86-BIS y 86-TER
de la ley reclamada, transgreden la ley suprema y,
por ende, sus garantías individuales, sino que,
como se aprecia, sin argumentar, concluye
gratuitamente en el último párrafo de ese concepto
de violación, que: “…todas esas disposiciones van
contra el objeto de la Ley propiamente…” (foja 17,
quinto párrafo); lo que desde luego, no representa
un concepto de violación, puesto que no expone
siquiera la causa de pedir.--- Por tanto, procede
sobreseer en el juicio, con fundamento en el
numeral 74, fracción III, de la Ley de Amparo, en
relación a los numerales citados.--- Por otra parte,
este cuerpo colegiado aprecia que el juzgador de
amparo nada dijo en relación a la
inconstitucionalidad aducida de los artículos 75, 85
y 86-QUATER de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, a pesar de que la lectura de los
conceptos de violación noveno, segundo y tercero,
respectivamente, ponen de manifiesto que esos
dispositivos legales, también fueron reclamados.---
Así, en principio es necesario determinar conocer
su contenido y, posteriormente verificar que este
tribunal revisor sea competente para efectuar su
estudio.--- El texto de dichas normas es el

12
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

siguiente:--- “ARTÍCULO 75”. (Se transcribe).---


“ARTÍCULO 85”. (Se transcribe).--- “ARTÍCULO 86-
QUATER”. (Se transcribe).--- De las transcripciones
anteriores se advierte que, en los contratos de
adhesión relacionados con inmuebles, deberá
contenerse cierta información; asimismo, se define
tal concepto, esto es, contrato de adhesión y se
especifica que uno celebrado en territorio nacional,
para su validez, deberá estar escrito en español y
sus caracteres legibles a simple vista, así como
que cualquier diferencia entre el texto de dicho
contrato registrado ante la Procuraduría Federal
del Consumidor y el utilizado en perjuicio de los
consumidores, se tendrá por no puesta.--- Esto es,
las normas en cuestión, por una parte, establecen
los elementos o requisitos que deben contenerse
en el contrato de adhesión a que se refieren y la
definición de éste y, por otra, precisan la sanción
que ameritará el hecho de que exista diferencia
entre el texto de uno de esos contratos registrados
ante la Procuraduría y el que se utilice en perjuicio
de los consumidores, de lo que no cuesta mayor
trabajo advertir que, desde su entrada en vigor,
establecen obligaciones y lineamientos que deben
ser observados.--- Por ello, la naturaleza jurídica de
esas disposiciones es de carácter autoaplicativa,
dado que por su sola entrada en vigor, obligan a
desplegar determinada conducta de hacer para

13
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

cumplir con la ley y por tanto, afectan desde ese


momento a los sujetos que se encuentren dentro
del supuesto normativo.--- Sin embargo, no es
posible proceder al estudio de los conceptos de
violación encaminados a demostrar la
inconstitucionalidad de los numerales en comento,
pues en relación a esos dispositivos legales no
existe jurisprudencia firme del más alto tribunal de
la nación; luego, al no advertirse tampoco la
existencia de causas de improcedencia cuyo
estudio hubiere emitido el a quo o que de oficio se
configuren, con fundamento en el punto primero,
fracción III, del acuerdo 5/2001, del Tribunal Pleno
de la Corte Suprema del país, este órgano
jurisdiccional se declara legalmente incompetente
para analizar tales cuestiones, dejando a salvo la
jurisdicción del Máximo Tribunal de la República,
para que tenga a bien resolver lo que proceda.---
SÉPTIMO (sic): En principio, debe señalarse que
los artículos 21, 22, 73, fracciones VI y XII, así como
el 114, fracción I, de la Ley de Amparo, establecen
las bases para la procedencia del juicio de
garantías cuando se impugnan normas de carácter
general atendiendo a su propia naturaleza, esto es,
si por su sola entrada en vigor afectan la esfera
jurídica del gobernado (autoaplicativas), o bien, si
requieren de un acto de autoridad o alguna
actuación equiparable que concrete la aplicación al

14
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

particular de la disposición jurídica combatida


(heteroaplicativas).--- En el primer caso, es
suficiente que el gobernado se ubique en el
supuesto previsto en un determinado ordenamiento
legal, que por su sola expedición le obliguen a
hacer o dejar de hacer, provocando la afectación a
su esfera jurídica, sin ningún acto ulterior de
autoridad, para que esté en posibilidad de
promover el juicio de garantías dentro del plazo de
treinta días, contados a partir de la entrada en vigor
del precepto u ordenamiento jurídico que se
reclame, en términos de lo dispuesto por el artículo
22 de la Ley de Amparo; en tanto que, en el
segundo caso, es indispensable la realización de
un acto de aplicación concreto y actual de la
disposición reclamada que imponga la observancia
del mandato legal, mismo que puede provenir de la
autoridad o de los propios particulares, para que se
produzca la actualización de la hipótesis normativa
y, entonces, el plazo con que cuenta el agraviado
para promover el juicio de garantías será de quince
días, conforme a la regla establecida en el artículo
21 de la ley de la materia.--- Sobre el particular tiene
aplicación la jurisprudencia 55/97, del tribunal
pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
que aparece publicado en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, página 5,
correspondiente al mes de julio de 1997, del tenor

15
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

literal siguiente:--- “LEYES AUTOAPLICATIVAS Y


HETEROAPLICATIVAS. DISTINCIÓN BASADA EN
EL CONCEPTO DE INDIVIDUALIZACIÓN
INCONDICIONADA”. (Se transcribe).--- Precisado lo
anterior, este tribunal estima fundado el primer
concepto de agravio, cuya lectura revela que la
recurrente únicamente combate el sobreseimiento
decretado por el a quo en relación a los artículos 73
TER, 86 y 87 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor que se reclama.--- En efecto,
esencialmente refiere que el primer numeral citado
impone cargas al quejoso, pues los requisitos que
prevé constituyen una obligación o una formalidad
necesaria para que pueda darse el registro del
contrato, la cual surge con la sola entrada en vigor
de las reformas a la ley impugnada; que la
obligación de que los contratos cumplan con
determinados requisitos, así como la obligación de
su registro ante la procuraduría, no requiere de un
acto de aplicación de autoridad, pues no se
especifica que el registro deba ser solicitado a
alguna autoridad, por lo que debe entenderse que
la obligación es automática. Agrega, que el carácter
autoaplicativo del numeral 87 de la ley mencionada,
se advierte de su contenido pues señala que el
registro de los contratos de adhesión debe ser
anterior a su uso, por lo que no ha lugar a
considerar que se trata de una norma

16
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

heteroaplicativa, puesto que no se necesita que se


celebre un contrato para registrarlo, sino que existe
la obligación de registrarlo aun antes de que se
pretenda celebrar y, finalmente expone que al
obligársele a registrar los contratos de adhesión
ante la procuraduría, ello implica además de una
obligación, una modificación, creación,
transformación o extinción de situaciones
concretas de derecho, sin que para ello sea
necesario el cumplimiento de alguna condición, de
lo que resulta, que es de naturaleza
autoaplicativa.--- Ahora, el artículo 73-TER de la Ley
Federal de Protección al Consumidor reclamados,
establecen (sic):--- “ARTÍCULO 73 TER”. (Se
transcribe).--- Del numeral reproducido se
desprende que los contratos a que alude el artículo
73 de la ley tildada de inconstitucional, para efectos
de su registro ante la Procuraduría Federal del
Consumidor, deberán de cumplir con determinados
requisitos, entre otros, que se encuentren escritos
en idioma español, los datos de identificación del
proveedor y del consumidor, el objeto del contrato,
el precio total de la operación, la forma de pago,
relación de los derechos y obligaciones, las penas
convencionales, las garantías para el cumplimiento
de contrato, etcétera.--- Luego, el diverso 86, a la
letra dice:--- “ARTÍCULO 86”. (Se transcribe).---
Numeral que prevé, que la Secretaría de Economía,

17
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

mediante normas oficiales mexicanas, podrá


sujetar contratos de adhesión a registro previo ante
la procuraduría, cuando impliquen o puedan
implicar prestaciones desproporcionadas a cargo
de los consumidores, u obligaciones abusivas.---
Por su parte, el numeral 87 de la legislación en
cuestión, literalmente dispone:--- “ARTÍCULO 87”.
(Se transcribe).--- El numeral reproducido, en lo que
interesa, establece que los contratos de adhesión
que deban registrarse y no se registren, no
producirá efectos contra el consumidor.--- Como se
ve, los preceptos jurídicos aludidos, imponen la
obligación desde su entrada en vigor, al establecer
que para el registro ante la Procuraduría Federal
del Consumidor de los contratos de adhesión,
éstos deben elaborarse cumpliendo con ciertas
formalidades, entre otras, estar redactado en
idioma español y en forma clara.--- Lo anterior pone
de manifiesto que, contrariamente a lo estimado
por el a quo, la naturaleza jurídica de esas
disposiciones de la norma reclamada son de
carácter autoaplicativa, dado que por su sola
entrada en vigor, obligan a desplegar determinada
conducta de hacer para cumplir con la ley y por
tanto, afectan desde ese momento a los sujetos
que se encuentren dentro del supuesto
normativo.--- Sobre el particular, tiene aplicación la
jurisprudencia 187, del tribunal pleno de la corte

