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ANA KAREN CRUZ MALACARA LITIGIO ESTRATÉGICO GRUPO: 2252

EL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS


Autores: Felipe Aria Ospina y Juliana Galindo Villareal

A través de este capítulo se expone la estructura y conformación del Sistema


Interamericano de Derechos Humanos, parte fundamental de la protección a los individuos
cuyos Estados se encuentren anexos a él en el Continente Americano.
1) Instrumentos de Protección del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos
Es en la Novena Conferencia Panamericana de fecha 30 de marzo al 02 de mayo de
1948 en Bogotá, Colombia donde se “inicia” la vigencia del Sistema Interamericano con su
función protectora de derechos humanos. Se adoptó la Carta de Organización de los
Estados Americanos, el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas y la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
Surge a partir de que, a pesar de la existencia de otras Declaraciones (dígase la
DUDH), por la falta de carácter vinculante de estas – más no carentes de importancia- se
presentó la necesidad de contar con un instrumento que contase con fuerza vinculante, a fin
de hacer exigibles las obligaciones en materia de derechos humanos en el continente
americano.
Para ello, el 22 de noviembre de 1969, se suscribe en la Conferencia Especializada
Interamericana sobre Derechos Humanos la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH). En la primera parte de esta Convención establece los Deberes de los
Estados, así como los Derechos de los protegidos: obligación de respeto y garantía de los
Estados; derechos civiles y políticos; derechos económicos, sociales y culturales;
suspensión de garantías; deberes de las personas. En los siguientes capítulos se contiene:
órganos competentes; firma, ratificación enmienda, protocolo y denuncia de la CADH;
disposiciones comunes y transitorias.
Respecto a las reservas, se remite a la Convención de Viena, a fin de que estas se
hagan al momento de firmar, ratificar, aceptar o adherirse y no posteriormente. Dichas
reservas no son absolutas ya que están limitadas en el margen del Derecho Internacional.
2) Los órganos del Sistema Interamericano
2.1) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH o Comisión)
Fue creada en 1959 por la OEA para promover la observancia y defensa de los
derechos humanos en la región y ser el órgano consultivo de la Organización de los Estados
Americanos en materia de derechos humanos. Se compone por siete miembros elegidos por
la Asamblea General de la OEA.
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Entre sus funciones se encuentran: a) monitoreo sobre la situación de derechos


humanos; b) la formulación de recomendaciones a los Estados; c) atender consultas
formuladas por los Estados miembros y; d) el trámite del sistema de peticiones
individuales.
De igual forma existen relatorías del sistema interamericano creadas para apoyar a
la Comisión en su labor de promoción y defensa de los derechos humanos en la región al
dar atención a grupos, comunidades y pueblos en estado vulnerable y susceptible a la
violación de derechos humanos.
2.2) La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH o Corte)
Es el órgano judicial del sistema, encargado de interpretar y aplicar la CADH de
acuerdo a los casos que se presenten y sometan a su jurisdicción. Creado en 1969 y con
funciones desde 1978. Solo puede pronunciarse en aquellas controversias que la CIDH o
algún Estado parte someta a su conocimiento, por lo que tiene dos funciones: a) Conocer de
casos individuales o interestatales; b) Emitir opiniones consultivas
3) Trámite de Peticiones Individuales ante el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos.
Parte del principio de “complementariedad” en el cual se establece que se podrá
acudir a instancias internaciones solo si ya se ha pasado por un proceso interno
correspondiente al Estado del que se trate; y consiste de dos fases: 1) ante la CIDH; 2) ante
la Corte IDH.
3.1) Trámite de peticiones individuales ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.
Con fundamento en el artículo 44 de la CAD y el 23 del Reglamento de la CIDH.
Una vez que se presenta la denuncia ante la Comisión, es competencia de la Secretaría
Ejecutiva realizar el estudio y trámite inicial de la petición presentada. Los requisitos se
encuentran en el artículo 28 del Reglamento.
La CIDH dará trámite a aquellas peticiones que cumplan los requisitos previstos, y
dará inicio al procedimiento de admisibilidad dispuesto en el art. 30 del Reglamento.
Transmitirá al Estado la denuncia, otorgando un plazo de dos meses para presentar la
respuesta y la posibilidad de prorrogarlo por otro mes.
Cuando se hubo recibido el escrito del Estado, antes de la admisibilidad o no de la
petición, la Comisión puede invitar a las partes a realizar observaciones adicionales por
escrito o audiencia. Aquí el Estado puede presentar las excepciones preliminares para
objetar la competencia de la Comisión o la admisibilidad, de acuerdo a los criterios de
competencia:
a) Competencia ratione personae
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b) Competencia ratione materiae


c) Competencia rationae temporis
d) Competencia rationae loci

O los criterios de admisibilidad


a) Agotamiento de los recursos internos por parte de las presuntas víctimas
b) Cumplimiento del plazo de los seis meses para la presentación de la petición
c) Duplicación de procedimientos
d) Contener datos básicos de identificación y ubicación del denunciante
e) Que se expongan hechos que caractericen una violación de derechos humanos

Existen excepciones a los requisitos de agotamiento de los recursos internos y el


plazo de petición cuando no haya legislación interna estipulación del debido proceso para la
protección del derecho; no se haya permitido al presunto lesionado el acceso a los recursos
de la jurisdicción interna o se le impidiera agotarlos; haya un retardo injustificado en la
decisión de los recursos interpuestos.

