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Cartilla pedagógica Nº 10

COMUNICACIÓN CIENTÍFICA Y COMUNICACIÓN ACADÉMICA

LA COMUNICACIÓN

Consiste en un acto mediante el cual un individuo establece con otro, u otros un contacto
que permite transmitirles una información. Para que la comunicación se produzca se necesita
un código, es decir, un conjunto limitado y moderadamente extenso de signos que se
combinen mediante ciertas reglas conocidas por quien envía el mensaje (Emisor) y quien lo
recibe (Receptor).

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

Figura 1. La figura ilustra el contexto de la comunicación. Fuente: Salmón, 2004.

EL EMISOR. Ballenato (como se citó en Andía, 2017) señala que el emisor es la persona que
comunica algo a alguien. Es el punto inicial donde se elabora el mensaje que se anhela compartir
con el receptor. Además, se admite al emisor como el ente comunicador de un proceso de
intercambio de ideas, es decir, es el que propicia mantener una relación con su destinario (Kaplún,
1987). Niño (2003) indica que la idea del emisor implica necesariamente “la existencia de un
destinatario –persona o personas- a quien se dirige el mensaje” (p.7). La persona que elabora un
mensaje siempre tiene en consideración el destinatario y el efecto que busca ocasionar en el otro.

El contenido de este documento fue elaborado por el Centro de Investigaciones y Servicios Educativos CISE-ESPOL. El contenido de esta obra es propiedad intelectual de la ESPOL. Todos los derechos reservados.
Prohibida su reproducción total o parcial, comunicación pública o distribución sin autorización previa del titular de los derechos. Agosto, 2019.
Fernández y Galguera (2009) recuerdan que: Uno de los modelos más influyentes del siglo XX fue
el que desarrolló el politólogo estadounidense Harold Laswell en 1964, retomando el modelo de
Aristóteles en las siguientes interrogaciones: ¿Quién dice qué? ¿A quién? ¿En qué canal? y ¿Con
qué efectos? (p.2). En consecuencia, la idea de emisor o primer interlocutor, utilizada por Eugenio
Coseriu y otros lingüistas, se refiere al agente encargado de la elaboración y producción 20 del
mensaje en un código específico, de la selección del medio o conducto por donde se enviará, el
propósito y la persona idónea que recibirá el enunciado.
Salmón (2004) refiere que el emisor trasmite el mensaje. Puede ser una persona, un grupo o una
institución. Es el elemento promotor que conscientemente tiene la función de expresar un
mensaje al receptor. Para Salmón (2004) las características que el emisor debe poseer son:
 Tener conocimientos: todo lo que la persona, grupo o institución conoce.
 Poseer actitudes: todo lo que la persona piensa y siente con respecto a hechos, personas o
circunstancias.
 Expresarse mediante códigos: las formas de expresión que dan sentido al mensaje.

Figura 2. La figura ilustra las tres características del emisor y receptor. Fuente: Salmón, 2004.

EL MENSAJE. Niño (2003) manifiesta que este elemento es un producto de expresión bien
codificado con un propósito comunicativo. Es evidente que, en un acto comunicativo eficaz, el
hablante (emisor), antes de emitir su mensaje, deberá realizar un proceso de codificación de la
información con mucha responsabilidad, para que sea recibido y comprendida por el oyente
(receptor). Es preciso tener claro que un mensaje positivo aborda de manera equilibrada
necesidades, intereses y particularidades de los diversos puntos de vista de las personas y es
obligatoriamente un producto bien definido y emitido con sentido.

EL RECEPTOR. Ballenato (como se citó en Andía, 2017) señala que el receptor es el punto de
llegada de la comunicación. Además, una vez que reciba el mensaje puede expresar una
respuesta. El rol que realiza este elemento se basa en captar y entender el mensaje (Niño, 2006).
Esto implica el reconocimiento del código con el cual fue elaborado el mensaje, para así tener la
facilidad de decodificar el significado con que fue expresado. El receptor, en la comunicación oral,
se denomina oyente; en la comunicación escrita, lector. Este interlocutor se encarga de la

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descodificación; es decir, extrae el significado a partir del signo recibido y aplica el código
pertinente a los signos perceptuales del mensaje para descifrarlo o interpretarlo. Entre las
características, establecidas por Salmón (2004) que debe poseer el receptor señalamos las
siguientes:
 Tener conocimientos: todo lo que la persona, grupo o institución conoce.
 Poseer actitudes: todo lo que la persona piensa y siente con respecto a hechos, personas o
circunstancias.
 Expresarse mediante códigos: formas de expresión que dan sentido al mensaje

Figura 3. La figura ilustra las tres características del emisor y receptor. Fuente: Salmón, 2004.

