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2023
UDLA
Prof. María del Carmen Leites Diez
8. Señale las estipulaciones del art. 352 C.C. señale cuáles y porqué son
esenciales.
Art. 352. La escritura social deberá expresar:
Disolució n La pérdida del objeto del La pérdida del objeto del aporte
aporte no produce disolució n, es causal de disolució n, por que
en cuanto la sociedad pueda consiste en el goce de la cosa, el
seguir funcionando sin tal cosa. que ha de ser sucesivo y
permanente por la época en que
dure la sociedad. (no hay
disolució n, si el socio aportante
repone la cosa a satisfacció n de
los consocios, o éstos determinen
continuar la sociedad sin ella. art
2102 C. Civil)
12. Señ ale los requisitos para que un acto realizado por un mandatario de la
sociedad, obligue a la sociedad.
R: Para que un acto realizado por un mandatario de una sociedad en Chile
obligue a la sociedad, se deben cumplir los siguientes requisitos segú n el
Có digo de Comercio y el Có digo Civil chileno actualizado:
Da origen a la prohibició n que afecta a los socios de explotar por cuenta propia el
mismo giro de la sociedad, o cualquier otro si ésta no tuviere uno determinado (art.
404 n°4).
c) El hecho de ser la sociedad colectiva una persona jurídica exige que ésta tenga un
domicilio, como atributo de la personalidad.
1.- Los nombres, apellidos y domicilios de los socios (n°1). Es muy importante, pues
los socios colectivos o gestores ligan su propio crédito al de la sociedad.
3.- Los socios administradores, siempre que no sean todos ellos (n°3).
7.- Fecha de la escritura y nombre y domicilio del notario. Es fundamental para que los
terceros puedan enterarse de las demá s clá usulas no extractadas o del texto completo
de las resumidas.
1.- Es inembargable.
4.- No puede adquirirse por prescripció n, toda vez que no está en el comercio.
Art. 370 inc. 1° dice “Los socios colectivos indicados en la escritura social son
responsables solidariamente de todas las obligaciones legalmente contraídas
bajo la razón social”, añ adiendo en el inciso 2° que “En ningú n caso podrá n los socios
derogar por pacto la solidaridad en la sociedades colectivas”.
28.Disolución de la sociedad.
La sociedad colectiva civil es consensual. Por eso el Có digo Civil establece en el
art. 2114 los casos en que la disolució n de la sociedad puede oponerse a
terceros: 1.- Cuando la sociedad concluye por plazo, caso en que se disuelve
por el só lo ministerio de la ley. 2.- “Cuando se ha dado noticia de la disolució n
por medio de tres avisos publicados en un perió dico del departamento o de la
capital de provincia, si en aquél no lo hubiere” (art. 2114 n°2 del Có digo Civil).
3.- “Cuando se pruebe que el tercero ha tenido oportunamente noticia de ella
por cualesquiera medios” (art. 2114 n°3 del Có digo Civil).
La sociedad colectiva mercantil es, en cambio, solemne, de donde se sigue que
la forma en que se puede acreditar su disolució n frente a terceros es
precisamente mediante iguales solemnidades que las prescritas para su
constitució n, esto es, escritura pú blica e inscripció n del extracto en el Registro
de Comercio (art. 350 inc. 2°).
Con todo, no se exige tal formalidad cuando la sociedad se disuelve por
vencimiento del plazo.
Las modificaciones de la escritura social se hacen oponibles a terceros por
intermedio de otra otorgada con idénticas formalidades, con una excepció n: la
ampliació n del plazo puede acreditarse con el pacto original cuando se ha
insertado en él una clá usula de pró rroga automá tica.
29. Señ ale cuá les son los requisitos para que la razó n social obligue a la sociedad.
I. Las obligaciones hayan sido contraídas legalmente, esto es, por las
personas que tengan poder suficiente (arts 373 y 2094 Có digo civil)
II. Se contratare a nombre y en representació n de la sociedad (arts 372 y
2094 inc 2° Có digo civil)
III. A la sociedad le concierne el negocio, vale decir, que el acto sea un
negocio que mire su interés (art 374)
30.Explique el contenido de las normas del artículo 369 a 374 del Código de
Comercio.
