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Tema 1.

Reflexión de la práctica docente


1.1 El contexto actual en la práctica educativa

La educación inclusiva y equitativa es todo un reto a escala mundial. La


UNESCO desde hace más de 25 años fomenta acciones para que los
sistemas educativos eliminen obstáculos en la participación de cada
estudiante: sexo, origen étnico o social, religión, posición económica, grupos
marginados, vulnerables, con discapacidad, entre otros.

En este sentido, se han realizado acciones para propiciar la igualdad de


oportunidades, desde la implementación de materiales para apoyar
necesidades especiales en el aula hasta información para orientar y
promover la educación inclusiva en los diferentes sistemas educativos. Sin
embargo, es importante reconocer que la solución se encuentra más allá de
documentos o políticas nacionales, es decir, los verdaderos cambios están en
la práctica en el aula, en el desarrollo y la organización de cada centro
educativo. Es importante destacar que se promueve la inclusión y equidad
cuando detectamos prácticas positivas y acciones concretas dentro de cada
“contexto” escolar.

Al señalar la importancia del contexto, se reconoce que además de aspectos


culturales, sociales y económicos también hay situaciones que pueden
resaltar la inequidad dentro del aula, por ejemplo, ante la contingencia
provocada por la pandemia del COVID 19, las condiciones son más
desfavorables para algunos estudiantes, por lo anterior se ha acentuado la
desigualdad de condiciones relacionadas con la educación.

¿Cuál es tu contexto actual en tu práctica educativa?, ¿Qué acciones


identificas en tu labor que fomenten la igualdad de oportunidades en las
actividades escolares?, ¿Propicias la participación de todos los estudiantes?.
Al presentar estas interrogantes damos inicio a un recuento de tus acciones
a lo largo de tu vida académica; imagina que regresas en el tiempo justo a
la edad en la que están ahora tus alumnos y alumnas, en el mismo grado
escolar, ¿Recerdas cómo eran tus clases?, ¿Qué tipo de actividades
realizaste?, ¿Tu maestro o maestra alternaba la participación de todos en la
clase?, ¿Ibas en una escuela mixta?, ¿Había el mismo número de hombres y
mujeres en tu salón?, seguramente si realizas un registro de las actividades
y a manera de autocrítica podrás identificar cómo es tu actuar
cotidianamente respecto a propiciar equidad o no.

1.2 Construcción de culturas inclusivas

La construcción de una cultura inclusiva escolar tiene sus fundamentos en la


convivencia entre estudiantes cuyas diferencias son respetadas, producir
actitudes inclusivas e involucrar a toda la comunidad escolar para garantizar
que todo el alumnado tenga el mismo trato, para lograr esta cultura social
inclusiva el pilar está en la práctica educativa de los docentes, que además
tienen como reto involucrar a toda la comunidad.

Para propiciar estás prácticas educativas inclusivas, una de las primeras


acciones recomendadas es establecer definiciones claras del significado de
inclusión y equidad y de los conceptos que se interrelacionan. De acuerdo
con la “Guía para asegurar la inclusión y equidad en la educación” de la
UNESCO la definición de inclusión es el proceso que ayuda a superar los
osbtáculos que limitan la presencia, la participación y los logros de
estudiantes. Por su parte, la equidad consiste en garantizar la justicia, de
tal forma que la educación del estudiantado se considera de igual
importancia.

Otra de las definiciones relevantes es el género, está palabra proviene del vocablo gender. Este
concepto en castellano hace referencia a diferentes tipologías, por ejemplo, género literario,
géneros musicales, etc. Sin embargo, desde esta perspectiva no se refiere a las diferencias
biológicas entre los sexos, Martha Lamas conceptualiza el género como “el conjunto de ideas,
creencias, representaciones, prácticas y prescripciones sociales que una cultura desarrolla desde
la diferencia anatómica entre mujeres y hombres, en función de una simbolización de esa
diferencia anatómica”. Señala que este concepto comenzó a utilizarse a partir del movimiento
feminista que surgió en respuesta a la reflexión de un grupo de mujeres sobre el origen de la
opresión femenina, la dominación patriarcal, la discriminación y la explotación de que habían
sido objeto por parte del sistema social.