18
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

suprema del país, visible en el Apéndice al


Semanario Judicial de la Federación, tomo I,
materia constitucional, página 185, del tenor literal
siguiente:--- “LEY AUTOAPLICATIVA”. (Se
transcribe).--- En el caso, la empresa quejosa
ofreció como prueba la escritura pública que obra a
fojas 32 a 42 del juicio de amparo, relativa al acta
constitutiva de dicha persona moral, en la que en lo
que interesa literalmente dice:--- (Se transcribe).---
Dicha documental, en términos de lo dispuesto por
los artículos 192 y 202 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a
la Ley de Amparo, es la idónea para demostrar que
la empresa agraviada se encuentra en los
supuestos de la ley.--- Lo anterior, porque con ella
la interesada justificó fehacientemente que el
objeto de su sociedad, entre otros, es el de
fraccionar, urbanizar, enajenar toda clase de
terrenos, casas o edificios y, por ese solo hecho
desde la entrada en vigor de la norma reclamada, le
genera un perjuicio personal y directo al imponerle
una obligación de hacer, consistente en que los
contratos de adhesión que debe registrar cumplan
ciertas formalidades, entre otras estar redactado en
idioma español y en forma clara, previo a su
utilización, so pena de que de no cumplir con esos
requisitos, carecerán de validez y por tanto, no
producirán efectos contra el consumidor.--- Pensar

19
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

en sentido contrario, es decir, exigir a la quejosa


que demuestre además que celebró contrato de
adhesión con algún consumidor, no sólo implicaría
cerrar las puertas de la justicia a la gobernada, sino
que además sería tanto como condicionar a la
individualización de un acto posterior de
aplicación, que es propio de normas
heteroaplicativas, que no es el caso.--- En esa
virtud, se estima que por las razones expuestas, la
empresa quejosa cuenta con un derecho legítimo
tutelado por la ley, que la faculta a ejercer la acción
constitucional.--- En consecuencia, al ser infundada
la causa de improcedencia invocada por el a quo,
en relación a los artículos 73-TER, 86 y 87 de la Ley
Federal de Protección al Consumidor, se revoca la
sentencia recurrida por cuanto a esos numerales se
refiere y, lo procedente sería examinar los
conceptos de violación que se vinculan con el
fondo del asunto, como dispone el artículo 91,
fracción II, ibídem, sin embargo, ello no es posible,
pues en relación a esos dispositivos legales no
existe jurisprudencia firme y, por ende, tomando en
consideración que no existen causales de
improcedencia cuyo estudio hubiere emitido el a
quo o que de oficio se adviertan, con fundamento
en el punto primero, fracción III, del acuerdo 5/2001,
del tribunal pleno de la corte suprema del país, este
órgano jurisdiccional se declara legalmente

20
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

incompetente para resolverlo, por lo que se deja a


salvo la jurisdicción del máximo tribunal de la
república, para que tenga a bien resolver lo que
proceda.--- Tampoco es el caso examinar el
segundo agravio expuesto por la recurrente, en
razón de que ahí controvierte la negativa del
amparo decretada por el a quo, en relación con los
artículos 19, 73 y 73-BIS de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, lo que de suyo implica
la subsistencia del problema de
inconstitucionalidad planteado por la impetrante;
por lo que, si respecto de tales actos no existe
causa de improcedencia que no haya sido
analizada o que oficiosamente se aprecie, con
idéntico fundamento al señalado en el párrafo
anterior, se estima que este tribunal carece de
competencia legal para pronunciarse sobre el
particular, por lo que se deberá remitir el presente
expediente y sus anexos al máximo tribunal de la
República, para que determine lo conducente
respecto al problema de inconstitucionalidad que
prevalece, en virtud de que sobre el tópico en
cuestión no se ha establecido jurisprudencia.--- Y,
finalmente, idéntica situación acontece por cuanto
a los artículos 75, 85 y 86-QUATER de la ley tildada
de inconstitucional, cuyo examen omitió el
juzgador, tal como se dijo en el considerando sexto
de esta ejecutoria, por lo que también respecto de

21
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

estos actos se reserva jurisdicción al más alto


tribunal de la nación” (fojas 57-73 del toca 921/2005).

TERCERO. Para mejor comprensión del asunto debe


determinarse la materia de la litis en el presente asunto.

No se analiza la constitucionalidad de los artículos 82, 92


BIS, 92 TER, 100, 114 BIS, 128, 128 BIS, 129 BIS y 133, así
como primero, segundo y tercero transitorios de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el cuatro de febrero de dos mil cuatro; por haberse
dejado intocado el sobreseimiento decretado por el Juez Federal
en la sentencia recurrida.

Por otro lado, el Tribunal Colegiado tuvo como reclamados


los artículos 86 BIS y 86 TER de la propia ley, decretando el
sobreseimiento del juicio respecto de dichos preceptos.

El órgano colegiado, tuvo como reclamados los artículos 75,


85 y 86 QUATER, del propio ordenamiento, sin entrar al estudio
de su constitucionalidad; considerando además que procedía
levantar el sobreseimiento decretado respecto de los diversos
artículos 73 TER, 86 y 87 de la misma ley y que no era el caso
examinar los conceptos de violación hechos valer, así como
tampoco el segundo agravio expuesto por la recurrente en el que
se controvierte la negativa del amparo decretada por el a quo en
relación con los artículos 19, 73 y 73 BIS de la Ley Federal de
Protección al Consumidor.

22
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Precisado lo anterior y por cuestión de técnica se procede al


análisis del segundo agravio que formula la parte recurrente.

CUARTO. En el segundo de los agravios que hace valer la


quejosa recurrente controvierte la negativa de amparo por lo que
hace a los artículos 19, 73 y 73 BIS de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, argumentando lo siguiente.

1. En su primer concepto de violación la quejosa no se dolió


de las reglas técnico operativas que puede dictar la Procuraduría
Federal del Consumidor, como lo consideró el a quo, sino de
aquellas previstas en el artículo 19, en el que se otorga esa
facultad a la Secretaría de Economía y contrariamente a lo que
aduce el a quo las mismas no pueden tener ese carácter por
referirse a requisitos para la validez de los contratos.

2. Que al analizar el séptimo concepto de violación, se


califica como mercantil la regulación sobre bienes inmuebles,
siendo ello incorrecto, por tratarse precisamente de esos bienes
dedicados a uso habitacional, por lo que debió ser la legislatura
local quien regulara sobre dicha materia de conformidad con el
artículo 124 constitucional, ya que se trata de materia civil que
debe regirse por las leyes locales.

3. La ley impugnada impone cargas sólo a una de las partes,


siendo para ella las consecuencias fatales, como lo es la sanción
de que de no registrarse el contrato de adhesión sólo surtirá

23
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

efectos para una de las partes, lo que implica un trato


discriminatorio en términos del artículo 1° constitucional, el cual
no basta que se justifique con la justicia social, debido a que
atenta contra la misma; siendo que tal discriminación no se da al
impugnarse en lo individual dicha medida, ya que no aplica a
todos los que caigan en el supuesto de la ley, sino se da entre las
partes contratantes, al haber un trato desigual y descriminatorio
entre ellos.

4. La obligación de registrar los contratos de adhesión


desalientan la construcción e impone medidas injustas que
también llevan a tal desaliento al no surtir efectos el contrato para
una de las partes cuando no se dé ese registro, violando con ello
además la seguridad jurídica de una de las partes, al estar
permitido que arbitrariamente se realicen prácticas inequitativas,
rompiéndose el principio de bilateralidad y sobretodo el de
igualdad.

El agravio que se analiza es, por una parte, fundado pero


inoperante; por otra, infundado y, en una más, inoperante, en
atención a las consideraciones siguientes:

En relación con el primero de los argumentos planteados por


el quejoso debe puntualizarse que los artículos 2, fracción III, y 19
de la Ley Federal de Protección al Consumidor establecen:

“ARTÍCULO 2o.- Para los efectos de esta ley, se


entiende por:

24
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

(REFORMADA, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


III. Secretaría: la Secretaría de Economía, y …”.

(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 4 DE


FEBRERO DE 2004)

“ARTÍCULO 19.- La Secretaría determinará la


política de protección al consumidor, que
constituye uno de los instrumentos sociales y
económicos del Estado para favorecer y promover
los intereses y derechos de los consumidores. Lo
anterior, mediante la adopción de las medidas que
procuren el mejor funcionamiento de los mercados
y el crecimiento económico del país.

(ADICIONADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


Dicha Secretaría está facultada para expedir
normas oficiales mexicanas y normas mexicanas
respecto de:

I. Productos que deban expresar los elementos,


substancias o ingredientes de que estén
elaborados o integrados así como sus
propiedades, características, fecha de caducidad,
contenido neto y peso ó masa drenados, y demás
datos relevantes en los envases, empaques,
envolturas, etiquetas o publicidad, que incluyan los
términos y condiciones de los instructivos y
advertencias para su uso ordinario y conservación;

II. La tolerancia admitida en lo referente a peso y


contenido de los productos ofrecidos en envases o
empaques, así como lo relativo a distribución y
manejo de gas L. P.;

III. La forma y términos en que deberá incorporarse


la información obligatoria correspondiente en los
productos a que se refieren las fracciones
anteriores;

25
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

IV. Los requisitos de información a que se


someterán las garantías de los productos y
servicios, salvo que estén sujetos a la inspección o
vigilancia de otra dependencia de la administración
pública federal, en cuyo caso ésta ejercerá la
presente atribución;

V. Los requisitos que deberán cumplir los sistemas


y prácticas de comercialización de bienes;

VI. Los productos que deberán observar requisitos


especiales para ostentar el precio de venta al
público de los productos, cualesquiera que éstos
sean, en sus envases, empaques o envolturas o
mediante letreros colocados en el lugar donde se
encuentren para su expendio, donde se anuncien u
ofrezcan al público, así como la forma en que
deberán ostentarse;

VII. Los términos y condiciones a que deberán


ajustarse los modelos de contratos de adhesión
que requieran de inscripción en los términos de
esta ley;

VIII. Características de productos, procesos,


métodos, sistemas o prácticas industriales,
comerciales o de servicios que requieran ser
normalizados de conformidad con otras
disposiciones; y

IX. Los demás que establezcan esta ley y otros


ordenamientos.

(ADICIONADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


La Secretaría, en los casos en que se requiera,
emitirá criterios y lineamientos para la
interpretación de las normas a que se refiere este
precepto.”

26
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Ahora, si bien el Juez de Distrito en la sentencia recurrida


omitió pronunciarse en relación con el argumento que sostuvo la
parte quejosa en su demanda de garantías, en cuanto a las
facultades que en el artículo 19 de la Ley Federal del Consumidor
se otorgan a la Secretaría de Economía, lo cierto es aun cuando
fundado el argumento en estudio resulta insuficiente para revocar
dicha sentencia, pues como se advierte del precepto que se
reclama, la facultad otorgada dicha Secretaría no se constriñó por
el legislador a la emisión de reglas técnico-operativas, sino a
normas oficiales mexicanas, por lo que los razonamientos que
aduce en cuanto a que exceden esa naturaleza por referirse a
cuestiones que no son meramente técnico operativas, parten de
una premisa errónea y, por tanto, deben desestimarse.

Además, debe puntualizarse que los artículos 86, 87, 19 y


29 de la Ley Federal del Consumidor, en su parte respectiva
establecen.

“Artículo 86.- La Secretaría, mediante normas


oficiales mexicanas podrá sujetar contratos de
adhesión a registro previo ante la Procuraduría
cuando impliquen o puedan implicar prestaciones
desproporcionadas a cargo de los consumidores,
obligaciones inequitativas o abusivas, o altas
probabilidades de incumplimiento.

Las normas podrán referirse a cualesquiera


términos y condiciones, excepto precio.

Los contratos de adhesión sujetos a registro


deberán contener una cláusula en la que se
determine que la Procuraduría será competente en

27
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

la vía administrativa para resolver cualquier


controversia que se suscite sobre la interpretación
o cumplimiento de los mismos. Asimismo, deberán
señalar el número de registro otorgado por la
Procuraduría.”

“Artículo 87.- En caso de que los contratos de


adhesión requieran de registro previo ante la
Procuraduría, los proveedores deberán
presentarlos ante la misma antes de su utilización y
ésta se limitará a verificar que los modelos se
ajusten a lo que disponga la norma
correspondiente y a las disposiciones de esta ley, y
emitirá su resolución dentro de los treinta días
siguientes a la fecha de presentación de la solicitud
de registro. Transcurrido dicho plazo sin haberse
emitido la resolución correspondiente, los modelos
se entenderán aprobados y será obligación de la
Procuraduría registrarlos, quedando en su caso
como prueba de inscripción la solicitud de registro.
Para la modificación de las obligaciones o
condiciones de los contratos que requieran de
registro previo será indispensable solicitar la
modificación del registro ante la Procuraduría, la
cual se tramitará en los términos antes señalados.

Los contratos que deban registrarse conforme a


esta ley, las normas oficiales mexicanas y demás
disposiciones aplicables, y no se registren, así
como aquéllos cuyo registro sea negado por la
Procuraduría, no producirán efectos contra el
consumidor.”

“Artículo 19.- La Secretaría determinará la política


de protección al consumidor, que constituye uno
de los instrumentos sociales y económicos del
Estado para favorecer y promover los intereses y
derechos de los consumidores. Lo anterior,
mediante la adopción de las medidas que procuren

28
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

el mejor funcionamiento de los mercados y el


crecimiento económico del país.

Dicha Secretaría está facultada para expedir


Normas Oficiales Mexicanas y normas mexicanas
respecto de:
(…)
VII.- Los términos y condiciones a que deberán
ajustarse los modelos de contratos de adhesión
que requieran de inscripción en los términos de
esta ley.”

“Artículo 24.- La Procuraduría tiene las siguientes


atribuciones:
(…)
XV.- Registrar los contratos de adhesión que lo
requieran, cuando cumplan la normatividad
aplicable, y organizar y llevar el Registro Público de
contratos de adhesión.”

Ahora bien, la Ley Federal sobre Metrología y Normalización


vigente establece que ésta regirá en toda la República y sus
disposiciones son de orden público e interés social, su aplicación
y vigilancia corresponde al Ejecutivo Federal, por conducto de las
dependencias de la Administración Pública Federal que tengan
competencia en las materias reguladas en este ordenamiento, y
prevé que por Norma Oficial Mexicana, debe entenderse la
regulación técnica de observancia obligatoria expedida por las
dependencias competentes, de acuerdo a las reglas,
especificaciones, atributos, directrices, características o
prescripciones aplicables a un producto, proceso, instalación,
sistema, actividad, servicio o método de producción u operación,
así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje,

29
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

marcado o etiquetado y las que se refieran a su cumplimiento o


aplicación.

Lo anterior, se advierte de lo establecido en los siguientes


preceptos de la ley en cita, que se transcriben, en la parte que
interesa para el presente estudio:

“Artículo 1º.- La presente Ley regirá en toda la


República y sus disposiciones son de orden
público e interés social. Su aplicación y vigilancia
corresponde al Ejecutivo Federal, por conducto de
las dependencias de la administración pública
federal que tengan competencia en las materias
reguladas en este ordenamiento. Siempre que en
esta Ley se haga mención a la "Secretaría", se
entenderá hecha a la Secretaría de Comercio y
Fomento Industrial.”

“Artículo 2º.- Esta Ley tiene por objeto:


I.- En materia de Metrología:
(…)
II.- En materia de normalización, certificación,
acreditamiento y verificación:
a) Fomentar la transparencia y eficiencia en la
elaboración y observancia de normas oficiales
mexicanas y normas mexicanas;
b) Instituir la Comisión Nacional de Normalización
para que coadyuve en las actividades que sobre
normalización corresponde realizar a las distintas
dependencias de la administración pública federal;
c) Establecer un procedimiento uniforme para la
elaboración de normas oficiales mexicanas por las
dependencias de la administración pública federal;
d) Promover la concurrencia de los sectores
público, privado, científico y de consumidores en la
elaboración y observancia de normas oficiales
mexicanas y normas mexicanas;

30
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

(…)
g) En general, divulgar las acciones de
normalización y demás actividades relacionadas
con la materia.”

“Artículo 3º.- Para los efectos de esta Ley, se


entenderá por:
(…)
X.- Norma Mexicana: la que elabore un organismo
nacional de normalización, o la Secretaría, en los
términos de esta Ley, que prevé para un uso común
y repetido reglas, especificaciones, atributos,
métodos de prueba, directrices, características o
prescripciones aplicables a un producto, proceso,
instalación, sistema, actividad, servicio o método
de producción u operación, así como aquellas
relativas a terminología, simbología, embalaje,
marcado o etiquetado;
X-A.- Norma o lineamiento internacional: la norma,
lineamiento o documento normativo que emite un
organismo internacional de normalización u otro
organismo internacional relacionado con la
materia, reconocido por el gobierno mexicano en
los términos del derecho internacional;
XI.- Norma Oficial Mexicana: la regulación técnica
de observancia obligatoria expedida por las
dependencias competentes, conforme a las
finalidades establecidas en el artículo 40, que
establece reglas, especificaciones, atributos,
directrices, características o prescripciones
aplicables a un producto, proceso, instalación,
sistema, actividad, servicio o método de
producción u operación, así como aquellas
relativas a terminología, simbología, embalaje,
marcado o etiquetado y las que se refieran a su
cumplimiento o aplicación;
(…)
XIII.- Organismos nacionales de normalización: las
personas morales que tengan por objeto elaborar
normas mexicanas;
(…).”

31
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

“Artículo 38.- Corresponde a las dependencias


según su ámbito de competencia:
I.- Contribuir en la integración del Programa
Nacional de Normalización con las propuestas de
normas oficiales mexicanas;
II.- Expedir normas oficiales mexicanas en las
materias relacionadas con sus atribuciones y
determinar su fecha de entrada en vigor;
III.- Ejecutar el Programa Nacional de Normalización
en sus respectivas áreas de competencia;
(…)
VII.- Coordinarse en los casos que proceda con
otras dependencias para cumplir con lo dispuesto
en esta Ley y comunicar a la Secretaría su opinión
sobre los proyectos de regulaciones técnicas de
otros países, en los términos de los acuerdos y
tratados internacionales en los que los Estados
Unidos Mexicanos sea parte;
(…)
IX.- Las demás atribuciones que le confiera la
presente Ley y su reglamento.”

