La mente estratega:

El pensamiento estratégico es una competencia cognitiva que permite anticipar

el efecto de las acciones, una visión a largo plazo, creativa y orientada a la
consecución de objetivos específicos. Es la cualidad y capacidad de una
persona para resolver, proponer e implementar soluciones estratégicas en
contextos específicos.
La mente estratégica se enfoca en la identificación, clasificación y calificación
de las rutas, no se concentra en el objetivo. La mente convencional supone que
anclándose en el objetivo garantiza el resultado. Pero cuando el mismo objetivo
está sujeto a disputa, la ruta que conduce a él es mucho más importante.

Para desarrollar una mente estratega se requiere un enfoque mental que nos
lleve a:
· Investigar las causas (no la causa).
· Corregir las causas (no la causa).
· Prevenir la reocurrencia o una aparición de las causas.
· Buscar mejorar siempre la situación habitual.
· Estar siempre atento a lo que pasa tanto en el ambiente interno como en el
externo.
· Buscar, obtener y aplicar nuevas ideas.
· No perder de vista el futro, sin dejar de mantener un pie en el presente y el
otro en el pasado.
· Usar siempre la imaginación creativa.
· Buscar siempre nuevas formas de hacer mejor lo que hacemos.
Estrategia y tecnología:
Los cambios en los paradigmas tecnológicos han revolucionado las estructuras
de las organizaciones por lo que es necesario tomar la tecnología en cuenta al
momento de concebir la utilización de estrategias.
Algunas organizaciones que no realizaron la transición o cambio de manera
oportuna cayeron víctimas de este cambio de paradigma, tal es el caso de
Kodak y Fujifilm, que durante muchos años obtuvieron grandes beneficios con
la venta de películas o rollos y procedimientos tradicionales, hasta que llegaron
las cámaras digitales y organizaciones como Sony, Canon, Hewlett-Packard
acapararon gran parte del mercado.
Esto, buscando alcanzar uno o varios objetivos previamente definidos. Por otro
lado, una estrategia tecnológica es un enfoque para la selección, adopción, uso
y gestión de las tecnologías de la información en una organización. Está
diseñado para alinearse con los objetivos de la organización y su estrategia de
negocio, ayudando a mejorar la productividad, los procesos y la calidad de los
productos y servicios.

Algunas organizaciones que no realizaron la transición o cambio de manera

oportuna cayeron víctimas de este cambio de paradigma. Tal es el caso de
Kodak y Fujifilm, que durante muchos años obtuvieron grandes beneficios con
la venta de películas o rollos y procedimientos tradicionales, hasta que llegaron
las cámaras digitales y organizaciones como Sony, Canon, Hewlett-Packard
acapararon gran parte del mercado.

Las cinco Ps de la estrategia de Henry Mintzberg son cinco componentes que

permiten que una organización implemente una estrategia más efectiva. Estas
son:
1 Plan: ¿Qué curso de acción tomará la organización para realizar sus metas
futuras?
2 Patrón: Las dos perspectivas anteriores alientan a las empresas a mirar hacia
adelante.
3 Posición: ¿Cómo quiere presentarse la empresa en el mercado?
4 Perspectiva: ¿Cómo percibe la empresa el mundo?
5 Táctica: El parte debe desalentar, desviar o influir en los competidores¹.