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Por la simplicidad de la pretensión, la norma señala que la restitución del predio se tramita
bajo las reglas de un procedimiento breve y sencillo, como es el Sumarísimo, ello en atención
al principio de economía procesal; sin embargo, las reglas de este procedimiento se hacen
extensivas a la restitución de bienes muebles e inmuebles distintos a los predios, como señala
el artículo 596 del CPC.
Puede ser también un caso de una nave o una bolichera, indebidamente poseída por un
usurpador. Este bien también puede ser recuperado mediante un proceso de desalojo. Es decir,
el proceso aplica tanto para bienes muebles e inmuebles.
La norma en comentario concede una opción, o derecho potestativo para ser más técnicos, en
favor del demandante arrendador, en virtud del cual puede decidir si, junto a la pretensión de
restitución o desalojo, peticiona también el pago de arriendos, si es que la demanda se
fundamenta en esta causal.
Es decir, quien solicita el desalojo por cualquiera de las siguientes causales: por vencimiento de
contrato; derivado de contrato con cláusula de allanamiento futuro; de conformidad con lo
regulado por el Decreto Legislativo 1177 o por ocupación precaria. Y además acumula como
pretensión la causal de falta de pago, obtendrá no solo la restitución de la posesión del bien
materia de controversia sino además el pago de los arriendos debidos.
Los legitimados pasivos son en primer lugar, el arrendatario, es decir quien entrega una renta
convenida al arrendado a cambio del uso de un bien inmueble; en segundo lugar, el sub-
arrendatario, esto es el arrendatario del arrendatario, quien debió solicitar el permiso del
arrendador para poder celebrar un contrato de alquiler con otro sujeto; en tercer el lugar,
el precario, o sea quien posee sin título o lo tiene fenecido y en cuarto lugar se hace mención a
una lista abierta.
El tercero puede actuar como litisconsorte voluntario del demandado desde la audiencia única.
Si durante la audiencia se advierte que el tercero carece de título posesorio, el Juez aplicará lo
dispuesto por el Artículo 107.
La norma se refiere a aquellos casos en los que el arrendatario subarrienda el bien, que estaba
poseyendo, sin autorización escrita del arrendador o a aquellos casos en los que un tercero
ajeno a la relación jurídica del arrendamiento se encuentra poseyendo el bien. En esa línea, el
demandante (arrendador) deberá denunciar o bien al arrendatario de su arrendatario o al
tercero ajeno al arrendamiento quien una vez notificado constituirá parte en el proceso.
Quien teniendo un bien en nombre de otro, es demandado como poseedor de él, debe
expresarlo en la contestación a la demanda, precisando el domicilio del poseedor, bajo
apercibimiento de ser condenado en el mismo proceso a pagar una indemnización por los
daños y perjuicios que su silencio cause al demandante, además de la multa prevista en el
Artículo 65. Para el emplazamiento al poseedor designado se seguirá el trámite descrito en el
Artículo 103.
Lo normado en este Artículo es aplicable a quien fue demandado como tenedor de un bien,
cuando la tenencia radica en otra persona.
NOTIFICACIÓN:
DESALOJO ACCESORIO:
La regla en cuestión es fácil de entender, pero no respetarla puede ocasionar graves problemas
al demandante en el marco de un proceso más de conocimiento o abreviado. La pretensión de
restitución propia del desalojo puede acumularse en procesos de mayor amplitud que el
sumarísimo, siempre que tal pretensión haya sido debidamente acumulada.
REQUERIMIENTO:
El lanzamiento se ordenará, a pedido de parte, luego de seis días de notificado el decreto que
declara consentida la sentencia o la que ordena se cumpla lo ejecutoriado, según sea el caso.
LANZAMIENTO:
Se entiende efectuado el lanzamiento, sólo cuando se hace entrega del bien al demandante en
su integridad y totalmente desocupado.
Si dentro de los dos meses siguientes al lanzamiento se acredita que el vencido ha vuelto a
ingresar al predio, el vencedor puede solicitar un nuevo lanzamiento.
El desalojo puede demandarse antes del vencimiento del plazo para restituir el bien. Sin
embargo, de ampararse la demanda, el lanzamiento sólo puede ejecutarse luego de seis días
de vencido el plazo.
En los contratos de arrendamiento de inmuebles, con firmas legalizadas ante notario público o
juez de paz, en aquellos lugares donde no haya notario público, que contengan una cláusula de
allanamiento a futuro del arrendatario, para la restitución del bien por conclusión del contrato
o por resolución del mismo por falta de pago conforme a lo establecido en el artículo 1697 del
Código Civil, el Juez notifica la demanda al arrendatario para que, dentro del plazo de seis días,
acredite la vigencia del contrato de arrendamiento o la cancelación del alquiler adeudado.
Vencido el plazo establecido sin que se acredite lo señalado en el párrafo anterior, el Juez
ordena el lanzamiento en quince días hábiles, de conformidad con el artículo 593 del Código
Procesal Civil.
Es competente para conocer la solicitud de restitución del inmueble, en contratos con cláusulas
de allanamiento, el Juez del lugar donde se encuentra el bien materia del contrato.
PAGO DE MEJORAS:
El poseedor puede demandar el pago de mejoras siguiendo el trámite del proceso sumarísimo.
Si antes es demandado por desalojo, deberá interponer su demanda en un plazo que vencerá
el día de la contestación. Este proceso no es acumulable al de desalojo.
Cualquiera que ejerza el uso sobre un bien (poseedor legítimo, ilegítimo o precario), podrá
demandar la retribución de las mejoras necesarias y útiles que haya implementado.
El Código es claro al señalar que el proceso de desalojo no se puede acumular con el proceso
de pago de mejoras. El demandado puede plantear su proceso con el fin de obtener el pago de
las mejoras que pueda haber realizado sobre el bien, pudiendo hacerlo también en un proceso
sumarísimo. Pero cuidado, no siempre podrá ser así, puesto que si el poseedor sostiene que el
valor de sus mejoras supera las 100 URP, pues su demanda de pago de mejoras no podrá
tramitarse en el proceso sumarísimo. Esta lectura es impuesta por una interpretación
sistemática del dispositivo bajo comentario con lo dispuesto en el inciso 7 del artículo 546
del CPC.
Entonces, prima facie, tendríamos dos escenarios, el primero en el que el valor de las mejoras
(necesarias y/o útiles) no supera las 100 URP y el segundo en que el su valor supera dicho
monto. De tratarse del segundo caso no podría tramitarse el pago de la mejoras en vía
sumarísima.
Parece ser que el trámite de la demanda de pago de las mejoras sufre una alteración si el
demandante ha sido previamente demandado por desalojo. De ser así, la norma procesal exige
al poseedor un pronunciamiento rápido en tomo a su posible pretensión de pago de mejoras.
Creemos que debe entenderse que todo está enmarcado en los procesos sumarísimos.
Por tanto, si la pretensión del poseedor por mejoras supera las 100 URP, esta suerte de
ultimátum no debería serle aplicable.
Esto es, el reembolso por el valor de las mejoras supere o no las 100 URP se tramitarán en la
vía sumarísima.
El presente artículo está referido a la integración normativa que opera para llenar los vacíos de
la Ley Procesal, en el caso específico de la, «restitución de bienes muebles e inmuebles,
distintos a los predios». Véase el caso de los bienes fungibles entregados en arrendamiento,
como las máquinas, artefactos, letreros, etc., a diferencia de lo regulado en el artículo 595
del CPC, que hace expresa referencia al procedimiento para la restitución de predios.