“Artículo 39.- Corresponde a la Secretaría, además


de lo establecido en el artículo anterior:
I.- Integrar el Programa Nacional de Normalización
con las normas oficiales mexicanas y normas
mexicanas que se pretendan elaborar anualmente;
II.- Codificar las normas oficiales mexicanas por
materias y mantener el inventario y la colección de
las normas oficiales mexicanas y normas
mexicanas, así como de las normas internacionales
y de otros países;
(…)
V.- Expedir las normas oficiales mexicanas a que
se refieren las fracciones I a IV, VIII, IX, XII, XV y
XVIII del artículo 40 de la presente Ley, en las áreas
de su competencia;
(…)
VII.- Coordinarse con las demás dependencias
para el adecuado cumplimiento de las

32
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

disposiciones de esta Ley, en base a las


atribuciones de cada dependencia;
VIII.- Participar con voz y voto en los comités
consultivos nacionales de normalización en los que
se afecten las actividades industriales o
comerciales;
(…)
XI.- Fungir como centro de información en materia
de normalización y notificar las normas oficiales
mexicanas conforme a lo dispuesto en los
acuerdos y tratados internacionales de los que los
Estados Unidos Mexicanos sea parte, para lo cual
las dependencias deberán proporcionarle
oportunamente la información necesaria; y
XII.- Las demás facultades que le confiera la
presente Ley y su reglamento.”

“Artículo 40.- Las Normas Oficiales Mexicanas


tendrán como finalidad establecer:
I.- Las características y/o especificaciones que
deban reunir los productos y procesos cuando
éstos puedan constituir un riesgo para la seguridad
de las personas o dañar la salud humana, animal,
vegetal, el medio ambiente general y laboral, o para
la preservación de recursos naturales;
II.- Las características y/o especificaciones de los
productos utilizados como materias primas o
partes o materiales para la fabricación o ensamble
de productos finales sujetos al cumplimiento de
Normas Oficiales Mexicanas, siempre que para
cumplir las especificaciones de éstos sean
indispensables las de dichas materias primas,
partes o materiales;
III.- Las características y/o especificaciones que
deban reunir los servicios cuando éstos puedan
constituir un riesgo para la seguridad de las
personas o dañar la salud humana, animal, vegetal
o el medio ambiente general y laboral o cuando se
trate de la prestación de servicios de forma
generalizada para el consumidor;
(…)

33
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

XII.- La determinación de la información comercial,


sanitaria, ecológica, de calidad, seguridad e higiene
y requisitos que deben cumplir las etiquetas,
envases, embalaje y la publicidad de los productos
y servicios para dar información al consumidor o
usuario;
(…)
XVIII.- Otras en que se requiera normalizar
productos, métodos, procesos, sistemas o
prácticas industriales, comerciales o de servicios
de conformidad con otras disposiciones legales,
siempre que se observe lo dispuesto por los
artículos 45 a 47.
Los criterios, reglas, instructivos, manuales,
circulares, lineamientos, procedimientos u otras
disposiciones de carácter obligatorio que requieran
establecer las dependencias y se refieran a las
materias y finalidades que se establecen en este
artículo, sólo podrán expedirse como normas
oficiales mexicanas conforme al procedimiento
establecido en esta Ley.”

Asimismo, los artículos 41 a 51 de la Ley Federal sobre


Metrología y Normalización señalan los requisitos que deben
reunir las Normas Oficiales Mexicanas, el procedimiento para su
elaboración, autoridades competentes para su aplicación,
modificación, etcétera.

En ese orden de ideas, se colige que si bien es deseable


que la Secretaría de Economía emita Normas Oficiales Mexicanas
en las materias que la citada ley prevé, ello no es forzoso ni
obligatorio para el cumplimiento de la ley (en el caso la Ley
Federal de Protección al Consumidor) que rija el acto y materia de
que se trate.

34
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Por tanto, si en la Ley Federal de Protección al Consumidor


se establece la obligación de que los proveedores de
determinados bienes o servicios deban registrar ante la
Procuraduría Federal del Consumidor, los contratos de adhesión
que celebren con los consumidores, es inconcuso que están
obligados por disposición expresa del legislador ordinario a
cumplir con tal mandato, sin que sea óbice la inexistencia de
alguna Norma Oficial Mexicana que rija la materia de que se trate,
o bien, que existiendo ésta (la cual es de carácter federal y de
observancia obligatoria) prevea u omita establecer tal
circunstancia, pues se insiste, la obligación del registro de los
contratos de adhesión deriva de lo ordenado por la ley en cita.

Consecuentemente, no se afecta la seguridad jurídica de los


proveedores, pues en virtud de los razonamientos expuestos, se
colige que en la especie, no es condición necesaria para la
inscripción de los contratos de adhesión que la Secretaría de
Economía (antes de Comercio y Fomento Industrial), haya
expedido Norma Oficial Mexicana alguna que establezca las
condiciones de los contratos de adhesión sobre compraventa de
inmuebles destinados a casa habitación, ya que los que con tal
motivo celebran proveedores y consumidores ya se encuentran
regulados expresamente por la Ley Federal de Protección al
Consumidor, en cuanto a su contenido, aprobación y registro ante
la Procuraduría respectiva, según se advierte de lo establecido en
el artículo 73 de la ley en estudio, que dice:

35
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

“Artículo 73.- Los actos relacionados con


inmuebles sólo estarán sujetos a esta ley, cuando
los proveedores sean fraccionadores,
constructores, promotores y demás personas que
intervengan en la asesoría y venta al público de
viviendas destinadas a casa habitación o cuando
otorguen al consumidor el derecho de usar
inmuebles mediante el sistema de tiempo
compartido, en los términos de los artículos 64 y 65
de la presente ley.

Los contratos relacionados con las actividades a


que se refiere el párrafo anterior, deberán
registrarse ante la Procuraduría.”

Lo anterior, con independencia de que en un momento


posterior la Secretaría expida la Norma Oficial Mexicana que
adapte, modifique o sustituya las condiciones vigentes en la
actualidad, conforme a las necesidades sociales que así lo
demanden.

Por otro lado, debe declararse infundado el argumento


sintetizado con el número 2, conforme al criterio sostenido por el
Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
números 96/2005, 97/2005 y 105/2005, aprobadas, la primera, en
sesión de catorce de julio de dos mil cinco, y las dos últimas en
sesión de quince de ese mes y año, pendientes de publicación,
que dicen:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS


73, PÁRRAFO SEGUNDO, 86 Y 87 DE LA LEY
FEDERAL RELATIVA, AL ESTABLECER QUE LOS

36
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

CONTRATOS A QUE SE REFIEREN DEBEN


REGISTRARSE EN LA PROCURADURÍA FEDERAL
DEL CONSUMIDOR NO VIOLAN LA SOBERANÍA DE
LOS ESTADOS. Del artículo 121, fracciones I y II, de
la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos se advierte que los bienes inmuebles se
rigen por la ley del lugar de su ubicación, por lo
que los contratos traslativos de la propiedad sólo
pueden inscribirse en las instituciones registrales
de las entidades federativas correspondientes.
Ahora bien, los artículos 73, párrafo segundo, 86 y
87 de la Ley Federal de Protección al Consumidor
no violan el citado precepto constitucional, en
cuanto establecen que los contratos relacionados
con el fraccionamiento, construcción, promoción,
asesoría y venta al público de viviendas destinadas
a casa habitación, o cuando otorguen al
consumidor el derecho de usar inmuebles mediante
el sistema de tiempo compartido, deben registrarse
en la Procuraduría Federal del Consumidor, pues
dicho registro no recae sobre los actos traslativos
de dominio, sino respecto de los contratos
comerciales que en relación con esos inmuebles se
realizan entre proveedores y consumidores, con la
clara finalidad de ejercer un control administrativo
de tipo tutelar en favor de los consumidores,
derivado del artículo 28 constitucional”.

37
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL CONGRESO


DE LA UNIÓN, EN USO DE LAS FACULTADES
PARA LEGISLAR EN ESA MATERIA, QUE LE
OTORGAN LOS ARTÍCULOS 73, FRACCIONES X Y
XXIX-E, 25 Y 28 CONSTITUCIONALES, CREÓ LA
PROCURADURÍA RELATIVA Y EMITIÓ
DISPOSICIONES EN DEFENSA DE LOS
CONSUMIDORES. Del examen integral y
sistemático de los citados preceptos se advierte
que compete al Congreso de la Unión legislar en
materias de comercio y de protección a los
consumidores, a quienes el Poder Reformador
considera necesario tutelar, por estimar que se
encuentran en desventaja frente a los proveedores
que conforman la parte dominante en la relación
comercial. En uso de esa facultad el legislador, en
términos del artículo 20 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, creó la Procuraduría
Federal del Consumidor como un organismo
descentralizado de servicio social, con
personalidad jurídica y patrimonio propio, con
funciones de autoridad administrativa y encargada
de promover y proteger los derechos e intereses
del consumidor, procurando la equidad y seguridad
jurídica en sus relaciones con los proveedores,
para evitar que acepte relaciones jurídicas injustas;
esto es, sus funciones son de carácter preventivo,
educativo, de representación y procuración, y de

38
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

resolución de conflictos. Y en los artículos 73, 73


BIS, 73 TER, 75, 86, párrafo tercero, y 87, de la
misma ley estableció, en defensa de los
consumidores, modalidades, condiciones y
requisitos que los proveedores deben cumplir
previamente a la celebración de contratos
relacionados con el fraccionamiento, construcción,
promoción, asesoría y venta al público de viviendas
destinadas a casa habitación, o cuando otorguen al
consumidor el derecho de usar inmuebles mediante
el sistema de tiempo compartido”.