En México las feministas se manifestaron a partir de 1970, en este entonces, el feminismo de la


igualdad buscaba la integración de la mujer al mercado del trabajo, a la actividad intelectual y al
ejercicio de la política, demostrando que ni las características anatómico-fisiológicas, ni los
atributos adjudicados a la mujer le impiden incorporarse a estos ámbitos que le han sido
prohibidos en el mundo público. Desde entonces, comenzaron a introducir la categoría de
“género” en el lenguaje gubernamental y en el cotidiano. Asimismo, se comenzaron a desarrollar
estudios de género.

De acuerdo a lo anterior, el género es el sexo socialmente construido, mediante el desarrollo de


los roles sexuales con los que se configura el conjunto de normas y prescripciones que dictan la
sociedad y la cultura sobre el comportamiento masculino y femenino, que tienden a ocultar
cuestiones de poder y desigualdad, por ejemplo, el embarazo y la lactancia son roles sexuales ya
que sólo la mujer puede asumirlos, pero la crianza y la educación de un hijo son roles de género,
ya que si bien éstos los asumen generalmente las mujeres, también los hombres pueden llevarlos
a cabo.

1.2 Construcción de culturas inclusivas

Por su parte, la perspectiva de género plantea, como objetivo, equidad


entre los géneros, a promover el desarrollo de las condiciones materiales y
emocionales para que se puedan desarrollar roles masculinos y femeninos
sin discriminación o rechazo, lo cual no implica el sometimiento de uno u
otro, por el contrario, se trata de un vínculo entre pares.

Además, el concepto equidad de género hace referencia a que mujeres y


hombres accedan a iguales resultados, es decir, se logren metas igualitarias
para ambos sexos, es el principio de igualdad de derechos y de trato entre
hombres y mujeres, e imparcialidad en el trato a hombres y mujeres. Es
decir, todos los seres humanos son libres de desarrollar sus capacidades
personales y de tomar decisiones, sin las limitaciones impuestas por los roles
tradicionales, ante esta igualdad de derechos beneficios, obligaciones y
oportunidades en la que se tienen en cuenta, valoran y potencian por igual
las distintas conductas, aspiraciones y necesidades de hombres y mujeres.
En México la inequidad de género es una preocupación que ha impulsado
programas institucionales, entre las propuestas que se analizan es el uso del
lenguaje no sexista con el supuesto de que sus planteamientos evitarán
imposiciones de poder o de inequidad de género y permitirán equilibrar la
participación de hombres y mujeres en la sociedad. Después de identificar
los conceptos anteriores, regresamos al punto principal que es la
construcción de culturas inclusivas, en las que uno de los retos principales es
disipar los estereotipos de género, por lo tanto, presentamos el siguiente
cuestionamiento: ¿Desde qué edad se comienza a educar a los niños para la
equidad de género?

A través de los estereotipos de género se puede fomentar la desigualdad


entre hombres y mujeres o por el contrario puede ser una forma
fundamental para construir equidad en los niños y niñas desde la infancia.
Desde los primeros años de vida aprenden estereotipos sobre uso de color
rosa vs azul; sobre los juguetes que son para niñas y los que son para niños,
las películas, los libros, canciones, actividades deportivas y artísticas,
aunado a lo anterior en los últimos años el acceso que tienen a Internet
desde edades tempranas facilita que los medios de comunicación marquen el
estereotipo de género.

1.2 Construcción de culturas inclusivas

Precisamente, uno de los recursos principales para que en la práctica


educativa se promueva la equidad de género, es dejar de reforzar los roles
de género tradicionales. Por el contrario, se puede aprovechar para fomentar
que cualquier actividad pueda ser realizada por niños como por niñas.

¿Puedes listar ejemplos de actividades que foente la equidad o inequidad el


ámbito escolar?

También una práctica positiva pude comenzar con el uso del lenguaje en l
escuala y con una ación para establecer igualdad de oportunidades entre los
alumnos y las alumnas contrarrestando cualquier acto de discriminación
como resultado de los estereotipos y roles sexuales que provienen del
sistema social de género.

¿Has notado discriminación del tipo verbal o actitudinal entre tus estudiantes
por ser hombres o mujeres?, ¿Con qué acciones contribuyes a la perspectiva
de género?