El artículo 369 del Có digo de Comercio de Chile establece las normas sobre los
libros contables que deben llevar las empresas, mientras que los artículos 370
a 374 regulan la obligació n de llevar un libro diario y un libro mayor para
registrar las operaciones comerciales, así como la forma en que deben ser
llevados y conservados. Ademá s, se establecen sanciones para aquellos que
incumplen estas obligaciones contables.
31. Cuá l es la sanció n si es que un socio aplica los fondos comunes a sus negocios
particulares y use éstos de la firma social.
- La ley protege en estos casos a los demá s socios en el art 404, que
consagra las diversas prohibiciones a que estos está n sujetos.
- asi, en el N°2 decreta que se prohíbe a los socios en particular “aplicar
los fondos comunes a sus negocios particulares y usar en estos de la
firma social”
- El socio que infrinja esta proposició n debe soportar las siguientes
sanciones, establecidas en el inciso 2° del mismo nú mero y artículo:
1. Llevar a la caja social las ganancias y restituir los dineros
apropiados.
2. soportar individualmente las pérdidas que le resultaren (art 404
inc final)
3. indemnizar los perjuicios que se puedan haber ocasionado a la
sociedad.
4. puede perder la administració n y, ademá s, ser excluido de la
sociedad.
5. puede ser declarado culpable del delito de estafa.
32. Una vez disuelta la sociedad, có mo queda la razó n social durante la liquidació n.
- No hay texto claro que diga que durante la liquidació n se mantiene la
personalidad de la sociedad colectiva.
- El artículo 416 solamente dice que el liquidador representa a los
asociados y el artículo 367 dice que el uso que se haga de la razó n
después de la disolució n constituye delito de falsedad.
- Disuelta la sociedad, la personalidad jurídica subsiste en la colectiva
mercantil. esta no muere, sino que es preciso nombrar a un gerente
liquidador con el objeto que practique las actuaciones tendientes a
liquidar.
- Si bien podría pensarse que la utilizació n de la razó n social una vez
disuelta la sociedad constituye un engañ o, en razó n del contexto
descrito no lo es. muy por el contrario, la razó n social cobra mucha
importancia, pues utilizando es preciso concluir las operaciones de la
sociedad.
- Para evitar equívocos, eso sí, debe agregarse a la razó n social la
menció n “en liquidació n.”.
33.Cuáles son los requisitos de la estipulación del aporte.
R: Debe pactarse, especificarse y valorarse.
34.Cuándo el socio tiene un crédito contra la sociedad.
R: Cuando el socio ha prestado dinero a la sociedad y la sociedad tiene una deuda
con el socio.
35.Cuál es la diferencia y señale las consecuencias del aporte en dominio y
en usufructo.
Disolució n La pérdida del objeto del La pérdida del objeto del aporte
aporte no produce disolució n, es causal de disolució n, por que
en cuanto la sociedad pueda consiste en el goce de la cosa, el
seguir funcionando sin tal cosa. que ha de ser sucesivo y
permanente por la época en que
dure la sociedad. (no hay
disolució n, si el socio aportante
repone la cosa a satisfacció n de
los consocios, o éstos determinen
continuar la sociedad sin ella. art
2102 C. Civil)
36. Explique por qué los acreedores de un socio no pueden embargar su aporte.
R: Los acreedores de un socio no pueden embargar su aporte dentro de una
sociedad en Chile porque el aporte de un socio no es un bien embargable, sino
que es una parte del capital social de la sociedad. Esto significa que los
acreedores solo pueden embargar los bienes y derechos del socio deudor
37. Señ ale las diversas formas que la ley permite para administrar una sociedad
colectiva.
El Có digo Civil se preocupa de este tema en los arts. 2071 a 2081; el de
Comercio, en tanto, en los art. 384 a 403.
El art. 2061 del Có digo Civil define a la sociedad colectiva en funció n de la
administració n. Expone en su inciso 2° que “Es sociedad colectiva aquella en
que todos los socios administran por sí o por un mandatario elegido de comú n
acuerdo”.
El art. 385 da sentido a lo que establece el Có digo Civil señ alando que “La
administració n corresponde de derecho a todos y cada uno de los socios, y
éstos pueden desempeñ arla por sí mismos o por sus delegados, sean socios o
extrañ os”.