Posteriormente la CIDH se pronunciará respecto a la admisibilidad de la petición. Si


es admitida, la petición deberá de ser registrada y proceder al fondo, cuyo objeto es el
examen de los hechos y pretensiones planteadas por las partes, a fin de determinar si hubo o
no violación a DDHH por parte del Estado en cuestión. Se fija un plazo de 3 meses para
que los peticionaros presenten observaciones adicionales sobre el asunto.

Se deliberará respecto al fondo del caso, preparando un informe con alegatos,


pruebas y la demás información recabada. La Corte establecerá si hubo o no violación a los
derechos humanos. Si es afirmativo, se hará un informe preliminar con las proposiciones y
recomendaciones y un plazo para que el Estado informe sobre las medidas adoptadas.

Si en un plazo no superior a tres meses el Estado no ha adoptado acciones para el


cumplimiento de las recomendaciones, la Comisión podrá someter el caso ante la Corte
IDH, con la condición de que el Estado haya ratificado la competencia del Tribunal.

Pueden presentarse dos circunstancias de terminación: a) el denunciante puede


desistir, manifestándolo por escrito a la CIDH en cualquier momento del proceso y se
archivará, o se proseguirá con la causa a fin de proteger un derecho determinado; b) se
realizará el trámite de solución amistosa previsto en la CADH y el Reglamento, en
cualquier parte del proceso y aprobar el informe en el que se redacte la solución entre
partes.

Existe la posibilidad de llevar un mecanismo extraordinario de medidas cautelares


ante situaciones graves y urgentes para evitar daños irreparables. De igual forma se puede
disponer de medidas cautelares de forma independiente a cualquier petición o caso
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pendiente. Dichas medidas pueden ser individuales o colectivas y estar precedidas, con un
trámite de solicitud previo al Estado a menos que sea una situación grave. La CIDH ha
establecid oque son de obligatorio cumplimiento.

3.2) Trámite de peticiones individuales ante la Corte Interamericana de


Derechos Humanos

Una vez realizado el trámite ante la CIDH, la Comisión o el Estado demandado


pueden solicitar a la Corte que el caso se someta a su jurisdicción. Por lo que la Corte
deberá determinar si el Estado es internacionalmente responsable y por ende, ordenar
reparaciones o desestimar pretensiones y absolver.

Se debe tomar en cuenta los criterios competencia:

a) Competencia rationae personae: aquellos en razón de la legitimidad de la persona:


la capacidad de quien presenta un caso y el Estado demandado

b) Competencia ratinae materiae: Por lo que refiere a la materia es que el caso sea
sobre la interpretación de la CADH y otros instrumentos del Sistema Interamericano

c) Competencia rationae temporis: Por lo que se refiere como competencia en razón de


tiempo, puede considerarse como el único límite que se plantea a la jurisdicción de
la Corte, pues solo puede conocer de aquellos ocurridos con posterioridad a la fecha
en que el Estado haya aceptado su competencia (irretroactividad de las obligaciones
internacionales). También se hace referencia al periodo de tres meses que tiene la
Comisión para presentar el caso ante la Corte. Lo anterior puede diluirse en los
casos de delitos de ejecución continuada, donde el hecho ilícito ocurre en un
momento, pero sus efectos se prolongan a través del tiempo.

d) Competencia ratione loci: Implica que los hechos deben tener lugar en el territorio
del Estado demandado.

Luego esta etapa la Secretaría de la Corte notifica de la demanda al Estado


demandados, a la Comisión (si no es la demandante) y a las presuntas víctimas del caso. Se
tendrá un plazo perentorio de 2 meses para presentar escritos de solicitudes, argumentos y
pruebas. El Estado podrá interponer escrito de contestación con sus excepciones. Su
procedencia depende de su presentación de forma oportuna y solo son admisibles las que
tuvieran lugar en la parte inicial del proceso.

Una vez establecido el contradictorio será el Presidente de la Corte quien definirá


una fecha para la apertura del procedimiento oral. Es una audiencia de alegatos donde los
representantes de las víctimas y el Estado presentado la pruebas y argumentos. En el
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Sistema Interamericana no hay un estándar probatorio determinado y esta libertar


probatoria permite que pueda ser desahogada por un testimonio, peritos, documentales.

