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La ortopraxis

William HENN*

Ortopraxis, como término teológico, ha llegado a manera más fiel, mientras que los escritos tratan de
estar en boga más bien recientemente, bajo el im- las diversas formas en las que la Ley afecta a la vida
pacto de la «teología política» y de la «teología de la cotidiana. Este sentido práctico se expresa en textos
liberación», que se han desarrollado desde 1960 como Dt 30,14: “Pues la palabra está muy cerca de
hasta el presente. Teólogos como J. Moltmann, J. B. ti; está en tu boca, en tu corazón, para que la pon-
Metz, G. Gutiérrez, J. L. Segundo y D. Sölle han cri- gas en práctica”; o Miq 6,8: “Se te ha dado a cono-
ticado las preocupaciones demasiado centradas en cer, oh hombre, lo que es bueno, lo que el Señor
el individuo de la teología trascendental neo- exige de ti. Es esto: practicar la justicia, amar la
ortodoxa protestante o romano-católica, exigiendo misericordia y caminar humildemente con tu Dios”.
una mayor atención a los imperativos sociales y po- Por otra parte, esta dimensión práctica del mensaje
líticos de la tradición judeo-cristiana. Más aún: es- de las Escrituras hebreas tiene un inextirpable as-
tos pensadores tendían a aceptar un principio que, pecto social en sí (cf. p. ej., Ex 20-23; Is 1,1-31; Am
desde el punto de vista filosófico, había sido asocia- 1,6-7; 4,1-5).
do a la obra de Karl Marx, a saber: que es más im-
portante transformar el mundo que interpretarlo. El NT subraya, a su vez, la importancia de la
Esta dimensión social, orientada al futuro, de la or- práctica, Gál 5,6, al hablar de que esta “fe se expre-
topraxis encuentra apoyo en la tradición de las en- se en obras de amor”. Se recuerda que Jesús afir-
cíclicas papales de contenido social, que comenza- ma: “No todo el que me dice: ¡Señor!, ¡Señor!, entra-
ron a finales del siglo XIX y que aportan parte del rá en el reino de Dios, sino el que hace la voluntad
telón de fondo a las expresiones colegiales de doc- de mi Padre celestial” (Mt 7,21), y el criterio de jui-
trina social, tales como la constitución Gaudium et cio escatológico lo constituye la práctica de cada
spes, del Vaticano II, el documento Justicia en el cual en el cuidado de los semejantes (Mt 25,31-46).
mundo, del sínodo de los obispos de 1971, y las La dignidad de los pobres y las obligaciones socia-
doctrinas sociales de las conferencias episcopales les, que son parte de la condición del discípulo cris-
locales, cuyo ejemplo más notable pueden ser muy tiano, aparecen repetidamente en el NT. Además,
bien los documentos de la Conferencia Episcopal de algunos han sugerido que es imposible entender el
Latinoamérica (CELAM) de Medellín (1968) y Puebla mensaje del evangelio sin considerar la praxis de
(1979). Jesús, una praxis que tuvo implicaciones sociales y
que estuvo directamente relacionada con su conde-
La palabra «ortopraxis» viene de las palabras na y muerte. Por estos motivos, la praxis se convier-
griegas orthós, que significa recto o correcto, y pra- te en un principio hermenéutico, un modo de leer el
xis, que significa hecho, acción o práctica. La orto- NT para salvar el vacío que separa el mundo actual
praxis está evidentemente orientada a ser entendida de los horizontes del siglo I.
en comparación con la ortodoxia. Si la ortodoxia
tiene que ver con la creencia correcta, la ortopraxis Una importante tarea de teología fundamental
se orienta a la acción correcta; más bien presenta será clarificar la relación entre ortodoxia y ortopra-
una relación crítica entre doctrina o teoría, por una xis. ¿Es la ortopraxis de alguna forma un criterio de
parte, y acción o práctica, por la otra. Doctrina y ortodoxia, de modo que la praxis no cristiana redu-
acción se condicionan o mediatizan la una a la otra. ce la propia capacidad de tener una creencia correc-
La doctrina debe demostrar su verdad en la prácti- ta? Más aún: ¿hasta qué punto es la ortopraxis una
ca; la práctica debe estar inspirada por la doctrina y fuente para la teología? El desarrollo de comunida-
dar lugar a una nueva reflexión doctrinal. des cristianas de base, no sólo en América Latina,
sino en otros ambientes culturales, también ha ilus-
La Biblia ha ofrecido un rico apoyo para la im- trado poderosamente el papel de la experiencia in-
portancia fundamental de la ortopraxis. Las Escri- terviniendo en la interpretación de la revelación tal
turas hebreas se dividen en las categorías de Ley, como está contenida en la Escritura y en la tradi-
Profetas y Escritos, y puede demostrarse que cada ción. ¿Qué se quiere decir exactamente cuando se
una de ellas tiene la praxis como meta principal. Al afirma que la experiencia adquirida en la ortopraxis
volver a contar la historia de salvación, la Ley des- informa la doctrina? La teología fundamental debe
cribe el modo de vida del pueblo elegido de Dios; a intentar dar alguna respuesta a esta cuestión.
la luz de las circunstancias de su tiempo, los Profe-
tas desafían al pueblo a vivir ese modo de vida de
2 LA ORTOPRAXIS

Otras área de interés para la teología fundamen- bien, otro ejemplo más, el sistema social del apar-
tal es la relación entre ortopraxis y la comunión que heid racial ha sido a veces descrito como una «here-
es la Iglesia. En el pasado esta comunión ha sido a jía». En ambos ejemplos, la relación entre ortopraxis
menudo asociada con la recta doctrina u ortodoxia. y comunión necesita una elaboración más amplia.
El término ortopraxis hace pensar en un contraste
no sólo con la ortodoxia, sino también, de un modo Aunque la palabra ortopraxis es en cierto modo
diferente, con lo que podría llamarse heteropraxis o nueva, las implicaciones políticas y sociales de la fe
praxis herética. Algunos teólogos han discutido las a las que ella remite son tan antiguas como los más
dificultades inherentes a la celebración de la euca- antiguos textos de la Escritura. Actualmente, la re-
ristía por una comunidad que incluye tanto al flexión sobre la ortopraxis será un punto privilegia-
oprimido como al opresor, dificultades que recuer- do de diálogo entre la teología y las ciencias políti-
dan las que afrontaba Pablo en 1Cor 11,17-34. O cas y sociales.

*
HENN, W., «Ortopraxis», en LATOURELLE, R., FISICHE-
LLA,R. (dir.), Diccionario de teología fundamental, Madrid,
Paulinas, 1992, p. 1042-1043.

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