Los socios colectivos son los titulares del derecho de administrar la sociedad
colectiva, el que pueden ejercer directamente o bien delegarlo en un socio o
socios o un extrañ o.
● en el silencio de los contratantes, con el objeto de definir el sistema de
administració n de la sociedad colectiva interesa distinguir dos
situaciones:
1. Administració n por los Propios Socios
El art. 386, apoyado por el art. 2081 del Có digo Civil, decreta que “Cuando el contrato
social no designa la persona del administrador, se entiende que los socios se
confieren recíprocamente la facultad de administrar y la de obligar
solidariamente la responsabilidad de todos sin su noticia y consentimiento”.
Esto significa que existe una suerte de mandato que revela las siguientes
características:
1.- Es tácito, pues opera a falta de pacto o texto expreso en contrario.
El alcance de este mandato lo brindan el mismo art. 386 transcrito y el art. 387. En
virtud del primero, cada socio puede realizar por sí mismo actos de administració n, de
donde se sigue que cada uno de ellos puede obligar solidariamente la responsabilidad
de todos, sin su noticia y consentimiento.
El segundo artículo impone una limitació n, pues declara que con ocasió n de este
mandato legal cada uno de los socios só lo puede celebrar y ejecutar vá lidamente “(...)
los actos y contratos comprendidos en el giro ordinario de la sociedad o que sean
necesarios o conducentes a la consecució n de los fines que ésta se hubiere propuesto”.
Así por ejemplo, puede contratar fletes, recibir pagos, contratar personal, arrendar
locales y dotarlos de su equipamiento, abrir una cuenta corriente y girar de ella, sacar
cheques, etc.
Los administradores delegados pueden ser socios o extrañ os como así ser designados
en el pacto social o en un acto posterior separado de la vida de la sociedad (art. 385 y
2071 del Có digo Civil inc. 1°).
Ademá s, es una derivació n del n°8 del art. 352, que obliga a mencionar en la escritura
social “La cantidad que puede tomar anualmente cada socio para sus gastos
particulares”. Debe tenerse presente que en las sociedades de personas la distribució n
de beneficios y pérdidas se determina sobre la base del resultado final y definitivo de
las operaciones sociales, compensandose los negocios en que la sociedad sufre
pérdidas con aquellos en que obtiene ganancias. Por consiguiente, cualquier retiro que
hagan los socios es anticipado y a cuenta de esos resultados finales (art. 2070 del
Có digo Civil). En cambio, en las sociedades anó nimas tales beneficios se distribuyen
anualmente en la forma de dividendos.
La sola extracció n hecha por alguno de los socios autoriza a los demá s para (art. 404
n°1 inc. 2°):
b) Extraer ellos una cantidad proporcional al interés que tengan en la masa social.
2.- “2.° APLICAR LOS FONDOS COMUNES A SUS NEGOCIOS PARTICULARES Y USAR
EN ÉSTOS DE LA FIRMA SOCIAL”.
Esta prohibició n está en estrecha relació n con el art. 374, que establece como
condició n para que nazca la responsabilidad de que trata el art. 370 inc. 1°, esto es, la
solidaria de todos los socios que aparecen en la escritura social por las obligaciones
contraídas legalmente bajo la razó n social, que el negocio concierna a la sociedad. El
socio que desatiende este impedimento ha de cargar con las siguientes sanciones (art.
404 n°2 inc. 2°):
b) Cargar él solo con las perdidas del negocio en que invierta los fondos distraídos.
4.- “4.° Explotar por cuenta propia el ramo de industria en que opere la
sociedad, y hacer sin consentimiento de todos los consocios operaciones
particulares de cualquiera especie cuando la sociedad no tuviere un género
determinado de comercio”.
2.- Los socios deben soportar individualmente las pérdidas que les resultaren.
El art. 405 establece que los socios no pueden negar la autorizació n que solicite
alguno de ellos para realizar una operació n mercantil paralela a las de la sociedad, sin
acreditar que las operaciones proyectadas les preparan un perjuicio cierto y
manifiesto (art. 405).
