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EL PERIODO PATRÍSTICO
(Apuntes del manual de Frederick Copleston, Historia de la Filosofía II, de San Agustín a Escoto)
El crecimiento del cristianismo levantó suspicacias no solamente entre los judíos y las
autoridades políticas, sino también entre intelectuales y escritores paganos. Hubo
ataques a sus bases teoréticas y dichos ataques merecían respuestas. Los escritos de los
primeros Padres y defensores (apologistas) cristianos, echaron mano de
argumentaciones filosóficas, aunque el interés era primordialmente teológico: defender
la fe, por lo que no es posible encontrar en esas respuestas sistema filosófico alguno.
A modo de generalización, pero aproximada, puede decirse que las ideas filosóficas de
los primeros escritores cristianos fueron de carácter platónico o neoplatónico, con una
mezcla de estoicismo. No se hacía aún distinción clara entre filosofía y teología. Se
trataba tan sólo de presentar la sabiduría cristiana, esencialmente teológica, aunque
con elementos filosóficos. Los escritores cristianos
tomaban de esta manera las armas de sus adversarios
como un útil arsenal de materiales que podía ser
utilizado en defensa del cristianismo. Por ejemplo,
Clemente de Alejandría (mediados del siglo II –
215) veía la filosofía como “un don de Dios, un
medio de educar al mundo pagano para Cristo1”.
Filón habí
Clemente de Alejandría
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Clemente llegó a pensar, como Justino antes de él, que Platón había tomado su sabiduría de Moisés y de
los profetas.
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LA PATRÍSTICA
Marciano Arístides, escribió una Apología, sobre el año 140, donde ataca las
divinidades paganas de Grecia y Egipto. Concluye en ella que el motor del mundo es
“Dios, de todo, que todo lo hizo por el hombre”. Presenta argumentos resumidos sobre
la finalidad y orden en el mundo e identifica el ordenador y motor del mundo con el
Dios cristiano, al que aplica atributos de eternidad, perfección, sabiduría o bondad. En
suma, una teología muy natural y básica elaborada en defensa de la fe cristiana.
Taciano, nacido en Siria, parece ser que fue discípulo de Justino. Pero, a juzgar por su
“Discurso contra los griegos” no compartía la afinidad de Justino por la filosofía
griega. Pudo tener influencias del pensamiento griego, pero tomó los principales puntos
de su enseñanza de las Escrituras. Incluso, se volvió hacia un rigor extremo y, tras el
martirio de Justino, se apartó de la Iglesia para unirse al gnosticismo. En su rigorismo,
llegó a denunciar el matrimonio, que era, a sus ojos, violación y fornicación.
Taciano sostiene la doctrina de la Creación, pero se vale de un lenguaje que recuerda al
del Timeo, a propósito del Demiurgo. Pero si utiliza ideas tomadas de la filosofía pagana
es más bien pensando que los filósofos griegos tomaron de las Escrituras cualquier cosa
que tuvieran de verdad, mientras que lo que ellos añadieron no era sino falsedad y
perversión.
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LA PATRÍSTICA
Más en consonancia con Justino mártir, tenemos a Atenágoras, con una aproximación
discreta a los griegos. Dirigió a los emperadores Marco Aurelio y Cómodo, una
“Legación por los cristianos”, hacia el 177. En ese libro defiende a los cristianos de
acusaciones de ateísmo, antropofagia e incesto, y presenta una razonada defensa de la
creencia en un solo Dios. Se pregunta por qué los cristianos son llamados ateos por
creer en un solo Dios, mientras que no se llama así a Platón por su doctrina del
Demiurgo. Hace una llamada a escuchar a los poetas y a los filósofos que hacen
posible encontrar a Dios.
Atenágoras cree que no es posible la existencia de multitud de dioses materiales. Dios
que forma la materia, a su vez, la trasciende. La causa de las cosas es imperecedera y
espiritual y la sabiduría o filosofía verdadera se alcanza mediante la revelación cristiana,
aunque los griegos algo adivinaron de la verdad. De nuevo, vemos recursos,
argumentos, temas filosóficos utilizados con el propósito primordial apologético y
teológico.
El último de estos autores que veremos es Teófilo de Antioquía, que escribe su obra “A
Autólico”, hacia el 180. Lo más claro de sus opiniones con respecto a los griegos es la
estima que siente por Platón, al que considera “el filósofo más respetable entre ellos”.