EL CODIGO. Decir código significa aludir a principios o leyes que involucran un tipo de signos. Por
ende, constituye un cambio material que de alguna manera por convención representa o
reemplaza a otro. El código se refiere al dominio de un sistema de signos que deberá ser
entendido por el primer y segundo interlocutor. Su manejo brindará la seguridad de codificar y
decodificar el mensaje con mayor precisión. Berlo (1977) expresa que “al encodificar un mensaje,
la fuente puede elegir uno u otro código, uno u otro conjunto de elementos dentro de cada
código, o uno u otro método de estructurar los elementos de su código” (p.47). En ese caso, el
código es uno de los componentes flexibles que el emisor hace uso para estructurar el mensaje en
concordancia con su intención y capacidad comunicativa.
En la actualidad, existe un gran número de códigos. Los más frecuentes son: orales (la palabra),
escritos (alfabetos), icónicos (por ejemplo, siluetas), cromáticos (banderas, luces), simbólicos
(triángulos de emergencia para vehículos, pasos de cebra), acústicos (aplausos, sirenas), visuales
(faros, luces de emergencia), gestuales (los gestos que 25 utilizamos a diario) y los cibernéticos
(banners, links y otros elementos propios del mundo virtual). En ese sentido, podemos decir que
el código es un conglomerado de signos de naturaleza similar que están regidos por reglas que
permiten combinarlos y formarlos.

El canal. En el proceso de la comunicación, los canales se consideran como las destrezas motoras
del agente quien elabora el mensaje y como las destrezas sensoriales del agente quien lo recibe
(Berlo, 1977).

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El canal es básicamente de carácter físico; por consiguiente, constituye un componente externo
que no está dentro del emisor ni del receptor, sino fuera de ellos. Según Fernández (2008) hay
tres tipos de canales: 26
 Ambientales: aire, ambiente, reflejos de la materia, etc.
 Técnicos: sistema telefónico, cables de sonido, ondas hertzianas, cables de imagen, discos (CD-
ROM), cintas magnetofónicas, papel, pizarra, tinta, material de escritorio, pantallas, etc.
 Sensoriales: sistemas táctiles, auditivos y visuales.

EL CONTEXTO. Coseriu (como se citó en Niño, 2003) manifiesta que este componente es “la
realidad que rodea un signo, un acto verbal o un discurso, como presencia física, como saber de
los interlocutores y como actividad” (p.11). Este elemento no se halla alejado de los participantes;
al contrario, es algo que constituye una parte de la representación mental. Posee carácter ágil,
puesto que varía con gran rapidez, además de adecuarse y reconstruirse de acuerdo a los cambios
en el discurso. Para Amodio (2006) advierte que “un mensaje que desborda su contexto originario
y es decodificado en un contexto diferente del de su producción, puede no ser entendido, o
entendido mal, por los receptores” (p.29). En concreto podemos afirmar que el contexto es un
conjunto de circunstancias que acompañan al proceso comunicativo.

EL REFERENTE. Está constituido por el mundo concreto o tangible o posible sobre el cual se
construye el significado, se relacionan experiencias para generar la comunicación. Niño (2003)
manifiesta lo siguiente: 27 Se constituyen como referentes de los actos comunicativos no
solamente los objetos del mundo externo perceptible por los sentidos, como pueden ser los seres
vivos, la naturaleza y las cosas que fabrica el hombre, sino también los entes culturales, por
ejemplo, el concepto de sociedad, arte, ciencia e ideas que representan lo ficticio y fantástico
(mundo posible), tal es el caso de los textos literarios (p.12). En general, es todo aquello
perceptible o imaginario que es evocado en la mente del emisor y receptor.

LA SITUACION. Este elemento alude “a la localización espacial y temporal del hecho


comunicativo, al tiempo y al lugar en que un intercambio verbal concreto se produce” (Gonzales,
2009, p.17). Mientras tanto, en la teoría de la comunicación, la situación es el momento y el
espacio donde se lleva a cabo el proceso comunicativo.

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Figura 4. La figura ilustra los elementos presentes en el proceso comunicativo. Fuente: Recuperado de http://rodrigo-
gt.blogspot.com/2011/04/elementos-de-la-comunicacion-masiva.html

Referencias:
–Bargheer, Margo & Pabst, Jutta. (2016). ‘Being small is not a fault’: Making sense of
the newer generation of German-language university presses: Case study on German-
language university presses. Learned Publishing. 29.
335-341. 10.1002/leap.1053.
–López, Mercedes (2016). Cómo la comunicación científica ha cambiado en el entorno
digital. Ciudad de México.
Agencia Informativa Conacyt. http://cienciamx.com/index.php/sociedad/politica-
cientifica/5696-como-ha-cambiado-la-comunicacion-cientifica-en-el-entorno-digital-
nota-filpm
–Santillán, J. (2016). Capacitación para el Proyecto Programa de Publicaciones Digitales.
Brasília: Publicações
Eletrônicas Universidade de Brasília. https://es.slideshare.net/santillan/comunicacin-
cientfica-60792466

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