1.- Aquellas que operan por voluntad de los socios y aquellas que lo hacen sin su
voluntad:
i) Mutuo disenso o, si se quiere, consentimiento uná nime de los socios (art. 2107).
ii) Por acuerdo de la mayoría cuando un socio ha dejado de cumplir con su obligació n
de enterar el aporte (art. 2101).
iii) Renuncia de uno de los socios (art. 2108). En este caso la sociedad se disuelve por
la voluntad de uno de los socios.
2.- Aquellas que operan de pleno derecho (ipso iure), esto es, desde que ocurre el
hecho en que se funda la causal, y aquellas que lo hacen previa declaración judicial:
a) De pleno derecho:
ii) Finalizació n del negocio para el que fue contraída (art. 2099).
iv) Renuncia o revocació n del gerente estatutario fuera de los casos de justa renuncia
o remoció n.
iii) Incumplimiento en la entrega del aporte por parte de alguno de los socios (art.
2101).
En estos eventos, la disolució n se produce por una decisió n del tribunal, por lo que la
sentencia es constitutiva y opera desde que queda ejecutoriada. El juez pondera si el
hecho es o no constitutivo de la causal respectiva.
En ambos casos la disolució n se produce ipso iure. Sin embargo, los socios pueden
impedir la disolució n antes del vencimiento del plazo o llegada de la condició n
acordando la pró rroga, siempre que al hacerlo observen tres requisitos:
2.- Lo hagan antes del vencimiento del plazo o llegada de la condició n. Si lo hacen
después, esta manifestació n de voluntad está orientada má s bien a constituir una
sociedad.
3.- Cumplir con las formalidades exigidas para la constitució n primitiva, ya que la
pró rroga implica una modificació n del pacto social.
Esta pró rroga automá tica se ataja mediante la oposició n de uno o má s socios que “(...)
expresen su voluntad de ponerle término en el plazo estipulado mediante una
declaració n hecha por escritura pú blica y de la cual deberá tomarse nota al margen de
la inscripció n respectiva en el Registro de Comercio antes de la fecha fijada para la
disolució n” (art. 350 inc. 3°).
Hay que tener presente que cuando los socios deciden prorrogar la duració n de la
sociedad las garantías reales y personales contraídas por terceros con el objeto de
garantizar obligaciones de ésta se extinguen, a menos que éstos accedan
expresamente a la ampliació n (arts. 1649 y 2098 inc. 3° del Có digo Civil).
(2) La Finalización del Negocio para que fue Contraída (art. 2099)
Si, ademá s, está pactado un plazo de duració n, la sociedad se disuelve con lo que
ocurra primero (art. 2099 inc. 2°).
(3) Extinción Total de los Bienes que Forman el Objeto (art. 2100)
La pérdida puede ser jurídica, a causa, por ejemplo, de una acció n reivindicatoria o de
la caducidad de una concesió n, o material, a raíz de un incendio, terremoto, naufragio
o algú n suceso equivalente.
Para que opere esta causal se requiere que la destrucció n sea total.
2.- Art. 2422 del Código Civil, con arreglo al cual la hipoteca se extiende a la “(...)
indemnizació n debida por los aseguradores de los mismos bienes”.
Esta causal no opera de pleno derecho, porque es una aplicació n del art. 1489 del
Có digo Civil y,[1] ademá s, porque el art. 2101 habla de que los demá s socios tendrán
derecho para dar la sociedad por disuelta. Si no optan por la disolució n, pueden hacerlo
por compeler al socio para que haga su aporte, con indemnizació n de perjuicios.
Esta causal mira al interés de los socios, de manera que, aplicando el art. 12 del Có digo
Civil, éstos pueden adoptar la decisió n de persistir con la sociedad, siempre
estableciéndolo en el pacto social o modificá ndolo si fuere pertinente.
1.- Los demás socios. En este caso, es preciso determinar la cuota que pertenece al
difunto, fijada “(...) segú n el estado de los negocios sociales al tiempo de saberse la
muerte (....)” (art. 2105 inc. 1°), esto es, de acuerdo con los balances de la sociedad. Sin
embargo, como éstos se confeccionan al final del ejercicio, si el socio fallece a la mitad
de éste hay que estarse al balance del anterior y al estado de situació n (balance
parcial) al momento de la muerte. Luego es preciso evaluar el aporte, justipreciarlo.