Terminada la etapa oral puede a) terminar anticipadamente el proceso a solicitud de


la parte demandante o b) la publicación de la sentencia. El sobreseimiento se da cuando o el
demandante notifica a la Corte la tensión y puede ser procedente o desestimada. Por otro
lado se puede dar la culminación anticipada del proceso cuando se haya llegado a un
acuerdo para la solución del litigio y se solicita terminar el caso.

En cuanto a reparaciones la Corte ha establecido una reparación adecuada, además


de las indemnizaciones decretadas por el orden jurídico interno que se señalen, exigiendo
medidas de rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición. También ha decretado
como medidas de reparación integral: disculpas públicas; reconocimiento de
responsabilidad por parte del Estado; entrega de los restos mortales de la víctima a
familiares; implementación de programas de vivienda y educación para las víctimas;
construcción de monumentos o instalación de placas; publicación de las partes pertinentes
de la sentencia.

En los casos muy urgentes y graves, a objeto de evitar daños irreparables, la CIDH
puede solicitar a la Corte la adopción de medidas provisionales para evitar daños
irreparables a favor de una persona o grupo de personas, mediante escrito adicional a la
presentación del caso.

La Corte ha dictaminado que los Estados tienen la obligación perpetua e


improrrogable de proteger siempre a las personas dentro del territorio. Las medidas
provisionales son de carácter obligatorio y se les puede exigir a los Estados el
cumplimiento de sus obligaciones convencionales de buena fe. Asimismo, ha establecido
que los tres requisitos establecidos en el artículo 63.2 deben coexistir y estar presentes en
toda situación en la que se solicite la intervención del Tribunal.

Por lo anteriormente expuesto se puede concluir que el Sistema Interamericano nace


a partir de la necesidad de generar responsabilidad por parte de los Estados, como respuesta
a las situaciones que apañan el continente y la serie de violaciones a derechos humanos a
las que ha habido lugar en relación a las condiciones de los países latinos.

Considero que la estructura en cuanto a derecho adjetivo es completa y a lo largo de


años a partir de su puesta en funcionamiento ha obtenido una serie de logros destacables en
cuanto a fincar responsabilidad de los Estados frente a sus gobernados a través de las
instituciones internas, respecto a difundir y promover los derechos humanos. No obstante,
se sigue presentando un reto que no considero esté por completo en las manos del Sistema o
de la Corte en cuanto al cumplimiento y reparación de las violaciones a las que ha habido
lugar.
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Por su parte, se debería implementar un mecanismo de seguimiento a las sentencias


emitidas más estricto y eficiente, que a su vez generen una transformación trascendental en
el actuar de los Estados con el objetivo de reducir las violaciones de derechos humanos por
parte de las autoridades.

Más allá de cuestionar el enfoque se trata de la suficiencia en la que convergen sus


facultades y también de hablar respecto a la reticencia por parte de los Estados en depositar
su confianza y brindar de los elementos necesarios a la CIDH para el correcto
funcionamiento del engranaje de protección de Derechos Humanos, recelo que surge del
engranaje político de un país y han evitado la adopción de lleno y ratificación de los
instrumentos del SIDH1.

Autores mencionan que el SIDH, al opera en el seno de la Organización de los


Estados Americanos, por lo que se encuentra inherentemente polarizado políticamente y
afectado a raíz de la crisis financiera 2, lo que obstaculiza el apoyo que debería de
aportársele y no permiten que este subsista correctamente sin depender de las donaciones
de los Estados.

De igual forma debe destacarse la relevancia y respaldo social por parte de los
individuos/civiles, la confianza que ha generado en ellos sobre todo en el hemisferio sur 3, lo
que la ha legitimado colectivamente y a su vez, protegido de los ataques políticos que
pudieran significar un detrimento respecto a su credibilidad. Por lo anterior, puede
concluirse que las sentencias y recomendaciones no solo tienen un peso jurídico y político,
sino social e inclusive moral, lo que a su vez es el motor para propiciar la transformación y
avance dentro de todo el sistema institucional y normativo de un Estado.

1
Ejemplo: Estados Unidos.
2
Gustavo Gallón Giraldo, Luz Marina Monzón Cifuentes,. «Sistema Interamericano de
Derechos Humanos: Pasado, Presente y Futuro.» Anuario de Derechos Humanos 2007, p.54
3
Ibídem p.55
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BIBLIOGRAFÍA

GALLÓN,
Gustavo Giraldo y MONZÓN, Luz Marina Cifuentes. «Sistema Interamericano de
Derechos Humanos: Pasado, Presente y Futuro.» Anuario de Derechos Humanos 2007,
2007: 53-82.
VILLARREAL, Felipe Arias Ospina y GALINDO, Juliana. «EL SISTEMA
INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS.» En Protección Multinivel de
Derechos Humanos, de René Urueña y Aida Torres Pérez George Rodrigo Bandeira
Galindo, 131-163. Universitat Pompeu Fabra Barcelona, 2013.

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