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO 87


DE LA LEY FEDERAL RELATIVA NO PUGNA CON
LA FACULTAD EXCLUSIVA DE LOS ESTADOS Y
DEL DISTRITO FEDERAL PARA LEGISLAR EN
MATERIA CONTRACTUAL CIVIL Y DE BIENES
INMUEBLES. Si bien es cierto que el citado
dispositivo impide que surta efectos en contra del
consumidor un contrato relacionado con viviendas
destinadas a casa habitación o de tiempo
compartido, cuando el proveedor no lo registró
previamente ante la Procuraduría Federal del
Consumidor, también lo es que ello no pugna con
la facultad exclusiva de los Estados y del Distrito
Federal para legislar en materia contractual civil y
de bienes inmuebles. Ello es así, porque el artículo
87 de la Ley Federal de Protección al Consumidor

39
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

contiene una regulación específica de la materia


mercantil y de protección al consumidor, ambas de
carácter federal, referida a los acuerdos de
voluntades entre proveedores y consumidores
sobre la venta de los inmuebles indicados y, en ese
orden, no es posible contrastarlo con el diverso
121, fracción II, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en tanto que ambos
aluden a cuestiones diversas: por un lado, la norma
federal sobre la materia de protección al
consumidor regula una obligación a cargo de
comerciantes y, por otro, la norma sobre la materia
de bienes inmuebles dispone que éstos se rigen
por la ley del lugar donde se encuentran. Además,
tampoco se vulnera la facultad de legislar en la
materia contractual civil de las entidades
federativas y del Distrito Federal, pues el citado
artículo 87 no rige tal materia, sino que se limita a
imponer obligaciones a quien tiene el carácter de
proveedor, esto es, alguien con la calidad de
comerciante y que, por ello, está sujeto a las
normas federales, tanto en materia de comercio
como de protección al consumidor”.

Por otra parte, los argumentos sintetizados con los números


3 y 4 devienen inoperantes, pues en el mismo se introducen
cuestiones que no fueron planteados en los conceptos de
violación y se omite controvertir consideraciones torales de la

40
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

sentencia del a quo, consistentes fundamentalmente en la


siguiente:

“En el concepto de violación octavo, la impetrante


señala que se viola el artículo 25 de la norma
superior, porque se comete un error legislativo, que
se encuentra encaminado a desalentar la actividad
de la construcción.--- ... Aunado a lo anterior, de la
norma en estudio no se desprende como lo expone
la impetrante la garantías, el derecho sustantivo a
la igualdad, por lo que el argumento de la quejosa
deviene inoperante, ya que omite realizar la
demostración de la contravención de la norma
constitucional protegida (garantía de igualdad), por
lo que ordena la ley tildada de inconstitucional, es
decir; la quejosa únicamente se limita a realizar
manifestaciones relativas al artículo 25 del pacto
federal, sin embargo la garantía de igualdad, se
encuentra prevista en el artículo 1° del mismo
ordenamiento, del cual no expone argumento
alguno, por lo tanto, es insuficiente el concepto de
violación y deviene inoperante.--- Sirve de sustento
la tesis de jurisprudencia de la Novena Época,
sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XII,
Septiembre de 2000, Tesis: P. CXXXIII/2000, página:
27, que establece: “IGUALDAD. LOS CONCEPTOS

41
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

DE VIOLACIÓN QUE SE HAGAN VALER RESPECTO


A LA GARANTÍA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1o.
DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, NO PUEDEN
ENTENDERSE SI NO ES EN RELACIÓN DIRECTA
CON LAS LIBERTADES QUE ÉSTA CONSAGRA.---
… el hecho de que el quejoso alegue que sólo se
obliga a determinadas personas morales (que
tienen fin comercial), y no así a profesionales
intermediarios del mercado inmobiliario,
instituciones de crédito, propicia un monopolio y
desigualdad, es desacertado. Ello es así habida
cuanta que la propia ley en el artículo primero
establece que el objeto de la ley es promover y
proteger los derechos y cultura del consumidor y
procurar la equidad entre las relaciones de
proveedores y consumidores.--- Por otra parte, en
el artículo segundo se establece qué debe
entenderse por proveedor, fijándose como la
personas física o moral que habitual o
periódicamente ofrece, distribuye, vende , arrienda
o concede el uso o disfrute de bienes, productos y
servicios, por ende es infundado el sentido que la
agraviada pretende dar, pues una persona física
que esporádicamente vende un inmueble casa
habitación, no puede darse el tratamiento de aquel
que hace de su actividad cotidiana la asesoría,
venda, construcción y en general promoción de

42
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

bienes inmuebles, pues éstos si son sujetos de la


norma”.

Cabe mencionar que los agravios constituyen la base de la


revisión y en ellos deben contenerse las razones legales que
estima la recurrente para que la Suprema Corte, con base en
ellos, pueda determinar sobre la validez de la sentencia recurrida,
de manera que si el agravio no las contiene, no puede convenirse
que existe base legal para examinar las consideraciones de la
sentencia.

En el presente caso, los agravios vertidos por la parte


recurrente no controvierten en su totalidad el fallo recurrido, pues
no impugnan directamente los argumentos expuestos por el
juzgador, así como tampoco atacan los fundamentos legales y
consideraciones en que se sustentó el mismo, por lo que procede
declarar inoperante el agravio que se hace valer, máxime que no
se está en el caso de suplir la deficiencia de la queja en términos
del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo.

Tiene aplicación la siguiente jurisprudencia:

Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: IV, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1989
Tesis: 3a./J. 30 13/89
Página: 277

43
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS


QUE NO COMBATEN LAS CONSIDERACIONES DE
LA SENTENCIA RECURRIDA Y NO SE DA NINGUNO
DE LOS SUPUESTOS DE SUPLENCIA DE LA
DEFICIENCIA DE LOS MISMOS. Si en la sentencia
recurrida el Juez de Distrito expone diversas
consideraciones para sobreseer en el juicio y negar
el amparo solicitado respecto de los actos
reclamados de las distintas autoridades señaladas
como responsables en la demanda de garantías, y
en el recurso interpuesto lejos de combatir la
totalidad de esas consideraciones el recurrente se
concreta a esgrimir una serie de razonamientos, sin
impugnar directamente los argumentos expuestos
por el juzgador para apoyar su fallo, sus agravios
resultan inoperantes; siempre y cuando no se dé
ninguno de los supuestos de suplencia de la
deficiencia de los mismos, que prevé el artículo 76
bis de la Ley de Amparo, pues de lo contrario,
habría que suplir esa deficiencia, pasando por alto
la inoperancia referida”.

QUINTO. En atención a lo dispuesto en el artículo 91,


fracción I, de la Ley de Amparo, esta Primera Sala procede al
estudio de los conceptos de violación cuyo análisis omitió el Juez
de Distrito en relación con los artículos 73 TER, 75, 85, 86, 86
QUATER y 87 de la Ley Federal del Consumidor, reformados en
decreto publicado el cuatro de febrero de dos mil cuatro.

44
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

En dichos conceptos de violación en síntesis, se aduce lo


siguiente:

1. El artículo 85 reclamado, en su segundo párrafo, se


refiere exclusivamente a los contratos celebrados en el territorio
nacional y no así a aquellos celebrados en el extranjero que
surtan efectos en dicho territorio, por lo que se hace una distinción
injustificable y se da un trato privilegiado a los comerciantes
extranjeros.

2. Conforme al artículo 73 TER reclamado, todos los


contratos de adhesión deberán estar escritos en español, por lo
que en términos del artículo 85 citado, sólo pueden estar escritos
en lengua diversa al español los que no se celebren en territorio
mexicano y, por tanto, al no estar en ese idioma no son contratos
de adhesión para efectos de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, sin considerar que los celebrados en el extranjero
pueden surtir efectos en México.

3. Los artículos 86 QUATER y 87 reclamados, transgreden


las garantías de libertad de comercio, trabajo y de audiencia, así
como las de legalidad y seguridad jurídica al introducir el registro
de los contratos de adhesión, como requisito de eficacia, toda vez
que se contrarían normas elementales del Derecho Privado
Mexicano, como son los artículos 1794 y 1795 del Código Civil
Federal y 78 y 81 del Código de Comercio, por lo que se produce

45
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

una colisión de sistemas normativos provocando con ello la


inconstitucionalidad de las normas impugnadas.

4. El artículo 87 reclamado transgrede las garantías de


libertad de comercio, trabajo y de audiencia, así como las de
legalidad y seguridad jurídica, porque la sanción prevista para los
contratos de adhesión no registrados puede ser aprovechada por
el consumidor según convenga a sus intereses, lo que determina
un desequilibrio entre las partes.

5. El artículo 86 impugnado, transgrede las garantías de


libertad de comercio, trabajo y de audiencia, así como las de
legalidad y seguridad jurídica, porque atribuye a la Procuraduría
Federal del Consumidor la facultad de decir el derecho con fuerza
vinculante para el gobernado, no obstante que es un atributo
exclusivo de la autoridad judicial, pues al establecer como sanción
que no surta efectos un contrato no inscrito y permitir a dicha
Procuraduría determinar precisamente cuándo un contrato debe o
no ser inscrito, por cumplir o no con los requisitos legales de
acuerdo a su criterio, le atribuye facultades para interpretar con
efectos vinculatorios y establecer con fuerza obligatoria la validez
de un contrato.

6. Los artículos 73 TER, 86 y 86 QUATER, transgreden las


garantías de igualdad, legalidad y seguridad jurídica, toda vez que
van mas allá de lo establecido en la Constitución al disponer que
todos los contratos de adhesión deberán ser registrados y, de no
ser así, no surtirá efectos respecto del consumidor, el cual,

46
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

incluso, puede dejar de cumplir con las obligaciones que hubiere


contraído, rompiendo el equilibrio que debe existir entre las
partes.

