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Gezzio
Gezzio
Segundo dibujo que Gezzio publicó con firma. Diario El Día, 9 de enero de 1966.
Nota sobre las historietas de este libro: todas las páginas fueron digitalizadas a
partir de los originales del archivo del propio Gezzio. La única excepción está
en las dieciséis páginas finales de Santos Cruz, que corresponden a escaneos
realizados por el autor, a partir de páginas de la revista Charoná. Las fechas de
publicación original de los materiales de este libro sucedieron entre 1971 y 1981.
Nota sobre los derechos de autor:
las historietas e ilustraciones contenidas en este libro son de Williams
Omar Geninazzio Pólvora. Montevideo Comics solo posee autorización
para reproducirlas en este tomo y su edición digital para la web, ambas
de circulación gratuita. Cualquier uso posterior de las historietas e
ilustraciones deberá ser negociado con su autor.
DL: 371.762
ÍNDICE
Pág. 4
Prólogo:
EL HOMBRE DEL CORAZÓN DIBUJADO
Pág. 7
SANTOS CRUZ
Pág. 105
BOMBÓN Y TATUCITO
Pág. 117
NUNO Y MANU
Pág. 126
Mini apéndice:
ILUSTRACIONES
EL HOMBRE DEL CORAZÓN DIBUJADO
Matías Castro
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a los jefes de arte y directores, los
nervios me acuciaban, pero se me
pasaban cuando me enfrentaba a
la situación”.
Gezzio (derecha) con su hermano menor, Edgardo, en Punta Gorda. El arquitecto, empresario y dibu-
años ya se había comprado su se presentó con Gezzio, le ad- jante Sergio Boffano lo contrató
propio tablero de dibujo y tenía la virtió que no había trabajo. Pero para su revista Charoná, lo con-
idea clara de que su vida iba a ser un minuto después, cuando vio virtió en su dibujante de cabecera
horrible si se convertía en emplea- sus dibujos, resolvió llevarlo ante y le asignó la tarea de hacer las
do bancario. el secretario de redacción, quien historietas del personaje del título,
se impresionó lo suficiente como al que le dio su forma definitiva.
Su madre, que comprendía más para darle una oportunidad. “De- En 1971, en esta revista, empezó
su vocación, le consiguió un tra- moraron tres días en avisarme. Me a publicar Santos Cruz, que es
bajo de oficina en el pueblo, con ofrecían ponerme como aprendiz tal vez una de sus obras más co-
lo que pudo pagarse el curso de de Rivera, pero tenía que pagarme nocidas y que empieza con una
dibujo por correspondencia y tam- el boleto, la manutención y seguir trama de venganza, luego pasa a
bién ayudar en su casa. Al mismo dependiendo de mi tío, porque era la historieta histórica pura y dura y
tiempo, siguió la tradición depor- un trabajo gratis. Y lo peor es que desemboca en la fantasía.
tiva de su padre y compitió con me pedían una respuesta inmedia-
el club de remeros y participó de ta”, cuenta, todavía sorprendido. Ya casado con Esther y más asen-
muchos eventos hasta en Argenti- No tuvo otra opción que aceptar. tado, con una familia que se mul-
na. Le llevó tres años completar el “Yo quería ser profesional en el di- tiplicaba en hijos, Gezzio aceptó
curso, y lo terminó con la meta de bujo, exclusivamente”, cuenta. todos los trabajos que pudo. Era
dedicarse a la ilustración y al hu- la década del setenta y no tenía
mor gráfico. En 1965 empacó sus Poco después de empezar como horarios para dibujar, sobre todo
cosas y viajó a Montevideo para aprendiz, cubrió una licencia de a partir de que entró a trabajar
quedarse en casa de un tío mater- Rivera, la primera que el maestro en el departamento de prensa y
no mientras probaba suerte. se tomaba en años. Y por prime- comunicación de la Intendencia,
ra vez en su vida, le pagaron por gracias al mismo diploma de dibu-
La misma mañana en que bajó dibujar. jante que le abrió las puertas en El
del ómnibus se fue al diario El País Día. A esa altura, dibujaba para
con su diploma por corresponden- Desde el principio, su apellido el diario, se desempeñaba en el
cia y una carpeta de dibujos. El causó problemas a los maqueta- municipio e ilustraba en Charoná.