En su obra, habla de la necesidad de pureza moral para conocer a Dios y también de los
atributos divinos (poder, sabiduría, eternidad o inmutabilidad).
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LA PATRÍSTICA
En suma, la estructura general se formó con una mezcla de temas orientales y griegos
(neopitagóricos y neoplatónicos) con dosis variables de elementos cristianos que
fueron tomados directamente del cristianismo como de documentos apócrifos2 y
espurios3. Hoy, es difícil entender cómo el gnosticismo supuso un peligro para la
Iglesia ni cómo una mente sana podía ser atraída por él. En parte es explicable por los
tiempos de confusión de escuelas filosóficas y religiones mistéricas que pugnaban por
atraer “clientes” a sus doctrinas que aseguraban cubrir las necesidades espirituales de
los hombres.
Ireneo (nacido hacia el 140) escribe contra los gnósticos en su Adversus Haereses
(Contra los herejes). En su obra reconoce a un solo Dios, creador de
Cielo y de Tierra libremente, no por necesidad. Además, crea el
mundo partiendo de la nada y no de una materia preexistente (como
pretendían los gnósticos, apoyándose en Anaxágoras, Empédocles y
Platón).
Según San Ireneo, podemos llegar a conocer a Dios, pero no
comprenderlo porque su esencia trasciende la inteligencia humana.
Cuando los gnósticos pretenden ir más allá y conocer los misterios
de Dios no es más que mero orgullo y engreimiento. La verdadera
gnosis es la enseñanza de los apóstoles, concluye. Acusa a los gnósticos, además, de
copiar sus principales teorías de los filósofos griegos.
Hipólito fue, al decir de Focio, discípulo de Ireneo. La intención en sus escritos (sólo
cumplida parcialmente) era exponer los plagios que los gnósticos hicieron de los
griegos, siguiendo la idea de su maestro, pero con el agravante además de que
deterioraban sus doctrinas y su filosofía. También les acusa de glorificar partes de la
creación con delicadas frases, pero ignoran al Creador de todas las cosas.
Tertuliano
Nace en el 160 de padres paganos y educado como jurista (profesión que ejerció en
Roma). Se convirtió al cristianismo, aunque cayó luego en la herejía montanista 4. Es el
primer escritor latino sobresaliente.
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Documentos apócrifos: no incluidos en el Viejo ni en el Nuevo Testamento.
3
Espurio: Falso, no auténtico o ilegítimo.
4
Movimiento en las primitivas comunidades cristianas. Su líder, Montano, se sintió transportado a
estados de éxtasis durante los cuales realizaba advertencias proféticas.
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LA PATRÍSTICA
A pesar de la antítesis que establece entre sabiduría cristiana y filosofía griega, el propio
Tertuliano desarrolló temas filosóficos y fue influido por los estoicos.
Sorprendentemente hace la afirmación de que todas las cosas, incluido Dios, son
corpóreas: “Todo lo que existe es una existencia corpórea sui generis. A nada falta
existencia corpórea, excepto a lo que no es existente… ¿Quién negará que Dios es un
cuerpo, aunque Dios es un espíritu?; porque el espíritu tiene una sustancia corpórea,
de su propia clase, de su propia forma”.
En base a esto, puede decirse que Tertuliano sostenía una doctrina materialista,
aunque hay quien piensa que cuando habla de cuerpo se refiere a sustancia y, por tanto,
Dios vendría a ser una sustancia espiritual. Aunque, también cuando habla del alma
dice que es una sustancia corpórea.
Lo más seguro es que el lenguaje de Tertuliano exprese un materialismo, pero su
intención no parece haber sido siempre la que su lenguaje implicaba. Su afirmación
de la inmortalidad natural del alma casa mal con un materialismo puro, pero pudo haber
sostenido en general una posición materialista sin percibir que algunos de los atributos
que asignaba al alma (como la inmortalidad) eran incompatibles con dicha posición.
Arnobio y Lactancio
Arnobio, en su obra Adversus Gentes, hacia el 303, hace algunas observaciones sobre el
alma: Considera que el agente creador del alma es un ser inferior a Dios y niega que
la inmortalidad convenga al alma. Es evidente que la gracia de la inmortalidad es
utilizada aquí como un argumento para hacerse cristiano y llevar una vida moral. Otra
idea de este autor es que nuestras ideas tienen un origen en la experiencia salvo la idea
de Dios.