7. Procede excluir de la esfera jurídica de la quejosa las


disposiciones del artículo 73 TER, toda vez que el Congreso de la
Unión invade las facultades que se entienden reservadas para las
Entidades Federativas.

8. Los artículos 73, 73 TER, fracción XV, y 75, reclamados


transgreden el derecho que tienen los gobernados a que se les
administre justicia por los Tribunales en forma pronta y expedita,
de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 17 constitucional, al
obligarlos a celebrar contratos de adhesión con los consumidores,
conforme al último párrafo del artículo 86 de la propia ley, ya que
hace obligatorio para las partes que celebren el contrato a
someterse al arbitraje de una dependencia del Ejecutivo, como lo
es, la Procuraduría Federal del Consumidor, privando al
gobernado de su facultad de someter sus diferencias ante
autoridad jurisdiccional.

9. El artículo 73 TER reclamado transgrede las garantías,


libertad de comercio, así como las de legalidad y seguridad
jurídica al obligar a las partes a celebrar contratos de
compraventa de inmuebles destinados a la habitación con
determinadas obligaciones y requisitos, sustituyéndose el
legislador en la voluntad de los gobernados; imponiéndoles de
cumplir.

47
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

SEXTO. Los conceptos de violación que se analizan, son


por una parte inoperantes y, por la otra, infundados, en atención a
las consideraciones siguientes.

En principio debe declararse inoperante el argumento que


hace valer la parte quejosa y que se sintetiza en el número 3, en
atención a que se constriñe a tratar de evidenciar la
contraposición de la Ley Federal de Protección al Consumidor,
con diversos ordenamientos federales, lo cual no puede derivar
en una declaración de inconstitucionalidad, pues ello únicamente
resulta en cuanto un precepto legal se contrapone de manera
directa a un artículo de la Constitución General de la República, lo
cual en el caso no sucede.

Por otro lado, el artículo 85 de la Ley Federal del


Consumidor establece:

(REFORMADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


“ARTÍCULO 85.- Para los efectos de esta ley, se
entiende por contrato de adhesión el documento
elaborado unilateralmente por el proveedor, para
establecer en formatos uniformes los términos y
condiciones aplicables a la adquisición de un
producto o la prestación de un servicio, aun
cuando dicho documento no contenga todas las
cláusulas ordinarias de un contrato. Todo contrato
de adhesión celebrado en territorio nacional, para

48
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

su validez, deberá estar escrito en idioma español y


sus caracteres tendrán que ser legibles a simple
vista. Además, no podrá implicar prestaciones
desproporcionadas a cargo de los consumidores,
obligaciones inequitativas o abusivas, o cualquier
otra cláusula o texto que viole las disposiciones de
esta ley”.

Como se advierte, en el precepto transcrito se establecen


dos presupuestos fundamentales:

1. Para efectos de la Ley Federal de Protección al


Consumidor, por contrato de adhesión se entiende el documento
elaborado unilateralmente por el proveedor, para establecer en
formatos uniformes los términos y condiciones aplicables a la
adquisición de un producto o la prestación de un servicio, aun
cuando dicho documento no contenga todas las cláusulas
ordinarias de un contrato.

2. Los contratos de adhesión celebrados en territorio


nacional, para su validez, deberán estar escritos en idioma
español y sus caracteres tendrán que ser legibles a simple vista; y
no podrá implicar prestaciones desproporcionadas a cargo de los
consumidores, obligaciones inequitativas o abusivas, o cualquier
otra cláusula o texto que viole las disposiciones de esa ley.

De lo anterior se advierte que, como bien señala la parte


quejosa, en el precepto de que se trata el legislador se refiere

49
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

exclusivamente a contratos celebrados en el territorio nacional y


no así a aquellos que pudieran suscribirse en el extranjero; sin
embargo, ello no determina una violación al principio de igualdad
previsto constitucionalmente, pues contrario a lo que pretende la
peticionaria del amparo no se hace una distinción injustificada ni
se da un trato privilegiado a quienes suscriban contratos en el
extranjero, pues por ese solo hecho no guardan una relación de
igualdad con aquellos que los celebren en territorio nacional y,
consecuentemente no se les puede tratar de igual manera.

En efecto, este Alto Tribunal reiteradamente ha sostenido


que el principio de igualdad debe entenderse como la exigencia
constitucional de tratar igual a los iguales y de manera desigual a
los desiguales, y si en el caso la parte quejosa, en su argumento
sintetizado con el número 1, pretende que la norma legal en
estudio contraviene este principio por tratar de manera desigual a
quienes celebran contratos en México, de aquellos que lo hacen
en el extranjero, es claro que carece de razón, pues como
claramente se aprecia se trata de contratos que no se ubican en
un plano de igualdad, pues la diferencia entre ellos es
precisamente el lugar en que se suscriben y, por tanto, se justifica
que su tratamiento sea diverso, sin que pueda considerarse
privilegiado para aquellos que se suscriben fuera del territorio
nacional, toda vez que, en principio, en la norma combatida no se
precisa nada en beneficio de dichos contratos y, además, como
ya se dijo, se encuentran en un plano diverso al de los suscritos
en territorio nacional, por lo que contrariamente a lo que se

50
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

pretende, el legislador no vulnera el principio de igualdad al


tratarlos de manera distinta en el precepto impugnado.

Resulta aplicable al caso, la siguiente tesis:

Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a. CXXXII/2004
Página: 362

“IGUALDAD. CRITERIOS PARA DETERMINAR SI EL


LEGISLADOR RESPETA ESE PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL. La igualdad en nuestro texto
constitucional constituye un principio complejo
que no sólo otorga a las personas la garantía de
que serán iguales ante la ley (en su condición de
destinatarios de las normas y de usuarios del
sistema de administración de justicia), sino
también en la ley (en relación con su contenido). El
principio de igualdad debe entenderse como la
exigencia constitucional de tratar igual a los
iguales y desigual a los desiguales, de ahí que en
algunas ocasiones hacer distinciones estará
vedado, mientras que en otras estará permitido o,
incluso, constitucionalmente exigido. En ese tenor,
cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación
conoce de un caso en el cual la ley distingue entre

51
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

dos o varios hechos, sucesos, personas o


colectivos, debe analizar si dicha distinción
descansa en una base objetiva y razonable o si, por
el contrario, constituye una discriminación
constitucionalmente vedada. Para ello es necesario
determinar, en primer lugar, si la distinción
legislativa obedece a una finalidad objetiva y
constitucionalmente válida: el legislador no puede
introducir tratos desiguales de manera arbitraria,
sino que debe hacerlo con el fin de avanzar en la
consecución de objetivos admisibles dentro de los
límites marcados por las previsiones
constitucionales, o expresamente incluidos en
ellas. En segundo lugar, es necesario examinar la
racionalidad o adecuación de la distinción hecha
por el legislador: es necesario que la introducción
de una distinción constituya un medio apto para
conducir al fin u objetivo que el legislador quiere
alcanzar, es decir, que exista una relación de
instrumentalidad entre la medida clasificatoria y el
fin pretendido. En tercer lugar, debe cumplirse con
el requisito de la proporcionalidad: el legislador no
puede tratar de alcanzar objetivos
constitucionalmente legítimos de un modo
abiertamente desproporcional, de manera que el
juzgador debe determinar si la distinción legislativa
se encuentra dentro del abanico de tratamientos
que pueden considerarse proporcionales, habida

52
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

cuenta de la situación de hecho, la finalidad de la


ley y los bienes y derechos constitucionales
afectados por ella; la persecución de un objetivo
constitucional no puede hacerse a costa de una
afectación innecesaria o desmedida de otros
bienes y derechos constitucionalmente protegidos.
Por último, es de gran importancia determinar en
cada caso respecto de qué se está predicando con
la igualdad, porque esta última constituye un
principio y un derecho de carácter
fundamentalmente adjetivo que se predica siempre
de algo, y este referente es relevante al momento
de realizar el control de constitucionalidad de las
leyes, porque la Norma Fundamental permite que
en algunos ámbitos el legislador tenga más
amplitud para desarrollar su labor normativa,
mientras que en otros insta al Juez a ser
especialmente exigente cuando deba determinar si
el legislador ha respetado las exigencias derivadas
del principio mencionado.”

“Amparo directo en revisión 988/2004. 29 de


septiembre de 2004. Unanimidad de cuatro votos.
Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria:
Rosalba Rodríguez Mireles.”