director del suplemento El Escolar dores del diario. La columna en Y los trabajos siguieron aparecien-
le dijo que a ellos les iba mal, pero la que iba su firma no admitía el do, en tal cantidad que nombrarlos
que hablara con un tal José Rivera extenso Williams Geninazzio, así aquí exigiría párrafos enteros con
en el diario El Día. Así que caminó que el secretario de redacción listas de publicaciones y persona-
unas pocas cuadras desde el dia- le pidió un seudónimo. Luego de jes.
rio blanco hasta el colorado y al varias pruebas, eligieron las seis
llegar le dijeron que Rivera no iba letras que lo representarían para “Hubo una época en que casi no
a presentarse hasta las ocho de la siempre: Gezzio. dormía, cuando apareció el boom
noche, por lo menos. Así que espe- del álbum de figuritas en los 70”.
ró. Y cuando Rivera llegó, nadie le Al poco tiempo de empezar a Los álbumes, que en ese enton-
avisó. Más tarde, el portero recor- cobrar, se mudó a una pensión en ces se producían en el Río de la
dó que Williams todavía esperaba la que compartía cuarto con otros Plata, eran un gran negocio que
y le dijo que podía entrar. tres jóvenes. Luego probó suerte en pagaba muy bien y exigía cientos
Argentina, pero el volumen de tra- de ilustraciones a color en pocos
Rivera era el dibujante oficial de bajo que consiguió no justificaba días. Entre esos encargos de ál-
El Día desde hacía años, hijo de dejar Montevideo o su empleo en bumes, trabajó en varios para la
unos comerciantes del Cerrito de la prensa. “Sufría, porque soy de editorial Figus, ya con la gimnasia
la Victoria, que en 1957 había masticar mucho lo que va a pasar. de dibujar en tiempo récord. Ellos
publicado en el mismo diario una En Buenos Aires, con los recorridos lo presentaron con Cacho de la
adaptación de Ismael. Cuando en los que me tenía que enfrentar Cruz, quien quería hacer un álbum
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de ilustrar los cuentos de Horacio
Quiroga en gran formato. “Por suerte
siempre tuve mucho trabajo. Trataba
de que los tiempos me coincidieran,
así que en mi estudio hacía cosas
para afuera y a veces llevaba cosas
para el municipio”.
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Cuando Eduardo Barreto le aconsejó que propusiera
una historieta a la revista Andresito, Gezzio creó al
gaucho Nazareno Lanza, en 1969. El día en que llevó
las primeras dieciséis páginas, encontró la oficina
vacía. Habían cerrado. Ante la molestia de Gezzio, el
exdirector de la revista le prometió que lo publicaría en
Charoná al año siguiente; así que reformuló algunas
cosas y lo rebautizó como Santos Cruz. Debutó en 1971,
en el primer número de la segunda época de Charoná.
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El suplemento El Día de los Niños perdió su mascota, un
personaje llamado Gurí, porque Gezzio la había vendido
al diario La Mañana. Ante esto, el director Nelson Gambogi
quiso una nueva mascota y propuso lo que él entendía que
sería un personaje típico del Barrio Sur. Así nació Bombón, en
1977. Gezzio lo dibujó durante más de una década, hasta
que el exceso de trabajo se lo impidió. El verdadero sucesor
de la perdida mascota del suplemento fue Tatucito, creado
más o menos al mismo tiempo que Bombón. Junto a Santos
Cruz, Pepe Ñandú y Tente, estos dos personajes integrarían
la galería de las más duraderas creaciones de Gezzio.
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A principios de los ochenta, Gezzio y el maestro Luis
Neira convencieron al directorio del diario El Día de que
tenían que editar un suplemento especial dedicado a las
historietas, al menos una vez en el año. Aceptaron la
propuesta a regañadientes, pero el número especial de
El Día de los Niños fue publicado e incluyó historietas de
José Rivera, Eduardo Barreto y Antonio Lemos, entre otros.
Gezzio publicó las aventuras de estos animales, escritas
por Neira, y también una historia de Pepe Ñandú.
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MINI
APÉNDICE I L U S T R
A C I O N E S
LOS CLÁSICOS DE
MONTEVIDEO COMICS