Una práctica que favorece la equidad de género tiene su origen en acciones


que facilitan la igualdad de condiciones, es decir, crear actividades concretas
con perspectiva de género de acuerdo con una planificación que permita
resultados visibles, con un alcance real y que su impacto conlleve a replicar.
Existen componentes clave que son relevantes de considerar para garantizar
la perspectiva de género en la escuela: acividades materiales y uso del
lenguaje.

Al considerar acciones concretas en la escuela, que propicien la perspectiva de género, es importante


seleccional el punto de partida. Por ejemplo, para romper estereotipos de género sobre los roles tradicionales:
Recuerda cómo eran tus clases en primaria o secundaria, ¿Qué actividades deportivas realizabas?, ¿En qué
momento te diste cuenta de que el ballet también es para hombres y que el fútbol puede ser una profesión
para mujeres?

1.3 Diversidad en el aula vs estereotipos tradicionales

En la escuela desde edad temprana se pueden enseñar que las actividades


profesionales son una opción para todos, por ejemplo, en el deporte se
puede ejemplificar con una mujer futbolista y a un hombre practicando
ballet, lo anterior es solo un ejemplo de muchos que puedes considerar en tu
planeación, contenidos y ejemplos.

Uso de materiales

En tus clases, se pueden planear actividades a partir del material que se


vaya a utilizar, como permitir que los estudiantes seleccionen juguetes o
material manipulabe de colores diversos (evitando el sesgo entre lo rosa es
para las mujeres y lo azul para los hombres), realizando lecturas que
promuevan la equidad y la diversidad, entre otras. Las actividades que
establezcas se pueden adaptar, dependiendo de las condiciones (si son
presenciales o a distancia), lo importante es que identifiques si en tus clases
y en tu planeación promueves que cada estudiante seleccione sus
materiales.

Un ejemplo de lo anterior es con las lecturas, tradicionalmente se considera


que las historias de dragones, dinosaurios y superhéroes son principalmente
para hombres y las de hadas, princesas e historias fantásticas para las
mujeres.

Si antes no habías considerado fomentar la perspectiva de género en tus


clases, es probable que, algunas de las situaciones anteriores, se pudieran
dar dentro de tu salón, pero ahora podrás fomentar actividades diversas e
inclusivas.

Realiza la siguiente actividad para explorar tus ideas al respecto, no hay


respuestas buenas ni malas, pero permitirá conocer en este momento cómo
clasificas las actividades de tus estudiantes.

Tema 2. Mejora profesional para la inclusión y equidad

La inclusión y equidad en el aula se relaciona con una gran gama de


posibilidades y variables de cada integrante de la comunidad educativa, para
tener un antecedente general es importante reconocer su Diversidad.
2.1 Diversidad en la comunidad educativa

La comunidad educativa concentra características de


estudiantes heterogéneos, cada grupo presenta una gran diversidad en
aspectos sociales, culturales, valores, tradiciones, grupos étnicos, familias
diversas, gustos y habilidades deportivas y artísticas; diversidad relacionada
con diferencias físicas, capacidades, dificultades, necesidades educativas
especiales; sumado a lo anterior diversidad por contextos de inequidad y
desigualdad social, baja motivación, inseguridad así como diferencias en el
acceso educativo.

Esta diversidad existe no solo en la educación sino en todos los niveles de la


sociedad, nos referimos a la diversidad social en la medida que cada
alumno(a) tiene su propia identidad, su forma de ver e interpretar su cultura
y lenguaje, pero además consideramos la diversidad sexual y de género que
se refiere justo a la identidad que se forma a partir de sus intereses,
expectativas, motivaciones, etc.
2.2 La inclusión educativa desde la perspectiva de género

En la búsqueda de mejorar los resultados educativos, una de las


interrograntes que pueden dar respuesta a acciones específicas, es: ¿De qué
manera se puede fomentar la participación de todo el alumnado?
Para promover la equidad en la comunidad educativa se requiere especial
atención en la eliminación de disparidades de género, es decir, desde el
propio contexto encontrar una fórmula que permita cubrir situalciones reales
que garanticen la inclusión y equidad comenzando con la perspectiva de
género.