Por otro lado, el artículo 73 TER de la Ley Federal de


Protección al Consumidor, establece:

53
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

(ADICIONADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


“ARTÍCULO 73 TER.- El contrato que se pretenda
registrar en los términos del párrafo segundo del
artículo 73, deberá cumplir al menos, con los
siguientes requisitos:

I. Lugar y fecha de celebración del contrato;

II. Estar escrito en idioma español, sin perjuicio de


que puedan ser expresados, además, en otro
idioma. En caso de diferencias en el texto o
redacción, se estará a lo manifestado en el idioma
español;

III. Nombre, denominación o razón social, domicilio


y registro federal de contribuyentes del proveedor,
de conformidad con los ordenamientos legales
sobre la materia;

IV. Nombre, domicilio y, en su caso, registro federal


de contribuyentes del consumidor;

V. Precisar las cantidades de dinero en moneda


nacional, sin perjuicio de que puedan ser
expresadas también en moneda extranjera; en el
caso de que las partes no acuerden un tipo de
cambio determinado, se estará al tipo de cambio

54
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

que rija en el lugar y fecha en que se realice el


pago, de conformidad con la legislación aplicable;

VI. Descripción del objeto del contrato;

VII. El precio total de la operación, la forma de


pago, así como las erogaciones adicionales que
deberán cubrir las partes;

VIII. Relación de los derechos y obligaciones, tanto


del proveedor como del consumidor;

IX. Las penas convencionales que se apliquen tanto


al proveedor como al consumidor por el
incumplimiento de las obligaciones contraídas, las
cuales deberán ser recíprocas y equivalentes, sin
perjuicio de lo dispuesto por los ordenamientos
legales aplicables;

X. En su caso, las garantías para el cumplimiento


del contrato, así como los gastos reembolsables y
forma para su aplicación;

XI. El procedimiento para la cancelación del


contrato de adhesión y las implicaciones que se
deriven para el proveedor y el consumidor;

55
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

XII. Fecha de inicio y término de ejecución de la


actividad o servicio contratado, así como la de la
entrega del bien objeto del contrato;

XIII. En los casos de operaciones de compraventa


de inmuebles, el proveedor deberá precisar en el
contrato, las características técnicas y de
materiales de la estructura, de las instalaciones y
acabados.

De igual manera, deberá señalarse que el inmueble


cuenta con la infraestructura para el adecuado
funcionamiento de sus servicios básicos;

XIV. En el caso de operaciones de compraventa,


deberán señalarse los términos bajo los cuales
habrá de otorgarse su escrituración. El proveedor
en su caso, deberá indicar que el bien inmueble
deberá estar libre de gravámenes a la firma de la
escritura correspondiente, y

XV. Las demás que se exijan conforme a la


presente ley para el caso de los contratos de
adhesión”.

La parte quejosa carece de razón en cuanto refiere en su


argumento marcado con el número 2, que los artículos 73 TER y
86 reclamados, son violatorios de garantías en cuanto en ellos se

56
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

sostiene que los contratos que no se celebren en idioma español


no pueden ser contratos de adhesión, sin considerar que los
celebrados en el extranjero surten efectos dentro del territorio
nacional.

Como se ha precisado, no es inconstitucional el trato


diferenciado que se hace por el legislador de los contratos de
adhesión celebrados en territorio nacional de aquellos que se
suscriben en el extranjero, por no estar en presencia de contratos
iguales que deban ser regulados de manera igual, por lo que
independientemente de los contratos de adhesión firmados en el
extranjero puedan surtir efectos en territorio nacional, ello no
determina el legislador les deba dar un trato idéntico a los
celebrados en México, sin que ello signifique que pierdan su
naturaleza de contrato, como lo pretende la quejosa, sólo que su
regulación deberá hacerse de manera diferente, en su caso, en
ordenamientos diversos a la Ley Federal de Protección al
Consumidor.

Por lo que hace a los argumentos marcados con los incisos


4 y 6, deben también declararse infundados, conforme a las
jurisprudencias números 99/2005 y 106/2005 del Tribunal Pleno
de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, aprobadas en
sesión de quince de julio de dos mil cinco, pendientes de
publicación, y que dicen:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS


73, 73 BIS, 73 TER, 75, 86, PÁRRAFO TERCERO, Y

57
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

87 DE LA LEY FEDERAL RELATIVA NO VIOLAN LA


GARANTÍA DE LIBERTAD DE COMERCIO NI LA DE
IGUALDAD EN EL EJERCICIO DE ÉSTA. El artículo
5o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos prevé que a nadie podrá
impedirse que se dedique a la profesión, industria,
comercio o trabajo que le acomode, siendo lícito,
con las limitaciones que establece. Al respecto, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido que la obligación de los gobernados de
cumplir con las leyes, reglamentos y normas
generales no coarta la garantía de libertad de
comercio, pero sí la limitan con la finalidad de
evitar que se ataquen derechos de terceros o se
ofendan los de la sociedad. En tal virtud, el hecho
de que los artículos 73, 73 BIS, 73 TER, 75, 86,
párrafo tercero y 87 de la Ley Federal de Protección
al Consumidor establezcan que las empresas que
tengan el carácter de proveedores, cuyo objeto
social sea el fraccionamiento, construcción,
promoción, asesoría o venta al público de
viviendas destinadas a casa habitación, o cuando
otorguen al consumidor el derecho de usar
inmuebles mediante el sistema de tiempo
compartido, tienen la obligación de insertar
determinadas cláusulas en sus contratos, y que
éstos deben ser registrados ante la Procuraduría
Federal del Consumidor, en el entendido de que el

58
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

incumplimiento de tal mandato implicará que no


surta efectos el contrato contra el consumidor, no
viola la garantía constitucional citada, pues el
establecimiento de dichas obligaciones no impide
la realización de las indicadas actividades
comerciales. Tampoco se transgrede la
mencionada garantía por el hecho de que los
referidos preceptos legales impongan a los
proveedores que realizan tales actividades,
obligaciones que no son exigibles a los
particulares que, sin ser proveedores, venden
inmuebles, ya que el trato diferente deriva de que
aquéllos no se encuentran en un plano de igualdad
frente al vendedor esporádico de dichos bienes”.

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO


87, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY FEDERAL
RELATIVA, AL IMPEDIR QUE LOS CONTRATOS
RELACIONADOS CON INMUEBLES DESTINADOS A
CASA HABITACIÓN O DE TIEMPO COMPARTIDO
SURTAN EFECTOS CONTRA EL CONSUMIDOR
CUANDO EL PROVEEDOR NO LOS HAYA
REGISTRADO PREVIAMENTE ANTE LA
PROCURADURÍA FEDERAL DEL CONSUMIDOR,
CONTIENE UNA CAUSA DE NULIDAD RELATIVA. El
primer párrafo del artículo 73 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor prevé que las normas de
dicho ordenamiento son aplicables a la materia

59
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

inmobiliaria cuando los proveedores sean


fraccionadores, constructores, promotores y
demás personas que intervengan en la asesoría y
venta al público de viviendas destinadas a casa
habitación o de tiempo compartido; una de esas
normas es la contenida en el segundo párrafo del
artículo 87 de la ley citada, relativa a la obligación
de inscribir ante la Procuraduría Federal del
Consumidor los contratos referidos a dichas
actividades, que de no cumplirse impide que surta
efectos en contra del consumidor. Ahora bien, la
falta de efectos en comento tiene una naturaleza
singular, pues constituye una causa de nulidad
relativa que perjudica al proveedor en cuanto
instituye una sanción que produce la ineficacia de
los actos realizados en contra de las normas
legales, pero que es benéfica para el consumidor;
quien puede aprovecharse de todos los efectos del
contrato”.

Los razonamientos expresados en las jurisprudencias


transcritas, resultan aplicables para desestimar los propios
argumentos que en relación con el artículo 73-TER de la Ley
Federal de Protección al Consumidor se sostienen en los
conceptos de violación en análisis, por encontrarse referidos
también al registro de contratos de adhesión, sin que en
particular, respecto de dicho precepto, se hagan valer
razonamientos diversos a los desestimados por el Tribunal Pleno.

60
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Además, dicho artículo 73-TER, tampoco viola las garantías


de legalidad y seguridad jurídica, como se advierte de la
jurisprudencia 104/2005, aprobada en sesión de quince de julio
de dos mil cinco por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, pendiente de publicación, que dice:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. LOS ARTÍCULOS


73 BIS Y 73 TER DE LA LEY FEDERAL RELATIVA
NO VIOLAN LAS GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y
SEGURIDAD JURÍDICA, CONTENIDAS EN EL
ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. El citado
precepto constitucional preserva la esfera jurídica
de lo privado frente a intromisiones arbitrarias de la
autoridad, esto es, evita que la autoridad
incompetente invada la esfera del gobernado sin
mandamiento escrito, fundado y motivado (salvo
las excepciones previstas constitucionalmente). En
ese sentido, los artículos 73 BIS y 73 TER de la Ley
Federal de Protección al Consumidor no
transgreden el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque
al obligar al proveedor a proporcionar la
información al consumidor sobre las condiciones
en que se encuentra el pago de contribuciones y
servicios públicos del inmueble objeto de la
compraventa, cumplen con la finalidad de proteger

61
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

a su vez la seguridad jurídica de aquél en torno del


propio acto jurídico, esto es, la seguridad del
proveedor sobre la información proporcionada se
satisface en cuanto se cumplen los fines para los
que tales datos se suministran. De esta forma, la
obligación referida no implica fiscalización, pues
además de que el consumidor no es un órgano del
Estado con facultades recaudatorias, el
conocimiento que aquél tenga de la situación fiscal
del inmueble no lo lleva a vigilar, investigar y
comprobar la correcta aplicación de las leyes
impositivas relativas y, en su caso, sancionar las
irregularidades por las infracciones fiscales
observadas, ya que aquellos numerales no
confieren facultades de fiscalización al consumidor
que conocerá de tales datos sobre la situación
fiscal y financiera del proveedor, sino sólo la
seguridad jurídica al propio consumidor sobre la
situación en que se encuentra el inmueble objeto
de la compraventa en relación con el pago de las
contribuciones que lo afectan; es decir, dichos
proyectos, por una parte, generan certidumbre a
los gobernados sobre las consecuencias jurídicas
de su conducta y, por otra, acotan en la medida
necesaria y razonable las atribuciones de la
Procuraduría Federal del Consumidor, al impedirle
actuar de manera arbitraria o caprichosa”.