Durante la tramitació n de la posesió n efectiva es preciso indicar los intereses sociales
en el inventario. Especificada la porció n, pertenece a los herederos del difunto.
2.- Los demás socios y los herederos del difunto. La estipulació n de continuar la
sociedad en estas condiciones se subentiende en las sociedades (art. 2104):
c) Anó nimas, menció n poco feliz, porque la sociedad anó nima no se disuelve por la
muerte de los socios.
En este evento se impone a éstos una carga hereditaria, de manera que si aceptan la
herencia deben entrar a la sociedad, salvo aquellos que por su edad o sexo no puedan
hacerlo (art. 2105 inc. 2° del Có digo Civil). Si el heredero acepta la herencia con
beneficio de inventario, su responsabilidad queda comprometida hasta la
concurrencia del valor de lo heredado. En la prá ctica suele estipularse en este evento
que éstos actú en a través de un mandatario comú n. La designació n del mandatario
debe hacerse por escritura pú blica y tomar razó n de ella en la inscripció n efectuada en
el Registro de Comercio, como también del auto de posesió n efectiva. También es
necesario que durante la tramitació n de la posesió n efectiva se determine el valor de
los derechos sociales en el inventario.
Segú n el art. 2105 inc. 2°, en la coyuntura que se desarrolla tendrá n derecho para
entrar en la sociedad todos los herederos, “(...) exceptuados solamente aquellos que
por su edad o por otra calidad hayan sido expresamente excluidos en la ley o el
contrato”.
De aquí surge la duda de si pueden o no ingresar impú beres a una sociedad colectiva
mercantil, en torno de la cual han surgido, naturalmente, dos posturas:
a) Aquellos que creen que sí se puede, se basan en que el art. 349, la primera norma que
parece atinente, no resulta del todo aplicable, pues habla de celebrar contrato de
sociedad colectiva, cuestió n que no está n haciendo los impú beres, sino ingresando a
ella en virtud de la transmisió n de los derechos del causante. Ademá s, sostienen que
apoyar la opinió n contraria só lo perjudicaría a esos impú beres, particularmente en el
caso que el giro de la sociedad sea consolidado y de prestigio.
b) Aquellos que estiman que no se puede, argumentan que el mismo art. 349 es una
norma protectora de los impú beres derivada de la naturaleza particularmente
riesgosa de la sociedad colectiva. Ademá s -dicen-, suponiendo que sí se pudiera, ellos
tendrían que actuar por intermedio de sus representantes legales, emanando la
interrogante de si éstos tienen o no facultades para administrar negocios tan
riesgosos como la sociedad colectiva.
3.- Los demás socios y sólo algunos de los herederos del difunto, como los mayores de
edad. Los que no ingresan tienen derecho a su cuota.
1.- Sociedades que se han contratado por tiempo fijo o para un negocio de duración
limitada. El socio no tiene derecho a renunciar y, si lo hiciere, su renuncia no produce
efectos, de manera que no disuelve la sociedad, salvo que:
b) Hubiere grave motivo, entendiéndose por tal todos los que exhiban igual
importancia que los siguientes:
iii) Enfermedad habitual del renunciante que le inhabilite para las funciones sociales.
iv) Mal estado de sus negocios por circunstancias imprevistas.
a) Se hace de mala fe. “Renuncia de mala fe el socio que lo hace por apropiarse una
ganancia que debía pertenecer a la sociedad (...)”.Verificada la renuncia de mala fe, los
demá s socios tienen dos derechos:
i) Pueden obligar al socio renunciante para que reparta con ellos dicha ganancia o
soporte exclusivamente las pérdidas, si las hubiere.
Para que la renuncia del socio produzca sus efectos, debe ser notificada a todos los
otros, bastando para ello noticiarla a los que exclusivamente administran (art. 2109
incs. 1 y 2°. Si no media la antedicha notificació n, los socios a quienes no se hubiere
efectuado pueden aceptarla después o dar por subsistente la sociedad en el tiempo
intermedio (art. 2109 inc. 3°).