Se ha mencionado que una forma de invertir este efecto es romper con los
tradicionales estereotipos de género, a partir de acciones específicas que
muestren que sin importar la diversidad que exista entre los alumnos y
alumnas, es posible propiciar las mismas oportunidades. Ante la diversidad,
es necesario propiciar un trto respetuoso para todos, es decir, tratar de
manera indistinta a los estudiantes sin importar la gama de variables que
hacen único a cada uno de ellos, independientemente de su sexo, género,
clase social valores, estructura familiar y orientaciones sexuales.

Los docentes modelan actitudes, y precisamente las actitudes equitativas


pueden ser parte de sus cualidades, cada docente puede intentar formar y
transformar a través de su discrurso (lenguaje) y en sus acciones: el
"nosotros" suprimiendo la distancia entre "yo" y el "otro/a".

Es importante considerar que el proceso educativo posee varios actores, si


bien dentro del proceso de enseñanza aprendizaje, los docentes son una
parte fundamental, la escuela en su conjunto como comunidad permite que
los logros sean alcanzables, por lo cual, también el papel del directivo debe
fortalecer las acciones que se planfican. La inclusión educativa desde la
perspectiva de género es más probable si existe un liderazgo que promueva
iniciativas que la faciliten. Las habilidades de liderazgo directivo deben ir
enfocadas a alcanzar buenos resultados integrando la participación de toda
la comunidad escolar, de tal manera que se logre una visión compartida con
la comunidad educativa que conlleve a propiciar el trato respetuoso e
igualitario sin importar las características de cada estudiante, al reconocer
que dentro de las necesidades educativas se encuentra ser participes de
acciones que fomenten la equidad.

2.2 La inclusión educativa desde la perspectiva de género

Un comienzo es a partir de diferenciar con claridad las acciones que se


pueden realizar con cada uno los niveles, por ejemplo, sensibilizar a la esfera
familiar respecto a modelar un trato respetuoso para todos los niños, niñas y
adolescentes, es decir, influir positivamente con expresiones, palabras y
actitudes inclusivas. En lo que se refiere a docentes en colaboración con
directivos, construir un propósito común al considerar actividades reales,
específicas y alcanzables para promover la equidad e igualdad de género en
la comunidad educativa. Finalmente, a nivel de la comunidad educativa,
coordinar con la participación de todos los integrantes, comenzando por los
estudiantes.

Por otro lado, hacer comunidad con todos los actores educativos y contar
con el apoyo de la familia.

Podemos estar convencidos que estas acciones no son una tarea sencilla,
existen años y generaciones de tradiciones arraigadas, por eso es
importante considerar un comienzo con la sensibilización de la familia
encaminando a actitudes de trato igualitario hacia todos los compañeros de
sus hijos/as. Lo anterior es un ejemplo de una actividad concreta, que puede
facilitar la colaboración de la comunidad educativa sin entrar en
controversias relacionadas con creencias, tradiciones, etc.

2.2 La inclusión educativa desde la perspectiva de género

Para convocar a la comunidad educativa es relevante considerar la


sensibilización, a través de ejemplos, anécdotas y actividades en las que se
involucren, dessarrollando acciones muy específicas, por ejmplo, realizando
ferias de vlores que promuevan la inclusión el respto a la diversidad y la
equidad, poco a poco estas acciones se reflejarán en las actitudes inclusivas
del alumnado.
Visualiza el siguiente video:
UNAM Apuestan por educar con equidad y perspectiva de género - UNAM Global - YouTube

Al finalizar el video, reflexiona si coincides con sus afirmaciones, ¿Desde tus


actitudes y actividades con tus estudiantes puedes promover un cambio?
La perspectiva de género se enfatiza como prioridad de la excelencia
educativa, en el sentido que logra que los alumnos y alumnas tengan la
misma posibilidad de aprender, participar, desarrollar sus habilidades en
mismas condiciones que todos los compañeros del grupo sin que se beneficie
más a los alumnos por ser hombres o a las alumnas por ser mujeres, esto
también prepara a los estudiantes ante los desafíos de la vida social.

La educación espera que los niños y las niñas, amplíen sus conocimientos, lo
cual les permitirá desarrollar caminos propios que les coadyuven a
incorporarse a un campo laboral y profesional, además de sortear los nuevos
retos que se les presenten dentro de los diversos grupos sociales en los que
deban interactuar.

