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El enfoque por competencias para la gestión del talento humano es una forma de organizar y

desarrollar el capital humano de una empresa, basada en la identificación, evaluación y


desarrollo de las competencias que se requieren para desempeñar con éxito las funciones y
responsabilidades de cada puesto de trabajo.

Las competencias son el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que posee
una persona y que le permiten realizar una actividad de manera eficaz y eficiente.

El mencionado enfoque se caracteriza por:

• Se orienta a los resultados y al valor agregado que aportan las personas a la organización,
más que a los procesos o las tareas.

• Se adapta a las necesidades y expectativas del entorno, así como a los cambios y desafíos
que enfrenta la organización.

• Se basa en el aprendizaje continuo y el desarrollo profesional de las personas, mediante la


detección de sus fortalezas y áreas de mejora, y la implementación de planes de formación y
capacitación.

• Se aplica a todas las fases del ciclo de gestión del talento humano, desde el reclutamiento y
la selección, hasta la evaluación del desempeño, la retribución y el reconocimiento, la
motivación y el compromiso, y la retención y el desarrollo de carrera.

• Se integra con la estrategia, la cultura y los valores de la organización, y se alinea con su


misión y visión.

El enfoque por competencias para la gestión del talento humano ofrece una serie de beneficios
tanto para la organización como para las personas, tales como:

• Mejora la competitividad y el rendimiento de la organización, al contar con personas


cualificadas y preparadas para afrontar los retos del mercado.

• Facilita la innovación y la creatividad, al fomentar el desarrollo de nuevas competencias y el


intercambio de conocimientos y experiencias entre las personas.

• Aumenta la satisfacción y el bienestar de las personas, al brindarles oportunidades de


crecimiento y desarrollo personal y profesional, y al reconocer su aportación y su valor.

• Refuerza el sentido de pertenencia y la identificación con la organización, al generar un clima


de confianza, colaboración y comunicación entre las personas y los equipos de trabajo.

Respecto al macroproceso de gestión del talento humano es el conjunto de procesos que se


realizan para atraer, desarrollar y retener a las personas que trabajan en una organización, con
el fin de lograr los objetivos estratégicos. El macroproceso de gestión del talento humano
implica los siguientes procesos:

• Planificación: Consiste en definir las necesidades de talento humano que tiene la


organización, en función de su misión, visión, valores y metas. Se trata de identificar los
perfiles, las competencias y las funciones que se requieren para cada puesto de trabajo, así
como los recursos disponibles y las estrategias para cubrir las vacantes.

• Reclutamiento: Consiste en buscar y atraer a los candidatos potenciales para ocupar los
puestos de trabajo que se ofrecen. Se trata de difundir las ofertas laborales, utilizando
diferentes medios y canales, y de seleccionar a los candidatos que cumplan con los requisitos y
las expectativas de la organización.

• Incorporación: Consiste en integrar a los nuevos empleados a la organización, facilitando su


adaptación y su aprendizaje. Se trata de brindarles una acogida, una orientación, una
capacitación y un acompañamiento inicial, que les permita conocer la cultura, los valores, las
normas y los procesos de la organización, así como sus derechos y deberes como trabajadores.

• Desarrollo: Consiste en potenciar el crecimiento profesional y personal de los empleados,


ofreciéndoles oportunidades de formación, de actualización, de movilidad y de promoción. Se
trata de diseñar e implementar planes de carrera, de evaluación del desempeño, de
reconocimiento y de incentivos, que estimulen la motivación, el compromiso y la productividad
de los empleados.

• Retención: Consiste en mantener el vínculo laboral entre la organización y los empleados,


generando un clima de confianza, de respeto, de comunicación y de colaboración. Se trata de
cuidar el bienestar, la salud y la seguridad de los empleados, así como de atender sus
necesidades, sus sugerencias y sus reclamos, buscando su satisfacción y su lealtad.

• Desvinculación: Consiste en gestionar la salida de los empleados de la organización, ya sea


por decisión propia o de la empresa, de manera ordenada y respetuosa. Se trata de realizar los
trámites legales, administrativos y financieros correspondientes, así como de brindar una
retroalimentación, una asesoría y un seguimiento a los empleados que se van, buscando
minimizar el impacto negativo de la desvinculación.

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