Clemente de Alejandría
Tito Flavio Clemente nació en el 150 (Atenas?) y llegó a Alejandría alrededor del
202. Su aspiración era desarrollar una gnosis verdadera.
Vio en los filósofos griegos una preparación del cristianismo. Una fase de educación
del mundo helenístico para la verdad revelada: El Logos divino siempre iluminó a las
almas; pero mientras los judíos fueron adoctrinados por Moisés y los Profetas, los
griegos tuvieron a sus filósofos. Así, la filosofía fue para los griegos lo que la Ley para
los judíos. Creía, como Justino en su momento, que los griegos plagiaron el Antiguo
Testamento y lo habían desfigurado. Pero también que la luz del Logos posibilitó que
los griegos alcanzaran muchas verdades. La filosofía es un cuerpo de verdades que se
encuentran en diversos grados entre las distintas escuelas, aunque Clemente siempre
consideró a Platón como el más grande de todos los filósofos.
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LA PATRÍSTICA
Por tanto, Clemente es el primer cristiano intelectual que relaciona el cristianismo con
la filosofía y utiliza la razón especulativa para el desarrollo y la sistematización de
la teología.
Orígenes
Nació en torno al 185. Fue director de la escuela de Alejandría y sufrió un proceso
sinodal (231-232) dirigido contra ciertos rasgos de su doctrina.
Abandonó la escuela de Alejandría y fundó una en Cesarea de
Palestina. Murió torturado bajo la persecución de Decio5.
Así, siguiendo la influencia del neoplatonismo sostuvo que Dios (La Mónada o Uno),
que trasciende la verdad y la razón, la esencia y el ser, creó el mundo desde la
eternidad y por necesidad de su naturaleza. Como mediador entre Dios y las
criaturas está el Logos o Verbo (la idea de las ideas) y la procesión última dentro de la
divinidad es el Espíritu Santo y tras él los espíritus creados, promovidos al estado de
hijos de Dios y que participan en la vida divina del Padre.
En cuanto a las almas, fueron creadas por Dios iguales las unas a las otras en calidad,
pero el pecado, en un estado de preexistencia, hizo que fueran revestidas por los cuerpos
y las diferencias cualitativas entre las almas se deben al comportamiento de éstas antes
de su entrada en este mundo. Pero todas ellas, incluso la del diablo y los demonios,
mediante sufrimiento purificador, podrían conseguir la unión con Dios. Es la doctrina
de la restauración de todas las cosas según la cual regresarán a su último principio y
Dios será todo en todo (Esto supone la negación de la doctrina ortodoxa del infierno).
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Emperador romano entre 249 y 251.
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LA PATRÍSTICA
En este periodo, sí puede apuntarse algo de dos figuras eminentes: Eusebio de Cesarea y
san Gregorio de Nisa.
Eusebio de Cesarea
Natural de Palestina, en el año 265. Llegó a ser obispo de Cesarea, su lugar de
nacimiento y allí murió en 339 ó 340. No sólo cabe destacar su labor apologética sino
que es conocido como un gran historiador de la Iglesia.
Contempla la filosofía griega como una preparación del mundo pagano para el
cristianismo y mantiene, en general, un tono de aprecio. Fue un lector extenso de los
autores griegos y compartía el modo de ver general de Justino Mártir, Clemente de
Alejandría y Orígenes.
No obstante, para Eusebio, aunque Platón fuese un profeta, no fue más que eso, un
profeta que no llegó a entrar en la tierra prometida de la verdad. Se aproximó a ella,
pero sólo el cristianismo es la verdadera filosofía. Además, Platón contiene demasiado
elemento intelectual en su filosofía, mientras que el cristianismo llega a hombres y
mujeres, ricos y pobres, cultos e incultos.
En resumen, Platón se sigue llevando la palma entre los pensadores griegos y Eusebio,
junto con el común de los primeros pensadores cristianos no distingue entre teología y
filosofía, tomadas ambas en sentido estricto. Hay una sola sabiduría que se encuentra en
el cristianismo. Los griegos anticiparon la verdadera filosofía cristiana y copiaron del
Antiguo Testamento. La conclusión es que, a pesar de esa copia, la especulación
humana sin la ayuda directa de Dios, no es de gran provecho para alcanzar la verdad. De
hecho, los errores de la filosofía griega, al decir de los padres cristianos son achacables
a dicha especulación humana puesto que no pueden proceder del Antiguo Testamento
de donde dicha filosofía ha sido copiada.