62
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

De lo anterior se desprende también lo infundado del


argumento que, sintetizado en el número 9, sostiene la quejosa,
pues además de que no precisa exactamente qué requisitos
estima son imposible cumplir por parte del proveedor, el legislador
no se sustituye a la voluntad de los gobernados, sino que procura
proteger la seguridad jurídica de los consumidores en torno del
propio acto jurídico.

Ahora bien, los artículos 73, 73-TER, fracción XV, y 75 de la


Ley Federal de Protección al Consumidor, establecen:

(REFORMADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


“ARTÍCULO 73.- Los actos relacionados con
inmuebles sólo estarán sujetos a esta ley, cuando
los proveedores sean fraccionadores,
constructores, promotores y demás personas que
intervengan en la asesoría y venta al público de
viviendas destinadas a casa habitación o cuando
otorguen al consumidor el derecho de usar
inmuebles mediante el sistema de tiempo
compartido, en los términos de los artículos 64 y
65 de la presente ley.

Los contratos relacionados con las actividades a


que se refiere el párrafo anterior, deberán
registrarse ante la Procuraduría”.

(ADICIONADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


“ARTÍCULO 73 TER.- El contrato que se pretenda
registrar en los términos del párrafo segundo del
artículo 73, deberá cumplir al menos, con los
siguientes requisitos:

(…)

63
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

XV. Las demás que se exijan conforme a la


presente ley para el caso de los contratos de
adhesión”.

(REFORMADO, D.O.F. 4 DE FEBRERO DE 2004)


“ARTÍCULO 75.- En los contratos de adhesión
relacionados con inmuebles se estipulará la
información requerida en el Capítulo VII, fecha de
entrega, especificaciones, plazos y demás
elementos que individualicen el bien, así como la
información requerida en el artículo 73 TER. Los
proveedores no podrán recibir pago alguno hasta
que conste por escrito la relación contractual,
excepto el relativo a gastos de investigación”.

Como se advierte de los preceptos transcritos, el legislador


no estableció prohibición alguna para que los gobernados
sometieran sus diferencias ante la autoridad jurisdiccional, y
menos aún obligación para que dichas diferencias fueran
resueltas necesariamente vía arbitral por la Procuraduría Federal
del Consumidor, lo que se corrobora de la lectura concatenada de
los diversos preceptos de la propia Ley Federal de Protección al
Consumidor, como son los diversos 111 al 122, y conforme al
criterio sustentado por el Pleno de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en las tesis números XLI y XLII, aprobadas en
sesión de quince de julio de dos mil cinco, pendientes de
publicación, y que dicen:

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO


86, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY FEDERAL
RELATIVA, AL ESTABLECER QUE EN LOS
CONTRATOS DE ADHESIÓN SE ESTIPULE QUE LA

64
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

PROCURADURÍA FEDERAL DEL CONSUMIDOR ES


COMPETENTE PARA RESOLVER LAS
CONTROVERSIAS SUSCITADAS SOBRE SU
INTERPRETACIÓN O CUMPLIMIENTO, NO VIOLA
EL PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES. El
mencionado precepto legal, al establecer que los
proveedores deberán incluir en los contratos de
adhesión una cláusula en la que se determine que
la Procuraduría Federal del Consumidor será
competente para resolver las controversias
suscitadas sobre su interpretación o cumplimiento
no viola el principio de división de poderes
establecido en el artículo 49 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que
dicha norma legal debe entenderse en el sentido de
que no prohíbe a las partes contratantes que
acudan a los tribunales judiciales establecidos si
no aceptan el arbitraje de la señalada Procuraduría.
Ello es así, ya que las razones que justifican que
ésta resuelva en la vía administrativa las
controversias (mediante la conciliación y, en su
caso, el arbitraje o la aplicación de sanciones
administrativas) que puedan suscitarse entre las
empresas promotoras, asesoras y vendedoras de
casa habitación o de tiempo compartido y los
consumidores, radican en que dicho organismo
está capacitado técnicamente para ello, por la
especialización de las funciones que le da la ley

65
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

relativa, la que no impide la intervención de los


Poderes Judiciales”.

“Amparo en revisión 64/2005.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de


siete votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia.- Ponente: Juan Díaz Romero.- Secretaria: Maura Angélica
Sanabria Martínez.

Amparo en revisión 1979/2004.- **********. - 20 de junio de 2005.- Mayoría de


siete votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia.- Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.- Secretaria: Verónica
Nava Ramírez.

Amparo en revisión 1952/2004.- **********. - 20 de junio de 2005.- Mayoría de


siete votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia.- Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.- Secretario: Miguel
Bonilla López.

Amparo en revisión 11/2005.- **********. - 20 de junio de 2005.- Mayoría de siete


votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Beatriz
Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.-
Ponente: José Ramón Cossío Díaz.- Secretario: Roberto Lara Chagoyán.

Amparo en revisión 9/2005.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de siete


votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Beatriz
Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.-
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.- Secretario: Roberto Lara
Chagoyán”.

“PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR. EL ARTÍCULO


86, PÁRRAFO TERCERO, DE LA LEY FEDERAL
RELATIVA, NO TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE
TUTELA JURISDICCIONAL. El artículo 117 de la Ley
Federal de Protección al Consumidor establece que
la Procuraduría Federal del Consumidor podrá
actuar como árbitro entre consumidores y
proveedores cuando así la designen y sin
necesidad de reclamación o procedimiento
conciliatorio previos; por su parte, los numerales
del 111 al 122 del mismo ordenamiento prevén que
la mencionada Procuraduría es competente en la

66
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

vía administrativa para resolver cualquier diferencia


suscitada entre proveedores y consumidores, ya
sea por el procedimiento conciliatorio, o si no se
logra la avenencia de los interesados mediante el
arbitraje, siempre y cuando lo acepten ambas
partes, ya que bastará con que una no lo haga para
que se dejen a salvo sus derechos. En ese orden
de ideas, la cláusula que exige el párrafo tercero
del artículo 86 de la ley citada y que deberá
contenerse en los contratos de adhesión, referida a
que la mencionada Procuraduría será competente
en la vía administrativa para resolver cualquier
controversia que se suscite sobre su interpretación
o cumplimiento, no transforma el arbitraje en
obligatorio ni prohíbe a las partes acudir ante los
tribunales para dirimir la controversia, y mucho
menos revoca la opción de rehusar el arbitraje,
toda vez que lo que impone es que si las partes en
conflicto optan por la vía administrativa a través del
arbitraje, la autoridad competente para conocer de
esas controversias será la Procuraduría Federal del
Consumidor, lo que trae como consecuencia que
las partes ya no puedan nombrar árbitros
independientes como lo permite el artículo 116 de
la referida ley, sin que ello transgreda el principio
de tutela jurisdiccional porque no impide ni retrasa
el acceso a la justicia de los proveedores, en razón

67
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

de que no prohíbe que las partes se sometan a las


instancias judiciales correspondientes”.

“Amparo en revisión 1979/2004.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de


siete votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia.- Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.- Secretaria: Verónica
Nava Ramírez.

Amparo en revisión 55/2005.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de siete


votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Beatriz
Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.-
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.- Secretaria: Maura Angélica
Sanabria Martínez.

Amparo en revisión 1855/2004.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de


siete votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia.- Ponente: Sergio A. Valls Hernández.- Secretario: Miguel Bonilla
López.

Amparo en revisión 1828/2004.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de


siete votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita
Beatriz Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia.- Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.- Secretaria: Silvia
Elizabeth Morales Quezada.

Amparo en revisión 11/2005.- **********.- 20 de junio de 2005.- Mayoría de siete


votos; votaron en contra Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Beatriz
Luna Ramos, José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.-
Ponente: José Ramón Cossío Díaz.- Secretario: Roberto Lara Chagoyán”.

Lo anterior determina que los conceptos de violación


identificados con los números 5 y 8 de la síntesis correspondiente,
deban ser declarados infundados.

Igual declaración debe hacerse respecto del incluso 7, pues


por las razones que se han expuesto no procede excluir de la
esfera jurídica de la parte quejosa la aplicación del artículo 73-
TER de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

En este orden de ideas, en cuanto se refiere a la negativa


del amparo decretada por el Juez Federal, respecto de los

68
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

artículos 19, 73 y 73 BIS de la Ley Federal de Protección al


Consumidor, procede confirmar la sentencia recurrida; y respecto
de los diversos artículos 73 TER, 75, 85, 86, 86 QUATER y 87 de
la propia ley, debe negarse el amparo y la protección de la
Justicia Federal a la parte quejosa.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión, competencia de esta


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a


**********, Sociedad Anónima de Capital Variable, en contra de los
artículos 19, 73, 73 BIS, 73 TER, 75, 85, 86, 86 QUATER y 87 de
la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución remítanse


los autos al lugar de su origen y en su oportunidad, archívese el
toca.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los
señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, Sergio A. Valls
Hernández, Juan N. Silva Meza, José Ramón Cossío Díaz y
Presidenta Olga Sánchez Cordero de García Villegas (ponente).

69
AMPARO EN REVISIÓN 921/2005.

Firman la Ministra Presidenta de la Sala y Ponente con el


Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.

MINISTRA PRESIDENTA Y PONENTE

OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS.

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA

LIC. MANUEL DE JESÚS SANTIZO RINCÓN.

“En términos de lo determinado por el Pleno de la Suprema Corte en su sesión del


veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3,
fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la
Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la
información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra
en esos supuestos normativos”.

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