2.3 El lenguaje y la perspectiva de género

Al preguntarse si los alumnos son más participativos o creativos o


inteligentes que las alumnas, la respuesta puede ser de acuerdo con tu
experiencia en clases, sin ambargo, puedes detenerte a pensar que la
tendencia de tus respuestas son el resultado de los estereotipos de género
que has aprendido desde que estudiabas, entonces hay mucho por hacer
para fomentar la perspectica de género.

La lengua cambia constantemente, la inequidad de género es una


preocupación que hoy en día se expresa a través de diversos manuales y
propuestas que destacan la importancia de erradicar el lenguaje sexista, con
la creencia de que desarrollando sus planteamiento se evitarán toda clase de
imposiciones de poder o de inequidad. Sin embargo, nuestro lenguaje no
sexista, a diferencia del inglés, tenemos la flexibilidad de emplear
genériccos que nos remiten a hablar de hombres y mujeres al mismo
tiempo, de igual forma nos encontramos con que existen sustantivos y
adjetivos qe tienen la vocal final femenina y, sin embargo, se refieren a algo
masculino. De tal manera que no podemos considerar al lenguaje como la
causa del seximo, sino al uso que se hace de la propia lengua que como toda
cuestión cultural tiene una carga enorme de ideología, creencias y actitudes.
2.3 El lenguaje y la perspectiva de género

Distinguir entre el lenguaje de mujer y un lenguaje sobre la mujer o por el


contrario un lenguaje sobre el hombre es el conjunto de rasgos lingüísticos
que habitualmente se dan en el habla de las mujeres por oposición a la de
los hombres, situada esencialmente en los fenómenos sexistas que producen
un uso asimétrico del lenguaje, que se extiende en discriminación a la
mujer, es decir, presencia y ausencia.

Ante tal situación las propuestas de manuales de uso del lenguaje no


sexista, como la Guía con la Federación de Mujeres Progresistas y El
Lenguaje más que Palabras entre otros, se ocupan de los rasgos lingüísticos
derivados de estereotipos androcentristas. De manera muy concreta las
propuestas consisten en: optar por términos genéricos; nombres abstractos
(presidente-presidenta = presidencia); duplicidad (las/los; premio a la mejor
empresaria o empresario) y denominación femenina en las profesiones.

Tres tendencias del lenguaje:

 Lenguaje sexista. Considerado como androcéntrico, es decir, se elimina


la aparición de la mujer o se discrimina al género fenmenino.
 Duplicidad. Se coloca en todo momento ambos géneros "las/los".
 Colectivo y genérico. Según la circunstancia y contexto, se emplean
términos grupales (colectividad), abstractos o se presenta el género de
quien realiza la acción (femenino o masculino).

Las aportaciones de dichas propuestas definitivamente contribuyen a la


reflexión y a tomar en cuenta que no se debe ocultar a la mujer en el habla,
sin embargo, lo que podríamos considerar “el femenino políticamente
correcto”, en algunos contextos, y situaciones es innecesario en caso
extremo puede resultar hasta extravagante o ser parte de las listas de
cursilería del lenguaje.

Por ejemplo, en el caso de la duplicidad, si se va a hablar de los padres


debemos emplear “La madre y el padre”, pero si lo vemos desde la
perspectiva contraria entonces si decimos lengua materna debemos incluir
lengua paterna, y así existen en diferentes textos y artículos gran cantidad
de ejemplos que llegan a resultar absurdos. Por otro lado, la denominación
femenina en las profesiones suena mal o pierde prestigio: médica.

En lo que corresponde al discurso, se han desarrollado proyectos de lenguaje


no sexista que destacan la importancia de erradicar el lenguaje sexista, con
la suposición de que sus planteamientos evitarán toda clase de imposiciones
de poder o de inequidad de género. Para equilibrar la participación de
hombres y mujeres en la sociedad, los locutores, los escritores y en general
los medios de comunicación en su interés por congraciarse con la población
de mujeres impulsan la feminización del léxico que históricamente ha tenido
un uso indistinto para el género femenino o masculino. De acuerdo con tu
experiencia, ¿Consideras que el uso del lenguaje no sexista es una solución
para eliminar la desigualdad de géneros?

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