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LA PATRÍSTICA
¿Cómo afirma Gregorio la existencia de Dios? Pues establece que la mejor prueba es
el orden cósmico. La perfección de Dios nos lleva, necesariamente, a su unicidad. Sólo
hay un Dios. Además, ese Dios no puede ser efímero; Debe ser eterno, Y también debe
de tener una palabra, un Logos, una razón. Sobre la doctrina trinitaria, Gregorio intenta
dar razones que expliquen la Trinidad en la Divinidad única. Esto es un precedente para
los posteriores intentos de San Anselmo y de Ricardo de San Víctor.
El mundo fue creado por Dios no por necesidad, sino libremente, y permite al hombre
participar de esa libertad pues puede elegir el mal si así lo quiere. A pesar de permitir
que el hombre pueda elegir el mal, Dios no es responsable de ese mal, sino el libre
albedrío humano. Además, Dios, conduciría finalmente a todos los hombres hacia Sí
mismo (es la aceptación de la teoría de la restauración de todas las cosas: Todo
regresará a Dios, incluso Satanás y los ángeles caídos, al menos mediante los
sufrimientos purificadores necesarios). Esta idea del retorno de todas las cosas a Dios,
fue tomada también por Juan Escoto Eriúgena de san Gregorio.
Con respecto al alma, considera que es una esencia creada, viviente, intelectual, con un
cuerpo orgánico y sensitivo; una esencia que tiene el valor de dar vida y de percibir
objetos sensibles mientras dura su elemento corpóreo. El alma tiene el poder de
sobrevivir al cuerpo, con el cual se reunirá finalmente. ¿Y qué es el cuerpo? Pues es la
unión de cualidades que, en sí mismas, son incorpóreas (color, cantidad, peso…) pero
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LA PATRÍSTICA
cuya unión da como resultado el cuerpo, mientras que su disolución significa la muerte
del mismo. Gregorio acepta que el cuerpo esté formado por cualidades incorpóreas
para no verse obligado a admitir que, si todo procede de Dios, la materia debería
también de proceder de él, estar en él, y por tanto sería eterna. De esta forma, llega a la
conclusión de que las cualidades de que están formadas las cosas corpóreas (como
nuestro propio cuerpo) no son materiales. Dios se ve, así, libre de contener materia. En
este punto, Gregorio está influido por la doctrina de Platón de las cualidades, expueta
en el Timeo.
Podría decirse que esas cualidades incorpóreas no son cuerpos en sentido estricto pero
su función es formar materia. Esta dificultad de explicar la formación de lo corpóreo
mediante cualidades incorpóreas, la tiene también la doctrina aristótélico-tomista de la
materia y la forma. La materia prima no es en sí el cuerpo, sino uno de los principios
que lo forman. Para el tomismo, la materia prima no existe a solas por sí misma, sino
que necesita la ordenación esencial a un cuerpo concreto.
Esta ascensión del alma gregoriana, no es una ascensión solitaria, que busca una unión
individual con Dios, sino más bien la realización del Pleroma de Cristo (el llenamiento
de Cristo, que es la Iglesia). Por último, señalar que el misticismo de Gregorio es
sacramental: El bautismo restaura la imagen y la unión con Dios es fomentada por la
Eucaristía.
San Gregorio, sus escritos, son la fuente para los místicos, hasta San Juan de la Cruz, y
la fuente para sistemas filosóficos cristianos que siguen el progreso del alma a través de
diversos estados hasta la vida mística, como es el caso del filósofo san Buenaventura.
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San Ambrosio
Merece una breve mención, este obispo de Milán (333-397). Fue un pensador cuyo
interés se centró en temas prácticos y éticos, con una actitud típicamente romana. No
desarrolló gusto o habilidad para la especulación metafísica. No realiza ninguna
contribución nueva a la ética cristiana. Su interés descansa más bien en la influencia que
pudo ejercer sobre posteriores escritores de ética.
Sin duda alguna, el más grande de todos los padres latinos, por la importancia propia
de su pensamiento y la influencia en la Edad Media.
A modo de síntesis
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ooooOOOOOooooo
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